Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

DIOS TE BENDIGA RAFAEL LUIS.NO HAY PROBLEMA TE ESPERO


ESPERO TUS APORTES, PERO ESPERO QUE VERIFIQUES LO QUE TE ESCRIBI DIRECTAMENTE CON LA BIBLIA.

DIOS TE BENDIGA HERMANO
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

hermano disculpa y ten bendicion de Dios padre celestial......
ya estoy de vuelta estaba en las montañas por cuestiones de trabajo ......
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

no te preocupe todo te lo busco todo con la biblia y con referencia modismos historicos ,segun la manera de los arameos y griegos de su tiempo....
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

Dios te bendiga Rafael Luis.

Se otra vez bienvenido.


Que Dios te guarde y te proteja.
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

Muy interesante, rafael, aunque creo que como ya te dijeron algunos foristas te desvías un poco del tema, la verdad que nos hace libres tiene que ser más evangélica, el evangelio vivo y al natural. Pues si no caemos en irnos por la tangente y no discutir el corazón del evangelio, El Amor.

Dios te bendiga y que el Amor de Cristo nos Una
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

cartas a los efesios

20que actuó en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su lado en el mundo de arriba. 21Pues está muy por encima de todo Poder, Autoridad, Dominio y de toda otra Fuerza o Gobierno, más arriba de todo lo que cuenta en este mundo y en el otro.
22Dios colocó todo bajo sus pies, y lo constituyó Cabeza de la Iglesia. 23Ella es su cuerpo y en ella despliega su plenitud el que lo llena todo en todos.
no habla de iglesias fuera de ella ...y sin sucecion apostolicas.....

hechos de los apostoles cap 24

5 Hemos encontrado esta peste de hombre que provoca sedicion entre los judíos de toda la tierra y que es el jefe principal de la secta de los nazoreos.
6 Ha intentado además profanar el Templo, pero nosotros le apresamos.
8 Interrogándole, podrás tú llegar a conocer a fondo todas estas cosas de que le acusamos.»
13 Ni pueden tampoco probarte las cosas de que ahora me acusan.
14 «En cambio te confieso que según el Camino, que ellos llaman secta, doy culto al Dios de mis padres, creo en todo lo que se encuentra en la Ley y está escrito en los Profetas
15 y tengo en Dios la misma esperanza que éstos tienen, de que habrá una resurrección, tanto de los justos como de los pecadores.
16 Por eso yo también me esfuerzo por tener constantemente una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres.
17 «Al cabo de muchos años he venido a traer limosnas a los de mi nación y a presentar ofrendas.
18 Y me encontraron realizando estas ofrendas en el Templo después de haberme purificado, y no entre tumulto de gente.
20 o si no, que digan estos mismos qué crimen hallaron en mí cuando comparecí ante el Sanedrín,
21 a no ser este solo grito que yo lancé estando en medio de ellos: "Yo soy juzgado hoy por vosotros a causa de la resurrección de los muertos.»


despues les escribo con calma y lean lo anterior con todas pasiencia en DIOS
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

todo esta en los anteriores comentarios y te pido que lo respondas pasientemenete ....ya te he dado repuestas de los papas ....y verdades doctrinales y del pastor y doctor evangeicos....
El relativismo de las sectas me confundía...

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«El mundo de la fragmentación entre los cristianos estaba mal»
Fernando Casanova, ex pastor evangélico pentecostal
que renunció a su secta para entrar a la Iglesia

¿Cuál es tu testimonio de conversión?
Yo nunca había sido católico. Fui criado en una secta evangélica conservadora pentecostal. Ésa era la religión de mis padres. Después de una adolescencia turbulenta decidí que tenía que volver a ese único cristianismo que conocía.
Después de eso me sentí llamado para trabajar en la obra del Señor. Estudié y fui ordenado como ministro licenciado de una denominación pentecostal en mi país [Puerto Rico]. Mi primera asignación pastoral fue como capellán de un hospital; allí comencé a tener ciertos cuestionamientos de la gente que yo quería convertir. Me di cuenta de que era la palabra de ellos contra la mía, la palabra de las sectas contra la mía, la palabra de otras denominaciones protestantes contra la mía; me di cuenta de que todo el mundo se agarraba de la Escritura para seleccionar textos y formar una doctrina, una idea o concepción. Yo sabía por la misma Biblia que eso estaba mal, que Jesucristo había instituido una sola Iglesia (Mateo 16,18) y que había dicho que las puertas del infierno no iban a prevalecer en contra de ella; por lo tanto, siempre ha habido una Iglesia y esa Iglesia había tenido que perseverar durante los últimos dos mil años siendo la misma y de manera visible; pero el relativismo de las sectas y las denominaciones evangélicas me confundían. El mundo de la fragmentación entre los cristianos estaba mal.
Todas las sectas arguyen estar inspiradas por el Espíritu Santo y todas dicen basarse en una misma Biblia; sin embargo, todas creen cosas diferentes, inclusive en doctrinas importantes como el Bautismo, la Cena del Señor, el Matrimonio, etc. Pero el Señor establece en el capitulo 19 de san Juan que era necesario que su Iglesia permaneciera unida para que mundo pudiera creer viendo esa unidad. Entonces para mí era importante que hubiera una sola Iglesia y que fuera visible.

¿Qué creen los pentecostales?
Creen que la Iglesia es invisible. No creen que haya un cuerpo de creyentes que puedan señalarse con el dedo y decir «ahí esta la Iglesia de Jesucristo». Creen que la verdadera Iglesia es conducida por el Espíritu Santo sin necesidad de jerarquía o dogmas. Pero la realidad da al traste con esa teoría, porque ellos tienen sus doctrinas y jerarquía en sus pastores, porque de otro modo no podrían conformar los grupos que tienen.

¿Cuál es para ellos el sentido de unidad?
Aunque parezca contradictorio, unidad fragmentaria. Es decir, ellos pertenecen a un grupo de denominaciones. Se ponen de acuerdo para celebrar algunos cultos, pero por lo general no trabajan juntos y se dividen por cuestión doctrinal o por gobierno. Por ejemplo, si a un pastor no le gustó el cambio de ministros que se llevó a cabo en cierta comunidad, se divorcia de esa comunidad y funda otra denominación.

¿Cuales actividades desempeñó usted como ministro pentecostal?
En el hospital secular trabajaba como ministro. También como pastor interino de una «Iglesia Evangélica Unida»; pero mi trabajo fuerte se concentraba en la enseñanza de la teología en el seminario de mi denominación en Puerto Rico.
Pero lo que me movió a la Iglesia católica no fue una reacción «en contra de», porque yo realmente no me quería hacer católico bajo ninguna circunstancia. Y, de hecho, yo resistí la influencia del Espíritu. Encontraba a la Iglesia católica en la Escritura: la Iglesia es una, es necesaria, es visible, y la Eucaristía es la presencia real de Nuestro Señor en los elementos del pan y del vino, la Confesión que fue instituida por Cristo, y el Bautismo. Todas estas doctrinas de la Iglesia tan importantes yo las fui descubriendo, pero no lo quería reconocer.

¿Entonces cómo fue esa reconciliación o diálogo con estos asuntos?
Fue bien difícil porque en un momento dado, el más triste de mi vida, me encontré viviendo como un verdadero hipócrita porque yo quería ejercer mi ministerio como pastor, predicando cosas que realmente yo no creía. Fue muy doloroso porque comencé a actuar torpemente en el ministerio y entonces, en un momento determinado, comencé a predicar sobre la Virgen María llamándole la atención a mis hermanos porque no estaba bien que nosotros no respetáramos a la Madre de Dios, a la Reina de la Iglesia, porque en la tradición judía la reina no es la esposa del rey sino su madre, y si Cristo es el Rey, Ella es la Reina. Ese tipo de cosas me fueron creando dificultades. Yo no veía estas cosas como catolicismo, sino como verdad bíblica. En un momento dado traté de practicar, por ejemplo, la Eucaristía en mi secta, pensando que yo tenía el poder para convertir aquello en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Luego me di cuenta de que no.

Testimonio de conversión al catolicismo

Cruzando las fronteras de la Fe


Durante la última semana de marzo de 2002, el canal 2 de Telemando en Puerto Rico comenzó la promoción de una serie de reportajes especiales sobre un caso insólito:

«Fernando Casanova, un ex ministro evangélico que renunció para entrar a la Iglesia Católica se confiesa en la serie: “Cruzando las fronteras de la fe”.»

El reportaje acaparó la atención de la mayoría de los telespectadores desde el 2 hasta el 8 de abril de ese año. Lo que parecía ser una cuestión de conciencia de un individuo se convirtió en un acontecimiento discutido por muchísima gente en Puerto Rico.

Lo que llamó la atención fue que de ordinario las conversiones o los cambios de afiliación religiosa se dan a la inversa, por lo general son los católicos los que se hacen protestantes o se cambian a las sectas o incluso a otras religiones. Pero lo que terminó por desconcertar a muchísimas personas de todas las creencias fue que este Fernando Casanova que ahora testificaba públicamente su adhesión al catolicismo, había sido Ministro Licenciado Ordenado, evangelista y pastor de una importante denominación pentecostal ―los pentecostales suelen ser de los más anticatólicos―, y que además ese converso tenía una vasta preparación teológica y que era profesor de seminaristas, líderes y pastores evangélicos. Los periodistas involucrados descubrieron que este era el primer caso de este tipo en Puerto Rico, pero también en Hispanoamérica.

Sin embargo, lo que ese ministro y profesor evangélico quería dar a conocer se vio opacado por la reacción polarizada del público. Unos (católicos) celebraban lo que les parecía una victoria sobre los protestantes, otros (protestantes) se dedicaron a insultar al “apóstata” que les había abandonado para convertirse en papista; otros, tristes, se apenaban de la pérdida del alma de un amigo, profesor o compañero en el ministerio; otros (católicos, protestantes y seudo-religiosos), se preocuparon porque ese tipo de historias no debían trascender, pues la verdadera religión era aquella del no rompimiento, del “todos caben y que crean lo que les dé la gana”, del diálogo que siempre dice sí, mientras se obvian las creencias, valores y costumbres que definían “nuestro” ahora-caduco ideario religioso.

Pero, en realidad, muy pocos atendieron a la sustancia de lo que ese hombre dijo por televisión acerca de sus razones para haberse hecho católico romano.

¿Por qué se hizo católico?

Desde entonces, Fernando se ha dedicado a explicar sus razones. Su proclamación ahora responde siempre al gran tesoro que descubrió en la Iglesia Católica. No importa el tema de la ocasión, o si se trata de su testimonio, de una predicación, taller o curso, él siempre exalta la fe, doctrina, espiritualidad y moral católica.

El cuestionamiento principal en el proceso de conversión del reverendo Fernando Casanova fue la Eucaristía. No obstante, él es el primero en reconocer que hubo otros temas importantes con los cuales tuvo que lidiar: la excelencia y el rol de la Virgen María en la historia de la salvación, el culto a la Virgen y a los santos, el primado de San Pedro, el papado, el bautismo de infantes y el sacramento de la Confesión. Siempre, sin excepción, encontró una respuesta contundente a favor de la Iglesia Católica Romana.

El Dr. Fernando Casanova reconoce que no siempre descubrió la Verdad católica por iniciativa propia, sino sin quererlo y sin procurarlo; de hecho, por mucho tiempo se resistió, pues no quería hacerse católico.

Hasta que se encontró retando al Señor sometiéndome, por ejemplo, al sacramento de la Reconciliación (Confesión), y predicando en su iglesia pentecostal sobre María y la Eucaristía, y negándose a bautizar al modo protestante, y rehusándose casar a católicos, y enseñando la versión católica de la teología a los seminaristas evangélicos… y un largo etcétera.

Como era de esperarse, una situación extraordinaria de conversión como esta tuvo que ser muy difícil y dolorosa, sobre todo cuando se pierde el afecto de amigos y los hermanos en la fe, y cuando se sacrifica la vocación para la que se creía llamado por Dios, pero sobre todo cuando se perjudica el matrimonio porque el cónyuge no comprende por qué su esposo decide hacerse católico, con lo antipática que les solía parecer esa Iglesia y sus prácticas.

Los esposos Casanova sólo platican de estas dificultades cuando participan de actividades de evangelización y formación a las que son invitados. Este no es el lugar para versar sobre situaciones privadas tan neurálgicas.

Sin embargo, sí podemos aprovechar algunas líneas escritas por el Dr. Fernando Casanova sobre las razones bíblicas, teológicas y espirituales que tuvo para hacerse católico.

A continuación presentamos un breve resumen de estas razones, que hemos tomado y adaptado de una conferencia que dictó Fernando en la XVI Convención de la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos de los Estados Unidos, el 11 de octubre de 2005, en San Juan.

En esta conferencia se enfatizó el tema de la Eucaristía, que fue la cuestión más importante en la conversión de Fernando, y luego también de su esposa.

El pentecostalismo y yo

Fui criado en la tradición pentecostal. Nunca conocí otra experiencia de fe. No fue difícil para nuestra familia identificar esa fe evangélica y pentecostal como la causa de nuestra excitante vida espiritual, y como razón de nuestra grata convivencia familiar.

Estaba tan agradecido de Dios por el orden religioso en nuestras vidas, por las nuevas oportunidades que me regaló después de haber abandonado la fe de mis padres, viviendo por algún tiempo una vida juvenil desordenada, que decidí entregarme al Señor en cuerpo y alma. Pronto me sentí llamado por Dios a ser pastor. Respondí enseguida. ¡Qué mejor manera de vivir para mi Dios que trabajar para él!

Pero una vez involucrado en el ministerio se me develaron otras razones para querer procurar una vida espiritual cabal, más aferrada a la Escritura, dependiente de la perfecta voluntad de Dios y en sintonía con la Iglesia que él parecía haber establecido en el Nuevo Testamento. Es que tenía que haber algo más profundo, alternativo, en línea con la intención original de Jesús y en comunión con los primeros apóstoles y con aquella Iglesia primitiva de la que me creía heredero, pero de la cual me distanciaba la realidad que comencé a percibir cuando me inauguré como ministro y pastor.

Al principio me entusiasmé con las propiedades liberadoras de la religiosidad pentecostal, y me adherí a ella con todo el corazón. Cuando accedo al ministerio por convicción y vocación, me di cuenta de que arriba, en el liderato, y lejos de la buena fe del pueblo creyente, se encuentra una actitud generalizada de embaucamiento. De pronto, di al traste con la realidad: yo era parte de una ínfima minoría. Me relacioné con otros colegas que se daban cuenta de la corrupción y de la incongruencia con el evangelio de Jesús, con la idea paulina del ministerio cristiano (cf. 2 Co 11, 4 al 12, 21) y con la vida de la Iglesia primitiva (cf. Hch 2, 42.44; 5, 40; 9, 16; 14, 22; Col 1, 24), pero mis compañeros se conformaban.

Tenían miedo. Les preocupaba más su propio bienestar y sus sueldos, y terminaban haciéndose cómplices de la religiosidad sensacional tipo espectáculo. Vi a muchos sucumbir a la fascinación de los predicadores que presentaban a la religión como un show para escapistas: una incubadora de sentimentalismo que atraía a embaucadores apegados al dinero fácil y a la fama. Estos personajes descollaban como súper apóstoles: “¡el hombre de Dios para este tiempo!” o “el Evangelista Internacional”, de los que se resguardaban al lado de un elegante escudo de armas circundado por las palabras “Mengano Ministries”, o detrás de vistosos letreros con la foto artística del pastor y su esposa.

Estos personajes carismáticos se iban constituyendo en los paradigmas del nuevo ministro pentecostal, un prototipo que yo no quería emular y que rechacé con todas mis fuerzas.

Profesor de teología en el seminario pentecostal

Se me ocurrió que podíamos volver a aquel primer cristianismo, genuino y martirial, que el movimiento pentecostal había tratado de revivir cien años atrás. Pensé que todo sería cuestión de buena educación teológica. Así que me fui al Colegio Bíblico Pentecostal a enseñar teología. Este era el Seminario de mi denominación y el único colegio bíblico acreditado fuera de los Estados Unidos continentales. Obtuve la Cátedra de Teología Sistemática que ostentó el Dr. Richard González por más de treinta años antes de retirarse. Me sentí optimista; sentía que podía hacer algo formando a los seminaristas que ejercerían el liderato pentecostal en el futuro.

Tomé mi nueva responsabilidad con pasión. Sin pausa enfaticé en la imperiosa necesidad de atender las incongruencias éticas y doctrinales. Lo único que me movió fue el convencimiento de que teníamos que actuar conforme a la Iglesia que descubrí en la Biblia; una Iglesia apostólica (Jn 15, 16; 20, 21; Lc 22, 29-30; Mt 16, 18; Jn 10, 16; Lc 22, 32 [Jn 21, 17]; Ef 4, 11; 1 Ti 3, 1.8; 5, 17), con autoridad (Mt 28, 18-20; Jn 20, 23; Lc 10, 16; Mt 28, 20), perpetua (Is 9, 6-7; Dan 2, 44; 7, 14; Lc 1, 32-33; Mt 7, 24; 13, 24-30; 16, 18; Jn 14, 16; Mt 28, 19-20, infalible (Jn 16, 13; 14, 26; 1 Ti 3, 15; 1 Jn 2, 27; Hch 15, 28; Mt 16, 19). Otra idea bíblica que me martillaba la cabeza constantemente era la unidad completa (espiritual y visible) de esa Iglesia (Jn 10, 16; 17, 17-23; Ef 4, 3-6 [cf 3, 21; 4, 14]; Rm 16, 17; 1 Co 1, 10; Flp 2, 2; Rm 12, 5; Col 3, 15). Y ni se diga la contrariedad que me quitó el sueño por mucho tiempo cuando me confronté con el testimonio acerca de la Iglesia Católica de los llamados Padres de la Iglesia, en los primeros siglos de la era cristiana: San Clemente Romano (97 d.C.), San Justino Mártir (155), San Ignacio de Antioquía (165), Tertuliano (197), San Cipriano (250) y San Agustín (397), entre otros.

Cuando constaté el fondo eclesial de la Biblia y del cristianismo primitivo, se me comenzó a aparecer la Iglesia Católica como la verdadera Iglesia de Jesucristo.

Mi optimismo inicial en el Colegio Bíblico se convirtió en una profunda tristeza. Sabía que era responsable del destino eterno de muchas almas. Sabía que un ministro mal formado o con distorsiones éticas era un peligro. La desilusión fue inminente; yo me mortificaba señalándole a todos lo que decía la Biblia, Jesucristo, sus apóstoles y los Padres de la Iglesia, y ellos insistían en suspirar por ministerios deslumbrantes, construcciones majestuosas y exposición en los medios.

Así que me concentré en la oración y el estudio profundo de la Biblia y la historia. En medio de esta búsqueda se hizo evidente que el problema radicaba, a la luz de la Iglesia que constatamos en la Biblia y los Padres, en cuál de las pretendidas iglesias se encontraba la plenitud de la gracia y del conocimiento divino (cf. Mt 28, 19-20; Jn 20, 30; Ga 1, 9; Ef 1, 22; 2, 21; 1 Ts 2, 7; 2 Ts 2, 15; 1 Ti 3, 15; y 1 Jn 2, 19; 4, 6).

La verdadera Iglesia de Jesucristo

Me mortificó ver que, a pesar de que Dios proveyó el Espíritu Santo para conducirnos a la verdad completa, al conocimiento pleno y a una relación de donación de sí mismo (Jn 16, 12-15 [Rm 8, 14-17.23-27]), lo que se podía verificar era una funesta realidad religiosa de división, de fragmentación y de oposición entre los seguidores de Jesús. Cada vez que me fijaba en el espectro religioso de nuestro entorno pentecostal para identificar una respuesta o clave de solución, se me hacía más evidente una escandalosa realidad de relativismo religioso por la división que acusaba a nuestro Señor de mentiroso, pues él había urgido y anunciado lo contrario de su Iglesia (Jn 17, 20-26; Hch 2, 42-43; 1 Co 1, 10; Ef 4, 1-6; Etc.). La realidad que tenía de frente me denunciaba a un montón de espíritus que aducían ser el Espíritu Santo, pero que referían a muchas verdades diversas y contradictorias entre sí. Tuve que reconocerlo: la división entre los cristianos no sólo atentaba contra la disposición eclesial de Jesús, sino que también era la causa principal de la incredulidad (Jn 17, 21.23).

Aquel mundo protestante y de sectas no podía ser la Iglesia que Cristo convocó para su gloria, para remitir a su reino y señalar su verdad (¡en singular!).

Estaba seguro de que Jesús no se había equivocado; de que había una sola verdad que conduce a un solo Señor, y de que para mayor gloria de Dios esta verdad debe ser transmitida sin ambigüedades por una sola Iglesia (Ef 3, 21; 4, 3-6.14-15). La evidencia bíblica, el sentido común y la historia me señalaban a la Iglesia Católica como la Iglesia de Jesucristo, la original y la única. De hecho, ningún protestante, por más anticatólico que fuese, podía negar que la Iglesia de Jesucristo que conocemos como Católica, se mantuvo constantemente diciendo y estableciendo la verdad; sobre la Trinidad (Nicea, 325), la personalidad divina de Cristo (Efeso, 431), la divinidad del Espíritu Santo (Constantinopla, 381) y hasta sobre el canon bíblico (Cartago, 493, y Roma, 497). En adición, todas estas verdades echaban por tierra la hipótesis anticatólica de la corrupción de la Iglesia por Constantino y el Edicto de Milán de 313. ¡Se suponía que la Iglesia Católica se hubiera corrompido en esa fecha!

Vez tras vez, evidencia tras evidencia, me indicaban una realidad que me obligó a reconocer que era muy probable que la Iglesia Católica fuera la Iglesia de Jesucristo, y que era muy improbable que nuestras diversas iglesias (¡más de 30,000 en 1999!) fuesen esa única Iglesia del Señor, con todas las notas que correspondían al pueblo de Dios en el nuevo testamento.

No quería hacerme católico

Durante este proceso de conversión resistí al catolicismo con todo lo que tenía a mi alcance. Cuando la excelencia y la veracidad de su doctrina me alcanzaron por fin, es decir, cuando mis reservas de índole bíblico, teológico, histórico (en especial cuando caí en la cuenta de la existencia de una leyenda negra rabiosamente anticatólica) y espiritual (cuando entendí que la piedad católica, sobre todo la mariana, estaba cimentada en un sólido fundamento teológico que se gesticula y expresa a través del comportamiento y del lenguaje del amor, tal y como me conduzco cuando expreso con gestos y palabras controvertibles el amor y la pasión que siento por mi esposa [«soy sólo tuyo y de nadie más; te adoro, mi amor; eres la razón de mi vida», etc.]) se desvanecieron, opte entonces por hacerme de la vista larga y seguir sin hacer caso a la voz de mi conciencia y de mi razón: decidí continuar con mi ministerio, ocultando mis descubrimientos y tratando de demostrar que creía lo que predicaba y enseñaba. Siento mucho admitirlo, me da vergüenza, pero la verdad es que decidí actuar en adelante como un hipócrita. “No quiero hacerme católico, no me conviene, no me caen bien.”

Encuentro con la Eucaristía

Aceptando el reto lanzado por un fraile capuchino fui a ver una Hora Santa. El religioso me enteró de una comunidad “muy eucarística”, que tenían exposiciones del Santísimo programadas, y que se aprestaban esa misma noche a celebrar una adoración eucarística. Y me remitió a la parroquia Santa Bernardita, de Country Club, esa misma noche a las 7:30.

