JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Yuyero

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17 Junio 2008
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Buenas soy estudiante de Ing. Industrial. Estoy en una universidad catolica y me han dejado q realize una monografia y ensaño sobre este tema "Jesus y El legalismo Judio". Bueno para comenzar estuve buscando libros de CRISTOLOGIA. ya q este es el curso q estoy llevando pero no se por donde comenzar los libros q estoy viendo son :

Cristología: ensayo dogmatico sobre Jesús de Nazaret, El Mesias
Autor: Duquoc Christian
Edición: 1;1974

Ley de Dios, leyes de los hombres
Autor: Aubert, J.M.
Edición: 1;1969

Señor y Cristo: Curso de Cristología
Autor: Sayés, José Antonio
Edición: 1;2005
En si no tengo claro el tema y estoy practicamente en cero. ya que el padre con el q llevo el curso esta llevando su postgrado y solo lo veo 2 horas a la semana.
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Le recomiendo:

Jesús y el judaísmo. E. P. Sanders. Editorial Trotta.

Hay otro en 2 tomos, para mí de lo mejor , pero lamentablemente está agotado, quizá en segunda mano o en bibliotecas lo encuentre:

La vida y los tiempos de Jesús el Mesías. A. Edhersheim. Ed. Clie


:bienhecho
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Gracias por la respuesta.. Ahora mira el enfoque q le estoy dando al trabajo a mi parecer es el de analizar como jesus veia las leyes judias y como estas se diferenciaban con las leyes de Dios. Ya que con lo q voy leyendo es ese tiempo valia mas una persona con dinero pero jesus proponia valorar a las personas por el amor. virtudes q esta presenta.

O cuales creen q es el enfoque del tema ?
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Gracias por la respuesta.. Ahora mira el enfoque q le estoy dando al trabajo a mi parecer es el de analizar como jesus veia las leyes judias y como estas se diferenciaban con las leyes de Dios. Ya que con lo q voy leyendo es ese tiempo valia mas una persona con dinero pero jesus proponia valorar a las personas por el amor. virtudes q esta presenta.

O cuales creen q es el enfoque del tema ?


Piense usted que el mayor problema que encontró Jesús era que muchos fariseos y escribas imponían su lectura particular de la Ley de Dios para que el pueblo la practicara, y se olvidaban del espíritu de la Ley. De hecho, una lectura de Mateo 23 da mucha profundidad.

23

1Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: 2En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 3Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. 4Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. 5Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 6y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 7y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. 8Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
13Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. 14¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. 15¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
16¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. 17¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? 18También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. 19¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 20Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él; 21y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; 22y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él.
23¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. 24¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!
25¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. 26¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
27¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
29¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. 31Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. 32¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! 33¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? 34Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; 35para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. 36De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
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Aquí le adjunto el comentario bíblico de Jamieson, Fausset y Brown


Mat 23:1-39

CAPITULO 23

Vers. 1-39. LA DENUNCIACION DE LOS ESCRIBAS Y FARISEOS—LA LAMENTACION DE JESUS SOBRE JERUSALEN, Y SU DESPEDIDA DEL TEMPLO. (Pasajes paralelos, Mar_12:38-40; Luk_20:45-47). Este discurso largo y terrible, con excepción de unos pocos versículos en Marcos y Lucas, aparece sólo en Mateo. Pero como es una repetición extensa de las denunciaciones pronunciadas hacía tiempo en la mesa de un fariseo, y relatadas por Lucas (Luk_11:37-54), podemos tomar ambos relatos juntos en la exposición.

