Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Sola Gratia, ¿sabes lo que significa oblacion?

Significa Sacrificio.

Vayan tirando con eso, y cuando vayan a usar a los Padres, evitense poner los textos en su contexto, si no resultar apaleados por las enseñanzas patristicas.


Falso, oblación es diferente a sacrificio, ambos son ofrendas, pero la oblación es de cereales (generalmente pan), sin intervención de sangre. Lea el libro de Levítico.


Gracias Ahmed, su desconocimiento acaba de dar la clave.
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

De una reconocida web judía:


¿Qué es oblación?
Es una ofrenda dedicada a Dios. Era una especie de pan, aunque si seguimos a RaSHI (en su comentario a Vaikrá/Levítico 24:9) esta ofrenda es de todo lo que proviene de granos (cereales)
En general se la denomina en el Tanaj como minjá -al igual que la oración que hacemos a la tarde-.

http://serjudio.com/rap901_950/rap910.htm
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Cuando alguna persona ofreciere oblación a Yaveh, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso, y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Yaveh. Levítico 2:1-2
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Es difícil encontrar una verdad de fe que haya sido tan unánime en la historia de la Iglesia como la presencia real de Cristo en la Eucaristía. En efecto, en los primeros diez siglos de la Iglesia, no hubo nunca ninguna voz contraria, nadie si quiera ponía en duda que la Eucaristía fuese el Cuerpo de Cristo.

En realidad, sí hubo gente que lo puso en duda: los herejes gnósticos. Pero dentro de la Iglesia de Cristo, la fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía fue siempre unánime. Una sola fe.

Recién en el siglo X surgió la primera persona que lo puso en duda: fue Berengario. Se le conminó reiteradas veces a rectificar su error de fe, y ante la posibilidad de excomunión, se retractó e hizo una publica profesión de fe en la Eucaristía. Esto dió lugar a la primera declaración magisterial sobre la Eucaristía, pues antes nunca había surgido la necesidad que la Iglesia hiciera definiciones solemnes sobre el tema.



Igualmente se apartan de la eucaristía y de la oración, pues no confiesan que la eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo con la que padeció por nuestros pecados, la cual resucitó el Padre en su bondad. Así pues, los que contradicen al don de Dios, perecen en sus disquisiciones. Mejor les fuera celebrar el ágape, para que pudieran resucitar. Por tanto, es conveniente apartarse de los tales y no hablar de ellos ni en privado ni en público, prestando en cambio atención a los profetas y particularmente al Evangelio, en el cual se nos hace patente su pasión y vemos cumplida su resurrección. Huid de toda división como de origen de males
(Ignacio de Antioquía, obispo y mártir (+106),Carta a los de Esmirna, 1-7).


Poned todo empeño en usar de una sola eucaristía, pues una es la carne de nuestro Señor Jesucristo, y uno solo el cáliz que nos une con su sangre, y uno el altar, como uno es el obispo juntamente con el colegio de ancianos y los diáconos, consiervos míos. De esta suerte, obrando así obraréis según Dios.
(Ignacio de Antioquía, obispo y mártir (+106), Carta a los de Filadelfia, 4).


A este alimento lo llamamos Eucaristía. A nadie le es lícito participar si no cree que nuestras enseñanzas son verdaderas, ha sido lavado en el baño de la remisión de los pecados y la regeneración, y vive conforme a lo que Cristo nos enseñó. Porque no los tomamos como pan o bebida comunes, sino que, así como Jesucristo, Nuestro Salvador, se encarnó por virtud del Verbo de Dios para nuestra salvación, del mismo modo nos han enseñado que esta comida—de la cual se alimentan nuestra carne y nuestra sangre—es la Carne y la Sangre del mismo Jesús encarnado, pues en esos alimentos se ha realizado el prodigio mediante la oración que contiene las palabras del mismo Cristo. Los Apóstoles—en sus comentarios, que se llaman Evangelios—nos transmitieron que así se lo ordenó Jesús cuando, tomó el pan y, dando gracias, dijo: Haced esto en conmemoración mía; esto es mi Cuerpo. Y de la misma manera, tomando el cáliz dio gracias y dijo: ésta es mi Sangre. Y sólo a ellos lo entregó (...).
(San Justino, mártir (100-165), Apología I, Nº65)


