Arturo,
Continuo con mis respuestas a los señalamientos y cuestionamientos que me hace, espero que usted haga lo mismo con los que le he dejado yo en los aportes que ya le he referido varias veces.
Y como veo que le gustan mucho los personalismos y en sus aportes dedica muchas líneas a las referencias y juicios personales, y aún a pesar de que le he pedido que se centre en los argumentos y las ideas y no en mi persona usted insiste en ello, voy a responderle también a eso, esperando le sea de algún provecho y no tengamos que regresar de nuevo al mismo asunto.
No Arturo, no se equivoque, yo no he hecho a la Biblia mi Dios pues tengo muy en claro quien es mi Dios y Rey (a quien sirvo y amo), así como tengo también bien claro que Él fue el que inspiró a los escritores de los textos bíblicos con el fin de revelarse y darse a conocer al hombre, dandole instrucción por medio de ellos (de los textos bíblicos) y así capacitar y preparar a los que son Suyos.
"Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas" (Romanos 15:4)
"Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra" (2 Timoteo 3:16-17)
Así que, entiendalo, en este asunto no hay nada de
'bibliolatría' ni de
'deificación' de la Biblia.
Espero lo quede claro y ya no vuelva a lo mismo. Y si lo va a hacer y quiere que discutamos sobre ello, pues digamelo, y comience por responder a lo que le pregunté (
en este aporte) cuando se refirió a ello por primera vez en este asunto.
Mis argumentos en ese tema buscan mostrar que hay una explicación que resuelve y aclara la discrepancia en la narración del asunto de la compra del terreno llamado
"campo de sangre" y en cuanto a la forma en que murió Judas. No espero que esté de acuerdo conmigo, simplemente expongo mis argumentos para sostener lo que sostengo, si usted considera que no son correctos, vaya y refutelos, pero no venga a decir que por ello yo hago de la Biblia mi Dios, porque no es así.
No, disculpeme, no tiraré por tierra a nadie, simplemente estoy señalando lo que dice la Escritura respecto a quién dió el mandamiento de matar a las mujeres y a los niños, que fue Moisés.
Mi norma es lo que dice la propia Escritura, y en este caso es muy claro que quien dió el mandato fue Moisés, así como también es claro que no hay un sólo texto que diga que esa misma orden haya sido dada por Dios antes. Si usted considera que eso no es cierto o es equivocado, muestre el texto donde se vea que Dios fue el que dió tal orden a Moisés o a Eleazar o al pueblo de Israel.
Eso es correcto, esa fue la orden que Dios le dió a Moisés, pero en ese texto nada dice respecto a quién matar y a quien no ¿O si? Y el mandato de que tiene que ver con eso fue posterior y hecho pór Moisíes, de acuerdo al mismo texto (vv.15-17):
Y díjoles Moisés: '¿Todas las mujeres habéis reservado?
He aquí ellas fueron á los hijos de Israel, por consejo de Balaam, para causar prevaricación contra Jehová en el negocio de Peor; por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová. Matad pues ahora todos los varones entre los niños: matad también toda mujer que haya conocido varón carnalmente"
Perdón, eso no es lo que refieren las Escrituras pues algunas veces Moisés no hizo las cosas como Dios le había mandado, y ello le costó, nada más y nada menos, la entrada a la tierra prometida.
Además, hay mandamientos que dió Moisés que Dios no había dado, haciendolo a causa de la actitud del pueblo de Israel, y de ello hace referencia el propio Jesús
(Mateo 19:1-8):
"Díceles: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar á vuestras mujeres: mas al principio no fué así"
Además, vemos aquí que el pueblo actuó por su cuenta en relación a las mujeres y niños y niñas de los madianitas hasta que Moisés les indicó lo que tenían que hacer (y esto tampoco es nuevo pues era una actitud constante del pueblo de Israel, el actuar por su propia cuenta y aún en desobediencia a Dios, algo por lo que sufrió las consecuencias), explicando las razones para indicar la muerte de las mujeres, pero sin dar razones para la muerte de los niños ni para dejar vivas a las niñas. Pero podemos basarnos en las costumbres de la época para buscar dar respuesta a ello pero como la Biblia no lo refiere, serán suposiciones.
Eso es lo que se lee en el pasaje.
Eso es verdad, Dios no le recrimina a Moisés la orden que dió (así como tampoco le recriminó respecto a la carta de divorcio), y da instrucciones para repartir el botín, mismas que siguieron Moisés y Eleazar tal cual Dios les había dicho que hicieran (es decir, que repartieran el botín). Sin embargo, esto no prueba ni muestra que Dios diera la otra orden, y sigue sin haber un versículo que muestre lo contrarío.
