geneogista, zalost, debatimos?

25 Noviembre 2005
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Hola, invito a todos aquellos como genegoista, zalost, etc. que me demuestren que la resurreccion no ocurrio.
Yo digo que la fe en Dios depende de jesus, si jesus no resucito nada es real, pero si si...que haran?
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Perdone el atrevimiento, pero la invitación al debate que presenta es de mucho interés para mí.

Pide usted pruebas de que la resurrección de Jesucristo no ocurrió.

Permítame indicarle que parte usted de la premisa equivocada.

La realidad es que no existe NINGUNA PRUEBA de que lo relatado en los evangelios, y repetido en otros libros del nuevo testamento cristiano haya sido un hecho histórico.

Como pruebas de que la resurrección fue real solamente existen:

1. Los relatos de los cuatro evangelios canónicos.
2. Las varias menciones que se hacen del evento en los Hechos de los Apóstoles, en las Cartas de Pablo, y en otras cartas del Nuevo Testamento.

Nada más...

Los escritos de las Antigüedades de Josefo, las cartas de Tácito, Seutonio, y lo escrito por Plinio el Joven sobre los cristianos del primer siglo, solamente hacen alusión a los relatos que hacían los cristianos de su tiempo... Nada de la resurrección en sí.

Creo que es usted el que debe probar que tal cosa como la resurrección de un ser humano, después de estar tres días enterrado fue un suceso real, y no es nada más que otro mito religioso; como tantos otros sobre dioses que resucitan después de muertos.

Tome en cuenta que resulta espantosamente curioso que la religión más popular en Roma, durante el primer siglo tuviera un relato paralelo al de la resurrección de Jesucristo.

El mitraísmo era la religión más popular entre los soldados romanos durante los primeros siglos de nuestra era. Era de origen persa.

Esa religión relataba que su fundador, Mitra, había muerto después de haber llevado una vida de predicación del amor fraternal. También tuvo doce discípulos. Murió bajo circunstancias terribles, fue enterrado, y resucitó al tercer día.

Una vez resucita, Mitra se convierte en el Sol Invicto, o Dios unido al Dios Sol como uno solo.

Tome en cuenta que el mitraísmo es muchísimo más antiguo que el cristianismo.

La resurrección de Mitra se celebraba el 25 de diciembre. Era ese el día del “Sol Invictus” romano, en el que el dios mitra renacía como dios sol.

El hecho se basa en una realidad astronómica. Durante el solsticio de invierno, que ocurre más o menos para el 21 de diciembre, el sol da la impresión de detenerse en su viaje por la elíptica. Es decir: por tres días sale por el mismo sitio. Como si hubiese muerto. Pero el 25 de diciembre retoma su andar por el horizonte y vuelve a moverse. Resucita.

¿No le parece a usted que todo esto de un hombre dios que renace al tercer día es un mito muy muy antigüo, que se ha ido repitiendo por muchas edades, y ha pasado de civilización a civilización, hasta llegar a nuestros días bajo la leyenda del Cristo?

Así mismo los mitos egipcios del culto a Horus relatan que este dios fue asesinado por su hermano Set (de donde viene el nombre Satán), muere, y resucita siendo uno con su padre Rá, convirtiéndose en el Dios Sol.

Me parece que el mito del Cristo, como ocurrió con el del Diluvio Universal, es una leyenda que se ha trasladado de culto en culto, desde tiempos inmemoriales, y ha pasado por Egipto, Persia, Grecia y Roma.

Los griegos y romanos tienen su cristo en Hércules. También muerto como hombre, y resucitado como Dios en el Olimpo, siendo igual que su Padre Zeus.

Pruebe usted que esto de la resurrección del Cristo no es más que una leyenda de fe, un dogma religioso, un mito.
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

la pregunta esta muy mal enfocada, debería ser al contrario ¿demuestre por que la resurreción debio existir?esa la pregunta. Es lo mismo que si yo digo que en este mismo momento estoy viendo un duende saltando en mi teclado...tendrias tu que demostrarme que no estoy viendo un duende en mi teclado o por contra deberia yo DEMOSTRAR que estoy viendo un duende saltando en mi teclado??
Saludos
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Sinceramente no le veo sentido al debate. Como dice zalost no hay datos para poder argumentar en contra y a favor solo esta lo que dice la biblia. Mas bien el debate seria saber si lo que esta escrito en la biblia se puede tomar como verdad.
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Rompere aqui una lanza a favor de los creyentes cristianos. No se si Jesús resucitó u no resucitó, pero desde el punto de vista del estudio del cristianismo primitivo eso forma parte del "evangelio" predicado por los apostoles y Pablo. ¿Se inventó Pablo la resurrección? No. Eso no es posible. ¿Se lo oyó a los apostoles u a otros? Casi con total seguridad eso fue lo ocurrido, ellos se lo contaron como le contaron la ultima cena cuyas palabras recuerda Pablo. ¿Se lo inventaron los apostoles? No. Los evangelios muestran que fueron "las mujeres" las primeras en hablar de eso, aunque otra tradición dice que solo fue mariamagdalena la primera en decir que lo habia visto resucitado. ¿Es posible que los hombres del grupo "creyeran verlo" a causa de una profunda sugestión? Hay autores que opinan que eso fue lo ocurrido.
En mi opinión hay que partir de la base de que los apostoles y la magdalena o el grupo de mujeres eran sinceros al decir que "A ese Jesús que vosotros matasteis colgandolo de un madero lo resucitó Dios y lo a hecho señor y Mesias. Nosotros somos testigos de eso". Esa declaración de Pedro no deja lugar a la duda. Parte del "evangelio" o "buena nueva" que daban los apostoles era justamente la resurrección de Jesús y que ellos lo habian visto con sus ojos.
Creo que lo que es totalmente descartable es pensar que esos hombres mintieran en "lo que decian haber visto". ¿Porque hay que descartar esa posibilidad? son varias las razones:
1- Lo que sabemos de ellos es que era un grupo lleno de temores y sin el perfil de "heroes".
2- Se les prohibió hablar de Jesús y mucho mas predicar su resurrección.
3- El resto de sus vidas la dedicaron hasta el ultimo aliento a defender que lo que habian visto era verdad, y esto aun a pesar de suponerles azotes, carceles e incluso la muerte.

Ese Pedro, Pablo, Juan, Santiago...nada tenian que ganar y si mucho que perder: su vida. ¿Porque jugarse la vida por algo que ellos mismos han inventado? ¿porque habrian de dedicarse a ir de forma nomada de lugar en lugar predicando aquello que decian haber visto sabiendo que solo les traia problemas?. Creo que no debe haber duda de la sinceridad y el convencimiento que tenian en lo que predicaban. ¿Pudo ser tan fuerte la influencia de Jesús en sus vidas que hasta hizo que despues de muerto tuvieran "visiones" de él? Si es posible, poco probable pero si posible. ¿Cuando es visión es en grupo puede ser sugestión colectiva? Si es posible, poco probable pero posible.
Si Jesús no resucitó ¿Porque inventarselo?. Si Jesús no se les aparecio ¿Porque inventarselo?. Tal vez sea cierto que no rsucitó y que ellos, de un modo incomprensble, tuvieron esas visiones tanto a solas como en grupo. ¿O es que puede ser que la magdalena fuese la que se llevó el cuerpo y convenció al resto de que Jesús habia resucitado y los sugestionó para hacerles creer que lo veian resucitado?.
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

FedericoTell:

Su punto es uno muy interesante. Aunque soy de los que defiende que Jesús de Nazaret no fue un personaje histórico, estoy muy de acuerdo con usted, de que si realmente existió Jesús, hay muchas posibilidades que pudiesen explicar lo que pudo haber ocurrido con su cuerpo; y que eventualmente dieron a luz al relato de la resurrección.

Es importante notar que ninguno de los cuatro evangelios relatan el momento de la resurrección en sí mismo. Todos los cuatro evangelios hablan del antes y el después. Nunca del milagro del cuerpo levantándose y saliendo de la tumba.

Lo sí dicen es la historia de la tumba vacía. Algunos evangelios hablan del mensajero. En Mateo y Lucas es un hecho milagroso, no tanto así en Marcos. En Juan es más curioso. Es Jesús quien aparece, y María Magdalena no lo reconoce.

Eso compara muy bien con lo expuesto en Lucas, sobre lo acontecido en el Camino de Emaus. Los discípulos no reconocen que el hombre que les hablaba era Jesús,.. hasta mucho después.

¿Algún fiel creyente robó el cuerpo, y luego se atribuyó ser él Jesús Resucitado? Eso sería una posible razón para explicar por qué en varios de los relatos evangélicos, cuando Jesús resucitado se "aparecía" no era reconocido por los apóstoles y las mujeres.

De hecho: El libro de Mateo hace una confesión peligrosa. Dice que los judíos alegaban que los discípulos habían robado el cuerpo, y que eso es lo que se dice "hasta nuestros días". Eso me parece más una aceptación ingenua del autor del evangelio de que el cuerpo de Jesús pudo haber sido robado.

En fin. El tema es de no acabar.

Afortunadamente los cristianos tienen el beneficio de la fe. Y la fe, literalmente, mueve la "montaña" de los hechos.
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Es un reconocido y bien establecido hecho, que Jesucristo fue públicamente ejecutado por crucifixión en el Ier. siglo d.C., en Judea bajo Poncio Pilato, a petición de Sanedrín judío. Los relatos históricos no cristianos de Flavio Josefo, Cornelio Tácito, Luciano de Samosata, Maimónides y aún del Sanedrín judío, corroboraron las declaraciones de los primeros cristianos que atestiguaron estos importantes aspectos históricos de la muerte de Jesucristo.

En cuanto a Su resurrección, hay muchas líneas de evidencia que hacen este caso irrefutable. Un famoso abogado resumió el entusiasmo y confianza cristianos en la solidez del caso de la resurrección cuando escribió; He sido abogado defensor por más de 42 años, habiendo ejercido en muchas partes del mundo y aún estoy en servicio activo. He sido afortunado en asegurar un buen número de éxitos en diversos procesos jurídicos y puedo asegurar inequívocamente, que la evidencia de la Resurrección de Jesucristo es tan abrumadora, que obliga a aceptarla por las pruebas que no dejan lugar a dudas

La respuesta de la comunidad secular a la misma evidencia ha sido predeciblemente apática, acorde con su leal compromiso con el naturalismo metodológico. Para quienes no están familiarizados con el término, el naturalismo metodológico es el empeño de explicar todo en términos de causas naturales y causas naturales solamente. Si algún supuesto evento histórico desafía una explicación natural. (p. ej. una resurrección milagrosa), los eruditos seculares generalmente lo tratan con exagerado escepticismo, a pesar de la evidencia, sin importar lo abrumadora que ésta sea.

