Vivimos en los ultimos días

18 Mayo 2008
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Esto que compartire con ustedes lo escuche del apostol Adrian Rogers.
El comentaba que en la biblia se anunciaban los ultimos dias con mucha frecuencia desde antes que fuera escrito el apocalipsis, pues estos ultimos dias eran anunciados por los apostoles de la epoca que decian que Jesus bendria pronto, sin embargo desde entonces han pasado 2000 años y aun no llega el fin ¿Se equibocaron los apostoles?, claro que no pues como dijo Adrian Rogers gracias a Dios esta el libro de revelaciones, segun el apostol Rogers la clave para comprender el Apoclipsis esta en su inicio pues segun el esta clave es Apocalipsis 1:19 esta dice asi, Escribe lo que has visto: Lo que ahora hay y lo que va a haber despues, yo concuerdo con el pastor Rogers que en ese solo parrafo se entiende que el Apocalipsis comenzo cuando Jesus subio al cielo. ¿Que opina usted?.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

La verdad que las profecías que se dijeron antes era para la época veniderá para Israel entonces en lo que dice el antiguo testamento con los profetas son respeto el provenir de Israel hace cuarenta años que nacierá Jesús y con respeto a los cuatro evangelistas son cosas que estaban adecuandosé para nosotros en la actualidad pero en cada año de la tierra pasan cosas que tiene que directamente con ellso sino tenemos la manera discenirlo como hacen algunos que no tiene la manera de fijarse que es lo actual con lo que ya paso hace años atrás.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

¿¿Apóstol? Adrián Rogers?

Gálatas 1,1
 
Re: Vivimos en los ultimos días

¿¿Apóstol? Adrián Rogers?

Gálatas 1,1

Te extraña que lo llame Apostol o es que no te agrada, de ser asi dejare de llamarlo apostol y tal ves le diga pastor o eso tambien te molestaria. ¿Que hace un apostol?.
Los demonios creen que Jesus es el hijo de Dios sin embargo aun asi se le oponen, claro sin mucho efecto en su opocision pues Jesus es muy superior a ellos, por eso su solo nombre los hace temblar. Creen que existe solamente pero nada mas y con ese creer no se salva nadie pues eso no es el creer con conviccion de fe.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Por lo que veo le interesa hablar más de la persona que expone estos tipos de temas que del mismo tema entonces lo que quiero decir que entren en una sintonía sobre el tema no critique al quién dijo eso tal vez se equivocó o solamente lo dijo para reflexionemos de como hablemos de estos temas.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Esto que compartire con ustedes lo escuche del apostol Adrian Rogers.
El comentaba que en la biblia se anunciaban los ultimos dias con mucha frecuencia desde antes que fuera escrito el apocalipsis, pues estos ultimos dias eran anunciados por los apostoles de la epoca que decian que Jesus bendria pronto, sin embargo desde entonces han pasado 2000 años y aun no llega el fin ¿Se equibocaron los apostoles?, claro que no pues como dijo Adrian Rogers gracias a Dios esta el libro de revelaciones, segun el apostol Rogers la clave para comprender el Apoclipsis esta en su inicio pues segun el esta clave es Apocalipsis 1:19 esta dice asi, Escribe lo que has visto: Lo que ahora hay y lo que va a haber despues, yo concuerdo con el pastor Rogers que en ese solo parrafo se entiende que el Apocalipsis comenzo cuando Jesus subio al cielo. ¿Que opina usted?.

perdon si tu escuchaste de parte de un apostol
*****preguntale bien o aque ultimos dias se refiere
porque en la biblia nunca menciona la pala bra *****ultimos dias****
muchomenos que lo anunciaran asi los apostoles de el SEÑOR
****asi anuciaban en los postreros dias,en el dia del SEÑOR,
el dia de CRISTO,VENIDA EN SU GLORIA, EN LAGLORIA DEL PADRE,
CUANDO EL APARECIERE,
PERO CADA UNA DE ELAS TIENE UN SIGNIFICADO Y DIFERENTES EVENTOS
*****pidanle sabiduria al SEÑOR EL APOSTOL ROGER Y TU



***otra mas NO EXISTEN CLAVES PARA COMPRENDER *****
***********la biblia nos enseña que****
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada.

1:6
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Para Jabob777

Amigo Jacob, te envío la exégis de los tiempos, hecha por un
católico: Luis Eduardo López Padilla, es un hombre casado, abogado
mexicano que tiene una página en internet.
lo hago por si te pudiera servir.
He aquí la copia:
------------------------------------------------------------------------
Los “Tiempos” desde la Creación