Ahora, para entender todos estos acontecimientos debemos atender no sólo al contexto inmediato (que es lo que hasta ahora se ha hecho) sino también al contexto general, es decir, a la historia de lo ocurrido entre Moab e Israel, y al comportamiento que había tenido el pueblo de Isarel y el propio Moisiés ante otros madatos de Dios. Además de que debemos estar concientes que las personas de las que habla la Biblia vivían en situaciones sociales concretas. Eran personas de su tiempo, con las limitaciones culturales y los errores propios de su tiempo; y Dios, al revelarse a través de ellos, no les quita su humanidad. Muchos de ellos, gracias al Espíritu Santo, lograron ir contra la corriente;
pero solamente Jesús pudo superar totalmente las actitudes y prejuicios de su tiempo. Las limitaciones de la cultura son el riesgo que tomó Dios al revelarse dentro de situaciones humanas concretas. En medio del mundo de caos y muerte que rodeaba a los hombres de aquella época, Dios se reveló; pero, mientras este proceso no terminara, existía la posibilidad de distorsiones y malas entendimiento de Su voluntad (lo que sin duda ocurrió y quedó registrado en la porpia Escritura) como consecuencia de trabajar con seres humanos. La revelación de Dios en medio de estas sociedades resulta en una transformación de la sociedad; pero éste
es un proceso gradual, por el hecho de trabajar con seres humanos que podían tomar decisiones respecto a lo que Dios mandaba
(Deuteronomio 30:15; Jerempías 21:8), para su prejuicio o beneficio, asumiendo las consuecuncias de su elección.
Así es, las mujeres menores que no había conocido varón fueron reservadas para ser empeladas como siervas o (y no necesariamente), si así lo decidían los israelitas, para ser tomadas oportunamente como mujeres.
Gracias por la aclaración, he investigado y he podido ver en qué versión de la Biblia se emplea esta traducción (Biblia de Jerusalén).
Todo esta pseudo-argumentación está de sobra Arturo, si usted considera que lo que estoy señalando es equivocado, demuestrelo y ya, no tiene que recurrir a la descalificación, que dicho sea de paso, es un recurso fácil, empleado con aquellos que carecen de verdaderos argumentos o que simplemente no se interesan en un análisis serio de las cosas sino que buscan, a como de lugar, que su opinión prevalesca.
A ver Arturo, ¿Por qué cambia lo que yo he dicho? En ninguna parte de mi escrito hablo de
'niñas recien nacidas'. Si va a señalar algo, por favor hagalo sobre lo que yo escribí y no sobre otra cosa.
Si revisa usted el texto verá que, textualmente, refiere a mujeres pequeñas, niñas, infantes, y no a meramente jovenes virgenes, o virgenes a secas.
Revise el texto, y cuando lo haga, hablamos.
El pasaje no especifica porque Moisés da esa orden, aunque podemos acernos suposiciones respecto a sus motivos revisando la historia de Isarel con Moab hasta entonces, y considerando también los posibles motivos por lo que el pueblo de Isarel había decidido quedarse con todas las mujeres.
Respecto a su primer razón "obvia", es necesario que usted presente la base de ella.
Sobre la segunda, y considerando las costumbres de la época, había formas de identificar a las virgenes sin recurrir a lo que usted pretende asegurar se hizo. Y en todo caso, otra manera era el preguntar. Pero se que usted seguirá teniendo en mente el método que expuso, y es que, como dice la propia escritura, de lo que hay en el corazón habla la boca.
No, mi estaimado, aquí no hay ninguna defensa de
'la mentira', sino que estoy explicando lo que yo encuentro en el pasaje que usted está cuestionando, nada más.
Ahora bien, y nuevamente se lo digo, si usted considera que lo que digo está equivocado o es mentira, demuestrelo, y no se quede sólo en las descalificaciones.
Deje de conjeturar respecto a lo que Jesús me diría y, de forma directa, digame lo que usted me quiere decir y no se ande por la ramas.
No se equivoque Arturo, Jesús no habló contra las Escrituras sino contra las enseñanzas de los que se decían conocerlas, ignorando el Espíritu de las mismas y desconociendo a Su Autor, así como usted.
Jesús en muchas ocasiones usó, citó, utilizó, las Escrituras, y dijo que ellas dan testimonio de Él y que le daban a conocer. Así que, no se equivoque y mejor creale de verdad a Jesús para que usted pueda comprender las Escrituras, conocer a Su Autor, y pueda ser verdaderamente libre.
Atte.
Joaco <><