Quedé absorbido de inmediato por los detalles de ambientación y embellecimiento del altar, la ornamentación majestuosa del presbítero, una custodia hermosísima, incienso por el altar, luces de escenario, música sublime… y la disposición y devoción de aquellos fieles no tenían precedentes en mi memoria.

Hasta que caí en la cuenta de lo que hacían: ¡adoraban un trozo de pan!

Y para colmo el sacerdote le oraba con tanta seguridad y confianza, muy solemne, pero con familiaridad, similar a mis oraciones, pero él oraba con más convicción, como si de veras estuviera frente al Señor. Ese cura, y las cerca de 200 personas que le acompañaban, estaban convencidos de que lo que estaba colocado en la custodia los escuchaba, y de que era Jesucristo.

Se me ocurrió que si esas personas estaban equivocadas, y yo deseaba que lo estuvieran, entonces lo que me habían enseñado de niño era cierto a fin de cuentas: los católicos son idólatras. Durante algunos años me tuvieron a la defensiva con los temas y circunstancias que narraba al principio, pero ya no. Era imposible que estuvieran en lo correcto. Era increíble para mí que pensaran que adoran a Jesús y que se lo puedan comer.

Pero… y si están en lo correcto. El capuchino era un joven muy inteligente y creía sin ambigüedades en la antiquísima doctrina de su Iglesia al respecto.

No obstante, por alguna razón, sentía que ahora sí los había atrapado. Había analizado el punto de vista de la crítica protestante a la Iglesia Católica en este asunto y no le encontraba posibilidad a esa idea de la presencia real y verdadera del cuerpo y la sangre de Cristo en la misa, y mucho menos en los altares para culto de adoración. No podían tener la razón, ahora no.

De momento el sacerdote se levanta en procesión y comienza a ser seguido por sus acólitos. Tenía la custodia, la llevaba en solemne desfile. Las luces le seguían y el humo del incienso le precedía. A medida que se acercaba se escuchó el tintineo insistente de de unas campanitas. Y una vez más la excelente música y la voz bellísima de una joven se juntaron para cantarle a la presencia. Cuando tuve el Santísimo como a 10 pies de distancia se me ocurrió una idea para romper de una vez por todas con el catolicismo: “Si logro demostrar fuera de toda duda razonable, por la Biblia, que esta gente esta adorando a un trozo de harina cosida, y no a Jesucristo, entonces serán en realidad unos idólatras, unos alucinados que han estado confundidos o engañados por no atenerse a la realidad de los sentidos y por desconocer las escrituras. ¡Esto no esta en la Biblia!”

Y retomé la Biblia para contradecir y desenmascarar la falsedad de esa práctica idolátrica. Mi temor se convirtió en un apabullante optimismo, pues estaba seguro de que había descubierto la puerta para salir del atolladero en el cual me tuvo el catolicismo por los pasados tres años. Tramé primero desbaratar la legitimidad de esa práctica mediante el estudio bíblico, y luego, con el entusiasmo de aquella indudable victoria sobre la idolatría católica, podría volver a encarar los otros temas que me tenían a la defensiva frente al catolicismo.

Esta coyuntura fue para mí la posibilidad de lograr al menos un empate: “Si los protestantes estamos mal, ellos también, y si ambos estamos equivocados alguna salida habrá, como el agnosticismo o incluso otra religión.” Así estaban las cosas en mi corazón.

La Eucaristía según los evangélicos

Yo enseñaba teología sistemática en dos instituciones evangélicas y había repasado bien la noción de la Santa Cena en el ámbito de nuestras iglesias. Nuestra celebración de la Santa Cena respondía a una idea accesoria (=adjunta, accidental) de una imagen secundaria (no esencial o determinante) del partimiento (o fracción) del pan o de la eucaristía, según la cultura religiosa que fluía en nuestra tradición de parte de los grupos wesleyanos y bautistas de los cuales salieron nuestras denominaciones pentecostales. En consonancia con nuestra parca y escueta doctrina sobre este tema enseñábamos que la Santa Cena (o partimiento del pan o Eucaristía) era una remembranza de la cena pascual que tuvo Jesús con sus discípulos, que tenía un valor simbólico que aludía al sacrificio expiatorio de Cristo y cuya excelsitud estribaba más en el hecho de ser ordenanza (“hagan esto en recuerdo mío”) que de todo lo demás que pudiera constatarse en la Biblia, los Padres de la Iglesia y hasta en las iglesias de la Reforma protestante: «Celebramos de vez en cuando la Santa Cena porque Él lo mando como un acto simbólico (complementario [no necesario] a la predicación) de la muerte del Señor y porque ―y he aquí la gran aportación del pentecostalismo― era posible recibir un milagro de sanidad en ese momento.

La Eucaristía según San Pablo

Este profesor creía que el único texto eucarístico importante era 1 Co 11, 23-34, pero sobre todo los versículos 23 al 26; los demás (en especial del 27 al 34) eran consideraros como una explicación de las consecuencias de referirse al símbolo de la Cena sin gozar de la plenitud de la gracia divina. Para la celebración utilizábamos los versículos 23-26, y eran por lo tanto los que conocían nuestros fieles. Confieso que comencé a preocuparme cuando me percaté de la ineptitud de mi tradición, de los teólogos evangélicos y de mis primeros profesores pentecostales, al no tomar en consideración textos importantes con un inequívoco sabor eucarístico. Para comenzar, ni siquiera contábamos con una reflexión coherente de nuestros maestros y líderes con relación a las terribles consecuencias de enfermedad y muerte de 1 Co 11, 27-24 por causa del mal entendimiento de un símbolo, de algo que según nosotros era prescindible de la sustancia y la definición pentecostal del culto cristiano. Y otro tanto de desesperación me invadió cuando di al traste con la poca consideración que dábamos a los relatos de la institución de la Eucaristía (Mt 26, 26-29; Mc 14, 22-25; Lc 22, 19-20) ni de su sugestivo contexto pascual, ni de su trasfondo sacerdotal (Gn 14, 17-20) y soteriológico (Ex 12), y mucho menos nos habíamos enterado del consenso que siempre ha existido en la opinión de que Jn 6, 25-59 y Lc 24, 13-35 son textos eminentes que destacan un valor trascendental a la Eucaristía, o la Cena del Señor, o como hayamos querido llamarle.

Pero, en cuanto a nuestro pasaje preferido de 1 Co, lo increíble es que tampoco subrayáramos su contexto literario, imposibilitando de esta manera el descubrimiento de otros aspectos, riquezas y beneficios de la Eucaristía. Y este contexto literario que añade significado al mencionado texto es 1 Co 10. Este capítulo 10 sirve a la intención de Pablo de exigirle a sus lectores que frente a la mesa eucarística ellos tienen que decidirse (10, 20-21): la mesa del Señor o la mesa de los demonios. Con esto quiere matizar que frente a este acontecimiento cumbre del culto cristiano, todos tienen que tomar una decisión definitiva y radical. Luego, al combinarlo con el capítulo 11, pude comprender el valor de la Cena según San Pablo, al señalarla como signo de contradicción (en el capítulo 10): motivo excelente de conversión y razón de ser de una vida íntegra delante del Señor y de los hermanos, y esto, porque en este acontecimiento del partimiento del pan y de la “copa de bendición” tenemos comunión (común―unión) con el cuerpo y la sangre del Señor (10, 16).

Entonces pude ir sobre el capítulo 11, en especial por los versículos enigmáticos del 27 al 31. Tomemos el 29: dice que en esta Cena (que para mi era un recuerdo por referencia simbólica) se es juzgado por Dios si no se discierne el cuerpo y la sangre del Señor. Este no es el lugar para discurrir sobre disquisiciones exegéticas del texto en cuestión, pero la realidad es que “discernir” (diakríno) se refiere aquí a “darse cuenta” (determinar; decidirse por la realidad de lo que está de fondo; distinguir la verdad de lo que está frente a uno) de la presencia que subyace frente a uno en la mesa del Señor. En la antigüedad el cernidor (del verbo “cernir”) era un instrumento para separar (o para dis-cernir) el trigo de los demás componentes de la planta y de la tierra, pero también de otras plantas que podían confundirse como verdadero trigo. El discernir con el cernidor era la acción de darse cuenta, de identificar, de establecer un juicio certero de que lo que quedó después del ejercicio discernidor fue el trigo de verdad, lo que en realidad se buscaba, lo que importaba y daba sentido a la búsqueda. En otras palabras, el que no se da cuenta del verdadero cuerpo (mé diakrínon tó sóma [v. 28]) del Señor, el que no descubre esa realidad maravillosa que es Cristo mismo, se está metiendo en un grave problema que puede costarle la salud o la muerte (11, 30) ―Ahora sí tenía sentido eso de las consecuencias nefastas de enfermedad y muerte para los profanadores, es decir, para aquellos que menospreciaban, que no distinguían, que no se decidían, que no se daban cuenta del auténtico cuerpo de Cristo. El Dios del nuevo testamento no iba a matar a alguien simplemente por haber mal interpretado un mero símbolo―.

La Eucaristía según San Juan

Lo próximo fue el capítulo 6 de San Juan, versículos 22-71. ¡Increíble!: más de 40 versículos que versan sobre la Cena del Señor. Un pasaje bíblico impresionante que el catolicismo utiliza para sustentar su fe inamovible en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.

Las referencias anti-presencia real a las que había recurrido veían un sentido “oscuro” este capítulo, o sea, no evidente o claro, sino que la plática de Jesús a sus interlocutores incrédulos debía entenderse siempre en sentido figurado. Una vez más se recurría al símbolo, a la Eucaristía como una representación, sólo como una referencia pedagógica tipo metáfora y cuya observancia de nuestra parte (no muy frecuente, por cierto) mostraba el grado de cumplimiento de un deseo del Señor: “hagan esto”.

Pero ahora, yendo sobre el pasaje en cuestión y mientras me refería a la otra cara de la moneda, es decir, cuando decidí ir sobre las palabras, escudriñándolas y tomando en serio la repercusión de la intransigencia del Señor y del empecinamiento de San Juan evangelista, pude descubrir el verdadero sentido de Jn 6, 22-71.

1. Lo primero que me señaló una interpretación literal de Jn 6 fue el sentido natural y recurrente de las palabras del Señor a través de todo el capítulo, de manera insistente y sin importar la resistencia de los incrédulos, ni las consecuencias para el éxito numérico de su ministerio o la reacción de sus simpatizantes (cf, 6, 2-3. 14. 22-23. 60.): “yo soy el pan vivo bajado del cielo”, “quien come de este pan vivirá para siempre”, “y el pan que voy a dar es mi carne, la cual entregaré por la vida del mundo”, “mi carne es verdadera comida… mi sangre es verdadera bebida”, “el que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él”, “el que me coma vivirá por mí”, “si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros”, “el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna”, etcétera. Esta obstinación, reiterada y con tanta fuerza, no sólo desde el punto de vista de la interacción de los personajes en cuestión, sino también desde la óptica del lenguaje tenaz, gráfico, directo y sin ambigüedad de ningún tipo, se hace patente aquí en Jn 6; no hay precedente que pueda sugerir que una narrativa y diálogo como estos aludan a un entendimiento exclusivamente simbólico.

2. Junto a este sentido natural y demandante que anuncia la significación literal del pasaje en cuestión, y que por lo tanto lo señala como evidencia de la presencia real de Cristo en la Santa Comunión, tenemos el hecho de que Jesús no corrige la interpretación literal de sus oyentes. Esto es importantísimo porque es harto conocido y aceptado que una característica de este evangelio es que cuando, o cada vez que el Señor es mal interpretado o mal entendido, Él siempre corrige. Siempre: 3, 5; 4,34; 7, 38-39; 21, 21-23 (y hasta en Mt 16, 6ss). Pero aquí, de manera atípica, y por lo tanto desconcertante para mí, El Jefe no corrigió, no se echó para atrás, no lo echó a votación ni les dijo que cada cual podía tener su propia idea o interpretación porque, total, somos hijos de un mismo Padre y le servimos a un mismo Dios. Algunos dirían: “¡qué falta de perspectiva democrática, y de pluralidad, y de diálogo, y de tolerancia!... ¡pero qué nivel de intransigencia, y de integrismo, y de arrogancia!... ¡no está a la altura de los tiempos, carece de enfoque histórico crítico, no es capaz de un discurso estructuralista consecuente con la mentalidad de los que no piensan como él! ¡Es un fundamentalista!”

El Señor es un buen maestro y quiere que todos lleguen al conocimiento de la verdad, y por lo mismo, ahora, cuando tiene una multitud cautiva de 10 mil personas que lo seguían, se vuelve a ellos para decirles lo que él cree, lo que quiere, la verdad, de frente, duro, sin tapujos ni relativismos acomodaticios: tenían que comérselo y bebérselo.

3. Lo tercero que me señaló una interpretación literal de Jn 6 fue que no encontré en toda la Biblia algún precedente que exprese a pan y vino como símbolos de cuerpo y sangre. En efecto, lo pude corroborar: no existe ninguna referencia bíblica que proponga una comparación espacial semejante, no hay ni siquiera una sola identificación simbólica de pan y vino como cuerpo (“carne”) y sangre… ninguna, nada de nada.

4. Lo próximo fue el versículo 51b, que según la versión evangélica de mi Biblia Reina-Valera de 1995, decía: “y el pan que yo daré es mi carne, la cual entregaré por la vida del mundo”. Volví a leerlo. Lo meditaba y estudiaba, y pude así encontrar su repercusión literal ―o “literalista”, como señalábamos despectivamente a la versión católica―, a tono con todo lo que ya había desenvuelto.

Sabemos que Juan tenía una lucha acérrima en contra del gnosticismo, una herejía que circundaba la comunidad para la cual escribía y que enseñaba, entre otras cosas peligrosas para la supervivencia de la fe cristiana, que Cristo había venido en apariencia, en espíritu, porque la carne era mala (la prisión del espíritu y del alma y la coartadora de la verdadera y más conveniente divinización, que era la meta de los aventajados por una condición inherente a su superioridad espiritual). Pensaban que el Verbo de Dios no pudo haberse manchado mediante el contacto con el principio de corruptibilidad, con la materia, con carne, en un cuerpo humano convencional, limitante, no divino. Por lo tanto, Cristo, como Verbo encarnado, no murió en la cruz. “Lo perfecto es eterno, espiritual, no corpóreo, no físico, no puede morir: Cristo no murió” ―El apócrifo gnóstico de Tomás dice que el Señor les hizo pensar que murió, y que comía y dormía, pero él más bien los engañaba―. No es difícil para ninguno de nosotros suponer el riesgo que esta corriente representaba si se infiltraba y repercutía en el cristianismo, sobre todo si entendemos a este último como la expresión de la verdad de Dios que deviene a partir de la versión judía de la revelación, y que logra su cumbre y sentido total en las personas y la palabra de Jesucristo, sus apóstoles y la Iglesia (el nuevo Israel). Es decir, que este “detalle” de la peligrosidad gnóstica es entendible para nosotros, los que aceptamos la naturaleza judeo-cristiana de la verdad que nos condiciona y define (revelación, alianza (pacto, testamento); encarnación (a propósito, ver alusión a la encarnación del verbo de 1, 14, en 6, 41-42, y cómo los judíos que resienten el lenguaje literal de Jesús son propuestos como no elegidos [v. 43]), vida, pasión, muerte y resurrección corporal de una persona 100 por ciento Dios y 100 por ciento humano), que todos tenemos acceso a los beneficios de Dios, en y por Cristo, y no solamente unos cuantos privilegiados y sabiondos de una cierta provisión misteriosa , como aducían los gnósticos.

Pues bien, la repercusión de Jn 6, 51b es que la carne que se nos dará para comer es la misma que padeció en el Gólgota. Y esto, teniendo presente la disyuntiva del evangelista con la herejía gnóstica. Juan estaba muy consciente de que la carne que daría Jesús para comer no podía ser mal entendida como algo etéreo e incorpóreo, y por lo tanto tan indeterminado como un fantasma. Juan, en línea con la predicación apostólica, pregonaba la vida humana, pasión, muerte y resurrección de un hombre de carne y hueso llamado Jesús de Nazaret. Ése mismo es el que se da como pan, se da a sí mismo, tal real y literal como lo tenía fijado el evangelista en su mente.

5. Lo siguiente que me señaló una interpretación literal de Jn 6, fue la imposibilidad de encontrar en la Biblia un precedente simbólico de comer la carne y beber la sangre que fuera coherente con el relato de Jn 6, 22-71, y que pudiera fundamentar una salida alegórica a este problema ―Ya lo consideraba un gran problema y estaba muy asustado. «La verdad católica de nuevo»―.

Resultó que siempre que la Biblia habla simbólicamente de comerse la carne o beberse la sangre de alguien (cf. Is 49, 26; M 3, 3), implica perseguir sangrientamente o destruir a una persona o a un pueblo”. Si era consistente con este antecedente simbólico y lo aplicaba al pasaje de Jn, tendríamos al Señor diciendo que aquellos que lo persigan, castiguen, le falten el respeto, lo injurien y lo destruyan, serán recompensados con la vida eterna (viz., 6, 50. 54.), tendrán vida en ellos (v. 53), vivirán por el Señor (v. 57) y vivirán para siempre (v. 51. 58.). Sólo un loco podría aceptar una aplicación tan disparatada. Entonces, una identificación simbólica de las afirmaciones comer y beber carne y sangre, tal y como aparecen en Jn 6, es imposible.

6. Otro hallazgo que me señaló una interpretación literal de Jn 6, fue el cambio de verbo ocurrido en el versículo 54. Hasta el v. 53 el Señor habla de comérselo, y para ello Juan utiliza el verbo fagéin (afagon, fáge, fagete), que es la palabra más común para designar el acto de comer, como consumir o ingerir alimentos. Ustedes saben que el nuevo testamento se escribió en griego koiné, y que se trata de una lengua muerta que no guarda correspondencia exacta con los idiomas que han bebido de él, como el español, por ejemplo. Pues lo que pasa aquí es que no hay un conseguimiento preciso de este cambio de conceptos, y por eso no aparece dicho cambio en nuestras versiones modernas. Sin embargo, se da un cambio significativo. Verán.

Fue en el instante más neurálgico de la discusión, cuando lo judíos lo impugnaban ―¡por última vez en el capítulo!― preguntándose “¿cómo puede éste darnos a comer su carne?, que El Jefe cambia la palabra comer, de fagéin y sus derivados, a trógon (ho trógon mou tén sarka), lo cual implica una matización mucho más radical aún que señala indudablemente un sentido literal franco e indefectible. No me quedó más remedio que reconocer la verdad que tenía de frente: Ahora, en este preciso momento de incredulidad y de minusvalía de parte de los judíos hacia Jesús, este se atreve a cambiar, de comer o ingerir su carne, a morder, mordisquear, mascar, mascullar, roer; denota un proceso lento de carcomer, supone un énfasis perentorio en el acto de comer, como si se estuviera avanzando conscientemente en la ingestión inflexible de un alimento.

Busqué si se repetía el término en este evangelio y lo encontré en 13, 18, una vez más, en contexto eucarístico, mientras se efectuaba la última cena de Jesús con sus discípulos.

Supe que me estaba metiendo en un problema. La Eucaristía como símbolo no tenía fundamento en Jn 6.

7. Y se me hizo patente cuando me aferré a cierta idea de los partidarios de la interpretación simbólica de Jn 6. Me sentí tan ridículo cuando descubrí la idiotez de esa posibilidad simbólica de cierto versículo del capítulo 6 de San Juan.

¿Y cuál era el argumento que presentaba a la Eucaristía como símbolo en jn 6? Pues el versículo 63: “El espíritu es el que da vida; la carne no sirve de nada”.

Desconcertante, ¿ah? ¿Con que el Señor a estado diciendo que su carne y su sangre son para vida eterna y comunión con el Padre y con él, y ahora se contradice para significar que su “carne no sirve de nada”? Es insólito hasta dónde son capaces de llegar algunos para defender lo indefendible, porque cuando empecé a auscultar la opinión de algunos colegas ministros me respondían con el argumento de Zwinglio, ese de que Jesús se contradecía para decir que la carne que padecerá por nosotros y por la cual seremos alimentados para vida eterna, no vale nada, es nada, como basura, igualito que los gnósticos. Entonces aquella herejía era la verdad, si es que son consecuentes en su interpretación y continúan con la misma apreciación de la frase “El espíritu es el que da vida”. Esto sería incluso un intento atroz de preferir una noción heterodoxa y por lo tanto dañina, con tal de menguar un principio de literalidad como sentido correcto de un texto bíblico por el simple hecho de que no me conviene, o porque se supone que los católicos siempre estén mal.

Ya me había metido bastante con el evangelio de Juan y sabía a qué se refería el Señor en el versículo 63.

Las palabras en cuestión se refieren a uno de dos sentidos por los cuales Juan usa sarx (carne): como sinónimo de mentalidad o actitud carnal, como una mente dominada por las cosas materiales, que juzga según los sentidos (cf., 8, 15) ―esos sentidos que esbozábamos como lo concluyente en materia de la presencia real y la Eucaristía―, que se aferra a lo natural y por lo tanto no descubre la verdad espiritual que determina los asuntos divinos. Por eso, lo que se devela aquí es más bien otra prueba de la noción literal de presencia real, y así lo remacha sin duda el final del versículo 63: “Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida.” O sea, las palabras del Señor con relación al pan de vida expresan una realidad divina que sólo el Espíritu es capaz de hacernos comprender y que por lo mismo es brote de vida eterna para los creyentes (cf., Jn 1, 33; 14, 26).

Tuve que reconocer que este acontecimiento que ha celebrado la Iglesia Católica por 2,000 años, con tanta fe y a un costo tan alto, supone una poderosa presencia especial de Dios. Una presencia que tiene que producir una excelente oportunidad de conversión. Esta oportunidad que provee Dios en la Eucaristía se constituyó para mí en una fuente reconciliación y de liberación también.

Y de esta manera tuve que actuar de acuerdo a mi conciencia, convencido y poseído de esta gran verdad de la Iglesia del Señor: una, santa, católica y apostólica. No me quedó más remedio. Tuve que renunciar a mi ministerio. Sufrí mucho.

Otras cuestiones

Otros temas con los cuales tuve que lidiar fueron: la excelencia de la Virgen María y la importancia de su rol en la historia de la salvación, el culto a Santa María y a los santos, el primado de san Pedro y la institución del papado, el bautismo de infantes y el sacramento de la Confesión. Siempre, sin excepción, encontré una respuesta contundente a favor de la Iglesia Católica Romana.

Aunque tengo que reconocer que no siempre descubrí la Verdad católica por iniciativa mía, sino sin quererlo; de hecho, por mucho tiempo me resistí, pues no quería hacerme católico.


Testimonio de conversión al catolicismo

Cruzando las fronteras de la Fe


Durante la última semana de marzo de 2002, el canal 2 de Telemando en Puerto Rico comenzó la promoción de una serie de reportajes especiales sobre un caso insólito:

«Fernando Casanova, un ex ministro evangélico que renunció para entrar a la Iglesia Católica se confiesa en la serie: “Cruzando las fronteras de la fe”.»

El reportaje acaparó la atención de la mayoría de los telespectadores desde el 2 hasta el 8 de abril de ese año. Lo que parecía ser una cuestión de conciencia de un individuo se convirtió en un acontecimiento discutido por muchísima gente en Puerto Rico.