El Final de los Tiempos no hace referencia necesariamente al fin del segundo milenio o inicio del tercer milenio en el que nos encontramos, sino más bien a un período sucesivo de la Gracia que está marcado por las diferentes etapas de la Revelación.
Así, se puede decir que la historia bien podría dividirse en sucesivos Tiempos que se han ido cumpliendo desde la Creación y que concluirán hasta el Fin del Mundo. Así entonces, entendemos estos Tiempos de la siguiente manera:
· Tiempos Paradisíacos
· Tiempos de los Patriarcas
· Tiempos de Israel
· Plenitud de los Tiempos
· Tiempos de las Naciones o de los Gentiles
· Final de Los Tiempos (de estas Naciones o Gentiles)
· Tiempos Mesiánicos (que están aún por venir)
· Tiempos del Fin del Mundo.
Dentro del Final de los Tiempos de las Naciones o de los Gentiles, haremos una subdivisión de la siguiente manera:
· Oscuridad de los Tiempos (Apoc. VII, 14; Mt. XXIV, 21)
· Tiempos del Gran silencio (Apoc. VI, 12)
· Tiempos de la Gran Tribulación. (Apoc. VIII, 1)
Tiempos Paradisíacos
Los Tiempos Paradisíacos son aquellos en los que nuestros primeros padres vivían en el estado de inocencia original y en una íntima familiaridad con Dios, que “se paseaba toda las tardes en el Jardín de la Creación” (Gen. III, 8). Allí reinaba la paz entre todas las criaturas, el orden y la armonía entre toda la creación. Había una paz eterna y un amor perfecto. Sin embargo, este tiempo maravilloso terminó con la falta original que fue una verdadera catástrofe moral. El hombre rompió su comunión de amistad con su Creador y se sintió abandonado en medio de un mundo donde ya no era el amo ni rey. En adelante, el hombre conocerá el miedo, la angustia y la tentación de la desesperación, porque su conciencia, oscurecida por el pecado, ya no podía “ver” a Dios, y su voluntad quedó frágil y débil. Así entonces, la humanidad, a través de nuestros primeros padres engañados por la serpiente, se había convertido en su esclava. La serpiente comenzó así su reino, construyéndose un imperio del que quiere ser príncipe.
Esto es lo que se llamará en adelante “mundo”, no en cuanto obra que salió de las manos de Dios, sino en cuanto a esa realidad profana, (porque ha sido profanada por el pecado original del hombre) atea y opuesta al reino de Dios. Era pues necesario salvar a la humanidad “perdida” y que Dios volviera a tomar las riendas de su obra, por la venida de su Hijo a este mundo pecador, su Hijo quien es Cristo, el Unigénito del Padre, el Dios y Hombre verdadero. Esta obra de Salvación se llevará a cabo progresivamente en las siguientes etapas de la Gracia.
Tiempos de los Patriarcas
Comienza entonces el Tiempo de los antiguos Patriarcas en donde se enfrentarán constantemente las fuerzas malignas del demonio y de todos sus secuaces contra los poderes angélicos, los precursores del Cristo que vendrá a la tierra. La única luz de la fe que ilumina a los hombres de este tiempo es el anuncio misterioso de una Mujer que, por medio de su Hijo, aplastará la cabeza de la serpiente antigua, y cuyo texto nos lo confirma el Génesis (III, 15), llamado también protoevangelio, o inicio del Evangelio.
Este Tiempo de los Patriarcas es pues el tiempo del Dios Desconocido que se va a desarrollar en varias épocas, marcada por episodios dramáticos como el asesinato de Abel, el Diluvio Universal, la Torre de Babel, etc. Pero al mismo tiempo surgirán hombres profundamente religiosos y de gran estatura espiritual que van guiando al hombre hacia la salvación y al bien; como ejemplo de estos héroes místicos de los que nos habla la Biblia, que por su fe, piedad, sabiduría y temor de Dios fueron muy conocidos, tenemos a:
Abel, el primer mártir de la inocencia que derramó su sangre por Dios (Lc. XI, 50-51).
Enos, el primero que dio un nombre a Dios para invocarlo (Gen. IV, 26)
Henoc, “que anduvo con Dios” (Gen. V, 22) todo el tiempo de su vida, es decir, un año solar (365 años), hasta que fue “arrebatado” misteriosamente hacia Dios.
Noé, el único justo entre su generación (Gen. VI, 9), que construyó un Arca para salvar a la humanidad del Diluvio del agua y de la corrupción, con el cual Dios (desconocido, inaccesible e invisible) hizo una alianza trazando en las nubes del cielo para las futuras generaciones, el signo del Arco iris.
Melquisedec, “Sacerdote del Altísimo” (Gen. XIV, 18), que le ofreció por anticipado el sacrificio del pan y del vino, de los cuales Jesús, el único Sacerdote Eterno iba ser el signo de su propio sacrificio para la salvación de todos.
Abraham (antes Abram), que fue nuestro Padre en la Fe, el “padre de todos los creyentes” y al cual Dios le dio un nombre nuevo revelándosele como el Dios Vivo y Eterno (Gen. XV, 7).
Tiempos de Israel
Así pues, la fe ha nacido ya en el corazón de este hombre, de Abraham. Es ya la fe revelada y no la fe oscura de las generaciones precedentes. Dios ya no es un ser misterioso y lejano, el Dios Desconocido de los antiguos Patriarcas; ahora llega a ser Alguien que habla al corazón del hombre, ya directamente o más tarde por medio de los Profetas.
Este Dios Vivo irá moldeando el corazón de todo un pueblo en la descendencia de Abraham, que llegará a ser Su Pueblo, el Pueblo Elegido, el Pueblo de Israel, donde Dios Padre escribirá Su Voluntad en las tablas que le entrega a Moisés con los Diez Mandamientos. Pueblo de múltiples historias, llena de rechazos, arrepentimientos, caídas, infidelidades y conversiones.
Es el Tiempo de la Revelación, es decir, el ¡Tiempo de Israel! o también el ¡Tiempo de la Promesa!, porque durante estos siglos se esperará el cumplimiento de la Promesa centrada en el nacimiento misterioso y virginal de un niño, el llamado Mesías y cuyo destino será vencer al Enemigo del hombre. Es decir, no es otra cosa sino el desarrollo primordial de la profecía que había iluminado y sostenido durante milenios la fe de los Patriarcas anteriores a Abraham, la profecía de la Mujer que da a luz para vencer a la serpiente.
Plenitud de los Tiempos
Y es así entonces que el Verbo se hace Hombre y habita entre nosotros; este es el Tiempo del Verbo de Dios hecho hombre, el del Mesías (Jn. I, 41), el de Jesucristo Señor y Dios nuestro, “por quien todo fue hecho”. Es el tiempo del cumplimiento de la Promesa en este Jesús que viene al mundo por medio de María (Lc. I, 31) y que trae la Buena Nueva. No viene a abolir la Ley, sino a darle pleno cumplimiento (Mt. V, 17). Funda Su Única y Verdadera Iglesia. (Mt. XVI, 18-19).
Tiempos de las Naciones o de los Gentiles
Sin embargo, como parte del Misterio del Mal que obra desde el principio de los Tiempos, producto de la caída de los primeros padres por el ataque de la serpiente, el Pueblo Elegido, es decir, el Pueblo de Israel, rechaza al mismo Mesías, no lo acepta y lo entrega a los romanos para que lo crucifiquen. Es así que al ser este Cristo Mesías rechazado por Israel, la heredad de la Promesa pasa a todos los otros Pueblos o Naciones, es decir, a todos los gentiles, los no judíos. Primero a los contemporáneos de Israel, a los del Imperio Romano, luego a todas las tribus tenidas por bárbaras que residían en lo que llegaría a ser Europa, comenzando por el Reino de los Francos a través del bautizo de su jefe Clodoveo en la Navidad del año 496 de la Era Cristiana; y de Europa, la Fe en Cristo se propagó a todas las Naciones, al mundo entero. Es el Tiempo de las Naciones o Gentiles.
