María, la madre de Jesús

19 Agosto 2007
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- MARIA, LA MADRE DE JESUS

1. ¿Cómo aparece María en los evangelios? En el evangelio de San Juan la madre de Jesús, sin decir su nombre, aparece al principio y al final: en la boda de Caná (Jn 2,5) y al pie de la cruz (19,25). En los demás, fuera del evangelio de la infancia, María aparece poco y, cuando aparece, se dice que lo que importa no es la relación familiar, sino la escucha de la palabra de Dios. Una vez, estando hablando Jesús a la gente, alzó la voz una mujer y dijo: Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron. Pero repuso Jesús: Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan (Lc 11,27-28).
2. Ciertamente, una etapa crucial en la vida de la mujer es la maternidad. Es la primera relación que establece de forma única y exclusiva con otro ser y que está dentro de ella. Pues bien, dice Jesús, no es la relación familiar, la relación biológica, la maternidad, sino la relación con Dios, la escucha de su Palabra, lo que verdaderamente importa. Pero ¿no es eso lo que ha hecho María? Eso es lo que dice el evangelio de San Lucas, que la pone como modelo de discípulo: He aquí la esclava del Señor (Lc 1,38). Si no hubiera escuchado la Palabra, tampoco hubiera sido la madre de Jesús. Por supuesto, María fue tejiendo en Nazaret el lenguaje humano de Jesús, como cualquier mujer enseña a hablar a su hijo.
3. Cuando Jesús, a los doce años, se desmarca de sus padres para aparecer al cabo de tres días sentado en medio de los doctores, su madre le dice: ¿Por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando (Lc 2,48). Es el despertar de su vocación (2,49), pero también el proceso del muchacho que se despega de las faldas de su madre, según la psicología del desarrollo: "Con el paso del tiempo, la formación de la personalidad del niño y de la niña discurre por caminos distintos: la identidad femenina surge de un proceso de identificación con la madre. Los niños, por el contrario, al definirse como varones, separan a las madres de sí mismos. La intimidad y la proximidad de la madre se vive como una especie de retroceso que resulta amenazante" (Carol Gilligan).
4. ¿Tuvo Jesús más hermanos? Otras confesiones cristianas dicen que sí. La tradición de la Iglesia llama a María la "siempre Virgen" (LG 52). "A esto se objeta a veces, dice el Catecismo de la Iglesia Católica, que la Escritura menciona unos hermanos y hermanas de Jesús (cf Mc 3,31-55;6,3;1 Co 9,5;Ga 1,19). La Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a otros hijos de la Virgen María; en efecto, Santiago y José 'hermanos de Jesús' (Mt 13,55) son los hijos de una María discípula de Cristo (cf Mt 27,56) que se designa de una manera significativa como 'la otra María' (Mt 28,1). Se trata de parientes próximos de Jesús, según una expresión conocida del Antiguo Testamento (cf Gn 13,8;14,16;29,15)" (n.500). En cualquier caso, no hubiera sido ninguna deshonra sino bendición de Dios (Sal 128) ver a Jesús rodeado de "hermanos, que maduran en el centro de un influjo mutuo" (X.Pikaza). El evangelio nos dice que Jesús fue el primogénito (Lc 2,7) y sugiere una relación matrimonial normal de María y José, después del nacimiento de Jesús: Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo (Mt 1,25).
5. Jesús pone la nueva familia de los que escuchan la Palabra por encima de las relaciones familiares. Esto repercute en su relación con María y con otros parientes. En cierta ocasión, le dicen: Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan. Responde Jesús: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre (Mc 3,33-35).