En consecuencia, si el cáliz mezclado y el pan fabricado reciben la palabra de Dios para convertirse en Eucaristía de la sangre y el cuerpo de Cristo, y por medio de éstos crece y se desarrolla la carne de nuestro ser, ¿cómo pueden ellos negar que la carne sea capaz de recibir el don de Dios que es la vida eterna, ya que se ha nutrido con la sangre y el cuerpo de Cristo, y se ha convertido en miembro suyo?
(Ireneo de Lyon, obispo (140-202), Contra las Herejías V, 2.3)


Los que soléis tomar parte en los divinos misterios sabéis con cuánto cuidado y reverencia guardáis el cuerpo del Señor cuando os es entregado, no sea que alguna pequeña migaja de él pudiera caer al suelo, pudiendo perderse alguna pequeña parte de aquel don santificado. Con razón os sentiríais culpables si por vuestra negligencia cayera al suelo cualquier fragmento. Pues bien, si con razón dais muestras de tal cuidado en guardar el cuerpo del Señor, ¿podéis pensar que sería menos culpable cualquier descuido en guardar su palabra que en guardar su cuerpo?
(Orígenes (185-253), Hom. in Exod. XIII, 3.)


El sacramento de la eucaristía, instituido por el Señor en el momento de la comida y para todos, lo tomamos nosotros también en las reuniones antes del alba y no lo recibimos de manos de otros fuera de los que presiden. En fiesta anual hacemos oblaciones por los difuntos, o en los natalicios. Consideramos como prohibido ayunar o hacer oración de rodillas en domingo, y el mismo privilegio disfrutamos desde el día de Pascua al de Pentecostés. Sufrimos con escrúpulo que se caiga al suelo algo de nuestro cáliz o de nuestro pan.
(Tertuliano (155-225), De Corona Nº3)


La fe viene por el oir, y el oir la palabra de Dios.
¿Donde esta la palabra de Dios aquí?

El que habla de Dios, debe hablar conforme a las palabras de Dios.
En todo lo anterior expuesto ¿donde esta la palabra de Dios? ¿Donde esta la predicación del Santo Evangelio?
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Sigamos con la diversidad de opiniones sobre la Eucaristía en los padres.


Orígenes (185-254)
Contra Celso 8,57

Celso supone que los hombres “cumplen con las obligaciones de la vida hasta que son liberados de sus ligaduras” cuando, de acuerdo con costumbres comúnmente recibidas, ofrecen sacrificios a cada uno de los dioses reconocidos en el estado; y no percibe el verdadero deber que es cumplido por una diligente piedad. Porque nosotros decimos que cumple verdaderamente con los deberes de la vida el que siempre tiene presente quién es su Creador, y qué cosas le son agradables, y quien actúa en todas las cosas de modo que pueda complacer a Dios. De nuevo, Celso quiere que seamos agradecidos con estos demonios, imaginándose que les debemos ofrendas de agradecimiento. Pero nosotros, si bien reconocemos la obligación del agradecimiento, sostenemos que no mostramos ingratitud al rehusar darle gracias a seres que ningún bien nos hacen, sino que más bien están contra nosotros cuando ni les sacrificamos ni les adoramos. Estamos mucho más preocupados por no ser desagradecidos para con Dios, quien nos ha colmado con sus beneficios, cuya hechura somos, quien nos cuida en cualquier condición que nos hallemos, y quien nos ha dado esperanza de cosas más allá de la vida presente. Y tenemos un símbolo de gratitud a Dios en el pan que llamamos la Eucaristía.
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Orígenes



