El compromiso político del creyente

Re: El compromiso político del creyente

Vivimos en un sistema política maligno.

Ocurrió hace unos nueve años, en plena primavera. Todavía vivíamos en Madrid. Todavía éramos evangélicos. Mi hijo mayor iba al colegio evangélico “El Porvenir”, cerca de Cuatro Caminos. De casa al colegio había unos veinte minutos andando. Como hacía buen tiempo, muchos días se venía a casa él solo. Pero ese día decidí salir a su encuentro. Una vez que tomé la calle de Bravo Murillo le vi venir a lo lejos. Y cuál no sería mi sorpresa cuando me percaté de que tenía un cigarrillo encendido en sus manos. En seguida se lo llevó a los labios y le dio una calada. No me lo pensé dos veces. Me acerqué hacia él y le solté un guantazo. Mientras estaba preguntándole cómo era posible que con diez años estuviera fumando se me acercó una pareja de guardias municipales. Me separaron del niño y me preguntaron qué pasaba. Tras explicarles lo sucedido, decidieron llevarnos a los dos al centro de salud más cercano. Allí un médico examinó al niño mientras otro me hacía preguntas. Yo les dije: ¿es que un padre no tiene derecho a soltarle un sopapo a su hijo de diez años al verle fumar? Entonces me explicaron que había mucha sensibilidad por el tema de los malos tratos y que tal, que cual. Una vez que constataron que la criatura no tenía señales de golpes ni malos tratos, nos dejaron volver a casa. El crío se asustó bastante más por lo que hizo de la policía que por el cachete que le había dado su padre. Y yo me quedé dando gracias a Dios de que no tenía ninguno de los moratones que a veces tienen los niños por jugar al fútbol o a los indios. De haberle encontrado algo, me temo que aquello habría acabado muy mal.

La verdad es que en pocas ocasiones he puesto la mano encima a mis hijos. Ni me gusta ni me ha hecho falta para conseguir que me obedezcan. De hecho, estoy convencido de que he sido demasiado blando en momentos en que debí haber sido más “enérgico”, sobre todo con mi primogénito. Soy de los que piensan que es bueno explicar a los niños el porqué se les pide que hagan o dejen de hacer tal o cual cosa, pero es aún mejor conseguir que entiendan que han de obedecer tanto si te entienden como si no. El “haces esto porque sí” no es un recurso del que convenga abusar, pero a veces hay que recurrir al mismo cuando las criaturas se obcecan en sus justificaciones para no obedecer. Los niños siempre te están probando para ver hasta dónde pueden llegar. Y si saben donde están los límites, aprenderán a respetarlos.

El caso es que, tanto si me he equivocado como si no, la responsabilidad de educar a mis hijos ha sido mía. Y de mi esposa, por supuesto, pero permítaseme seguir hablando en primera persona. Soy yo quien decido si es o no oportuno usar de un muy moderado castigo físico para disciplinar a mis hijos. Soy yo quien decido si es mejor el castigo, el tirón de orejas o el cachete en el culo. Soy yo el padre. Y aunque entiendo que el Estado debe de impedir que yo maltrate a palos a mis hijos, no tengo porqué consentirle que me diga que no tengo derecho a hacerles lo que mis padres hicieron conmigo cuando lo creyeron oportunos. Ahora que el parlamento español ha decidido prohibir el “cachete paterno”, yo le digo a ese parlamento: ¿quién te ha dado a ti autoridad para decidir por mí sobre la educación de mis hijos? ¿quiénes son ustedes, señores parlamentarios, para decidir si es o no bueno educar a mis hijos de la misma manera en que mi padre me educó a mí? ¿quiénes se creen que son ustedes? ¿de qué van? ¿a qué juegan? ¿qué es lo que buscan? Ustedes me habrían permitido matar a mis hijos antes de nacer, ¿y me van a prohibir darles una torta cuando lo estime oportuno? ¿pero qué tipo de sistema político es éste, en el que el Estado se arroga algo que por ley natural corresponde a los padres? ¿a qué gulaj nos quieren conducir?

Insisto en que encuentro lógico que se eviten los malos tratos. No seré yo el que diga que no hay que intervenir cuando un salvaje se lía a palos con sus hijos, rompiéndoles literalmente la crisma. Pero sí seré yo el que diga que si en España el Estado insiste en adoctrinar a mis hijos mediante la EpC y se mete en la forma en que ejerzo la disciplina con ellos, tendré que pensar en ir cambiando de país. Una nación que permite que se triture los cuerpos de niños abortados en clínicas de la muerte, que educa a los niños en valores éticos y morales contrarios a la fe de los padres y que impide a estos dar un capón al niño rebelde, no es una nación: es un campo de concentración en el que se experimenta con la sociedad como Menguele experimentaba con los pobres desdichados que caían en sus manos.

Yo creo que es hora de empezar a decir las cosas claras. Esto no es una democracia. O si la democracia es esto, maldita sea la democracia. La Iglesia, y los cristianos a una con ella, ha de alzar su voz de forma clara y rotunda. Esta partitocracia en la que vivimos desde la Transición es una trampa maligna. La derecha social vive secuestrada por una derecha política que no tiene valor para defender hasta el fin una serie de principios mínimos irrenunciables. Rajoy dijo el otro día que hay un consenso social prácticamente total sobre la actual ley del aborto, y que basta con hacer que se cumpla bien. Que nadie se lleve a engaño. Eso lo dice el presidente de un partido que en su día, estando en el gobierno aprobó la píldora abortiva. Lo dice el presidente del partido que gobierna en comunidades donde se trituran fetos humanos. Por tanto, una de dos: o los católicos de este país somos una panda de hipócritas y/o un rebaño narcotizado, o no tiene perdón de Dios que colaboremos con nuestro voto para que ese partido vuelva a gobernar. Porque aunque es obvio que el PSOE es peor, hace más daño el que pudiendo hacer el bien, hace el mal, que el que por su propia naturaleza sólo puede hacer el mal. Las dudas que yo tenía sobre si es lícito votar a este PP en base a la teoría del mal menor, se me han despejado al ver cómo está actuando en todo el asunto del aborto.

Y es que a mientras en España se asesine a uno de cada seis niños concebidos, la unidad del país o la evolución de la economía me importan un carajo. Y casi me importa otro carajo la negociación con la banda asesina que ha provocado en toda su historia tantas muertes como las que tienen lugar en el seno de las madres españolas durante una semana. Y otro carajo casi me importa el saber quién o quiénes provocaron un 11-M en los trenes de Madrid el mismo número de muertes que las que se produjeron ese mismo día en las clínicas abortivas de toda España. Y puedo seguir con la lista de carajos. El lector que me conoce sabe lo que quiero decir. No es que en realidad me importe un carajo todas esas cosas. Pero son casi la nada ante el clamor del millón largo de españoles que no han podido siquiera aspirar una bocanada de aire para gritar en contra de la mano que les ejecutaba a cambio de un dinero envilecido por su sangre inocente. Como católico me niego a participar en un sistema político que permite esto. Como padre me niego a aceptar que mis hijos sean educados en base a lo que dictaminen los siervos de la cultura de la muerte y los tibios cómplices del mal. Mi voto no irá a ningún partido que no tenga como sus principales planteamientos el acabar con el aborto, el impedir que la legislación anime a la ruptura familiar, el promover que los valores que brotan de las raíces cristianas de la civilización occidental sean alma mater de su acción política, etc. En otras palabras, o en mi circunscripción electoral hay un bien mayor al que votar, o votaré en blanco -o no votaré- el próximo 9 de marzo. Y eso sí, sepan los parlamentarios españoles que si mañana veo a mi otro hijo, que ahora tiene trece años, con un cigarillo encendido en la mano, primero me aseguraré de que no haya un policía cerca y luego le tiraré de las patillas hasta que suelte el pitillo, para a continuación explicarle las miles de razones que hay para no fumar.