6. Se ha dicho bellamente: "María supo guardar la Palabra (Lc 2,51) y aceptar silenciosamente situaciones que no comprendía (Lc 2,50). Supo retirarse sin decir nada, abriéndose a la novedad de que Jesús consideraba 'madre y hermanos' a todos los que escuchasen su palabra (Lc 8,21) y supo permanecer silenciosa junto a la cruz, porque allí la palabra definitiva era la del amor fiel llevado hasta el fin (Jn 19,25). Pero supo también discernir cuándo era tiempo de preguntar (Lc 1,34;2,48) y cuándo era tiempo de intervenir y persuadir: No tienen vino...Haced lo que él os diga (Jn 2,4-5). Ella, que estuvo más tiempo que nadie cerca de Jesús, asistió en silencio contemplativo al cuajar de su personalidad y a los primeros pasos de aquella vida extrañamente libre. Ella supo perder el miedo a desaparecer y a gastarse, como la sal y como la luz (Mt 5,13-16)" (Dolores Aleixandre).
7. En la misión de Jesús, María desaparece o, al menos, queda en segundo plano. San Mateo y San Lucas suavizan un poco las tensiones entre madre e hijo y, también, con la familia y los parientes. Al fin y al cabo, perciben que María ha acogido la Palabra desde el principio. Pero San Marcos es más crítico. Y dice también que los parientes le andan buscando porque piensan que está "fuera de sí" (Mc 3,21). O sea, se perciben problemas de relación con la familia, con los parientes. La familia no entiende la misión de Jesús. Su posición está cerca de la posición de los escribas. Los escribas tienen peor intención, por supuesto. Dicen que “está endemoniado” (3,22). La familia lleva su guerra contra la misión de Jesús, aunque sea distinta de la guerra de los escribas. Se dice en el evangelio de San Juan: Ni siquiera sus hermanos creían en él (Jn 7,5).
8. ¿Y en la cruz qué pasa? Dicen los sinópticos que en la cruz, quizá para dar cumplimiento al salmo, los familiares (de forma global) a distancia se quedan (Lc 23,49;ver Sal 38,12;Mt 27,55;Mc 15,46). San Juan, sin embargo, presenta a María con el discípulo amado al pie de la cruz. Después, no aparece María en ninguna experiencia de resurrección. Es posible que el dolor de la muerte de Jesús le haya dificultado ver las señales de la resurrección, según el dicho: "Y si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas te pueden ocultar la luz de las estrellas" (Tagore). Lo cierto es que aparece María, por ser madre, al pie de la cruz y, por tanto, con el dolor de madre, tan único (Lam 1,12), como espada que atraviesa el alma (Lc 2,35). Le dice Jesús: Ahí tienes a tu hijo (Jn 19,26; ver Mc 10,30). Jesús invita a María a ejercer otra maternidad en la comunidad del discípulo amado, se la invita a dar un paso en la fe, a ser madre de otra forma, en una relación nueva, que no es biológica: ahí tienes a un hijo que te nacerá del corazón.
9. Después aparece María al comienzo de los Hechos de los apóstoles, en oración con los discípulos, en comunidad, para pedir el don del espíritu: Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos (Hch 1,14). Y en el seno de la comunidad, en pentecostés, se comparten las maravillas de Dios (Hch 2,11) y la Iglesia naciente canta la grandeza de Dios, en el lenguaje del espíritu, que es el lenguaje de la experiencia. Como María en el magnificat, la Iglesia naciente canta la grandeza de Dios.
10. El dogma de la Inmaculada Concepción fue definido por el papa Pío IX en 1854. María es llena de gracia (Lc 1,28), enemiga del mal (Gn 3,15) desde su concepción. El dogma de la Asunción fue definido por Pío XII en 1950: "Terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo" (LG 59). María está ya resucitada y vive en plenitud. Pero, como María, muchos también. Dice el Señor: Yo soy la resurrección y la vida. El que crea en mí, aunque haya muerto vivirá (Jn 11,25). Ahora bien, María tiene una dignidad especial: Todas las generaciones me llamarán dichosa (Lc 1,48). Su acogida de la Palabra repercutió en la salvación de toda la humanidad. Es la madre de mi Señor (Lc 1,43). El concilio de Efeso (año 431) la llamó madre de Dios. En la Iglesia es invocada como Abogada, Auxiliadora, Ayuda, Mediadora (LG 62). Su mediación "no disminuye ni oscurece la mediación única de Cristo, antes bien muestra su eficacia" (LG 60).
 