Final de los Tiempos
Es el caso, que este Tiempo de las Naciones o de los Gentiles está llegando a su fin, tal y como fue profetizado en su momento, la fe decae rápidamente. Las Naciones, como en su tiempo Israel, después de haber recibido la luz de la fe, “se han vuelto contra Dios y contra su Cristo” (Salmo II y CX), permitiendo que el Adversario, la antigua serpiente que ya ahora se ha convertido en Dragón, extienda todo su imperio y todo su poder, sometiendo a los hombres a toda clase de esclavitudes e idolatrías, penetrando esta degeneración hasta el interior mismo de la Iglesia mediante el espíritu de impugnación, de división, de confusión y duda, incluso por herejías y sacrilegios.
Este combate de Cristo en contra del Anticristo, no ha llegado a su máximo paroxismo, sin embargo, estamos muy próximo a ello, y cuando llegue, está profetizado que Cristo derrotará a su Adversario, al Anticristo, arrojándole a las tinieblas exteriores. Entonces llegarán los Tiempos Mesiánicos.
Pero antes de que vengan los Tiempos Mesiánicos, en este comienzo del Final de los Tiempos que ya hemos entrado, debe venir primero la Oscuridad de los Tiempos actuales, luego el Silencio de los Tiempos y el Tiempo de la Gran Tribulación.
Oscuridad de los Tiempos
El hombre camina de espaldas a la luz. Se adentra tanto en la oscuridad y se acostumbra tanto a ella que es incapaz de reconocer ninguna Luz, por lo que hoy estamos viviendo una escalada aparentemente irresistible y vertiginosa del Misterio del Mal en el mundo. Es tan grande y tan encarnecida la forma en que el mal ha ido tomando forma que ya no podemos esperar sino una intervención directa de Dios, porque de lo contrario no veríamos por ningún lado la posibilidad de salvación para este mundo. Por tanto debe venir, en esta Oscuridad de los Tiempos, una Gran Luz de la que nadie podrá escapar, una gracia profunda que Dios dará al hombre de purificación y arrepentimiento con miras a su propia conversión. Esta Luz vendrá a todos, pues tan lejos se está de ella que sólo con esta iluminación algunos recordarán y otros conocerán lo que es la verdadera vida en la Luz de Dios. Será el Gran Aviso de Dios. Este evento ocurrirá hasta después de la muerte de Benedicto XVI y el posterior cisma de la Iglesia.
Tiempos del Gran Silencio
En el corazón mismo de esta Oscuridad de los Tiempos tendrá lugar el Tiempo del Gran Silencio (Apoc. VIII, 1), que se traducirá en la suspensión temporal de todos los signos, visiones, apariciones y mensajes auténticos y, por tanto, de origen sobrenatural, y que actualmente son tan numerosos y tan poco escuchados. Ya no habrá pues más apariciones y las almas privilegiadas no tendrán ya más locuciones, porque los mensajes del cielo habrán cesado y ya no habrá más signos.
Será la hora en que la luz se oscurecerá y Dios guardará silencio análogamente al momento en que el Padre guardó Silencio ante su Hijo en la cruz y que le llevó a decir a Jesucristo: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt. XXVII, 46). Será la hora de la potestad de las tinieblas.
Así entraremos de lleno al Tiempo de la Gran Tribulación.
Tiempos de la Gran Tribulación
Deberá de producirse el Tiempo de la Gran Tribulación (Apoc. VII, 14) que el profeta Daniel menciona también como el Tiempo de la Cólera. Es un Tiempo de grandes desdichas donde tendrán curso natural todas las calamidades y desastres y habrá libertad sin fin a todos los instintos de las pasiones que degenerarán en corrupción... hasta la Abominación de la Desolación que deberá introducirse en el Templo Santo de Dios (Daniel IX, 27). Entonces el Misterio de la Iniquidad del que habla San Pablo (2 Tesalonicenses II, 3) alcanzará su Plenitud Maléfica, cuyos golpes mortales se estarán ya percibiendo al comienzo del Final de los Tiempos, es decir, desde ahora mismo.
En este Tiempo de la Gran Tribulación “cual no la ha habido desde el principio del universo que Dios creó hasta ahora ni la habrá” (Mt. XXIV, 21), el Anticristo reinará con su Falso Profeta, por “un Tiempo, Tiempos y medio Tiempo” (Dn. VII, 25). Será en este combate dramático - en un nivel escatológico, –donde se enfrentarán todos los poderes angélicos contra las fuerzas maléficas así como un combate entre los hombres, – en el plano histórico – o sea, los que sigan al Cordero Inmolado y los que lo rechacen y este combate arrastrará en sus diversas fases al universo entero, es decir, tanto las realidades espirituales como los elementos materiales. Será pues un tiempo de desdicha y de maldición.
Tiempos Mesiánicos
Vendrá así entonces la última etapa de la historia de la salvación, la de los Tiempos Mesiánicos anunciados con tanta frecuencia y amplitud por los antiguos profetas y bajo diferentes nombres:
· Un solo Rebaño y un solo Pastor
· La Nueva Jerusalén
· Una Nueva Evangelización
· La Civilización del Amor
· Cielos Nuevos y Tierra Nueva
· El Reino de Cristo en la Tierra
· El Triunfo del Corazón Inmaculado de María
· El Reino de la Divina Voluntad
· El Reinado de los Sagrados Corazones
· Parusía
Será un Tiempo de Gracia jamás conocido desde el principio del mundo hasta ahora, porque la Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo y el Mundo que nos sumerge, no formarán sino una sola realidad. Porque Cristo reinará no sólo en los corazones sino en la misma sociedad en su totalidad.
Es decir, el “Mundo”, en cuanto a realidad profana y opuesta a Dios, ya no existirá. Su “espíritu”, el espíritu del Mundo, rebelde a las leyes divinas, el que está sometido a la esclavitud de las pasiones, será vencido y se dejará sitio al Espíritu Santo que sacralizará de nueva cuenta todas las cosas; es decir, serán sagrados el hombre, la familia, sus relaciones sociales, las obras de sus manos y todos los acontecimientos de su nacimiento, vida y muerte. Entendamos claramente que Dios ha creado al mundo perfecto, con una perfección moral y material. “Dios vio que el mundo era bueno” (Gen. I, 31). Pero por la envidia de Satanás el pecado entró en el mundo y por el pecado del primer hombre entró la muerte y el sufrimiento, y toda la secuela de males, enfermedades y desdichas que hoy día vivimos.
Por tanto, el Mal no estuvo en el comienzo, sino que apareció después, aunque muy pronto en la Historia y en el Tiempo. A diferencia del Bien, el Mal es espectacular y destructor y de momento supera al Bien. Sin embargo, Cristo vino a vencer el Mal, la Muerte y el Pecado y aunque esta Victoria será evidente en la eternidad, es muy importante que también se manifieste en el transcurso de la Historia, antes de que se acabe el Tiempo, a fin de que se cumpla la petición que Jesús nos enseñó a rezar: “Venga a nosotros tu Reino”. Y esto es así porque Satanás, el Adversario de Cristo, ha llevado este combate al terreno donde se desenvuelve toda la existencia humana, que, por lo demás, está en juego. Y así, es también en este terreno humano, y antes del Fin del Mundo, donde Cristo debe establecer Su Reino de Paz y de Santidad y manifestar la Victoria de su Cruz.
Tiempos del Fin del Mundo
Al final de esta largísimo tiempo de prosperidad y bonanza espiritual y material, vendrá entonces el fin de todo tiempo humano, es decir, el Fin del Mundo y el inicio de la vida eterna.
Luis Eduardo López Padilla
30 de Abril del 2008.
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Espero que esto haya sido de tu ayuda