A nuestro juicio, tal inflexible fidelidad a las causas naturales, a pesar de la clara evidencia de lo contrario, no conduce a una investigación imparcial (y por lo tanto adecuada) de la evidencia. Una postura científica e histórica más balanceada ha dicho, El ser forzado a creer solo en una conclusión...se violaría la propia objetividad de la ciencia misma Habiendo dicho eso, procedamos ahora a examinar varias líneas de evidencia a favor de la resurrección.

La Primera Línea de Evidencia para la Resurrección de Cristo.

Para comenzar, tenemos el demostrable y sincero testimonio de testigos oculares. Los apologistas del cristianismo primitivo citaron a cientos de testigos oculares, algunos de los cuales documentaron las experiencias de sus propias declaraciones. Muchos de estos testigos oculares, gustosa y resueltamente soportaron prolongadas torturas y la muerte misma, antes que repudiar su testimonio. Este hecho certifica su sinceridad, descartando un fraude por parte de ellos. De acuerdo con el registro histórico leemos, (El Libro de los Hechos 4:1-17; Cartas de Plinio a Trajano X, 96, etc.) – “Muchos cristianos podrían terminar su sufrimiento simplemente con renunciar a la fe. En vez de eso, parece que la mayoría optaron por soportar el sufrimiento y proclamar la resurrección de Cristo de la muerte.”

Aún cuando el martirio es algo admirable, no es necesariamente demostrativo. Éste no valida una creencia tanto como a quien la cree (al demostrar su sinceridad de una manera tangible). Lo que hace que el martirio de los primeros cristianos sea algo extraordinario es que ellos demostraban con ello si lo que estaban pregonando era verdad o no; si vieron a Jesucristo vivo después de Su muerte o no lo hicieron. Esto es lo extraordinario. Porque si todo fuera solo una mentira, ¿por qué muchos seguían sosteniéndola dadas las circunstancias? ¿Por qué conscientemente se aferrarían a una mentira sin validez alguna, al grado de enfrentar persecución, prisiones, tortura y muerte?

Mientras que en el 11 de septiembre del 2001, los terroristas indudablemente creían lo que profesaban (evidenciado por su decisión de morir por ello), no pudieron saber y no supieron si el origen de sus creencia era o no verdad. Ellos pusieron su fe en tradiciones transmitidas a ellos por muchas generaciones. En contraste, los primeros mártires cristianos fueron la primera generación. O ellos vieron lo que aseguraban haberlo visto, o no.

Entre los más ilustres que profesaron haber sido testigos oculares, estaban los apóstoles. Ellos colectivamente sufrieron un cambio innegable, después de las declaradas apariciones de Cristo posteriores a Su resurrección. Inmediatamente después de Su crucifixión, ellos se escondieron temiendo por sus vidas. Después de la resurrección, ellos tomaron las calles y valientemente proclamaban la resurrección, a pesar de la intensa persecución. ¿Qué explicación habría para su repentino y dramático cambio? Ciertamente no era una ganancia financiera. Los apóstoles renunciaron a todo lo que tenían para predicar la resurrección, incluyendo sus vidas.

La Segunda Línea de Evidencia para la Resurrección de Cristo.

La segunda línea de evidencia concierne a la conversión de ciertos escépticos claves; los más notables de ellos fueron Pablo y Santiago. Pablo fue, en sus propias palabras, un violento perseguidor de la naciente Iglesia de Cristo. Después de lo que él describió como un encuentro con el Cristo resucitado, Pablo sufrió un inmediato y drástico cambio. De ser un perseguidor de la Iglesia, a uno de sus más prolíferos y desinteresados defensores. Como muchos de los primeros cristianos, Pablo sufrió pobreza, persecución, golpes, prisiones y su ejecución a causa de su firme compromiso por la resurrección de Cristo.

Santiago era un escéptico, aunque no fue tan hostil como Pablo. Un comentado encuentro con Cristo después de Su resurrección, lo convirtió en un innegable creyente, un líder de la iglesia en Jerusalén. Aún tenemos lo que los eruditos generalmente aceptan como ser una de sus cartas a la iglesia primitiva. Como Pablo, Santiago sufrió gustosamente y murió por su testimonio, un hecho que respalda la sinceridad de su creencia (ver El libro de Los Hechos y Antigüedades Judías XX, ix, 1. de Flavio Josefo.)

La Tercera y Cuarta Línea de Evidencia para la Resurrección de Cristo.

Una tercera y cuarta línea de evidencia concierne al testimonio enemigo sobre la tumba vacía y al hecho de que la fe en la resurrección tuvo su raíz en Jerusalén. Jesús fue públicamente ejecutado y sepultado en Jerusalén. Hubiera sido imposible para la fe en Su resurrección, que tuviera su raíz en la misma Jerusalén, puesto que Su cuerpo estaba aún en la tumba donde el Sanedrín podía exhumarlo, exhibiéndolo públicamente y por lo tanto exponiendo el engaño. En vez de ello, el Sanedrín acusó a los discípulos de robar el cuerpo, aparentemente en un esfuerzo por explicar su desaparición (y por tanto la tumba vacía), ¿Cómo explicamos el hecho de la tumba vacía? Estas son tres de las explicaciones más comunes.

Primero, los discípulos robaron el cuerpo. Si este fuera el caso, ellos habrían sabido que la resurrección era un fraude. Por lo tanto ellos no hubieran estado tan gustosos de sufrir y morir por ello (Ver la primera línea de evidencia concerniente a la demostrable sinceridad del testimonio de los testigos oculares). Todos los que profesaron ser testigos oculares, habrían estado conscientes de que ellos realmente no vieron a Cristo y por tanto habrían mentido. Con tantos conspiradores, seguramente alguno de ellos hubiera confesado; si no para detener su propio sufrimiento, al menos para terminar el sufrimiento de sus amigos y familiares. La primera generación de cristianos fueron totalmente masacrados, especialmente después de la conflagración de Roma en el 64 d.C. (un incendio que ordenó Nerón supuestamente para ganar espacio en la expansión de su palacio, pero del cual culpó a los cristianos en Roma en un esfuerzo por justificarse). Como declaró el historiador Cornelio Tácito en sus Anales del Imperio Romano (publicado solo una generación después del incendio):

“Nerón culpó e infringió las más refinadas torturas a una odiada clase por sus abominaciones, llamada cristianos por el populacho. Cristo, de quien el nombre tomó su origen, sufrió la pena capital durante el reinado de Tiberio a manos de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilato, y una gran superstición malévola, aunque reprimida por el momento, volvió a hacer irrupción, no solamente a través de Judea, donde tuvo su origen este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde todas las cosas espantosas y vergonzosas de cada parte del mundo, encuentran su centro y se vuelven populares. De acuerdo a esto, primero se efectuó el arresto de todos los que se declararon culpables; luego, una inmensa multitud fue convicta, no tanto por el crimen del incendio de la ciudad, sino por su odio contra la humanidad. Fueron el objeto de toda clase de burlas aplicadas a sus muertes. Siendo cubiertos con pieles de animales, eran despedazados y muertos por los perros, o fueron clavados en cruces, o fueron condenados a las llamas, prendiéndoles fuego para servir como iluminación nocturna, cuando declinaba la luz del día.” (Anales, IV, 44)

Nerón iluminaba las fiestas en su jardín con cristianos a quienes quemaba vivos. Seguramente alguno hubiera confesado la verdad ante la amenaza de un sufrimiento tan terrible. El hecho es sin embargo, que no tenemos registro de ninguno de los primeros cristianos renunciando a la fe para terminar su sufrimiento. En vez de ello, tenemos múltiples informes de apariciones de Jesús después de la resurrección, a cientos de testigos oculares, gustosos de sufrir y morir por ello.

Si los discípulos no robaron el cuerpo, ¿de que otra manera podemos explicar la tumba vacía? Algunos han sugerido que Cristo simuló Su muerte y más tarde escapó de la tumba. Esto es potencialmente absurdo. De acuerdo al testimonio de testigos oculares, Cristo fue golpeado, torturado, azotado y atravesado con una lanza. Sufrió heridas internas, pérdida de sangre masiva, asfixia, y su corazón fue traspasado por una lanza. No existe razón alguna para creer que Jesucristo (o cualquier otro hombre en tal caso) pudiera haber sobrevivido a tal suplicio, simular Su muerte, permanecer en una tumba por tres noches y tres días sin atención médica, comida o agua; quitar una enorme y pesada piedra con la que estaba sellada Su tumba y escapar sin ser detectado (sin dejar tras él un rastro de sangre), convencer a cientos de testigos oculares de que Él resucitó de la muerte y encontrarse con buena salud y luego desaparecer sin dejar rastro. Tal suposición es ridícula.

La Quinta Línea de Evidencia para la Resurrección de Cristo.

Finalmente, la quinta línea de evidencia concierne a la peculiaridad del testimonio de los testigos oculares. En todas las principales narraciones de la resurrección, las mujeres son acreditadas como las primeras testigos oculares. Esta hubiera sido una muy extraña invención, puesto que en las culturas, tanto en la del antiguo judaísmo como en la romana, las mujeres eran severamente discriminadas. Su testimonio era considerado como insustancial e inadmisible. Dado este hecho, es altamente improbable que cualquier forjador de un engaño en la Judea del primer siglo, hubiera elegido a mujeres para ser sus testigos primarios. Si todos los discípulos varones que declararon haber visto a Jesús resucitado, estuvieron mintiendo y la resurrección fue una estafa, ¿por qué habrían elegido a los testigos más indignos de confianza y dañinos a su causa que podrían haber encontrado?

