Buscan una unidad? se creen acaso que el evangélico instruído se hará católico seguro? hay alguien tan tonto como para pensar que yo me voy a poner debajo de cualquier hombre (traduzcase papa)
Que alguien los despierte de una vez.
Recupero un interesante aporte de OSO en estos foros:
“ La unidad plena de los cristianos solo puede efectuarse mediante la incorporación plena de todos a la iglesia Católica Romana” (conclusiones del concilio Vaticano II)
La pregunta es ¿qué cristiano evangélico puede aceptar este criterio? La respuesta es obvia, no es lo que nosotros digamos o ellos digan , la verdad se oculta cuando nos separamos del contenido sagrado de la Palabra de Dios, veamos:
“La unidad por la cual Jesús ruega no es meramente externa. Sus palabras nos advierten para que no caigamos en este error tan común. Cristo pide que la UNION entre todos los creyentes sea parecida a la que existe eternamente entre el Padre y el Hijo. En ambos casos se trata de una unidad cuya naturaleza es definitivamente espiritual....esta unidad no es el modelo sino mas bien el fundamento y es posible solamente entre quienes han nacido de lo alto (Jn 1:12-13).....” (W. Hendriksen)
Esta unidad espiritual de la que habla Juan 17 sólo es dada y es posible entre quienes hemos tenido una conversión genuina, un nuevo nacimiento, hemos sido predicados, arrepentidos y bautizados en agua y espíritu, en suma entre quienes hemos nacido de lo alto y no por pertenecer a una organización determinada o haber cumplido con un ritual externo.
El Señor Jesús no ora por una unidad organizacional y externa, ora por una unidad espiritual profunda. Trata respecto a la unidad del Padre con el Hijo y la trinidad es UNA en esencia en virtud de esta UNIDAD., hay tres personas sin embargo UN solo Dios, este principio de UNIDAD es el que permite ser UN solo Dios verdadero y representa desde siempre el misterio de la trinidad. Esta unidad espiritual nos es enseñada claramente cuando se declara del cristiano que es un “nacido de nuevo”.Pedro afirma que llagamos a ser “participantes de la naturaleza divina” (2ª P 1:4)
Si recordamos la oración de Cristo Jesús en el libro de Juán capitulo 17 “...para que sean uno, sí como nosotros” (v11)”para que todos sean uno; como tu, oh Padre, en Mí y Yo en Ti, que también ellos sean uno en nosotros...”(v 12)”para que sean uno, asi como nosotros somos uno . Yo en ellos y Tu en Mï, para que sean perfectos en unidad ...”(v 22,23)
La unidad por la que ruega nuestro Señor y Salvador Jesucristo no es meramente externa entonces, tampoco es una unidad posible sin que seamos primeramente en Cristo Jesús o estemos en El, hayamos sido predestinados para El y hallamos aceptado positivamente esta salvación tan grande a través dela locura de la predicación.
Debemos comprender que esta oración habla de una unidad espiritual, en ningún modo organizacional o externa, sino íntima y profundamente vinculada y cimentada en la persona de Cristo Jesús. Del modo que el Padre y el Hijo son UNO en esencia.
Jesús no ora por una unidad organizacional ni externa entonces, sino que de acuerdo a este pasaje de la escritura Jesús ora por algo completamente distinto. La oración no pide que los creyentes “sean uno” en el Padre y el Hijo sino que “seamos uno” en NOSOTROS. No es la unidad entre nosotros los cristianos la que tiene poder redentor ; sino nuestra incorporación a la vid verdadera en calidad de pámpanos a través de los cuales fluye la vida divina.
El Señor añade a la iglesia aquellos que habrán de ser salvos, el sentido inverso es bíblicamente incorrecto. La iglesia no propone a Dios quienes habrán de salvarse, sino que Dios sabe quienes siendo suyos y no por voluntad del hombre sino por voluntad de Dios habrán de estar inscritos en el libro de la vida y del Cordero y habrán de peregrinar en este mundo pero sin ser de este mundo, como pueblo Suyo en lo que hoy entendemos es “la iglesia”. La iglesia propaga y proclama el mensaje salvador de este nuevo pacto a través de sus miembros hasta alcanzar “lo último de la tierra”...cuando esto sea cumplido de este modo-que conste que hay aun regiones no alcanzadas por el evangelio de Jesús- podremos considerar una de las dimensiones de la universalidad de la iglesia, me refiero al contexto geográfico de la palabra “universal” y que tan hábilmente ha sido plagiado por un sector de la “cristiandad” haciéndolo suyo aún antes de cumplir su cometido...hombres, simplemente hombres que pretendemos dado por hecho lo que aun no ha sido alcanzado.
El otro aspecto de la universalidad de la iglesia, me refiero al número de sus miembros y la tangibilidad de que quien es quien en Su iglesia, nos damos cuenta lo finito de nuestro pensamiento y la imposibilidad de reconocer la total dimensión de Su iglesia, siendo entonces la mayor parte de la misma no visible para el propio creyente quien inmerso en ella no puede ver todo “lo alto, ancho y profundo” y toda la dimensión real de la misma; esto sólo le es posible a Dios conocer y ver a ciencia cierta.
Puede haber diferencias no fundamentales entre diferentes iglesias, pero no podemos argumentar basados en una superficial exégesis de la oración sacerdotal de Jesucristo que se encuentra en el libro de Juan 17 usarlo como un texto propio para el sincretismo, unionismo ni ecumenismo irresponsable. No hay ligas ni alianzas de ciertas cosas con otras del modo que no existe comunión entre la luz y la oscuridad.
