Difiero mucho del pensamiento de W Grudem y del tuyo en el sentido de que ambos pasan por alto algo muy importante.
¿Donde se pagó la paga de nuestro pecado?
Obviamente en la cruz se efectuó un castigo corporal tremendo, pero luego ¿donde deberiamos haber ido a dar los pecadores por el precio de nuestros pecados?
Entonces una vez cargado el Señor de todos nuestros pecados ¿donde se expió ante la justicia divina de estos pecado?
¿En el paraiso o en el horno de fuego?
¿Dónde se descontaminó de tal inmundicia que cargó voluntariamente sobre Él?
Jesús pudo cargar con la ira de Dios en contra de nuestro pecado y hacerlo hasta el final, en la cruz Jesús expió nuestros pecados y el Padre quedó satisfecho con el sacrifició en la cruz.
Isaías dice:
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchoa, y llevara las iniquidades.(Isaias 53:11)
Cuando Jesús supo que había pagado todo el castigo de nuestros pecados, dijo:Todo se ha cumplido o consumado es.
Entonces no se consumo en la cruz TODO?
Los sufrimientos que Cristo vivó, llegaron al final en la cruz, demostró que habia llevado sobre sí la ira de Dios en contra del pecado y que no quedaba más castigo que hubiera que pagar.
El grito de

adre, en tus manos encomiendo mi espíritu(Lucas 23:46), sugiere que Cristo esperaba el fin inmediato de su sufrimiento y alejamiento, y el recibimiento de su espíritu en el cielo por Dios el Padre(notese el grito similar de Esteban en Hechos 7:59).
Esto indica que Cristo experimentó en su muerte las mismas cosas que los creyentes experimentan en ese tiempo cuando mueren: Su cuerpo muerto permaneció en la tierra y fue enterrado(como el nuestro lo será), pero su espiritú pasó inmediatamente a la presencia de Dios en el cielo(como el nuestro lo hará). Así pues, para la Resurrección, el espíritu de Cristo se volvió a juntar con su cuerpo y se levantó de la tumba, de la misma manera que los cristianos que han muerto se volverán a unir con sus cuerpos(cuando Cristo regrese) y se levantarán a una nueva vida en sus cuerpos perfectos de resurrección.
Nuestro Salvador pasó por la muerte, así como nosotros lo haremos. Él preparo el camino, incluso lo ha santificado, y nosotros le seguiremos con la confianza en cada paso de ese camino. Este es un consuelo muy superior en cuanto a la muerte que el que jamás podría recibir por cualquier idea de que descendió al infierno.
La ira de Dios, que era el pago a los pecadores, Cristo la pagó en la Cruz del calvario, en ningún otro lugar más y es lo que la Palabra de Dios sostiene.
Saludos.
Apoyado el T.S. Wayne Grudem