Cuando se comprende el rol de la mujer en la sociedad judía del primer siglo, lo que es realmente extraordinario es que esta historia de la tumba vacía hubiera elegido a mujeres como las primeras descubridoras de ello. Las mujeres ocupaban un rango muy inferior en la escala social de la Palestina del primer siglo. Hay antiguos dichos rabínicos que decían, Mejor dejar que las palabras de la ley sean quemadas, que ser entregadas a mujeres y Benditos sean aquellos cuyos hijos sean varones, pero hay de aquel cuyas hijas sean mujeres El testimonio de las mujeres era considerado tan inválido, que no les era permitido servir como testigos legales en una corte legal judía. A la luz de esto, es absolutamente extraordinario, que las principales testigos de la tumba vacía fueran estas mujeres... Cualquier narración legendaria posterior ciertamente habría colocado a los discípulos varones como descubridores de la tumba – por ejemplo a Pedro o a Juan. El hecho de que las mujeres fueran las primeras testigos de la tumba vacía, es la más plausible explicación de que – les gustara o no – ¡ellas fueron las descubridoras de esa tumba vacía! Esto demuestra que los escritores de los Evangelios, registraron fielmente lo que sucedió, aun que resultara embarazoso. “Esto revela más la historicidad de esta tradición, que su estatus legendario.”

En Resumen

Estas líneas de evidencia; la demostrable sinceridad de los testigos oculares (y en el caso de los apóstoles, el innegable e inexplicable cambio), la conversión y demostrable sinceridad de los antagonistas claves, y los escépticos convertidos en mártires; el hecho de la tumba vacía, el testimonio enemigo de la tumba vacía; el hecho de que todo esto tuvo lugar en Jerusalén donde la fe en la resurrección comenzó y se extendió; el testimonio de las mujeres; el significado de tal testimonio dado su contexto histórico; todos estos son sólidos testimonios de la historicidad de la resurrección. Animamos a nuestros lectores a considerar seriamente estas evidencias. ¿Qué te sugieren a ti? Habiéndolas considerados nosotros mismos, “La evidencia de la Resurrección de Jesucristo es tan abrumadora, que exige aceptación al probar lo que no deja absolutamente ningún lugar para la duda.”
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Sobre que basan su creencia en la no existencia de jesus?
Sobre que basan su creencia en descartar el testimonio de los primeros cristianos?
Ustedes creen que alejandro el grande existio?
Ustedes creen que julio cesar existio?

En que se basan para descartar esto y aquello no?
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Por

J. N. D. Anderson

Versión castellana

Francesc Closa






EL TESTIMONIO ESCRITO


En el siglo XIX, un número de incrédulos, dotados de una considerable erudición, hicieron grandes esfuerzos para demostrar que los evangelios habían estado escritos a mediados del siglo II d.C. (alrededor de cien años después de los acontecimientos), cuando la leyenda y la imaginación habrían podido distorsionar los hechos. Pero este intento ha fracasado. Ha quedado aplastado bajo el peso de la evidencia histórica positiva que crece más y más con el paso del tiempo.

Los relatos escritos de la vida de Cristo fueron registrados en una fecha extraordinariamente cercana a los hechos. He aquí tres ejemplos:

Pablo, en su carta a los Corintios, da una lista detallada de diversas apariciones de la Resurrección. Apenas si se encuentra un erudito que haya puesto en duda la genuinidad de Primera Corintios; su fecha de redacción está establecida sobre el 56 d.C. El apóstol escribe a los Corintios mencionando que él ya les había dado oralmente a sus lectores aquella información (o sea, el 49 d.C.), y que él también la había <<recibido>>, se supone que de aquellos que eran apóstoles antes que él.3 Esto nos puede situar en el 40 d.C., dentro de los diez años posteriores a la crucifixión.

Marcos, en su evangelio, precede su relato de las apariciones de la resurrección con la historia del sepulcro vacío. Generalmente, se acepta que el evangelio de Marcos representa la enseñanza de Pedro, y que fue escrito en una época muy cercana a los acontecimientos. Algunos eruditos modernos creen que existía una versión aramea con una fecha tan temprana como el 44 d.C.

Lucas es nuestro tercer testigo. Su evangelio añade información sustancial a nuestro conocimiento de la visita a la tumba, y de las apariciones posteriores, y da el relato más pleno de la primera predicación de los apóstoles. El tercer evangelio y los Hechos de los Apóstoles han estado ampliamente aceptados como una redacción genuina de Lucas, el <<médico amado>>. Además, Sir William Ramsay y otros han mostrado que, como historiador, Lucas era minuciosamente detallista.

Estos tres documentos fueron seleccionados porque los críticos sin prejuicios no podían excluir estos relatos apostólicos desde el punto de vista bien de la paternidad, bien de la antigüedad de fecha. Pero no hemos de olvidar los relatos escritos de Mateo, Juan y Pedro, porque estos hombres también escribieron documentos autorizados.

¿Qué hay, pues, de esta evidencia? Es extremadamente cercana a los hechos, y mucha se remonta a la primera década de la era cristiana. Así la evidencia es coetánea y ha de ser, al menos, aceptada4 como un registro sustancial de testigos oculares. ¿Cómo podemos esquivar las implicaciones? Se han hecho diversos intentos. Consideraremos los ejemplos principales, que son examinados brevemente a continuación.



En el siglo XIX, un número de incrédulos, dotados de una considerable erudición, hicieron grandes esfuerzos para demostrar que los evangelios habían estado escritos a mediados del siglo II d.C. (alrededor de cien años después de los acontecimientos), cuando la leyenda y la imaginación habrían podido distorsionar los hechos. Pero este intento ha fracasado. Ha quedado aplastado bajo el peso de la evidencia histórica positiva que crece más y más con el paso del tiempo.



TEORÍAS SOBRE LA RESURRECCIÓN


La teoría más radical consiste en dejar de lado toda la historia como una invención deliberada. Pero pocos críticos inteligentes podrán ir tan lejos. Pensemos en el número de testigos. Pablo nos dice en el 56 d.C. que la mayoría de unos quinientos testigos originales aún estaban vivos. Hemos de recordar que la mayoría de los primeros registros fueron dados, por decirlo así, con la autoridad colectiva de la iglesia inicial.

Pensemos en el carácter de los testigos. Ellos dieron al mundo la enseñanza moral y ética más grande que nunca ha conocido; y ellos vivieron conforme a esto, como incluso sus opositores se vieron forzados a admitir. Pensemos en el cambio formidable que tuvo lugar en estos hombres. ¿Se puede concebir, quizá, que una mentira deliberada cambiase un grupo de cobardes en héroes, y que los inspirase a vivir una vida sacrificada que frecuentemente acababa en el martirio?

La psicología enseña que nada hace al hombre más propenso a la cobardía que una mentira que pese sobre su conciencia. ¿Es quizá posible que, incluso en la frustración o la agonía, ninguno de estos conspiradores divulgase el secreto?

Otros utilizan un término algo más amable y describen los relatos de la resurrección como leyendas. Pero esto es igualmente imposible. Ya hemos visto que los registros escritos eran demasiado cercanos a los hechos para que se pudiese dar un crecimiento legendario.

Unas <<leyendas>> puestas en circulación y registradas por testigos oculares originales no son demasiado distinguibles de unas invenciones deliberadas. Y una razón adicional para rechazar esta sugerencia la tenemos en la evidencia intrínseca de las historias mismas que contradicen la teoría de manera enfática. La clase de episodios que describen los fabricantes de leyendas (como la escena de la resurrección de Cristo, o una aparición de Cristo para confundir a sus enemigos) brillan por su ausencia, lo mismo que cualquier intento de describir su aparición a Santiago o a los otros.

¿Qué fabricante de leyendas hubiese inventado que la primera aparición de Cristo sería a María Magdalena, una mujer de poca categoría en la iglesia? Parece más probable que un falsificador hubiese dado este honor a la madre de Cristo, o a Pedro o Juan.

¿Quién puede leer estas historias del viaje a Emaús, de la aparición del Cristo a María Magdalena, o de Pedro y Juan corriendo hacia el sepulcro, sin la profunda conciencia de que no se trata en absoluto de leyendas? Los detalles de estos registros, dignos y refrenados, son demasiado fieles a la vida para ser considerados legendarios.

Estas dos teorías, la de la invención deliberada y la de la leyenda, se desmoronan delante de la realidad de la tumba vacía. Pocos eruditos las consideran seriamente. Las únicas interpretaciones racionalistas de cualquier mérito admiten la sinceridad de los registros, pero intentan explicarlos sin recurrir a lo milagroso.

Estas explicaciones están caracterizadas por una intensa distinción entre los registros de las visitas a la tumba y los registros de las apariciones de Cristo: las primeras son explicadas con una variedad de ingeniosas teorías, y las últimas son consideradas como fenómenos psicológicos o psíquicos.

¿Se puede concebir, quizá, que una mentira deliberada cambiase un grupo de cobardes en héroes, y que los inspirase a vivir una vida sacrificada que frecuentemente acababa en el martirio? La psicología enseña que nada hace al hombre más propenso a la cobardía que una mentira que pese sobre su conciencia.



TEORÍAS DE <<TUMBA VACÍA>>

La explicación más antigua de la tumba vacía es que los discípulos robaron el cuerpo. No obstante, esta sugerencia ha sido abandonada. Es imposible, tanto desde el punto de vista psicológico como ético.

Los discípulos no eran precisamente el tipo de gente que hubiese podido llevar a término esta empresa, por mucho que se estire la imaginación; tampoco se puede conciliar un fraude deliberado de esta naturaleza ni con sus caracteres ni con su conducta posterior. Incluso si unos cuantos hubiesen actuado con independencia del grupo, es inconcebible que nunca lo hubiesen dicho a los otros.

¿Acaso es razonable que ninguno de ellos, ni bajo tortura o martirio, admitiese nunca el engaño? Nunca se ha conocido ni un murmullo de un rumor semejante dentro de la iglesia.

Más plausible es la sugerencia de que o bien las autoridades judías o las romanas, o bien José de Arimatea, se hubiesen llevado el cuerpo del sepulcro. Pero ¿por qué? Cuanto más se estudian las hipotéticas razones para este traslado, junto con las ocasiones y circunstancias sugeridas, menos probables parecen. Pero hay una consideración aún más decisiva.

Si las autoridades trasladaron el cuerpo, ¿por qué no lo dijeron, abortando de esta forma la predicación de la resurrección? Hemos de recordar que al cabo de siete semanas Jerusalén estaba hirviendo a causa de esta predicación. Las autoridades no sólo deseaban aplastar esta peligrosa herejía, sino que también se quejaban de que los apóstoles intentaban <<echar sobre nosotros la sangre de este hombre>>.

Los seguidores de Cristo acusaron públicamente a las autoridades de haber negado al Santo y al Justo y de dar muerte al Autor de la Vida.7 ¿Por qué el Sumo Sacerdote no hizo una declaración de que el cuerpo había sido trasladado bajo sus órdenes o cumpliendo órdenes de los romanos?