Re: María, la madre de Jesús

Plagiado con afán de polémica de aquí:

http://www.apostor.org.ar/biblioteca/autor_libros.php?id=34

Así ha estado en varios hilos plagiando escritos y sólo usando el copy&paste

Bueno, pero no responde a lo aportado, nomás trata de dar descrédito, cuando los suyos, y en ocasiones, pecan exactamente de lo mismo, pero nada, no les da descrédito alguno. Ello no es justo, así andan, a tal cual les da gusto. Un saludo.
 
Re: María, la madre de Jesús

Te seré sincero, me podrás creer o no, lo tenía en un disquet entre los 10 o 12 que tengo, he buscado un tema interesante para meter y me pareció precioso , no sabía ni de donde lo copiara, porque hace años que recopilo escritos que me gustan algunos son míos y otros no. pero creo que por poner un artículo precioso y con el que estoy de acuerdo sobre María no he cometido pecado alguno. Al menos eso creo. Lo que si te digo es que cuando lo envíe del disquet ni me acordaba de donde lo había quitado por el tiempo que lleva guardado. Perdona también si hay alguna falta.
 
Re: María, la madre de Jesús

Te seré sincero, me podrás creer o no, lo tenía en un disquet entre los 10 o 12 que tengo, he buscado un tema interesante para meter y me pareció precioso , no sabía ni de donde lo copiara, porque hace años que recopilo escritos que me gustan algunos son míos y otros no. pero creo que por poner un artículo precioso y con el que estoy de acuerdo sobre María no he cometido pecado alguno. Al menos eso creo. Lo que si te digo es que cuando lo envíe del disquet ni me acordaba de donde lo había quitado por el tiempo que lleva guardado. Perdona también si hay alguna falta.

El plagio es hacer parecer que un escrito ajeno es propio; aunque uno no sepa de quien es se debe de advertir que el escrito es ajeno.

Yo sólo te digo que ya vi dos mensajes tuyos que intentas aparecer como tuyos y son plagiados y no deseo comprobar si otros también lo son.

Así no se debate.

Tú cree en lo que quieras y ataca lo que quieras; pero existen reglas para hacerlo.
 
Re: María, la madre de Jesús

El plagio es hacer parecer que un escrito ajeno es propio; aunque uno no sepa de quien es se debe de advertir que el escrito es ajeno.

Yo sólo te digo que ya vi dos mensajes tuyos que intentas aparecer como tuyos y son plagiados y no deseo comprobar si otros también lo son.

Así no se debate.

Tú cree en lo que quieras y ataca lo que quieras; pero existen reglas para hacerlo.

Entre los suyos es práctica habitual... pero no veremos jamás que les acuse de ello. Así andan, así son ellos...
 
Re: María, la madre de Jesús

este tema no lo he hecho para debatir y en el tema del limbo por buscar " que dice el Gadium spes sobre el limbo"en google y enviarlo creo que no he hecho daño alguno. Por otra parte tampoco me creeras pero en informatica soy un desastre y los enlaces soy incapaz de ponerlos como los haces tu.
¿que sucede que si no estamos de acuerdo en algo tienes que buscar la forma de quedar bien.
 
Re: María, la madre de Jesús

este tema no lo he hecho para debatir y en el tema del limbo por buscar " que dice el Gadium spes sobre el limbo"en google y enviarlo creo que no he hecho daño alguno. Por otra parte tampoco me creeras pero en informatica soy un desastre y los enlaces soy incapaz de ponerlos como los haces tu.

Según tú ya has tenido en tus manos la Gadium et spes; pero afirmas que habla sobre el limbo. LA GAUDIUM ET SPES ES SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO ACTUAL y en ninguna parte de dicha constitución pastoral se hace referencia al limbo.

Así que es claro que nunca la has leído y te birlaste un escrito ajeno.


¿que sucede que si no estamos de acuerdo en algo tienes que buscar la forma de quedar bien.

Simplemente pudiste escribir: "lo tome de esta pagina:" y eso es todo.
 
Re: María, la madre de Jesús

Unamuno, ¿un consejo?... déjale, no parará... es así, siempre... ahora ante la incapacidad, tiene que lograr quedar lleno como sea, su ego es muy grande. Nomás medita y actúa como consideres debes hacerlo... pero ya está metiendo cortina de humo para que el tema no se trate, está jugando a su juego, quiere reventar de raíz el debate... un saludo.
 
