Re: ¿Quienes son de verdad los Adventitistas del Septimo dia?
Debo aclarar que no sólo la navidad la encuentro pagana, también la celebración de cumpleaños, la pascua florida (semana santa) y todo lo que tenga origen pagano.
¿Pueden ustedes, aquí mismo, asegurar que no celebran sus cumpleaños? No sé por qué me acabo de acordar de un pasaje:
Mat 7:3 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
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Artículo publicado en la Revista Adventista que me gustó mucho:
La Biblia, Elena G. de White y los cumpleaños
¿Debemos festejar los cumpleaños y otros días especiales? ¿De qué manera?
Los cumpleaños pueden fomentar el egoísmo y la ostentación o la generosidad y la sencillez. “Las sugerencias de Satanás se llevan a cabo en muchísimas cosas. Nuestros cumpleaños, nuestra Navidad y las fiestas del Día de Acción de Gracias con demasiada frecuencia se dedican a la gratificación egoísta, cuando en cambio la mente debería dirigirse hacia las misericordias y la amante bondad de Dios. A Dios le desagrada que su bondad, su cuidado constante y su amor incesante no sean recordados en estas ocasiones.
“Si todo el dinero que se usa en forma extravagante para comprar cosas innecesarias, fuese colocado en la tesorería de Dios, veríamos a hombres, mujeres y jóvenes entregándose a Jesús, y haciendo su parte para colaborar con Cristo y los ángeles. Las bendiciones más abundantes de Dios se recibirían en nuestras iglesias y muchas almas se convertirían a la verdad.-RH, dic. 23, 1890.
“Los padres deben criar, educar y preparar a sus hijos en hábitos de autocontrol y abnegación. Siempre deben mantener ante ellos sus obligaciones de obedecer la Palabra de Dios y de vivir con el propósito de servir a Jesús. Deben enseñar a sus hijos que es necesario vivir de acuerdo con hábitos sencillos en la vida diaria y evitar vestidos costosos, un régimen de alimentación caro, casas costosas y muebles caros. Los términos según los cuales la vida eterna será nuestra, se establecen en estas palabras: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón... y a tu prójimo como a ti mismo’...
Cuando un hijo de Dios celebra su aniversario dirige sus pensamientos dador de todas las cosas. “No sólo en los cumpleaños deberían los padres y los hijos recordar las misericordias del Señor en una forma especial, sino también los días de Navidad y Año Nuevo deberían ser ocasiones cuando cada hogar debiera recordar a su Creador y Redentor. En lugar de ofrecer regalos y donativos abundantes a los seres humanos, la reverencia, el honor y la gratitud deberían ofrecerse a Dios, y los regalos y las ofrendas debieran fluir por el conducto divino. ¿No le agradaría al Señor que se lo recuerde en esta forma? ¡Oh, cómo ha sido olvidado Dios en estas ocasiones!...
Pero cualquier día festivo debe disfrutarse en familia y con alegría. “Cuando tengáis un día feriado, convertidlo en un día agradable y feliz para vuestros hijos, y haced que también sea un día agradable para los pobres y los afligidos. No permitáis que transcurra el día sin llevar ofrendas de agradecimiento y gratitud a Jesús. Que los padres y los hijos realicen ahora un esfuerzo ferviente para redimir el tiempo y para remediar su pasado descuido. Que manifiesten una conducta diferente de la que tiene el mundo.
“Hay muchas cosas que pueden prepararse con buen gusto y que cuestan mucho menos que los regalos innecesarios que con tanta frecuencia se dan con abundancia a nuestros hijos y parientes, y en esa forma también puede manifestarse cortesía y llevarse felicidad al hogar. Podéis enseñar una lección a vuestros hijos mientras les explicáis la razón por la que habéis realizado un cambio en el valor de sus regalos, diciéndoles que estáis convencidos que hasta ahora habíais considerado más su placer que la gloria de Dios. Decidles que en lugar de considerar el adelantamiento de la causa de Dios, habíais tomado en cuenta más vuestro propio placer y la gratificación de ellos, y que habíais procurado manteneros en armonía con las costumbres y tradiciones del mundo al ofrecer regalos a quienes no lo necesitaban.
“Tal como los sabios de la antigüedad, podéis ofrecer a Dios vuestros mejores donativos y manifestarle mediante vuestras ofrendas que apreciáis su Don hecho a un mundo pecador. Haced que los pensamientos de vuestros hijos corran por un nuevo canal, sin egoísmo, incitándolos a presentar ofrendas a Dios por el don de su Hijo unigénito”. -RH, nov. 13, 1894 (Consejos sobre mayordomía cristiana, 309-311).
Un cumpleaños es además un tiempo propicio para la reflexión. “Enseñadles a repasar el año de su vida que ha transcurrido, a considerar si les agradaría hallarse frente a lo anotado en los libros del cielo. Estimulad en ellos serias reflexiones acerca de si su comportamiento, sus palabras y sus obras fueron de un carácter que agrado a Dios. ¿Hicieron que sus vidas fueran más semejantes a la de Cristo y hermosas a los ojos de Dios? Enseñadles el conocimiento del Señor, sus caminos y sus preceptos.
Elena G. de White dejó en este sentido un ejemplo de austeridad y generosidad. “He dicho a mi familia y a mis amistades que mi deseo es que nadie me haga un regalo de cumpleaños o de Navidad, a menos que sea con el permiso de transferirlo a la tesorería del Señor, para ser asignado al establecimiento de las misiones” (El hogar cristiano, 430-431). - Daniel Oscar Plenc (E-mail:
[email protected]. Página web:
http://centrowhite.uapar.edu).