¿Por qué las autoridades no tomaron por testigos a los que habían tomado parte en el traslado? ¿Por qué no indicaron la verdadera tumba, o, como último recurso, no presentaron los restos corrompidos del cadáver de Cristo? ¿Por qué, en lugar de todo esto, aquella mísera calumnia contra los discípulos?



Otros utilizan un término algo más amable y describen los relatos de la resurrección como leyendas. ... Estas dos teorías, la de la invención deliberada y la de la leyenda, se desmoronan delante de la realidad de la tumba vacía. Pocos eruditos las consideran seriamente.



Por lo que respecta a José de Arimatea, el crítico ha de decidir entre la declaración evangélica según la cual era un discípulo secreto que proveyó la tumba por reverencia a su Maestro, y la sugerencia alternativa de que se trataba de un judío piadoso que quería asegurar el entierro del cuerpo (¿pero por qué sólo de aquel cuerpo?) antes del sábado.

Si aceptamos el primer punto de vista, parece improbable que hubiese querido trasladar el cuerpo e increíble que no hubiese informado a los apóstoles, y esto nos conduce de nuevo a la teoría del engaño, considerada anteriormente. Si aceptamos el punto de vista alternativo, es igualmente improbable que hubiese actuado sin el conocimiento previo de las autoridades.

Y es inconcebible que no les hubiese informado después, cuando Jerusalén estaba hirviendo con la predicación de la resurrección. Esto nos vuelve otra vez a la objeción tratada en el párrafo anterior.

Otra sugerencia es que las mujeres fueron a una tumba equivocada. No conocían Jerusalén demasiado bien y llegaron allí en la incierta luz de la madrugada; se perdieron. Un joven que se encontraba por allí se dio cuenta de sus propósitos, y les dijo: <<Buscáis a Jesús... No está aquí. Mirad (señalando a otra tumba) el lugar donde lo pusieron. >>

Pero las mujeres se llenaron de pavor y salieron corriendo. Después llegaron a creer que el joven era un ángel con el anuncio de que su Señor había resucitado de entre los muertos.

Esto es muy ingenioso, aunque implica la omisión arbitraria de la frase <<Ha resucitado>> justo en el centro de las palabras del joven. Es significativo, no obstante, que los proponentes de esta teoría se dan cuenta que no es tan fácil como parece, viéndose impulsados a introducir interpretaciones en la misma. Por ejemplo, añaden por lo general que cuando las mujeres huyeron de la tumba no informaron inmediatamente a los apóstoles de lo que había sucedido.

Pero ¿por qué los apóstoles no comprobaron los hechos, o no comenzaron a predicar la resurrección en el acto, sin aquel retardo de siete semanas? Los proponentes de esta hipótesis explican esta falta de contacto entre las mujeres y los apóstoles con la suposición de que los apóstoles ya habían huido de Jerusalén a Galilea, y que no regresaron hasta unas tres semanas después con los relatos de las apariciones a Galilea.

Las mujeres no contaron la historia de su visita a la tumba hasta que los apóstoles regresaron a Jerusalén. Entonces, los apóstoles, obsesionados con sus propias experiencias místicas o psíquicas, sumaron dos y dos y lograron al menos cinco.

Pero ¿por qué todos los apóstoles hubieron de huir tan precipitadamente? Sin duda que Jerusalén no era un lugar demasiado seguro para ellos en aquellos momentos, pero en este caso ¿por qué habrían de dejar las mujeres atrás? Una acción así hubiese sido totalmente cobarde y vil.

Y las mujeres ¿por qué no los habrían de seguir? ¿Por qué se quedaron solas por tres largas semanas, en contra de sus costumbres normales y en circunstancias aparentemente peligrosas? Todo resulta muy difícil y oscuro.

Pero esta teoría y la anterior se rompen en el mismo punto. ¿Por qué, si así fue, los sacerdotes no presentaron al joven y denunciaron todo el engaño? ¿Por qué no señalaron la tumba verdadera o enseñaron el cuerpo?

¿Y por qué no leemos de ningún rumor de la antigüedad mencionando alguna otra posible tumba como lugar de peregrinación y de reverencia? Parece que sólo hay una respuesta: todos, tanto los amigos como los enemigos, conocían la verdadera tumba y sabían que estaba vacía.

... esta teoría y la anterior se rompen en el mismo punto.

Se ha sugerido otra explicación de los fenómenos. La propuso Venturini a comienzos del siglo XVIII, y es como sigue: Leemos en los evangelios que se informó que Cristo había muerto un poco antes de lo normal; Pilato quedó evidentemente sorprendido de que <<ya hubiese muerto>>.

En realidad, naturalmente, no estaba muerto, y solamente había desfallecido debido al agotamiento provocado por la agonía de la crucifixión y de la pérdida de sangre. Es en esta condición que fue sepultado. La frescura y la quietud de la tumba lo reanimaron, y finalmente salió y se mostró a sus discípulos. Pero aquellos hombres ignorantes creyeron que había resucitado de entre los muertos.

Esto vuelve a parecer ingenioso pero es totalmente insostenible. En primer lugar, los relatos más antiguos son enfáticos sobre el hecho de su muerte. Todo el mundo, los romanos, los judíos, los discípulos, resultaron igualmente unánimes. De entre todas las insinuaciones lanzadas contra el cristianismo desde el principio, no se ha oído ni un rumor de esta clase.

Pero supongamos por un momento que Cristo desfalleciese de puro agotamiento y que fuese sepultado en esta condición. Por lo que parece, se nos pide que creamos que tres días en una tumba fría, sin alimentos ni atención médica, lo reanimarían de tal manera que, en lugar de resultar el último golpe sobre su vacilante vida, pudo:



* librarse de las telas funerarias cargadas de especias con que estaba envuelto.
* remover una piedra que tres mujeres se sentían incapaces de desplazar.
* aterrorizar a los guardias romanos, y
* caminar unos cuantos kilómetros con los pies traspasados y heridos.

Sobre este punto, escuchemos al escéptico Strauss:

<<Es imposible que un ser que hubiese salido medio muerto del sepulcro, arrastrándose medio muerto y enfermo, necesitando asistencia médica y precisando de vendajes, recobrar fuerzas, y recibir las atenciones de los suyos, y que finalmente cediese bajo sus sufrimientos, hubiese podido dar a sus discípulos la impresión de que era el vencedor sobre la muerte y el sepulcro, el Príncipe de la Vida; impresión ésta que constituyó la base de su ministerio futuro. Una reanimación así... no hubiese podido de ninguna manera cambiar su tristeza en entusiasmo, ni haber elevado su reverencia en adoración>>.

Además, un Cristo así se hubiese constituido en parte de un grosero engaño. ¿Acaso un crítico inteligente sugeriría tal cosa?

Quedan por considerar tres puntos adicionales sobre la tumba. Primero, ¿por qué no encontramos ninguna mención de la historia de las mujeres en las primeras predicaciones apostólicas, tal como quedan registradas en el libro de los Hechos y en algunas epístolas?

Pedro y los otros, en sus predicaciones apologéticas y evangelísticas sobre el hecho de la resurrección, insistieron una y otra vez en que (1) era un cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento; (2) demostraba que Aquel así resucitado había sido enviado por Dios y está ahora exaltado como Príncipe y Salvador; y (3) ellos eran testigos oculares de aquello que proclamaban.

Pero en toda su predicación pública no encontramos ninguna referencia a la tumba. Se encuentran los relatos solamente en los registros (los evangelios) que fueron escritos para la instrucción de los nuevos convertidos.

Ciertamente, solamente puede haber una explicación de esta singular omisión: El hecho de la tumba vacía era de conocimiento general, y no era preciso insistir acerca de ello; la única controversia giraba en torno a la explicación de los hechos. Por esto, era en la explicación que se concentraban los apóstoles.

Segundo: ¿Cómo podemos explicar el evidente descuido de la tumba en los tiempos de los apóstoles? No hay ninguna evidencia de que se convirtiera en un centro de peregrinación, ni tan sólo de reverencia o interés.

Quizá se pueda comprender esto en hombres y mujeres creyentes en la resurrección, pero ¿qué diremos de todas las multitudes que, aunque no fuesen profesantes del cristianismo, deberían haber quedado profundamente influenciadas por el profeta de Galilea; algunos, incluso, habiendo sentido su toque sanador?

Tercero, la frase que hemos utilizado repetidas veces, la tumba vacía, no es rigurosamente exacta. Un relato de un testigo ocular nos registra la visita de Juan y Pedro a la tumba, en un pasaje vívido, aunque contenido:

<<Así que Pedro emprendió el camino, y el otro discípulo; e iban hacia el sepulcro; y comenzaron a correr los dos juntos; y el otro discípulo se adelantó, corriendo más rápido que Pedro, y llegó el primero al sepulcro, y observando su interior vio que estaban allí las telas de lino, pero no entró. A continuación llegó Simón Pedro y entró en el sepulcro; y fijó su atención en las telas allí puestas, y en el sudario que había estado en su cabeza, no junto con las telas de lino, sino aparte, recogido en un lugar. Entonces el otro discípulo entró también --el que había llegado primero al sepulcro-- y vio y creyó. >>

Así que las telas de lino y el sudario aún estaban allí, no deshechas o desordenadas, sino puestas justo como estarían si el cuerpo hubiese desaparecido o las hubiese atravesado, la capa superior caída sobre la inferior, y el sudario separado del resto por el espacio donde había estado el cuello. Pero el cuerpo no estaba allí.

Así, la tumba vacía constituye una verdadera roca contra la que todas las teorías racionalistas de la resurrección se estrellan en vano.

<<Es imposible que un ser que hubiese salido medio muerto del sepulcro, arrastrándose medio muerto y enfermo, necesitando asistencia médica y precisando de vendajes, recobrar fuerzas, y recibir las atenciones de los suyos, y que finalmente cediese bajo sus sufrimientos, hubiese podido dar a sus discípulos la impresión de que era el vencedor sobre la muerte y el sepulcro, el Príncipe de ">la Vida.>>


LAS APARICIONES DEL CRISTO RESUCITADO


¿Se pueden marginar o racionalizar las mismas apariciones del Señor? Ya hemos visto que no pueden ser descartadas como mentiras o leyendas; fueron testificadas por testigos oculares que estaban convencidos de su veracidad. Todo esto es generalmente admitido por eruditos competentes.

¿Cómo, pues, podemos esquivar sus implicaciones? La única sugerencia factible sería la posibilidad de que se tratase de alguna alucinación o de algún fenómeno psicológico o psíquico.

