Maria y Lutero

Re: Maria y Lutero

Yerra señor, yo no tengo que hacer ese tipo de dicotomia con la Escritura, no es esto o lo otro; sino que es esto y lo otro; ambas cosas porque todas son Palabra de Dios y por algo estan recogidas en el NT.
Eso de ignorar porciones enteras del NT con tal de no coincidir con la Iglesia es cosa de ustedes, no mia.

Bien, muy bien... hableme de la veneración a María a tal cual nos es dado enla Biblia... Gracias.

Y a la vez, sabe que está llamando mentiroso a Dios pues su promesa es esta:

Jer. 31:33 Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

¿Duda usted del poder de Dios? ¿duda usted de la Palabra de Dios?... si lo hace y a la vez de hallar mentira en Su Palabra... y a la vez omite que uno es Iglesia por creer en Cristo, y jamás será de Cristo por pertencer y ser seguidor de iglesia alguna...

Te alabo Dios y Padre de Mi Señor Jesucristo, por mostrar a los sencillos, las cosas que ocultaste a los sabios.
 
Re: Maria y Lutero

Claro, ese pasaje justifica la division doctrinal protestante. Cada uno arma el Dios y la Verdad que desea, segun su gusto y entendimiento. Siguen sorprendiendome los pasajes que utilizan para justificarse. Es de no creer.

Otro que no sabe nada de la Nueva Alianza... joven cuando uno es guiado por el Espíritu Santo de Dios, este es Hijo de Dios a tal cual Romanos, por lo tanto, otro que pretende negar a la Promesa de Dios y por ello, el Sacrificio y Sangre Derramada de Jesucristo el Señor: CABEZA DE SU IGLESIA. Todo quien está unido a Cristo, todo quien es guiado por el Espíritu es IGLESIA Y CUERPO DE CRISTO... usted lo confunde con denominaciones, lugares de reunión, parroquias y demás erradas pretensiones que no llevan nomás que a negar a Dios y Su Palabra.

Alabado sea tu Nombre, Mi Señor Jesucristo, pues tuya es y por siempre la victoria.
 
Re: Maria y Lutero

Otro que no sabe nada de la Nueva Alianza... joven cuando uno es guiado por el Espíritu Santo de Dios, este es Hijo de Dios a tal cual Romanos, por lo tanto, otro que pretende negar a la Promesa de Dios y por ello, el Sacrificio y Sangre Derramada de Jesucristo el Señor: CABEZA DE SU IGLESIA. Todo quien está unido a Cristo, todo quien es guiado por el Espíritu es IGLESIA Y CUERPO DE CRISTO... usted lo confunde con denominaciones, lugares de reunión, parroquias y demás erradas pretensiones que no llevan nomás que a negar a Dios y Su Palabra.

Alabado sea tu Nombre, Mi Señor Jesucristo, pues tuya es y por siempre la victoria.

Y a quien guia el Espiritu Santo, a vos o a los protestantes que no coinciden con vos. Te pregunto porque por alguna extrana razon vos sos siempre el que da, y los demas deben recibir, por tanto me imagino que el iluminado debes ser vos. Que ocurre entonces con los demas protestantes.
 
Re: Maria y Lutero

Y a quien guia el Espiritu Santo, a vos o a los protestantes que no coinciden con vos. Te pregunto porque por alguna extrana razon vos sos siempre el que da, y los demas deben recibir, por tanto me imagino que el iluminado debes ser vos. Que ocurre entonces con los demas protestantes.

Joven, la Promesa de Dios es esta:

33 Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Solo tiene dos opciones, o cree en Dios y Su Palabra, o sigue por su cuenta... nada más le resta. Usted, no creyendo en la Promesa de Dios, yerra al pretender hacer ver que la Iglesia y Cuerpo de Cristo está dividido, pero ello es imposible: CRISTO ES SU CABEZA, LA CUAL LOS GUÍA... siendo que no cree en la Promesa de Dios de nuevo yerra al llegar a pensar neciamente que SU IGLESIA NO ESTÁ PLENAMENTE UNIDA... usted nomás ve lo que está fuera, lo que con sus ojos logra ver, pero no estando el Espíritu en usted, por la sencilla razón que no es una realidad la Promesa de Dios en su vida, entonces pues todo en usted es un grandiosa perdida.... que le lleva a creer falsamente que Su Iglesia, la de Cristo, no este y en verdad plenamente unida....
 
Re: Maria y Lutero

Joven, la Promesa de Dios es esta:

33 Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Solo tiene dos opciones, o cree en Dios y Su Palabra, o sigue por su cuenta... nada más le resta. Usted, no creyendo en la Promesa de Dios, yerra al pretender hacer ver que la Iglesia y Cuerpo de Cristo está dividido, pero ello es imposible: CRISTO ES SU CABEZA, LA CUAL LOS GUÍA... siendo que no cree en la Promesa de Dios de nuevo yerra al llegar a pensar neciamente que SU IGLESIA NO ESTÁ PLENAMENTE UNIDA... usted nomás ve lo que está fuera, lo que con sus ojos logra ver, pero no estando el Espíritu en usted, por la sencilla razón que no es una realidad la Promesa de Dios en su vida, entonces pues todo en usted es un grandiosa perdida.... que le lleva a creer falsamente que Su Iglesia, la de Cristo, no este y en verdad plenamente unida....

