Por los valores judeo-cristianos

Bart

2
24 Enero 2001
35.323
4.201
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_23345.html

Fundación Heritage
Por los valores judeo-cristianos

por Dennis Prager

“Ahora es el momento de abogar por los valores judeo-cristianos, específicamente los valores bíblicos. Creo que son el mejor grupo de valores para guiar la vida de personas y sociedades”


Con esta primera columna, inauguro una serie de artículos dedicados a explicar y defender el caso por los llamados valores judeo-cristianos.

Hay una batalla épica desarrollándose ahora en el mundo acerca de qué sistema de valores debe adoptar la Humanidad. Hay básicamente 3 competidores: El laicismo europeo, los valores judeo-cristianos estilo EEUU y el Islam.

Ahora es el momento de abogar por los valores judeo-cristianos, específicamente los valores bíblicos. Creo que son el mejor grupo de valores para guiar la vida de personas y sociedades. Lamentablemente, suelen ser explicados sin racionalidad, hasta por creyentes judíos y cristianos, ahora, imagínenlo por los no creyentes y los miembros de otras creencias.

Así es que éste es el principio de un proyecto definitivamente ambicioso. Muchísima gente está profundamente desorientada entre lo que es el bien y el mal. Para poner un ejemplo: Miremos la confusión moral entre el valor de la vida humana y la vida de los animales.

Vengo preguntando desde 1970 a estudiantes americanos si ellos preferirían salvar la vida de su perro o la de una persona no conocida, ganando hasta ahora el perro...

A finales de 2004, una mujer de Tucson, Arizona mandó a los bomberos a su casa en llamas diciéndoles que sus tres bebés estaban dentro. Los bebés de los que la mujer hablaba y por los que los bomberos arriesgaron sus vidas eran sus tres gatos.

La organización más conocida en defensa de los animales, PETA, patrocinada por los mejor educados de nuestra sociedad, ha lanzado una campaña internacional titulada "Holocausto en su plato" en la cual iguala freír millones de pollos con la cremación de millones de judíos en el Holocausto. Para PETA y sus partidarios, no hay diferencia entre la vida de un pollo y la vida humana.

Sólo una época tan moralmente confundida como ésta podría producir tanta gente que no distingue la distancia inconmensurable del valor entre la vida humana y la vida animal. Estamos viviendo esa época.

En gran medida, los valores fundados en Dios y la Biblia han sido reemplazados por valores laicos. El resultado es, como bien predijo el pensador británico G.K. Chesterton al principio del siglo XX: "Cuando la gente deja de creer en Dios, no es que no crean en nada, es que pasan a creer en cualquier cosa."

Sí, el registro moral de la Europa cristiana es una mezcla, especialmente la relación con su única minoría religiosa continua: los judíos. Y uno tiene que ser muy inocentón para pensar que creer en Dios y en la Biblia garantiza la perfección moral y ni mucho menos comportamiento decente.

Así es que Chesterton tenía razón. El colapso del Cristianismo en Europa la llevó a los horrores del nazismo y del comunismo. Y a las confusiones morales de estos tiempos, como la comparación moral de un país libre como los Estados Unidos con la totalitaria Unión Soviética, o de un país amante de la vida como Israel con sus enemigos, amantes de la muerte.

La muy citada frase "La religión nos ha llevado a más guerras y maldad que ninguna otra causa" es una mentira popularmente aceptada. Los sucesores laicos del Cristianismo han asesinado y esclavizado más gente que todas las religiones de la Historia (a pesar que elementos significativos dentro del Islam, religión no judeo-cristiana, hoy asesinan y esclavizan por igual y si no se detiene ya mismo en Sudán y en otros sitios podrían emparejar las cifras con el nazismo o el comunismo).