Saludos.
Que alguien los despierte de una vez.
Recupero un interesante aporte de OSO en estos foros:
“ La unidad plena de los cristianos solo puede efectuarse mediante la incorporación plena de todos a la iglesia Católica Romana” (conclusiones del concilio Vaticano II)
La pregunta es ¿qué cristiano evangélico puede aceptar este criterio? La respuesta es obvia, no es lo que nosotros digamos o ellos digan , la verdad se oculta cuando nos separamos del contenido sagrado de la Palabra de Dios, veamos:
“La unidad por la cual Jesús ruega no es meramente externa. Sus palabras nos advierten para que no caigamos en este error tan común. Cristo pide que la UNION entre todos los creyentes sea parecida a la que existe eternamente entre el Padre y el Hijo. En ambos casos se trata de una unidad cuya naturaleza es definitivamente espiritual....esta unidad no es el modelo sino mas bien el fundamento y es posible solamente entre quienes han nacido de lo alto (Jn 1:12-13).....” (W. Hendriksen)
Esta unidad espiritual de la que habla Juan 17 sólo es dada y es posible entre quienes hemos tenido una conversión genuina, un nuevo nacimiento, hemos sido predicados, arrepentidos y bautizados en agua y espíritu, en suma entre quienes hemos nacido de lo alto y no por pertenecer a una organización determinada o haber cumplido con un ritual externo.
El Señor Jesús no ora por una unidad organizacional y externa, ora por una unidad espiritual profunda. Trata respecto a la unidad del Padre con el Hijo y la trinidad es UNA en esencia en virtud de esta UNIDAD., hay tres personas sin embargo UN solo Dios, este principio de UNIDAD es el que permite ser UN solo Dios verdadero y representa desde siempre el misterio de la trinidad. Esta unidad espiritual nos es enseñada claramente cuando se declara del cristiano que es un “nacido de nuevo”.Pedro afirma que llagamos a ser “participantes de la naturaleza divina” (2ª P 1:4)
Si recordamos la oración de Cristo Jesús en el libro de Juán capitulo 17 “...para que sean uno, sí como nosotros” (v11)”para que todos sean uno; como tu, oh Padre, en Mí y Yo en Ti, que también ellos sean uno en nosotros...”(v 12)”para que sean uno, asi como nosotros somos uno . Yo en ellos y Tu en Mï, para que sean perfectos en unidad ...”(v 22,23)
La unidad por la que ruega nuestro Señor y Salvador Jesucristo no es meramente externa entonces, tampoco es una unidad posible sin que seamos primeramente en Cristo Jesús o estemos en El, hayamos sido predestinados para El y hallamos aceptado positivamente esta salvación tan grande a través dela locura de la predicación.
Debemos comprender que esta oración habla de una unidad espiritual, en ningún modo organizacional o externa, sino íntima y profundamente vinculada y cimentada en la persona de Cristo Jesús. Del modo que el Padre y el Hijo son UNO en esencia.
Jesús no ora por una unidad organizacional ni externa entonces, sino que de acuerdo a este pasaje de la escritura Jesús ora por algo completamente distinto. La oración no pide que los creyentes “sean uno” en el Padre y el Hijo sino que “seamos uno” en NOSOTROS. No es la unidad entre nosotros los cristianos la que tiene poder redentor ; sino nuestra incorporación a la vid verdadera en calidad de pámpanos a través de los cuales fluye la vida divina.
El Señor añade a la iglesia aquellos que habrán de ser salvos, el sentido inverso es bíblicamente incorrecto. La iglesia no propone a Dios quienes habrán de salvarse, sino que Dios sabe quienes siendo suyos y no por voluntad del hombre sino por voluntad de Dios habrán de estar inscritos en el libro de la vida y del Cordero y habrán de peregrinar en este mundo pero sin ser de este mundo, como pueblo Suyo en lo que hoy entendemos es “la iglesia”. La iglesia propaga y proclama el mensaje salvador de este nuevo pacto a través de sus miembros hasta alcanzar “lo último de la tierra”...cuando esto sea cumplido de este modo-que conste que hay aun regiones no alcanzadas por el evangelio de Jesús- podremos considerar una de las dimensiones de la universalidad de la iglesia, me refiero al contexto geográfico de la palabra “universal” y que tan hábilmente ha sido plagiado por un sector de la “cristiandad” haciéndolo suyo aún antes de cumplir su cometido...hombres, simplemente hombres que pretendemos dado por hecho lo que aun no ha sido alcanzado.
El otro aspecto de la universalidad de la iglesia, me refiero al número de sus miembros y la tangibilidad de que quien es quien en Su iglesia, nos damos cuenta lo finito de nuestro pensamiento y la imposibilidad de reconocer la total dimensión de Su iglesia, siendo entonces la mayor parte de la misma no visible para el propio creyente quien inmerso en ella no puede ver todo “lo alto, ancho y profundo” y toda la dimensión real de la misma; esto sólo le es posible a Dios conocer y ver a ciencia cierta.
Puede haber diferencias no fundamentales entre diferentes iglesias, pero no podemos argumentar basados en una superficial exégesis de la oración sacerdotal de Jesucristo que se encuentra en el libro de Juan 17 usarlo como un texto propio para el sincretismo, unionismo ni ecumenismo irresponsable. No hay ligas ni alianzas de ciertas cosas con otras del modo que no existe comunión entre la luz y la oscuridad.
Saludos.