1. La “bajeza” de María.
Dice el argumento en cuestión:
“María, llanamente reconoció como era ante Dios. Ella reconoció <<su bajeza>> y la necesidad de Cristo, como <<su Salvador>>. Esa <<bajeza>> de la cual María nos habla en el <<Magnificat>>, no era una manifestación de una gran modestia de María, como Roma dice. Si realmente María hubiese sido sin pecado y perfecta como Jesús, nunca hubiera hablado de su <<bajeza>> porque no la hubiera tenido; esto hubiera sido simple y llanamente: falsa humildad , y esta última nunca se hubiera producido si realmente María hubiera sido << sin pecado concebida>>. La verdadera humildad es reconocer lo que uno es, así como lo que uno no es.”
Este argumento tiene varias fallas. En primer lugar habría que aclarar que una traducción más apropiada del texto del Magníficat al que hace referencia el comentario es este:
“porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,” Lucas 1,48 Biblia de Jerusalén.
La palabra que utiliza aquí el texto griego es ταπείνωσις (tapeinōsis) que puede ser traducida como “humillación” , “estado humilde” (The New Testament Greek Lexicon) y se refiere a la condición de la persona de donde se reconoce pequeña o hace pequeña. Todos tenemos que reconocer nuestra pequeñez ante Dios más eso no tiene una relación directa con haber pecado. Los ángeles también se humillan ante Dios y no lo han hecho.
Muchas Biblias protestantes traducen aquí esta palabra por “bajeza” (Las diferentes versiones de la Reina-Valera), y aunque la traducción no es del todo incorrecta porque otra posible traducción de la palabra es “condición baja”, no me parece aquí esta como la traducción más adecuada.
En Hechos 8,33 se utiliza la misma palabra ταπείνωσις para referirse a la condición de Cristo.
“…«Fue llevado como una oveja al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo trasquila, así él no abre la boca. En su humillación le fue negada la justicia; ¿quién podrá contar su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.»” Hechos 8,32-33
En este texto las mismas Biblias protestantes que en el primer texto traducían “bajeza” aquí si traducen “humillación”. Esta forma de traducir parece tendenciosa, porque si la palabra se refiere a Cristo colocan humillación, si se refiere a María colocan bajeza.
La palabra ταπείνωσις (tapeinōsis) viene de ταπεινόω (tapeinoō) que significa “humilde” y a su vez esta de ταπεινός (tapeinos), palabra que utiliza el mismo Cristo para referirse a sí mismo cuando dice:
“Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” Mateo 11,29
Asumir que María tenía pecado porque habló de su humillación o humildad es como afirmar que Jesús también lo tenía porque la Escritura utiliza las mismas palabras para hablar de su condición.
En el Magníficat María está hablando de su condición humilde, más que de una condición de bajeza que implique estar en pecado. Esto es algo que dicha palabra no implica y a este tipo de conclusiones erróneas puede llevar estudiar la Biblia con una traducción imprecisa sumado a una exégesis deficiente aislada del magisterio de la Iglesia.
Si todavía quedan dudas, ταπείνωσις también se utiliza en Santiago 1,10:
“El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación; y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de hierba” Santiago 1,9-10
En el versículo 9 se utiliza ταπεινός (tapeinos) para reflejar la condición humilde de los pobres, mientras que el versículo 10 utiliza ταπείνωσις (tapeinōsis) para referir la humillación de los ricos. Este es otro ejemplo donde se ve que dicha palabra se refiere a la condición de humildad o humillación de la persona, más que una condición pecaminosa. De ser así, tendríamos que entender que Santiago nos manda a gloriarnos en nuestra condición pecadora, sin embargo, el contexto claramente es opuesto a esto.