Comentario sobre Mateo, Libro 10, 14
... como no es la carne, sino la conciencia de aquel que come con duda lo cual mancilla al que come, pues “quien duda es condenado si come, pues no come con fe”, y como nada es puro para quien está mancillado e incrédulo, no en sí mismo, sino que a causa de su mancilla e incredulidad, así lo que es santificado a través de la palabra de Dios y la oración no santifica a quien lo usa por su propia naturaleza, pues de ser así santificaría aun a aquél que come indignamente del pan del Señor, y nadie por esta causa se tornaría débil o enfermo o dormiría pues algo por el estilo representó Pablo al decir, “Por esta causa muchos de entre vosotros estáis débiles y enfermos y no pocos duermen.” Y en el caso del pan del Señor, consecuentemente, hay ventaja para quien lo emplea cuando con mente impoluta y conciencia pura participa del pan. Y de este modo, ni por no comer quiero decir que por el mismo hecho de que no comemos del pan que ha sido santificado por la palabra de Dios y la oración, somos privados de nada bueno, ni que por comer somos mejores en algo bueno; pues la causa de nuestra carencia es la impiedad y los pecados, y la causa de nuestra abundancia es la rectitud y las buenas acciones; así que tal es el significado de lo dicho por Pablo: “No somos mejores si comemos, ni somos peores si no comemos.” Ahora, si “todo lo que entra a la boca va al estómago y es arrojado en la letrina” aún la comida que ha sido santificada a través de la palabra de Dios y la oración, en conformidad con el hecho de que es material, va al estómago y es arrojado en la letrina, pero por causa de la oración que viene sobre ella, conforme a la medida de la fe, deviene un beneficio y es un medio de ver claramente para la mente que busca lo que es beneficioso, y no es la materia del pan sino la palabra que se dice sobre ella lo que aprovecha al que come no indignamente del Señor. Y estas cosas ciertamente son dichas del cuerpo típico y simbólico. Pero muchas cosas podrían decirse acerca del Verbo mismo que se hizo carne, y verdadera comida de la cual el que come vivirá seguramente por siempre, no siendo capaz de comer de ella ninguna persona indigna; pues si fuese posible para uno que continúa indigno comer de Aquel que se hizo carne, quien era el Verbo y el pan viviente, no se habría escrito que “todo el que come de este pan vivirá para siempre.”
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Orígenes


Comentario sobre Mateo serie 85
Este pan que el Verbo de Dios dice ser su cuerpo, es la Palabra que alimenta las almas, el Verbo que procede de Verbo Dios; es pan celestial, que está colocado encima de la mesa, del cual está escrito : “Tú pones ante mí una mesa, enfrente de mis enemigos” [Salmo 22:5]. Y esa bebida que el Verbo Dios dice ser su sangre, es la Palabra que sacia e inebria los corazones de los que beben; de la bebdida de este cáliz está escrito: ¡Qué bueno es tu embriagador cáliz! ... El Verbo Dios no llamó cuerpo suyo a aquel pan visible que tenía en sus manos, sino a la Palabra, en cuyo misterio debía romperse el pan. No llamó su sangre a aquella bebida visible, sino a la Palabra, en cuyo misterio se serviría esta bebida. Porque ¿qué otra cosa puede ser el cuerpo o la sangre del Verbo Dios sino la palabra que alimenta y alegra los corazones?
(Citado por J. Quasten, Patrología. Madrid: BAC, 1978; 1: 397)
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Paz y Gracia.

Estimados Hermanos.

Orígenes. Sobre el Exodo. Homilía 13,3 (W.A. BAEHRENS: GChS 29, Orígenes Werke 6,274; MG 12,391 A-B).

“Conocéis vosotros, los que soléis asistir a los divinos misterios, cómo cuando recibís el cuerpo del Señor, lo guardáis con toda cautela y veneración, para que no se caiga ni un poco de él, ni desaparezca algo del don consagrado. Pues os creéis reos, y rectamente por cierto, si se pierde algo de él por negligencia. Y si empleáis, y con recta razón, tanta cautela para conservar su cuerpo, ¿Cómo juzgáis cosa menos impía haber descuidado su palabra que su cuerpo.”

