Los Adventistas y la Trinidad
(la verdad verdadera)
Si bien es cierto que la Creencia Fundamental Nº 2 habla de la trinidad como “una unidad de tres personas co-eternas”. Hasta el año de 1890 la mayoría de los escritores y pensadores adventistas tomaban la posición Ariana , es decir, que hubo un tiempo cuando Cristo no existió, que su divinidad era una divinidad delegada, y que por lo tanto Cristo es inferior al Padre. Con respecto al Espíritu Santo, su posición era que no era el torcer miembro de la Deidad, sino el poder de Dios. Eramos prácticamente unos Testigos de Jehová.
Actualmente hay unos autores adventistas que están tratando de resucitar esos puntos de vistas originales de los pioneros adventistas, que se oponen a la enseñanza de la doctrina de la Trinidad.
Los Primeros Pioneros
Dos de los principales fundadores de la IASD, Joseph Bates y James White, eran inicialmente miembros de la Iglesia de la Conexión (Connection Church), que rechazaba la doctrina de la Trinidad. James White –futuro esposo de Elena White- era un ministro ordenado de esa iglesia. Cuando Bates y White se unieron al Movimiento Adventista liderado por Miller, continuaron sosteniendo el punto de vista antitrinitario, tal como lo habían aprendido en la Iglesia de la Conexión.
Otros prominentes adventistas hablaron en contra de la Trinidad, tales como J.N. Loghborough, R.F. Cottrell, J.N. Andrews, y Uríah Smith.
POSICION DE ELENA WHITE
Durante las primeras décadas de la historia de la IASD, EGW hizo declaraciones que se podrían interpretar como antitrinitarias. A veces se refería al Espíritu Santo con el pronombre neutro “it” en inglés.
Fue a partir de 1898 cuando se empezó a ver un cambio de opinión en EGW sobre la personalidad del Espíritu Santo, cuando publicó El Deseado de Todas las Gentes, cuando dijo en la Introducción que “desde los días de la eternidad el Señor Jesucristo era uno con el Padre”. Más adelante en el libro, escribió:
“El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera persona de la Divinidad . . “En 1899. estando en Australia, en el colegio de Avondale, escribió:
“Necesitamos comprender que el Espíritu Santo que es una persona, así como Dios es persona, anda en estos terrenos”[Manuscript 66] El Evangelismo, p.447
En otros escritos, EGW se refería a la Deidad como la
TRIUNIDAD, pero nunca como la Trinidad.
Estas y otras declaraciones provocaron una revisión de los conceptos teológicos originales de muchas personas, las cuales, en su mayoría, aceptaron el hecho bíblico de que el Espíritu Santo es una persona.
Con esto EGW demostró total independencia intelectual y espiritual de su esposo James White, puesto que iba contra las creencia de su esposo.
F.M. Wilcox fue el primero en decir abiertamente que la IASD creía en la Trinidad (Review and Herald, 1913).
En 1930, la Conferencia General de la IASD recibió una solicitud de su División Africana para que se hiciera una declaración de loq ue los adventistas creían, y que fuera publicado en el Anuario (Year Book) para “ ayudar a que los oficiales del gobierno y otros comprendieran mejor nuestro trabajo”. En respuesta a ese pedido, la Conferencia General designó un subcomité constituido por M.E. Kern, secretario asociado de la Conferencia General, F.M. Wilcox, editor de la Review and herald y otros. Wilcox. Como la voz cantante del grupo, bosquejó 22 creencias, las cuales fueron publicadas en el Anuario de la IASD del año 1931. El segundo punto de las Creencias Fundamentales hablaban de la Deidad, o Trinidad, y el tercer punto afirmaba que Cristo era Dios como el padre. En 1946, la Conferencia General hizo oficial la Declaración de las Creencias Fundamentales.
Una de las razones para adoptar el nombre de Trinidad para la deidad, era el deseo de que la IASD fuera aceptada por las o iglesias evangélicas, quienes veían a la iglesia adventista más como una secta.
RESUMEN:
la IASD no nació con todas las enseñanzas plenamente definidas. Puesto que la iglesia estaba constituidas de hermanos provenientes de diferentes iglesias, se suscitaron muchas discusiones antes de llegar a un acuerdo. El rol de EGW fue determinante al presentar la luz que recibía de Dios en sus visiones y sueños.
Por tanto, queda refutado el señalamiento de que la IASD engaña a sus miembros.