Re: A los Cerebros del Foro:
Hay hombres que son amadores de sí mismos. Son idólatras, y el principal fetiche en su idolatría son ellos mismos. Ellos tienen un altar en su corazón donde se inclinan ante su propia figura. ¿Cónoce algunos en este foro? Sí pero no daré sus nombres, ellos saben quienes son.
NOTA PREVIA: Debiste escribir, para evitar se considere peyorativa tu frase: "Hay hombres Y MUJERES que son.... etc." Si no, todas nos las ligamos nosotros, los varones.
Querida Sharon, a lo mejor yo soy (o no) uno de esos cerebritos que dices tú. Todo tema es válido, este también, tanto el A.T. como el Señor en los Evangelios, como Pablo en sus epístolas, ha combatido no solamente la sabiduría de este mundo (obviamente, no la ciencia en sí, sino la que no tiene en cuenta a Dios), sino también a los falsos maestros dentro de la Iglesia, y a los que se creen con gran conocimiento, a quienes les advierte que el conocimiento envanece y el amor edifica. Pero también es evidente que no se refiere a TODO tipo de conocimiento, al contrario, él es el que mas nos anima a crecer en el conocimiento de Cristo, sabiduría de Dios, y lo mismo dice Pedro, que crezcamos en el conocimiento de Dios y de Cristo.
Lo que pasa es que puede haber un tipo de crecimiento meramente intelectual mediante el cual la persona se considera teóloga o muy profunda en el conocimiento religioso, místico, bíblico, etc. Y hay otro conocimiento, mucho más modesto si se quiere, que tiene la capacidad de estar atento a las enseñanzas divinas en su Palabra o mediante los dones dados por Dios (los "maestros" de Efesios 4), para ir corrigiendo nuestro saber, con docilidad, a punto tal que puedo confesar al menos en mi caso, que ha habido con el tiempo giros de 180 grados en modos de pensar, con relación a como veía las cosas cuando conocí el evangelio hace 50 años.
Sin embargo, aceptado todo esto, a mí me hizo mucho, pero mucho más daño en mi historia de vida cristiana, la influencia de los IGNORANTES que creen que saben, que de los "preparados" en las cosas bíblicas. Nada hay más difícil que debatir con un INDOCTO con ínfulas, que se transforma en un absoluto FANÁTICO.
Al revés, nada hace más humilde a la persona que el avance en el conocimiento, porque a medida que profundiza se vá dando cuenta de que el famoso "sólo sé que no sé nada" no andaba muy descaminado.
A mi modesto parecer, si uno tiene bien claras las cosas fundamentales de la Fe, y una relación con Dios honesta y sumisa, nunca le vá a hacer mal aumentar el conocimiento, naturalmente, siempre dirigido con el propósito de glorificar a Dios, o de servirle, y no de que sea un mero fin en si mismo o tenga objetivos exhibicionistas.
En este tren de ideas, me resultó muy valioso un libro de un pastor pentecostal radicado por muchos años en Latinoamérica, que escribió no hace mucho un libro titulado "Evangelio Completo para Mentes Incompletas", donde deploraba profundamente como el grueso de los fieles de su denominación se guiaban más por sentires, revelaciones personales, emocionalismos, que por un estudio serio y sistemático de la Palabra de Dios. Yo no soy de raíz pentecostal, pero por cierto que es un libro escrito con mucho amor, respeto y seriedad, y confirma en cierto modo lo que vengo diciendo: Por favor, no sea cosa que por atacar a los intelectuales terminemos rindiendo culto a la ignorancia. De última, los "grandes hombres" de la historia de la Iglesia, y que, precisamente, hicieron historia y modificaron el curso de la misma y de la teología, fueron eminencias intelectuales, al margen del juicio que a Dios le merezca cada uno o el más humildes, ignorante o fanático de su amada grey. Y si no, pensemos en los Padres de la Iglesia, entre ellos Agustin de Hipona, pensemos en Calvino, Lutero, y luego toda la pléyade de grandes filósofos y pensadores cristianos modernos y contemporáneos.
Yo particularmente he sido profusamente bendecido e iluminado con los escritos de estos MAESTROS dados como dones por Cristo a la iglesia, como cité recién de Efesios 4, dones que son para la edificación del cuerpo de Cristo, para que todos lleguemos a la unidad de la fe, a la medida del Señor, para crecer hasta transformarse en un verdadero templo para su honra y gloria.
Bendiciones....