Luis Fernando Pérez Bustamante

Fuente: http://www.coradcor.com/blog/

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En lo que comentas aqui tienes toda la razon del mundo y hasta es bueno que pase esto para que los cristianos se desengañen del hombre y sepan que el unico que salva es Dios y quien Dios nos ha dado, es decir, a Cristo y a traves de El, al Espiritu Santo y tenemos que tomar conciencia que nuestra lucha es espiritual y no contra personas y empezar a clamar de corazon a Dios para que intervenga porque la salvacion es de Dios.

Isaías 43:11

Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.

¿Hermanos en quien estais poniendo vuestra confianza?

Isaías 61:1

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me
ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los
abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a
publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de
la cárcel;

Isaías 61:2

a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el
día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los
enlutados;

Isaías 61:3

a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en
lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de
alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán
llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para
gloria suya.

Isaías 61:4

Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los
asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades
arruinadas, los escombros de muchas generaciones.


Dios esta buscando hombres integros y honestos que vivan en santidad por el Espiritu para manifestarse a traves de ellos. ¿Cuantos hay dispuestos? para ello hay que estar dispuestos a dar la vida a Dios incondicionalmente.

Ezequiel 22:30

Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se
pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra,
para que yo no la destruyese; y no lo hallé.

Isaías 59:16

Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera
quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su
misma justicia.


Que Dios tenga misericordia de España y no ocurra como leemos en los versiculos anteriores sino como en los que van a continuacion.

Isaías 6:6

Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano
un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;

Isaías 6:7

y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto
tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.

Isaías 6:8

Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién
enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo:
Heme aquí, envíame a mí.


Dios quiere santificar y enviar a sus hijos, como hizo con Jesus y con Isaias, pero deben estar dispuestos a vivir en santidad,

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: El compromiso político del creyente

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En lo que comentas aqui tienes toda la razon del mundo y hasta es bueno que pase esto para que los cristianos se desengañen del hombre y sepan que el unico que salva es Dios y quien Dios nos ha dado, es decir, a Cristo y a traves de El, al Espiritu Santo y tenemos que tomar conciencia que nuestra lucha es espiritual y no contra personas y empezar a clamar de corazon a Dios para que intervenga porque la salvacion es de Dios.

Isaías 43:11

Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.

¿Hermanos en quien estais poniendo vuestra confianza?

Isaías 61:1

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me
ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los
abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a
publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de
la cárcel;

Isaías 61:2

a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el
día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los
enlutados;

Isaías 61:3

a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en
lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de
alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán
llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para
gloria suya.

Isaías 61:4

Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los
asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades
arruinadas, los escombros de muchas generaciones.


Dios esta buscando hombres integros y honestos que vivan en santidad por el Espiritu para manifestarse a traves de ellos. ¿Cuantos hay dispuestos? para ello hay que estar dispuestos a dar la vida a Dios incondicionalmente.

Ezequiel 22:30

Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se
pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra,
para que yo no la destruyese; y no lo hallé.

Isaías 59:16

Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera
quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su
misma justicia.


Que Dios tenga misericordia de España y no ocurra como leemos en los versiculos anteriores sino como en los que van a continuacion.

Isaías 6:6

Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano
un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;

Isaías 6:7

y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto
tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.

Isaías 6:8

Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién
enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo:
Heme aquí, envíame a mí.


Dios quiere santificar y enviar a sus hijos, como hizo con Jesus y con Isaias, pero deben estar dispuestos a vivir en santidad,

Que Dios les bendiga a todos

Paz

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Ruego a los hermanos del foro que oren por España. Los politicos en este pais, especialmente el PSOE (que esta en el poder) y IU, se han propuesto acabar con el temor de Dios, en este pais, por decreto. LLevandonos a todo tipo de aberracion. Divorcio libre, aborto libre, matrimonio homosexual, adoctrinamiento de nuestros hijos por el Estado, etc.

Fijense en la hipocresia de esta gente que se escandalizan porque un padre pueda corregir con un cachete a su hijo y estan abogando por la liberacion total del aborto. Disciplinar es para ellos mas grave que asesinar. Esto solo es un detalle, pero a estas alturas ya es un aluvion de despropositos, y podemos ver claramente la mano del enemigo de Dios y de la humanidad detras de todo esto.

Efesios 6:12

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de
las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes.


Hermanos tomen conciencia que esto no son maquinaciones de hombres sino de demonios y les agardeceria que se acordasen de orar por España y que Dios se glorificase en este pais. No olviden que lo que dan se vuelve sobre ustedes multiplicado.

Lucas 6:38

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y
rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma
medida con que medís, os volverán a medir.


Les agradezco su apoyo de antemano, lo que hagan por nosotros lo estan haciendo por ustedes. ¿Les gustaria vivir en una sociedad como la que nos estan imponiendo aqui?

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: El compromiso político del creyente

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Ruego a los hermanos del foro que oren por España. Los politicos en este pais, especialmente el PSOE (que esta en el poder) y IU, se han propuesto acabar con el temor de Dios, en este pais, por decreto. LLevandonos a todo tipo de aberracion. Divorcio libre, aborto libre, matrimonio homosexual, adoctrinamiento de nuestros hijos por el Estado, etc.

Fijense en la hipocresia de esta gente que se escandalizan porque un padre pueda corregir con un cachete a su hijo y estan abogando por la liberacion total del aborto. Disciplinar es para ellos mas grave que asesinar. Esto solo es un detalle, pero a estas alturas ya es un aluvion de despropositos, y podemos ver claramente la mano del enemigo de Dios y de la humanidad detras de todo esto.

Efesios 6:12

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de
las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes.


Hermanos tomen conciencia que esto no son maquinaciones de hombres sino de demonios y les agardeceria que se acordasen de orar por España y que Dios se glorificase en este pais. No olviden que lo que dan se vuelve sobre ustedes multiplicado.

Lucas 6:38

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y
rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma
medida con que medís, os volverán a medir.


Les agradezco su apoyo de antemano, lo que hagan por nosotros lo estan haciendo por ustedes. ¿Les gustaria vivir en una sociedad como la que nos estan imponiendo aqui?

Que Dios les bendiga a todos

Paz

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Salmos 62:7

En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.

Salmos 62:8


Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah

Salmos 62:9

Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres,
Mentira los hijos de varón;
Pesándolos a todos igualmente en la balanza,
Serán menos que nada.


Tu ¡Oh Dios! eres mi seguro y confianza a ti clamo, no sea yo avergonzado porque en Ti he puesto mi confianza. Ten misericordia de España y no permitas que el mal y las tinieblas prevalezcan. En el Nombre de Jesus. Amen.

Salmos 62:5

Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.


Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: El compromiso político del creyente

Fuente: http://coradcor.com/cgi-bin/weblog_basic/index.php?p=63

Y, ¿qué es la familia cristiana?. Por Monseñor Demetrio Fernández.