No obstante, la medicina moderna ha mostrado que incluso los fenómenos psicológicos obedecen a unas ciertas leyes y pueden ser sometidos a ciertas pruebas. Examinemos más de cerca estos fenómenos a la luz de estos principios.

1. Sólo ciertos tipos de personas son normalmente susceptibles a tales experiencias (los caracteres más excitables e imaginativos). Pero en cierta ocasión, una multitud de quinientas personas afirmaron, todos ellos, haber visto a Cristo; grupos más reducidos afirmaron lo mismo en otras ocasiones. Entre ellos tenemos una María Magdalena muy emotiva, pero también un cobrador de impuestos nada romántico, un número de prosaicos pescadores, y otras personas con una gran variedad de disposiciones.

2. Las alucinaciones son extremadamente individualistas porque su fuente es la mente subconsciente del receptor. No habrá dos personas que experimenten los mismos fenómenos. Pero el grupo de quinientos afirmaron haber experimentado la misma <<alucinación>>, en el mismo momento y lugar. Lo mismo cabe decir de otros grupos diversos.

3. Este tipo de fenómenos tiene generalmente que ver con un acontecimiento esperado, sobre el cual se ha meditado y del que se ha deseado ser durante mucho tiempo el receptor. Por ejemplo, una madre solitaria puede haber anhelado durante tanto tiempo el regreso de su hijo pródigo, que cree haberlo visto realmente. Pero las mismas circunstancias nos muestran que los discípulos no estaban esperando las apariciones de Cristo. Se hallaban tristes y derrotados; su esperanza parecía haber muerto.

4. Las experiencias psíquicas suelen suceder en lugares y momentos adecuados: al anochecer, de noche o por la madrugada, y en lugares característicos. Pero estas <<alucinaciones>> ocurrieron en diferentes momentos y lugares: en una habitación alta al caer la tarde, cerca del sepulcro de madrugada, durante una caminata por el campo por la tarde, después de una pesca matutina en el lago, y en un monte de Galilea.

5. Por último, estas obsesiones generalmente se repiten durante largo tiempo, con un cierto grado de regularidad, bien aumentando, bien disminuyendo de frecuencia con el paso del tiempo. Pero los fenómenos que estamos considerando tuvieron lugar durante un breve intervalo de cuarenta días, y después cesaron abruptamente. Ninguna persona involucrada tuvo jamás otra visión posterior.

Así, la tumba vacía constituye una verdadera roca contra la que todas las teorías racionalistas de la resurrección se estrellan en vano.



Si tratamos de explicar estos fenómenos por medio de los pretendidos resultados del espiritismo moderno, nos encontramos con más dificultades. Parece que no se dan algunas de las condiciones necesarias.

Es evidente que las apariciones de la resurrección no dependían: (1) de la presencia de ningún médium, (2) de ningún grupo de buscadores de lo sobrenatural, ni (3) de ningún otro tipo de condiciones determinadas. Aquel que aparecía no era una simple emanación espiritual. Podía ser visto claramente y oído de manera patente; podía ser tocado; podía caminar por el campo, cocer pescado y comerlo. Se podían ver y palpar las marcas de Sus sufrimientos.

Cuanto más cuidadosamente se estudia esta cuestión, tanto más imposible resulta explicar estas apariciones como un tipo de alucinación. Y no habrá ninguna teoría válida que intente explicar el fenómeno como una mera supervivencia del Espíritu de Jesús.

La cuestión que estamos discutiendo es mucho más definida. Los registros son unánimes: Su Espíritu inmortal volvió a Su cuerpo humano mutilado; Su cuerpo fue cambiado instantánea y milagrosamente en un cuerpo nuevo, espiritual, diferente de Su carne y sangre mortales, pero de todas maneras identificables.

Cuanto más cuidadosamente se estudia esta cuestión, tanto más imposible resulta explicar estas apariciones como un tipo de alucinación. ... Los registros son unánimes: Su Espíritu inmortal volvió a Su cuerpo humano mutilado; Su cuerpo fue cambiado instantánea y milagrosamente en un cuerpo nuevo, espiritual, diferente de Su carne y sangre mortales, pero de todas maneras identificables.



OTRAS EVIDENCIAS

Se podría decir mucho más, pero en este artículo sólo podemos compendiarlo brevemente:

1. Existe una gran compañía por todo el mundo denominada Iglesia Cristiana. En la historia se la puede remontar hasta Palestina, alrededor del 30 d.C. ¿A qué se debe su origen? Sus registros más antiguos afirman claramente que su origen data de la resurrección de su Fundador de entre los muertos. ¿Qué otra sugerencia explica los hechos?

2. Existe la institución del Domingo Cristiano, que también puede ser remontada al mismo lugar y fecha. ¿Qué diremos sobre su origen? Los judíos estaban fanáticamente adheridos a su sábado. Considerando que la iglesia en su origen era casi exclusivamente judía, se precisaría de un acontecimiento de significación profunda y revolucionaria para hacerlos cambiar al primer día de la semana. Y así fue; ni más ni menos que la resurrección. La misma línea de razonamiento podría aplicarse a la observación de la Pascua.

3. Consideremos el éxito de la iglesia primitiva. La base y sustancia de la predicación apostólica era la resurrección, y fue predicada a pocos minutos del camino de la tumba de José. ¿Cómo podemos explicar los miles que creyeron, a pesar de la feroz oposición, y el gran número de sacerdotes que se adhirieron a la fe? La respuesta parece decisiva: el hecho básico de la tumba vacía era indiscutible.

4. Aún más, ¿cómo explicamos el extraño intervalo de siete semanas entre el acontecimiento y su primera proclamación? Ningún inventor de falsas evidencias y ningún soñador de leyendas hubiese fabricado esta historia así. La única explicación adecuada es la que aparece en los registros mismos: Los discípulos pasaron los primeros cuarenta días en comunión intermitente con su Señor resucitado. Durante los diez días siguientes esperaron, como les ordenó Cristo, por <<la promesa del Padre>>, el Espíritu Santo, que había de infundirles poder.

5. También, parece indiscutible que el mismo Cristo predijo Su crucifixión y resurrección. Incluso el crítico que intenta explicar la claridad de algunas de las predicciones como reminiscencias ex post facto, ha de explicar la acusación en Su juicio. Jesús, se afirmó, había dicho: <<Puedo destruir el templo de Dios, y volver a levantarlo en tres días.>> Esto es, evidentemente, una versión mutilada de Sus palabras reales sobre Su futura pasión y resurrección.

6. ¿Y qué de los mismos apóstoles? ¿Qué hizo cambiar aquel puñado de pobres y vencidos cobardes en un grupo de irresistibles misioneros que pusieron el mundo del revés porque ninguna oposición podía detenerlos? ¿Qué cambió a Pedro de un hombre débil que negó a su Maestro bajo las preguntas de una joven esclava, a un hombre que no podía ser silenciado por todo el Sanedrín? Pablo y los evangelistas nos dan parte de la explicación: Se apareció a Pedro. ¿Qué es lo que cambió a Jacobo, el hermano humano del Señor, y que no era en absoluto partidario de Él, en el líder reconocido de la iglesia en Jerusalén, y todo en el corto espacio de unos pocos años? Se nos dice: <<Se apareció a Jacobo.>> ¿Qué otra cosa hubiese podido llevar a este antiguo crítico a describir a su hermano como <<el Señor de la Gloria>>? ¿Y qué de Saulo el perseguidor (que debió haber conocido todos los hechos sobre la tumba de José), y de Esteban el mártir, y de la multitud de otros testigos?

7. Consideremos la experiencia de los cristianos a lo largo del tiempo. Una gran multitud de hombres y mujeres, de alta o baja posición, ignorantes o instruidos, civilizados y salvajes, réprobos y respetables, han encontrado su salvación y gozo en el Cristo resucitado y vivo. Sus vidas transformadas han dado testimonio de la realidad de su experiencia.

8. Finalmente, consideremos a Aquel que resucitó. Algún crítico podrá objetar que una resurrección de entre los muertos es cosa tan increíble que ninguna cantidad de evidencia será suficiente. (Una actitud así parece llena de prejuicio y acientífica, pero de todas maneras la consideraremos). Supongamos que la resurrección de un hombre ordinario sea increíble. Pero esta línea de razonamiento no puede ser aplicada a Aquel que estamos considerando. Él fue único: en todo lo que hizo, en todo lo que dijo, en todo lo que fue. Sea como sea que lo miremos, Él está en una clase en solitario. Incluso aparte de la resurrección, hay razones excelentes y convincentes para creer que Él era <<Dios manifestado en carne.>> ¿Por qué es pues increíble que una Persona así resucitase de entre los muertos? Hubiese sido mucho más increíble si no hubiese resucitado. El más hondo de todos los misterios es que muriese <<por nosotros los hombres y por nuestra salvación.>> Pero habiendo muerto, no es ningún misterio que también resucitase.

¿Qué cambió a Pedro de un hombre débil que negó a su Maestro bajo las preguntas de una joven esclava, a un hombre que no podía ser silenciado por todo el Sanedrín? Pablo y los evangelistas nos dan parte de la explicación: Se apareció a Pedro.

La prueba definitiva de la resurrección, para cada persona, está en su conocimiento del Cristo resucitado, porque en esta cuestión la evidencia de la experiencia puede hacer de suplemento a la evidencia de la historia. La promesa del Salvador resucitado se mantiene: <<Mira, estoy a la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré a él y comeré con él, y él conmigo.>>

La promesa del Salvador resucitado se mantiene: <<Mira, estoy a la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré a él y comeré con él, y él conmigo. >>
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Malaquias para mi no cabe duda alguna de la existencia historica de Jesús de nazaret. Sin esa existencia historica habria que cambiar toda la historia tal y como la conocemos. Otra cosa bien distinta es que piensa cada uno de Jesús y lo que dijo de verdad y lo que "dijeron que dijo". Eso seria otra discusión tecnica que podriamos tener.
Por otro lado decirle que cuando usted copie un texto y lo pegue debe usted de dar la fuente de la información, es un modo de darle el credito (o el descredito) al autor de la información. Se lo digo porque usted a copiado su aporte de aqui: http://www.gotquestions.org/Espanol/por-que-creer-resurreccion.html y de aqui: http://forums.terra.com/foros/solo_...ys_F181/La_homosexualidad_es_pecado_P724735-8
En otra ocasión si no puede argumentar por si mismo o si suscribe lo dicho por otro al menos cite la fuente o haga una parafrasis propia.
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Forista Malaquías:

Saludos cordiales.

