Re: Epistola de Santiago tiene muchos errores
Que tal hermanos, un saludo.
Sigo comentando sobre
Santiago 2:14-26, específicamente sobre los
vs. 20-24. Les dejo los links a los comentarios anteriores:
Introducción
Comentario a Santiago 2:14
Comentario a Santiago 2:15-17
Comentario a Santiago 2:18-19
Santiago se propone en los sgtes
vs. demostrar con ejemplos reales y prácticos que la fe de labios (
vs. 14) y/o meramente intelectual (
vs. 19) sin obras que la demuestren, es una fe vana, inútil para salvar. Para lograr esto, nos enseña cómo demostraron su fe por medio de sus obras dos personajes del
AT:
Abraham y
Rahab.
En los
vs. 20-24,
Santiago nos muestra el ejemplo de Abraham, el padre de la fe, concluyendo en el
vs. 24, aquél polémico, pero malinterpretado
vs. que analizaremos a su tiempo:
"
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe."
Santiago 2:20-24
"
¿Mas quieres saber...?", así comienza Santiago esta sección. Luego de presentarnos un reto formal en el
vs. 18, en donde
Santiago nos reta a
exhibir nuestra fe por medio de pruebas tangibles que demuestren su realidad,
Santiago se propone exhibir los frutos de la fe de Abraham, frutos que le justificaron frente a los hombres y demostraron que Abraham creía realmente en Dios, y no era una fe que se quedaba en las palabras o en la mente.
"
¿...hombre vano...?", esto es, vacío. Un hombre vano es un hombre que anda en la vanidad de su mente, engañándose a sí mismo. Ya anteriormente en su Epístola
Santiago nos enseña esto, cuando nos dice en
1:22 que seamos "
hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, (engañándonos a nosotros) mismos". De la misma manera el Señor nos enseña esto en
Mateo 7:24-29, en donde las enseñanzas de Dios llevadas a la práctica forman un cimiento firme para la fe que uno dice tener, ya que no solo nos respalda frente al mundo, sino que fortalecen nuestra confianza en Dios. Aquel que dice tener fe, pero no la pone en acción, demuestra que es un simple oidor que se engaña a sí mismo.
Luego,
Santiago nos hace una pregunta que se propone contestar por medio de los ejemplos vivos de Abraham y Rahab: - "
¿Mas quieres saber...que la fe sin obras es muerta?" - esto es, que el
decir que uno tiene fe (
vs. 14) sin obras que
comprueben su existencia (
vs. 18), demuestra que la fe de la cual se jacta aquel "
hombre vano" es muerta, inútil para salvar.
La fe es como la raíz de un árbol, cuyo fin es dar fruto. Donde no hay fruto, realmente no hay fe verdadera, sino una burda imitación falsa, que solo produce espinos y abrojos.
Luego,
Santiago nos ilustra con el ejemplo de Abraham esta realidad: - "
¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?". Según dicen dogmáticamente los opositores,
Santiago enseña aquí que Abraham fue justificado por sus obras frente a Dios, pero esta conclusión simplemente demuestra una falta de análisis de la sección y de voluntad para hacerlo, lo cual inevitablemente lleva a las malas interpretaciones al sacar de contexto los
vs..
La justificación de Abraham por sus obras debe entenderse a la luz del
vs. 18, lo que implica que la justificación de la que
Santiago nos habla
no es aquella que viene de parte de Dios en el momento en que creímos,
sino de la justificación de la fe frente a los hombres, los cuales solo podemos juzgar deacuerdo a lo que nuestros ojos ven: - "
Muéstrame tu fe...y yo te mostraré mi fe". Dios no probó a Abraham para justificarle, puesto que ya lo había hecho en el pasado simplemente por la fe (
Génesis 15:6), sino que lo hizo para que su testimonio diera a los hombres pruebas tangibles de que la fe que justificó aquel día a Abraham era verdadera, era una fe viva. Este evento esta escrito como sigue:
"
Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único."