Monseñor Demetrio Ferández ha tenido la gentileza de enviarme esta carta que ha escrito para sus diocesanos, pero que sin duda debería ser leída por el mayor número de católicos españoles posible. No hace falta que diga que comparto totalmente todo lo que dice. Muy especialmente el último párrafo. Supongo que dicho párrafo le creará problemas mediáticos, pero sería ideal que más obispos españoles le secundaran. Lo que dice es de sentido común.

Y, ¿qué es la familia cristiana?

La celebración gozosa de la familia cristiana el próximo 30 de diciembre en Madrid, fiesta de la Sagrada Familia, es uno preciosa oportunidad para valorar más todavía la familia cristiana, tal como Dios la ha diseñado a favor del hombre y de la sociedad humana.

La familia cristiana no es fruto del consenso de los hombres, sino del diseño de Dios. Si a toda costa se quiere prescindir de Dios en la vida personal y social, el diseño de Dios sobre la familia o sobre cualquier otra realidad humana será rechazado de plano, con un a priori injustificado. La familia cristiana ha de ser acogida como un don de Dios, que hace bien al hombre y a la sociedad. Y, por tanto, ha de ser acogida en la obediencia de la fe, que libera al hombre de la estrechez asfixiante de su egoísmo. La familia, según el designio de Dios es un acontecimiento que se verifica en la historia, en el cada día de nuestra vida. Y la familia cristiana funciona, hace un bien inmenso a la sociedad y a las personas que viven así. Da estabilidad a la sociedad, le da hijos, atiende a sus miembros enfermos, cuida de sus ancianos. La familia cristiana no es un mal que hay que destruir, sino un bien que hay que proteger.

La familia, tal como Dios la ha pensado, es icono de la familia trinitaria. Es decir, es una comunidad de vida y de amor, a imagen de Dios uno y trino. Dios ha creado al hombre, “varón y mujer los creó” (Gn 1,27), con igual dignidad, distintos y complementarios. He aquí el pilar primero y fundamental de la familia. El hombre está creado para ser complementado, varón y mujer. La sexualidad le viene dada, no la elige el sujeto. Y agradeciendo el don recibido, ser varón o mujer, puede entregarse al otro para complementarle, y en la entrega al otro encuentra su propia plenitud. Así lo hizo Dios al principio y, después del pecado, así lo ha restaurado Jesucristo con el sacramento del matrimonio.

La familia tiene su fundamento en la unión para siempre del varón y de la mujer, santificada por Dios y abierta a la vida. Pertenece a la naturaleza del matrimonio que la unión no sea efímera ni para una temporada, sino para siempre. Esa perpetuidad hace que la entrega y la acogida del uno al otro consolide el amor, lo ponga a salvo de posibles eventualidades y haga viable un proyecto de vida duradero, que se prolonga en los hijos. Si a cualquiera le satisface tener un trabajo duradero y seguro, cuánto más es satisfactorio para el corazón humano tener un amor duradero y seguro, que a su vez incluye el compromiso de entregarse para siempre. Dios está en medio de ese compromiso, y “lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre” (Mt 19,6).

Esa unión estable del marido y la mujer, les hace administradores del don de la vida. La entrega mutua de los esposos, administrando la propia sexualidad como lenguaje de amor que se entrega, convierte a los esposos en padres. Ellos son procreadores con Dios de nuevos hijos. En la fecundación de un nuevo ser, que se produce en el vientre de la madre, Dios concurre con la creación de un alma humana nueva. Desde el momento de la fecundación tenemos un ser humano, dotado de espíritu inmortal y de toda una fuerza genética que le desarrollará hasta ser un hombre o mujer maduro. Interrumpir este proceso natural es un crimen, es un asesinato, tanto más grave cuando más indefenso es el ser que se elimina.

En nuestro contexto social anticonceptivo y antinatalista, la familia cristiana está llamada a dar un claro testimonio del don precioso de la vida, que viene a este mundo no como producto de la manipulación embrionaria, sino como fruto del don mutuo de los esposos. No es lícita la fecundación in vitro, porque el hijo que va a nacer tiene derecho a nacer del abrazo amoroso de sus padres. Y nunca los padres tienen derecho a tener o a fabricar un hijo. El hijo es una persona, y por eso siempre es un don, que desborda toda manipulación de laboratorio. La familia cristiana está llamada a ser normalmente familia numerosa, llamativamente numerosa. Una de las estampas más bonitas del encuentro de las familias con el Papa Benedicto XVI en Valencia en julio de 2006 fue la de ver el panorama de miles de familias numerosas pululando por toda la ciudad. Eran como un rio de vida en el cauce del Turia, adelanto de una sociedad nueva, donde el hijo ya no es un estorbo o algo a evitar, sino alguien querido porque recibido como un don de Dios. E igual que se acoge a los hijos, se acompaña hasta su muerte natural a los abuelos, incluso cuando ya no son productivos en esta sociedad que sólo busca el crecimiento del PIB.

Nuestra vieja Europa se muere de tristeza y por falta de esperanza. La celebración de la familia cristiana es una bocanada de aire fresco, que nos hace mirar el futuro con esperanza. Donde hay niños, hay esperanza. Donde hay muchos niños, hay mucha esperanza. Hoy día es imposible arriesgarse a tener muchos hijos si no está muy firme la esperanza en ambos esposos, y una esperanza que no se termina con la muerte, sino que se prolonga más allá, en la vida eterna. Una esperanza que viene de Dios. Los esposos creyentes cristianos demuestran tener mucha esperanza cuando superan el ambiente dominante y tienen hijos en abundancia, en plena contracorriente.

Enhorabuena a todos los jóvenes esposos que tienen hijos. Si les preguntas de dónde vienen, os responderán gozosos: -Somos de una comunidad cristiana, o Neocatecumenales, o del Opus Dei, o del Regnum Christi, o de Comunión y Liberación, o Carismáticos o Cursillistas, o de un grupo parroquial o de Acción Católica. Bienvenida sea esta nueva generación de familias cristianas. De ellos es el futuro. Estén atentos los que buscan votos para superar el empate técnico. Un matrimonio joven cristiano no estará dispuesto a darlos a quienes no defiendan la familia, tal como Dios la ha diseñado. Si para ganar votos ese partido promueve o tolera el divorcio, o la uniones homosexuales, o el aborto, o la píldora del día después, o la manipulación de embriones, ese partido, sea de derechas o de izquierdas, no merece el voto de una familia cristiana.

+ Demetrio Fernández, obispo de Tarazona
 
Re: El compromiso político del creyente

Todo cuanto se ha dicho esta muy bien. Tambien he de suponer que lo que ha movido a los participantes es la honestidad dr la ética como enseñanza del evagelio.
Pero entonces y de inmediato me encuentro con una problema personal.
¿A quien votar?
No veo ni aun sólo partido político que defienda los postulados que habeis enumerado en este epígrafe. Unos. que se autodefinen como "progresistas"
manifiestan estar en contra (por citar una de las cosas que defienden) de la pena de muerte contra u reo de asesinato, pero no lo estan cuando se trata de un ser absolutamente innocente. :confused::confused::confused: (eso al infinito, puesto que la incongruencia no tiene calificativo?

Otros que se definen con conservadores buscan una enorme cantidad de accepciones que justifiquen el aborto y por lo tanto el asesinato del innocente.