Bendiciones.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

perdon si tu escuchaste de parte de un apostol
*****preguntale bien o aque ultimos dias se refiere
porque en la biblia nunca menciona la pala bra *****ultimos dias****
muchomenos que lo anunciaran asi los apostoles de el SEÑOR
****asi anuciaban en los postreros dias,en el dia del SEÑOR,
el dia de CRISTO,VENIDA EN SU GLORIA, EN LAGLORIA DEL PADRE,
CUANDO EL APARECIERE,
PERO CADA UNA DE ELAS TIENE UN SIGNIFICADO Y DIFERENTES EVENTOS
*****pidanle sabiduria al SEÑOR EL APOSTOL ROGER Y TU



***otra mas NO EXISTEN CLAVES PARA COMPRENDER *****
***********la biblia nos enseña que****
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada.

1:6

Bueno si eso para ti es pecado llamemosle postreros dias pues mi intencion no es ser tu piedra de tropieso, realmente yo le pido sabiduria y se la seguire pidiendo gracias por tu consejo.
Si no quieres que le llame clave pues ponle tu el nombre.
Dios te bendiga.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Para Jabob777

Amigo Jacob, te envío la exégis de los tiempos, hecha por un
católico: Luis Eduardo López Padilla, es un hombre casado, abogado
mexicano que tiene una página en internet.
lo hago por si te pudiera servir.
He aquí la copia:
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Los “Tiempos” desde la Creación