Re: María, la madre de Jesús

- MARIA, LA MADRE DE JESUS

1. ¿Cómo aparece María en los evangelios? En el evangelio de San Juan la madre de Jesús, sin decir su nombre, aparece al principio y al final: en la boda de Caná (Jn 2,5) y al pie de la cruz (19,25). En los demás, fuera del evangelio de la infancia, María aparece poco y, cuando aparece, se dice que lo que importa no es la relación familiar, sino la escucha de la palabra de Dios. Una vez, estando hablando Jesús a la gente, alzó la voz una mujer y dijo: Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron. Pero repuso Jesús: Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan (Lc 11,27-28).
2. Ciertamente, una etapa crucial en la vida de la mujer es la maternidad. Es la primera relación que establece de forma única y exclusiva con otro ser y que está dentro de ella. Pues bien, dice Jesús, no es la relación familiar, la relación biológica, la maternidad, sino la relación con Dios, la escucha de su Palabra, lo que verdaderamente importa. Pero ¿no es eso lo que ha hecho María? Eso es lo que dice el evangelio de San Lucas, que la pone como modelo de discípulo: He aquí la esclava del Señor (Lc 1,38). Si no hubiera escuchado la Palabra, tampoco hubiera sido la madre de Jesús. Por supuesto, María fue tejiendo en Nazaret el lenguaje humano de Jesús, como cualquier mujer enseña a hablar a su hijo.
3. Cuando Jesús, a los doce años, se desmarca de sus padres para aparecer al cabo de tres días sentado en medio de los doctores, su madre le dice: ¿Por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando (Lc 2,48). Es el despertar de su vocación (2,49), pero también el proceso del muchacho que se despega de las faldas de su madre, según la psicología del desarrollo: "Con el paso del tiempo, la formación de la personalidad del niño y de la niña discurre por caminos distintos: la identidad femenina surge de un proceso de identificación con la madre. Los niños, por el contrario, al definirse como varones, separan a las madres de sí mismos. La intimidad y la proximidad de la madre se vive como una especie de retroceso que resulta amenazante" (Carol Gilligan).
4. ¿Tuvo Jesús más hermanos? Otras confesiones cristianas dicen que sí. La tradición de la Iglesia llama a María la "siempre Virgen" (LG 52). "A esto se objeta a veces, dice el Catecismo de la Iglesia Católica, que la Escritura menciona unos hermanos y hermanas de Jesús (cf Mc 3,31-55;6,3;1 Co 9,5;Ga 1,19). La Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a otros hijos de la Virgen María; en efecto, Santiago y José 'hermanos de Jesús' (Mt 13,55) son los hijos de una María discípula de Cristo (cf Mt 27,56) que se designa de una manera significativa como 'la otra María' (Mt 28,1). Se trata de parientes próximos de Jesús, según una expresión conocida del Antiguo Testamento (cf Gn 13,8;14,16;29,15)" (n.500). En cualquier caso, no hubiera sido ninguna deshonra sino bendición de Dios (Sal 128) ver a Jesús rodeado de "hermanos, que maduran en el centro de un influjo mutuo" (X.Pikaza). El evangelio nos dice que Jesús fue el primogénito (Lc 2,7) y sugiere una relación matrimonial normal de María y José, después del nacimiento de Jesús: Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo (Mt 1,25).
5. Jesús pone la nueva familia de los que escuchan la Palabra por encima de las relaciones familiares. Esto repercute en su relación con María y con otros parientes. En cierta ocasión, le dicen: Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan. Responde Jesús: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre (Mc 3,33-35).
6. Se ha dicho bellamente: "María supo guardar la Palabra (Lc 2,51) y aceptar silenciosamente situaciones que no comprendía (Lc 2,50). Supo retirarse sin decir nada, abriéndose a la novedad de que Jesús consideraba 'madre y hermanos' a todos los que escuchasen su palabra (Lc 8,21) y supo permanecer silenciosa junto a la cruz, porque allí la palabra definitiva era la del amor fiel llevado hasta el fin (Jn 19,25). Pero supo también discernir cuándo era tiempo de preguntar (Lc 1,34;2,48) y cuándo era tiempo de intervenir y persuadir: No tienen vino...Haced lo que él os diga (Jn 2,4-5). Ella, que estuvo más tiempo que nadie cerca de Jesús, asistió en silencio contemplativo al cuajar de su personalidad y a los primeros pasos de aquella vida extrañamente libre. Ella supo perder el miedo a desaparecer y a gastarse, como la sal y como la luz (Mt 5,13-16)" (Dolores Aleixandre).
7. En la misión de Jesús, María desaparece o, al menos, queda en segundo plano. San Mateo y San Lucas suavizan un poco las tensiones entre madre e hijo y, también, con la familia y los parientes. Al fin y al cabo, perciben que María ha acogido la Palabra desde el principio. Pero San Marcos es más crítico. Y dice también que los parientes le andan buscando porque piensan que está "fuera de sí" (Mc 3,21). O sea, se perciben problemas de relación con la familia, con los parientes. La familia no entiende la misión de Jesús. Su posición está cerca de la posición de los escribas. Los escribas tienen peor intención, por supuesto. Dicen que “está endemoniado” (3,22). La familia lleva su guerra contra la misión de Jesús, aunque sea distinta de la guerra de los escribas. Se dice en el evangelio de San Juan: Ni siquiera sus hermanos creían en él (Jn 7,5).
8. ¿Y en la cruz qué pasa? Dicen los sinópticos que en la cruz, quizá para dar cumplimiento al salmo, los familiares (de forma global) a distancia se quedan (Lc 23,49;ver Sal 38,12;Mt 27,55;Mc 15,46). San Juan, sin embargo, presenta a María con el discípulo amado al pie de la cruz. Después, no aparece María en ninguna experiencia de resurrección. Es posible que el dolor de la muerte de Jesús le haya dificultado ver las señales de la resurrección, según el dicho: "Y si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas te pueden ocultar la luz de las estrellas" (Tagore). Lo cierto es que aparece María, por ser madre, al pie de la cruz y, por tanto, con el dolor de madre, tan único (Lam 1,12), como espada que atraviesa el alma (Lc 2,35). Le dice Jesús: Ahí tienes a tu hijo (Jn 19,26; ver Mc 10,30). Jesús invita a María a ejercer otra maternidad en la comunidad del discípulo amado, se la invita a dar un paso en la fe, a ser madre de otra forma, en una relación nueva, que no es biológica: ahí tienes a un hijo que te nacerá del corazón.
9. Después aparece María al comienzo de los Hechos de los apóstoles, en oración con los discípulos, en comunidad, para pedir el don del espíritu: Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos (Hch 1,14). Y en el seno de la comunidad, en pentecostés, se comparten las maravillas de Dios (Hch 2,11) y la Iglesia naciente canta la grandeza de Dios, en el lenguaje del espíritu, que es el lenguaje de la experiencia. Como María en el magnificat, la Iglesia naciente canta la grandeza de Dios.
10. El dogma de la Inmaculada Concepción fue definido por el papa Pío IX en 1854. María es llena de gracia (Lc 1,28), enemiga del mal (Gn 3,15) desde su concepción. El dogma de la Asunción fue definido por Pío XII en 1950: "Terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo" (LG 59). María está ya resucitada y vive en plenitud. Pero, como María, muchos también. Dice el Señor: Yo soy la resurrección y la vida. El que crea en mí, aunque haya muerto vivirá (Jn 11,25). Ahora bien, María tiene una dignidad especial: Todas las generaciones me llamarán dichosa (Lc 1,48). Su acogida de la Palabra repercutió en la salvación de toda la humanidad. Es la madre de mi Señor (Lc 1,43). El concilio de Efeso (año 431) la llamó madre de Dios. En la Iglesia es invocada como Abogada, Auxiliadora, Ayuda, Mediadora (LG 62). Su mediación "no disminuye ni oscurece la mediación única de Cristo, antes bien muestra su eficacia" (LG 60).
 