Pero nuestro mundo es como és y cuando se trata de acabar con el sida, (consecuencia de una nefasto relación sexual de un individuo que no merece el cualificativo de ser humano, con una chimpancé) prohiben el uso de un preservativo para evitar que nazcan bebes con el sida, con lo cual tambien condenan a los tales.

Consecuentemente nos hallamos ante situaciones que es falcil apelar a la fuerza impositiva. La de vencer y no la de convencer. Claro que, ¿como podemos convencer a los que no lo desean?

¿Os dais cuenta del berengenal en que el mundo no has colocado?

Todos son expertos en plantear el problema pero nadie nos da la solución y, lamentablemente, tambien yo formo parte de ellos.
 
Re: El compromiso político del creyente

Tobi. He pasado por este epígrafe y he visto tu perplejidad ante la situación que el cristiano vive, y que votar en las elecciones.

Las palabras de mi consejo provienen de alguien a quien admiro como ciudadano aunque no conozco sus convicciones espirituales. Son una frase de Soledad Becerril que me he apropiado.

"Hay que votar mirando al cielo y no al suelo."

Antes de poner la papeleta en la urna ó de incluso no ponerla pensar y asumir que lo hacemos en los intereses de Dios, de la moral y los principios espirituales que nos ha traído el evangelio a nuestra vida, y de lo que conviene al mundo desde esa perspectiva.

Como la política no tiene "la" solución para el mundo, ni para la sociedad, ni para el individuo, sino que establece parches mejores ó peores, yo votaré a los mejores parches antes que a los peores, aunque ninguno alcance el aprobado. Trato de que con mi voto no se amplie legalmente la corrupción, la inmoralidad, la indecencia, la denigración de Dios, de Jesucristo y de la fe en la que milito.

En fin... pero esto no pretende dar instrucciones a nadie, sino decir lo que yo hago y por qué lo hago. Al final todos compareceremos ante el tribunal de Cristo y yo no quisiera ser reprendido por haber votado a sabiendas en contra de los intereses de mi Salvador.
 
Re: El compromiso político del creyente

A mí lo que me parece tristísimo es que en este país, para votar a un partido que defienda de verdad la vida y la familia, haya que depositar el voto en una opción que es casi imposible que llegue al Congreso (Familia y Vida) o que esté más o menos relacionada con la extrema derecha.
Si al menos para el Senado, donde no hay listas cerradas, se presentaran independientes que llevaran como bandera la defensa de esos valores.....
 
Re: El compromiso político del creyente

Tobi. He pasado por este epígrafe y he visto tu perplejidad ante la situación que el cristiano vive, y que votar en las elecciones.

Las palabras de mi consejo provienen de alguien a quien admiro como ciudadano aunque no conozco sus convicciones espirituales. Son una frase de Soledad Becerril que me he apropiado.

"Hay que votar mirando al cielo y no al suelo."

Antes de poner la papeleta en la urna ó de incluso no ponerla pensar y asumir que lo hacemos en los intereses de Dios, de la moral y los principios espirituales que nos ha traído el evangelio a nuestra vida, y de lo que conviene al mundo desde esa perspectiva.

Como la política no tiene "la" solución para el mundo, ni para la sociedad, ni para el individuo, sino que establece parches mejores ó peores, yo votaré a los mejores parches antes que a los peores, aunque ninguno alcance el aprobado. Trato de que con mi voto no se amplie legalmente la corrupción, la inmoralidad, la indecencia, la denigración de Dios, de Jesucristo y de la fe en la que milito.

En fin... pero esto no pretende dar instrucciones a nadie, sino decir lo que yo hago y por qué lo hago. Al final todos compareceremos ante el tribunal de Cristo y yo no quisiera ser reprendido por haber votado a sabiendas en contra de los intereses de mi Salvador.

Lo malo es que no veo a los de los mejores parches por ningún lado.

A menos que los tengan en sus bolsillos. Seguro.

Observa lo que dice LFP
A mí lo que me parece tristísimo es que en este país, para votar a un partido que defienda de verdad la vida y la familia, haya que depositar el voto en una opción que es casi imposible que llegue al Congreso (Familia y Vida) o que esté más o menos relacionada con la extrema derecha.
Si al menos para el Senado, donde no hay listas cerradas, se presentaran independientes que llevaran como bandera la defensa de esos valores.....

De Familia y Vida no se nada de nada y de la extrema derecha, demasiado. Su etapa del nacional-catolicismo no mostró cual era su talante.
Respecto al Senado ¿creeis que aunque se presentaran saldrían elegidos?
Acabaremos dando gracias por lo que pudo ser y no fué.
 
Re: El compromiso político del creyente

¿A ver qué hacemos, Monseñor Munilla? Pues aquí va una propuesta.

Mañana miles y miles de católicos van a concentrarse en Madrid en apoyo a la familia cristiana. Aunque no es una manifestación política propiamente dicha, al estilo de las muchas que han tenido lugar en la capital de España en estos últimos años, la presencia de una multitud de abuelos, padres e hijos cristianos reivindicando su modelo familiar como el ideal para la sociedad, está siendo tratado por muchos medios de comunicación como si fuera un acto contra el gobierno Zapatero, justo en un momento de plena efervescencia pre-electoral. Lo cierto es que, si somos consecuentes con la doctrina católica, no nos queda más remedio que afirmar que el problema que hay en España con la familia y la defensa de la vida no es lo que hace Zapatero en particular, sino la totalidad de la clase política española con representación parlamentaria en general. Hace un par de día reproduje en el blog una carta de Monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, que contenía un párrafo final muy significativo:

Bienvenida sea esta nueva generación de familias cristianas. De ellos es el futuro. Estén atentos los que buscan votos para superar el empate técnico. Un matrimonio joven cristiano no estará dispuesto a darlos a quienes no defiendan la familia, tal como Dios la ha diseñado. Si para ganar votos ese partido promueve o tolera el divorcio, o la uniones homosexuales, o el aborto, o la píldora del día después, o la manipulación de embriones, ese partido, sea de derechas o de izquierdas, no merece el voto de una familia cristiana.

Es obvio que don Demetrio no se refiere sólo al partido del señor Zapatero. Sus palabras son igual de válidas para el partido del señor Rajoy. Y para los partidos nacionalistas de “derechas”. Pero no es el único obispo que se ha manifestado en ese sentido. Hace un par de semanas, Monseñor Munilla, obispo de Palencia, fue igual de clarito en un programa de Radio María. Transcribo sus palabras:

Porque no tenemos ningún partido político de ámbito, digamos, con la suficiente entidad de tener representación parlamentaria, que tengan un ideario compatible con el ideario católico, ¿no? Entonces, ¿eso qué quiere decir? Que tenemos una asignatura pendiente. La asignatura pendiente de que los católicos seamos capaces también de contribuir a la creación de ese partido político. A que exista la posibilidad de que un católico pueda votar sin tener que estar tapándose las narices cuando mete el voto en la urna, sin estar buscando continuamente el argumento del mal menor. Porque así Dios no nos puede bendecir, por ese camino. Tenemos que buscar el bien, amar el bien y entregarnos a ello. Pero es evidente que aquí hay un problema serio. Una asignatura pendiente. O sea, también el cristiano tiene que hacerse presente en la vida pública y tendrá que ser coherente con sus principios. y aquí hay un problema muy grave. Que hoy por hoy, todos los partidos políticos que tienen representación parlamentaria en España tienen, por ideario o por acción concreta, gravísimas incompatibilidades con nuestro ideario moral. A ver qué hacemos….