La Denunciación de los Escribas y Fariseos (vv. 1-36). Los doce primeros versículos fueron dirigidos más inmediatamente a los discípulos, y los demás, a los escribas y fariseos.
1. Entonces habló Jesús a las gentes—“a las multitudes”—y a sus discípulos, 2. Diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los Fariseos—como intérpretes de la ley de Moisés. Los maestros judíos se ponían en pie para leer, pero se sentaban para explicar las Escrituras, como se verá cotejando Luk_4:16 con el v. 20.
3. Así que, todo lo que—es decir, “todo lo que” al estar sentados en aquella silla y enseñando de aquella ley—os dijeren que guardéis, guardadlo y hacedlo—Las palabras “así que” son, como se verá, de grande importancia, pues limitan aquellos mandatos que él quisiera que ellos obedeciesen, a lo que los escribas sacaban de la misma ley. Al pedir la obediencia implícita a tales mandatos, él quisiera que sus discípulos reconociesen la autoridad con que los escribas enseñaban aun más allá de las obligaciones de la ley misma, lo cual es de veras un principio importante; pero el que denunciaba las tradiciones de tales maestros (cap. 15:3), no podría arrojar su escudo protector sobre tales tradiciones. Webster y Wilkinson hacen notar que la advertencia de guardarse de los escribas, es dada por Marcos y Lucas sin atenuación alguna; pero Mateo repite sólo la orden de respetarlos y obedecerlos, indicando por este hecho para quiénes fué escrito especialmente este Evangelio, y el deseo del escritor de reconciliar a los judíos.
4. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover—Lucas (11:46): dice: “mas vosotros ni aun con un dedo tocáis”. Se refiere no tanto a lo fastidioso de los ritos legales, aunque eran bastante fastidiosos (Act_15:10), como al rigor cruel con que se exigía que se cumpliesen, y esto por hombres vergonzosamente inconsecuentes en su propia vida personal.
5. Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres—Cualquier bien que hagan, o el celo que manifiesten al hacerlo, tiene un solo propósito: el aplauso humano. porque ensanchan sus filacterias—tiras de pergamino con textos bíblicos escritos, llevados en la frente, el brazo y el costado, a la hora de la oración. y extienden los flecos de sus mantos—franjas en su ropa exterior (Num_15:37-40).
6. Y aman los primeros asientos—los lugares más prominentes, de más honor. en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas—Véase el comentario sobre Luk_14:7-8.
7. Y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres Rabbí, Rabbí—Es el espíritu, más bien que la letra, lo que debe recibir todo el énfasis; aunque la violación de la letra, que nace del orgullo espiritual, ha hecho daño incalculable en la iglesia de Cristo. La reiteración de la palabra “Rabbi”, muestra cómo regalaba el oído y alimentaba el orgullo espiritual de aquellos eclesiásticos.
8. Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbí; porque uno es vuestro Maestro—“vuestro Guía, vuestro Señor”.
9. Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos, etc.—Interpretar estos mandatos como una condenación de todo título por el cual los dirigentes de las iglesias se distinguen del rebaño que gobiernan, es virtualmente condenar el gobierno mismo; y en efecto, quien interpreta así estos mandatos está en contra de todo el tenor del Nuevo Testamento y del sano criterio cristiano. Pero cuando nos hayamos guardado contra estos extremos, tengamos cuidado en retener el espíritu completo de esta advertencia contra aquella ambición por una superioridad eclesiástica que ha causado ruina y escándalo entre los ministros de Cristo en todos los siglos. (Tocante al uso de la palabra “Cristo” aquí, véase el comentario sobre el cap. 1:1).
11. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo—Esto quiere decir, que el que es el mayor, mostrará que es el mayor al ser el servidor de todos; como en el cap. 20:27, comparado con Mar_10:44.
12. Porque el que se ensalzare, será humillado—Véase el comentario sobre Luk_18:14. Lo que sigue, fué dirigido más directamente a los escribas y fariseos.
13. Mas ¡ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres—Aquí son acusados de cerrar el cielo delante de los hombres; en Luk_11:52 son acusados de lo que es peor, de quitar la llave de la ciencia; esta llave significa, no la llave para abrir la ciencia, sino la ciencia como la única llave para abrir el cielo. Un conocimiento correcto de la palabra revelada de Dios es vida eterna, como dice nuestro Señor (Joh_17:3 y 5:39); pero este conocimiento ellos lo quitaron al pueblo sustituyéndolo por sus miserables tradiciones.
14. ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque coméis las casas de las viudas, etc.—Valiéndose de la condición indefensa y del carácter crédulo de las “viudas”, urdían la manera para posesionarse de las propiedades de ellas, mientras que con sus “largas oraciones” las hacían creer que ellos estaban inmunes a la tentación de adquirir “torpes ganancias”. Por lo tanto, mucho “más grave juicio” los espera. ¡Qué descripción tan viva del clero romanista, quienes son los sucesores legítimos de aquellos escribas!
15. ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosélito—del paganismo. Tenemos evidencia de esto en los escritos de Josefo. y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno doble más que vosotros—Será condenado tanto por la hipocresía que aprendería a practicar en la nueva religión, como por la hipocresía que practicaba en la religión que ha dejado.
16. ¡Ay de vosotros, guías ciegos!—Expresión sorprendente de los efectos funestos de su enseñanza errónea. Nuestro Señor aquí y en algunos versículos siguientes, condena las distinciones sutiles que ellos hacían en cuanto a la santidad de los juramentos, distinciones inventadas sólo para promover sus propios propósitos avarientos. que decís: Cualquiera que jurare por el templo es nada—no ha contraído obligación—mas cualquiera que jurare por el oro del templo—queriendo decir no el oro que adornaba el templo, sino el Corbán, el oro apartado para usos sagrados (véase el comentario sobre el cap. 15:5). deudor es—es decir, no le pertenece más para su uso propio, aunque las necesidades del padre lo requieran. Sabemos quiénes son los sucesores de estos hombres.
19. ¡Necios y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el presente, o el altar que santifica al presente?—(Véase Exo_29:37).
20-22. Pues el que jurare por el altar, etc.—Véase el comentario sobre el cap. 5:33-37.
23. ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino—Lucas (11:42) dice: “y la ruda, y toda hortaliza”. Ellos fundaban esta práctica en Lev_27:30, que interpretaban inflexiblemente. Nuestro Señor expresamente nombra estos productos insignificantes de la tierra como ejemplos de cosas de las cuales ellos con tanta escrupulosidad, exigían la décima parte. y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio y la misericordia y la fe—Lucas (Lev_11:42) dice: “el juicio y la caridad de Dios”, siendo variada tal vez la expresión por nuestro Señor en dos ocasiones diferentes. En ambas hace referencia a Mic_6:6-8, donde el profeta hace que toda religión aceptable consista en tres elementos: “hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios”; el tercer elemento presupone tanto “la fe” de Mateo como “la caridad” de Lucas. Véase la nota sobre Mar_12:29, Mar_12:32-33. La misma tendencia de absorber los deberes mayores en los menores asecha a los hijos de Dios; pero ésta es la característica de los hipócritas. esto era menester hacer, y no dejar lo otro—No es necesario que un conjunto de deberes nos libre de cumplir con otros; pero hay que notar cuidadosamente lo que dice nuestro Señor tocante a los deberes mayores : “Esto era menester hacer”; y en cuanto a los menores meramente dice: “no dejar lo otro”.
24. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito—Era costumbre, dice Trench, de los judíos estrictos, colar su vino, su vinagre y otras bebidas, por medio de lienzos o gasas, para que sin saberlo no tragasen algún insecto impuro y así pecasen (Lev_11:20, Lev_11:23. 41, 42), como lo hacen hoy día los budistas de Ceilán e Hindostán. A esta costumbre se refiere aquí nuestro Señor. mas tragáis el camello—el animal más grande que conocían los judíos, así como el “mosquito” era el más pequeño; ambos eran impuros según la ley.
25. mas de dentro están llenos de robo—En Lucas (Lev_11:39) la misma palabra se traduce “rapiña”.
26. ¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio!—Lucas (Lev_11:40) dice: “Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de dentro?” Es decir: “¿Aquél a quien pertenece la vida exterior, y con derecho exige la sujeción de dicha vida a sí mismo, tendrá menos derecho a la vida interior?” Este es un ejemplo notable de la habilidad de nuestro Señor para sacar ilustraciones claras de grandes verdades, usando objetos e incidentes familiares en la vida diaria. A estas palabras registradas por Lucas, Jesús agrega las siguientes, que encierran un principio de inmenso valor: “Empero de lo que os resta, dad limosna; y he aquí todo os será limpio” (Luk_11:41). Como la avaricia de estos hipócritas era uno de los aspectos más prominentes de su carácter (Luk_16:14), nuestro Señor los invita a manifestar una limpieza interior de carácter, y entonces lo exterior de ellos, gobernado por esto, sería hermoso ante los ojos de Dios y por lo sucias que tuviesen las manos por las tareas de este mundo de trabajo, comerían su pan con manos limpias (Véase Ecclesiastés 9:7).
27. ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados—(Cf. Act_23:3). La tarea de blanquear los sepulcros, como dice Lightfoot, era hecha en cierto día de cada año, no como una limpieza ceremonial, sino como las palabras siguientes parecen dar a entender, para hermosearlos. que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad—¡Qué manera tan poderosa de presentar la acusación de que con toda la ostentación de ellos, sus corazones estaban llenos de corrupción! (Cf. Psa_5:9; Rom_3:13). Pero nuestro Señor, dejando a un lado la figura, en seguida exhibe la iniquidad de ellos en colores naturales.
31. Así que, testimonio dáis a vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas—es decir: “Sois testigos de que habéis heredado, y voluntariamente os habéis servido del espíritu que poseía a vuestros padres, el cual odiaba la verdad y mataba a los profetas”. Con respeto v honra fingidos, ellos reparaban y hermoseaban los sepulcros de los profetas, y gimiendo hipócritamente decían: “Si hubiéramos vivido en los días de ellos, ¡cuán distintamente habríamos tratado a los profetas!”, mientras que con su actitud testificaban para sí mismos que eran hijos de los que mataron a los profetas, acusándose diariamente de una semejanza exacta en espíritu y carácter a aquella clase de personas cuyos hechos fingían lamentar. En Luk_11:44, nuestro Señor da un giro distinto a esta figura del sepulcro: “sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben”. Así como uno sin saberlo podría caminar sobre un sepulcro y de esta manera contraer una contaminación ceremonial, así el exterior plausible de los fariseos evitaba que el pueblo se diese cuenta de la contaminación que contraían al tener contacto con semejantes gentes.
33. ¡Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno?—Al recordar Jesús, al fin de su ministerio las palabras que pronunció Juan el Bautista al comienzo del suyo, parecería que nuestro Señor quisiese insinuar que la única diferencia entre la condenación ahora y entonces era: que ahora ellos estaban maduros para su condenación, y que en aquel entonces no lo estaban.
34. Por tanto, he aquí, yo envío a vosotros profetas, y sabios, y escribas—El “Yo” es enfático: “Yo estoy enviando”, es decir “estoy por enviar”. En Luk_11:49, es notable la variación: “Por tanto, la sabiduría de Dios también dijo: Enviaré a ellos profetas. etc.” Precisamente lo que significa “la sabiduría de Dios” aquí, es un tanto difícil de resolver definitivamente. Nos parece simplemente el anuncio en el alto lenguaje de la antigua profecía, de un propósito de la sabiduría divina de enviar un último grupo de mensajeros a quienes el pueblo rechazaría, y rechazándolos, llenaría la copa de su iniquidad. Considerando que Lucas dice: “la sabiduría de Dios los enviará” y Mateo dice: “Yo Jesús los envío”, este lenguaje puede referirse a un solo enviador de profetas, es decir, al Señor Dios de Israel ahora en la carne. Aquí, los enviados son evidentemente mensajeros evangélicos, pero son Ilamados aquí por los nombres judíos familiares de “profetas, y sabios, y escribas”, cuyos equivalentes eran los servidores inspirados y dotados del Señor Jesús. En Lucas (Luk_11:49) se hace referencia a ellos como “profetas y apóstoles”.
35. hasta la sangre de Zacarías, hijo de Barachías, al cual matasteis entre el templo v el altar—Como no hay ningún dato de algún asesinato en los tiempos de Jesús que corresponda a esta descripción, probablemente la alusión no es a un asesinato en esa época. sino al mencionado en 2Ch_24:20-22, ya que este es el último caso registrado y el más apto para servir como ilustración. Así como las últimas palabras de Zacarías fueron: “El Señor lo requiere,” así aquí los fariseos son advertidos de que el Señor lo requerirá de aquella generación.
36. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación—Así como fué sólo en la última generación de ellos cuando fué “cumplida la maldad del Amorrheo”, (Gen_15:16), y entonces las abominaciones de todas las edades fueron de una vez completa y terriblemente vengadas, así la maldad de Israel fué permitida que se acumulara de edad en edad, hasta que en aquella generación llegó a su clímax, y toda la venganza del cielo cayó de una sola vez sobre su cabeza condenada. En la primera Revolución Francesa se ejemplificó el mismo terrible principio, y la cristiandad no ha quedado libre todavía de los efectos de este principio.