El Final de los Tiempos no hace referencia necesariamente al fin del segundo milenio o inicio del tercer milenio en el que nos encontramos, sino más bien a un período sucesivo de la Gracia que está marcado por las diferentes etapas de la Revelación.
Así, se puede decir que la historia bien podría dividirse en sucesivos Tiempos que se han ido cumpliendo desde la Creación y que concluirán hasta el Fin del Mundo. Así entonces, entendemos estos Tiempos de la siguiente manera:
· Tiempos Paradisíacos
· Tiempos de los Patriarcas
· Tiempos de Israel
· Plenitud de los Tiempos
· Tiempos de las Naciones o de los Gentiles
· Final de Los Tiempos (de estas Naciones o Gentiles)
· Tiempos Mesiánicos (que están aún por venir)
· Tiempos del Fin del Mundo.
Dentro del Final de los Tiempos de las Naciones o de los Gentiles, haremos una subdivisión de la siguiente manera:
· Oscuridad de los Tiempos (Apoc. VII, 14; Mt. XXIV, 21)
· Tiempos del Gran silencio (Apoc. VI, 12)
· Tiempos de la Gran Tribulación. (Apoc. VIII, 1)
Tiempos Paradisíacos
Los Tiempos Paradisíacos son aquellos en los que nuestros primeros padres vivían en el estado de inocencia original y en una íntima familiaridad con Dios, que “se paseaba toda las tardes en el Jardín de la Creación” (Gen. III, 8). Allí reinaba la paz entre todas las criaturas, el orden y la armonía entre toda la creación. Había una paz eterna y un amor perfecto. Sin embargo, este tiempo maravilloso terminó con la falta original que fue una verdadera catástrofe moral. El hombre rompió su comunión de amistad con su Creador y se sintió abandonado en medio de un mundo donde ya no era el amo ni rey. En adelante, el hombre conocerá el miedo, la angustia y la tentación de la desesperación, porque su conciencia, oscurecida por el pecado, ya no podía “ver” a Dios, y su voluntad quedó frágil y débil. Así entonces, la humanidad, a través de nuestros primeros padres engañados por la serpiente, se había convertido en su esclava. La serpiente comenzó así su reino, construyéndose un imperio del que quiere ser príncipe.
Esto es lo que se llamará en adelante “mundo”, no en cuanto obra que salió de las manos de Dios, sino en cuanto a esa realidad profana, (porque ha sido profanada por el pecado original del hombre) atea y opuesta al reino de Dios. Era pues necesario salvar a la humanidad “perdida” y que Dios volviera a tomar las riendas de su obra, por la venida de su Hijo a este mundo pecador, su Hijo quien es Cristo, el Unigénito del Padre, el Dios y Hombre verdadero. Esta obra de Salvación se llevará a cabo progresivamente en las siguientes etapas de la Gracia.
Tiempos de los Patriarcas
Comienza entonces el Tiempo de los antiguos Patriarcas en donde se enfrentarán constantemente las fuerzas malignas del demonio y de todos sus secuaces contra los poderes angélicos, los precursores del Cristo que vendrá a la tierra. La única luz de la fe que ilumina a los hombres de este tiempo es el anuncio misterioso de una Mujer que, por medio de su Hijo, aplastará la cabeza de la serpiente antigua, y cuyo texto nos lo confirma el Génesis (III, 15), llamado también protoevangelio, o inicio del Evangelio.
Este Tiempo de los Patriarcas es pues el tiempo del Dios Desconocido que se va a desarrollar en varias épocas, marcada por episodios dramáticos como el asesinato de Abel, el Diluvio Universal, la Torre de Babel, etc. Pero al mismo tiempo surgirán hombres profundamente religiosos y de gran estatura espiritual que van guiando al hombre hacia la salvación y al bien; como ejemplo de estos héroes místicos de los que nos habla la Biblia, que por su fe, piedad, sabiduría y temor de Dios fueron muy conocidos, tenemos a:
Abel, el primer mártir de la inocencia que derramó su sangre por Dios (Lc. XI, 50-51).
Enos, el primero que dio un nombre a Dios para invocarlo (Gen. IV, 26)
Henoc, “que anduvo con Dios” (Gen. V, 22) todo el tiempo de su vida, es decir, un año solar (365 años), hasta que fue “arrebatado” misteriosamente hacia Dios.
Noé, el único justo entre su generación (Gen. VI, 9), que construyó un Arca para salvar a la humanidad del Diluvio del agua y de la corrupción, con el cual Dios (desconocido, inaccesible e invisible) hizo una alianza trazando en las nubes del cielo para las futuras generaciones, el signo del Arco iris.
Melquisedec, “Sacerdote del Altísimo” (Gen. XIV, 18), que le ofreció por anticipado el sacrificio del pan y del vino, de los cuales Jesús, el único Sacerdote Eterno iba ser el signo de su propio sacrificio para la salvación de todos.
Abraham (antes Abram), que fue nuestro Padre en la Fe, el “padre de todos los creyentes” y al cual Dios le dio un nombre nuevo revelándosele como el Dios Vivo y Eterno (Gen. XV, 7).
Tiempos de Israel
Así pues, la fe ha nacido ya en el corazón de este hombre, de Abraham. Es ya la fe revelada y no la fe oscura de las generaciones precedentes. Dios ya no es un ser misterioso y lejano, el Dios Desconocido de los antiguos Patriarcas; ahora llega a ser Alguien que habla al corazón del hombre, ya directamente o más tarde por medio de los Profetas.
Este Dios Vivo irá moldeando el corazón de todo un pueblo en la descendencia de Abraham, que llegará a ser Su Pueblo, el Pueblo Elegido, el Pueblo de Israel, donde Dios Padre escribirá Su Voluntad en las tablas que le entrega a Moisés con los Diez Mandamientos. Pueblo de múltiples historias, llena de rechazos, arrepentimientos, caídas, infidelidades y conversiones.
Es el Tiempo de la Revelación, es decir, el ¡Tiempo de Israel! o también el ¡Tiempo de la Promesa!, porque durante estos siglos se esperará el cumplimiento de la Promesa centrada en el nacimiento misterioso y virginal de un niño, el llamado Mesías y cuyo destino será vencer al Enemigo del hombre. Es decir, no es otra cosa sino el desarrollo primordial de la profecía que había iluminado y sostenido durante milenios la fe de los Patriarcas anteriores a Abraham, la profecía de la Mujer que da a luz para vencer a la serpiente.
Plenitud de los Tiempos
Y es así entonces que el Verbo se hace Hombre y habita entre nosotros; este es el Tiempo del Verbo de Dios hecho hombre, el del Mesías (Jn. I, 41), el de Jesucristo Señor y Dios nuestro, “por quien todo fue hecho”. Es el tiempo del cumplimiento de la Promesa en este Jesús que viene al mundo por medio de María (Lc. I, 31) y que trae la Buena Nueva. No viene a abolir la Ley, sino a darle pleno cumplimiento (Mt. V, 17). Funda Su Única y Verdadera Iglesia. (Mt. XVI, 18-19).
Tiempos de las Naciones o de los Gentiles
Sin embargo, como parte del Misterio del Mal que obra desde el principio de los Tiempos, producto de la caída de los primeros padres por el ataque de la serpiente, el Pueblo Elegido, es decir, el Pueblo de Israel, rechaza al mismo Mesías, no lo acepta y lo entrega a los romanos para que lo crucifiquen. Es así que al ser este Cristo Mesías rechazado por Israel, la heredad de la Promesa pasa a todos los otros Pueblos o Naciones, es decir, a todos los gentiles, los no judíos. Primero a los contemporáneos de Israel, a los del Imperio Romano, luego a todas las tribus tenidas por bárbaras que residían en lo que llegaría a ser Europa, comenzando por el Reino de los Francos a través del bautizo de su jefe Clodoveo en la Navidad del año 496 de la Era Cristiana; y de Europa, la Fe en Cristo se propagó a todas las Naciones, al mundo entero. Es el Tiempo de las Naciones o Gentiles.