Es evidente su entusiasmo por debatir y hacer ejercicios de apologética sobre la figura del Cristo, y la leyenda de la resurrección.

Eso es encomialbe, y es evidente que es usted una persona de fe.

Ahora bien, si propone un debate, entiendo respetuosamente que debería ser USTED el que refuta o defiende argumentos, y no lo hace usando a "otros" que hablen por usted, con el recurso del "cut and paste".

De todos modos, hay unos puntos que le invito a investigar sobre los artículos que utiliza para defender su punto.

1. Los escritos de los historiadores del primer siglo que hablaron del cristianismo (Josefo, Tácito, Seutonio, Plinio el Joven)... Primero no llenarían una página completa 8"X11". Eso no hace que sea mentira lo que dicen, pero todos fueron escritos muchos años después que se supone había muerto Jesús. Es decir: Ninguno de esos escritories escribió lo que vio de primera mano.. Escribieron lo que le dijeron los cristianos de aquellos días. Y ninguno habla de la realidad fehaciente de la resurrección de nadie.

Josefó, en Las Antigüedades quizás es el que se lanza a llamar a Jesús "Hijo de Dios", pero está más que probado que esas líneas tan favorecedoras del cristianismo fueron añadidas por otra persona en el siglo II D.C. (Josefo escribió en el año 90 D.C.). Le invito a que, ya que veo que es diestro investigando en el internet, coloque las citas directas de esos historiadores en esta página, para que todos puedan ver que ninguna de las expresiones de los historiadores no cristianos del primer siglo prueba nada en cuanto a la realidad o irrealidad de la resurrección de nadie.

2. Usa usted una cita de un supuesto abogado que afirma creer en la realidad de la resurrección de Jesús, por su experiencia. Si realmente fuese tan buen abogado, sabría lo que es la "prueba de referencia". En el sistema de derecho criminal de los Estados Unidos, y otras naciones americanas, es inadmisible aceptar como prueba las expresiones hechas por alguien sobre "lo que le dijeron". Eso no es suficiente para convencer a ningún juzgador. Es imperativo que sea una fuente de primera mano. Es decir: NO es que me contraron que el resucitó, sino que YO LO VI. Y ninguno de los historiadores no cristianos del primer siglo vio la resurrección de Jesús.

Claro, los autores de algunos libros del Nuevo Testamento sí se suponen vieron y conocieron a Jesús de Nazaret, aunque la veradad ninguno lo vio resucitar. Y además, la Biblia es un libro religioso. No es una bitácora de hechos. Siguiendo la línea del abogado, pues es una terrible evidencia, ya que carece de veracidad, por tratarse de relatos matizados por la fe popular.

3. Menciona usted como prueba el entusiasmo de los mártires y los primeros escritores de la Iglesia cristiana, que de hecho, son del siglo II en adelante...

Así mismo podría usted mencionar los mártires budistas del Tibet, que fueron asesinados por el Ejército Rojo; o los mártires del Islam que murieron asesinados por cristianos durante las Cruzadas; o los muertos en la masacre de Wacko, Texas, U.S.A.,... ¿Eso hace que sus creencias sean las verdaderas? Me imagino que usted dirá que no. Yo creo lo mismo.

En fin... No existen pruebas indubitables de que Jesús existió, o de que resucitó. Eso es materia de la fe, no de análisis científico, histórico.

Es asunto de quien lo cree, o quien no lo cree.

También sería adecuado que examinara los escritos del teólogo alemán del siglo XIX David Frederich Strauss. Este religioso sí creía en que Jesús realmente existió (que fue una figura histórica), pero que la cultura popular lo mitificó. Que crearon todas estas historias de milagros y resurrecciones después que él murió. Lo endiosaron, como ha pasado tantas veces con otras figuras históricas.

Esa es otra posición muy interesante.

PAX
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Respetuosamente pregunto:

¿Cuál es la evidencia histórica de que Jesús de Nazaret existió?
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Que tal dd.123, un saludo.

¿Cuál es la evidencia histórica de que Jesús de Nazaret existió?

Proféticamente el Antiguo Testamento e históricamente el Nuevo, en especial los Evangelios y el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Ahí está la evidencia histórica, cuyo fundamento es el mismisimo Dios.

La pregunta es ¿Entra en tú definición de 'evidencia' lo escrito en las Escrituras? ¿Qué es 'evidencia' para tí?

Dios te guarde...
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Respetuosamente pregunto:

¿Cuál es la evidencia histórica de que Jesús de Nazaret existió?
La evidencia historica de que Jesus de Nazaret existio es abundante.
En primer lugar estan las personas que fueron sus discipulos directos y los escritos de estas mismas personas, y tambien sus enemigos religiosos que lo enfrentaron.
En segundo lugar estan los discipulos de los discilpulos.
En tercer lugar estan los testimonios de los historiadores romanos que jamas desmienten la existencia de jesus, al contrario, hablan de el como un hombre que realmente existio, vivio en judea y fundo "una religion", y que fue ejecutado en la cruz bajo poncio pilatos.
Y obviamente, esta el testimonio de flavio josefo, el mas importante historiador judio del siglo 1 que lo menciona, dando detalles de su muerte.
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Les pego esto que uqiza los ayude con la existencia de jesus:

Que Jesús de Nazaret existió realmente es un hecho histórico irrefutable. Las evidencias históricas de la existencia de Jesús son abrumadoras Sólo se puede atacar usando criterios totalmente distintos a los que se usan en la historiografía. Es decir, criterios que si se aplicaran a otros contextos de la historia antigua la reducirías a nada...

Resumiré algunas de las evidencias más habituales acerca de la existencia histórica de Jesús. Y recordemos que en todo momento hacemos un análisis que se mantiene al margen de la cuestión de la creencia o no en Jesús. Aquí sólo nos interesa el origen del cristianismo en la figura histórica de Jesús:

1) Cristianos: Son los más importantes.

a) Escritos canónicos: La más importante de todas es el Nuevo Testamento, desde los Evangelios a las Epístolas. Nos da datos históricos concretos muy poco compatibles con lo difuso que caracteriza a los inventos mitológicos y con documentación original que a veces se remonta casi al momento en que fueron escritos. Hecho insólito en cualquier otro texto de la historia antigua.

Ejemplos de referencias históricas concretas y que muchas veces son contrastables y confirmadas con datos históricos seculares.

Evangelios : Se relaciona el inicio de la predicación de Jesús con Juan el Bautista del que se tienen referencias ajenas al cristianismo de Flavio Josefo. Lucas precisa el momento en que Jesús inicia su predicación "El año quintodécimo del imperio de Tiberio Cesar, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, Tetrarca de Galilea Herodes, y Filipo su hermano, Tetrarca de Iturea y de la Traconitide, y Lisania Tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías ..." (Lc 3, 1-2). Todos estos personajes, desde el emperador romano a los reyes de Israel, son conocidos históricamente por documentos seculares.

La muerte de Jesús crucificado es el dato del que se tiene certeza y que coincide en todas las fuentes. Por los datos que se dan todo hace pensar que la fecha más probable de la muerte de Jesús es el 7 de abril del año 30 ó el 3 de abril del año 33.

En fin, que los cuatro Evangelios son biografías parciales de la vida de Jesús y no pretenden ser documentos históricos precisos, sino enseñar la fe en la figura y en la doctrina de Jesús. Ahora bien, a pesar de eso, la persona y figura de Jesús aparece claramente descrita y situada en un contexto histórico muy concreto y no es una entidad fantasmagórica perdida en la Historia Universal.

Más aún, en el fondo de las narraciones evangélicas, la situación sociopolítica y religiosa que se refleja es la de los tiempos inmediatos a la rebelión contra los romanos en el año 67 d.C y es coincide totalmente con los datos que narra Flavio Josefo y Filón. La coincidencia de los datos evangélicos y no cristianos es evidente.

El empleo de frases y giros Evangélicos que se usaban en tiempo de Jesús y que desaparecen después. Ejemplos: usar términos como Hijo de David, Hijo del hombre, Reino de los Cielos en vez de Reino de Dios, las parábolas, las formulaciones como la del Padre nuestro, etc. indican su origen arameo. Podemos añadir que en el mundo romano la idea de sabio es la del "estoico", impasible ante la muerte y el dolor... imagen que no es precisamente la descripción que hacen los Evangelios de Jesús en el huerto de los Olivos o en el grito de desesperación que se narra en el momento de su muerte u otros momentos de debilidad.

Epístolas de San Pablo: Las Epístolas de Pablo son simples cartas en las que no pretende hacer historia, sino sólo profundizar y aclarar cuestiones doctrinales. En ellas se da por evidente la existencia histórica a Jesús y su fe se basa en esa existencia histórica.

NO conoció personalmente a Jesús y no puede dar las referencias que podrían dar los apóstoles o los de gente que le conocieron directamente, pero da referencias concretas de la vida concreta de Jesús y da por supuesto que conocen los destinatarios de sus cartas. Insiste en la humanidad de Jesús, que nace, vive y muere en un momento determinado de la historia. Las cartas son demasiado cercanas al momento de los hechos y es evidente para todos que Jesús existió. Eso no es algo que tenga que probarse o argumentar porque es evidente para gente que vivía a escasos 20 años de la crucifixión de Jesús:

* "Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, bajo la ley" (Gal 4,4).
* "Nacido de la raza de David, según la carne" (Rom 1, 1-4).
* Santiago, Obispo de Jerusalén, es el "hermano del Señor" (Gal, 19).
* "Cristo crucificado, escándalo para los judíos y necedad para los gentiles" (1 Cor 1, 23).
* Jesús "hizo la buena confesión en presencia de Poncio Pilato" (1 Tim 6, 13).


Pablo da otros muchos datos concretos de Jesús. Por ejemplo, que murió por Pascua, en tiempos de los ázimos y que lo suspendieron con clavos en la Cruz, en las cercanías de Jerusalén, etc.

La fe de San Pablo no ha creado la figura de un Cristo mitológico que no existió. Da demasiadas referencias históricas concretas en un momento muy cercano a los hechos. El Jesús histórico es el que dio origen a la fe paulina.

b) Escritos extracanónicos: Los escritos de los Padres Apostólicos (que estuvieron en contacto con los apóstoles), Padres Apologetas (que defendieron la enseñanza cristiana en el siglo II), Padres de la Iglesia y autores eclesiásticos. En todos estos escritos se manifiesta claramente las referencias a Jesús como persona que existió históricamente en un momento muy concreto

c) Libros apócrifos: Hablan de Jesús diversos evangelios apócrifos (más de cincuenta), hechos apócrifos de los apóstoles (Hechos de Juan, de Pedro, de Tomás, de Andrés, de Pablo y Tecla, de Andrés y Matías, etc.) e instrucciones apostólicas.