Génesis 22:1-12
Abraham había recibido la promesa de Dios de que por medio de Isaac tendría descendencia infinita, y creyendo esto, fue justificado aquel día sin ninguna obra de por medio. Sin embargo, Dios decidió poner a prueba la fe de Abraham, para darnos testimonio a nosotros de que Abraham realmente confió en Dios, y no fue un simple trabajo mental y palabras vanas.
Al ser puesto a prueba, Abraham obedeció a Dios sin dudar, "
pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos" (
Hebreos 11:19). Él estaba dispuesto a sacrificar a su propio hijo, confiando en que Dios es poderoso y fiel para cumplir Sus promesas. Es esta
disposición a obedecer la voluntad de Dios que implanta la fe en el creyente, lo que le distingue de sus vanas imitaciones; y fue esa misma disposición la que demostró a los hombres que Abraham creyó verdaderamente en Dios. Por medio de sus obras, Abraham fue justificado por los hombres, y su fe quedo demostrada como verdadera. Esta es la justificación de la cual habla
Santiago.
La fe es una Gracia que no puede ser vista o medida por los hombres, pues es espiritual. Dios es el Único que puede "
ver" donde hay fe verdadera (que Él mismo implantó,
Efesios 2:8), y es por medio de esa fe que justifica al hombre. Sin embargo, ninguna Gracia espiritual carece de su realidad tangible, de manera que la realidad tangible de la fe son las obras del creyente, las cuales pueden ser vistas por los hombres (
Mateo 5:16;
Juan 3:21), quienes a su vez se convierten en testigos de la fe del creyente.
Dios puede justificar al hombre sin obras de por medio, porque Él sabe cuales son las propiedades que posee la fe verdadera, y sabe que donde hay fe verdadera, habran frutos que le glorifiquen (
Juan 15:8). A la vez, aquellos frutos que la fe produce en el creyente, al ser exhibidos, le justifican frente a los hombres. Nótese esta estrecha relación entre
la fe que justifica frente a Dios y
la obras que justifican frente a los hombres en el sgte pasaje escrito por Pablo:
"
Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo."
2 Timoteo 2:19
El primer sello - "
Conoce el Señor a los que son suyos" - corresponde a la justificación de parte de Dios por medio de la fe, pues solo Él conoce a aquellos a quienes concedió el don de la fe solo por Gracia (
Efesios 2:8). El segundo sello - "
Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo" - corresponde a la justificación de parte de los hombres, al ser testigos de las obras y frutos del creyente (
Mateo 5:16), que demuestran la realidad de la fe que dice tener.
La relación entre fe y obras es una relación estrecha, en donde cada una le da sentido a la otra.
Santiago sigue diciendo: - "
¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?".
Primero,
la fe en relación a las obras: - "
¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras...?" - esto es, la fe es el purificador de las obras. Solamente cuando las obras son hechas en fe se consideran buenas frente a Dios, "
(porque) sin fe es imposible agradar a Dios" (
Hebreos 11:6a) y "
lo que no proviene de fe, es pecado" (
Romanos 14:23c). La fe purifica el corazón (
Hechos 15:9), de manera que los frutos pasan de ser malos a bueno y aceptables al Señor. La fe en Dios transforma las obras de malas a buenas, pues le da a la voluntad un objetivo correcto para ejercer las obras: la gloria de Dios.
Segundo,
las obras en relación a la fe: - "
¿...y que la fe se perfeccionó por las obras?" - esto es, la fe llegó a su plenitud por las obras. La fe que justifica es la semilla, como dice un autor, que contiene en sí al árbol; sin embargo, esta llega a su plenitud cuando el árbol crece y es manifestado, o sea cumple su objetivo. Lo mismo pasa con la fe verdadera y viva, pues al momento de creer y ser justificados sin obras, esta contiene en sí la disposición a obedecer la voluntad de Dios; sin embargo, al ir caminando con Dios y al ir obrando Su voluntad, llevamos a la fe a su plenitud, cumpliendo así su fin principal: - "
Creí; por tanto hablé..." (
Salmo 116:10;
2 Corintios 4:13), de manera que, como resultado de la fe, viene una forma de obrar deacuerdo a esta.
Vemos esta secuencia causa-efecto (fe que produce obras) en toda la sección de
Hebreos 11:
Hebreos 11:4: - "
Por la fe Abel ofreció..."
