Re: Homoxesualismo
Muchas gracias por sus esfuerzos a la hora de educar a la gente según la Ley de Dios. He aprendido
muchísimo y, siempre que puedo, intento compartir esos conocimientos con los que me
rodean. Cuando alguien se empeña en defender la forma de vida de los homosexuales, yo me limito a
recordarle a esa persona que en Levítico 18, 22 se afirma claramente que la homosexualidad es una
abominación. Fin del debate. Sin embargo, necesito que me dé algunos consejos en cuanto a algunas
leyes concretas y lo que debo hacer para respetarlas.
a) Cuando procedo a inmolar una res en el altar, a modo de ofrenda, sé que produce un agradable olor
para el Señor (Levítico 1, 9), pero el problema son mis vecinos. Aseguran que a ellos el olor no les resulta
agradable. ¿Acaso debo lincharles?
b) Me gustaría vender a mi hija por sierva, tal y como se me autoriza en Éxodo 21, 7. Teniendo en cuenta
los tiempos que corren, ¿qué precio cree usted que debería pedir por ella?
c) Sé que no se me permite tocar a una mujer mientras ella se encuentre en su período de impureza
menstrual (Levítico 15, 19-24). El problema es... ¿cómo lo sé? He probado a preguntar, pero la mayoría
de las mujeres se sienten ofendidas.
d) En Levítico 25, 44 se dice que tengo derecho a poseer esclavos, sean hombres o mujeres, siempre y
cuando procedan de países vecinos. Tengo un amigo que dice que esas palabras se aplican a los mejicanos,
pero no a los canadienses. ¿Podría usted aclararme ese punto? ¿Por qué no se me permite poseer
esclavos canadienses?
e) Tengo un vecino que se empeña en trabajar el séptimo día. Según se dice claramente en Éxodo 35, 2,
debe ser castigado con la muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarle con mis propias manos?
f) Un amigo mío dice que aunque comer marisco es una abominación (Levítico 11, 10) no es tan abominable
como la homosexualidad. Yo no estoy de acuerdo con él. ¿Puede ofrecerme alguna solución?
g) En Levítico 21, 20 se dice que no debo acercarme al altar del Señor si tengo un defecto en la vista.
Reconozco que necesito gafas para leer. ¿Mi visión ha de ser perfecta o es una cuestión más o menos
flexible?
h) La mayoría de mis amigos del sexo masculino se cortan el pelo, incluido el de la barba, aunque eso
está estrictamente prohibido según Levítico 19, 27. ¿Qué clase de muerte merecen?
i) He leído en Levítico 11, 6-8 que si toco la piel de un cadáver de cerdo me volveré inmundo, pero...
¿puedo seguir jugando a fútbol americano si me pongo guantes de lana?
j) Mi tío tiene una granja. Incumple Levítico 19, 19 porque siembra en un mismo campo simiente de dos
especies. Además, su mujer lleva prendas de vestir hechas de dos tipos de hilo (algodón/poliéster). Mi tío
tiene tendencia a blasfemar y maldecir mucho. ¿Es absolutamente necesario que nos tomemos la molestia
de reunir a todo el pueblo para lapidarlos? (Levítico 24, 10-16). ¿No podríamos quemarlos en una
ceremonia íntima y familiar, como hacemos con la gente que se acuesta con sus parientes políticos?
(Levítico 20, 14).
Sé que usted ha analizado estas cuestiones a fondo, así que estoy seguro de que podrá ayudarme. Gracias
una vez más por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable.
Su devoto discípulo y fan incondicional.
¿Es la práctica de la homosexualidad un pecado? Está en la Biblia, Levítico 18:22, "No te echarás con varón como con mujer; es abominación".
Muchas gracias por sus esfuerzos a la hora de educar a la gente según la Ley de Dios. He aprendido
muchísimo y, siempre que puedo, intento compartir esos conocimientos con los que me
rodean. Cuando alguien se empeña en defender la forma de vida de los homosexuales, yo me limito a
recordarle a esa persona que en Levítico 18, 22 se afirma claramente que la homosexualidad es una
abominación. Fin del debate. Sin embargo, necesito que me dé algunos consejos en cuanto a algunas
leyes concretas y lo que debo hacer para respetarlas.
a) Cuando procedo a inmolar una res en el altar, a modo de ofrenda, sé que produce un agradable olor
para el Señor (Levítico 1, 9), pero el problema son mis vecinos. Aseguran que a ellos el olor no les resulta
agradable. ¿Acaso debo lincharles?
b) Me gustaría vender a mi hija por sierva, tal y como se me autoriza en Éxodo 21, 7. Teniendo en cuenta
los tiempos que corren, ¿qué precio cree usted que debería pedir por ella?
c) Sé que no se me permite tocar a una mujer mientras ella se encuentre en su período de impureza
menstrual (Levítico 15, 19-24). El problema es... ¿cómo lo sé? He probado a preguntar, pero la mayoría
de las mujeres se sienten ofendidas.
d) En Levítico 25, 44 se dice que tengo derecho a poseer esclavos, sean hombres o mujeres, siempre y
cuando procedan de países vecinos. Tengo un amigo que dice que esas palabras se aplican a los mejicanos,
pero no a los canadienses. ¿Podría usted aclararme ese punto? ¿Por qué no se me permite poseer
esclavos canadienses?
e) Tengo un vecino que se empeña en trabajar el séptimo día. Según se dice claramente en Éxodo 35, 2,
debe ser castigado con la muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarle con mis propias manos?
f) Un amigo mío dice que aunque comer marisco es una abominación (Levítico 11, 10) no es tan abominable
como la homosexualidad. Yo no estoy de acuerdo con él. ¿Puede ofrecerme alguna solución?
g) En Levítico 21, 20 se dice que no debo acercarme al altar del Señor si tengo un defecto en la vista.
Reconozco que necesito gafas para leer. ¿Mi visión ha de ser perfecta o es una cuestión más o menos
flexible?
h) La mayoría de mis amigos del sexo masculino se cortan el pelo, incluido el de la barba, aunque eso
está estrictamente prohibido según Levítico 19, 27. ¿Qué clase de muerte merecen?
i) He leído en Levítico 11, 6-8 que si toco la piel de un cadáver de cerdo me volveré inmundo, pero...
¿puedo seguir jugando a fútbol americano si me pongo guantes de lana?
j) Mi tío tiene una granja. Incumple Levítico 19, 19 porque siembra en un mismo campo simiente de dos
especies. Además, su mujer lleva prendas de vestir hechas de dos tipos de hilo (algodón/poliéster). Mi tío
tiene tendencia a blasfemar y maldecir mucho. ¿Es absolutamente necesario que nos tomemos la molestia
de reunir a todo el pueblo para lapidarlos? (Levítico 24, 10-16). ¿No podríamos quemarlos en una
ceremonia íntima y familiar, como hacemos con la gente que se acuesta con sus parientes políticos?
(Levítico 20, 14).
Sé que usted ha analizado estas cuestiones a fondo, así que estoy seguro de que podrá ayudarme. Gracias
una vez más por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable.
Su devoto discípulo y fan incondicional.