¿Cómo explicas esta descomunal cantidad de escritos referidos a Jesús como personaje histórico, y con referencias muchas veces muy concretas, si éste no existió?...Es este caso sería recomendable que algunos se acordaran de la navaja de Occam que usan tanto en otras cuestiones, pero que olvidan cuando les interesa...

2) Judíos: Algunos también nombran a Jesús. Una cosa es que oficialmente los judíos no aceptaran el mensaje de Jesús de Nazaret, su predicación de ser el Mesías, Hijo de Dios hecho Hombre, y otra muy distinta es que negaran su existencia histórica. Podemos distinguir:

a) La literatura rabínica: El Talmud el libro hebreo que pertenece a la legítima tradición judía y que comprende dos obras:

* Mishná o ley oral: su elaboración se termina antes del año 230 y consiste en los comentarios orales sobre la ley realizados por los grandes rabinos de los siglos I-III (especialmente Hillel, Sammai, y R. Aquiba)
* Guemsara: que son comentarios e interpretaciones del anterior y que inspiró a los maestros y discípulos de las Academias de Palestina (Talmud jerosolimitano o mejor palestinense) y de Babilonia (Talmud babilónico), desde el 230 hasta el año 500.


En ambas, continuamente se cita y habla mal de Jesús, por lo que no se duda nunca de su existencia histórica.

En el Talmud babilónico pone: "El día señalado para la ejecución, antes de la fiesta de la Pascua, se suspendió en un patíbulo a Jesús de Nazaret por haber seducido y engañado a Israel con sus encantamientos".

En el Diálogo de San Justino a mediados del siglo II el judío Trifón dice: "Jesús, el galileo, suscitó una secta impía y enemiga de la ley. Nosotros lo crucificamos. Sus discípulos robaron su cadáver del sepulcro durante la noche. Y engañan y seducen a los hombres diciendo que resucitó y subió a los cielos". Coincide con la opinión de los judíos que se refleja en sus mismas fuentes históricas.

Los judíos de los que dependen estos testimonios no pusieron nunca en duda el hecho de la existencia histórica de Jesús, aunque a su evangelio le llamaban "Avengillajón" (evangelio malo). Es decir, ese poner en duda su existencia no formó parte de la tradición que se remonta hasta el momento concreto de la vida de Jesús. Y es curioso que un argumento que hubiera sido tan fácil de usar para ellos, no se les ocurriera usarlo en ningún momento.

b) Obras históricas judías:

Flavio Josefo (37-102): General de las tropas galileas en la guerra del 67 y luego (como prisionero) acompañante e historiador de Tito. Tiene dos libros principales:

"De Bello Iudaico" en cuyo texto griego no hay nada sobre Jesús, pero que en una versión eslava (descubierta en 1906 por el profesor protestante A. Berendts de la Universidad de Dorpat) se leen ocho fragmentos referidos a él.
"Antiquitates iudaeorum" (Antigüedades judías), hay tres importantes textos referidos al evangelio y en dos se cita a Jesús:

En 18,5,2: Relata la muerte de san Juan Bautista. El mismo que se cita en los Evangelios al inicio de la vida pública de Jesús y añadiéndole historicidad a los Evangelios.

En 20,9,1 v.4.6: En esta cita se refiere a la muerte, en el año 62, de Santiago el Menor que era "hermano de Jesús, llamado Cristo", por instigación del Sumo Sacerdote Anano, hijo del Anás de los relatos evangélicos: "...entretanto subió al pontificado, según dijimos Anás, el más joven, de índole feroz y extremadamente audaz... Dado este su carácter, pensando que había llegado el momento oportuno... convocó el consejo de jueces y, haciendo presentar a juicio a un pariente del que llamaban Cristo (por nombre Santiago) y algunos otros con él, habiéndolos acusado de reos violadores de la ley, los condenó a ser apedreados"

En 18,3,3: Alude a Jesús después de mencionar la brutal represión de Pilato contra los judíos, con motivo de la nueva traída de aguas a Jerusalén que pagó con el dinero del Templo y dice así: "Por aquella época apareció Jesús," hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la verdad." Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles." Este era el Cristo (el Mesías)". Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz; pero los que antes le habían amado le permanecieron fieles en el amor. "Se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de Él ésta y otras mil cosas maravillosas". De él tomaron su nombre los cristianos, cuya tribu perdura hasta el día de hoy".

Este texto es muy probable que esté interpolado por algún copista cristiano en las partes indicadas en verde, pero en el resto del texto el estilo concuerda con el de Josefo, y es propio de F. Josefo hablar de todos los varones eximios y pretendidos Mesías de su tiempo. Esta cita suele ser aceptada por los expertos.

3) Paganos:

Estos testimonios son escasos, pues a los romanos no les interesaban las discusiones doctrinales de los judíos y ven inicialmente a los cristianos como una simple secta judía, que por su escasa importancia casi no mereció su atención. Es en el siglo II cuando aparecen testimonios escritos, algunos referidos a sucesos del siglo I. Hablan directamente de Jesús:

a) Plinio el Joven en carta a Trajano (62-113), año 112, da por sentado el origen histórico del cristianismo.

b) Cornelio Tácito (54-119) escribe por el 116 en sus Anales el incendio de Roma y al hablar de los cristianos dice "Su fundador, llamado Cristo, fue condenado a muerte por el procurador Poncio Pilato, imperando Tiberio" (Anales 15, 44).

c) Suetonio, refiere en su Vida de los Césares, el decreto de Claudio que "expulsó de Roma a los judíos, los cuales al impulso de Cristo (o Cresto) han sido una causa permanente de disturbios". El matrimonio cristiano, Aquila y Priscila, que San Pablo encuentra en Corinto, habían sido expulsados de Roma bajo Claudio el año 52 (hechos, 18,3).

Añadir que en el siglo II nadie discute la existencia histórica de Jesús.

Muy difícil explicar todo este cúmulo abrumador de evidencias históricas con un Cristo mitológico. El afirmar el Cristo mitológico es la afirmación extraordinaria desde el punto de vista de los historiadores seculares y es a la que deberíamos pedir pruebas extraordinarias...
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Forista Malaquías:

Saludos cordiales.

Es evidente su entusiasmo por debatir y hacer ejercicios de apologética sobre la figura del Cristo, y la leyenda de la resurrección.

Eso es encomialbe, y es evidente que es usted una persona de fe.

Ahora bien, si propone un debate, entiendo respetuosamente que debería ser USTED el que refuta o defiende argumentos, y no lo hace usando a "otros" que hablen por usted, con el recurso del "cut and paste".

De todos modos, hay unos puntos que le invito a investigar sobre los artículos que utiliza para defender su punto.

1. Los escritos de los historiadores del primer siglo que hablaron del cristianismo (Josefo, Tácito, Seutonio, Plinio el Joven)... Primero no llenarían una página completa 8"X11". Eso no hace que sea mentira lo que dicen, pero todos fueron escritos muchos años después que se supone había muerto Jesús. Es decir: Ninguno de esos escritories escribió lo que vio de primera mano.. Escribieron lo que le dijeron los cristianos de aquellos días. Y ninguno habla de la realidad fehaciente de la resurrección de nadie.

Josefó, en Las Antigüedades quizás es el que se lanza a llamar a Jesús "Hijo de Dios", pero está más que probado que esas líneas tan favorecedoras del cristianismo fueron añadidas por otra persona en el siglo II D.C. (Josefo escribió en el año 90 D.C.). Le invito a que, ya que veo que es diestro investigando en el internet, coloque las citas directas de esos historiadores en esta página, para que todos puedan ver que ninguna de las expresiones de los historiadores no cristianos del primer siglo prueba nada en cuanto a la realidad o irrealidad de la resurrección de nadie.

2. Usa usted una cita de un supuesto abogado que afirma creer en la realidad de la resurrección de Jesús, por su experiencia. Si realmente fuese tan buen abogado, sabría lo que es la "prueba de referencia". En el sistema de derecho criminal de los Estados Unidos, y otras naciones americanas, es inadmisible aceptar como prueba las expresiones hechas por alguien sobre "lo que le dijeron". Eso no es suficiente para convencer a ningún juzgador. Es imperativo que sea una fuente de primera mano. Es decir: NO es que me contraron que el resucitó, sino que YO LO VI. Y ninguno de los historiadores no cristianos del primer siglo vio la resurrección de Jesús.

Claro, los autores de algunos libros del Nuevo Testamento sí se suponen vieron y conocieron a Jesús de Nazaret, aunque la veradad ninguno lo vio resucitar. Y además, la Biblia es un libro religioso. No es una bitácora de hechos. Siguiendo la línea del abogado, pues es una terrible evidencia, ya que carece de veracidad, por tratarse de relatos matizados por la fe popular.

3. Menciona usted como prueba el entusiasmo de los mártires y los primeros escritores de la Iglesia cristiana, que de hecho, son del siglo II en adelante...

Así mismo podría usted mencionar los mártires budistas del Tibet, que fueron asesinados por el Ejército Rojo; o los mártires del Islam que murieron asesinados por cristianos durante las Cruzadas; o los muertos en la masacre de Wacko, Texas, U.S.A.,... ¿Eso hace que sus creencias sean las verdaderas? Me imagino que usted dirá que no. Yo creo lo mismo.

En fin... No existen pruebas indubitables de que Jesús existió, o de que resucitó. Eso es materia de la fe, no de análisis científico, histórico.

Es asunto de quien lo cree, o quien no lo cree.

También sería adecuado que examinara los escritos del teólogo alemán del siglo XIX David Frederich Strauss. Este religioso sí creía en que Jesús realmente existió (que fue una figura histórica), pero que la cultura popular lo mitificó. Que crearon todas estas historias de milagros y resurrecciones después que él murió. Lo endiosaron, como ha pasado tantas veces con otras figuras históricas.

Esa es otra posición muy interesante.

PAX

dd1213 permitamé inmiscuirme en su conversación con Malaquias. Es que no es facil encontrar gente que hable de temas que usted toca y que poca gente conoce. Y como toca muchos temas que yo conozco no puedo evitar darle mis comentarios.