Lo que llamó la atención fue que de ordinario las conversiones o los cambios de afiliación religiosa se dan a la inversa, por lo general son los católicos los que se hacen protestantes o se cambian a las sectas o incluso a otras religiones. Pero lo que terminó por desconcertar a muchísimas personas de todas las creencias fue que este Fernando Casanova que ahora testificaba públicamente su adhesión al catolicismo, había sido Ministro Licenciado Ordenado, evangelista y pastor de una importante denominación pentecostal ―los pentecostales suelen ser de los más anticatólicos―, y que además ese converso tenía una vasta preparación teológica y que era profesor de seminaristas, líderes y pastores evangélicos. Los periodistas involucrados descubrieron que este era el primer caso de este tipo en Puerto Rico, pero también en Hispanoamérica.

Sin embargo, lo que ese ministro y profesor evangélico quería dar a conocer se vio opacado por la reacción polarizada del público. Unos (católicos) celebraban lo que les parecía una victoria sobre los protestantes, otros (protestantes) se dedicaron a insultar al “apóstata” que les había abandonado para convertirse en papista; otros, tristes, se apenaban de la pérdida del alma de un amigo, profesor o compañero en el ministerio; otros (católicos, protestantes y seudo-religiosos), se preocuparon porque ese tipo de historias no debían trascender, pues la verdadera religión era aquella del no rompimiento, del “todos caben y que crean lo que les dé la gana”, del diálogo que siempre dice sí, mientras se obvian las creencias, valores y costumbres que definían “nuestro” ahora-caduco ideario religioso.

Pero, en realidad, muy pocos atendieron a la sustancia de lo que ese hombre dijo por televisión acerca de sus razones para haberse hecho católico romano.

¿Por qué se hizo católico?

Desde entonces, Fernando se ha dedicado a explicar sus razones. Su proclamación ahora responde siempre al gran tesoro que descubrió en la Iglesia Católica. No importa el tema de la ocasión, o si se trata de su testimonio, de una predicación, taller o curso, él siempre exalta la fe, doctrina, espiritualidad y moral católica.

El cuestionamiento principal en el proceso de conversión del reverendo Fernando Casanova fue la Eucaristía. No obstante, él es el primero en reconocer que hubo otros temas importantes con los cuales tuvo que lidiar: la excelencia y el rol de la Virgen María en la historia de la salvación, el culto a la Virgen y a los santos, el primado de San Pedro, el papado, el bautismo de infantes y el sacramento de la Confesión. Siempre, sin excepción, encontró una respuesta contundente a favor de la Iglesia Católica Romana.

El Dr. Fernando Casanova reconoce que no siempre descubrió la Verdad católica por iniciativa propia, sino sin quererlo y sin procurarlo; de hecho, por mucho tiempo se resistió, pues no quería hacerse católico.

Hasta que se encontró retando al Señor sometiéndome, por ejemplo, al sacramento de la Reconciliación (Confesión), y predicando en su iglesia pentecostal sobre María y la Eucaristía, y negándose a bautizar al modo protestante, y rehusándose casar a católicos, y enseñando la versión católica de la teología a los seminaristas evangélicos… y un largo etcétera.

Como era de esperarse, una situación extraordinaria de conversión como esta tuvo que ser muy difícil y dolorosa, sobre todo cuando se pierde el afecto de amigos y los hermanos en la fe, y cuando se sacrifica la vocación para la que se creía llamado por Dios, pero sobre todo cuando se perjudica el matrimonio porque el cónyuge no comprende por qué su esposo decide hacerse católico, con lo antipática que les solía parecer esa Iglesia y sus prácticas.

Los esposos Casanova sólo platican de estas dificultades cuando participan de actividades de evangelización y formación a las que son invitados. Este no es el lugar para versar sobre situaciones privadas tan neurálgicas.

Sin embargo, sí podemos aprovechar algunas líneas escritas por el Dr. Fernando Casanova sobre las razones bíblicas, teológicas y espirituales que tuvo para hacerse católico.

A continuación presentamos un breve resumen de estas razones, que hemos tomado y adaptado de una conferencia que dictó Fernando en la XVI Convención de la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos de los Estados Unidos, el 11 de octubre de 2005, en San Juan.

En esta conferencia se enfatizó el tema de la Eucaristía, que fue la cuestión más importante en la conversión de Fernando, y luego también de su esposa.

El pentecostalismo y yo

Fui criado en la tradición pentecostal. Nunca conocí otra experiencia de fe. No fue difícil para nuestra familia identificar esa fe evangélica y pentecostal como la causa de nuestra excitante vida espiritual, y como razón de nuestra grata convivencia familiar.

Estaba tan agradecido de Dios por el orden religioso en nuestras vidas, por las nuevas oportunidades que me regaló después de haber abandonado la fe de mis padres, viviendo por algún tiempo una vida juvenil desordenada, que decidí entregarme al Señor en cuerpo y alma. Pronto me sentí llamado por Dios a ser pastor. Respondí enseguida. ¡Qué mejor manera de vivir para mi Dios que trabajar para él!

Pero una vez involucrado en el ministerio se me develaron otras razones para querer procurar una vida espiritual cabal, más aferrada a la Escritura, dependiente de la perfecta voluntad de Dios y en sintonía con la Iglesia que él parecía haber establecido en el Nuevo Testamento. Es que tenía que haber algo más profundo, alternativo, en línea con la intención original de Jesús y en comunión con los primeros apóstoles y con aquella Iglesia primitiva de la que me creía heredero, pero de la cual me distanciaba la realidad que comencé a percibir cuando me inauguré como ministro y pastor.

Al principio me entusiasmé con las propiedades liberadoras de la religiosidad pentecostal, y me adherí a ella con todo el corazón. Cuando accedo al ministerio por convicción y vocación, me di cuenta de que arriba, en el liderato, y lejos de la buena fe del pueblo creyente, se encuentra una actitud generalizada de embaucamiento. De pronto, di al traste con la realidad: yo era parte de una ínfima minoría. Me relacioné con otros colegas que se daban cuenta de la corrupción y de la incongruencia con el evangelio de Jesús, con la idea paulina del ministerio cristiano (cf. 2 Co 11, 4 al 12, 21) y con la vida de la Iglesia primitiva (cf. Hch 2, 42.44; 5, 40; 9, 16; 14, 22; Col 1, 24), pero mis compañeros se conformaban.

Tenían miedo. Les preocupaba más su propio bienestar y sus sueldos, y terminaban haciéndose cómplices de la religiosidad sensacional tipo espectáculo. Vi a muchos sucumbir a la fascinación de los predicadores que presentaban a la religión como un show para escapistas: una incubadora de sentimentalismo que atraía a embaucadores apegados al dinero fácil y a la fama. Estos personajes descollaban como súper apóstoles: “¡el hombre de Dios para este tiempo!” o “el Evangelista Internacional”, de los que se resguardaban al lado de un elegante escudo de armas circundado por las palabras “Mengano Ministries”, o detrás de vistosos letreros con la foto artística del pastor y su esposa.

Estos personajes carismáticos se iban constituyendo en los paradigmas del nuevo ministro pentecostal, un prototipo que yo no quería emular y que rechacé con todas mis fuerzas.

Profesor de teología en el seminario pentecostal

Se me ocurrió que podíamos volver a aquel primer cristianismo, genuino y martirial, que el movimiento pentecostal había tratado de revivir cien años atrás. Pensé que todo sería cuestión de buena educación teológica. Así que me fui al Colegio Bíblico Pentecostal a enseñar teología. Este era el Seminario de mi denominación y el único colegio bíblico acreditado fuera de los Estados Unidos continentales. Obtuve la Cátedra de Teología Sistemática que ostentó el Dr. Richard González por más de treinta años antes de retirarse. Me sentí optimista; sentía que podía hacer algo formando a los seminaristas que ejercerían el liderato pentecostal en el futuro.

Tomé mi nueva responsabilidad con pasión. Sin pausa enfaticé en la imperiosa necesidad de atender las incongruencias éticas y doctrinales. Lo único que me movió fue el convencimiento de que teníamos que actuar conforme a la Iglesia que descubrí en la Biblia; una Iglesia apostólica (Jn 15, 16; 20, 21; Lc 22, 29-30; Mt 16, 18; Jn 10, 16; Lc 22, 32 [Jn 21, 17]; Ef 4, 11; 1 Ti 3, 1.8; 5, 17), con autoridad (Mt 28, 18-20; Jn 20, 23; Lc 10, 16; Mt 28, 20), perpetua (Is 9, 6-7; Dan 2, 44; 7, 14; Lc 1, 32-33; Mt 7, 24; 13, 24-30; 16, 18; Jn 14, 16; Mt 28, 19-20, infalible (Jn 16, 13; 14, 26; 1 Ti 3, 15; 1 Jn 2, 27; Hch 15, 28; Mt 16, 19). Otra idea bíblica que me martillaba la cabeza constantemente era la unidad completa (espiritual y visible) de esa Iglesia (Jn 10, 16; 17, 17-23; Ef 4, 3-6 [cf 3, 21; 4, 14]; Rm 16, 17; 1 Co 1, 10; Flp 2, 2; Rm 12, 5; Col 3, 15). Y ni se diga la contrariedad que me quitó el sueño por mucho tiempo cuando me confronté con el testimonio acerca de la Iglesia Católica de los llamados Padres de la Iglesia, en los primeros siglos de la era cristiana: San Clemente Romano (97 d.C.), San Justino Mártir (155), San Ignacio de Antioquía (165), Tertuliano (197), San Cipriano (250) y San Agustín (397), entre otros.

Cuando constaté el fondo eclesial de la Biblia y del cristianismo primitivo, se me comenzó a aparecer la Iglesia Católica como la verdadera Iglesia de Jesucristo.

Mi optimismo inicial en el Colegio Bíblico se convirtió en una profunda tristeza. Sabía que era responsable del destino eterno de muchas almas. Sabía que un ministro mal formado o con distorsiones éticas era un peligro. La desilusión fue inminente; yo me mortificaba señalándole a todos lo que decía la Biblia, Jesucristo, sus apóstoles y los Padres de la Iglesia, y ellos insistían en suspirar por ministerios deslumbrantes, construcciones majestuosas y exposición en los medios.

Así que me concentré en la oración y el estudio profundo de la Biblia y la historia. En medio de esta búsqueda se hizo evidente que el problema radicaba, a la luz de la Iglesia que constatamos en la Biblia y los Padres, en cuál de las pretendidas iglesias se encontraba la plenitud de la gracia y del conocimiento divino (cf. Mt 28, 19-20; Jn 20, 30; Ga 1, 9; Ef 1, 22; 2, 21; 1 Ts 2, 7; 2 Ts 2, 15; 1 Ti 3, 15; y 1 Jn 2, 19; 4, 6).

La verdadera Iglesia de Jesucristo

Me mortificó ver que, a pesar de que Dios proveyó el Espíritu Santo para conducirnos a la verdad completa, al conocimiento pleno y a una relación de donación de sí mismo (Jn 16, 12-15 [Rm 8, 14-17.23-27]), lo que se podía verificar era una funesta realidad religiosa de división, de fragmentación y de oposición entre los seguidores de Jesús. Cada vez que me fijaba en el espectro religioso de nuestro entorno pentecostal para identificar una respuesta o clave de solución, se me hacía más evidente una escandalosa realidad de relativismo religioso por la división que acusaba a nuestro Señor de mentiroso, pues él había urgido y anunciado lo contrario de su Iglesia (Jn 17, 20-26; Hch 2, 42-43; 1 Co 1, 10; Ef 4, 1-6; Etc.). La realidad que tenía de frente me denunciaba a un montón de espíritus que aducían ser el Espíritu Santo, pero que referían a muchas verdades diversas y contradictorias entre sí. Tuve que reconocerlo: la división entre los cristianos no sólo atentaba contra la disposición eclesial de Jesús, sino que también era la causa principal de la incredulidad (Jn 17, 21.23).

Aquel mundo protestante y de sectas no podía ser la Iglesia que Cristo convocó para su gloria, para remitir a su reino y señalar su verdad (¡en singular!).

Estaba seguro de que Jesús no se había equivocado; de que había una sola verdad que conduce a un solo Señor, y de que para mayor gloria de Dios esta verdad debe ser transmitida sin ambigüedades por una sola Iglesia (Ef 3, 21; 4, 3-6.14-15). La evidencia bíblica, el sentido común y la historia me señalaban a la Iglesia Católica como la Iglesia de Jesucristo, la original y la única. De hecho, ningún protestante, por más anticatólico que fuese, podía negar que la Iglesia de Jesucristo que conocemos como Católica, se mantuvo constantemente diciendo y estableciendo la verdad; sobre la Trinidad (Nicea, 325), la personalidad divina de Cristo (Efeso, 431), la divinidad del Espíritu Santo (Constantinopla, 381) y hasta sobre el canon bíblico (Cartago, 493, y Roma, 497). En adición, todas estas verdades echaban por tierra la hipótesis anticatólica de la corrupción de la Iglesia por Constantino y el Edicto de Milán de 313. ¡Se suponía que la Iglesia Católica se hubiera corrompido en esa fecha!

Vez tras vez, evidencia tras evidencia, me indicaban una realidad que me obligó a reconocer que era muy probable que la Iglesia Católica fuera la Iglesia de Jesucristo, y que era muy improbable que nuestras diversas iglesias (¡más de 30,000 en 1999!) fuesen esa única Iglesia del Señor, con todas las notas que correspondían al pueblo de Dios en el nuevo testamento.

No quería hacerme católico

Durante este proceso de conversión resistí al catolicismo con todo lo que tenía a mi alcance. Cuando la excelencia y la veracidad de su doctrina me alcanzaron por fin, es decir, cuando mis reservas de índole bíblico, teológico, histórico (en especial cuando caí en la cuenta de la existencia de una leyenda negra rabiosamente anticatólica) y espiritual (cuando entendí que la piedad católica, sobre todo la mariana, estaba cimentada en un sólido fundamento teológico que se gesticula y expresa a través del comportamiento y del lenguaje del amor, tal y como me conduzco cuando expreso con gestos y palabras controvertibles el amor y la pasión que siento por mi esposa [«soy sólo tuyo y de nadie más; te adoro, mi amor; eres la razón de mi vida», etc.]) se desvanecieron, opte entonces por hacerme de la vista larga y seguir sin hacer caso a la voz de mi conciencia y de mi razón: decidí continuar con mi ministerio, ocultando mis descubrimientos y tratando de demostrar que creía lo que predicaba y enseñaba. Siento mucho admitirlo, me da vergüenza, pero la verdad es que decidí actuar en adelante como un hipócrita. “No quiero hacerme católico, no me conviene, no me caen bien.”

Encuentro con la Eucaristía

Aceptando el reto lanzado por un fraile capuchino fui a ver una Hora Santa. El religioso me enteró de una comunidad “muy eucarística”, que tenían exposiciones del Santísimo programadas, y que se aprestaban esa misma noche a celebrar una adoración eucarística. Y me remitió a la parroquia Santa Bernardita, de Country Club, esa misma noche a las 7:30.

Quedé absorbido de inmediato por los detalles de ambientación y embellecimiento del altar, la ornamentación majestuosa del presbítero, una custodia hermosísima, incienso por el altar, luces de escenario, música sublime… y la disposición y devoción de aquellos fieles no tenían precedentes en mi memoria.

Hasta que caí en la cuenta de lo que hacían: ¡adoraban un trozo de pan!

Y para colmo el sacerdote le oraba con tanta seguridad y confianza, muy solemne, pero con familiaridad, similar a mis oraciones, pero él oraba con más convicción, como si de veras estuviera frente al Señor. Ese cura, y las cerca de 200 personas que le acompañaban, estaban convencidos de que lo que estaba colocado en la custodia los escuchaba, y de que era Jesucristo.

Se me ocurrió que si esas personas estaban equivocadas, y yo deseaba que lo estuvieran, entonces lo que me habían enseñado de niño era cierto a fin de cuentas: los católicos son idólatras. Durante algunos años me tuvieron a la defensiva con los temas y circunstancias que narraba al principio, pero ya no. Era imposible que estuvieran en lo correcto. Era increíble para mí que pensaran que adoran a Jesús y que se lo puedan comer.

Pero… y si están en lo correcto. El capuchino era un joven muy inteligente y creía sin ambigüedades en la antiquísima doctrina de su Iglesia al respecto.

No obstante, por alguna razón, sentía que ahora sí los había atrapado. Había analizado el punto de vista de la crítica protestante a la Iglesia Católica en este asunto y no le encontraba posibilidad a esa idea de la presencia real y verdadera del cuerpo y la sangre de Cristo en la misa, y mucho menos en los altares para culto de adoración. No podían tener la razón, ahora no.

De momento el sacerdote se levanta en procesión y comienza a ser seguido por sus acólitos. Tenía la custodia, la llevaba en solemne desfile. Las luces le seguían y el humo del incienso le precedía. A medida que se acercaba se escuchó el tintineo insistente de de unas campanitas. Y una vez más la excelente música y la voz bellísima de una joven se juntaron para cantarle a la presencia. Cuando tuve el Santísimo como a 10 pies de distancia se me ocurrió una idea para romper de una vez por todas con el catolicismo: “Si logro demostrar fuera de toda duda razonable, por la Biblia, que esta gente esta adorando a un trozo de harina cosida, y no a Jesucristo, entonces serán en realidad unos idólatras, unos alucinados que han estado confundidos o engañados por no atenerse a la realidad de los sentidos y por desconocer las escrituras. ¡Esto no esta en la Biblia!”

Y retomé la Biblia para contradecir y desenmascarar la falsedad de esa práctica idolátrica. Mi temor se convirtió en un apabullante optimismo, pues estaba seguro de que había descubierto la puerta para salir del atolladero en el cual me tuvo el catolicismo por los pasados tres años. Tramé primero desbaratar la legitimidad de esa práctica mediante el estudio bíblico, y luego, con el entusiasmo de aquella indudable victoria sobre la idolatría católica, podría volver a encarar los otros temas que me tenían a la defensiva frente al catolicismo.

Esta coyuntura fue para mí la posibilidad de lograr al menos un empate: “Si los protestantes estamos mal, ellos también, y si ambos estamos equivocados alguna salida habrá, como el agnosticismo o incluso otra religión.” Así estaban las cosas en mi corazón.

La Eucaristía según los evangélicos

Yo enseñaba teología sistemática en dos instituciones evangélicas y había repasado bien la noción de la Santa Cena en el ámbito de nuestras iglesias. Nuestra celebración de la Santa Cena respondía a una idea accesoria (=adjunta, accidental) de una imagen secundaria (no esencial o determinante) del partimiento (o fracción) del pan o de la eucaristía, según la cultura religiosa que fluía en nuestra tradición de parte de los grupos wesleyanos y bautistas de los cuales salieron nuestras denominaciones pentecostales. En consonancia con nuestra parca y escueta doctrina sobre este tema enseñábamos que la Santa Cena (o partimiento del pan o Eucaristía) era una remembranza de la cena pascual que tuvo Jesús con sus discípulos, que tenía un valor simbólico que aludía al sacrificio expiatorio de Cristo y cuya excelsitud estribaba más en el hecho de ser ordenanza (“hagan esto en recuerdo mío”) que de todo lo demás que pudiera constatarse en la Biblia, los Padres de la Iglesia y hasta en las iglesias de la Reforma protestante: «Celebramos de vez en cuando la Santa Cena porque Él lo mando como un acto simbólico (complementario [no necesario] a la predicación) de la muerte del Señor y porque ―y he aquí la gran aportación del pentecostalismo― era posible recibir un milagro de sanidad en ese momento.

La Eucaristía según San Pablo

Este profesor creía que el único texto eucarístico importante era 1 Co 11, 23-34, pero sobre todo los versículos 23 al 26; los demás (en especial del 27 al 34) eran consideraros como una explicación de las consecuencias de referirse al símbolo de la Cena sin gozar de la plenitud de la gracia divina. Para la celebración utilizábamos los versículos 23-26, y eran por lo tanto los que conocían nuestros fieles. Confieso que comencé a preocuparme cuando me percaté de la ineptitud de mi tradición, de los teólogos evangélicos y de mis primeros profesores pentecostales, al no tomar en consideración textos importantes con un inequívoco sabor eucarístico. Para comenzar, ni siquiera contábamos con una reflexión coherente de nuestros maestros y líderes con relación a las terribles consecuencias de enfermedad y muerte de 1 Co 11, 27-24 por causa del mal entendimiento de un símbolo, de algo que según nosotros era prescindible de la sustancia y la definición pentecostal del culto cristiano. Y otro tanto de desesperación me invadió cuando di al traste con la poca consideración que dábamos a los relatos de la institución de la Eucaristía (Mt 26, 26-29; Mc 14, 22-25; Lc 22, 19-20) ni de su sugestivo contexto pascual, ni de su trasfondo sacerdotal (Gn 14, 17-20) y soteriológico (Ex 12), y mucho menos nos habíamos enterado del consenso que siempre ha existido en la opinión de que Jn 6, 25-59 y Lc 24, 13-35 son textos eminentes que destacan un valor trascendental a la Eucaristía, o la Cena del Señor, o como hayamos querido llamarle.

Pero, en cuanto a nuestro pasaje preferido de 1 Co, lo increíble es que tampoco subrayáramos su contexto literario, imposibilitando de esta manera el descubrimiento de otros aspectos, riquezas y beneficios de la Eucaristía. Y este contexto literario que añade significado al mencionado texto es 1 Co 10. Este capítulo 10 sirve a la intención de Pablo de exigirle a sus lectores que frente a la mesa eucarística ellos tienen que decidirse (10, 20-21): la mesa del Señor o la mesa de los demonios. Con esto quiere matizar que frente a este acontecimiento cumbre del culto cristiano, todos tienen que tomar una decisión definitiva y radical. Luego, al combinarlo con el capítulo 11, pude comprender el valor de la Cena según San Pablo, al señalarla como signo de contradicción (en el capítulo 10): motivo excelente de conversión y razón de ser de una vida íntegra delante del Señor y de los hermanos, y esto, porque en este acontecimiento del partimiento del pan y de la “copa de bendición” tenemos comunión (común―unión) con el cuerpo y la sangre del Señor (10, 16).

Entonces pude ir sobre el capítulo 11, en especial por los versículos enigmáticos del 27 al 31. Tomemos el 29: dice que en esta Cena (que para mi era un recuerdo por referencia simbólica) se es juzgado por Dios si no se discierne el cuerpo y la sangre del Señor. Este no es el lugar para discurrir sobre disquisiciones exegéticas del texto en cuestión, pero la realidad es que “discernir” (diakríno) se refiere aquí a “darse cuenta” (determinar; decidirse por la realidad de lo que está de fondo; distinguir la verdad de lo que está frente a uno) de la presencia que subyace frente a uno en la mesa del Señor. En la antigüedad el cernidor (del verbo “cernir”) era un instrumento para separar (o para dis-cernir) el trigo de los demás componentes de la planta y de la tierra, pero también de otras plantas que podían confundirse como verdadero trigo. El discernir con el cernidor era la acción de darse cuenta, de identificar, de establecer un juicio certero de que lo que quedó después del ejercicio discernidor fue el trigo de verdad, lo que en realidad se buscaba, lo que importaba y daba sentido a la búsqueda. En otras palabras, el que no se da cuenta del verdadero cuerpo (mé diakrínon tó sóma [v. 28]) del Señor, el que no descubre esa realidad maravillosa que es Cristo mismo, se está metiendo en un grave problema que puede costarle la salud o la muerte (11, 30) ―Ahora sí tenía sentido eso de las consecuencias nefastas de enfermedad y muerte para los profanadores, es decir, para aquellos que menospreciaban, que no distinguían, que no se decidían, que no se daban cuenta del auténtico cuerpo de Cristo. El Dios del nuevo testamento no iba a matar a alguien simplemente por haber mal interpretado un mero símbolo―.