Final de los Tiempos
Es el caso, que este Tiempo de las Naciones o de los Gentiles está llegando a su fin, tal y como fue profetizado en su momento, la fe decae rápidamente. Las Naciones, como en su tiempo Israel, después de haber recibido la luz de la fe, “se han vuelto contra Dios y contra su Cristo” (Salmo II y CX), permitiendo que el Adversario, la antigua serpiente que ya ahora se ha convertido en Dragón, extienda todo su imperio y todo su poder, sometiendo a los hombres a toda clase de esclavitudes e idolatrías, penetrando esta degeneración hasta el interior mismo de la Iglesia mediante el espíritu de impugnación, de división, de confusión y duda, incluso por herejías y sacrilegios.
Este combate de Cristo en contra del Anticristo, no ha llegado a su máximo paroxismo, sin embargo, estamos muy próximo a ello, y cuando llegue, está profetizado que Cristo derrotará a su Adversario, al Anticristo, arrojándole a las tinieblas exteriores. Entonces llegarán los Tiempos Mesiánicos.
Pero antes de que vengan los Tiempos Mesiánicos, en este comienzo del Final de los Tiempos que ya hemos entrado, debe venir primero la Oscuridad de los Tiempos actuales, luego el Silencio de los Tiempos y el Tiempo de la Gran Tribulación.
Oscuridad de los Tiempos
El hombre camina de espaldas a la luz. Se adentra tanto en la oscuridad y se acostumbra tanto a ella que es incapaz de reconocer ninguna Luz, por lo que hoy estamos viviendo una escalada aparentemente irresistible y vertiginosa del Misterio del Mal en el mundo. Es tan grande y tan encarnecida la forma en que el mal ha ido tomando forma que ya no podemos esperar sino una intervención directa de Dios, porque de lo contrario no veríamos por ningún lado la posibilidad de salvación para este mundo. Por tanto debe venir, en esta Oscuridad de los Tiempos, una Gran Luz de la que nadie podrá escapar, una gracia profunda que Dios dará al hombre de purificación y arrepentimiento con miras a su propia conversión. Esta Luz vendrá a todos, pues tan lejos se está de ella que sólo con esta iluminación algunos recordarán y otros conocerán lo que es la verdadera vida en la Luz de Dios. Será el Gran Aviso de Dios. Este evento ocurrirá hasta después de la muerte de Benedicto XVI y el posterior cisma de la Iglesia.
Tiempos del Gran Silencio
En el corazón mismo de esta Oscuridad de los Tiempos tendrá lugar el Tiempo del Gran Silencio (Apoc. VIII, 1), que se traducirá en la suspensión temporal de todos los signos, visiones, apariciones y mensajes auténticos y, por tanto, de origen sobrenatural, y que actualmente son tan numerosos y tan poco escuchados. Ya no habrá pues más apariciones y las almas privilegiadas no tendrán ya más locuciones, porque los mensajes del cielo habrán cesado y ya no habrá más signos.
Será la hora en que la luz se oscurecerá y Dios guardará silencio análogamente al momento en que el Padre guardó Silencio ante su Hijo en la cruz y que le llevó a decir a Jesucristo: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt. XXVII, 46). Será la hora de la potestad de las tinieblas.
Así entraremos de lleno al Tiempo de la Gran Tribulación.
Tiempos de la Gran Tribulación
Deberá de producirse el Tiempo de la Gran Tribulación (Apoc. VII, 14) que el profeta Daniel menciona también como el Tiempo de la Cólera. Es un Tiempo de grandes desdichas donde tendrán curso natural todas las calamidades y desastres y habrá libertad sin fin a todos los instintos de las pasiones que degenerarán en corrupción... hasta la Abominación de la Desolación que deberá introducirse en el Templo Santo de Dios (Daniel IX, 27). Entonces el Misterio de la Iniquidad del que habla San Pablo (2 Tesalonicenses II, 3) alcanzará su Plenitud Maléfica, cuyos golpes mortales se estarán ya percibiendo al comienzo del Final de los Tiempos, es decir, desde ahora mismo.
En este Tiempo de la Gran Tribulación “cual no la ha habido desde el principio del universo que Dios creó hasta ahora ni la habrá” (Mt. XXIV, 21), el Anticristo reinará con su Falso Profeta, por “un Tiempo, Tiempos y medio Tiempo” (Dn. VII, 25). Será en este combate dramático - en un nivel escatológico, –donde se enfrentarán todos los poderes angélicos contra las fuerzas maléficas así como un combate entre los hombres, – en el plano histórico – o sea, los que sigan al Cordero Inmolado y los que lo rechacen y este combate arrastrará en sus diversas fases al universo entero, es decir, tanto las realidades espirituales como los elementos materiales. Será pues un tiempo de desdicha y de maldición.
Tiempos Mesiánicos
Vendrá así entonces la última etapa de la historia de la salvación, la de los Tiempos Mesiánicos anunciados con tanta frecuencia y amplitud por los antiguos profetas y bajo diferentes nombres:
· Un solo Rebaño y un solo Pastor
· La Nueva Jerusalén
· Una Nueva Evangelización
· La Civilización del Amor
· Cielos Nuevos y Tierra Nueva
· El Reino de Cristo en la Tierra
· El Triunfo del Corazón Inmaculado de María
· El Reino de la Divina Voluntad
· El Reinado de los Sagrados Corazones
· Parusía
Será un Tiempo de Gracia jamás conocido desde el principio del mundo hasta ahora, porque la Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo y el Mundo que nos sumerge, no formarán sino una sola realidad. Porque Cristo reinará no sólo en los corazones sino en la misma sociedad en su totalidad.
Es decir, el “Mundo”, en cuanto a realidad profana y opuesta a Dios, ya no existirá. Su “espíritu”, el espíritu del Mundo, rebelde a las leyes divinas, el que está sometido a la esclavitud de las pasiones, será vencido y se dejará sitio al Espíritu Santo que sacralizará de nueva cuenta todas las cosas; es decir, serán sagrados el hombre, la familia, sus relaciones sociales, las obras de sus manos y todos los acontecimientos de su nacimiento, vida y muerte. Entendamos claramente que Dios ha creado al mundo perfecto, con una perfección moral y material. “Dios vio que el mundo era bueno” (Gen. I, 31). Pero por la envidia de Satanás el pecado entró en el mundo y por el pecado del primer hombre entró la muerte y el sufrimiento, y toda la secuela de males, enfermedades y desdichas que hoy día vivimos.
Por tanto, el Mal no estuvo en el comienzo, sino que apareció después, aunque muy pronto en la Historia y en el Tiempo. A diferencia del Bien, el Mal es espectacular y destructor y de momento supera al Bien. Sin embargo, Cristo vino a vencer el Mal, la Muerte y el Pecado y aunque esta Victoria será evidente en la eternidad, es muy importante que también se manifieste en el transcurso de la Historia, antes de que se acabe el Tiempo, a fin de que se cumpla la petición que Jesús nos enseñó a rezar: “Venga a nosotros tu Reino”. Y esto es así porque Satanás, el Adversario de Cristo, ha llevado este combate al terreno donde se desenvuelve toda la existencia humana, que, por lo demás, está en juego. Y así, es también en este terreno humano, y antes del Fin del Mundo, donde Cristo debe establecer Su Reino de Paz y de Santidad y manifestar la Victoria de su Cruz.
Tiempos del Fin del Mundo
Al final de esta largísimo tiempo de prosperidad y bonanza espiritual y material, vendrá entonces el fin de todo tiempo humano, es decir, el Fin del Mundo y el inicio de la vida eterna.
Luis Eduardo López Padilla
30 de Abril del 2008.
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Espero que esto haya sido de tu ayuda

