Re: Mormones-en que se diferencia un cristiano a un mormon?
Hermano Ortega:
Me temo que usted no esté siendo sincero, o está dejando de ser sincero e íntegro en cuanto a sus propósitos. Su respuesta no es hacia los últimos mensajes (no está escuchando) y es nuevamente tangencial.
Primero: "El Libro de Mormón dice que nació en Jerusalén". La escritura de referencia, Alma 7:10, dice, en el pasaje original, según vimos, que nació en la tierra de Jerusalén, que es, según también vimos, una expresión sumamente frecuente en el Libro de Mormón para referirse al área circundante a la ciudad de Jerusalén. Belén se encuentra en esta área, cercana a Jerusalén. Ese es el punto que hemos estado tratando.
Hermano, resulta penoso que haya usted ignorado los últimos mensajes, en los cuales ya se trató con abundancia este punto. En un debate, el obviar los argumentos que se exponen es inaceptable. Nosotros ya mencionamos que se refiere a la tierra de Jerusalén (un área geográfica amplia) y no a la ciudad de Jerusalén. En la casa estamos reforzando esta norma "Las cosas se dicen sólo una vez", y entonces mi esposa y yo tratamos de esforzarnos por enseñarles a todos a escuchar. Lo mismo se aplica a nosotros los adultos. Usted no está escuchando.
SEGUNDO: "Las profecías deben ser específicas o no lo son". Descartaríamos entonces de la Biblia a Moisés, Isaías, a Jeremías, a Joel, a Juan el Amado y a muchos otros, incluyendo a todos aquellos que no se refirieron a Jesucristo por su nombre en sus profecías, sino con términos como Siloh, que estaban sujetos a interpretación. Pero, bueno, la cosa es que el punto es tangencial y es irrelevante, dada la primera condición: que Alma sí estaba siendo específico al referirse al área geográfica: la tierra de Jerusalén (no la ciudad).
TERCERO, CUARTO Y QUINTO: Estas expresiones no son relevantes, y no pueden ser usadas como equivalentes. Explicaré por qué la comparación resulta improcedente: aún cuando es interesante la analogía horizontal que propone, pierde de vista la analogía vertical, que es la primera que debió abordar; ya que si la analogía vertical comprueba el uso de la expresión en el Libro de Mormón, la analogía horizontal se vuelve irrelevante. Por analogía horizontal me refiero al razonamiento ¿cómo se usa la expresión "la tierra de" en otras instancias, refiriéndose a otros territorios?. Por analogía vertical, o interna, me refiero al razonamiento ¿cómo se usa la expresión "la tierra de Jerusalén" a lo largo del Libro de Mormón? Este es el primer enfoque que debió abordar, porque si la expresión "la tierra de Jerusalén" suele usarse en referencia a las tierras circundantes a la ciudad de Jerusalén, entonces pierde propósito compararla con otras expresiones.
Yo cité 3 Nefi 16:1 para mostrar que el Salvador aclaró que la expresión "la tierra de Jerusalén" se refería a un territorio circundante a la ciudad de Jerusalén. Nuevamente, usted no estaba escuchando. El uso que se da a la palabra en otros pasajes del Libro de Mormón descarta el resto de la comparación.
Para demostrar de manera simple que Belén forma parte del terreno circundante de Jerusalén, y que por lo tanto correspondía al territorio (del cual Jerusalén era también capital), anexo el mapa siguiente:
SEXTO: La primera parte dice Jerusalén, y la segunda aclara que se refiere a la tierra, y no a la ciudad. Su observación tendría sentido si no fuera por las muchas referencias del Libro de Mormón a "la tierra de Jerusalén" con el significado de "tierra circundante" a la ciudad de Jerusalén y como el territorio de todos los judíos. El Libro de Mormón se refiere así, consistentemente, a todo el territorio judío debido a que Jerusalén era la capital de todo el territorio. Por lo tanto, sólo hay una forma de leer este pasaje.
SÉPTIMO: Esto es un insulto, y no comprendo muy bien su procedencia y de qué manera pueda constituir un aporte a la conversación, pero es una muestra de desesperación por querer probar un punto indefendible. Es muy frecuente en los debates que, cuando un participante no encuentra ya forma de probar su punto recurra a elevar la voz o ningunear al otro participante; y cualquier juez reconocería dicho síntoma como una pérdida del control. De hecho, ese sólo síntoma suele marcar el inicio de la pérdida del punto defendido. Entre cristianos ese síntoma no debería existir. La honestidad, como virtud cristiana, debería ser "mi punto no es defendible". Una salida digna diría: "Lo abandonaré, al menos por el momento, porque veo que, con lo que he estudiado, mi punto es indefendible". El lanzar epítetos o expresiones vulgares no es digno de un cristiano, porque a ellos se les ha enseñado que de la abundancia del corazón habla la boca.
Resumiendo:
Hermano Ortega:
Me temo que usted no esté siendo sincero, o está dejando de ser sincero e íntegro en cuanto a sus propósitos. Su respuesta no es hacia los últimos mensajes (no está escuchando) y es nuevamente tangencial.