Listo Raul, vos sabes todo y sos el iluminado que esparce para que los demas recojamos tus perlas. Es lo que querias leer? Hasta aqui llego.

Saludos
 
Re: Maria y Lutero

Listo Raul, vos sabes todo y sos el iluminado que esparce para que los demas recojamos tus perlas. Es lo que querias leer? Hasta aqui llego.

Saludos

No Palermo, al hablar estas palabras, nomás muestras cuan lejos de la verdad andas... uno no tiene nada si Dios no se lo da, y a la vez, hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu... y cuando ello y por la gracia de Dios se logra, entonces ya no es uno, sino que es Cristo quien vive....

Bien, siendo así, cuando por la gracia de Dios bien se ha logrado aprender la lección, la cual necesita su tiempo, sufrimiento, entrega y demás obrar del Espíritu de Dios... entonces se reconoce ante Él que nada se es, que nada se tiene, y que nada sin Cristo se puede ser... desde ese momento, en el que en verdad se acepta sin condición alguna por parte de uno, Cristo es quien vive, y todo cuando de nosotros nace y es, ya no es por nosotros, sino por la Gracia de Dios... y uno, ya no se atreve a decir soy yo y por mi puedo, sino que el temor de Dios lo tiene muy presente, y por ello reconoce y siempre qué uno es pecador, y que por la gracia de Dios en Cristo logró la salvación.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor te den luz y entendimiento para que logres volverte a Él y por ello, logres conocer al verdadero Hijo del Dios Eterno.
 
Re: Maria y Lutero

Ante la falta de comentarios y en la eventualidad que no lo hayan leído lo repito en negrillas.

En mis años de forista jamás he visto a un evangélico acudir a una cita de Lutero o de Calvino para probar un punto respecto a su propia fe, creo que todos lo consideraríamos un argumento barato.

En cambio más de una vez he visto a católicos citar cosas que todos ignorábamos que los reformadores habían dicho
Mal hecho, los protestantes deberian conocer las posturas de quienes dieron inicio a ese movimiento. Si ellos (Calvino, Lutero, Zwinglio) son quienes alentaron la Reforma Protestante, lo minimo que deberian hacer es conocer su pensamiento, saber en que se basaron para cambiar algo que venia desde 16 siglos atras.

Saludos

Estimado Palermo:

Creo que es verdad, quienes profesan una religión evangélica deberíamos conocer más a fondo las posturas de aquellos que han defendido la fe cristiana esforzadamente, para entender y discernir, el punto o momentos en que el cristianismo se desvía de la Verdad, se descuida y pervierte el evangelio, los episodios en que ha peligrado verdaderamente la enseñanza de la sana doctrina, tal estudio nos permite ver, que lo que sucede ahora, no es nuevo, que lo que en las sectas heréticas se enseña en estos días ya fué refutado anteriormente y que como siempre, no hay nada nuevo bajo el sol.

Pero decir que es un error no conocerlas, quizas este mal si queremos defender tales reformas, tales importantes correcciones, si intentamos participar en temas como éstos para defender el evangelio, si, es importante conocerlas, pero de ahi a que, este mal no acudir a éstos para probar un punto respecto a su propia fe, es un tanto cuanto inexacto, ya que, para probar cualquier punto de nuestra fe, hemos de acudir a las Sagradas Escrituras, las cuales nos revelan todo lo necesario para ser salvos. Para éso fueron escritas.

Las afirmación de Lutero, hasta ahora, lo que se ha expuesto, en realidad no son demasiado peligrosas como para rasgarnos las vestiduras, le diré porque, y quizas hemos sido algo vagos en explicarlo, veamos la frase en cuestión:

Dios los bendiga.

“Nosotros los Cristianos hacemos bien en tributar honores a la Santa Madre de Dios, por que ningún otro ser humano ha tenido una experiencia jamás con el Espíritu Santo como la virgen Maria, hasta que por virtud de esa experiencia con el Espíritu, El verbo encarnado que coexistia con el Padre desde la eternidad, tomo carne de su carne y sangre de su sangre, para venir al mundo y reconciliarnos con el Padre”.

por Dr. Martín Lutero.​

Y es que si creemos que, como enseñan las Escrituras, María era una virgen al dar a luz a Jesús, y que fue una mujer única y ejemplar que se convirtió en uno de los discípulos más fieles de Jesús. Asimismo, recordamos y conmemoramos a las grandes figuras de la historia de la Iglesia cristiana, considerándolos santos porque así llama Dios a todos los creyentes fieles.

Sin embargo, no veneramos ni invocamos a la virgen ni a los santos, ni los consideramos intermediarios, pues creemos que solo en Jesucristo tenemos acceso directo al Dios trino, a quien adoramos e invocamos como Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¿Porqué si Lutero parece mostrar una clara disposición a que si se haga, nosotros no lo hacemos?

La razón es sencilla, - Las invectivas de Lutero, preferentemente contra las desviaciones de la piedad mariana medieval (y de paso contra el papado y sus estructuras), no son tan violentas, están como veladas por el calor del comentario, vívido, emocionado, realista y ferviente. - Tenemos por ejemplo éste fragmento de el Magnificat, traducido y comentado por Lutero:

El Magnificat se entona con toda la solemnidad, pero es una lástima que cántico tan precioso como éste se utilice con tanto desmayo por parte nuestra, si no le entonamos mientras no nos vayan bien las cosas. Si salen mal, se deja de cantar, se deja de estimar a Dios, se piensa que no puede, que no quiere hacer nada por nosotros y se prescinde del Magnificat.