Re: María, la madre de Jesús

Como el aporte es muy extenso, porqué no vamos por partes, ¿qué opinan de este primer punto?... ¿los vamos viendo todos poco a poco?....
1. ¿Cómo aparece María en los evangelios? En el evangelio de San Juan la madre de Jesús, sin decir su nombre, aparece al principio y al final: en la boda de Caná (Jn 2,5) y al pie de la cruz (19,25). En los demás, fuera del evangelio de la infancia, María aparece poco y, cuando aparece, se dice que lo que importa no es la relación familiar, sino la escucha de la palabra de Dios. Una vez, estando hablando Jesús a la gente, alzó la voz una mujer y dijo: Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron. Pero repuso Jesús: Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan (Lc 11,27-28).

Un saludo y que Dios nos de luz y entendimiento.
 
Re: María, la madre de Jesús

Según tú ya has tenido en tus manos la Gadium et spes; pero afirmas que habla sobre el limbo. LA GAUDIUM ET SPES ES SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO ACTUAL y en ninguna parte de dicha constitución pastoral se hace referencia al limbo.

Así que es claro que nunca la has leído y te birlaste un escrito ajeno.




Simplemente pudiste escribir: "lo tome de esta pagina:" y eso es todo.
Pues bien llevo desde las 11 de la noche debatiendo contigo, son las 3 de la mañana y crees que estoy para remilgos. simple mente puse en google: "que dice el gadium spes sobre el limbo" y me salio esa página, porque tenía la gadium spes en las manos y no daba encontrado el apartado 22 Así que me pareció más facil buscarlo en google. Pero creo que por un tiempo me voy a marchar del foro 1º porque me estoy enganchando y 2º porque parece que en vez de servir para construir sirve para destruirnos unos a otros. de todas formas enccantado de haber compartido y perdón por todos los fallos que haya cometido, pero en ningún momento fue para atacar a ninguna institución ni católica ni evangelica, porque yo por encima de considerarme atólico o evangélico me considero cristiano y tengo amigos tanto en la iglesia evangélica como en la católica. pero pienso cuando llegará el momento que en vez de usar la Palabra de Dios para apedrearnos con ella la usaemos para confraternizar más todos los hermanos, además pienso que Dios como buen Padre que es esto le haría muy feliz.
QUE DIOS TE BENDIGA A TI Y APETRINO Y A TODOS LOS DEL FORO, PERDON TAMBIÉN A PETRINO POR MI IRONÍA Y POR LAS FALTAS QUE HAYA PORQUE LLEVO CASI 5 HORAS CON VOSOTROS Y YA NO VEO NI EL TECLADO.
 
Re: María, la madre de Jesús

Venga, que te vaya bien, ya nos vemos en otro momento. Bendiciones.
 
Re: María, la madre de Jesús

Hola Hno. Unamuno: He leído con interés el tema "plagiado". En lo personal no me parece algo grave, tomando en cuenta que jamás aseguraste después de lo que dijo Clemente. A fin de cuentas, siempre nos pasamos citando o hablando de las palabras de otro hombre (que también es Dios, por cierto) o hacemos alusión a sus palabras o actitudes, y solo un pequeño porcentaje es de nuestra cosecha, y casi siempre es lo que entra en debate. Cuando vemos la Palabra de Dios, la creemos de manera diferente, aunque la expresemos y citemos de la misma manera.