La Eucaristía según San Juan

Lo próximo fue el capítulo 6 de San Juan, versículos 22-71. ¡Increíble!: más de 40 versículos que versan sobre la Cena del Señor. Un pasaje bíblico impresionante que el catolicismo utiliza para sustentar su fe inamovible en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.

Las referencias anti-presencia real a las que había recurrido veían un sentido “oscuro” este capítulo, o sea, no evidente o claro, sino que la plática de Jesús a sus interlocutores incrédulos debía entenderse siempre en sentido figurado. Una vez más se recurría al símbolo, a la Eucaristía como una representación, sólo como una referencia pedagógica tipo metáfora y cuya observancia de nuestra parte (no muy frecuente, por cierto) mostraba el grado de cumplimiento de un deseo del Señor: “hagan esto”.

Pero ahora, yendo sobre el pasaje en cuestión y mientras me refería a la otra cara de la moneda, es decir, cuando decidí ir sobre las palabras, escudriñándolas y tomando en serio la repercusión de la intransigencia del Señor y del empecinamiento de San Juan evangelista, pude descubrir el verdadero sentido de Jn 6, 22-71.

1. Lo primero que me señaló una interpretación literal de Jn 6 fue el sentido natural y recurrente de las palabras del Señor a través de todo el capítulo, de manera insistente y sin importar la resistencia de los incrédulos, ni las consecuencias para el éxito numérico de su ministerio o la reacción de sus simpatizantes (cf, 6, 2-3. 14. 22-23. 60.): “yo soy el pan vivo bajado del cielo”, “quien come de este pan vivirá para siempre”, “y el pan que voy a dar es mi carne, la cual entregaré por la vida del mundo”, “mi carne es verdadera comida… mi sangre es verdadera bebida”, “el que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él”, “el que me coma vivirá por mí”, “si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros”, “el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna”, etcétera. Esta obstinación, reiterada y con tanta fuerza, no sólo desde el punto de vista de la interacción de los personajes en cuestión, sino también desde la óptica del lenguaje tenaz, gráfico, directo y sin ambigüedad de ningún tipo, se hace patente aquí en Jn 6; no hay precedente que pueda sugerir que una narrativa y diálogo como estos aludan a un entendimiento exclusivamente simbólico.

2. Junto a este sentido natural y demandante que anuncia la significación literal del pasaje en cuestión, y que por lo tanto lo señala como evidencia de la presencia real de Cristo en la Santa Comunión, tenemos el hecho de que Jesús no corrige la interpretación literal de sus oyentes. Esto es importantísimo porque es harto conocido y aceptado que una característica de este evangelio es que cuando, o cada vez que el Señor es mal interpretado o mal entendido, Él siempre corrige. Siempre: 3, 5; 4,34; 7, 38-39; 21, 21-23 (y hasta en Mt 16, 6ss). Pero aquí, de manera atípica, y por lo tanto desconcertante para mí, El Jefe no corrigió, no se echó para atrás, no lo echó a votación ni les dijo que cada cual podía tener su propia idea o interpretación porque, total, somos hijos de un mismo Padre y le servimos a un mismo Dios. Algunos dirían: “¡qué falta de perspectiva democrática, y de pluralidad, y de diálogo, y de tolerancia!... ¡pero qué nivel de intransigencia, y de integrismo, y de arrogancia!... ¡no está a la altura de los tiempos, carece de enfoque histórico crítico, no es capaz de un discurso estructuralista consecuente con la mentalidad de los que no piensan como él! ¡Es un fundamentalista!”

El Señor es un buen maestro y quiere que todos lleguen al conocimiento de la verdad, y por lo mismo, ahora, cuando tiene una multitud cautiva de 10 mil personas que lo seguían, se vuelve a ellos para decirles lo que él cree, lo que quiere, la verdad, de frente, duro, sin tapujos ni relativismos acomodaticios: tenían que comérselo y bebérselo.

3. Lo tercero que me señaló una interpretación literal de Jn 6 fue que no encontré en toda la Biblia algún precedente que exprese a pan y vino como símbolos de cuerpo y sangre. En efecto, lo pude corroborar: no existe ninguna referencia bíblica que proponga una comparación espacial semejante, no hay ni siquiera una sola identificación simbólica de pan y vino como cuerpo (“carne”) y sangre… ninguna, nada de nada.

4. Lo próximo fue el versículo 51b, que según la versión evangélica de mi Biblia Reina-Valera de 1995, decía: “y el pan que yo daré es mi carne, la cual entregaré por la vida del mundo”. Volví a leerlo. Lo meditaba y estudiaba, y pude así encontrar su repercusión literal ―o “literalista”, como señalábamos despectivamente a la versión católica―, a tono con todo lo que ya había desenvuelto.

Sabemos que Juan tenía una lucha acérrima en contra del gnosticismo, una herejía que circundaba la comunidad para la cual escribía y que enseñaba, entre otras cosas peligrosas para la supervivencia de la fe cristiana, que Cristo había venido en apariencia, en espíritu, porque la carne era mala (la prisión del espíritu y del alma y la coartadora de la verdadera y más conveniente divinización, que era la meta de los aventajados por una condición inherente a su superioridad espiritual). Pensaban que el Verbo de Dios no pudo haberse manchado mediante el contacto con el principio de corruptibilidad, con la materia, con carne, en un cuerpo humano convencional, limitante, no divino. Por lo tanto, Cristo, como Verbo encarnado, no murió en la cruz. “Lo perfecto es eterno, espiritual, no corpóreo, no físico, no puede morir: Cristo no murió” ―El apócrifo gnóstico de Tomás dice que el Señor les hizo pensar que murió, y que comía y dormía, pero él más bien los engañaba―. No es difícil para ninguno de nosotros suponer el riesgo que esta corriente representaba si se infiltraba y repercutía en el cristianismo, sobre todo si entendemos a este último como la expresión de la verdad de Dios que deviene a partir de la versión judía de la revelación, y que logra su cumbre y sentido total en las personas y la palabra de Jesucristo, sus apóstoles y la Iglesia (el nuevo Israel). Es decir, que este “detalle” de la peligrosidad gnóstica es entendible para nosotros, los que aceptamos la naturaleza judeo-cristiana de la verdad que nos condiciona y define (revelación, alianza (pacto, testamento); encarnación (a propósito, ver alusión a la encarnación del verbo de 1, 14, en 6, 41-42, y cómo los judíos que resienten el lenguaje literal de Jesús son propuestos como no elegidos [v. 43]), vida, pasión, muerte y resurrección corporal de una persona 100 por ciento Dios y 100 por ciento humano), que todos tenemos acceso a los beneficios de Dios, en y por Cristo, y no solamente unos cuantos privilegiados y sabiondos de una cierta provisión misteriosa , como aducían los gnósticos.

Pues bien, la repercusión de Jn 6, 51b es que la carne que se nos dará para comer es la misma que padeció en el Gólgota. Y esto, teniendo presente la disyuntiva del evangelista con la herejía gnóstica. Juan estaba muy consciente de que la carne que daría Jesús para comer no podía ser mal entendida como algo etéreo e incorpóreo, y por lo tanto tan indeterminado como un fantasma. Juan, en línea con la predicación apostólica, pregonaba la vida humana, pasión, muerte y resurrección de un hombre de carne y hueso llamado Jesús de Nazaret. Ése mismo es el que se da como pan, se da a sí mismo, tal real y literal como lo tenía fijado el evangelista en su mente.

5. Lo siguiente que me señaló una interpretación literal de Jn 6, fue la imposibilidad de encontrar en la Biblia un precedente simbólico de comer la carne y beber la sangre que fuera coherente con el relato de Jn 6, 22-71, y que pudiera fundamentar una salida alegórica a este problema ―Ya lo consideraba un gran problema y estaba muy asustado. «La verdad católica de nuevo»―.

Resultó que siempre que la Biblia habla simbólicamente de comerse la carne o beberse la sangre de alguien (cf. Is 49, 26; M 3, 3), implica perseguir sangrientamente o destruir a una persona o a un pueblo”. Si era consistente con este antecedente simbólico y lo aplicaba al pasaje de Jn, tendríamos al Señor diciendo que aquellos que lo persigan, castiguen, le falten el respeto, lo injurien y lo destruyan, serán recompensados con la vida eterna (viz., 6, 50. 54.), tendrán vida en ellos (v. 53), vivirán por el Señor (v. 57) y vivirán para siempre (v. 51. 58.). Sólo un loco podría aceptar una aplicación tan disparatada. Entonces, una identificación simbólica de las afirmaciones comer y beber carne y sangre, tal y como aparecen en Jn 6, es imposible.

6. Otro hallazgo que me señaló una interpretación literal de Jn 6, fue el cambio de verbo ocurrido en el versículo 54. Hasta el v. 53 el Señor habla de comérselo, y para ello Juan utiliza el verbo fagéin (afagon, fáge, fagete), que es la palabra más común para designar el acto de comer, como consumir o ingerir alimentos. Ustedes saben que el nuevo testamento se escribió en griego koiné, y que se trata de una lengua muerta que no guarda correspondencia exacta con los idiomas que han bebido de él, como el español, por ejemplo. Pues lo que pasa aquí es que no hay un conseguimiento preciso de este cambio de conceptos, y por eso no aparece dicho cambio en nuestras versiones modernas. Sin embargo, se da un cambio significativo. Verán.

Fue en el instante más neurálgico de la discusión, cuando lo judíos lo impugnaban ―¡por última vez en el capítulo!― preguntándose “¿cómo puede éste darnos a comer su carne?, que El Jefe cambia la palabra comer, de fagéin y sus derivados, a trógon (ho trógon mou tén sarka), lo cual implica una matización mucho más radical aún que señala indudablemente un sentido literal franco e indefectible. No me quedó más remedio que reconocer la verdad que tenía de frente: Ahora, en este preciso momento de incredulidad y de minusvalía de parte de los judíos hacia Jesús, este se atreve a cambiar, de comer o ingerir su carne, a morder, mordisquear, mascar, mascullar, roer; denota un proceso lento de carcomer, supone un énfasis perentorio en el acto de comer, como si se estuviera avanzando conscientemente en la ingestión inflexible de un alimento.

Busqué si se repetía el término en este evangelio y lo encontré en 13, 18, una vez más, en contexto eucarístico, mientras se efectuaba la última cena de Jesús con sus discípulos.

Supe que me estaba metiendo en un problema. La Eucaristía como símbolo no tenía fundamento en Jn 6.

7. Y se me hizo patente cuando me aferré a cierta idea de los partidarios de la interpretación simbólica de Jn 6. Me sentí tan ridículo cuando descubrí la idiotez de esa posibilidad simbólica de cierto versículo del capítulo 6 de San Juan.

¿Y cuál era el argumento que presentaba a la Eucaristía como símbolo en jn 6? Pues el versículo 63: “El espíritu es el que da vida; la carne no sirve de nada”.

Desconcertante, ¿ah? ¿Con que el Señor a estado diciendo que su carne y su sangre son para vida eterna y comunión con el Padre y con él, y ahora se contradice para significar que su “carne no sirve de nada”? Es insólito hasta dónde son capaces de llegar algunos para defender lo indefendible, porque cuando empecé a auscultar la opinión de algunos colegas ministros me respondían con el argumento de Zwinglio, ese de que Jesús se contradecía para decir que la carne que padecerá por nosotros y por la cual seremos alimentados para vida eterna, no vale nada, es nada, como basura, igualito que los gnósticos. Entonces aquella herejía era la verdad, si es que son consecuentes en su interpretación y continúan con la misma apreciación de la frase “El espíritu es el que da vida”. Esto sería incluso un intento atroz de preferir una noción heterodoxa y por lo tanto dañina, con tal de menguar un principio de literalidad como sentido correcto de un texto bíblico por el simple hecho de que no me conviene, o porque se supone que los católicos siempre estén mal.

Ya me había metido bastante con el evangelio de Juan y sabía a qué se refería el Señor en el versículo 63.

Las palabras en cuestión se refieren a uno de dos sentidos por los cuales Juan usa sarx (carne): como sinónimo de mentalidad o actitud carnal, como una mente dominada por las cosas materiales, que juzga según los sentidos (cf., 8, 15) ―esos sentidos que esbozábamos como lo concluyente en materia de la presencia real y la Eucaristía―, que se aferra a lo natural y por lo tanto no descubre la verdad espiritual que determina los asuntos divinos. Por eso, lo que se devela aquí es más bien otra prueba de la noción literal de presencia real, y así lo remacha sin duda el final del versículo 63: “Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida.” O sea, las palabras del Señor con relación al pan de vida expresan una realidad divina que sólo el Espíritu es capaz de hacernos comprender y que por lo mismo es brote de vida eterna para los creyentes (cf., Jn 1, 33; 14, 26).

Tuve que reconocer que este acontecimiento que ha celebrado la Iglesia Católica por 2,000 años, con tanta fe y a un costo tan alto, supone una poderosa presencia especial de Dios. Una presencia que tiene que producir una excelente oportunidad de conversión. Esta oportunidad que provee Dios en la Eucaristía se constituyó para mí en una fuente reconciliación y de liberación también.

Y de esta manera tuve que actuar de acuerdo a mi conciencia, convencido y poseído de esta gran verdad de la Iglesia del Señor: una, santa, católica y apostólica. No me quedó más remedio. Tuve que renunciar a mi ministerio. Sufrí mucho.

Otras cuestiones

Otros temas con los cuales tuve que lidiar fueron: la excelencia de la Virgen María y la importancia de su rol en la historia de la salvación, el culto a Santa María y a los santos, el primado de san Pedro y la institución del papado, el bautismo de infantes y el sacramento de la Confesión. Siempre, sin excepción, encontré una respuesta contundente a favor de la Iglesia Católica Romana.

Aunque tengo que reconocer que no siempre descubrí la Verdad católica por iniciativa mía, sino sin quererlo; de hecho, por mucho tiempo me resistí, pues no quería hacerme católico.
Hasta que me encontré retando al Señor sometiéndome, por ejemplo, al sacramento de la Reconciliación (Confesión), y predicando en mi iglesia pentecostal, y en otras que me invitaban como evangelista, sobre la Virgen María, y negándome a rebautizar al modo protestante, y enseñando la versión católica de la teología a nuestros seminaristas evangélicos, y un largo etcétera.

Un alto Costo

Sobre los inconvenientes y las crisis vocacionales, familiares y económicas sólo las platico con las comunidades que nos invitan. Pero no debe ser difícil para nadie imaginar lo mucho que tuvimos que sufrir.

Y aquí me encuentro ahora, en la Iglesia de Jesucristo. Yo hubiera preferido otro método, pero el Señor lo dispuso así. Hay cosas que nunca comprenderé del todo. ¿Por qué señaló a Pedro como el primero? Juan era mejor. ¿Por qué escogió a Judas Iscariote como tesorero? De seguro Mateo le hubiese resultado mejor, pues había sido CPA del Imperio (publicano). ¿Por qué no hizo que la Biblia fuese suficiente? ¿Por qué no se limitó a poner sólo gente santa, perfecta, casta y pura en Iglesia Católica para hacerme el trago menos amargo? ¿Por qué permitió que yo sufriera la afrenta y el escarnio público por hacerme católico, si pudo haberme hecho nacer en esta Iglesia y ahorrarme problemas? Total, lo que él quería conmigo lo pudo haber realizado comoquiera.

Sólo se me ocurre una explicación para todo esto: ¡ÉL ES EL SEÑOR!
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

De vuelta a Casa
Testimonios de Conversos al Catolicismo
Pastores evangélicos regresan a la Iglesia Católica


Los "malos católicos" se hacen protestantes y los "buenos protestantes" ...
se hacen catòlicos

Por Martín Zavala M.P.

Sorprendidos por la verdad

La noticia corrió velozmente. Ahora ya millones lo saben y muchos millones
mas lo sabrán. Se trataba de algo que no se esperaban los católicos y mucho
menos los evangélicos. Era algo casi imposible de pensar en nuestro tiempo
de 'ecumenismo' y mucho menos que sucediera en Estados Unidos, considerado
como la cuna del protestantismo evangélico actual. Durante años había
sucedido exactamente lo contrario y la noticia de última hora decía
exactamente lo contrario.


Por las 'fuentes' y la amplitud de testimonios no podía ser mentira. Es un
hecho que en vez de ser reversible va aumentando a medida que pasa el
tiempo. Se trata de la "conversión" de pastores, ministros, predicadores y
lideres evangélicos y protestantes hacia la Iglesia Católica. Sí. Antes eran
fuertes pilares del protestantismo americano y promotores del
anti-catolicismo ¡han regresado a la Iglesia de Cristo! Y por su testimonio
han ido atrayendo, como una avalancha que crece, a mas protestantes al redil
donde se encuentra la Plenitud de la verdad y de los medios de salvación la
Iglesia Católica.


Scott Hann, Paul Thigpen, Marcus Grodi, Steve Wood, Bop Sungenis, Julie
Swenson, Dave Amstrong, David B. Currie, Tom Howard, Peter Kreeft, Douglas
Bogart, por mencionar solamente a algunos de ellos. Antes fueron fuertes
promotores evangélicos y anti-católicos, ahora todos son convertidos al
catolicismo. Cada uno de ellos en diferentes tiempos y por diferentes
medios, pero con muchas cosas en común, ahora están unidos en la Iglesia
Católica. Ef 4,4-5

*Hemos agregado las direcciones de ellos porque algunos
"evangélicos" y pastores estan tan sorprendidos de estos testimonios que nos
han escrito dudando de esta gran realidad. Si les escribes no olvides que
ellos son americanos y necesitas escribirles en inglés. Ah... y la lista
sigue creciendo porlo que iremos colocando las nuevas conversiones de
pastores evangélicos hacia el catolicismo.


De Católico a protestante: Ignorancia y mal testimonio.

Al escuchar y leer los testimonios de estos hermanos protestantes
inmediatamente salta a la vista una tremenda diferencia entre lo que los
llevo a ellos a incorporarse a la Iglesia Católica y lo que lleva a muchos
católicos el irse a una agrupación evangélica o secta protestante
fundamentalista.


En todos los países es común oír a los que se hacen 'protestantes' su famosa
frase testimonial: "Cuando yo era católico..." enseguida de eso
inmediatamente explican su forma de vivir cuando 'eran católicos' pues
afirman: "Yo era un borracho, infiel, grosero, drogadicto, mentiroso,
ratero..." Con todo eso lo que quieren afirmar es que el ser católico los
llevo a eso. Sin embargo lo que en realidad afirman, sin darse cuenta, es
que eran unos "malos católicos" y por eso fueron a parar a una agrupación mas.


Testimonios de ese tipo abundan por donde quiera. Primero afirman que era
católicos y eso es común, pero hay que aclarar que tipo de "católicos eran"
pues como en toda religión e iglesia: Hay buenos, regulares y muy malos.
Algunos católicos, por ejemplo, lo son pero solo de nombre. De hecho la
mayoría de los "católicos" que se van a otra iglesia no son los mejores
católicos, sino todo lo contrario. Ellos mismos lo dicen en su testimonio:
Que eran alcohólicos, groseros, con odio, sexualidad desenfrenada, drogas,
no conocían la Biblia, no conocían a Dios etc. Nunca se escucha un
testimonio de un protestante diciendo: Cuando yo era católico yo tenía a
Dios en mi corazón, vivía por luchar en santidad y conocía mucho de la
Biblia...". No. Sin duda que los "malos católicos" por no vivir su fe o por
no conocerla en profundidad, son los que más fácilmente caen en las redes de
alguna secta proselitista.


De protestante a Católico: Conocimiento pleno y santidad.

Algo maravilloso que se encuentra en los testimonios de estos pastores
americanos evangélicos que toda su vida fueron anti-católicos y que ahora
regresaron a la Iglesia es lo siguiente: "Ninguno de ellos dice que eran
malos protestantes; ni que eran unos viciosos; ni que no conocían la Palabra
de Dios". No. Todo lo contrario. Ellos afirman que tenían una relación
personal con Jesucristo, eran conocedores profundos de la Escritura, tenían
una vida cristiana y daban testimonio de ella. Si se salieron de allá no
porque fueran malos buscando ser buenos. No. Ellos individualmente, uno por
uno y en diferentes tiempos lo que hicieron fue estudiar mas profundamente
la Biblia y la Historia de la Iglesia para conocer mas la plenitud de la
verdad.

Ellos buscaron con toda su mente y corazón la voluntad de Dios y su sorpresa
fue creciendo a medida que avanzaban en su estudio pues lo que descubrieron,
y lucharon por no aceptar, era que todo apuntaba a donde ellos no pensaban
ni querían que apuntará: La Iglesia Católica.

Leyeron estudios de teología protestante; libros de exégesis bíblica de
autores evangélicos; estudios sobre los escritos de los Padres de la Iglesia
de los primeros siglos; Historia de la Iglesia y del cristianismo primitivo
en bibliotecas protestantes... y fueron literalmente "sorprendidos por la
Verdad". Al ir avanzando en la búsqueda del conocimiento pleno de la Palabra
y en su deseo de vivir mas en santidad haciendo la voluntad de Jesucristo se
fueron encontrando con evidencias y pruebas de que eso estaba plenamente
solo en la Iglesia Católica.

Para muchos de ellos fue un "shock" emocional, espiritual y racional. Ellos
no buscaban eso ni pensaban que eso encontrarían. Ellos solamente querían la
plenitud de la verdad pues eran ministros protestantes que ya estaban
sirviendo en iglesias y agrupaciones cristianas. Ellos no lo buscaron, pero
sin duda que Dios si los estaba buscando a ellos y puso los medios para
atraerlos. Al final tomaron la decisión de hacer la voluntad de Dios y han
ingresado a la única Iglesia fundada por Cristo: La Iglesia Católica.

La noticia está corriendo como un río acaudalado que a su paso se va
haciendo mas y más grande. Ahora ya son muchos los pastores que han
regresado y cientos de fieles que se han hecho plenamente cristianos al
ingresar al catolicismo. Cristianos que siendo buenos cristianos están
decidiendo ser mejores cristianos todavía y plenamente unidos a Jesucristo
por medio de la Eucaristía y de la comunión plena con la Iglesia que él fundó.

Varios de ellos eran maestros de teología, escritores de libros, pastores y
estudiosos... lo que pasó es que se pusieron a estudiar lo que eran los
fundamentos de la fe católica y se metieron a estudiar en serio terminando
sorprendidos por la verdad fundamentada en la Biblia sobre la fe católica
como la fe cristiana que viene desde el principio. Bendito sea Dios que
están regresando al camino de la plenitud.