Espero haberle ayudado y quedo a su disposición, para otros comentarios.


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Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Comentario Mathew Henry

Mat 23:1-12
Vv. 1-12.Los escribas y los fariseos explicaban la ley de Moisés y obligaban a obedecerla. Son acusados de hipocresía en la religión. Sólo podemos juzgar conforme a las apariencias externas, pero Dios escudriña el corazón. Ellos hacían filacterias que eran rollos de papel o pergamino donde escribían cuatro artículos de la ley, para atarlos a la frente o al brazo izquierdo, Éxodo xiii, 2-10; Éxodo xiii, 11-16; Deuteronomio vi, 4-9; Deuteronomio xi, 13-21. Hacían estas filacterias extensas para que se pensara que eran más celosos de la ley que los demás. Dios mandó a los judíos que se pusieran franjas sobre sus vestiduras, Números xv, 38, para recordarles que son un pueblo peculiar, pero los fariseos las hacían más grandes que lo corriente, como si por eso fueran más religiosos que los demás. El orgullo era el pecado amado reinante en los fariseos, el pecado que más fácilmente los asaltaba, y contra el cual el Señor Jesús habla aprovechando todas las ocasiones. Para aquel que es enseñado en la palabra, es digno de elogio que honre al que enseña; pero para el que enseña es pecaminoso exigir esa honra e hincharse por eso. —¡Cuán contrario al espíritu del cristianismo es esto! Al discípulo coherente de Cristo le es penoso ser puesto en los lugares principales, pero cuando se mira alrededor en la iglesia visible, ¿quién pensara que este es el espíritu requerido? Claro es que alguna medida de este espíritu anticristiano predomina en toda sociedad religiosa y en el corazón de cada uno de nosotros.