Más peligrosos son aún, en segundo lugar, los que hacen precisamente lo contrario: los que se glorían de las bondades divinas, pero sin atribuirlas precisamente a Dios. Quieren tener su parte en ellas, apoyarse en ellas para que los demás les honren y sobreestimen. Admiran los dones excelsos que Dios les ha regalado, se abalanzan sobre ellos, los arrebatan como si de algo propio se tratara, y creyéndose algo extraordinario por esto, se aprovechan para pavonearse ante quienes no los poseen. He ahí una situación resbaladiza y arriesgada.

Los beneficios divinos en su natural efecto hacen que los corazones se tornen orgullosos y auto suficientes. Por eso, es preciso poner atención en la última palabra: «Dios». No dice María « mi alma se glorifica a sí misma», ni « mi alma se complace en mí» (ella preferiría que no se le hiciese gran caso), sino que se limita a exaltar a Dios, sólo a él le atribuye todo; se despoja de todo para dárselo a Dios, de quien lo ha recibido. Es cierto que fue agraciada por la acción sobreabundante de Dios, pero no está dispuesta a considerarse por encima del más humilde de la tierra; y si lo hubiera hecho, habría sido arrojada a lo más profundo del infierno con Lucifer. Sólo pensaba en que si otra muchacha cualquiera hubiera sido colmada por Dios con tales beneficios, la habría proporcionado la misma alegría, no hubiera sentido celos, como si fuese ella la única indigna de honor tal y todos los demás dignos de haberlo recibido. Su gozo hubiera sido el mismo, si Dios, ante sus propios ojos, le hubiera privado de este bien para otorgárselo a otro. No se ha apropiado en manera alguna estos bienes y ha dejado a Dios muy dueño y señor de ellos. No ha sido más que un gozoso albergue, una servicial hospedera de tamaña categoría, y por eso ha conservado todo eternamente.

Tenemos que la honra a la que se refiere Lutero en la primera frase, es éso nada más honra, más no alabanza ni adoración, sino un honesto reconocimiento a su obediencia de lo cual, en el mismo comentario encontramos que dice:

María confiesa que la primera obra que Dios ha realizado en ella ha sido la de mirarla. Es la mayor, en efecto, ya que las restantes dependen y dimanan de ella. En realidad, cuando Dios vuelve su rostro hacia alguien para mirarle, allí se está registrando gracia pura, felicidad, y de ello se siguen todos los dones y todas las obras. Así leemos en el capítulo cuarto del Génesis que Dios se fijó en Abel y en su sacrificio , pero que no miró a Caín ni a su ofrenda. Por eso nos explicamos que en el salterio sea corriente la súplica de que Dios vuelva a nosotros sus ojos, que no se esconda, que se digne iluminarnos y otros ruegos similares. La misma María nos atestigua que valoraba ésta como la mayor de las obras, al decir a propósito de esta mirada: «He aquí que me dirán bienaventurada las generaciones».

¡Fíjate bien en las palabras! No afirma que se dirán muchas cosas buenas de ella, que se celebrará su virtud, que ensalzarán su virginidad o su humildad, ni que se entonará alguna canción sobre sus acciones, sino sólo que Dios la ha mirado y que, por ello, la llamarán bienaventurada​


. Imposible honrar a Dios con mayor pureza. Por eso señala este mirar, y dice ecce enim ex hoc (he aquí que a partir de ahora me dirán bienaventurada, etc.), o sea, seré llamada dichosa desde el momento en que Dios se ha fijado en mi bajeza. Con esto, no es ella la alabada, sino la gracia que Dios le ha derramado. Más exactamente: es despreciada María, y se desprecia a sí misma, al decir que Dios ha mirado su nada. Este es el motivo por el que proclama su dicha antes de enumerar lo que Dios ha realizado con ella, atribuyendo todo a la mirada divina sobre su bajeza.

De todo ello hemos de deducir la forma correcta de honrarla y de servirla. ¿Cómo tenemos que dirigirnos a ella? Fíjate bien en las palabras; te dicen que tienes que hablarla de la siguiente manera: « ¡Oh, tú, bienaventurada virgen y madre de Dios; qué nada e insignificante eres, qué despreciada has sido, y, sin embargo, qué graciosa y abundantemente te ha mirado Dios y qué grandes cosas ha realizado contigo! Nada de eso has merecido, pero la rica y sobreabundante gracia que Dios ha depositado en ti es mucho más alta y más grande que todos tus méritos. ¡Dichosa de ti! Desde este momento eres eternamente bienaventurada, porque has hallado a un Dios así, etc.». No creas que ella oirá con desagrado que se la diga indigna de tal gracia. Sin duda alguna no ha mentido ella misma cuando confiesa su indignidad y su nada, sobre las que Dios ha lanzado su mirada, no en virtud de sus méritos, sino por pura gracia. A los que oye sin agrado es a los ociosos charlatanes que tanto predican y escriben sobre su mérito, para hacer ostentación de su habilidad peculiar, sin darse cuenta de que, con ello, lo que hacen es desvirtuar el Magnificat,tachar de mentirosa a la madre de Dios y empequeñecer la gracia divina; porque cuanto más se empeñen en atribuirle a ella mérito digno, tanto más se roba a la gracia de Dios y se empequeñece la verdad del Magnificat. Hasta el ángel la saluda sólo «por la gracia de Dios» y porque el Señor está con ella, ya que por ello sería bendita entre todas las mujeres. Por tal motivo, no están lejos de convertirla en ídolo todos los que la colman de alabanzas y honores, concediéndoselo todo a ella, como si estuviese deseosa de ser honrada, de apropiarse el bien, cuando en realidad lo rechaza, y lo que desea es que Dios sea alabado en ella y conducir a todos a la buena confianza en la gracia divina.