Que diferente el testimonio de ellos al de los ex-católicos, pues es común
oír a muchos protestantes y hasta a algunos ex-sacerdotes decir: " Cuando yo
era catolico era borracho, mujeriego, ratero, mentiroso, drogadicto... y
ahora ya cambie de vida..." En cambio estos pastores que están regresando a
la Iglesia Católica dan testimonio de que ellos estaban viviendo en el amor
de Jesucristo, transformados por el poder de Dios, expertos en la Biblia y
en teología, predicando en radio y televisión, llenos de Jesús y de su
Espíritu... pero cuando quisieron caminar mas en la plenitud de la verdad de
Jesucristo el mismo Señor Jesús los guió hacia la Iglesia Católica.

Se revelaban al principio a creer esto y lucharon contra esa idea;
profundizaron y preguntaron a otros buenos y estudiosos evangélicos y aunque
eran maestros en teología estudiaron mucho mas la Biblia... todo fue inútil.
Tuvieron que aceptar que la Biblia y la historia les mostraba lo que
Jesucristo les quería decir personalmente. La plenitud de la vida cristiana
esta en la Iglesia Católica. El Espíritu Santo los guiaba y terminaron
siendo católicos.

¡Que diferencia! Los malos católicos se hacen protestantes y los mejores
evangélicos protestantes se están haciendo católicos. Bendito sea Dios por
la forma como él hace las cosas, pues mientras que por un lado hay catolicos
que por ignorancia se van a las sectas, por otro lado los mejores
evangelicos al querer profundizar mas en la verdad y en su relacion con
Cristo se estan haciendo catolicos.


Todos los caminos conducen a Roma

Este antiguo refrán parece ser similar en el plano espiritual. Buscaron por
todos los 'caminos' y su búsqueda de la verdad y de la plenitud del
cristianismo los llevo a 'Roma'. Allí encontraron la comunión con el Papa y
su relación personal con Jesucristo aumentó al tener también una relación
personal no solo con Cristo=cabeza, sino también con su cuerpo=La Iglesia 1
Cor 12,13ss


Todos ellos ahora están sirviendo en la Iglesia Católica y dan su
testimonio por radio, revistas, televisión y por todo el mundo. Incluso
tienen libros, casetes, páginas de Internet...ah y por medio de ellos ahora
hay un movimiento fuerte en Estados Unidos de ex-pastores evangélicos
regresando a la Iglesia, pues Dios sigue atrayendo por su testimonio a mas
hermanos hacia la única Iglesia que fundó Cristo: La Católica.


Camino a "Roma" fue para ellos un descubrir la verdad plena sobre la fe y
sobre muchos malentendidos que habían aprendido desde su niñez.
Comprendieron la famosa frase del cardenal Newman: "En el mundo no llega a
cien el número de personas que rechazan a la Iglesia Católica. Mas bien son
miles los que rechazan 'una imagen equivocada' de lo que piensan que es la
Iglesia Católica". Era cierto. Descubrieron que lo que habían oído y
repetido miles de veces era una "falsa" comprensión de lo que es el
catolicismo.



De lo bueno a lo excelente: La Plenitud de la fe

Algunos datos que sorprenden y enriquecen esta noticia de última hora son
los que veremos sobre el perfil de algunos de algunos de ellos. Asómbrese
junto conmigo al ver quienes se están convirtiendo a la Iglesia Católica:


1) Scott Hann. Ex-pastor presbiteriano y ex-profesor de teología
protestante.

Su anti-catolicismo, su excelente conocimiento como predicador y teólogo
protestante y su impactante testimonio de conversión hacia la Iglesia
católica hacen de este hombre de Dios un fascinante testimonio. Miles de
evangélicos y cientos de pastores protestantes han regresado al catolicismo
por el testimonio de este ex-pastor evangélico.

Su testimonio es uno de los mas increíbles, pues es un experto en Biblia y
era un radical anti-católico. Su testimonio es uno de los principales en
estar atrayendo a otros pastores evangélicos hacia la Iglesia Católica.
Actualmente es profesor en la Universidad Católica en Stuebenville, Ohio.

*Franciscan University

Franciscan Way

Steuvenbille,OH 43952



2) Paul Thigpen. Ex- editor y escritor para varias revistas
evangélicas.

Desde pequeño asistió a una Iglesia Presbiteriana del sur. Realizó estudios
religiosos en la Universidad de Yale. Fue Pastor asociado. Luego fue
misionero evangélico en Europa, después fue Bautista, Metodista,
Episcopaliano y Pentecostal. Finalmente hizo estudios para obtener su
doctorado en Historia de la Teología lo cual le facilitó el camino hacia la
Iglesia Católica. Cuenta él que su encuentro con la Iglesia Católica lo
lleno de gozo en abundancia, fue como un llenarse de nuevo del gozo del
Espíritu Santo.

*Religious Studies Depr.

S.W. Missouri State University

901 South National Ave.

Springfield, MO 65804


3) Marcus Grodi. Ex-ministro protestante con Licenciatura en Teología y
Biblia.

Hizo sus estudios de teología en el seminario protestante Gordon-Conwell en
Boston, Massachussetts. Obtuvo su Master Degree in Divinity.

Marcus afirma: "Yo solamente quería ser un buen pastor. Cada domingo
predicaba como pastor evangélico a mi rebaño. Le preguntaba a Jesucristo:
¿Estoy predicando la verdad o el error? Como puedo yo estar seguro e eso, si
a mi alrededor hay otros pastores evangélicos leyendo el mismo pasaje y cada
quien da una interpretación diferente. Un día cuando había dudas fuertes en
las reunión con otros pastores, la verdad la 'decidíamos" sometiéndolo a
votación. Que increíble, pero como cada quien pensaba estar iluminado por
Dios... entre mas leía historia de la Iglesia y conocia mas la Biblia menos
podía continuar siendo protestante. Encontré la plenitud de la verdad en la
Iglesia Católica, me encontré mas plenamente con Jesucristo.

Por eso como católico ahora digo, que debemos de conocer porque creemos lo
que creemos".

*P.O. Box 4100

Steuvenbille,OH 43952


4) Steve Wood. Ex-director de un Instituto Bíblico en la Florida

Ex-pastor evangélico de una Iglesia interdenominacional. Estuvo sirviendo
también en Costa Mesa en la Iglesia evangélica "El Calvario" mientras hacía
sus estudios en un Instituto de la iglesia Asambleas de Dios. Trabajó en
proyectos de evangelismo juvenil; fue lider de ministerios evangélicos en la
prisión; organizó un Instituto de estudios bíblicos para adultos. Después
hizo estudios de post-grado en el famoso seminario evangélico de teología
Gordon-Conwell en Massachusetts.

En algunas de las cosas de su testimonio de conversión Steve dice: "Entre
mas estudiaba los primeros siglos de cómo era la Iglesia primitiva mas me
daba cuenta que se parecía a la Iglesia Católica. Estudie mas a los
"primeros padres de la Iglesia" y escudriñe mas la Biblia. Mas confusión
había en mi. Para empeorar la situación, me entere de que dos de mis
compañeros más inteligentes y más anti-católicos del seminario evangélico
también estaban pensando en hacerse católicos.



Un día cuando estaba predicando, continua Steve diciendo, yo sentí que el
Señor me decía: "Ahora o nunca". Si en medio de todos yo daba un paso de fe
y reconocer la verdad yo perdería todo. Perdería mi trabajo como pastor, no
podría sostener a mi familia, era mi carrera y era mi llamado. Yo había
invertido 20 años preparándome para ser un ministro protestante y Dios me
decía: ¡Hazlo, ahora!... y lo hice.

Pedí disculpas a mi congregación reunida. Los "ancianos"líderes me
siguieron. Yo les dije que ya no podía seguir engañándome a mí mismo. Mi
peregrinar hacia la Iglesia que Cristo fundó: La Católica, ya había
iniciado. Luego: Ore mas, estudie mas, conocí la plenitud y llegué. La
plenitud de una relación personal con Cristo está en tener una relación
personal también con el cuerpo de Cristo: Su Iglesia (1 Cor 12) la Católica..

*Family Life Center

P.O. Box 6060

Port Charlotte, Fl 33949


5) Bop Sungenis. Ex-profesor de Biblia en la estación evangélica
"Family Radio".

Siendo protestante escribió un libro en contra de la Iglesia Católica
llamado: "Rewards in Heaven? Donde criticaba a los católicos por creer en la
importancia de las obras y creyó demostrar que eso era falso. Estudió como
evangélico en el "Washington Bible Collegue" en Washington, D.C. Después se
especializó en la "George Washington University.


Bop dice: Como católico yo tengo la "paz" que viene como consolación de
vivir en la verdad. Yo ahora he tomado mi lugar en el ejército de Cristo Rey
en esta gran batalla por la salvación de las almas.

Yo debo de ayudar a mis hermanos protestantes a que conozcan que la Iglesia
Católica no es solamente la verdadera Iglesia, sino el hogar donde todos
pertenecemos.

*Catholic Apologetics Intl.

P.O. Box 2247

Columbia, MD 21045

6) Duglas Bogart. Ex-misionero evangélico en Guatemala.

Mi sueño era ser misionero y en mi Iglesia evangélica de Phoenix, AZ me
dieron esa oportunidad de hacerlo con mi esposa. Sin embargo con el tiempo,
sin darme cuenta, Dios me fue guiando hacia su Iglesia. Con mucha
tranquilidad Douglas afirma: "Leí muchos libros de teología, de historia, y
de testimonios. Estudié el Nuevo Catecismo con la Biblia. Leí los escritos
de los Padres de la Iglesia(Primeros siglos del cristianismo) y descubrí que
la iglesia primitiva era mucho más católica que evangélica o protestante.
Terminé aceptando la verdad y ahora soy católico".

[email protected]


7) David B. Currie. Ex-ministro evangélico con un "Master in Divinity".

Nació y creció en una familia evangélica fundamentalista. Su papá fue un
predicador. Su mama y su papa fueron profesores evangélicos en el "Instituto
Bíblico Moody". David obtuvo su licenciatura en teología en el "Trinity
International University" en Deerfield, Illinois. Después obtuvo su
"Maestría en Biblia y teología" en la "Trinity Evangelical Divinity School".

¿Qué le movió a decidirse a ser católico? Su respuesta es, dos cosas: El
estudio de la Biblia porque entre mas la estudiaba mas iba descubriendo que
la Palabra de Dios lo guiaba hacia el catolicismo y la segunda es que la
misma Biblia le mostró que la Iglesia Católica es la única Iglesia fundada
por Cristo.



8) Otros tremendos testimonios de ex-pastores y y ex-lideres
evangélicos son:


1.- Dave armstrong

6078 Auburn

Detroit Michigan 48228

2.- Rick Conason

C/o 80 Pine Street 34 th florr

New York, NY 1005


3.- Al Kresta

P.O. Box 504

Ann Arbor Michigan 48106

4.- James Akin

6308 Rancho Mission Rd.

San Diego, CA 92108


5.- Tim Staples

C/o Envoy Magazine

Gap Knob Road

New Hope, KY 40052

6.- Julie Swenson

282 Park View Terrace Suite # 301

Oakland,CA 94610


7.- Terry Frazier

500 Providencia # G

Burbank, CA 91501

8 y 9 .- Kristine y Marty Franklin

c/o Catholic Parish Offices

218 E. 39 th Street

Hibbing, MN 55746


10.- Jeff Childers

22360 Knightwood

Joliet Illinois 60431

11 y 12 .- Ray y Ruth Ryland

900 Granard Parkway

Steuvenville, OH 43952

13.- Kevin Lowry

4960 Grove City Road

Gove City, OH 43123

14.- Gerald Christian Matatics

Biblical Foundations
International
PO Box 569
Dunmore PA 18512 USA

15.- Steve Ray

9298 Platt Road
Milan, MI 48160
16.- Fernando Casanova

Ex-Pastor Pentecostal

Puerto Rico


Todos ellos han encontrado la plenitud de la Verdad y ahora sirven en la
Iglesia Catolica teniendo una mas profunda relacion con Jesucristo.



9) Antiguo pastor anglicano, nombrado obispo por Juan Pablo II


Un sacerdote convertido del anglicanismo a la Iglesia católica fue nombrado
el 4 de enero por Juan Pablo II obispo auxiliar de Westminster. Se trata del
padre Alan Stephen Hopes, quien hasta ahora era vicario general de la misma
diócesis. Trabajará ahora muy de cerca del cardenal Cormac Murphy-O´Connor,
arzobispo de Westminster.


Monseñor Alan Stephen Hopes nació en Oxford, en 1944. Después de haber
alcanzado el «Bachelor of Divinity» del «King's College» en Londres, fue
«ordenado sacerdote» en la Iglesia anglicana en 1968. Desempeñó su
ministerio parroquial en varias diócesis de Londres y en 1987 se convirtió
en «prebendary» (canónigo) de la catedral de San Pablo.


En 1992 fue «recibido» en la Iglesia católica y, después de tres años de
estudios, fue ordenado sacerdote en la diócesis de Westminster, el 4 de
diciembre de 1995.

Después de dos años como vicario de la parroquia de «Our Lady of Victories»,
de Kensington, fue nombrado párroco de «Our Most Holy Redeemer and St Thomas
More», en Chelsea. En 2001, se convirtió en vicario general de la
arquidiócesis.

Monseñor Hopes es uno de los pastores anglicanos que abandonaron la Iglesia
de Inglaterra después de que se aprobara la ordenación sacerdotal de mujeres
en esa iglesia.


Todos ellos ahora son católicos verdaderos y cristianos al 100% Ahora
predicando el tesoro espiritual de lo que encontraron: La plenitud de la
vida cristiana en la unica Iglesia fundada por Cristo.


Si eres católico dale gracias a Dios y decídete a serlo al 100% siendo un
discípulo auténtico de Jesucristo teniendo una relacion personal con El y
testimoniando su Palabra unido a su Iglesia: La Catolica.. Si eres
evangélico, ten calma, se honesto contigo mismo, investiga y conoce el
verdadero catolicismo y ora mucho. Estudia los fundamentos de la fe
católica: Biblia, Tradición y la historia de la Iglesia. Allí encontrarás
por que los católicos creemos, lo que creemos. Jesucristo es nuestro Señor y
Salvador


De vuelta a Casa
Testimonios de Conversos al Catolicismo
Testimonio de un ex- pastor Metodista y su esposa.
NUESTRO CAMINO A CASA
Por Larry y Joetta Lewis


Mi padre es un pastor retirado de las Asambleas de Dios. Mis padres tenìan una profundo y permanente amor por Jesús Cristo. Sus vidas expresaban lo que Cristo fuè.

Yo, vìvidamente recuerdo haber sido despertado en la mitad de la noche por el sonido de sus oraciones. Orando por cada persona en su Iglesia. Sin embargo, mis padres nunca hablaron en tèrminos derogatorios sobre nadie, incluyendo católicos, muchos de los ministros con los que tuve contacto no fueron tan generosos. Yo escuchè a màs de un predicador exponer sobre el demonio del Catolicismo. Para muchos daban por supuesto que la Iglesia Católica era la gran prostituta de Babilonia y el Papa el Anticristo. Yo estaba en mis “treinta” y era un ordenado Ministro Metodista antes de encontrar a mi primera monja. Hermana Mónica Marìa. Joetta habìa enseñado con ella en la Ursuline Academy en Dallas, Texas. Fuè a travès de la hermana Mónica Marìa que Joetta experimentò un encuentro dinámico con el Espíritu Santo. Para mi sorpresa yo descubrì que la hermana era verdaderamente una mujer de Dios. Mi corazón se encendía solo con estar en su presencia. Ella era totalmente lo opuesto a todo lo que me habìa imaginado como debìan ser las monjas.

Mi primer contacto con un sacerdote fuè dos años atràs. Mientras trabajaba en mi Doctorado en el Oral Roberts University yo conocì al padre Amalor Vima de la India. Como compañeros de clase estuvimos una buena cantidad de tiempo juntos y llegamos a ser íntimos amigos. Fuè en este ambiente que algo sucedió que revolucionaria mi vida para siempre. Durante un momento de reflexión en una de nuestras sesiones, Selmar Ouavo, un Obispo Metodista de Brazil, se parò y dijo: “En mi paìs, como protestante, soy la minoria. Desafortunadamente, hay mucha animosidad entre mi iglesia y la Iglesia Católica. Mucha de mi gente estàn llenos de odio hacia todos los católicos. Sin embargo aquì, el Padre Vima està en la minorìa y no he visto nada en su vida mas que el amor por Jesús Cristo”. Con làgrimas rodando por su cara èl dijo: “Padre Vima quiero que me perdone”

Yo vì a esos dos hombres de Dios abrazados. No habìa un ojo seco en la habitación. En ese pequeño momento mi mente empezó a ver una nueva posibilidad –Protestantes y Católicos de todo el mundo unidos, abrazados en el amor, y caìdos sobre sus rodillas en oración.

En este simple acto, Selmar Ouavo, nos retò a todos nosotros para llegar a ser Ministros de Reconciliación. Mis pensamientos corrieron de prisa. “Imagina què podría hacer el Espíritu Santo si Católicos y Protestantes fueran uno” Las palabras de Jesús relampaguearon en mi mente, “Si tu estàs ofreciendo tu ofrenda al altar y recuerdas que tu hermano tiene algo en contra tuya, deja tu ofrenda en frente del altar. Primero anda y reconciliate con tu hermano; luego, ven y ofrece tu ofrenda (Mat. 5, 23-24). Mientras yo veìa la escena descubierta yo podìa casi escuchar a Jesús orando: “Permite que todos ellos sean uno, Padre...para que el mundo sepa que tu me has enviado” (Juan 17,21) Yo supe en ese momento que debìa ser un Ministro de Reconciliación.

Años anteriores Joetta y yo habìamos pastoreado La Iglesia Bautista del Sur en Tulsa, Oklahoma. Después del servicio una mujer se acercò a Joetta y le preguntò si ella podìa orar por su hija, Regan. Ella, sin embargo, no quiso divulgar la necesidad especifica de la oración. Joetta le asegurò que no era necesario conocer la necesidad porque el Espíritu Santo podìa interceder por Regan. Por el próximo año, Joetta orò fielmente por una joven dama que no conocía.

En este tiempo, Joetta estaba trabajando como Escritora Técnica para Thrifty Rent-a-Car. Un dìa, su jefe le informa que habìa contratado a una nueva entrenadora de Software y que la iban a poner en un cubìculo frente a Joetta. Le pidieron a Joetta que la hiciera sentirse bienvenida y mostrarle los alrededores. Cuando la nueva entrenadora llegò se presentò a sì misma como Regan. Para la sorpresa de Joetta, aquí se parò la joven dama por la que ella habìa estado orando por todos aquellos meses! Dios estaba definitivamente sobre algo. Joetta y Regan trabajaron como asociadas los próximos siete años. Sin embargo, ellas nunca sociabilizaron fuera del lugar de trabajo, ellas empezaron a desarrollar una relación cercana.

Un dìa en 1995, Regan compartiò que ella y su esposo estaban teniendo problemas en su matrimonio. Kelvin era un católico romano y ella era Bautista del Sur. Por muchos años Regan asistìa a la Iglesia Católica con Kelvin y sin embargo èl no se sentìa confortable en la Iglesia Bautista al cual asistìa con Regan en ocasiones especiales. Este arreglo funcionò hasta que tuvieron hijos y se dieron cuenta cuan fuertemente ambos se sentian sobre còmo sus hijos debìan ser criados.

Para el disgusto de Regan, Kelvin estaba firme sobre bautizar y criar sus hijos en la Iglesia Católica. Ellos tenìan un desavenencia cuando Regan buscò a Joetta por un consejo.

Joetta le dijo a Regan que una casa dividida no puede sostenerse, y que era esencial que ellos estuvieran en una iglesia juntos. Joetta le sugirió que si su esposo no irìa a la Iglesia con ella, ella irìa a la Iglesia con èl. Dios bendeciría su matrimonio si Regan se sometìa a la autoridad espiritual de su esposo. Joetta informò a Regan de algunas clases dadas por la Iglesia Católica a la que ella podìa asistir, sin obligación, para aprender sobre la fe Católica. Joetta le dijo: “ Si yo fuera tu, me gustaria saber què van a aprender mis hijos, de tal forma asi yo podría combatir cualquier enseñanza incorrecta”. Para que Regan tuviera paz mental, Joetta dijo, “ Tu asiste al programa, tràeme todo el material, y yo se lo darè a Larry y asì èl lo podrà chequear y ver si es conforme a la Biblia.”.

Yo nunca prestè atención al material que Regan le llevò a Joetta, excepto por dos cosas. Una fue un articulo de un periodista luterano discutiendo las apariciones marianas. El autor del artìculo le habìa hablado a la Iglesia de Regan y les contò còmo la Madre de Dios se habìa estado apareciendo a 6 niños diariamente desde 1981. Regan estaba muy intrigada y leyò todo lo que caìa en sus manos. La segunda cosa que ella nos diò fuè un cassette de una mujer que habìa sido milagrosamente sanada en el lugar de la aparición. Esta mujer, una nominal cristiana a lo mejor, estaba muy impactada por la experiencia que ella entregò su vida al servicio de Cristo. Yo tomè estos artículos y empecé a botarlos.

En lugar de ello, por un capricho, los atasquè en un cajón.

Una semana antes del 25 de Mayo de 1996, Regan le dijo a Joetta que iba a asistir a una Conferencia Mariana en Wichita, Kansas. Ella estaba realmente emocionada porque tanto el autor del artìculo como la mujer que habìa sido sanada eran expositores programados. Regan, sin embargo, estaba molesta por una oración que habìa recibido en el material de la pre-conferencia y que supuestamente debìa ser rezada en la conferencia. “Me gustarìa”, ella le dijo a Joetta, “que tù y Larry lo vieran y me digan què piensan”. Cuando Joetta leyò la oración, toda clase de banderas rojas se levantaron. En casi un estado de pánico ella me entregò la oración. Esta era la Consagración al Corazón Inmaculado de Marìa. Cuando yo empezè a leer la oración el pelo de atràs de mi cuello se me erizò. “Inmaculado Corazón de Marìa, yo te consagro mi cuerpo y mi alma ....” Yo parè a mitad de la oración. La rabia llenò mi corazón. ¡Esta oración es demoniaca! Yo dije: “tù no das tu alma tu alma a ninguno solo a Jesús. Dile a Regan que ella puede ir a la Conferencia pero cualquier cosa que ella haga que no ore esa oración! Dentro de 3 dìas algo profundo dentro de mi espíritu me dijo que yo habìa cometido un error terrible. Remordimientos por lo que habìa dicho inundò mi alma.

Decidì llevarle una copia de la oración al Padre Vima “No entiendo esta oración” yo dije: “còmo en el mundo puedes tu darte a ti mismo a Marìa en esta forma?” Con una chispa en sus ojos el padre Vima dulcemente me dijo: “Larry, alguna vez has sostenido a Joetta en tus brazos y le has dicho:” Te amo, te adoro, yo venero el piso que tu caminas?” “Si” contestè cautelosamente. “La has mirado amorosamente a los ojos y le has asegurado tu completo amor y devoción? Le has dicho palabras como, “ Soy completamente tuyo ahora y para siempre?” “Todo lo que soy y todo lo que espero ser te lo debo a ti?” Yo estaba empezando a entender este punto. “ Si la verdad fuese conocida” yo admitìa “yo he usado exactamente esas palabras”.

