1 Bautismo en Arrepentimiento
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras de mí, más poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
(Mat 3:11)
El bautismo en arrepentimiento se presenta al momento de nuestra salvación por medio del Espíritu Santo que nos convence de nuestros pecados y nos lleva a arrepentirnos para aceptar a Cristo. Todo cristiano pasó por este bautismo, todos sabemos que es el Espíritu Santo quien nos convence para creer en nuestro Señor.
Por eso pues, ahora, dice el SEÑOR, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y llanto.
(Joe 2:12)
Básicamente es reconocer nuestra situación como pecadores, es un misterio grande que todos experimentamos y que nos quebranta, es algo que no puede venir de nuestra carne sino del Espíritu Santo.
Debemos arrepentirnos cada día de nuestros pecados, para ir muriendo a nosotros mismos.
El propósito del Bautismo en Arrepentimiento es preparar un lugar para Dios en nuestros corazones
El SEÑOR dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra, estrado de mis pies; ¿dónde quedará esta Casa que me habréis edificado, y dónde quedará este lugar de mi reposo?
(Isa 66:1)
Por medio de este bautismo nos identificamos con la Santidad de Dios, recibimos un cambio en la perspectiva y de corazón por arrepentimiento, y recibimos un corazón humilde, contrito y preparado para Cristo.
Haced pues frutos dignos de arrepentimiento,
(Mat 3:8)
Voz que clama en el desierto; barred camino al SEÑOR, enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y todo monte y collado bájese; y lo torcido se enderece; y lo áspero se allane. Y la gloria del SEÑOR se manifestará; y toda carne juntamente la verá; porque la boca del SEÑOR habló.
(Isa 40:3-5)
Juan el Bautista hizo un llamado al arrepentimiento, pues el arrepentimiento es el primer paso para llegar a Dios.
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito , para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.
(Isa 57:15)
Así que, cualquiera que se abajare como este niño, éste es el mayor en el Reino de los cielos.
(Mat 18:4)
Humillaos delante de la presencia del Señor, y él os ensalzará.
(Jas 4:10)
El bautismo en arrepentimiento es la primera experiencia que tenemos de escuchar a Dios y responderle.
Mi mano hizo todas estas cosas, y por ella todas estas cosas fueron, dijo el SEÑOR; a aquél pues miraré que es pobre y abatido de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
(Isa 66:2)
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.
(Psa 139:23-24)
Muchas personas escuchan un sermón y se animan a hacer la confesión de fe, pero sólo algunas han sido bautizadas en arrepentimiento.