Comparar a la Iglesia Catòlica romana con los Testigos cristianos de Jehovà es como comparar la oscuridad con la luz, la noche con el dìa (2ªCorintios 6:14-18).
De hecho, de todas las religiones llamadas cristianas, la Catòlica romana es la que màs se ha corrompido, espiritual y moralmente, la que màs sangre inocente ha derramado en crueles guerras, promovidas en muchos casos por la alta jerarquìa eclesiàstica, a travès de los siglos, sobre todo a partir del siglo IV/V cuando se unieron Iglesia y Estado. Y lo màs grave, es que hasta ahora, siguen con las mismas doctrinas y tradicciones paganas apòstatas que se metieron despuès de morir los apòstoles; siguen hasta ahora, quebrantando los principales mandamientos de la Ley de Dios, como los descritos por ej., en Exodo 20:3-17, todos los cuales se repiten para los cristianos, excepto el de guardar el sàbado que fuè abolido por Jesucristo (Colosenses 2:16,17).
Y el clero catòlico romano siguen, hasta hoy, mintiendo a la gente, cuando, por ej., a los pobres ignorantes, que no saben leer o no leen, les dicen que no es malo usar imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos) en la adoraciòn o veneraciòn a Dios, cuando en realidad, èso tiene que ver con el mandamiento que màs se repite en la Biblia, ya que Dios condena contundentemente que se usen imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos) para su adoraciòn (veneraciòn), pues Dios es un Espìritu y no hay nada material que pueda representarlo (Isaias 40:18-26; 42:8; 44:9-20; Juan 4:23,24). Y no se excusen con el Arca del Pacto, pues el Arca no la podìa ver ningùn israelita, ya que podìan morir (Levìtico 16:2; 1ºSamuel 6:19), ya que estaba siempre en el Santìsimo, y cuanto estaba fuera de allì, siempre estaba cubierta por una tela (Nùmeros 4:5,6).
Y son precisamente esos principales mandamientos los que màs se repiten a travès de toda la Biblia, y aùn asì, muchos israelitas cayeron en la idolatrìa (Salmos 115(113):3-9; Jeremìas 7:16-20; 10:1-6; 25:4-7; Habacuc 2:18,19; etc...). Asì que, si Dios condena que se hagan imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos) para su adoraciòn, ¡cuànto màs condena que uno se haga imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos) de personas muertas!. Porque, ademàs, es sòlo a Dios a quien hay que adorar (venerar), y es sòlo a Dios a quien hay que dar culto (servicio sagrado), como dijo el mismo Jesucristo, citando de Exodo 20:3-6 (Mateo 4:10). Y como dijo tambièn el apòstol Pablo, Dios no habita en templos construidos por manos humanas, ni es semejante a oro, plata, piedra, etc....(Hechos 17:16, 24-31).
Por tanto, hay que huir de la idolatrìa, como dice tambièn el apòstol Pablo, citando del mal ejemplo que dieron los israelitas de la antigüedad (1ªCorintios 10:6-22); y en este caso, hay que huir de la idolatrìa màs antigua que existe, postrarse ante algo material, fabricado de piedra, madera, metal, yeso, etc..., rindièndole culto, algo totalmente condenado en la Biblia. Pero desgraciadamente, debido tambièn a la avaricia, raìz de todo mal (1ªTimoteo 6:10), algunos siguen promoviendo dicha idolatrìa, pues ya tienen montado sus negocios sobre esas imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos), de igual forma que los antiguos efesios ya tenìan montado sus negocios sobre la imàgen/estatua de la diosa Artemisa (Diana), y fuè precisamente en Èfeso donde surgiò la veneraciòn a Marìa, la que fuè madre del Hijo de Dios en la Tierra (Hechos 19:23-40).
Por cierto, las palabras del apòstol Pablo en 2ªCorintios 3:6, se refiere a la Ley mosaica, que, en conjunto, fuè abolida por el Hijo de Dios, pero los principales mandamientos se repiten hasta el ùltimo libro de la Biblia (Apocalipsis 9:20,21; 21:8), pues como dijo tambièn Jesucristo: "No todo el que me dice señor señor entrarà en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre Celestial" (Mateo 7:21-23).
Todos contra la idolatrìa (Exodo 20:3-6; Mateo 4:10).