“Los Católicos”, el continuò, “nunca le diriamos a Marìa: ‘Te adoramos’. Nosotros la veneramos. La honramos. Pero, nunca podríamos decir ‘te adoramos’ porque la adoración està reservada solo a Dios. Esto es algo que solo le damos a Jesús. Nosotros lo adoramos. El es el Rey de Reyes y Señor de Señores, y no hay nadie igual a El. Nosotros creemos que Maria, como Madre de Dios, nos ama y nos cuida. Lo que decimos en la oración es: ‘ Todo lo mìo, yo lo coloco en tus manos y te pido que me lleves a tu hijo, Jesùs’ . Marìa siempre nos conduce hacia Jesús “.

Cuando escuchè al Padre Vima empezè a comprender lo equivocado que yo habìa estado. Dos emociones me envolvieron simultáneamente: vergüenza y jùbilo. Vergüenza por mi rápida determinación y jubiloso por las posibilidades que se me estaban abriendo.

Me fuì a casa y encontrè el periódico Mariano. Yo lo habìa colocado en un cajón de mi tocador y empecé a leerlo. Mientras leìa lo que se reportaba que Marìa decìa me llamò la atención sobre lo bíblicamente basados que eran sus mensajes: ORACIÓN, ARREPENTIMIENTO, AYUNO, CONVERSIÓN DE TU VIDA A CRISTO. Este no era obviamente el trabajo de Satanas. Yo me maravillaba fuertemente: ‘Podrìa ser esto la Madre de Dios? Si fuera asì, lo que habìa dicho era importante y digno de nuestra consideración. Uno de sus màs frecuentes afirmaciones era algo confuso: “Recen el Rosario todos los dìas” Joetta y yo no sabiamos nada acerca del Rosario. Quizás era el momento de descubrir que esta oración estaba por todas partes.

Como Regan estaba hiendo a la Conferencia Mariana, Joetta le diò algo de dinero para comprar un Rosario. Su relación se volvió tirante y emocionalmente cargada por Marìa, y Joetta sintió que si ella le permitìa a Regan mostrarle còmo contar las hileras del Rosario, esto por lo menos las mantendría dialogando. Cuando Regan le diò a Joetta su Rosario, ella dijo: “Es grandioso que el hombre que confeccionò este Rosario vive justo a las afueras de Tulsa, en Claremore, Oklahoma. Si tienes algún problema con el Rosario , està garantizado” .

Cuanto màs cercana Joetta miraba su Rosario, menos le gustaba la pieza del centro. “Este parece un idolo. Creo que llamarè Rosarios Dos Corazones y verè si ellos me lo pueden cambiar por algun otro”

“Puede venir” la voz en la otra línea le dijo, “ El trabajo de Bob està garantizado. Y èl estarà feliz de reemplazarselo con algo que le guste”. Cuando llegamos, la esposa de Bob, Johanna le preguntò a Joetta què estaba mal con el Rosario “Es la pieza del centro” Joetta le dijo, “no me gusta la pieza del centro” Johanna la mirò extrañada, “ què es lo que no te gusta?” “Bueno, este parece tan, tu sabes, católico!”

“El Rosario”, Johanna sonriò, “es Católico!” Mientras Joetta miraba las piezas de centro Bob me estaba contando què les pasò a ellos en una peregrinación a un lugar de aparición en Europa. Yo le gritè a Joetta, “Ven aquì y escucha esto. No vas a creer esta historia!” Ellos eran los primeros católicos con los que habìamos pasado algún tiempo, después de la hermana Mónica Marìa y el Padre Vima.

Bob compartiò con nosotros còmo Dios a travès de Marìa transformò sus vidas. Mientras èl contaba su historia, làgrimas rodaban por su cara. El dijo que no habìa parado de llorar desde que habìa regresado de su peregrinación. En sus palabras, su corazón “se ablandò”. Cuando estuvieron de regreso Bob fuè y renunciò a su trabajo en Amoco. El fuè un técnico laboratorista y habìa estado en la compañìa por màs de 21 años. No muy lejos de esto, Johanna renunciò a su trabajo en el Tulsa University. Dios los estaba llamando a una obediencia completa y dependencia de Èl.

Durante este tiempo, Bob encontrò una monja quien le mostrò còmo hacer Rosarios. Bob decidiò hacer 2 Rosarios: uno para agradecerle a Marìa por guiarlo hasta Jesús y otro para agradecerle a Jesús por salvar su alma. El resto es historia. Todos los Rosarios de Bob son amorosamente hechos a mano. El mira cada cuenta como una oración enviada a Marìa para convertir y atraer almas a Jesús. Mi conversión y la de Joetta son el resultado directo de aquellas oraciones.

Después de nuestro encuentro con Bob y Johanna, Yo estaba emocionalmente sacudido. Mientras manejamos a casa ninguno de los dos dijo una palabra. Fuè como si los dos hubieramos experimentado una epifanía. No lo puedo explicar. Yo me sentìa como si hubiera estado en la presencia de Jesús. Como no querìa ir directo a casa me desviè hacia Taco Bueno para conseguir algo para tomar. Cuando nos sentamos mirándonos el uno al otro las làgrimas empezaron a rodar sobre nuestras caras. ¿Què nos estaba pasando? ¿Què estaba Dios pidiendo de nosotros?

Nuestras vidas estaban literalmente siendo empujadas hacia la Iglesia Católica. Regan nos habìa presentado a los propietarios de la Tienda de Libros Católica local, por lo que decidimos ir allà por màs información. Lee y Anita amorosamente nos dieron la bienvenida y nos señalaron lo que exactamente necesitábamos. Cuando calculamos nuestro Impuesto a la Renta al final del año, descubrimos que habìamos gastado màs de $5,000 dòlares en libros, cassettes, videos, y otros materiales en busca de verdades espirituales! No podìamos obtener suficiente. Estabamos en la Tienda de Lee tres o cuatro veces al dìa. “Estamos aquì por nuestros útiles católicos” Lee y Anita solo podìan reir y recomendarnos otro libro, cassette o video. Esto era como una adicciòn que no podìamos satisfacer. Una pregunta solo nos dirigía hacia otra y otra. Esta fuè una experiencia maravillosa.

Empezamos a ir a dormir tarde y a despertarnos temprano tratando de repletarnos mucho leyendo lo mayor posible durante el dìa. Decidimos maximizar nuestro tiempo. Empecé a dejar a Joetta a su trabajo y a recogerla para asì poder leer en voz alta hiendo y viniendo. La recogerìa a la hora del lonche, poner un par de sillas de jardín y bandejas de TV en la maletera y manejar al parque para asì poder leer sin interrupciones. Tomamos turnos – uno podìa comer mientras el otro leìa en voz alta. Lo hicimos todo juntos. Dios estaba graciosamente hablándonos a los dos juntos. Atrayéndonos al mismo paso profundamente dentro de èl mismo.

Leimos el Catecismo de tapa a tapa. El Catecismo es el màs grande trabajo teològico sistemático que hemos leido. Respuestas a largas búsquedas después de preguntas llegan como lluvia torrencial.

Recuerdo un Sábado por la mañana en particular. Ambos nos despertamos a las 4 de la mañana. Nos sentamos en la cama con la Biblia en una mano y el Catecismo en la otra. Yo dije: “Joetta, escucha esto. Esto es fantástico. Esto trae todo en enfoque!” Antes de que yo termine, Joetta me interrumpe y dice, “Larry, espera, espera. Escucha esto!” Ella entonces leyò de una sección diferente del Catecismo. Leiamos versículos de la Escritura probados, hibamos a los escritos de los Padres de la Iglesia Primitiva y luego chequeabamos un comentario. Antes de que nos diéramos cuenta, era la una de la tarde! Eramos como esponjas. Ediciones tales como la presencia real de Cristo en el pan y en el vino, el rol de Marìa en la Iglesia, oraciones a los santos, Escritura y Tradición como autoridad vs. Sola Scriptura, Autoridad Papal, Purgatorio y Salvación como un proceso vs. Salvación como un trabajo completado, empezamos a ver una nueva luz. Fuè como encontrar todas las piezas perdidas en un gran rompecabezas Teològico. El dibujo completo se empezaba a ver claro.

El Señor nos estaba conduciendo por dos caminos simultáneamente: uno intelectual y el otro emocional. Habìamos estado rezando el Rosario, estacionándonos en el sofá de Bob y Johanna, preguntando pregunta tras pregunta acerca de la Doctrina Católica, tradición y cultura. Le pedimos al Señor que algo nos revele si El nos estaba conduciendo a la Iglesia Católica, porque nada de esto nos daba ningún sentido a nosotros. Habiamos estado toda nuestra vida en Iglesias Protestantes y estuvimos bastantes contentos en nuestro ministerio. Necesitábamos desesperadamente saber acerca de la Iglesia a la cual Dios nos estaba llamando, por lo que tres cortas semanas antes de nuestra conversión yo orè esta oraciòn :
“Padre, si tu nos estàs arrastrando hacia la Iglesia Católica, quiero una señal, y la quiero grande”.

Varios dìas màs tarde, estabamos regresando a casa de un viaje corto a Dallas. Vimos el màs grande y vìvido sol que nadie haya visto. Este fuè de horizonte a horizonte y parecìa que estabamos manejando derecho dentro de esto. Un indescriptible orden de colores – naranja, rojo, rosado. Esto fuè magnìfico, tanto que nuestro joven nieto que estaba durmiendo atràs se sentò y dijo: “Abuelo, Abuelo, tù ves eso? No es hermoso?” Tan brillante como era pudimos mirarlo directamente.

Cuando el Sol bajò pusimos un cassette del Dr. Scott Hahn y continuamos hacia Oklahoma City. Cuando mirè el cielo Obscuro orè otra vez silenciosamente, “Oh Dios si tù nos estàs arrastrando hacia la Iglesia Católica, danos una señal y por favor hazla grande!”

Al mismo tiempo, sin yo saberlo, Joetta estaba mirando fijamente la ventana del pasajero y silenciosamente orando: “Bendita Madre, si tù eres real, necesitamos saberlo sin ninguna duda” De repente, escuchè a Joetta decir con voz entrecortada: “Oh mi, Larry, Larry, mira!” Cuando mirè a la derecha vì lo que parecìa una cadena de estrellas callendo en càmara lenta en àngulo hacia debajo de derecha a izquierda. Justo antes que las estrellas tocaran el horizonte, salìan disparadas hacia arriba y luego caian hacia abajo hacia la tierra otra vez cayendo derecho en el centro de la autopista. Usualmente una estrella fugaz se tira hacia abajo y se mueve tan rápidamente que no tienes tiempo de decirle a nadie. Nos quedamos sin palabras, porque ambos los vimos! Finalmente Joetta rompió el silencio: “Vistes eso, no es asì?” Ambos estabamos visiblemente conmovidos.

Puse un cassette de una cantante católica Dana en el cual ella canta sobre el Rosario, y por la siguiente hora y treinta minutos oramos el Rosario con ella. Terminamos justo cuando llegamos a la salida de la carretera que nos lleva hacia nuestra rectorìa. Cuando volteamos en el freeway y nos dirijiamos sobre una pequeña colina, allì, posada en la carretera en frente de nosotros estaba la màs hermosa, enorme, luna que alguna vez hayamos visto. Como el atardecer, esta parecìa literalmente estar sentado en la mitad de la carretera y extenderse tan alto en el cielo como podría el cielo. Por dos y media millas, lo observamos en completo silencio.

Cuando volteamos a nuestra vìa de acceso, la luna desapareció. “Joetta, què te recuerda todo esto? “Apocalipsis Capìtulo 12” ella dijo: “una gran y maravillosa señal apareció en el cielo: una mujer cerca del sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de 12 estrellas sobre su cabeza”. Hasta ese momento supimos que no solo el Espíritu Santo nos estaba llevando a la Iglesia Católica, sino que Maria estaba dirigiendo el camino.

Dos meses màs tarde Joetta y yo nos arrodillamos en una pequeña Capilla de la Universidad del Campus Tulsa y oramos la Consagración al Corazón Inmaculado de Marìa. Nuestro amor por ella es sin lìmites. Yo tenìa miedo que ella pudiera de alguna manera alejarme de mi amor a Jesús, pero lo que he encontrado es que mi amor por Cristo ha profundizado màs alla de la medida. Verdaderamente nuestra copa rebosa!

El 12 de Setiembre de 1997, yo entreguè mis papeles de ordenación al Obispo Bruce Blake de la Iglesia Metodista Unida. Al hacer esto yo abandonè 30 años de Ministro Protestante para convertirme un Católico. Para muchos de mis colegas este fuè un horrible error, pero para Joetta y para mi fuè: “REGRESO A CASA”.

En Enero hicimos una peregrinación a Roma para simbolizar nuestro deseo de colocarnos bajo la autoridad del Papa Juan Pablo II y la Iglesia Católica Romana. En Marzo, Joetta y yo hicimos una peregrinación a un lugar Mariano en el Este de Europa para agradecerle a la Bendita Madre de traernos dentro de la Iglesia. Ahora estamos esperando con gran anticipación para ser recibidos en completa comunión en la Iglesia Católica esta próxima Vigilia Pascual. Esta serà la culminación de 23 meses de odisea que transformò nuestras vidas. Gracias Marìa por querernos en casa.




(Larry Lewis tiene un grado Master de Divinidad del Phillips Theological Seminary y es un regular candidato a Doctor en el Oral Roberts University donde su investigación se basa en apologètica Católica. Los Lewis tienen tres hijas casadas y cinco nietos.)

con gusto les respondo lean pasientemente en amor humildad en DIOS........DETENIDAMENTE.......
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

LUCAS 6.....
37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados..
ES UNAS DE LAS BASES CRISTIANAS DOCTRINA Y COLUMNA DEL AMOR......
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

LUCAS 6.....
37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados..
ES UNAS DE LAS BASES CRISTIANAS DOCTRINA Y COLUMNA DEL AMOR......

1 JUAN 19-21

2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
2:20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
2:21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
2:22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
2:23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
2:24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
AQUI HABLA DE LA SUCECION APOSTOLICA UNA SOLA DOCTRINA UNA SOLA VERDAD UNA SOLA IGLESIA Y LA LUZ DE LA VERDAD DE TODA VERDAD.....SI PERMANECES UNIDOS Y NO TE SEPARAS DE LA VERDADERA DOCTRINA TIENES EL DERECHO DE AMAR LA PALABRA EN ACCION EN AMOR PLENO ENH TODO LO QUE DICES,Y HACES ....NADA DE RENCOR ES SER VERDADERO CRISTIANOS,Y DE LA SANAS DOCTRINAS DADAS POR LOS APOSTOLES MIRATE POR DENTRO Y NO MIRES LA ESPINAS DEL OTRO PORQUE PUEDES TENER UNA VIGA IMENEZA,DICE JESUS MUICHOS SON LOS LLAMADOS Y POCOS ESCOGIDOS ....Y RECORDAD LA IGLESIA ES DIRIGIAS POR HOMBRE( NO SON PERFECTO SOLO DIOS ES PERFECTO) Y NO SIGNIFICA QUE SEA FALSA LA IGLESIA ES SANTA SI ME LO CONTRADICES ES CONTRADICIR TODO LO QUE DICE EN EL NUEVO TESTAMENTO " LA NUEVA ALIANZA"....
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

HECHO 5.
28 y les dijo: «Os prohibimos severamente enseñar en ese nombre, y sin embargo vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.»
29 Pedro y los apóstoles contestarón: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

30 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero.
31 A éste le ha exaltado Dios con su diestra como Jefe y Salvador, para conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados.
32 Nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo que ha dado Dios a los que le obedecen.»
34 Entonces un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, con prestigio ante todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín. Mandó que se hiciera salir un momento a aquellos hombres,

35 y les dijo: «Israelitas, mirad bien lo que vais a hacer con estos hombres.
36 Porque hace algún tiempo se levantó Teudas, que pretendía ser alguien y que reunió a su alrededor unos cuatrocientos hombres; fue muerto y todos los que le seguían se disgregaron y quedaron en nada.
37 Después de éste, en los días del empadronamiento, se levantó Judas el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos los que le habían seguido se dispersaron.

38 Os digo, pues, ahora: desentendeos de estos hombres y dejadlos. Porque si esta idea o esta obra es de los hombres, se destruirá;(ver si es falsa la iglesia de cristo fundada directamente la catolica)
39 pero si es de Dios, no conseguiréis destruirles. No sea que os encontréis luchando contra Dios.» Y aceptaron su parecer.
16 Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

MATEO 16
17 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos.


18 Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.


19 Y á ti daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

Saludos Rafael Luis.

Que Dios te bendiga ricamente.


Querido Rafael quisiera poder dialogar contigo, si es que te interesa que nos edifiquemos mutuamente, pero para poder hacerlo necesito platicar contigo, y me da la impresion de que te escondes detras de las palabras de otras personas, supongo que me estas pidiendo que conteste ese escrito, pero este es un foro de debate, no de reseñas o de criticas de libros y folletos, pero te contesto ese escrito, si tu me contestas el comentario de Matew Henry punto por punto.

Ahora si prefieres que tu y yo dialogemos de nuestras convicciones, basados en la biblia, yo estoy encantado, y me gustaria mucho poder hacerlo, por favor de ser asi hazmelo saber y nos ponemos de acuerdo, sobre el topico que vamos a manejar.

Espero tu amable respuesta.

Que Dios te guarde y te guie.
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

Si tan solo le pidieran la dirección al Señor Jesucristo, de lo que se ha de hacer, de donde se debe ir, de lo que se debe hablar, y con quien hablar, las cosas serian muy diferentes, se entenderían los propositos del Señor. Un largo y extenso relato de conversión de uno que dice haber pertenecido al pentecostalismo, y llegar al catolicismo, se trata de un ex pastor, que predico acerca de la idolatria, de la no comunión entre la luz con las tinieblas, la no comunión de Cristo con belial, el no acuerdo entre el templo del Dios Viviente con los idolos, el no unión en yugo desigual con los incredulos y adoradores y veneradores de imagenes y esculturas hechas por manos de hombres, para posteriormente caer rendido de rodillas ante ellos para servirles, que nos dice todo esto, que estuvo en medio nuestro, pero no era de los nuestros por largo tiempo estuvo en medio de nosotros, pero no era de nosotros, por eso salio de nosotros, porque no era de nosotros.

Varones de Dios, ustedes que han nacido en el Evangelio,tambien ustedes varones de Dios que con los años fueron traidos del catolicismo al Evangelio Bendito de nuestro Señor Jesucristo, del cual soy uno de ellos, debemos tener muy claro, que si somos enviado al catolicismo, no es para volvernos atras, no es para convertirnos a ellos con sus doctrinas que son mandamientos de hombres, sino que Dios nos envia a ellos, a predicarles el Evangelio de poder, a predicarles al Dios Vivo, para que se conviertan de los idolos, al Dios viviente, para que entiendan de una vez, y se sometan a la pàlabra de Dios, a que se graven bien en sus corazones, que no hay otro mediador entre Dios y los hombres, que solo uno es el mediador, y su nombre es Jesús, que no hay otro camino para llegar al padre, que no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en quien podamos ser salvos, solo Jesucristo, nombre que es por sobre nombre, y delante de el toda rodilla debe doblarse, y toda lengua debe confesar, que Jesucristo es el Señor, pàra la gloria de Dios el Padre.
Los dias son malos, y vienen dias pèores, satanas esta desesperado, pòrque sabe perfectamemnte, que le queda poco tiempo, esta recurriendo a todas sus artimañas, astucias y sutilesas para engañar y confundir las mentes y los corazones, esta empèñado en desacreditar y en desprestigiar la iglesia de nuestro Señor Jesucristo, es manifiesta la preocupación del clero catolico romano, por el abandono de sus fieles, siendo estos traidos al redil de las ovejas del Señor Jesús. Esto esta escrito, lo dijo Jesús, tambien hay ovejas que son de otro redil, las cuales debo traer. Y es lo que esta haciendo, es por ello la preocupación del catolicismo apostolico romano.
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

Si tan solo le pidieran la dirección al Señor Jesucristo, de lo que se ha de hacer, de donde se debe ir, de lo que se debe hablar, y con quien hablar, las cosas serian muy diferentes, se entenderían los propositos del Señor. Un largo y extenso relato de conversión de uno que dice haber pertenecido al pentecostalismo, y llegar al catolicismo, se trata de un ex pastor, que predico acerca de la idolatria, de la no comunión entre la luz con las tinieblas, la no comunión de Cristo con belial, el no acuerdo entre el templo del Dios Viviente con los idolos, el no unión en yugo desigual con los incredulos y adoradores y veneradores de imagenes y esculturas hechas por manos de hombres, para posteriormente caer rendido de rodillas ante ellos para servirles, que nos dice todo esto, que estuvo en medio nuestro, pero no era de los nuestros por largo tiempo estuvo en medio de nosotros, pero no era de nosotros, por eso salio de nosotros, porque no era de nosotros.

Varones de Dios, ustedes que han nacido en el Evangelio,tambien ustedes varones de Dios que con los años fueron traidos del catolicismo al Evangelio Bendito de nuestro Señor Jesucristo, del cual soy uno de ellos, debemos tener muy claro, que si somos enviado al catolicismo, no es para volvernos atras, no es para convertirnos a ellos con sus doctrinas que son mandamientos de hombres, sino que Dios nos envia a ellos, a predicarles el Evangelio de poder, a predicarles al Dios Vivo, para que se conviertan de los idolos, al Dios viviente, para que entiendan de una vez, y se sometan a la pàlabra de Dios, a que se graven bien en sus corazones, que no hay otro mediador entre Dios y los hombres, que solo uno es el mediador, y su nombre es Jesús, que no hay otro camino para llegar al padre, que no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en quien podamos ser salvos, solo Jesucristo, nombre que es por sobre nombre, y delante de el toda rodilla debe doblarse, y toda lengua debe confesar, que Jesucristo es el Señor, pàra la gloria de Dios el Padre.
Los dias son malos, y vienen dias pèores, satanas esta desesperado, pòrque sabe perfectamemnte, que le queda poco tiempo, esta recurriendo a todas sus artimañas, astucias y sutilesas para engañar y confundir las mentes y los corazones, esta empèñado en desacreditar y en desprestigiar la iglesia de nuestro Señor Jesucristo, es manifiesta la preocupación del clero catolico romano, por el abandono de sus fieles, siendo estos traidos al redil de las ovejas del Señor Jesús. Esto esta escrito, lo dijo Jesús, tambien hay ovejas que son de otro redil, las cuales debo traer. Y es lo que esta haciendo, es por ello la preocupación del catolicismo apostolico romano.

te diria a ti si se puede llamar hermano porque todo aquel que hace la voluntad del padre es hermano de la palabra en accion y la accion es la palabra y si me hablas de idolatria comensemos con las tantas iglesias evangelicas creados por los gustos personales sin importar las doctrinas verdaderas planteadas en efesios 4 3 al 6 ,12 al 16 1 de corintio cap 11 23 al 26 1 de juan cap 2 .vers 19 al 21 y romano 16 vers 17 y hay que recordar las avertencias planteadas planteadas en timoteos y demas cartas me das penas .que autoridad tienes de hablar de idolatrias si ustedes mismos son idolatras y creadores de falsas doctrinas y no podria decir que todo porque ya son muchos los evangelicos que se estan uniendo a la verdaderas palabra y no por el pensamiento humano y el odio ,el rencor que aleja a la verdadera fe . porque no vemos el injerto que han creado aquel ministerio llamado "creciendo en gracia" utilizando el sello de la bestias 666 veamos en nicaragua se hicieron tatuaje del 666 y que nos dice el antiguo testamento sobre los tatuajes ....que autoridad me hablas ....veo que no has leido nada...de los arameos los hermanos maronitas que si conocen la palabra y lo han hecho en accion defendiendo la religion cristiana ante los ataques de los musulmanes y demas religiones elllos si que conocen el verdadero mudismo arameo y que creen en la unidad cristiana catolica ...en mi pais son muchos los evangelicos que se estan pasando al catolisismo....y no dejandoce llevar como niños en doctrinas falsas ...te pregunto donde nacieron ustedes y que biblia ustedes utilizan la biblia aprobada en el concilio de Nicea y enumeradas por los padres de la iglesia hechas EN versos por los santos monjes que ustedes hablan que son idolatras entonces me quieres decir que todo el contenido es de idolatria, que la palabra de Dios es llena de idolatria es falsa .....y que otras faltas... el nombre de jehova es el correcto...afirmamelo porque ya muchos evangelicos utilizan el nombre de yavhe o yhawe y tienen en sus nuevas biblia aquel nombre... que me dices de la santa sena que decian que era satanica ...y ahora se contradicen ...y que mas si se quedaron solo en el mana .....que comieron pero luego murieron nuestros padres hebreos y nosotros los catolicos los que comen de su cuerpo y sangre vivira para la vida eterna ....leiste no lo creo....san juan 6 vers.22 -71 veras lo increible mas de 40 versiculos que versan sobre la sena del señor....y que nos dice Pablo en Corintio sobre las veces necesaria de la celebracion de la santa comunion ....me hablas con sobervia eso no es de Dios.....solo los hijos del demonios son sobervio y no son capaces de doblar rodillas....me hablas de hombre que pena me das .....te dejo este reportaje de su ministerio en gracias....
la prensa nicaraguence...