Orígenes. Sobre los Números. Homilía 7,2 (BAEHRENS: GChS 30, Origenes Werke 7,39s; MG 12,613 C)

“Antes, el bautismo estuvo en enigma en la nube y en el mar; ahora la regeneración está claramente en el agua y en el Espíritu Santo. Entonces el maná era alimento en enigma, ahora claramente la carne del Verbo de Dios es verdadero alimento, como Él mismo dice: Mi carne verdaderamente es comida y mi sangre verdaderamente es bebida”

Sigamos con la diversidad de opiniones sobre la Eucaristía en los padres.
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

¡Paz y Gracia!

Esto no es un texto Eucarístico, es mas bien un discurso Alegorico, tomando como refrencia la Eucaristia.

¡Saludos!

Orígenes


Comentario sobre Mateo serie 85
Este pan que el Verbo de Dios dice ser su cuerpo, es la Palabra que alimenta las almas, el Verbo que procede de Verbo Dios; es pan celestial, que está colocado encima de la mesa, del cual está escrito : “Tú pones ante mí una mesa, enfrente de mis enemigos” [Salmo 22:5]. Y esa bebida que el Verbo Dios dice ser su sangre, es la Palabra que sacia e inebria los corazones de los que beben; de la bebdida de este cáliz está escrito: ¡Qué bueno es tu embriagador cáliz! ... El Verbo Dios no llamó cuerpo suyo a aquel pan visible que tenía en sus manos, sino a la Palabra, en cuyo misterio debía romperse el pan. No llamó su sangre a aquella bebida visible, sino a la Palabra, en cuyo misterio se serviría esta bebida. Porque ¿qué otra cosa puede ser el cuerpo o la sangre del Verbo Dios sino la palabra que alimenta y alegra los corazones?
(Citado por J. Quasten, Patrología. Madrid: BAC, 1978; 1: 397)
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

¡Paz y Gracia!

Esto no es un texto Eucarístico, es mas bien un discurso Alegorico, tomando como refrencia la Eucaristia.

¡Saludos!


Amigo, abra los ojos. Entre los padres no hubo unanimidad, y a ustedes les están engañando.
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Paz y Gracia.

Estimados Hermanos.

Orígenes. Sobre el Exodo. Homilía 13,3 (W.A. BAEHRENS: GChS 29, Orígenes Werke 6,274; MG 12,391 A-B).

“Conocéis vosotros, los que soléis asistir a los divinos misterios, cómo cuando recibís el cuerpo del Señor, lo guardáis con toda cautela y veneración, para que no se caiga ni un poco de él, ni desaparezca algo del don consagrado. Pues os creéis reos, y rectamente por cierto, si se pierde algo de él por negligencia. Y si empleáis, y con recta razón, tanta cautela para conservar su cuerpo, ¿Cómo juzgáis cosa menos impía haber descuidado su palabra que su cuerpo.”

Orígenes. Sobre los Números. Homilía 7,2 (BAEHRENS: GChS 30, Origenes Werke 7,39s; MG 12,613 C)

“Antes, el bautismo estuvo en enigma en la nube y en el mar; ahora la regeneración está claramente en el agua y en el Espíritu Santo. Entonces el maná era alimento en enigma, ahora claramente la carne del Verbo de Dios es verdadero alimento, como Él mismo dice: Mi carne verdaderamente es comida y mi sangre verdaderamente es bebida”

Torito:

En lo pasajes que cita dice:
1.-Sobre Exodo
2.-Sobre los numeros.