Mat 23:13-33
Vv. 13-33.Los escribas y los fariseos eran enemigos del evangelio de Cristo y, por tanto, de la salvación de las almas de los hombres. Malo es mantenernos alejados de Cristo, pero peor es mantener a los demás lejos de Él.
Sin embargo, no es novedad que la apariencia y la forma de la piedad se usen como manto para las mayores enormidades. Pero la piedad hipócrita será considerada como doble iniquidad.
Estaban muy ocupados en ganar almas para su partido. No para la gloria de Dios, ni para bien de las almas, sino para tener el mérito y la ventaja de hacer prosélitos. Siendo la ganancia su piedad ellos con miles de estratagemas hicieron que la religión cediera su lugar a sus intereses mundanos. Eran muy estrictos y precisos en materias mínimas de la ley, pero negligentes y consecuentes en las materias de mayor peso. No es el escrúpulo de un pecadillo que reprueba aquí Cristo; si fuera un pecado, aun como un mosquito, había que filtrarlo, pero hacían eso y, luego, se tragaban un camello, es decir, cometían un pecado mayor.
Aunque parecían ser santos, no eran sobrios ni justos. Realmente somos lo que somos por dentro. Los motivos externos pueden mantener limpio lo de afuera mientras el interior está inmundo; pero si el corazón y el espíritu son hechos nuevos, habrá vida nueva; aquí debemos empezar con nosotros mismos. La justicia de los escribas y los fariseos era como los adornos de una tumba o el vestido de un cadáver, sólo para el espectáculo. Lo engañoso de los corazones de los pecadores se manifiesta en que navegan corriente abajo por los torrentes de los pecados de su propio tiempo, mientras se jactan de haberse opuesto a los pecados de días anteriores. A veces pensamos que si nosotros hubiésemos vivido cuando Cristo estuvo en la tierra, no lo hubiésemos despreciado ni rechazado, como entonces hicieron los hombres; pero Cristo en su Espíritu, en su palabra, en sus ministros aún no es tratado mejor. Justo es que Dios entregue a la lujuria de sus corazones a éstos que se obstinan en satisfacerse a sí mismos. Cristo da a los hombres su carácter verdadero.
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

23.2, 3 Los fariseos eran los más reconocidos maestros de la ley de Moisés, aunque fallaban a la hora de observar sus propios preceptos. Muchas de sus enseñanzas eran profundas, pero Jesús examinó aquellos aspectos en los cuales su hipocresía anulaba la validez de sus doctrinas.


23.4 Jesús se refiere a las innumerables disposiciones y regulaciones que reducían la religión a un sistema pesado y confuso de observancias rituales que mantenían a la gente en una servidumbre permanente.

23.5 Los fariseos exhibían su piedad en público para recibir alabanzas. Filacterias: Eran pequeñas bolsas de cuero que contenían ciertos textos de la Escritura, que los judíos llevaban en sus brazos o sobre sus frentes. Los flecos eran los adornos con que los judíos decoraban los bordes de sus mantos (véase 9.20; 14.36; Nm 15.38; Dt 22.12).

23.6–12 Jesús advierte contra la orgullosa búsqueda de alabanza pública, como sucede cuando se aspira a posiciones prominentes, y a títulos que confieren una cierta superioridad. A veces los títulos se usan como emblemas de respetabilidad, o para indicar determinados deberes o cargos de responsabilidad. Pero es la actitud que inspira la búsqueda de tales reconocimientos la que Jesús condena. Como creyentes todos somos iguales y debemos reverenciar solamente a Cristo.

23.13–33 Jesús lanza una serie de ocho demoledoras denuncias al imputar a los fariseos determinados actos de hipocresía.

23.13 No sólo rechazaban ellos la verdad, sino que levantaban barreras con su legalismo ante aquellos que la estaban buscando.

23.14 Mientras profesaban rectitud, eran injustos en su conducta.

23.15 Eran celosos misioneros del mal.

23.16–22 Eran mentirosos habituales, violando su propio código moral a través de un elaborado y absurdo sistema de juramentos obligatorios y no obligatorios.

23.23 Eran totalmente inconsistentes, habiendo perdido por completo el sentido de las proporciones en cuestiones espirituales. Escrupulosamente celosos de las cosas exteriores más triviales, tales como todo lo relacionado con el diezmo de pequeñas semillas y plantas, olvidaban los más importantes principios morales. Esto era necesario hacer adquiere significación al afirmar Jesús que lo moralmente correcto es que sus discípulos practiquen el diezmo, no como una obligación legal, sino como un acto de disciplina consciente.