Preparados para ser edificados por el anticristo”



Un periodista asiste a sus reuniones y cuenta lo que vio





Carlos Salinas Maldonado
Primera Entrega
[email protected]
Un líder nada humilde


Los representantes de Creciendo en Gracia dicen que esta congregación cuenta con un mil fieles en Nicaragua. Está en el país desde 1997 y tiene “academias” —como llaman a sus sedes— en Managua, Estelí, Chinandega, Matagalpa, donde asisten los miembros.





Los seguidores aceptan a Miranda como la segunda reencarnación de Cristo y dicen que la voz de él es la voz de Dios.

Para ellos, los lujos con que cuenta Miranda (un BMW último modelo blindado, un jet privado, una casa de lujo en la Florida y joyas) son regalos de gente que cree en él y lo adoran como su apóstol.

El “obispo” Saúl Chávez compara estos excesos de lujo como los que según él tuvo el Cristo bíblico, hombre de mundo que vivió como rey gracias a la bondad de sus amigos, en contraposición con el ser ejemplo de humildad y milagroso descrito por el cristianismo.






Dinero a Miami




Saúl Chávez, representante de Creciendo en Gracia en Nicaragua, dice que el 30 por ciento de lo recaudado en Nicaragua se envía a la sede central de la Iglesia en Miami, donde vive con muchos lujos José Luis de Jesús Miranda, el llamado anticristo.





Una iglesia que proclama que el pecado no existe y que nadie se va al infierno por beber, bailar o mantener relaciones sexuales; donde su pastor dice que “todo hombre quiere sexo...”, que pide ofrenda y vive con lujos de ellas. Así es Creciendo en Gracia, la secta liderada por el puertorriqueño José Luis de Jesús Miranda, autoproclamado Jesucristo hombre, quien vende supuestamente progreso y sabiduría a sus seguidores.

Me encontré en una tarde calurosa con unas 70 personas en la antigua sala del Cine María recién restaurada, que ahora sirve de sede a la “iglesia”.

En la entrada los nuevos éramos saludados con un “bendecido con todas las bendiciones” por dos mujeres que apuntaban nuestros nombres, entregaban papeles de la iglesia y un sobre que es destinado para la ofrenda.

Ocupé una butaca de la última fila, entretanto las personas comenzaban a entrar para escuchar el sermón.

Mientras se preparaban para escuchar los cantos “religiosos”, las mujeres se abanicaban con papeles y los hombres se secaban el sudor con sus pañuelos, pues la sala aunque restaurada no cuenta con el aire acondicionado que décadas atrás enfriaba el lugar.

Como karaoke

Todos parecían esperar la proyección de una película. En el lugar donde estaba la antigua pantalla de cine, comienza a proyectarse la imagen de una joven guapa, vestida con un traje morado, de saco y falda corta, que junto a un coro y músicos anuncia la hora de alabar al líder, el puertorriqueño José Luis de Jesús Miranda, a quien sus seguidores llaman “papi”.

Como en un karaoke, la mujer comienza a cantar mientras en la parte inferior de la pantalla aparecen las letras de las melodías, que los fieles nicas siguen de pie y con aplausos.

La música se detiene después de cuatro canciones. En ese momento se corta la transmisión y sube al escenario Saúl Chávez, a quien los fieles llaman “el representante de papi”. Este técnico en electromedicina, de 42 años, es el “obispo” de Creciendo en Gracia en Nicaragua. Vestido con un saco negro, con la frente sudada por el calor sofocante, llama a los fieles a declararse “bendecidos, libres de toda deuda” y les pide que depositen el sobrecito con la ofrenda en sendos sacos que cargan dos personas a la orilla de la tarima.

Chávez reconocería más tarde, en una entrevista, que los ingresos de la iglesia han aumentado en los último meses, por lo que él llama la generosidad de los seguidores. Sin embargo se niega a dar cifras exactas para evitar “malas interpretaciones”.

Una vez terminada la recaudación, el mismo Chávez presenta a Miranda: “¡Preparados, bendecidos, para ser edificados por el anticristo! ¡Recibamos al rey de reyes y señor de señores!”, grita, logrando una respuesta inmediata del público: apoteosis total, éxtasis, aplausos, silbidos, manos alzadas y muchos “Aba, padre” --algo así como el “amén” de las otras religiones—.

“Buenas tardes, los amo, se ven bellos”, saluda desde la pantalla Miranda, con su acento puertorriqueño, reemplazando las eres por las eles y a veces utilizando términos en inglés.

Pasado de peso, vistiendo un saco gris y acercándose continuamente el pañuelo para limpiarse el rostro, el “apóstol” comienza a anunciar los avances de la iglesia, la “generosidad” de algunos seguidores que donan dinero y bienes y a arremeter contra la Iglesia católica y sus líderes.

“Todo hombre quiere...”

Con un lenguaje crudo, sin miramientos, Miranda continúa: “Todo hombre quiere sexo, sea por detrás o por delante. Entonces, cuando lo metes a la Iglesia católica se finge con sus cotonas, pero la naturaleza lo llama. Entonces, no le sigas prestando a tus hijos”, afirma en alusión a los escándalos de pedofilia que sacuden al catolicismo, mientras en la sala de cine el centenar de seguidores explota en risas y aplausos.

Creciendo en Gracia ha saltado a los titulares de periódicos en las últimas semanas por la particularidad de su fundador y líder, a quien se le ha negado el ingreso a El Salvador, Guatemala y Honduras, y quien despierta gran controversia en su país, Puerto Rico, donde miles se oponen a su congregación.

Miranda se ha proclamado Dios hecho hombre, Jesucristo en su segunda reencarnación y más recientemente como el anticristo. Ha explicado que su congregación se financia con “donaciones voluntarias” de sus fieles, y en sus discursos despotrica contra el catolicismo o las iglesias evangélicas y protestantes.

Satélite e internet

Las conferencias son transmitidas a través de Telegracia, la red de comunicación que a través de televisión por satélite, radio e internet, transmite el mensaje de Creciendo en Gracia y su líder, quien también define la congregación como el Gobierno de Dios en la Tierra, a los 33 países donde esta Iglesia tiene sedes.

Es precisamente este soporte en las nuevas tecnologías una de las particularidades de la secta. Durante las sesiones que se llevan a cabo en Managua —que se realizan los miércoles y domingos—, los fieles de Creciendo en Gracia acuden para escuchar no al “obispo” de Miranda en Nicaragua, Saúl Chávez, sino al propio líder hablando desde la Florida.

Las extravagancias de este autollamado Jesucristo y de su Iglesia han puesto en alerta a la Iglesia católica y evangélica, hasta el punto de que apelan al Gobierno para que no le permita la entrada a Miranda al país, tal y como han anunciado los líderes de Creciendo en Gracia.

Pero no sería la primera vez que el líder llega a Nicaragua. Según Saúl Chávez, Miranda ha estado en el país en nueve ocasiones, la primera en 1997, cuando participó en una sesión religiosa en el Olof Palme, que marcó el inició de esta Iglesia en Nicaragua. En esa ocasión, Chávez —quien se había enterado de la existencia de Creciendo en Gracia por un residente en EE.UU. que había llegado a Nicaragua—, solicitó que se iniciaran formalmente las reuniones en el país.

RECHAZADO POR SU FAMILIA

Al día siguiente regresé al antiguo cine. Había sido invitado por miembros de la congregación que me explicaron que habría una sesión en la que decenas de personas cumplirían uno de los principales ritos que exige su Iglesia y que consiste en tatuarse los símbolos “666”, en el brazo izquierdo, y SSS (Salvo. Siempre. Salvo), en el derecho.

En esa ocasión me encontré con Manolo, un joven jardinero de 29 años, quien desde hace cinco forma parte de la congregación. Originario de Nagarote, Manolo asiste puntualmente a las sesiones de la secta, que sus seguidores llaman ministerio, a pesar de que la pertenencia a este movimiento hizo que su familia lo rechazara.

Moreno, bajo de estatura, Manolo lleva unos pantalones anchos, de esos que llaman “cholos”, una larga camiseta que le pasa la cintura y carga a sus espaldas una mochila con imágenes de Miranda. Dice que tiene cuatro meses de haber llegado a la capital, donde una familia del “ministerio” le ha empleado como jardinero.

Debajo de un cartel que proclama a José Luis de Jesús Miranda como el conocedor de la verdad divina, está la mesa de tatuajes donde un joven blanco se da a la tarea de marcar para siempre a los seguidores.

Manolo aprecia la escena, mientras explica que no cree que le toque su turno hoy, porque el joven que realiza los tatuajes sólo podrá trabajar con ocho personas. Manolo sale de la improvisada sala de tatuajes, el antiguo lobby del Cine María, para calmar un poco el sofocante calor que impera en la habitación.

“Mi familia no acepta que pertenezca al ministerio”, dice con la vista puesta en el grupo que rodea a un joven moreno, que deja que le marquen el brazo derecho con tres grandes eses en estilo gótico. “Me rechazan por haber entrado, pero en realidad me siento bien, porque ésta es la verdadera religión”, dice, y explica que entró a la congregación por un vecino de Nagarote que es miembro de la secta.

Católicos alerta

“La Iglesia es respetuosa de la libertad de culto”, afirma monseñor Sócrates René Sándigo, “pero cuando aparece un grupo que no beneficia a la sociedad, sino que contribuye a dividirla, a dividir a la familia y crea violencia, la Iglesia exhorta a las autoridades competentes a que estén atentas a las consecuencias negativas que puede causar en Nicaragua”.

Sándigo tilda de “desequilibrado” a Miranda y lo acusa de manipular la Biblia. De sus seguidores dice que son personas con problemas de estabilidad y afectivos, a pesar de que muchos de los que asisten a las sesiones de Creciendo en Gracia, dicen haber pertenecido al catolicismo y a religiones protestantes, y afirman que en ninguna de ellas se sintieron tan bien.

Sobre el tema, monseñor Sándigo es tajante: “El catolicismo vive un proceso de cambios de lo tradicional a algo más comprometido. Los que se van no se han ajustado a este proceso, por lo que han preferido algo más fácil que dé respuesta a sus emociones y sentimientos. No son los mejores católicos los que se van. Nos quedamos con personas con mayor compromiso”.

¿Quién es José Luís de Jesús Miranda?

José L. de J. Miranda es un hombre puertorriqueño de unos 60 años de edad, líder de la secta “Creciendo en Gracia” (CEG), con su sede principal en Miami, Estados Unidos.

Nacido en Ponce, Puerto Rico el 22 de Abril de 1942, en un barrio pobre, se convirtió en adicto a la heroína a la edad de 14 años. También estuvo en la cárcel por robo.
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Estuvo transitando por varias religiones, hasta que por una supuesta “visión” se constituyó en “un enviado del señor” durante una noche en la cual él mismo dice que Jesús “vino y se integró en mí”.

En 1988 fundó en Miami la secta que actualmente preside, Creciendo en Gracia (CEG), la cual cuenta con sedes en varios países de América y Europa, con unas 300 congregaciones y 200 pastores. Esta secta cuenta con amplios medios de comunicación masiva como Internet, una televisión que trasmite las 24 horas, más de 250 programas radiofónicos. Miranda afirma contar con más de cien mil seguidores.

José Luís de Jesús Miranda afirma ser: “Doctor”, “Apóstol”, “Jesucristo hombre”, y la última: “Anticristo”.

Así es. Por ridículo que parezca todo esto, este hombre no tiene reparos en afirmar que él es el mismo “Jesucristo hombre”, y aún el “Anticristo”. Sus extravagancias han hecho noticia, pues más encima, ahora le dio por tatuarse el “666”, acto imitado por sus seguidores que hicieron ciegamente lo mismo.

es aclamado por sus fieles mientras revela sus insanos tatuajes:





Todo esto no sería noticia, ni tampoco me hubiera dado la molestia de escribir al respecto, si es que este hombre no tuviese la cantidad de seguidores que tiene. Y si es increíble que una sola persona le crea, cuánto más es que le crean diez, cien, mil personas… hasta el punto de marcar su piel de por vida con el “666”.

En sus comienzos, el pequeño grupo que se denominó “Creciendo en gracia” lo proclamó como “Apóstol” en 1993. En 1988 se autoproclamó como “la encarnación del Apóstol Pablo”; el 2004 dijo ser “Jesucristo hombre”, y ahora - año 2007 - es ni más ni menos, según él, el Anticristo.

Y para que hablar de sus aberraciones doctrinales. Simplemente, no hay suficiente espacio para escribir de aquello, mejor me limito a escribir lo específico acerca de la persona de Miranda.

Ante la pregunta de quién es él, vamos a ver que opina él mismo y sus seguidores, y también sus detractores:


¿Quién es José Luís de Jesús Miranda? Opinión de sus adeptos y de él mismo:

- Jesucristo hombre
- El anticristo
- Papi (Así le llaman sus seguidores)
- Doctor (Aunque no terminó ni la escuela secundaria)
- Apóstol (¡Que raro! Y yo que pensaba que eran doce…)

Con el paso del tiempo sus atributos, encarnaciones y títulos van engordando más y más.


¿Quién es José Luís de Jesús Miranda? Opinión de sus detractores:

- Un falso profeta
- Un charlatán
- Un manipulador
- Un peligro
- Un loco

Ante estos dos frentes de opinión, los cristianos debemos optar por una, pues nosotros tenemos que tener una opinión firme frente a temas como éste; y obviamente yo me voy por el lado de los que están en contra de este falso profeta. ¿Por qué? Por lo siguiente:
No creo en José Luís de Jesús Miranda, porque:

1.- Es un mentiroso.

Dice ser “doctor” sin tener más estudios que la primaria, pues no terminó siquiera sus estudios secundarios.
Dice ser “Jesucristo hombre”, cuando ese título le pertenece exclusivamente al Señor Jesús…. Creo que este punto no merece más explicación ¿O sí?
Predica una infinidad de aberraciones mentirosas, entre ellas, dice que “el pecado no existe”…

2.- Porque el Señor anunció que vendrían sujetos como éste para engañar.


“Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.” (Marcos 13:22)


¡Ojo! Que éste ni siquiera ha hecho una señal, entonces me pregunto ¿Qué será cuando aparezcan los falsos maestros que puedan hacer señales y prodigios?


3.- Porque no tiene vergüenza alguna.

Aparte de sus engaños doctrinales, están sus artimañas para embaucar y estafar a la gente, los cuales ciegamente le dan su dinero para hacerse rico. Y de esto, él no tiene ninguna vergüenza de lucir todas sus posesiones que ha adquirido con estas estafas, entre las cuales están sus carros de último modelo, trajes caros y costosas joyas. Además viaja en avión primera clase y es custodiado por 14 guardaespaldas.

Toda esta opulencia económica la reconoce Edward Orellana, uno de sus “obispos”, el cual en una entrevista realizada por el diario “La Prensa” explica:


“…Jesús de Nazareth venía bajo un pacto de maldición, entonces venía como pobre porque venía a cumplir la ley, ahora la manifestación de Jesucristo hombre es totalmente contraria... ahora que es el reinado de Jesucristo hombre, viene bajo un pacto de gracia, diferente, es un hombre millonario, no por jactancia o soberbia porque es sencillo, pero a él le toca gobernar con la herencia de todas las naciones.”


Y la Biblia dice esto al respecto:


“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (2Pedro 2:1-3)


Es evidente; es un mercader que se hace rico con las almas que engaña y ni siquiera tiene vergüenza de exponer en su web que los visitantes tienen el “privilegio de sembrar desde cualquier parte del mundo mediante una tarjeta de crédito”.


4.- Porque sus aberraciones doctrinales son innumerables.

Simplemente saturaría el servidor de Blogger llenándolo con palabras en un post que cuente sus aberraciones doctrinales en donde usando versículos de la Biblia, las extrae y las manipula su antojo con enseñanzas completa y descaradamente fuera de contexto.


En resumen ¿Quién es José Luís de Jesús Miranda?

Para mí, desde el punto de vista humano y bíblico es un sinvergüenza y uno de esos falsos cristos que ya había anunciado el Señor que aparecerían en este tiempo .

Sinceramente, espero que tú no seas uno de sus esclavos, y si lo eres, considera todo esto, pues las sectas como CEG tienen un poder de persuasión tal que te impiden pensar, razonar y ver lo que está en frente de tus ojos. te puedo seguir escribiendo....mas
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

te diria a ti si se puede llamar hermano porque todo aquel que hace la voluntad del padre es hermano de la palabra en accion y la accion es la palabra y si me hablas de idolatria comensemos con las tantas iglesias evangelicas creados por los gustos personales sin importar las doctrinas verdaderas planteadas en efesios 4 3 al 6 ,12 al 16 1 de corintio cap 11 23 al 26 1 de juan cap 2 .vers 19 al 21 y romano 16 vers 17 y hay que recordar las avertencias planteadas planteadas en timoteos y demas cartas me das penas .que autoridad tienes de hablar de idolatrias si ustedes mismos son idolatras y creadores de falsas doctrinas y no podria decir que todo porque ya son muchos los evangelicos que se estan uniendo a la verdaderas palabra y no por el pensamiento humano y el odio ,el rencor que aleja a la verdadera fe . porque no vemos el injerto que han creado aquel ministerio llamado "creciendo en gracia" utilizando el sello de la bestias 666 veamos en nicaragua se hicieron tatuaje del 666 y que nos dice el antiguo testamento sobre los tatuajes ....que autoridad me hablas ....veo que no has leido nada...de los arameos los hermanos maronitas que si conocen la palabra y lo han hecho en accion defendiendo la religion cristiana ante los ataques de los musulmanes y demas religiones elllos si que conocen el verdadero mudismo arameo y que creen en la unidad cristiana catolica ...en mi pais son muchos los evangelicos que se estan pasando al catolisismo....y no dejandoce llevar como niños en doctrinas falsas ...te pregunto donde nacieron ustedes y que biblia ustedes utilizan la biblia aprobada en el concilio de Nicea y enumeradas por los padres de la iglesia hechas EN versos por los santos monjes que ustedes hablan que son idolatras entonces me quieres decir que todo el contenido es de idolatria, que la palabra de Dios es llena de idolatria es falsa .....y que otras faltas... el nombre de jehova es el correcto...afirmamelo porque ya muchos evangelicos utilizan el nombre de yavhe o yhawe y tienen en sus nuevas biblia aquel nombre... que me dices de la santa sena que decian que era satanica ...y ahora se contradicen ...y que mas si se quedaron solo en el mana .....que comieron pero luego murieron nuestros padres hebreos y nosotros los catolicos los que comen de su cuerpo y sangre vivira para la vida eterna ....leiste no lo creo....san juan 6 vers.22 -71 veras lo increible mas de 40 versiculos que versan sobre la sena del señor....y que nos dice Pablo en Corintio sobre las veces necesaria de la celebracion de la santa comunion ....me hablas con sobervia eso no es de Dios.....solo los hijos del demonios son sobervio y no son capaces de doblar rodillas....me hablas de hombre que pena me das .....te dejo este reportaje de su ministerio en gracias....
la prensa nicaraguence...

Preparados para ser edificados por el anticristo”



Un periodista asiste a sus reuniones y cuenta lo que vio





Carlos Salinas Maldonado
Primera Entrega
[email protected]
Un líder nada humilde


Los representantes de Creciendo en Gracia dicen que esta congregación cuenta con un mil fieles en Nicaragua. Está en el país desde 1997 y tiene “academias” —como llaman a sus sedes— en Managua, Estelí, Chinandega, Matagalpa, donde asisten los miembros.





Los seguidores aceptan a Miranda como la segunda reencarnación de Cristo y dicen que la voz de él es la voz de Dios.

Para ellos, los lujos con que cuenta Miranda (un BMW último modelo blindado, un jet privado, una casa de lujo en la Florida y joyas) son regalos de gente que cree en él y lo adoran como su apóstol.

El “obispo” Saúl Chávez compara estos excesos de lujo como los que según él tuvo el Cristo bíblico, hombre de mundo que vivió como rey gracias a la bondad de sus amigos, en contraposición con el ser ejemplo de humildad y milagroso descrito por el cristianismo.






Dinero a Miami




Saúl Chávez, representante de Creciendo en Gracia en Nicaragua, dice que el 30 por ciento de lo recaudado en Nicaragua se envía a la sede central de la Iglesia en Miami, donde vive con muchos lujos José Luis de Jesús Miranda, el llamado anticristo.





Una iglesia que proclama que el pecado no existe y que nadie se va al infierno por beber, bailar o mantener relaciones sexuales; donde su pastor dice que “todo hombre quiere sexo...”, que pide ofrenda y vive con lujos de ellas. Así es Creciendo en Gracia, la secta liderada por el puertorriqueño José Luis de Jesús Miranda, autoproclamado Jesucristo hombre, quien vende supuestamente progreso y sabiduría a sus seguidores.

Me encontré en una tarde calurosa con unas 70 personas en la antigua sala del Cine María recién restaurada, que ahora sirve de sede a la “iglesia”.

En la entrada los nuevos éramos saludados con un “bendecido con todas las bendiciones” por dos mujeres que apuntaban nuestros nombres, entregaban papeles de la iglesia y un sobre que es destinado para la ofrenda.

Ocupé una butaca de la última fila, entretanto las personas comenzaban a entrar para escuchar el sermón.

Mientras se preparaban para escuchar los cantos “religiosos”, las mujeres se abanicaban con papeles y los hombres se secaban el sudor con sus pañuelos, pues la sala aunque restaurada no cuenta con el aire acondicionado que décadas atrás enfriaba el lugar.