Pues mire usted, señor Munilla, algo podemos hacer. Hace unas semanas se produjo la noticia de la renuncia a seguir en la actividad política de la senadora socialista catalana Mercedes Aroz. Mercedes se ha convertido al catolicismo y, en consecuencia, cree que no puede seguir siendo senadora por el PSC. Entonces escribí un artículo en el que interpelaba a Mercedes a no abandonar del todo su actividad política. Lo hice en los siguientes términos:

Porque por una parte es motivo de alegría que Mercedes deje su escaño por incompatibilidad moral con las leyes que aprueba su partido, pero es motivo de profunda tristeza que no pueda ser senadora o diputada para poder iluminar el Senado y el Congreso desde sus convicciones cristianas. Es más, desde aquí quiero animarla a que lo haga. Dado que los senadores reciben el voto de forma personal, sería una buena idea crear una plataforma electoral (ni siquiera hace falta un partido) para que pueda volver a optar al senado por Barcelona. Estoy absolutamente convencido de que miles y miles de católicos barceloneses la votarían. Así que, Mercedes -permíteme que te tutee- ¿por qué no te lo piensas? Servirás a Dios y a su Iglesia si así lo haces. No te alejes de la política. Sé luz cristiana en medio de ella. Sé sal en medio del muladar estéril de la clase política española. Quizás Dios te haya llamado a abrir una senda nueva que lleve a tus hermanos en la fe a tener una influencia y un papel más destacado en las decisiones que se toman desde nuestras instituciones democráticas.

Hoy, si cabe, estoy más convencido de que esa es una opción perfecta para empezar a cambiar las cosas desde dentro de este sistema político maligno en el que vivimos. Para el Congreso de los diputados las listas son cerradas, y por tanto son los partidos quienes deciden quiénes van y quiénes no, lo cual hace que si a un diputado católico le da por ser hiper-activo en la defensa de los valores cristianos, será apartado o ninguneado por su partido. Además, con el sistema electoral actual es casi imposible que un partido minoritario asome la gaita entre los dos leones que presiden la Cámara Baja. Pero para el Senado la cosa puede ser distinta. Cada votante ha de marcar la casillita del senador que quiere que le represente en la Cámara Alta. Creo que cada provincia elige a cuatro senadores. ¿Por qué no podemos crear una plataforma electoral que coloque al menos a un candidato al senado en cada una de las provincias españolas? Dicha plataforma tendría como única razón de ser la defensa de la familia cristiana y la vida humana desde su concepción hasta su muerte. Así los católicos podríamos votar al menos para el Senado sin tener que taparnos la nariz. Ya habrá tiempo después de intentar crear un partido político que no se centre sólo en esas dos cuestiones. Si nos hacemos presentes primero en el Senado, no es imposible que dentro de cuatro años podamos ir al Congreso. No sé si hay tiempo, dinero y ganas para esto que propongo. No tengo ni idea de qué hay que hacer para presentarse al Senado como independiente. Pero alguien lo sabrá. Y no sería mucho pedir que, esta vez sí, la Cope pudiera ser una plataforma mediática ideal para concienciar a los católicos de la necesidad de apoyar una iniciativa de este calibre. Digo lo de esta vez sí porque me tocó vivir el “esta vez no” con el partido Familia y Vida.

Ya sé, estimados don Demetrio y José Ignacio, que no corresponde a ustedes poner esto en marcha. Pero si conocen a laicos en sus diócesis con la capacidad suficiente para llevarla adelante, háganlo. Y si de paso convencen a sus compañeros de episcopado para que hagan lo mismo, pues a lo mejor los católicos de este país podemos hacer algo más que ir a Madrid este próximo 30 de diciembre.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Enlace al archivo de audio con las palabras de Monseñor Munilla
 
Re: El compromiso político del creyente

Texto íntegro de la intervención del Sr. Cardenal de Valencia en el encuentro por las familias cristianas


Queridas familias:

Con un pleno y cordial respeto a la distinción entre Iglesia y política; entre lo que pertenece a Dios y lo que pertenece al César (cf. Mt 22, 21), esta gran Fiesta de la Familia manifiesta nuestra preocupación por el bien común de España.

Sí. Preocuparse por el matrimonio y la familia es preocuparse por lo que es bueno para el hombre, la mujer y los niños, criaturas e imagen de Dios.

Esta gran convocatoria, nos recuerda otra, celebrada hace tan solo un año en Valencia: el Vº Encuentro Mundial de las Familias con Benedicto XVI.

Esta celebración es como un eco de aquella magna asamblea.

Estos Encuentros inolvidables son una grande y extraordinaria fiesta del pueblo, de la ciudadanía preocupada por la construcción de una sociedad mejor.

Confirman que la familia de fundación matrimonial está profundamente arraigada en el corazón y en la vida de los españoles.

Los poderes públicos deben proteger y defender la familia, nunca socavar sus fundamentos. Por tanto, toda iniciativa del Estado en favor de la familia ha de ser apreciada y estimulada.

El Parlamento Europeo, inspirador de legislaciones sobre la familia, debería tomar buena nota de estas manifestaciones, expresión de la auténtica cultura europea.

La cultura del laicismo radical es un fraude y un engaño. No construye nada. Solo conduce a la desesperanza: por el camino del aborto, del “divorcio express” y de las ideologías que pretenden manipular la educación de los jóvenes, no se llega a ningún destino digno del hombre y de sus derechos.

Por ese camino no se respeta la Constitución española de 1978 y nos dirigimos a la disolución de la democracia.

Queridas familias: Hemos de perder el miedo a manifestar con sencillez y alegría la verdad y la dignidad del matrimonio y de la familia.

Estos Encuentros no son triunfalismo: son un servicio generoso y alegre a la construcción de una sociedad mejor, fundamentada en la verdad, la libertad, la justicia y el amor.

Hemos de repetir estos encuentros en cada una de nuestras diócesis.
En una cultura dominada por los medios de comunicación es muy importante la visibilidad de los gestos. Hemos de fomentar estos Encuentros de anuncio y testimonio.

Hay que despertar a las familias, al tejido social de España para trabajar por el bien común. Si somos fieles al Evangelio aportaremos las mejores soluciones a los problemas de nuestro tiempo.

Esta mañana se ofrece a toda la comunidad nacional una palabra nueva, una imagen de esperanza, un signo de la civilización del amor.

Queridas familias: Muchas gracias. Que Dios os bendiga y premie vuestros esfuerzos
 
Re: El compromiso político del creyente

El éxito de ayer pone en evidencia el sistema democrático español
31 de Diciembre, 2007

Para medir el éxito de la convocatoria familiar cristiana de ayer basta ver las reacciones del progresismo político-social de este país, incluido ese sector católico-disidente que, aun siendo muy minoritario, no deja de ser otro engranaje más en ese gran mecano al servicio de la cultura de la muerte. Se puede aplicar perfectamente aquello de “Ladran Sancho, luego cabalgamos”. En este caso los ladridos se han convertido en verdaderos aullidos de lobos rabiosos. Ver a miles y miles de familias cristianas reunidas para reivindicar la institución familiar, para denunciar el aborto, la cultura de la muerte y el intento de adoctrinamiento de nuestros hijos por parte de un Estado que ya es parademocrático, es algo que no pueden soportar.