23.24 Jesús utiliza una hipérbole para ilustrar la ceguera espiritual que permitía a los fariseos fijarse en cuestiones triviales, mientras pasaban por alto cosas de enorme importancia. Coláis: Los coladores se usaban para remover materias extrañas y evitar las impurezas que podrían contaminar a quienes las consumieran inadvertidamente.

23.25, 26 Prestaban atención a cosas relacionadas con la purificación ceremonial, mientras ignoraban el mandato divino de santidad interior (véanse las notas a Marcos 7.1–5).

23.27,28 Externamente aparecían como gente recta, pero en su interior eran moralmente corrompidos.

23.27 Sepulcros blanqueados: El lenguaje es fuerte. Todavía en la Palestina de hoy se blanquean las tumbas. Sirve para identificarlas y no tropezar con ellas accidentalmente, e incurrir así en una profanación ritual.

23.29-33 Ellos se engañaban a sí mismos; reclamaban falsamente superar en rectitud a sus antecesores. Aunque levantaban monumentos a los profetas que sus padres habían asesinado, ellos mismos estaban conspirando para matar al Hijo de Dios. Por eso sufrirían igual condena.

23.34–36 Jesús pronuncia una severa advertencia sobre el juicio que pendía sobre la nación. La profecía de Jesús se cumplió con la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. Toda la sangre de los justos derramada desde la primera víctima (Abel, Gn 4.8) hasta la última (Zacarías, 2 Cr 24.20–22) será reclamada a Israel.

23.38 Ellos han rechazado al Rey, así que el Señor los abandona a su propia suerte (véanse Jer 12.7; 22.5; Ez 10.18, 19; 11.22, 23). Todo lo que les quedará será un sistema religioso vacío, sin sus templos y sacrificios.
23.39 Jesús ofrece una nota de esperanza al referirse a su glorioso retorno, cuando será reconocido como Rey (véase Flp 2.10, 11).


Hayford, Jack W., General Editor, Biblia Plenitud, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1994.
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Recien llego de la U. lo leo esta noche y respondo cualquier inquietud. ya que hoy estaba hablando con un hermano y me dijo q buscara la ley mosaica. algo por el estilo me comento.
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Recien llego de la U. lo leo esta noche y respondo cualquier inquietud. ya que hoy estaba hablando con un hermano y me dijo q buscara la ley mosaica. algo por el estilo me comento.

Dios fue el que dio la ley, no Moises. se le llama ley de Moises porque asi le llamaban los judios, pero no porque Moises las haya inventado. Otra cosa que es muy comun es que equivocadamente se le llama "ley" cuando son instruciones o ensenanzas.
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Otra cosa que es muy comun es que equivocadamente se le llama "ley" cuando son instruciones o ensenanzas.

Muy buen apunte. Mitzvah, significa: instrucción, precepto, enseñanza...
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Hola. Disculpen la demora en responder solo que se me juntaron varios trabajos de la u. ahora ia veo con mayor claridad como va a ir el trabajo. Ahora el profesor del curso me ha pedido q realice un ensayo para el lunes del tema "Jesus y el legalismo Judio" , ahora tengo planeado primero hablar sobre Jesus (darle un enfoque como persona judia), despues entrar al tema de las leyes judias dadas por los escribas y los fariseos, para poner al ultimo la relacion mas detallada de jesus ante las leyes judias en el transcurso de su vida.

Kiero opiniones al respecto o q puntos importantes a su parecer se me estan escapando.

atte: Juan carlos Gómez Palacios
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Gracias por la respuesta.. Ahora mira el enfoque q le estoy dando al trabajo a mi parecer es el de analizar como jesus veia las leyes judias y como estas se diferenciaban con las leyes de Dios. Ya que con lo q voy leyendo es ese tiempo valia mas una persona con dinero pero jesus proponia valorar a las personas por el amor. virtudes q esta presenta.