Bendiciones.

Gracias por tu buena intencion, Dios te bendiga.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Esto que compartire con ustedes lo escuche del apostol Adrian Rogers.
El comentaba que en la biblia se anunciaban los ultimos dias con mucha frecuencia desde antes que fuera escrito el apocalipsis, pues estos ultimos dias eran anunciados por los apostoles de la epoca que decian que Jesus bendria pronto, sin embargo desde entonces han pasado 2000 años y aun no llega el fin ¿Se equibocaron los apostoles?, claro que no pues como dijo Adrian Rogers gracias a Dios esta el libro de revelaciones, segun el apostol Rogers la clave para comprender el Apoclipsis esta en su inicio pues segun el esta clave es Apocalipsis 1:19 esta dice asi, Escribe lo que has visto: Lo que ahora hay y lo que va a haber despues, yo concuerdo con el pastor Rogers que en ese solo parrafo se entiende que el Apocalipsis comenzo cuando Jesus subio al cielo. ¿Que opina usted?.


Yo personalmente no creo que el apocalipsis comience cuando llegó al cielo, sino que narra diferentes sucesos históricos en diferentes épocas.

Si te fijas por ejemplo, el capítulo 12 habla del nacimiento del Mesías, y de su triunfo posterior con su resurrección. También hace mencion a acontecimientos de mayor antiguedad como la caida de los ángenes del cielo.

Yo no soy un experto conocedor del apocalipsis, pero creo que podría comenzar por revisar las diferentes interpretaciones que se han dado a dichos textos. (Yo tengo la del Nuevo Comentario Bíblico de San Jerónimo, y me parece algo cruda pero interesante).
 
Re: Vivimos en los ultimos días

yo concuerdo con el pastor Rogers que en ese solo parrafo se entiende que el Apocalipsis comenzo cuando Jesus subio al cielo. ¿Que opina usted?.

Si fuera para cuando Jesús subió al cielo, los demas escritores, como Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pedro y Pablo habrían hecho mensión del Apocalipsis en sus escritos. Recuerde que Cristo murió y fue resucitado en el año 33 E.C., y Juan escribió el Apocalispsi en el año 98 E.C. cuando estuvo preso en la isla de Patmos. La visión de "las cosas después de estas" es para "el día del Señor", para la "parousia" futura de Cristo.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Si fuera para cuando Jesús subió al cielo, los demas escritores, como Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pedro y Pablo habrían hecho mensión del Apocalipsis en sus escritos. Recuerde que Cristo murió y fue resucitado en el año 33 E.C., y Juan escribió el Apocalispsi en el año 98 E.C. cuando estuvo preso en la isla de Patmos. La visión de "las cosas después de estas" es para "el día del Señor", para la "parousia" futura de Cristo.

El Apostol Pablo hace mencion al fin de los tiempos en pocas palabras el Apocalipsis, cuando le envia su segunda carta a Timoteo, como es corto lo que hay se escribe no tendre que decirle en que parte esta. Sin embargo Jesus dijo yo volvere antes que recorran toda Jerusalem, cres que Jesus se equiboco?, no cuando el dijo esto se dirigio a sus Apostoles aquellos que se les encomendo liderar la iglesia, por esto el no hablo de personas, el hablo de Apostolados que difundiran el evangelio por Jerusalem, refiriendose a la Jerusalem celestial, pues aun hay ovejas perdidas para que bueban al redil. Para ver primero hay que abrir los hojos, quien no quiere ver pues los mantiene cerrados, con esto no digo que no me equiboco pues en razon a Profecias es muy dificil predecir sin embargo tienes alguna respuesta?.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Yo personalmente no creo que el apocalipsis comience cuando llegó al cielo, sino que narra diferentes sucesos históricos en diferentes épocas.

Si te fijas por ejemplo, el capítulo 12 habla del nacimiento del Mesías, y de su triunfo posterior con su resurrección. También hace mencion a acontecimientos de mayor antiguedad como la caida de los ángenes del cielo.

Yo no soy un experto conocedor del apocalipsis, pero creo que podría comenzar por revisar las diferentes interpretaciones que se han dado a dichos textos. (Yo tengo la del Nuevo Comentario Bíblico de San Jerónimo, y me parece algo cruda pero interesante).

Bueno esa es tu interpretacion y te la respeto, como espero que lo hagas con la mia, sin embargo yo pienso que este capitulo se refiere a la tribulacion que pasara el pueblo santo pues si sigues leyendo en el capitlo trece comprenderas un poco mas, Los que tengan que ir presos iran presos y los que tengan que morir a filo de espada a filo de espada moriran. Hay se vera la fortaleza del pueblo santo. La mujer del capitulo 12 representa la iglesia y sus decendientes son el pueblo santo.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Bueno esa es tu interpretacion y te la respeto, como espero que lo hagas con la mia, sin embargo yo pienso que este capitulo se refiere a la tribulacion que pasara el pueblo santo pues si sigues leyendo en el capitlo trece comprenderas un poco mas, Los que tengan que ir presos iran presos y los que tengan que morir a filo de espada a filo de espada moriran. Hay se vera la fortaleza del pueblo santo. La mujer del capitulo 12 representa la iglesia y sus decendientes son el pueblo santo.