Hoy, el ínclito Pepiño Blanco, Secretario de Organización del PSOE, ha pedido una rectificación a la Iglesia Católica por la afirmación del cardenal Rouco de que el ordenamiento jurídico español está dando marcha atrás respecto a la Declaración de los Derechos Humanos. A Pepiño y su partido esas palabras del cardenal arzobispo de Madrid le parecen de suma gravedad. A los cristianos lo que nos parece de suma gravedad es que un millón de españoles no hayan podido nacer desde que se aprobó la ley del aborto. Si eso no atenta contra los derechos humanos, ¿qué es lo que atenta?

El caso es que quien ayer puso los puntos sobre las íes de forma más contundente no fue Monseñor Rouco, sino el cardenal arzobispo de Valencia, Monseñor García Gasco. Carmen Bellver nos copia en su blog el breve discurso de su cardenal, del cual cito el siguiente párrafo:

La cultura del laicismo radical es un fraude y un engaño. No construye nada. Solo conduce a la desesperanza: por el camino del aborto, del “divorcio express” y de las ideologías que pretenden manipular la educación de los jóvenes, no se llega a ningún destino digno del hombre y de sus derechos.
Por ese camino no se respeta la Constitución española de 1978 y nos dirigimos a la disolución de la democracia.

Parece claro que algunos obispos españoles ya se han dado cuenta de que estamos en un sistema con graves carencias y con un déficit democrático muy severo. Porque que alguien me explique cómo es posible que, siendo este un país nominalmente democrático, los centenares de miles de españoles que estuvieron ayer en Colón no tengan a un solo partido político que les represente en las Cortes españolas. ¿O acaso alguien piensa que el PP que aprobó la píldora abortiva y está conforme con la actual legislación pro-abortera, llegando Rajoy a decir que hay un gran consenso sobre la misma, puede representar de verdad a las familias católicas? ¿o es que alguien cree que un católico de verdad, puede hacer del aborto una cuestión menor? ¿es que un millón de seres humanos sacrificados en el altar de las clínicas privadas no merecen que los católicos que ayer estuvimos presentes, de cuerpo o en el espíritu, en Madrid, exijamos tener diputados y senadores radicalmente pro-vida y pro-familia que no se arruguen ante la dictadura partitocrática que nos gobierna?

Vivimos en una gran farsa. Las listas cerradas al Congreso nos impiden elegir de verdad a diputados que defiendan de verdad TODOS nuestros valores. Y no nos basta con que un partido sea menos malo que otro. Queremos un partido que sea del todo bueno y radical en estos asuntos. Porque de ello depende el futuro de España. La economía puede ir mejor o peor. Los separatistas pueden conseguir sus objetivos o no. Pero sin la familia cristiana España no será ni próspera ni arruinada, ni unida ni partida. Sencillamente no habrá España. No habrá nación. Por tanto, esas familias tienen el derecho a que se les tenga en cuenta a la hora de establecer la legislación que nos conducirá a ese futuro. Y si no se las tiene en cuenta, como es el caso a día de hoy, que nadie llame democracia a esto que tenemos en España, porque no lo es.

Aunque sé que las fechas se echan encima y no es fácil organizarlo todo, vuelvo a hacer el llamamiento a que se preparen listas independientes al Senado con candidatos que lleven como bandera la defensa de la familia auténtica (no patéticas imitaciones) y de la vida, desde su concepción hasta su fin natural. No hace falta crear un partido político para ello. Basta con formar agrupaciones de electores en cada circunscripción electoral. Creo que hay veinte días para constituirlas desde la convocatoria electoral. Y hacen falta un 1% de firmas del censo electoral de la circunscripción donde se quiera llevar esto a cabo. Estoy convencido de que la Cope, que consiguió ella sola que Ciudadanos de Cataluña entraran en el parlamento catalán, podría lograr que algunos candidatos de esas futuras agrupaciones de electores llegaran a sentarse en el Senado. Es más, sé de muy buena tinta que al menos uno de los líderes de la cadena lo apoyaría expresamente. Por tanto, ¿quién mueve ficha?

Luis Fernando Pérez Bustamante


Fuente: http://www.coradcor.com/blog/
 
Re: El compromiso político del creyente

Ahora solo nos falta que la que llamas Iglesia predique con el ejemplo permitiendo que sus sacerdotes puedan crear la familia que obispos y cardenales preteden defender.

En cuanto a la homosexualidad cabe preguntarse en cual de vuestras instituciones no esta.

Y, cuidado, no defiendo a Pepe Blanco (lo veo negro) y jamás voté al PSOE.
 
Re: El compromiso político del creyente

Ahora solo nos falta que la que llamas Iglesia predique con el ejemplo permitiendo que sus sacerdotes puedan crear la familia que obispos y cardenales preteden defender.

En cuanto a la homosexualidad cabe preguntarse en cual de vuestras instituciones no esta.

Y, cuidado, no defiendo a Pepe Blanco (lo veo negro) y jamás voté al PSOE.


No esperaba menos de ti, Tobi. Tu comentario te califica.
 
Re: El compromiso político del creyente

Ya es que no se cortan y nos amenazan:

La Iglesia Católica quiere ser un problema
Luis Solana

Se envía a la Vicepresidenta del Gobierno -Mª Teresa Fernández de la Vega- al Vaticano para acordar nuevas aportaciones del Estado a las arcas de la Iglesia Católica. Se nombra Embajador ante la Santa Sede a un socialista católico practicante. Se evita plantear la renegociación de un Concordato de dudosa constitucionalidad. Inútil: la Iglesia ha decidido que quiere ser un problema para España, en general, y para el Gobierno de España, en particular.

La Conferencia Episcopal Española ha decidido terminar el año 2007 como lo empezó: en la calle, con banderas e insultando al Gobierno de España y -especialmente- a su Presidente José Luis Rodriguez Zapatero.

Esta vez no había ninguna razón concreta por la que protestar. Daba igual. Obispos, Cardenales, curas, fieles y radicales de toda índole se han reunido en la Plaza de Colón de Madrid para corear consignas contra ciertas votaciones mayoritarias producidas en las Cortes Generales y que no gustan a la jerarquía eclesiástica.

Estos movimientos de un sector de los católicos españoles sólo tienen razones políticas: no aceptan algunas decisiones que está adoptando éste Gobierno, los partidos que lo sustentan y los Diputados y Senadores que las votan.

Pero en vez de organizar un partido que se encargue de representar esas concepciones encontradas, en vez de refunda la Democracia Cristiana, prefieren manifestarse periódicamente por las calles de Madrid. (Sería interesante analizar la cantidad de partidos políticos que cobija el Partido Popular; desde la Democracia Cristiana, hasta los de Fuerza Nueva, pasando por los Conservadores clásicos, todos se encuentran cómodos en el actual Partido Popular).

Los discursos de los prelados fueron duros y beligerantes, especialmente el de ese líder político de la derecha más reaccionaria española que es el Cardenal de Valencia, Monseñor Gasco.

Al final del año 2007, el año de las tensiones y los desencuentros derecha-izquierda, ya sabemos qué pretende a Jerarquía Católica española: quiere ser un problema. Quiere ser un problema para la democracia. Quiere ser un problema para la convivencia.

