Hola a todos… Llevo un tiempo leyendo vuestras palabras y me he decidido a formar parte de vuestra comunidad, si me lo permitís y mi Señor todopoderoso también.
Posiblemente no tenga derecho a queja, puesto que Dios me ha regalado esta vida, pero es que ya no puedo más.
A la edad de 4años me adoptó una familia de Málaga, una gran suerte para muchos niños sin familia ni apoyo, pero yo no gocé de ella. Recibí maltrataros casi desde que me acogieron, viví un infierno en aquella casa, hasta que decidí buscar a mis verdaderos padres. Por desgracia mi padre había fallecido, pero si conocí a mi madre, la persona que me dio la vida y la que más daño me ha hecho en el mundo.
Sólo he recibido palizas, desprecios, humillaciones, insultos… y he sabido aferrarme a lo único que me quedaba, a Dios, pero últimamente tengo miedo… mi fe está flaqueando. Nunca nadie me ha dado un mísero abrazo, no he tenido amigas puesto que mi familia adoptiva me obligaba a trabajar casi las 24 horas del día. No conozco el amor en pareja, aunque esto último quizás lo he buscado yo misma, ya que siempre he querido ser monja.
Ahora estoy viviendo sola, de alquiler y trabajando día y noche… no tengo apoyo moral, me cuesta hacer amistades, etc. Todo esto ha provocado que a veces tire la toalla, y es entonces cuando mi fe se tambalea, ya no tengo sueños, ya nose lo que quiero, casi no tengo vida…
Necesito de vuestras palabras hermanos.
Que Dios os acoja en su seno.
Posiblemente no tenga derecho a queja, puesto que Dios me ha regalado esta vida, pero es que ya no puedo más.
A la edad de 4años me adoptó una familia de Málaga, una gran suerte para muchos niños sin familia ni apoyo, pero yo no gocé de ella. Recibí maltrataros casi desde que me acogieron, viví un infierno en aquella casa, hasta que decidí buscar a mis verdaderos padres. Por desgracia mi padre había fallecido, pero si conocí a mi madre, la persona que me dio la vida y la que más daño me ha hecho en el mundo.
Sólo he recibido palizas, desprecios, humillaciones, insultos… y he sabido aferrarme a lo único que me quedaba, a Dios, pero últimamente tengo miedo… mi fe está flaqueando. Nunca nadie me ha dado un mísero abrazo, no he tenido amigas puesto que mi familia adoptiva me obligaba a trabajar casi las 24 horas del día. No conozco el amor en pareja, aunque esto último quizás lo he buscado yo misma, ya que siempre he querido ser monja.
Ahora estoy viviendo sola, de alquiler y trabajando día y noche… no tengo apoyo moral, me cuesta hacer amistades, etc. Todo esto ha provocado que a veces tire la toalla, y es entonces cuando mi fe se tambalea, ya no tengo sueños, ya nose lo que quiero, casi no tengo vida…
Necesito de vuestras palabras hermanos.
Que Dios os acoja en su seno.