Hebreos 11:5: - "
Por la fe Enoc...tuvo testimonio de haber agradado a Dios".
Hebreos 11:7: - "
Por la fe Noé...con temor preparó el arca...".
Hebreos 11:8: - "
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció..."
Y así se puede continuar durante todo el capítulo, en donde la fe fue expresada en obras que exhibieron su existencia perfeccionándola, por cuanto la fe logró el objetivo propuesto (
Efesios 2:8-10).
De esta manera, aquella justificación por fe frente a Dios que Abraham recibió en aquel momento del pasado, demostró su realidad cuando fue probada la fe que le justificó: - "
Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios". Esto es, la fe de Abraham demostró tener las características de la fe verdadera que justifica frente a Dios, y de esta manera quedó cumplida o justificada la Escritura que dice: - "
Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia...". Fue la fe de Abraham lo que le justificó frente a Dios, y fue esa fe en acción lo que le justificó frente a los hombres: - "
y fue llamado amigo de Dios" -, por cuanto la obra de Abraham no era una simple obra, sino una obra de fe.
Concluye
Santiago su exposición de la sgte manera: - "
Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe" - esto es, el hombre es justificado frente a los hombres (
vs. 18) por las obras de fe que hace (
vs. 21) y no solamente por decir que tiene fe (
vs. 14).
Este
vs. debe ser visto dentro del contexto total de la sección.
Santiago establece en los
vs. 14-19 que la fe de palabras y/o meramente intelectual sin obras que exhiban su realidad es vana e inútil para salvar. Luego,
Santiago prueba, por medio de ejemplos en donde la fe exhibió su realidad por medio de obras hechas en obediencia a la voluntad de Dios, que solo aquella fe que produce obras de justicia es verdadera. Concluye esta parte (
vs. 24) dejando en claro que no importa cuanto nos jactemos de que tenemos fe, si no hay frutos que demuestren su existencia, nuestra jactancia es vana.
Algunas observaciones:
Primero, queda claro, una vez analizado en contexto, que la justificación a la que se refiere
Pablo y la justificación a la que se refiere
Santiago son totalmente distintas. La primera apunta hacia Dios, la segunda hacia los hombres.
Segundo, confiemos en que Dios nos recibe por medio de la sola fe en Cristo, sin obras; pero no nos equivoquemos pensando que Dios nos dejará seguir en nuestros caminos. Si la fe que decimos tener no produce frutos de obediencia, es necesario un examen honesto y personal frente a Dios. No hay nada más sano que examinarnos periódicamente a la luz de la Palabra.
Conclusión:
Aquel que quiera encontrar la verdad, deberá dejar de lado los prejuicios y buscarla. Pablo dijo: - "
Examinadlo todo; retened lo bueno" (
1 Tesalonicenses 5:21, de manera que debemos examinar objetivamente aquello que se nos presente y no descartarlo simplemente porque no nos parece. Muchas veces el juicio se ve guiado del subjetivismo personal y no por las evidencias objetivas que se nos presentan.
Lo mismo pasa con la
Epístola de Santiago si le damos unas cuantas pasadas y nos quedamos pegados en los
vs. que nos parecen conflictivos. Eso demuestra también que la lectura que hacemos de la Escritura en general no nos aprovecha mucho, aún si decimos creerla.
Hay que confesar que incluso en
Pablo encontramos dificultades, las cuales nos llevan a analizar para encontrar la armonía ¿porque no hacer lo mismo con
Santiago, en vez de rechazarle sin darle una oportunidad? es por algo que el Señor quiso que estuviera en nuestras Bíblias ¿o acaso creen que Dios no puede controlar siquiera Su propia revelación?
Dios les bendiga...