Espero que todos los españoles demócratas y progresistas tomen nota de esta actitud de la Iglesia y esperen al mes de marzo de 2008 para empezar a pensar qué se hace con un colectivo que está obsesionado con ser un problema.

www.luissolana.com


http://www2.elplural.com/opinion/detail.php?id=16567
 
Re: El compromiso político del creyente

Reunión Nacional de Flanders

He cubierto esta mañana el acto de la Familia Cristiana que ha sido, a grosso modo, una medio-misa-medio-mitin multitudinario y bastante agradable. Yo, que no soy nada religioso y que, en consecuencia, no piso las iglesias más que para fotografiarlas, me he quedado pasmado con el ímpetu y la energía de una buena gente caricaturizada y laminada sin piedad por los de siempre. Por lo que he visto y oído tienen muy claro lo que son y a lo que aspiran en la vida, extremo este que, con los tiempos que corren, no es moco de pavo. Había tanto niño, tanta gente feliz, cantando sus canciones de misa que por momentos me sentía inmerso en el Simposio Anual de Flanders, los vecinos cristianos de los Simpson, gente de orden, afable y contenta consigo misma.

Sé que puede parecer una contradicción que un ateo diga esto, pero me gustaría que hubiese más gente religiosa, a ser posible cristiana. Una sociedad de gente responsable, que cría a sus hijos con mimo y dedicación, que procura no divorciarse ni meterse en líos, que, en definitiva, vive y deja vivir, tiene que funcionar por narices. Creo, además, que esa sociedad admite la disidencia, en una palabra, que tolera que una parte no pasemos la teórica y, a pesar de ello, podamos vivir tan felices sin culpabilizarnos ni ser estigmatizados por los popes de lo políticamente correcto. En suma, que de estos cristianos optimistas, con fe en este mundo (y en el próximo), puede depender nuestra libertad futura. Es algo que estoy madurando y ya diré algo al respecto cuando lo tenga más claro.


Fuente: http://www.diazvillanueva.com/2007/12/reunion_naciona.html#more
 
Re: El compromiso político del creyente

No esperaba menos de ti, Tobi. Tu comentario te califica.

Naturalmente. Viví las excelencias de vuestro nacional-catolicismo.

¿Acaso no es esto lo que añorais?

Vencer y con ello, no es necesario convencer.
 
Re: El compromiso político del creyente

Naturalmente. Viví las excelencias de vuestro nacional-catolicismo.

¿Acaso no es esto lo que añorais?

Vencer y con ello, no es necesario convencer.

Yo añoro que haya gente en este país que deje de una puñetera vez de hablar de Franco, tanto para lo bueno como para lo malo. Los que así lo hacéis sois ya casi historia, pero todavía tiene que pasar algo más de tiempo para que seáis historia del todo.

Yo desde luego no puedo añorar lo que no viví. Y no necesito estar mirando al pasado para juzgar el presente. Eso se lo dejo a los nostálgicos como tú, y como los pocos fachas que todavía pululan por ahí, que son incapaces de entender que el siglo XX ya pasó. Lo que quiero es que en mi país haya una verdadera democracia, no esta farsa que tenemos ahora. Y como yo, cada vez más.
 
Re: El compromiso político del creyente

La familia, todos los días
FRANCISCO MURO DE ÍSCAR

En Madrid, cientos de miles de ciudadanos se han concentrado en defensa de la familia cristiana. Se podría decir que de la familia, sin apellidos. Sienten, sentimos, que la familia merece, exige un tratamiento muy diferente al que recibe. La familia es la base de la sociedad, en ella residen derechos fundamentales como el de la educación, allí se aprende a ejercer la libertad y, en una gran cantidad de momentos, es el refugio para tiempos de crisis. Es cierto que ha cambiado mucho en los últimos siglos, pero sigue manteniendo la casi totalidad de sus valores tradicionales y, aquí sí, las raíces cristianas siguen impregnando hasta lo más profundo los cimientos de la familia europea. Un periódico que se distingue por su laicismo militante, pero que, sorprendentemente es el que más información da sobre asuntos religiosos, publicaba `casualmente´ el mismo día de la manifestación un reportaje sobre ``la toma del poder de la Iglesia por los ultraconservadores´´ y destacaba que los católicos practicantes no superan el 30 por ciento en España. Doce millones de ciudadanos, que no es mala cifra. Pero si ``sólo son el 30 por ciento´´, ¿por qué preocupan tanto?
Los políticos, muy especialmente en esta Legislatura que termina, han dado un importante empujón a la secularización de la sociedad y han aprobado normas que atacan de lleno el corazón de la familia tradicional. El mal llamado `matrimonio´ homosexual, las constantes referencias a la necesidad de favorecer el aborto libre, el mal resuelto problema educativo son algunos ejemplos. A cambio, se ha hecho marketing con políticas de parcheo como el cheque-bebé o las ayudas al alquiler. Y otras más profundas, como la Ley de Dependencia o la de Igualdad están bien pero no tienen el imprescindible respaldo económico suficiente. España sigue a la cola del mundo desarrollado en el apoyo a las familias. Eso son hechos que no admiten debate. Tenemos Gobiernos que pretenden obligarnos a hacer lo que ellos quieren en lugar de favorecer la libertad de elección del ciudadano y de la familia. No hay -no ha habido en estas tres últimas décadas- una política familiar mínimamente seria.
Así que la familia hace bien en salir a la calle y defender lo suyo. Pero no basta. Parafraseando a Bertold Brecht, podríamos decir que hay familias que salen una vez al año a la calle a defender sus derechos, y son buenas familias; hay otras, que hablan de que hay que defender esos derechos, y también son buenas; y hay otras que no sólo salen a la calle, no sólo defienden y ejercen sus derechos sino que son ejemplo diario en las aulas, en el trabajo y en la calle de los valores que dicen defender y esas son excelentes.
La familia es responsable de educar, ejercer, defender y transmitir valores que constituyen el núcleo esencial de esa sociedad que, al menos, muchos queremos: la fidelidad y la estabilidad conyugal, tan poco de moda hoy; la libertad, tan imprescindible; el respeto a la vida, más amenazado que nunca; la responsabilidad y el compromiso social con los demás, especialmente con los más desfavorecidos, con los diferentes, con los otros... Y debe reclamar el derecho a poder ejercer el derecho a educar a sus hijos con plena libertad. La familia es el pasado de la sociedad... y el futuro, si la familia -la suya, la mía, la de todos- se lo toma en serio todos los días y no se deja ganar la batalla.

Fuente: http://www.farodevigo.es/secciones/noticiaOpinion.jsp?pRef=3220_5_189571__Opinion-familia-todos-dias
 
Re: El compromiso político del creyente

El calor y el color de la familia
Artículo del Director
José Francisco Serrano Oceja

Estuve en Colón. Con el calor y el color propio de las celebraciones familiares, la plaza de Colón ya no será sólo el centro arterial de la capital de España, será el lugar de la fiesta de la familia. Los más de millón y medio de personas que hemos vivido esa explosión espontánea de afirmación de la naturaleza del hombre y de la mujer, del matrimonio y de la familia cristianas, nos llevemos las imágenes de la plaza de Colón en nuestro corazón y en nuestra mente. Una plaza pública –Aristóteles diría que la naturaleza del hombres es más conyugal que civil-, metáfora de la sociedad, en la que hemos apostado por la familia como futuro de la sociedad. En un acto cargado de palabras, de expresiones de alegría, de miradas cómplices, de vida, al fin y al cabo, se ha ido desgranando la experiencia cristiana del matrimonio y la familia, contra la que no han podido ni los poderes de la historia, ni las ideologías. Lo que defendíamos en Colón no eran nuestros intereses, ni los de la iglesia, eran los del hombre, garantía de un futuro en paz. La vida siempre sorprende, y la vida de la Iglesia en España, más.

