No quiero ni pensar qué hubiese pasado si el discernimiento del canon hubiese estado en manos de las iglesias evangélicas. Todavía estaríamos discutiendo si los evangelios son cuatro, o cinco, o diez, o quince, o veinte.
El canon del Concilio de Cártago se mantiene fijo despues de 2.000 años, porque fue una decisión asistida por el Espiritu Santo. Lo propio del Espiritu Santo es la unidad en torno a la verdad. La unidad viene del Espíritu, la confusión viene de la carne.
A mí ni siquiera apaleandome me convencen que la confusión doctrinal de los evangélicos proviene del Espíritu Santo. Eso es imposible de creer.
Yo la verdad leyendo estos foros he aprendido más que leyendo los libros de teología. En particular, me he convencido más que la asistencia del Espíritu Santo para guiarnos a la verdad completa no es una asistencia personal a cada cristiano por separado, sino una asistencia sobre la Iglesia y especialmente sobre los pastores encargados de guiar a los fieles. Viendo la unidad de la enseñanza de los pastores en los Concilios, y viendo la diversidad de opiniones de los evangélicos sobre un mismo tema, me convenzco absolutamente de esto.