Como este tema es muy extenso solo me abocaré, por lo pronto, al punto que me parece ser el de maror provecho para conocer mejor a Cristo.

Mira, muchos cristianos aseguran que Dios es celoso y es cierto, aseguran que la gloria es para Él solo, y esto ya no es cierto. Mira la siguiente cita:

Joh 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

Joh 17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

¿Por que me ha interesado tanto marcar este punto, y como se relaciona con el tema? Vamos al punto tres, por lo pronto:

- MARIA, LA MADRE DE JESUS
3. Cuando Jesús, a los doce años, se desmarca de sus padres para aparecer al cabo de tres días sentado en medio de los doctores, su madre le dice: ¿Por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando (Lc 2,48). Es el despertar de su vocación (2,49), pero también el proceso del muchacho que se despega de las faldas de su madre, según la psicología del desarrollo: "Con el paso del tiempo, la formación de la personalidad del niño y de la niña discurre por caminos distintos: la identidad femenina surge de un proceso de identificación con la madre. Los niños, por el contrario, al definirse como varones, separan a las madres de sí mismos. La intimidad y la proximidad de la madre se vive como una especie de retroceso que resulta amenazante" (Carol Gilligan).

La parte realzada es discutible, y el énfasis es mío. Mira si no. Las citas solo son de Lucas 2, los versículos 48 y 49.

Por tanto, sigamos con los tres versículos siguientes para ver el punto que me interesa:

Luk 2:50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.

Luk 2:51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

Luk 2:52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.(H)

Y el escrito que has y he resaltado nos habla de un Jesús arbitrario, que toma su autoridad para hacer su voluntad, cuando el evangelio nos habla de un Jesús tierno y amoroso, e hijo obediente por cierto.

¿Por que siempre estoy insistiendo en este punto?

Por la sencilla razón de que es una afrenta a la imagen de Nuestro Señor. Jesús es todo un caballero, es un hermano amoroso, no es juez duro, es un buen hijo de Papá y mamá. Cuando le dijo al joven rico que dejara todo y lo siguiera, solo estaba invitando al joven a seguir su propia vocación: Dejarlo todo por amor al Padre. Y en ese contexto es que se ubican estos textos. Jesús dejó toda su riqueza y gloria en el cielo, y renunció a su igualdad con El Padre y se hizo un poco inferior a los ángeles para venir a salvarnos. Y esta actitud amorosa la ha tenido siempre. Aún en sus palabras mas duras hay amor, cuando le habla de "Raza de vívoras, sepulcros blanqueados" Etc. lo hace para conversión y corrección. Aún a Pedro le llama satanás, para que deje de pensar como hombre, pero lo hace teniendo amor en su corazón para Pedro.

Poner de otra manera a Jesús, es una falta de respeto y una distorsión a su imagen. Y ningún cristiano lo debería hacer.

Posteriormente vemos los demás puntos. Saludos y que Dios le bendiga
 
Re: María, la madre de Jesús

Hola Hno. Unamuno: He leído con interés el tema "plagiado". En lo personal no me parece algo grave, tomando en cuenta que jamás aseguraste después de lo que dijo Clemente. A fin de cuentas, siempre nos pasamos citando o hablando de las palabras de otro hombre (que también es Dios, por cierto) o hacemos alusión a sus palabras o actitudes, y solo un pequeño porcentaje es de nuestra cosecha, y casi siempre es lo que entra en debate. Cuando vemos la Palabra de Dios, la creemos de manera diferente, aunque la expresemos y citemos de la misma manera.

Gracias por tu comprensión, porque te aseguro que lo que he puesto es la verdad. He pasado 8 años de mi vida en una difícil situación y me he dedicado en todo ese tiempo a estudiar la Palabra de Dios, por lo tanto, me he dedicado en todo ese tiempo a hacer estudios biblicos y a guardar escritos que me han parecido de edificación, que todavía consevo en mi disco duro y en disquets, así que de todo esto ya no se de donde han salido muchos de ellos. Lo guardo y punto, pero ahy gente que cuando no está de acuerdo contigo usa todos los medios para quedar por encima de los demás
¡que Dios te siga bendiciendo mucho!
Unamuno
 