Primero: "El Libro de Mormón dice que nació en Jerusalén". La escritura de referencia, Alma 7:10, dice, en el pasaje original, según vimos, que nació en la tierra de Jerusalén, que es, según también vimos, una expresión sumamente frecuente en el Libro de Mormón para referirse al área circundante a la ciudad de Jerusalén. Belén se encuentra en esta área, cercana a Jerusalén. Ese es el punto que hemos estado tratando.
Hermano, resulta penoso que haya usted ignorado los últimos mensajes, en los cuales ya se trató con abundancia este punto. En un debate, el obviar los argumentos que se exponen es inaceptable. Nosotros ya mencionamos que se refiere a la tierra de Jerusalén (un área geográfica amplia) y no a la ciudad de Jerusalén. En la casa estamos reforzando esta norma "Las cosas se dicen sólo una vez", y entonces mi esposa y yo tratamos de esforzarnos por enseñarles a todos a escuchar. Lo mismo se aplica a nosotros los adultos. Usted no está escuchando.
SEGUNDO: "Las profecías deben ser específicas o no lo son". Descartaríamos entonces de la Biblia a Moisés, Isaías, a Jeremías, a Joel, a Juan el Amado y a muchos otros, incluyendo a todos aquellos que no se refirieron a Jesucristo por su nombre en sus profecías, sino con términos como Siloh, que estaban sujetos a interpretación. Pero, bueno, la cosa es que el punto es tangencial y es irrelevante, dada la primera condición: que Alma sí estaba siendo específico al referirse al área geográfica: la tierra de Jerusalén (no la ciudad).
TERCERO, CUARTO Y QUINTO: Estas expresiones no son relevantes, y no pueden ser usadas como equivalentes. Explicaré por qué la comparación resulta improcedente: aún cuando es interesante la analogía horizontal que propone, pierde de vista la analogía vertical, que es la primera que debió abordar; ya que si la analogía vertical comprueba el uso de la expresión en el Libro de Mormón, la analogía horizontal se vuelve irrelevante. Por analogía horizontal me refiero al razonamiento ¿cómo se usa la expresión "la tierra de" en otras instancias, refiriéndose a otros territorios?. Por analogía vertical, o interna, me refiero al razonamiento ¿cómo se usa la expresión "la tierra de Jerusalén" a lo largo del Libro de Mormón? Este es el primer enfoque que debió abordar, porque si la expresión "la tierra de Jerusalén" suele usarse en referencia a las tierras circundantes a la ciudad de Jerusalén, entonces pierde propósito compararla con otras expresiones.
Yo cité 3 Nefi 16:1 para mostrar que el Salvador aclaró que la expresión "la tierra de Jerusalén" se refería a un territorio circundante a la ciudad de Jerusalén. Nuevamente, usted no estaba escuchando. El uso que se da a la palabra en otros pasajes del Libro de Mormón descarta el resto de la comparación.
Para demostrar de manera simple que Belén forma parte del terreno circundante de Jerusalén, y que por lo tanto correspondía al territorio (del cual Jerusalén era también capital), anexo el mapa siguiente:

SEXTO: La primera parte dice Jerusalén, y la segunda aclara que se refiere a la tierra, y no a la ciudad. Su observación tendría sentido si no fuera por las muchas referencias del Libro de Mormón a "la tierra de Jerusalén" con el significado de "tierra circundante" a la ciudad de Jerusalén y como el territorio de todos los judíos. El Libro de Mormón se refiere así, consistentemente, a todo el territorio judío debido a que Jerusalén era la capital de todo el territorio. Por lo tanto, sólo hay una forma de leer este pasaje.
SÉPTIMO: Esto es un insulto, y no comprendo muy bien su procedencia y de qué manera pueda constituir un aporte a la conversación, pero es una muestra de desesperación por querer probar un punto indefendible. Es muy frecuente en los debates que, cuando un participante no encuentra ya forma de probar su punto recurra a elevar la voz o ningunear al otro participante; y cualquier juez reconocería dicho síntoma como una pérdida del control. De hecho, ese sólo síntoma suele marcar el inicio de la pérdida del punto defendido. Entre cristianos ese síntoma no debería existir. La honestidad, como virtud cristiana, debería ser "mi punto no es defendible". Una salida digna diría: "Lo abandonaré, al menos por el momento, porque veo que, con lo que he estudiado, mi punto es indefendible". El lanzar epítetos o expresiones vulgares no es digno de un cristiano, porque a ellos se les ha enseñado que de la abundancia del corazón habla la boca.
Resumiendo:
- No está usted leyendo o respondiendo a las aportaciones anteriores. No sé si esto se deba a que no está leyendo con atención (el equivalente electrónico a no escuchar) o a que trata de que pasen inadvertidos los razonamientos que se le exponen.
- Suele exponer argumentos tangenciales. Cuando no puede probar un argumento, simplemente se aboca a otra cuestión.
- No es procedente abocarse al análisis colateral cuando el análisis interno y frontal puede ser suficiente.
- No está atento a las normas de un verdadero debate.
- Es imprudente lanzar epítetos denigrantes cuando el punto no es ya más defendible. Esto resta puntos al carácter y a la credibilidad del participante, perjudicando y debilitando su causa. La honestidad y la humildad son principios del evangelio de Jesucristo.
- ¿Es de veras tan difícil aceptar la expresión "la tierra de Jerusalén" o "Jerusalén, que es la tierra de nuestros padres", por lo que es, en lugar de insistir en un significado ajeno a la propia expresión?