O cuales creen q es el enfoque del tema ?
Primero es necesario aclarar que Dios dio leyes para que los judios entendieran, que eran pecadores (ley moral), comprendieran la forma en que serían perdonados y justificados (ritos y ceremonias) y leyes para el entorno de esos tiempos (civiles).

El cumplimiento de estas leyes no salvan ni justifican al pecador ante Dios, no pueden, ni los hace merecedores del amor de Dios. Dios ama y por eso salva al pecador, ¿cómo?, dando el reemplazo para que muera y pague como garante del pecador. Ese es Cristo.

El legalismo judio consistió en hacer de estas leyes un método de salvación y justificación, haciendo innecesario el sacrificio de Cristo. Confundieron el propósito de la ley: llevarlos hacia el método y la persona de salvación, Cristo.

También es necesario aclarar que los judios añadieron sin número de leyes e interpretaciones erradas que oscurecieron más el propósito de Dios y su plan de salvación.

Los ritos, ceremonias y leyes civiles tuvieron su terminación cuando Cristo murió en la cruz, ya no tenían sentido una vez que fue sacrificado el verdadero Cordero que quita el pecado, pero lo que muchos confunden es que asumen que la ley que señala el pecado (decálogo) también fue clavada en la cruz. De ser así, entonces, ninguna persona que nació despues de la crucifixión es pecador y por lo tanto Cristo no tiene sentido en nuestras vidas, no lo necesitamos. No existiría el pecado, nadie ha pecado desde entonces.

El legalismo judio consistió en hacer de las leyes de Dios un método de salvación.
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

Primero es necesario aclarar que Dios dio leyes para que los judios entendieran, que eran pecadores (ley moral), comprendieran la forma en que serían perdonados y justificados (ritos y ceremonias) y leyes para el entorno de esos tiempos (civiles).

El cumplimiento de estas leyes no salvan ni justifican al pecador ante Dios, no pueden, ni los hace merecedores del amor de Dios. Dios ama y por eso salva al pecador, ¿cómo?, dando el reemplazo para que muera y pague como garante del pecador. Ese es Cristo.

El legalismo judio consistió en hacer de estas leyes un método de salvación y justificación, haciendo innecesario el sacrificio de Cristo. Confundieron el propósito de la ley: llevarlos hacia el método y la persona de salvación, Cristo.

También es necesario aclarar que los judios añadieron sin número de leyes e interpretaciones erradas que oscurecieron más el propósito de Dios y su plan de salvación.

Los ritos, ceremonias y leyes civiles tuvieron su terminación cuando Cristo murió en la cruz, ya no tenían sentido una vez que fue sacrificado el verdadero Cordero que quita el pecado, pero lo que muchos confunden es que asumen que la ley que señala el pecado (decálogo) también fue clavada en la cruz. De ser así, entonces, ninguna persona que nació despues de la crucifixión es pecador y por lo tanto Cristo no tiene sentido en nuestras vidas, no lo necesitamos. No existiría el pecado, nadie ha pecado desde entonces.

El legalismo judio consistió en hacer de las leyes de Dios un método de salvación.

el problema de de llamarle ley cuando la biblia se puede referir a una sola ley, a todo el pentateuco, o sitema como el de sacrificios.
 
Re: JESUS Y EL LEGALISMO JUDIO

el problema de de llamarle ley cuando la biblia se puede referir a una sola ley, a todo el pentateuco, o sitema como el de sacrificios.
El legalismo consiste cuando de una ley, o leyes, todo el pentateuco; a cualquier ley, incluido el decálogo, se la (s) toma como un método para ser justificado o para salvarse. No importa a qué ley se refiera, nadie es justificado por ninguna ley como quiera se llamen. Desde luego que los judaizantes le daban más importancia a los ritos y ceremonias mas sus añadidos y de los cuales decían que había que cumplirlos para salvarse.

Si el decálogo no salva, peor los ritos.