Como karaoke

Todos parecían esperar la proyección de una película. En el lugar donde estaba la antigua pantalla de cine, comienza a proyectarse la imagen de una joven guapa, vestida con un traje morado, de saco y falda corta, que junto a un coro y músicos anuncia la hora de alabar al líder, el puertorriqueño José Luis de Jesús Miranda, a quien sus seguidores llaman “papi”.

Como en un karaoke, la mujer comienza a cantar mientras en la parte inferior de la pantalla aparecen las letras de las melodías, que los fieles nicas siguen de pie y con aplausos.

La música se detiene después de cuatro canciones. En ese momento se corta la transmisión y sube al escenario Saúl Chávez, a quien los fieles llaman “el representante de papi”. Este técnico en electromedicina, de 42 años, es el “obispo” de Creciendo en Gracia en Nicaragua. Vestido con un saco negro, con la frente sudada por el calor sofocante, llama a los fieles a declararse “bendecidos, libres de toda deuda” y les pide que depositen el sobrecito con la ofrenda en sendos sacos que cargan dos personas a la orilla de la tarima.

Chávez reconocería más tarde, en una entrevista, que los ingresos de la iglesia han aumentado en los último meses, por lo que él llama la generosidad de los seguidores. Sin embargo se niega a dar cifras exactas para evitar “malas interpretaciones”.

Una vez terminada la recaudación, el mismo Chávez presenta a Miranda: “¡Preparados, bendecidos, para ser edificados por el anticristo! ¡Recibamos al rey de reyes y señor de señores!”, grita, logrando una respuesta inmediata del público: apoteosis total, éxtasis, aplausos, silbidos, manos alzadas y muchos “Aba, padre” --algo así como el “amén” de las otras religiones—.

“Buenas tardes, los amo, se ven bellos”, saluda desde la pantalla Miranda, con su acento puertorriqueño, reemplazando las eres por las eles y a veces utilizando términos en inglés.

Pasado de peso, vistiendo un saco gris y acercándose continuamente el pañuelo para limpiarse el rostro, el “apóstol” comienza a anunciar los avances de la iglesia, la “generosidad” de algunos seguidores que donan dinero y bienes y a arremeter contra la Iglesia católica y sus líderes.

“Todo hombre quiere...”

Con un lenguaje crudo, sin miramientos, Miranda continúa: “Todo hombre quiere sexo, sea por detrás o por delante. Entonces, cuando lo metes a la Iglesia católica se finge con sus cotonas, pero la naturaleza lo llama. Entonces, no le sigas prestando a tus hijos”, afirma en alusión a los escándalos de pedofilia que sacuden al catolicismo, mientras en la sala de cine el centenar de seguidores explota en risas y aplausos.

Creciendo en Gracia ha saltado a los titulares de periódicos en las últimas semanas por la particularidad de su fundador y líder, a quien se le ha negado el ingreso a El Salvador, Guatemala y Honduras, y quien despierta gran controversia en su país, Puerto Rico, donde miles se oponen a su congregación.

Miranda se ha proclamado Dios hecho hombre, Jesucristo en su segunda reencarnación y más recientemente como el anticristo. Ha explicado que su congregación se financia con “donaciones voluntarias” de sus fieles, y en sus discursos despotrica contra el catolicismo o las iglesias evangélicas y protestantes.

Satélite e internet

Las conferencias son transmitidas a través de Telegracia, la red de comunicación que a través de televisión por satélite, radio e internet, transmite el mensaje de Creciendo en Gracia y su líder, quien también define la congregación como el Gobierno de Dios en la Tierra, a los 33 países donde esta Iglesia tiene sedes.

Es precisamente este soporte en las nuevas tecnologías una de las particularidades de la secta. Durante las sesiones que se llevan a cabo en Managua —que se realizan los miércoles y domingos—, los fieles de Creciendo en Gracia acuden para escuchar no al “obispo” de Miranda en Nicaragua, Saúl Chávez, sino al propio líder hablando desde la Florida.

Las extravagancias de este autollamado Jesucristo y de su Iglesia han puesto en alerta a la Iglesia católica y evangélica, hasta el punto de que apelan al Gobierno para que no le permita la entrada a Miranda al país, tal y como han anunciado los líderes de Creciendo en Gracia.

Pero no sería la primera vez que el líder llega a Nicaragua. Según Saúl Chávez, Miranda ha estado en el país en nueve ocasiones, la primera en 1997, cuando participó en una sesión religiosa en el Olof Palme, que marcó el inició de esta Iglesia en Nicaragua. En esa ocasión, Chávez —quien se había enterado de la existencia de Creciendo en Gracia por un residente en EE.UU. que había llegado a Nicaragua—, solicitó que se iniciaran formalmente las reuniones en el país.

RECHAZADO POR SU FAMILIA

Al día siguiente regresé al antiguo cine. Había sido invitado por miembros de la congregación que me explicaron que habría una sesión en la que decenas de personas cumplirían uno de los principales ritos que exige su Iglesia y que consiste en tatuarse los símbolos “666”, en el brazo izquierdo, y SSS (Salvo. Siempre. Salvo), en el derecho.

En esa ocasión me encontré con Manolo, un joven jardinero de 29 años, quien desde hace cinco forma parte de la congregación. Originario de Nagarote, Manolo asiste puntualmente a las sesiones de la secta, que sus seguidores llaman ministerio, a pesar de que la pertenencia a este movimiento hizo que su familia lo rechazara.

Moreno, bajo de estatura, Manolo lleva unos pantalones anchos, de esos que llaman “cholos”, una larga camiseta que le pasa la cintura y carga a sus espaldas una mochila con imágenes de Miranda. Dice que tiene cuatro meses de haber llegado a la capital, donde una familia del “ministerio” le ha empleado como jardinero.

Debajo de un cartel que proclama a José Luis de Jesús Miranda como el conocedor de la verdad divina, está la mesa de tatuajes donde un joven blanco se da a la tarea de marcar para siempre a los seguidores.

Manolo aprecia la escena, mientras explica que no cree que le toque su turno hoy, porque el joven que realiza los tatuajes sólo podrá trabajar con ocho personas. Manolo sale de la improvisada sala de tatuajes, el antiguo lobby del Cine María, para calmar un poco el sofocante calor que impera en la habitación.

“Mi familia no acepta que pertenezca al ministerio”, dice con la vista puesta en el grupo que rodea a un joven moreno, que deja que le marquen el brazo derecho con tres grandes eses en estilo gótico. “Me rechazan por haber entrado, pero en realidad me siento bien, porque ésta es la verdadera religión”, dice, y explica que entró a la congregación por un vecino de Nagarote que es miembro de la secta.

Católicos alerta

“La Iglesia es respetuosa de la libertad de culto”, afirma monseñor Sócrates René Sándigo, “pero cuando aparece un grupo que no beneficia a la sociedad, sino que contribuye a dividirla, a dividir a la familia y crea violencia, la Iglesia exhorta a las autoridades competentes a que estén atentas a las consecuencias negativas que puede causar en Nicaragua”.

Sándigo tilda de “desequilibrado” a Miranda y lo acusa de manipular la Biblia. De sus seguidores dice que son personas con problemas de estabilidad y afectivos, a pesar de que muchos de los que asisten a las sesiones de Creciendo en Gracia, dicen haber pertenecido al catolicismo y a religiones protestantes, y afirman que en ninguna de ellas se sintieron tan bien.

Sobre el tema, monseñor Sándigo es tajante: “El catolicismo vive un proceso de cambios de lo tradicional a algo más comprometido. Los que se van no se han ajustado a este proceso, por lo que han preferido algo más fácil que dé respuesta a sus emociones y sentimientos. No son los mejores católicos los que se van. Nos quedamos con personas con mayor compromiso”.

¿Quién es José Luís de Jesús Miranda?

José L. de J. Miranda es un hombre puertorriqueño de unos 60 años de edad, líder de la secta “Creciendo en Gracia” (CEG), con su sede principal en Miami, Estados Unidos.

Nacido en Ponce, Puerto Rico el 22 de Abril de 1942, en un barrio pobre, se convirtió en adicto a la heroína a la edad de 14 años. También estuvo en la cárcel por robo.
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Estuvo transitando por varias religiones, hasta que por una supuesta “visión” se constituyó en “un enviado del señor” durante una noche en la cual él mismo dice que Jesús “vino y se integró en mí”.

En 1988 fundó en Miami la secta que actualmente preside, Creciendo en Gracia (CEG), la cual cuenta con sedes en varios países de América y Europa, con unas 300 congregaciones y 200 pastores. Esta secta cuenta con amplios medios de comunicación masiva como Internet, una televisión que trasmite las 24 horas, más de 250 programas radiofónicos. Miranda afirma contar con más de cien mil seguidores.

José Luís de Jesús Miranda afirma ser: “Doctor”, “Apóstol”, “Jesucristo hombre”, y la última: “Anticristo”.

Así es. Por ridículo que parezca todo esto, este hombre no tiene reparos en afirmar que él es el mismo “Jesucristo hombre”, y aún el “Anticristo”. Sus extravagancias han hecho noticia, pues más encima, ahora le dio por tatuarse el “666”, acto imitado por sus seguidores que hicieron ciegamente lo mismo.

es aclamado por sus fieles mientras revela sus insanos tatuajes:





Todo esto no sería noticia, ni tampoco me hubiera dado la molestia de escribir al respecto, si es que este hombre no tuviese la cantidad de seguidores que tiene. Y si es increíble que una sola persona le crea, cuánto más es que le crean diez, cien, mil personas… hasta el punto de marcar su piel de por vida con el “666”.

En sus comienzos, el pequeño grupo que se denominó “Creciendo en gracia” lo proclamó como “Apóstol” en 1993. En 1988 se autoproclamó como “la encarnación del Apóstol Pablo”; el 2004 dijo ser “Jesucristo hombre”, y ahora - año 2007 - es ni más ni menos, según él, el Anticristo.

Y para que hablar de sus aberraciones doctrinales. Simplemente, no hay suficiente espacio para escribir de aquello, mejor me limito a escribir lo específico acerca de la persona de Miranda.

Ante la pregunta de quién es él, vamos a ver que opina él mismo y sus seguidores, y también sus detractores:


¿Quién es José Luís de Jesús Miranda? Opinión de sus adeptos y de él mismo:

- Jesucristo hombre
- El anticristo
- Papi (Así le llaman sus seguidores)
- Doctor (Aunque no terminó ni la escuela secundaria)
- Apóstol (¡Que raro! Y yo que pensaba que eran doce…)

Con el paso del tiempo sus atributos, encarnaciones y títulos van engordando más y más.


¿Quién es José Luís de Jesús Miranda? Opinión de sus detractores:

- Un falso profeta
- Un charlatán
- Un manipulador
- Un peligro
- Un loco

Ante estos dos frentes de opinión, los cristianos debemos optar por una, pues nosotros tenemos que tener una opinión firme frente a temas como éste; y obviamente yo me voy por el lado de los que están en contra de este falso profeta. ¿Por qué? Por lo siguiente:
No creo en José Luís de Jesús Miranda, porque:

1.- Es un mentiroso.

Dice ser “doctor” sin tener más estudios que la primaria, pues no terminó siquiera sus estudios secundarios.
Dice ser “Jesucristo hombre”, cuando ese título le pertenece exclusivamente al Señor Jesús…. Creo que este punto no merece más explicación ¿O sí?
Predica una infinidad de aberraciones mentirosas, entre ellas, dice que “el pecado no existe”…

2.- Porque el Señor anunció que vendrían sujetos como éste para engañar.


“Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.” (Marcos 13:22)


¡Ojo! Que éste ni siquiera ha hecho una señal, entonces me pregunto ¿Qué será cuando aparezcan los falsos maestros que puedan hacer señales y prodigios?


3.- Porque no tiene vergüenza alguna.

Aparte de sus engaños doctrinales, están sus artimañas para embaucar y estafar a la gente, los cuales ciegamente le dan su dinero para hacerse rico. Y de esto, él no tiene ninguna vergüenza de lucir todas sus posesiones que ha adquirido con estas estafas, entre las cuales están sus carros de último modelo, trajes caros y costosas joyas. Además viaja en avión primera clase y es custodiado por 14 guardaespaldas.

Toda esta opulencia económica la reconoce Edward Orellana, uno de sus “obispos”, el cual en una entrevista realizada por el diario “La Prensa” explica:


“…Jesús de Nazareth venía bajo un pacto de maldición, entonces venía como pobre porque venía a cumplir la ley, ahora la manifestación de Jesucristo hombre es totalmente contraria... ahora que es el reinado de Jesucristo hombre, viene bajo un pacto de gracia, diferente, es un hombre millonario, no por jactancia o soberbia porque es sencillo, pero a él le toca gobernar con la herencia de todas las naciones.”


Y la Biblia dice esto al respecto:


“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (2Pedro 2:1-3)


Es evidente; es un mercader que se hace rico con las almas que engaña y ni siquiera tiene vergüenza de exponer en su web que los visitantes tienen el “privilegio de sembrar desde cualquier parte del mundo mediante una tarjeta de crédito”.


4.- Porque sus aberraciones doctrinales son innumerables.

Simplemente saturaría el servidor de Blogger llenándolo con palabras en un post que cuente sus aberraciones doctrinales en donde usando versículos de la Biblia, las extrae y las manipula su antojo con enseñanzas completa y descaradamente fuera de contexto.


En resumen ¿Quién es José Luís de Jesús Miranda?

Para mí, desde el punto de vista humano y bíblico es un sinvergüenza y uno de esos falsos cristos que ya había anunciado el Señor que aparecerían en este tiempo .

Sinceramente, espero que tú no seas uno de sus esclavos, y si lo eres, considera todo esto, pues las sectas como CEG tienen un poder de persuasión tal que te impiden pensar, razonar y ver lo que está en frente de tus ojos. te puedo seguir escribiendo....mas

Todo lo que usted aduce, ya lo he denunciado publicamente, porque estos no son de los nuestros, falsos maestros ,falsos profetas,falsos apostoles ministros de satanas, comerciantes de la fé.
Por lo cual, no pertenecen al pueblo de Dios.

El advenimiento se satanas, será con poder, con prodigios, milagros y de señales, es poder engañoso, para que crean la mentira, todos aquellos que se complacen en las injusticias, y no vienen a la verdad que es Cristo el Señor, una de las manifestaciones de satanás, es hacer aparercer virgenes entregando mensajes profeticos, haciendo aparecer imagenes de virgenes derramando lagrimas de sangre, levantando santuarios en aquellos lugares, para arrastrar multitudes a postrarse delante de estas imagenes paganas, donde el comercio religioso es espantoso, y donde los lideres religiosos amparan todo aquello, y programan procesiones detras de estas artimañas de satanas.

Así como hemos denunciamos a aquellos que usted menciona, tambien hemos denunciado a la jerarquia del catolicismo, que tambien incurre en cosas abominables delante del Santo de los Santos, Jesucristo el Señor.
No hay comunión entre la luz con las tinieblas, ni acuerdo entre el templo de Dios y los idolos.


lo que menciona aún no es nada, a visto solamente lo que se hace a vista de los ojos, hay muchas cosas mas, que se hacen en secreto, y que pronto se haran manifiestas, y su asombro será mayor, pero todo ello, no proviene del Evangelio Santo del Señor Jesús, y de ninguno de sus hijos, sino de los hijos de perdición, de los hijos. de satanas.
Haran muchas cosas abominables, y se apoyaran en Dios para ello, pero Dios no esta con ellos, porque Dios aborrece las abominaciones que estos cometen.
Busque a Dios mientras pueda ser hayado, llamele mientras el esta cercano.
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

responde....si ere libre de pecado tira la primera piedra....si tu iglesia es verdadera tira la primera piedra....si nosotros los catolicos y los arameos maronitas del libano y otros lugares del medio oriente salimos de ustedes tire la primera piedra...si el amor no puede vencer el odio tira la primera piedra....si la biblia de nosotro tire la primera piedra....por ello analiza esta palabra....

19
Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que todos no son de nosotros.
20
Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
21
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como á los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad.

veamos otro evangelio...

23Entonces Jesús dijo a sus Discípulos: --De cierto os digo, que Difícilmente Entrará el rico en el reino de los cielos.
24Otra vez os digo que le es Más Fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.

20Y alzando él los ojos hacia sus Discípulos, Decía: "Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
24"Pero ¡ay de vosotros los ricos! Porque Estáis recibiendo vuestro consuelo.
25"¡Ay de vosotros, los que ahora Estáis saciados! Porque tendréis hambre. "¡Ay de vosotros, los que ahora os Reís! Porque lamentaréis y lloraréis.

34Y si dais prestado a aquellos de quienes Esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores dan prestado a los pecadores para recibir otro
tanto.
35"Más bien, amad a vuestros enemigos y haced bien y dad prestado sin esperar Ningún provecho. Entonces vuestra recompensa Será grande,
-----------------------------------------------

El negocio de los predicadores no es nuevo. En Estados Unidos la lista de evangelistas multimillonarios, con grandes activos en cadenas de televisión, universidades privadas y demás empresas, es extensa. Allí esta el ultraderechista conservador Pat Robertson (a quienes todos recordarán del programa del Club 700, que pasaban en Panamá), dueño de una inmensa fortuna, con empresas de minería en Africa financiadas con las donaciones de ayuda a los pobres. También estaba Herbert Armstrong, un archimultimillonario dedicado a descifrar las profecías biblicas que señalaban que Estados Unidos e Inglaterra eran el pueblo escogido por Dios. Armstrong llegó a tener sus propias universidades y fundaciones, financiadas con los dineros de los incautos.
En Panama siempre ha habido evangelistas, pero ninguno había hecho prosperar el negocio hasta los niveles del Sr. Manuel Alvarez, quien ya no se pone el título de Reverendo sino de Apóstol. Alvarez posee una televisora, emisoras de radio, grandes activos en propiedades valoradas en millones de dólares. Esto lo sabíamos desde hace rato, pero ahora ha incursionado en el negocio de las inmobiliarias con una llamada Emaús, de la cual vi un panfleto hace poco mercadeando sus viviendas en serie para "nuestra comunidad". Aparte de eso, tiene ya también una universidad y quién sabe qué mas.
Alvarez, quien hace sólo un par de años declaró en el púlpito frente a sus fieles seguidores que una de sus metas era convertirse en millonario, está seguramente en camino de emular los grandes logros empresariales de Robertson y Armstrong, todo a costilla de versículos bíblicos y por supuesto, de los pobres incautos que compran su salvación.
Y ESTOS SON SANTOS PROFETAS ....ESTOS NO SON ADORADORES A LAS IMAGENES DEL DINEROS NO SON IDOLATRAS ESTOS....
--------------------------------------------------------------------------------


Acaban de descubrir una secta de esas pentescostales en California que vendio diplomas a diestra y siniestra. Los estudiantes ahora estan desilusionados porque fueron estafados por estos pseudocristianos.

No ven como en Panama surge cada dia en cada rincon casas de sectas cuyo objetivo es ganar dinero a costa del reino. Que pena.

ESTOS SON ALGUNOS CASOS.....DE IDOLATRIAS POR FAVOR LEE TODAS LAS CITAS BIBLICA DEL DOCTOR EN TEOLOGIA EVANGELICA Y TE ABRIRA LOS OJOS Y TE ALEJARA DE LAS TINIEBLAS DE ODIO ....Y TE ACERCARA AL VERDADERO AMOR .....
 
Re: Unidad... la verdad lo hara libre JUAN 8:31 59.

responde....si ere libre de pecado tira la primera piedra....si tu iglesia es verdadera tira la primera piedra....si nosotros los catolicos y los arameos maronitas del libano y otros lugares del medio oriente salimos de ustedes tire la primera piedra...si el amor no puede vencer el odio tira la primera piedra....si la biblia de nosotro tire la primera piedra....por ello analiza esta palabra....

19
Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que todos no son de nosotros.
20
Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
21
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como á los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad.

veamos otro evangelio...

23Entonces Jesús dijo a sus Discípulos: --De cierto os digo, que Difícilmente Entrará el rico en el reino de los cielos.
24Otra vez os digo que le es Más Fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.

20Y alzando él los ojos hacia sus Discípulos, Decía: "Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
24"Pero ¡ay de vosotros los ricos! Porque Estáis recibiendo vuestro consuelo.
25"¡Ay de vosotros, los que ahora Estáis saciados! Porque tendréis hambre. "¡Ay de vosotros, los que ahora os Reís! Porque lamentaréis y lloraréis.

34Y si dais prestado a aquellos de quienes Esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores dan prestado a los pecadores para recibir otro
tanto.
35"Más bien, amad a vuestros enemigos y haced bien y dad prestado sin esperar Ningún provecho. Entonces vuestra recompensa Será grande,
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El negocio de los predicadores no es nuevo. En Estados Unidos la lista de evangelistas multimillonarios, con grandes activos en cadenas de televisión, universidades privadas y demás empresas, es extensa. Allí esta el ultraderechista conservador Pat Robertson (a quienes todos recordarán del programa del Club 700, que pasaban en Panamá), dueño de una inmensa fortuna, con empresas de minería en Africa financiadas con las donaciones de ayuda a los pobres. También estaba Herbert Armstrong, un archimultimillonario dedicado a descifrar las profecías biblicas que señalaban que Estados Unidos e Inglaterra eran el pueblo escogido por Dios. Armstrong llegó a tener sus propias universidades y fundaciones, financiadas con los dineros de los incautos.
En Panama siempre ha habido evangelistas, pero ninguno había hecho prosperar el negocio hasta los niveles del Sr. Manuel Alvarez, quien ya no se pone el título de Reverendo sino de Apóstol. Alvarez posee una televisora, emisoras de radio, grandes activos en propiedades valoradas en millones de dólares. Esto lo sabíamos desde hace rato, pero ahora ha incursionado en el negocio de las inmobiliarias con una llamada Emaús, de la cual vi un panfleto hace poco mercadeando sus viviendas en serie para "nuestra comunidad". Aparte de eso, tiene ya también una universidad y quién sabe qué mas.
Alvarez, quien hace sólo un par de años declaró en el púlpito frente a sus fieles seguidores que una de sus metas era convertirse en millonario, está seguramente en camino de emular los grandes logros empresariales de Robertson y Armstrong, todo a costilla de versículos bíblicos y por supuesto, de los pobres incautos que compran su salvación.
Y ESTOS SON SANTOS PROFETAS ....ESTOS NO SON ADORADORES A LAS IMAGENES DEL DINEROS NO SON IDOLATRAS ESTOS....
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Acaban de descubrir una secta de esas pentescostales en California que vendio diplomas a diestra y siniestra. Los estudiantes ahora estan desilusionados porque fueron estafados por estos pseudocristianos.

No ven como en Panama surge cada dia en cada rincon casas de sectas cuyo objetivo es ganar dinero a costa del reino. Que pena.

ESTOS SON ALGUNOS CASOS.....DE IDOLATRIAS POR FAVOR LEE TODAS LAS CITAS BIBLICA DEL DOCTOR EN TEOLOGIA EVANGELICA Y TE ABRIRA LOS OJOS Y TE ALEJARA DE LAS TINIEBLAS DE ODIO ....Y TE ACERCARA AL VERDADERO AMOR .....
CON REFEERENTE AL INICIO TIRE LA PRIMERA PIEDRA SI LA BIBLIA DE NOSOTRO ES FALSA....Y TIRE LA PRIMERA PIEDRA SI NUESTRO DIOS NO ES TODOPODEROSO EN TRANSFORMAR EL VINO EN SANGRE Y EL PAN EN SU CARNE.....BENDITO SEA DIOS.....