Dónde dice que sea "texto eucaristico"

salutes
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Tal parece que Orígenes no lo tenía muy claro. :mareado:
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Sigamos con la supuesta unanimidad

Cipriano de Cartago

Epistola 62 año 253
Carta a Cecilio, sobre el sacramento de la copa del Señor

2. Sabe, entonces, que he sido advertido que, al ofrecer la copa, la tradición del Señor debe ser observada, y que nada debe ser hecho por nosotros sino lo que el Señor hizo primero en nuestro beneficio, como que la copa que se ofrece en memoria de Él debe ofrecerse mezclada con vino. Pues cuando Cristo dice, “Yo soy la vid verdadera”, la sangre de Cristo ciertamente no es agua, sino vino; ni tampoco puede parecer su sangre por la cual somos redimidos y resucitados estar en la copa, si en la copa no hay vino por la cual se demuestre la sangre de Cristo, la cual es declarada por el sacramento y testimonio de todas las Escrituras.
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Cipriano de Cartago

Epistola 62 año 253
Carta a Cecilio, sobre el sacramento de la copa del Señor

4 ... Pues, ¿quién es más sacerdote del Dios Altísimo que nuestro Señor Jesucristo, quien ofreció un sacrificio a Dios el Padre, y ofreció exactamente la misma cosa que Melkisedek había ofrecido, esto es, pan y vino, es decir, su cuerpo y sangre? ... En el Génesis, por tanto, para que la bendición hacia Abraham por Melkisedek el sacerdote pudiese ser adecuadamente celebrada, precede la figura del sacrificio de Cristo, a saber, como [estaba] ordenada en pan y vino, y así Aquél que es la plenitud de la verdad cumplió la verdad de la imagen prefigurada.
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Cipriano de Cartago
Epistola 62 año 253
Carta a Cecilio, sobre el sacramento de la copa del Señor

9 ... [El Señor enseñó] con el ejemplo de su propia autoridad que la copa había de mezclarse con la unión de agua y vino. Pues al tomar la copa en la víspera de su pasión, la bendijo y se la dio a sus discípulos, diciendo: “Bebed todos de esto; porque esta es mi sangre del Nuevo Testamento, la cual será derramada por muchos, para la remisión de pecados. Os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.” En esta porción hallamos que la copa que el Señor ofreció estaba mezclada, y que era vino aquello que llamó su sangre. De lo cual se nota que no se ofrece la sangre de Cristo si no hay vino en la copa, ni se celebra el sacrificio del Señor con una consagración legítima a menos que nuestra oblación y sacrificio respondan a su pasión. ¿Pero cómo habremos de beber el nuevo vino del fruto de la vid con Cristo en el reino de su Padre, si en el sacrificio de Dios el Padre y de Cristo no ofrecemos vino, ni mezclamos la copa del Señor conforme a la propia tradición del Señor?
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

La fe viene por el oir, y el oir la palabra de Dios.
¿Donde esta la palabra de Dios aquí?

El que habla de Dios, debe hablar conforme a las palabras de Dios.
En todo lo anterior expuesto ¿donde esta la palabra de Dios? ¿Donde esta la predicación del Santo Evangelio?
Fuera de lugar el comentario. No estoy exponiendo lo que dice el Evangelio, sino que estoy demostrando que la fe unánime de los primeros cristianos es la misma fe católica. Ese es el objetivo del epigrafe.
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Caminante


Acércate confiado, es pan y no veneno.
San Agustin
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Caminante


Acércate confiado, es pan y no veneno.
San Agustin


Lazarillo, estoy en Cristo. Aunque supongo que usted no entiende que significa eso, pues necesita sugestionarse con una ostia.

Yo bebo de la Palabra de Dios, usted de cisternas hechas por hombres.

Acuda a Cristo y Él le dará lo que necesita, sin necesidad de magia que convierte el vino en sangre. Él derramó Su bendita sangre una vez para siempre para limpiarle a usted de su pecado.

No hay más sacrificios, y mucho menos incruentos, porque sin sangre no hay perdón de pecados.

Las palabras de Cristo son Espíritu y son Vida.
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Acaso no crees que el Verbo se hizo carne
 
Re: Corpus Christi: la fe unánime de la Iglesia

Fuera de lugar el comentario. No estoy exponiendo lo que dice el Evangelio, sino que estoy demostrando que la fe unánime de los primeros cristianos es la misma fe católica. Ese es el objetivo del epigrafe.


Pues la supuesta unanimidad está quedando por los suelos. Hasta un ciego lo vería.


Abra sus ojos espirituales a Cristo.


:--DeepThi