Así, quien la quiera honrar correctamente, tiene la precisión de no representársela aislada, sola, sino de colocarla en relación con Dios y muy por debajo de él, de despojarla de toda excelencia y de contemplar su nada, como ella dice...

Has de saber precaverte contra tantas formas distinguidas por las que bregan los humanos, al ver cómo Dios ni ha encontrado ni deseado encontrar en su madre consideración elevada. Pero los maestros que nos pintan y representan a la virgen bienaventurada con tales tonos que no dejan admirar en ella nada menospreciado, sino sólo aspectos grandiosos, encumbrados, no hacen otra cosa que presentarnos a la madre de Dios aislada, sin relación con Dios, que tornarnos en estúpidos acobardados y encubrirnos el consolador espectáculo de la gracia, justamente como se hace con los retablos durante la cuaresma . No nos dejan ver ahí ejemplo alguno que nos pudiera consolar; María es elevada por encima de todo ejemplo, cuando debería y preferiría aparecer como el mejor espejo de la gracia de Dios, que atrajese a todo el mundo a la gracia divina, a la firme confianza, al amor, a la alabanza, de tal forma, que precisamente por mediación suya, todos los corazones llegasen a adquirir una opinión de Dios tal, que pudieran decir confiadamente: «Oh, tú, bienaventurada virgen y madre de Dios, qué estupendo consuelo nos ha manifestado Dios por tu medio; porque se ha fijado tan graciosamente en tu indignidad, en tu bajeza, que esto mismo nos hace pensar que en adelante, y siguiendo tu ejemplo, no nos despreciará a nosotros, pobres hombres insignificantes, sino que nos mirará también graciosamente».

¿Es que te crees que la bienaventurada madre de Dios no constituirá voluntaria y graciosamente un ejemplo para todos, cuando David, san Pedro, san Pablo, santa María Magdalena y semejantes se presentan a todos los humanos ? por una gracia extraordinaria, no por sus méritos? como espejo consolador para afirmar la confianza y la fe en Dios? Lo que pasa es que en estos tiempos que corren no se nos muestra de esta manera, a causa de tantos predicadores y de los vanos charlatanes que no se fijan en este verso y olvidan que en ella se conjuntan la sobreabundante riqueza de Dios y su honda pobreza, el honor divino y su nonada, la divina dignidad y su menospreciada condición, la divina grandeza y su pequeñez, la bondad divina y su carencia de méritos, la gracia de Dios y su indignidad. De presentarla así, fluirían el gozo y el amor confiado hacia Dios, Este es el motivo de que se escriba la biografía y los hechos de la virgen y de todos los santos. Sin embargo, algunos acuden a ella en busca de consuelo y ayuda, cual si de un dios se tratara, hasta eí extremo de que mucho me temo que reine la idolatría ahora como jamás lo ha hecho. Baste con lo dicho por el momento [...].

Lo dice claro: . - Lo que no se puede hacer es convertirla en ídolo capaz de dar y de ayudar, como lo creen algunos que la invocan y confían en ella más que en el mismo Dios. No es ella la que da; es Dios quien concede, -

No es ninguna exageración entonces decir, que si bien, Lutero reconocía a María como madre de Dios, por ser Madre de Jesús (Dios con nosotros), nunca fué su intención se rindiese culto de adoración a ella.

Bendiciones,
 
Re: Maria y Lutero

Estimado Palermo:

Creo que es verdad, quienes profesan una religión evangélica deberíamos conocer más a fondo las posturas de aquellos que han defendido la fe cristiana esforzadamente, para entender y discernir, el punto o momentos en que el cristianismo se desvía de la Verdad, se descuida y pervierte el evangelio, los episodios en que ha peligrado verdaderamente la enseñanza de la sana doctrina, tal estudio nos permite ver, que lo que sucede ahora, no es nuevo, que lo que en las sectas heréticas se enseña en estos días ya fué refutado anteriormente y que como siempre, no hay nada nuevo bajo el sol.

Pero decir que es un error no conocerlas, quizas este mal si queremos defender tales reformas, tales importantes correcciones, si intentamos participar en temas como éstos para defender el evangelio, si, es importante conocerlas, pero de ahi a que, este mal no acudir a éstos para probar un punto respecto a su propia fe, es un tanto cuanto inexacto, ya que, para probar cualquier punto de nuestra fe, hemos de acudir a las Sagradas Escrituras, las cuales nos revelan todo lo necesario para ser salvos. Para éso fueron escritas.

