Re: LA BIBLIA ES LA GUIA PERFECTA NO LA IGLESIA
La Biblia dice que Abrahan vino de Ur de los Caldeos, esta equivocado, en
el tiempo de Abrahan, solamente se llamaba Ur.
hay cosas en la biblia que estan escondidas y ella misma nos dice que para el fin de los tiempos todo conocimiento sera revelado me captas todo conocimiento sera revalado al hombre, y dejame decirte que la arqueologia es quien esta dando pasos interesantes que apollan y le dan credibilidad a la biblia
por ejemplo tu hablas de que ur solo se llamaba en el tiempode abrahan. y no ur de los caldeos,
ahora eso en ese caso no seria una contradiccion sino un problama de traduccion
lee esto
pofavor He aquí tres razones más para confiar en las Escrituras: su preservación, su exactitud histórica y el cumplimiento cabal de sus predicciones:
Primera: La asombrosa preservación de las Escrituras. Lo que podemos decir al respecto es que todos los primeros manuscritos fueron copiados a mano mucho antes de que se inventara la imprenta. Los escribas copiaban los originales y los distribuían. Todavía existen miles de esos manuscritos o porciones de ellos.
Los manuscritos hebreos más antiguos del Antiguo Testamento son del siglo III antes de Cristo, y de ahí en adelante. Fueron descubiertos cerca del mar Muerto en 1947. Es asombroso que estos rollos de más de dos mil años de antigüedad concuerdan con las Escrituras que tenemos en la actualidad.
Sir Frederick Kenyon, ex director del Museo Británico, afirma lo siguiente en su libro, cuyo título traducido a nuestro idioma sería "Nuestra Biblia y los manuscritos antiguos": "El cristiano puede tomar la Biblia en sus manos y decir sin temor ni vacilación que tiene en ella la verdadera Palabra de Dios, transmitida sin ninguna pérdida importante, de generación en generación, a través de los siglos".
Las Escrituras han sido traducidas en todo o en parte a más de 2.000 idiomas y dialectos, y sigue siendo el Libro más vendido del mundo. Cada año se distribuyen más de 150 millones de ejemplares de las Escrituras, o porciones de ellas.
Segunda: Su exactitud histórica, que es asombrosa. Cuando los Estados Unidos surgieron como nación, muchos dudaban de la veracidad de las Escrituras porque no podían probar algunos acontecimientos históricos valiéndose de las declaraciones bíblicas. Las Escrituras hablan de batallas, ciudades y civilizaciones que los historiadores ni siquiera mencionan. Pero los descubrimientos arqueológicos modernos han confirmado dramáticamente el carácter fidedigno del relato bíblico.
Veamos un ejemplo: según Génesis 11:31 el patriarca Abrahán y su familia salieron "de Ur de los caldeos para ir a la tierra de Canaán". Los eruditos afirmaban que Ur jamás había existido. Pero los arqueólogos exhumaron un templo en Iraq, y en un cilindro de arcilla escrito en caracteres cuneiformes apareció el nombre de Ur. Algunos hallazgos practicados posteriormente demostraron que Ur era una ciudad próspera y cuna de una gran civilización. Los historiadores de antaño no habían tenido noticias ni de la ubicación ni de la influencia de esa ciudad, pero la Palabra de Dios preservó su nombre hasta que la pala y el pico del arqueólogo confirmaron su existencia.
La tercera razón que nos inspira a confiar en las Escrituras es el cumplimiento de sus predicciones, que es asombrosamente exacto. Nuestra confianza también se fortalece mediante el estudio de las profecías de las Escrituras. Contienen muchas
predicciones de eventos futuros que ahora mismo se cumplen delante de nuestros ojos. Mediante las profecías de Daniel, por ejemplo, el Señor nos revela el curso de la historia a partir del año 606 antes de Cristo hasta llegar a nuestros días.