Re: María, la madre de Jesús

- MARIA, LA MADRE DE JESUS

1. ¿Cómo aparece María en los evangelios? En el evangelio de San Juan la madre de Jesús, sin decir su nombre, aparece al principio y al final: en la boda de Caná (Jn 2,5) y al pie de la cruz (19,25). En los demás, fuera del evangelio de la infancia, María aparece poco y, cuando aparece, se dice que lo que importa no es la relación familiar, sino la escucha de la palabra de Dios. Una vez, estando hablando Jesús a la gente, alzó la voz una mujer y dijo: Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron. Pero repuso Jesús: Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan (Lc 11,27-28).
2. Ciertamente, una etapa crucial en la vida de la mujer es la maternidad. Es la primera relación que establece de forma única y exclusiva con otro ser y que está dentro de ella. Pues bien, dice Jesús, no es la relación familiar, la relación biológica, la maternidad, sino la relación con Dios, la escucha de su Palabra, lo que verdaderamente importa. Pero ¿no es eso lo que ha hecho María? Eso es lo que dice el evangelio de San Lucas, que la pone como modelo de discípulo: He aquí la esclava del Señor (Lc 1,38). Si no hubiera escuchado la Palabra, tampoco hubiera sido la madre de Jesús. Por supuesto, María fue tejiendo en Nazaret el lenguaje humano de Jesús, como cualquier mujer enseña a hablar a su hijo.
3. Cuando Jesús, a los doce años, se desmarca de sus padres para aparecer al cabo de tres días sentado en medio de los doctores, su madre le dice: ¿Por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando (Lc 2,48). Es el despertar de su vocación (2,49), pero también el proceso del muchacho que se despega de las faldas de su madre, según la psicología del desarrollo: "Con el paso del tiempo, la formación de la personalidad del niño y de la niña discurre por caminos distintos: la identidad femenina surge de un proceso de identificación con la madre. Los niños, por el contrario, al definirse como varones, separan a las madres de sí mismos. La intimidad y la proximidad de la madre se vive como una especie de retroceso que resulta amenazante" (Carol Gilligan).
4. ¿Tuvo Jesús más hermanos? Otras confesiones cristianas dicen que sí. La tradición de la Iglesia llama a María la "siempre Virgen" (LG 52). "A esto se objeta a veces, dice el Catecismo de la Iglesia Católica, que la Escritura menciona unos hermanos y hermanas de Jesús (cf Mc 3,31-55;6,3;1 Co 9,5;Ga 1,19). La Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a otros hijos de la Virgen María; en efecto, Santiago y José 'hermanos de Jesús' (Mt 13,55) son los hijos de una María discípula de Cristo (cf Mt 27,56) que se designa de una manera significativa como 'la otra María' (Mt 28,1). Se trata de parientes próximos de Jesús, según una expresión conocida del Antiguo Testamento (cf Gn 13,8;14,16;29,15)" (n.500). En cualquier caso, no hubiera sido ninguna deshonra sino bendición de Dios (Sal 128) ver a Jesús rodeado de "hermanos, que maduran en el centro de un influjo mutuo" (X.Pikaza). El evangelio nos dice que Jesús fue el primogénito (Lc 2,7) y sugiere una relación matrimonial normal de María y José, después del nacimiento de Jesús: Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo (Mt 1,25).
5. Jesús pone la nueva familia de los que escuchan la Palabra por encima de las relaciones familiares. Esto repercute en su relación con María y con otros parientes. En cierta ocasión, le dicen: Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan. Responde Jesús: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre (Mc 3,33-35).
6. Se ha dicho bellamente: "María supo guardar la Palabra (Lc 2,51) y aceptar silenciosamente situaciones que no comprendía (Lc 2,50). Supo retirarse sin decir nada, abriéndose a la novedad de que Jesús consideraba 'madre y hermanos' a todos los que escuchasen su palabra (Lc 8,21) y supo permanecer silenciosa junto a la cruz, porque allí la palabra definitiva era la del amor fiel llevado hasta el fin (Jn 19,25). Pero supo también discernir cuándo era tiempo de preguntar (Lc 1,34;2,48) y cuándo era tiempo de intervenir y persuadir: No tienen vino...Haced lo que él os diga (Jn 2,4-5). Ella, que estuvo más tiempo que nadie cerca de Jesús, asistió en silencio contemplativo al cuajar de su personalidad y a los primeros pasos de aquella vida extrañamente libre. Ella supo perder el miedo a desaparecer y a gastarse, como la sal y como la luz (Mt 5,13-16)" (Dolores Aleixandre).
7. En la misión de Jesús, María desaparece o, al menos, queda en segundo plano. San Mateo y San Lucas suavizan un poco las tensiones entre madre e hijo y, también, con la familia y los parientes. Al fin y al cabo, perciben que María ha acogido la Palabra desde el principio. Pero San Marcos es más crítico. Y dice también que los parientes le andan buscando porque piensan que está "fuera de sí" (Mc 3,21). O sea, se perciben problemas de relación con la familia, con los parientes. La familia no entiende la misión de Jesús. Su posición está cerca de la posición de los escribas. Los escribas tienen peor intención, por supuesto. Dicen que “está endemoniado” (3,22). La familia lleva su guerra contra la misión de Jesús, aunque sea distinta de la guerra de los escribas. Se dice en el evangelio de San Juan: Ni siquiera sus hermanos creían en él (Jn 7,5).
8. ¿Y en la cruz qué pasa? Dicen los sinópticos que en la cruz, quizá para dar cumplimiento al salmo, los familiares (de forma global) a distancia se quedan (Lc 23,49;ver Sal 38,12;Mt 27,55;Mc 15,46). San Juan, sin embargo, presenta a María con el discípulo amado al pie de la cruz. Después, no aparece María en ninguna experiencia de resurrección. Es posible que el dolor de la muerte de Jesús le haya dificultado ver las señales de la resurrección, según el dicho: "Y si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas te pueden ocultar la luz de las estrellas" (Tagore). Lo cierto es que aparece María, por ser madre, al pie de la cruz y, por tanto, con el dolor de madre, tan único (Lam 1,12), como espada que atraviesa el alma (Lc 2,35). Le dice Jesús: Ahí tienes a tu hijo (Jn 19,26; ver Mc 10,30). Jesús invita a María a ejercer otra maternidad en la comunidad del discípulo amado, se la invita a dar un paso en la fe, a ser madre de otra forma, en una relación nueva, que no es biológica: ahí tienes a un hijo que te nacerá del corazón.
9. Después aparece María al comienzo de los Hechos de los apóstoles, en oración con los discípulos, en comunidad, para pedir el don del espíritu: Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos (Hch 1,14). Y en el seno de la comunidad, en pentecostés, se comparten las maravillas de Dios (Hch 2,11) y la Iglesia naciente canta la grandeza de Dios, en el lenguaje del espíritu, que es el lenguaje de la experiencia. Como María en el magnificat, la Iglesia naciente canta la grandeza de Dios.
10. El dogma de la Inmaculada Concepción fue definido por el papa Pío IX en 1854. María es llena de gracia (Lc 1,28), enemiga del mal (Gn 3,15) desde su concepción. El dogma de la Asunción fue definido por Pío XII en 1950: "Terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo" (LG 59). María está ya resucitada y vive en plenitud. Pero, como María, muchos también. Dice el Señor: Yo soy la resurrección y la vida. El que crea en mí, aunque haya muerto vivirá (Jn 11,25). Ahora bien, María tiene una dignidad especial: Todas las generaciones me llamarán dichosa (Lc 1,48). Su acogida de la Palabra repercutió en la salvación de toda la humanidad. Es la madre de mi Señor (Lc 1,43). El concilio de Efeso (año 431) la llamó madre de Dios. En la Iglesia es invocada como Abogada, Auxiliadora, Ayuda, Mediadora (LG 62). Su mediación "no disminuye ni oscurece la mediación única de Cristo, antes bien muestra su eficacia" (LG 60).