1. Los escritos de los historiadores del primer siglo que hablaron del cristianismo (Josefo, Tácito, Seutonio, Plinio el Joven)... Primero no llenarían una página completa 8"X11". Eso no hace que sea mentira lo que dicen, pero todos fueron escritos muchos años después que se supone había muerto Jesús. Es decir: Ninguno de esos escritories escribió lo que vio de primera mano.. Escribieron lo que le dijeron los cristianos de aquellos días. Y ninguno habla de la realidad fehaciente de la resurrección de nadie.
Por supuesto lo que no podemos pedir es que hubiera un historiador el dia de la presunta resurrección en el interior de la tumba. Por tanto a de existir un tiempo entre el hecho o "rumor" y elk momento en que llega a oidos de un historiador y decide que es lo suficientemnte importante como para dejarlo reflejado. Lo cual a la postre es una evidencia de la existencia historica de Jesús de Nazaret. Un historiador tiene que "colar" y "filtrar" la información que da, pues es mucha la que le llega, solo "elige" aquello que cree destacable.
Ademas de esto tenemos la evidencia historica de Pablo de Tarso, sus cartas son del 50 al 60 aprox. y da cuenta de que conoce a Pedro, Juan y Santiago. Personajes historicos como el propio Pablo.
La existencia historica es indiscutible. Fue un judio que tuvo un movimiento religioso que adquirio relevancia y que sus seguidores preferian morir a negar que eran cristianos o actuar en contra de su conciencia y que ademas "copmetian pecados horrendos" como el negarse a adorar el busto del emperador.

2. Usa usted una cita de un supuesto abogado que afirma creer en la realidad de la resurrección de Jesús, por su experiencia. Si realmente fuese tan buen abogado, sabría lo que es la "prueba de referencia". En el sistema de derecho criminal de los Estados Unidos, y otras naciones americanas, es inadmisible aceptar como prueba las expresiones hechas por alguien sobre "lo que le dijeron". Eso no es suficiente para convencer a ningún juzgador. Es imperativo que sea una fuente de primera mano. Es decir: NO es que me contraron que el resucitó, sino que YO LO VI. Y ninguno de los historiadores no cristianos del primer siglo vio la resurrección de Jesús.
Son pocos los historiadores que pueden decir de todos los eventos que cuentan que "yo lo vi". Muchos no "los vieron" sino que los "vivieron" a traves de lo que ellos consideraban fuentes fiables. Por ejemplo Josefo a lo mejor en el año 80 ni habia tenido acceso aun a los evangelios, pero conocia que la religión cristiana era un evento que adquiria relevancia. No olvidemos que Jesús hasta el año 130 era casi un desconocido. La predicación oral no daba para mucho mas y las congregaciones y grupos de familias que se habian hecho cristianas estaban desperdigadas aqui y alla. Fue a partir del año 70 cuando el cristianismo fue mas conocido porque todos los judios cristianos salieron de Jerusalen y se expandió mas el cristianismo.

Claro, los autores de algunos libros del Nuevo Testamento sí se suponen vieron y conocieron a Jesús de Nazaret, aunque la veradad ninguno lo vio resucitar. Y además, la Biblia es un libro religioso. No es una bitácora de hechos. Siguiendo la línea del abogado, pues es una terrible evidencia, ya que carece de veracidad, por tratarse de relatos matizados por la fe popular.
Esto mismo que usted dice es una evidencia de la existencia historica de Jesús. Claro que nadie lo vio resucitar, pero muchos dijeron haberlo visto con vida despues. Indeopendientemente de que se crea o no en la reencarnación el hecho evidente es QUE EXISTIÓ porque de no ser asi no podria haber muerto, requisito imprescindible para que alguien resucite o reencarne. El testimonio visual de muchos testigos si es considerado una prueba en un tribunal, independientemente de que ese tribunal crea creible el testimonio de los testigos o no lo crea creible. Si usted y yo vamos mañana a un tribunal diciendo que un burro a venido volando el tribunal no admitirá nuestro testimonio pero investigará que puede ser lo que hemos visto si hemos sido sinceros, y a lo mejor era un peluche que parecia un burro y que se habia tirado de un avión de paracaidistas.

Así mismo podría usted mencionar los mártires budistas del Tibet, que fueron asesinados por el Ejército Rojo; o los mártires del Islam que murieron asesinados por cristianos durante las Cruzadas; o los muertos en la masacre de Wacko, Texas, U.S.A.,... ¿Eso hace que sus creencias sean las verdaderas? Me imagino que usted dirá que no. Yo creo lo mismo.

En fin... No existen pruebas indubitables de que Jesús existió, o de que resucitó. Eso es materia de la fe, no de análisis científico, histórico.
Y quiere decir usted que Mahoma y Buda no existieron??. No veo el sentido de sus palabras. Para uno mismo siempre sus creencias son verdaderas, de no se asi ya no serian "sus creencias". Han habido martires en todas las religiones.

En fin... No existen pruebas indubitables de que Jesús existió, o de que resucitó. Eso es materia de la fe, no de análisis científico, histórico.

Es asunto de quien lo cree, o quien no lo cree.
La resurrección claro que es cosa de fe para los cristianos. Eso es de cajón. Pero la existencia de Jesús no tienen porque tener ninguna duda. Hay poquisimos personajes historicos tan bien atestiguados como Jesús.

También sería adecuado que examinara los escritos del teólogo alemán del siglo XIX David Frederich Strauss. Este religioso sí creía en que Jesús realmente existió (que fue una figura histórica), pero que la cultura popular lo mitificó. Que crearon todas estas historias de milagros y resurrecciones después que él murió. Lo endiosaron, como ha pasado tantas veces con otras figuras históricas.

Esa es otra posición muy interesante.
Esto si es interesante. Es evidente el proceso de divinización de Jesús, los textos del cristianismo primitivo dejan ver ese rastro. Clemente de Roma, el tercer papa según la tradición, en su carta a los Corintios no sabe nada de la trinidad y Jesús es el "siervo" de Dios. Para el gran teologo Origenes Jesús es un "segundo dios". Fue todo un proceso y no algo "dicho y hecho". En Nicea se acordó como dogma pero venia de varias decadas antes. Hasta donde se el primero en "dejar entrever" una "dualidad" (que no "trinidad") fue Ireneo de Lyon en torno al 170-190.
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Hola guillermo gracias por sus aportes.
La verdad es que pego (tiene razon con respecto a la fuente me olvide de pegarla), pero es lo mismo que estrudie y creo, y como lo veo asi tan bien explicado, bueno.
Pero procurare parafrasear o explicarlo desde mis convicciones o segun lo que entiendo de aqui en adelante, tiene razon.

Mi duda es si usted cree en la resurreccion o cree que se la inventaron, ya que veo que es un hombre que maneja los datos historicos.

Que opina usted estimado federico? En base a la evidencia de la cual dispone, ue opina?
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

pruebas de por que Jesus existe...

Jesus existe por que el dijo el que creen mi hechara fuera demonios orara por lo enfermos y estos sanaran

LE CITO, Y EL AUTOR ES EL ESPIRITU SANTO TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS A EL

Juan 14:12 "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

Marcos 16:17 Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas,
Marcos 16:18 tomarán serpientes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

SI JESUS NO EXISTIO ESTAS PALABRAS SERIAN MENTIRA!!!!!!!!!!!!


PERO YO LAS HE PALPADO Y LAS HE VISTO CON MIS OJOS!!!!!!!

GENTE SANA DE ENFERMEDAD MORTAL, SIN CURA PARA LA CIENCIA....

POR NOMBRARTE POCO..... TE INVITO A VER UN VIDEO....

una pierna crece...
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tumor desaparece
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cancer en las nalgas sanadas...
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bueno... Dios te bendiga
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mano mas corta...
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Si quieres escribe a mi mail y te puedo comentar lo que he visto en vivo y en directo con mis ojitos.... pero no creo que sea necesario

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mira este hasta el final un ninio... miralo
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Re: geneogista, zalost, debatimos?

Hola guillermo gracias por sus aportes.
La verdad es que pego (tiene razon con respecto a la fuente me olvide de pegarla), pero es lo mismo que estrudie y creo, y como lo veo asi tan bien explicado, bueno.
Pero procurare parafrasear o explicarlo desde mis convicciones o segun lo que entiendo de aqui en adelante, tiene razon.

Mi duda es si usted cree en la resurreccion o cree que se la inventaron, ya que veo que es un hombre que maneja los datos historicos.

Que opina usted estimado federico? En base a la evidencia de la cual dispone, ue opina?

Malaquias yo opino que alguien dificilmente puede ser cristiano si no cree en la resurrección-reencarnación de Jesús. Pablo fue mas tajante y dijo: "Si el Mesias no "resucitó" (literalmente "fue levantado de nuevo") vana es nuestra fe". Pero eso solo puede creerse por fe, por pura fe, y dejano de lado la razón y la ciencia. Usted, como cristiano, no debe dudar de que ese fenomenal y extraordinario suceso ocurrió en realidad. Y no puede dudar (ni siquiera yo lo dudo y no soy cristiano) de que Maria magdalena, los apostoles y otros fueron sinceros al decir que Jesús estaba vivo.
Otra cosa es lo que despues cada uno pensemos que pudo ocurrir en realidad. Hay quien dice que no murió debido a cierta ciencia con plantas que hicieron que pareciera muerto sin estarlo (la teoria de la mandragora) y que despues despertó de ese sueño comatoso y se levantó por su pie. Otros dicen que al que mataron fue a otro y que de noche y en el huerto un hermano suyo muy parecido se entregó en su puesto...en fin, que el que no es cristiano puede pensar en multiples formas de explicar lo sucedido, pero el hecho historico es que hubo muchisimos testigos que afirmaron verlo vivo despues de su ejecución. Algunos gnosticos decian que en realidad cuando estaba colgado del madero él "salió del cuerpo" y se reia mientras miraba como lo ejecutaban pensando que lo mataban. Esta es de mis hipotesis favoritas y si fuera cristiano optaria por esta, me encanta. Solo pensar que en verdad Jesús se estuviera riendo de que pensaran que podian matarlo y de que asi lo creyeran me subyuga. El profeta Muhammad dice en el Coran que a Jesús "no lo mataron, se les hizo creer que era asi pero no es verdad, antes Dios lo elevó a si mismo", que es muy similar a lo que decian aquellos gnosticos.
 
Re: geneogista, zalost, debatimos?

Mainer ¿Usted se cree como cierto lo que sale en esos videos? o es que está de cachondeo y quiere quedarse con el personal. Seamos serios por favor.