Las afirmación de Lutero, hasta ahora, lo que se ha expuesto, en realidad no son demasiado peligrosas como para rasgarnos las vestiduras, le diré porque, y quizas hemos sido algo vagos en explicarlo, veamos la frase en cuestión:



Y es que si creemos que, como enseñan las Escrituras, María era una virgen al dar a luz a Jesús, y que fue una mujer única y ejemplar que se convirtió en uno de los discípulos más fieles de Jesús. Asimismo, recordamos y conmemoramos a las grandes figuras de la historia de la Iglesia cristiana, considerándolos santos porque así llama Dios a todos los creyentes fieles.

Sin embargo, no veneramos ni invocamos a la virgen ni a los santos, ni los consideramos intermediarios, pues creemos que solo en Jesucristo tenemos acceso directo al Dios trino, a quien adoramos e invocamos como Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¿Porqué si Lutero parece mostrar una clara disposición a que si se haga, nosotros no lo hacemos?

La razón es sencilla, - Las invectivas de Lutero, preferentemente contra las desviaciones de la piedad mariana medieval (y de paso contra el papado y sus estructuras), no son tan violentas, están como veladas por el calor del comentario, vívido, emocionado, realista y ferviente. - Tenemos por ejemplo éste fragmento de el Magnificat, traducido y comentado por Lutero:

El Magnificat se entona con toda la solemnidad, pero es una lástima que cántico tan precioso como éste se utilice con tanto desmayo por parte nuestra, si no le entonamos mientras no nos vayan bien las cosas. Si salen mal, se deja de cantar, se deja de estimar a Dios, se piensa que no puede, que no quiere hacer nada por nosotros y se prescinde del Magnificat.

Más peligrosos son aún, en segundo lugar, los que hacen precisamente lo contrario: los que se glorían de las bondades divinas, pero sin atribuirlas precisamente a Dios. Quieren tener su parte en ellas, apoyarse en ellas para que los demás les honren y sobreestimen. Admiran los dones excelsos que Dios les ha regalado, se abalanzan sobre ellos, los arrebatan como si de algo propio se tratara, y creyéndose algo extraordinario por esto, se aprovechan para pavonearse ante quienes no los poseen. He ahí una situación resbaladiza y arriesgada.

Los beneficios divinos en su natural efecto hacen que los corazones se tornen orgullosos y auto suficientes. Por eso, es preciso poner atención en la última palabra: «Dios». No dice María « mi alma se glorifica a sí misma», ni « mi alma se complace en mí» (ella preferiría que no se le hiciese gran caso), sino que se limita a exaltar a Dios, sólo a él le atribuye todo; se despoja de todo para dárselo a Dios, de quien lo ha recibido. Es cierto que fue agraciada por la acción sobreabundante de Dios, pero no está dispuesta a considerarse por encima del más humilde de la tierra; y si lo hubiera hecho, habría sido arrojada a lo más profundo del infierno con Lucifer. Sólo pensaba en que si otra muchacha cualquiera hubiera sido colmada por Dios con tales beneficios, la habría proporcionado la misma alegría, no hubiera sentido celos, como si fuese ella la única indigna de honor tal y todos los demás dignos de haberlo recibido. Su gozo hubiera sido el mismo, si Dios, ante sus propios ojos, le hubiera privado de este bien para otorgárselo a otro. No se ha apropiado en manera alguna estos bienes y ha dejado a Dios muy dueño y señor de ellos. No ha sido más que un gozoso albergue, una servicial hospedera de tamaña categoría, y por eso ha conservado todo eternamente.

Tenemos que la honra a la que se refiere Lutero en la primera frase, es éso nada más honra, más no alabanza ni adoración, sino un honesto reconocimiento a su obediencia de lo cual, en el mismo comentario encontramos que dice:

María confiesa que la primera obra que Dios ha realizado en ella ha sido la de mirarla. Es la mayor, en efecto, ya que las restantes dependen y dimanan de ella. En realidad, cuando Dios vuelve su rostro hacia alguien para mirarle, allí se está registrando gracia pura, felicidad, y de ello se siguen todos los dones y todas las obras. Así leemos en el capítulo cuarto del Génesis que Dios se fijó en Abel y en su sacrificio , pero que no miró a Caín ni a su ofrenda. Por eso nos explicamos que en el salterio sea corriente la súplica de que Dios vuelva a nosotros sus ojos, que no se esconda, que se digne iluminarnos y otros ruegos similares. La misma María nos atestigua que valoraba ésta como la mayor de las obras, al decir a propósito de esta mirada: «He aquí que me dirán bienaventurada las generaciones».

¡Fíjate bien en las palabras! No afirma que se dirán muchas cosas buenas de ella, que se celebrará su virtud, que ensalzarán su virginidad o su humildad, ni que se entonará alguna canción sobre sus acciones, sino sólo que Dios la ha mirado y que, por ello, la llamarán bienaventurada​


. Imposible honrar a Dios con mayor pureza. Por eso señala este mirar, y dice ecce enim ex hoc (he aquí que a partir de ahora me dirán bienaventurada, etc.), o sea, seré llamada dichosa desde el momento en que Dios se ha fijado en mi bajeza. Con esto, no es ella la alabada, sino la gracia que Dios le ha derramado. Más exactamente: es despreciada María, y se desprecia a sí misma, al decir que Dios ha mirado su nada. Este es el motivo por el que proclama su dicha antes de enumerar lo que Dios ha realizado con ella, atribuyendo todo a la mirada divina sobre su bajeza.