Me falto por recalcar que no estoy en desacuerdo con el hecho de que si se menciona a Jesus en el capitulo 12, pero yo lo que entiendo es que antes de la venida del mesias la iglecia sufrira una gran tribulacion como una mujer que trata de dar a luz siendo acechada por un dragon que como sabemos es el diablo. Por esto veo que lo mas relevante es la resistencia que tendra que tener el pueblo santo ese dia. El hijo que espera la mujer es Jesus, pero los decendientes de esta que seran perseguidos, son los miembros de la iglesia, el mesia sera llevaodo por los angeles para que luche con el angel acusador, que es el diablo, una ves vencido el diablo este cae del cielo y ahora viene por los de la tierra. Vean pues lo que dice, nuestros hermanos lo han vencido con la sangre derramada del cordero, Jesus derrama su sangre y destruye el antiguo pacto que nos condenaba a muerte, el diablo nos acusaba ante Dios de haber faltado al pacto sin embargo Jesus abolio el pacto antiguo reformandolo con la gracia, por esto cuando derrama su sangre y luego resucita es señal de que Dios acepto el sacrificio por el perdon, entonces para confirmar el pacto en el cielo el vuelve a reunirse con su padre, desde entonces todos esperamos su venida, desde entonces comiensa el principio del fin, desde entonces han pasado casi 2008 años, pero no llega el fin y mi respuesta eso esta en las escrituras. El tiempo y la hora nadie lo conoce solo el Padre lo conose. Dios los bendiga y con esto me despido por un tiempo.
 
Re: Vivimos en los ultimos días

Te extraña que lo llame Apostol o es que no te agrada, de ser asi dejare de llamarlo apostol y tal ves le diga pastor o eso tambien te molestaria. ¿Que hace un apostol?.
Los demonios creen que Jesus es el hijo de Dios sin embargo aun asi se le oponen, claro sin mucho efecto en su opocision pues Jesus es muy superior a ellos, por eso su solo nombre los hace temblar. Creen que existe solamente pero nada mas y con ese creer no se salva nadie pues eso no es el creer con conviccion de fe.


A MI ME EXTRAÑA MUCHISIMO, QUE TU TE ATREVAS LLAMARLE A EL PASTOR ROGERS, ALGO QUE EL MISMO NO SE DICE.

Es ir mas alla de lo que Dios le ha dado a El. Yo escucho mucho al pastor Adrian Rogers y NUNCA, NUNCA SE HA LLAMADO APOSTOL, PORQUE NO HA SENTIDO DE DIOS QUE SEA UN APOSTOL.

Que tu lo llames apostol, no lo hace apostol, y el mismos, JAMAS SE HA LLAMADO ASI Y NI LO HARA, PORQUE ES UN SIERVO HUMILDE DE DIOS.

Su programa EL AMOR QUE VALE, alcance a millones de vidas.

No lo llames algo que El mismo no hace.

gracias

www.cog7.org
Iglesia de Dios (7mo. dia)
 
Re: Vivimos en los ultimos días

APORTANDO A ESTE TEMA:

Yo creo que ya estamos en los ultimos días. Jesús viene pronto a establecer el Reino de Dios en la tierra y esto no debe ser motivo de temor, de angustiarnos o de afanarnos por como se desarrollaran los eventos finales.

Mas bien debe ser momento de alegrarnos, de levantar nuestras cabezas, de mirar con plena confianza el retorno de Jesus a ala tierra a establecer el Reino de Dios.

Cuando comienza la era final previo a la Segunda Venida, es cuando mas debemos alimentar nuestra amistad con Jesus. Sabiendo que si amamos a Cristo, si le hemos entregado a El nuestro amor, corazon, pensamientos y pensamos a diario en El, y leemos su palabra y confiamos en sus promesas, NO HAY NADA QUE TEMER AL FUTURO, NO HAY NADA QUE TEMER AL FIN DE ESTOS TIEMPOS.

A medida que yo voy conociendo a Cristo, mas quiero que ya regrese, mas deseo que todo esto culmine y el aparezca, hermoso, brillante, radiante de luz y sonriente a encontrarse con nosotros. Miro los ultimos dias con gran esperanza, con mucho optimismo, PRONTO ME ENCONTRARE CON EL AMADO DE MI ALMA, CON EL QUE SE HIZO POBRE PARA QUE YO SEA ENRIQUECIDO, EL QUE SE HIZO MALDICION PARA QUE YO TENGA BENDICION, EL QUE SE HIZO SUFRIMIENTO PARA LLEVAR MI SUFRIMIENTO, EL QUE TOMO TODO LO NEGATIVO DE LA VIDA PARA QUE YO LA VIVA EN ABUNDANCIA Y VICTORIA.

Miremos al futuro confiados, con animo. PRONTO JESUS VIENE A ESTAR CON NOSOTROS, ESO SI ES ESPERANZA!!!

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Re: Vivimos en los ultimos días

A MI ME EXTRAÑA MUCHISIMO, QUE TU TE ATREVAS LLAMARLE A EL PASTOR ROGERS, ALGO QUE EL MISMO NO SE DICE.

Es ir mas alla de lo que Dios le ha dado a El. Yo escucho mucho al pastor Adrian Rogers y NUNCA, NUNCA SE HA LLAMADO APOSTOL, PORQUE NO HA SENTIDO DE DIOS QUE SEA UN APOSTOL.

Que tu lo llames apostol, no lo hace apostol, y el mismos, JAMAS SE HA LLAMADO ASI Y NI LO HARA, PORQUE ES UN SIERVO HUMILDE DE DIOS.

Su programa EL AMOR QUE VALE, alcance a millones de vidas.

No lo llames algo que El mismo no hace.

gracias

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Disculpame pero realmente no te entiendo, si reconoces la buena labor del pasto Rogers, porque te molesta que lo llame Apostol simplemente porque el es humilde y no anda llamandose apostol asi mismo, sabes es que el asunto esta en que se tiene ciertas tendencias Fariceistas, por que tanto legalismo si el señor no dijo que fuese pecado ser Apostol, es mas se sabe que el lider de la iglesia es el Apostol bajo el mando de Jesus, despues vienen los otros miembros, para mi no se para ti el si merece ser considerado como un Apostol, el pastor Rogers, recuerda que la iglesia verdadera es Apostolica, los otros apellidos se los inventaron despues. Pero si te molesta que lo considere apostol aunque el realise una gran labor apostolica y aunque asta donde yo se Jesus no condena el hecho de una iglesia Apostolica sin el apellidoa inventado por los hombres, pues seguire llamandolo pastor Adrian Rogers. Pero te aconsejo que no seas tan legalista pues te puede pesar la carga y tal ves no llegues a terminar la carrera. Dios te bendiga y que el reino venga pronto.