En Colón nos hemos encontrado con una lección aplastante de realismo cristiano. Hay quienes podrán decir que somos, los que allí estábamos, de derechas o de izquierdas, conservadores o progresistas, ricos o pobres, listos o tontos. Hay quienes podrán decir que pertenecemos al vestigio de la historia, al pasado. No hay nada más moderno, no hay nada más presente, realidad que se conjuga siempre en el tiempo presente de la vida, que la familia. La familia cristiana sí que importa, más allá de las interpretaciones. Chesterton nos enseñó que quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen. Colón es el argumento más evidente de que la polisemia sobre la familia ha perdido la batalla. El peligro, presente en nuestra sociedad, de que las convenciones sociológicas disuelvan la realidad del matrimonio y de la familia ha chocado contra el muro de la experiencia. Es curioso, me decía un padre de familia, que acaba de atravesar serias dificultades en su matrimonio, que los problemas en las familias no se eliminan cuando se eliminan las familias, sino cuando se enfrentan cara a cara, con la mirada límpida de quienes saben que sus fuerzas no son suficientes. Y ahí entra la gracia.

El Evangelio de las familias, del que nos habla la Iglesia, las palabras sobre lo que es y lo que son las familias, han encontrado el calor y el color del hogar en la madrileña Plaza de Colón. Ojalá pudieran ser aceptadas también en el calor y el color del hogar de las legislaciones, en los programas de los partidos políticos, en las ayudas públicas. Colón ha sido un milagro que no olvidaremos. Todo lo noble y auténtico en el hombre habla el lenguaje de lo permanente. Quienes estuvimos en Colón damos fe de ello. La Familia nos importa. Es lo que más nos importa.

Fuente: http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=26883&idNodo=-5

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Familia y tradición

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JUAN MANUEL DE PRADA

LA celebración de la fiesta de las familias cristianas les ha dejado el cuerpo a los progres como a la niña de «El exorcista». El progre, que es analfabeto y se vanagloria de serlo, cuando se refiere a la familia le añade desdeñosamente el calificativo de «tradicional»; pero decir «familia tradicional» es como decir «cigüeña ovípara». El progre es ese tío que está dispuesto a defender la existencia de cigüeñas que se reproducen al modo mamífero, o por esporas; y, del mismo modo, pretende vendernos la moto de que existen familias no tradicionales. Al decir «familia tradicional», el progre revela dos rasgos constitutivos de su idiosincrasia: su incultura supina (ignora el muy zoquete que traditio significa «entrega», «transmisión»; y huelga explicar que no puede existir familia si no existe transmisión de vida, afectos y valores) y su odio atávico, inveterado, insomne a la tradición.
Y es que la razón vital del progre no es otra que acabar con la tradición, romper los vínculos que unen a unas generaciones con otras. La tradición es una larga cadena viviente en la que cada generación absorbe el acervo moral y cultural que la precede y lo entrega a la generación siguiente; y en ese proceso de transmisión, que no es inerte ni fosilizado como pretende el progre, cada generación enriquece el legado recibido mediante aportaciones propias. Así ha ocurrido desde que el mundo es mundo, en el arte y en la vida; y la civilización humana ha crecido de este modo, sobre el humus fecundo de los tesoros que las generaciones anteriores se han encargado de preservar y ceder en herencia a quienes venían después. El progre sabe que, mientras esta cadena no se quiebre, no logrará imponer sus designios; de ahí que quiera destruir el mundo heredado de nuestros antepasados y sustituirlo por otro nuevo en el que ya no existan vínculos entre generaciones. Por supuesto, este afán destructivo no es inocente: el progre sabe que el hombre desvinculado deja de ser hombre para degenerar en monicaco; sabe que, desamparado de la tradición, el hombre se convierte en carne de ingeniería social. Por eso, el progre abomina de las fiestas y ritos que nos vinculan al pasado, por eso destierra de sus planes educativos el Latín y lo sustituye por Educación para la Ciudadanía, por eso trata de matar los afectos que sólo en el seno de la familia adquieren sentido. Pero el progre no puede completar su designio destructivo sin ofrecer algo a cambio, una pacotilla que anestesie el desvalimiento humano. Y así, aprovechándose de ese desasosiego que deja en el corazón del hombre la falta de asideros, le vende progreso y modernidad como lenitivos de su terrible desvalimiento; y se los vende a través de la propaganda de los medios de adoctrinamiento de masas, logrando que el hombre alienado de su naturaleza (de la tradición que lo constituye) crea que esos lenitivos son más atractivos, logrando arrasar esa silenciosa y pensativa conversación de generaciones que a lo largo de los siglos había garantizado la transmisión de afectos y valores morales.
El progre sabe que para llevar a cabo su misión necesita destrozar el tejido celular de la sociedad, los vínculos que unos hombres entablan con otros según un impulso cordial y sagrado. También sabe que la primera sociedad natural es la familia: destruida ésta, será mucho más sencillo llevar a cabo sus designios. Y disfruta orgiásticamente contemplando los efectos de su devastadora acción: matrimonios deshechos porque sí a velocidad exprés, hogares desbaratados con el menor pretexto o sin pretexto alguno, hijos desparramados y convertidos en carne de psiquiatra, abortos a mansalva, nuevas fórmulas combinatorias humanas negadas a la transmisión de la vida, etcétera. Cuando, por el contrario, descubre que aún hay familias que se resisten a su ingeniería social; cuando descubre que aún queda gente con sueños comunes, con ideales compartidos, con afectos heredados de sus mayores que se renuevan en sus hijos; cuando descubre la fidelidad y la perseverancia de los buenos en medio de una generación que ya creía pervertida; cuando descubre que, además, toda esa resistencia numantina se funda en Dios... bueno, es natural que se le ponga el cuerpo como a la niña de «El exorcista».
www.juanmanueldeprada.com


Fuente: http://www.abc.es/20071231/opinion-firmas/familia-tradicion_200712310251.html
 
Re: El compromiso político del creyente

Yo añoro que haya gente en este país que deje de una puñetera vez de hablar de Franco, tanto para lo bueno como para lo malo. Los que así lo hacéis sois ya casi historia, pero todavía tiene que pasar algo más de tiempo para que seáis historia del todo.

Yo desde luego no puedo añorar lo que no viví. Y no necesito estar mirando al pasado para juzgar el presente. Eso se lo dejo a los nostálgicos como tú, y como los pocos fachas que todavía pululan por ahí, que son incapaces de entender que el siglo XX ya pasó. Lo que quiero es que en mi país haya una verdadera democracia, no esta farsa que tenemos ahora. Y como yo, cada vez más.

No te confundas, Luis, no hablo de franco, sino de vuestra Institución religiosa.
Está claro que el que se olvida de la historia está condenado a repetirla.

Lo que si celebro es que haya entre vosotros a la buena gente que muestran la mayor de las falacias juídicas que existen en nuestra sociedades "cristianas": que se muestren contrarios a la pena de muerte contra los asesinos y la aplique a los inocentes.

Que pretendan hacernos tragar que la unión contra natura de una pareja de maricones, es familia.
Ahí tienes mi incondicional soporte.
Y que tengas un buen año!!!