De todo ello hemos de deducir la forma correcta de honrarla y de servirla. ¿Cómo tenemos que dirigirnos a ella? Fíjate bien en las palabras; te dicen que tienes que hablarla de la siguiente manera: « ¡Oh, tú, bienaventurada virgen y madre de Dios; qué nada e insignificante eres, qué despreciada has sido, y, sin embargo, qué graciosa y abundantemente te ha mirado Dios y qué grandes cosas ha realizado contigo! Nada de eso has merecido, pero la rica y sobreabundante gracia que Dios ha depositado en ti es mucho más alta y más grande que todos tus méritos. ¡Dichosa de ti! Desde este momento eres eternamente bienaventurada, porque has hallado a un Dios así, etc.». No creas que ella oirá con desagrado que se la diga indigna de tal gracia. Sin duda alguna no ha mentido ella misma cuando confiesa su indignidad y su nada, sobre las que Dios ha lanzado su mirada, no en virtud de sus méritos, sino por pura gracia. A los que oye sin agrado es a los ociosos charlatanes que tanto predican y escriben sobre su mérito, para hacer ostentación de su habilidad peculiar, sin darse cuenta de que, con ello, lo que hacen es desvirtuar el Magnificat,tachar de mentirosa a la madre de Dios y empequeñecer la gracia divina; porque cuanto más se empeñen en atribuirle a ella mérito digno, tanto más se roba a la gracia de Dios y se empequeñece la verdad del Magnificat. Hasta el ángel la saluda sólo «por la gracia de Dios» y porque el Señor está con ella, ya que por ello sería bendita entre todas las mujeres. Por tal motivo, no están lejos de convertirla en ídolo todos los que la colman de alabanzas y honores, concediéndoselo todo a ella, como si estuviese deseosa de ser honrada, de apropiarse el bien, cuando en realidad lo rechaza, y lo que desea es que Dios sea alabado en ella y conducir a todos a la buena confianza en la gracia divina.

Así, quien la quiera honrar correctamente, tiene la precisión de no representársela aislada, sola, sino de colocarla en relación con Dios y muy por debajo de él, de despojarla de toda excelencia y de contemplar su nada, como ella dice...

Has de saber precaverte contra tantas formas distinguidas por las que bregan los humanos, al ver cómo Dios ni ha encontrado ni deseado encontrar en su madre consideración elevada. Pero los maestros que nos pintan y representan a la virgen bienaventurada con tales tonos que no dejan admirar en ella nada menospreciado, sino sólo aspectos grandiosos, encumbrados, no hacen otra cosa que presentarnos a la madre de Dios aislada, sin relación con Dios, que tornarnos en estúpidos acobardados y encubrirnos el consolador espectáculo de la gracia, justamente como se hace con los retablos durante la cuaresma . No nos dejan ver ahí ejemplo alguno que nos pudiera consolar; María es elevada por encima de todo ejemplo, cuando debería y preferiría aparecer como el mejor espejo de la gracia de Dios, que atrajese a todo el mundo a la gracia divina, a la firme confianza, al amor, a la alabanza, de tal forma, que precisamente por mediación suya, todos los corazones llegasen a adquirir una opinión de Dios tal, que pudieran decir confiadamente: «Oh, tú, bienaventurada virgen y madre de Dios, qué estupendo consuelo nos ha manifestado Dios por tu medio; porque se ha fijado tan graciosamente en tu indignidad, en tu bajeza, que esto mismo nos hace pensar que en adelante, y siguiendo tu ejemplo, no nos despreciará a nosotros, pobres hombres insignificantes, sino que nos mirará también graciosamente».

¿Es que te crees que la bienaventurada madre de Dios no constituirá voluntaria y graciosamente un ejemplo para todos, cuando David, san Pedro, san Pablo, santa María Magdalena y semejantes se presentan a todos los humanos ? por una gracia extraordinaria, no por sus méritos? como espejo consolador para afirmar la confianza y la fe en Dios? Lo que pasa es que en estos tiempos que corren no se nos muestra de esta manera, a causa de tantos predicadores y de los vanos charlatanes que no se fijan en este verso y olvidan que en ella se conjuntan la sobreabundante riqueza de Dios y su honda pobreza, el honor divino y su nonada, la divina dignidad y su menospreciada condición, la divina grandeza y su pequeñez, la bondad divina y su carencia de méritos, la gracia de Dios y su indignidad. De presentarla así, fluirían el gozo y el amor confiado hacia Dios, Este es el motivo de que se escriba la biografía y los hechos de la virgen y de todos los santos. Sin embargo, algunos acuden a ella en busca de consuelo y ayuda, cual si de un dios se tratara, hasta eí extremo de que mucho me temo que reine la idolatría ahora como jamás lo ha hecho. Baste con lo dicho por el momento [...].

Lo dice claro: . - Lo que no se puede hacer es convertirla en ídolo capaz de dar y de ayudar, como lo creen algunos que la invocan y confían en ella más que en el mismo Dios. No es ella la que da; es Dios quien concede, -

No es ninguna exageración entonces decir, que si bien, Lutero reconocía a María como madre de Dios, por ser Madre de Jesús (Dios con nosotros), nunca fué su intención se rindiese culto de adoración a ella.