ERA UNA BUENA MUCHACHA...MUY BUENA MUCHACHA
 
Re: María, la madre de Jesús

una buena muchacha, buena sierva obediente humilde un buen ejemplo a seguir..........

ASÍ ES, ES BIENAVENTURADA, Y BENDITO EL FRUTO DE SU VIENTRE.
 
Re: María, la madre de Jesús

Saben, hay una curiosidad, Jesús es la razón de ser de María, Maria no es razón de ser de Jesús. Es decir, no porque Colon descubrió las Américas, por ello, su Madre es quien media hoy para lograr saber de ello... ¿verdad que no?... pues eso. Una simple reflexión a tomar, por todos aquellos que no logran ver y entender, que: si sabemos de María, no es por otra razón que Jesucristo, el Señor, murió en la Cruz. Sin esta Obra, que es la Obra, la única Obra que nos da razón de ser ante Dios, sin ella... jamás hubiésemos oído hablar de María... y así son las cosas, y así se las cuento. Un saludo, sigamos andando.
 
Re: María, la madre de Jesús

Saben, hay una curiosidad, Jesús es la razón de ser de María, Maria no es razón de ser de Jesús. Es decir, no porque Colon descubrió las Américas, por ello, su Madre es quien media hoy para lograr saber de ello... ¿verdad que no?... pues eso. Una simple reflexión a tomar, por todos aquellos que no logran ver y entender, que: si sabemos de María, no es por otra razón que Jesucristo, el Señor, murió en la Cruz. Sin esta Obra, que es la Obra, la única Obra que nos da razón de ser ante Dios, sin ella... jamás hubiésemos oído hablar de María... y así son las cosas, y así se las cuento. Un saludo, sigamos andando.

Es cierto que no debemos caer en la mariolatría, pero tampoco restar la importancia qu ha tenido maría en aceptar y cumplir la voluntad de Dios.