Bendiciones,

Hola Lulis, agradezco el trabajo que te tomaste en contestarme. Deseo aclararte que lo que esta "mal hecho" segun lo que quise decir, es que muchos evangelicos NO CONOZCAN ni investiguen el pensamiento de quienes dieron inicio a la Reforma Protestante. Es el genesis del protestantismo y deberia ser regla basica que cada protestante profundice en el pensamiento de los reformadores... Por que decidieron salir de la Iglesia? Cuales fueron las divergencias? Que origino todo? Que sostenia el protestantismo del siglo XVI? Por que hoy muchas corrientes del protestantismo no comparten el pensamiento de los reformadores? Por que, de hecho, no comparten la doctrina de otras corrientes actuales? Todo esto deberia tener una respuesta clara para cada evangelico.
No quise decir en ningun momento que los foristas protesantes deberian fijarse en los escritos de Lutero o Calvino y utilizarlos para sostener sus doctrinas. En primer lugar porque algunas de ellas son contrarias a lo que sostiene el protestantismo actual, y en segundo lugar porque no tendria sentido. Si alguien presenta un escrito de Lutero senalando su postura acerca del Papado, como para senalar que hace 5 siglos se creia tal cosa, yo puedo contrarrestarlo con escritos de 10 siglos antes que apoyan el ministerio Petrino.
Lo ultimo que dicen Lutero y vos, es exactamente lo mismo que pienso yo. No es ella la que da, sino Dios. No es correcto acudir a ella como si fuera una diosa. Y ya ves, Lutero no tenia problema alguno en reconocer a Maria como madre de Dios, y eso no hacia temblar los cimientos de sus demas doctrinas protestantes. Seria bueno que muchos protestantes imitaran esa actitud.

Saludos
 
Re: Maria y Lutero

Hola Lulis, agradezco el trabajo que te tomaste en contestarme. Deseo aclararte que lo que esta "mal hecho" segun lo que quise decir, es que muchos evangelicos NO CONOZCAN ni investiguen el pensamiento de quienes dieron inicio a la Reforma Protestante. Es el genesis del protestantismo y deberia ser regla basica que cada protestante profundice en el pensamiento de los reformadores... Por que decidieron salir de la Iglesia? Cuales fueron las divergencias? Que origino todo? Que sostenia el protestantismo del siglo XVI? Por que hoy muchas corrientes del protestantismo no comparten el pensamiento de los reformadores? Por que, de hecho, no comparten la doctrina de otras corrientes actuales? Todo esto deberia tener una respuesta clara para cada evangelico.

Estimado Palermo:

Hola, gracias por clarificar tus comentarios, sin embargo, debo diferir respecto a lo que debe ser el Génesis del "protestantismo", pero creo que entre nosotros, las razones son obvias. Supongo no tengo que explicar que, la base y fundamento de el cambio de una religión a una vida nueva en Cristo Jesús, no deben ser los orígenes de la reforma, sino que, éstos deben posteriormente formar parte de la formación del creyente, pero como información acerca de lo que creía y estaba equivocado, nunca como fundamento de lo que debe creer.

Creemos en un evangelio vivo, un mensaje de vida que es predicado por los hombres y que es el Espiritu Santo quien capacita al que lo escucha para creer y aceptar tal mensaje. Este mensaje es mucho más importante que el cómo es que los protestantes se separaron del catolicismo.

No quise decir en ningun momento que los foristas protesantes deberian fijarse en los escritos de Lutero o Calvino y utilizarlos para sostener sus doctrinas. En primer lugar porque algunas de ellas son contrarias a lo que sostiene el protestantismo actual, y en segundo lugar porque no tendria sentido. Si alguien presenta un escrito de Lutero senalando su postura acerca del Papado, como para senalar que hace 5 siglos se creia tal cosa, yo puedo contrarrestarlo con escritos de 10 siglos antes que apoyan el ministerio Petrino.
Lo ultimo que dicen Lutero y vos, es exactamente lo mismo que pienso yo. No es ella la que da, sino Dios. No es correcto acudir a ella como si fuera una diosa. Y ya ves, Lutero no tenia problema alguno en reconocer a Maria como madre de Dios, y eso no hacia temblar los cimientos de sus demas doctrinas protestantes. Seria bueno que muchos protestantes imitaran esa actitud.

Saludos

Y exactamente por ello quise mostrar que, lo que opinaba Lutero sobre Maria, no era en realidad contrario, doctrinalmente, a lo que ahora se enseña entre muchas iglesias evangélicas. No veneramos ni invocamos a la virgen ni a los santos, ni los consideramos intermediarios, pues creemos que solo en Jesucristo tenemos acceso directo al Dios trino, a quien adoramos e invocamos como Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Y ésto no contradice en nada, las recomendaciones de Lutero.

Dios te bendiga,
 
Re: Maria y Lutero

Estimado Palermo:

Hola, gracias por clarificar tus comentarios, sin embargo, debo diferir respecto a lo que debe ser el Génesis del "protestantismo", pero creo que entre nosotros, las razones son obvias. Supongo no tengo que explicar que, la base y fundamento de el cambio de una religión a una vida nueva en Cristo Jesús, no deben ser los orígenes de la reforma, sino que, éstos deben posteriormente formar parte de la formación del creyente, pero como información acerca de lo que creía y estaba equivocado, nunca como fundamento de lo que debe creer.

Creemos en un evangelio vivo, un mensaje de vida que es predicado por los hombres y que es el Espiritu Santo quien capacita al que lo escucha para creer y aceptar tal mensaje. Este mensaje es mucho más importante que el cómo es que los protestantes se separaron del catolicismo.

Hola Lulis, al hablar de; "genesis del protestantismo" me referia al momento considerado como el principio del mismo, es decir la Reforma Protestante del siglo XVI no del cristianismo, que es en el siglo I.
Coincidimos en que los origenes, causas, consecuencias, etc de la Reforma deben formar parte del conocimiento de cada protestante. Logico, que sentido tiene decir soy protestante, Sola Scriptura, Sola Fide, etc si no sabe por que surgieron tales doctrinas? No como fundamento de su fe, sino para entender por que luego de 16 siglos se separaron de la Iglesia Catolica y emprendieron un nuevo camino.


Y exactamente por ello quise mostrar que, lo que opinaba Lutero sobre Maria, no era en realidad contrario, doctrinalmente, a lo que ahora se enseña entre muchas iglesias evangélicas. No veneramos ni invocamos a la virgen ni a los santos, ni los consideramos intermediarios, pues creemos que solo en Jesucristo tenemos acceso directo al Dios trino, a quien adoramos e invocamos como Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Y ésto no contradice en nada, las recomendaciones de Lutero.

Dios te bendiga,

Yo creo que si hay marcadas diferencias entre la postura de uno de los padres de la Reforma Protestante, y el protestantismo actual.

Lutero decia:

«La dulce Madre de Dios me procure ella misma el espíritu, para que pueda explicar útil y objetivamente este cántico suyo» («Das Magnificat, W 7, 574-575).

Expresarias vos, como protestante, esas palabras? Que Maria te procure el espiritu para lo que vas a hacer? Lutero si lo hacia, y eso no quitaba que su fe estuviera totalmente puesta en Dios.

Pero el protestantismo actual se va al extremo, existe una especie de "ocultamiento" de la figura de la madre del Senor.

Saludos
 
Re: Maria y Lutero

Bueno,ahora resulta que Lutero es un seguidor de Maria de la primera hora...

Me resulta dificil comprender como alguien puede llegar a tal conclusion luego de leer lo que escribi. :Wow1:

Lo que si es cierto es que su pensamiento no es el mismo que el de un protestante actual.
 
Re: Maria y Lutero

Hola Lulis, al hablar de; "genesis del protestantismo" me referia al momento considerado como el principio del mismo, es decir la Reforma Protestante del siglo XVI no del cristianismo, que es en el siglo I.
Coincidimos en que los origenes, causas, consecuencias, etc de la Reforma deben formar parte del conocimiento de cada protestante. Logico, que sentido tiene decir soy protestante, Sola Scriptura, Sola Fide, etc si no sabe por que surgieron tales doctrinas? No como fundamento de su fe, sino para entender por que luego de 16 siglos se separaron de la Iglesia Catolica y emprendieron un nuevo camino.

No fué emprender un nuevo camino, sino más bien uno reformado, más parecido al original.

Yo creo que si hay marcadas diferencias entre la postura de uno de los padres de la Reforma Protestante, y el protestantismo actual.

Lutero decia:

«La dulce Madre de Dios me procure ella misma el espíritu, para que pueda explicar útil y objetivamente este cántico suyo» («Das Magnificat, W 7, 574-575).

Expresarias vos, como protestante, esas palabras? Que Maria te procure el espiritu para lo que vas a hacer? Lutero si lo hacia, y eso no quitaba que su fe estuviera totalmente puesta en Dios.

Pero el protestantismo actual se va al extremo, existe una especie de "ocultamiento" de la figura de la madre del Senor.

Saludos

Bueno, es que hay de protestantes a protestantes ;)

Y los extremos en ambas posturas son malos, quizas tal "ocultamiento" de Maria, sea como el resquemor de Lutero sobre la carta de Santiago, el temor a que ciertas frases, formas o doctrinas, hagan que, los creyentes o los no reformados las usen como fundamentos de sus objeciones a la reforma.

Dios te bendiga,
 
Re: Maria y Lutero

No fué emprender un nuevo camino, sino más bien uno reformado, más parecido al original.

Un camino DIFERENTE, entonces. El tema es que se cambio el rumbo de algo que venia desde 1500 anos atras.



Bueno, es que hay de protestantes a protestantes ;)

Y los extremos en ambas posturas son malos, quizas tal "ocultamiento" de Maria, sea como el resquemor de Lutero sobre la carta de Santiago, el temor a que ciertas frases, formas o doctrinas, hagan que, los creyentes o los no reformados las usen como fundamentos de sus objeciones a la reforma.

Dios te bendiga,

Es malo el que alguien llegue a "endiosar" a Maria, ahi coincidimos, pero quiero dejar en claro que eso dista de ser lo que hace la Iglesia, que le da el justo lugar. En cuanto a Lutero, ya conocemos que deseaba eliminar partes de la Biblia que iban en contra de su doctrina.

Saludos