En realidad, fue un judío laico, el gran poeta alemán Heinrich Heine quien comprendió que a pesar del antisemitismo y otros errores morales, el cristianismo en Europa fue lo que previno la masacre al por mayor de seres humanos, algo que ya era rutinario con el colapso del Cristianismo. En 1834, 99 años antes de que Hitler y los nazis se llegaran al poder, Heine advirtió:

En Alemania se producirá un drama que hará que la Revolución Francesa parezca algo inofensivo y banal. El cristianismo ha frenado el ardor militar por un tiempo pero no lo destruyó; una vez que el talismán moderador (la cruz) se haga añicos, el salvajismo se levantará otra vez...

Lo que tenemos que hacer hoy es abogar de manera racional y persuasiva sobre la necesidad de abrazar los valores que vienen de la Biblia. Nuestro caso debe ser más convincente que el que hacen los que representan los valores antibíblicos y que nos regalan a través de las instituciones educativas laicas del mundo occidental y de los medios informativos (noticias, cine y televisión)

Esto es lo que pretendo hacer. Los acontecimientos en las noticias me obligarán a escribir artículos sobre esos acontecimientos, pero no creo que nada de lo que haga en mi vida pueda compararse con la importancia de persuadir sobre los valores de la Biblia para que guíen nuestra vida y nuestra sociedad. Como judío que soy, me refiero al Antiguo Testamento como "bíblico", pero esto no debería ser ningún problema para mis lectores cristianos, ya que también es la primera parte de su Biblia. En realidad, como bien dijo el gran pensador judío Maimónides hace ya más de 800 años, son primordialmente los cristianos los que han difundido el conocimiento sobre la Biblia de los judíos a la Humanidad.

©2005 Creators Syndicate, Inc.
©2005 Traducción por Miryam Lindberg


Dennis Prager es uno de los periodistas y comentarista radiofónicos más respetados de Estados Unidos, su programa se transmite desde Los Ángeles diariamente desde 1982. Sus artículos aparecen en grandes publicaciones americanas como Wall Street Journal, Los Angeles Times, Townhall y el Weekly Standard.

Libertad Digital agradece a Dennis Prager y a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo


http://www.libertaddigital.com/
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

En muchas de las cosas que has vertido estoy de acuerdo Barth.
Pero tambien hay incongruéncias. Por ejemplo:
Hay una batalla épica desarrollándose ahora en el mundo acerca de qué sistema de valores debe adoptar la Humanidad. Hay básicamente 3 competidores: El laicismo europeo, los valores judeo-cristianos estilo EEUU y el Islam.
Luego el autor le añade:
Vengo preguntando desde 1970 a estudiantes americanos si ellos preferirían salvar la vida de su perro o la de una persona no conocida, ganando hasta ahora el perro...

A finales de 2004, una mujer de Tucson, Arizona mandó a los bomberos a su casa en llamas diciéndoles que sus tres bebés estaban dentro. Los bebés de los que la mujer hablaba y por los que los bomberos arriesgaron sus vidas eran sus tres gatos.

Dime: ¿donde estan los valores judeo-cristianos estilo EEUU?

El problema no está en cuales son los citados valores, sino en la manera que hay que promulgarlos. Si es por la via del testimonio o mediante el decretazo.
El laicismo no objeta nada contra la via testimonial.
 
Re: Por los valores judeo-cristianos


No tengo que irme a los EEUU. En Madrid conozco mucha gente que le da más importancia a su perrito que a su prójimo.

Dime: ¿donde estan los valores judeo-cristianos estilo EEUU?

En la fe, y en el voto de la mayoría de sus ciudadanos, frenando el aborto y el matrimonio de homosexuales. Fomentando la libertad y los valores que ennoblecen a la sociedad. Ver la cantidad de emisoras cristianas de radio y TV que hay allí. Porque sus políticos no tienen que ocultar su fe ni sus valores para ejercer un cargo publico a diferencia del Parlamento Europeo. Porque allí hay LIBERTAD.

El problema no está en cuales son los citados valores, sino en la manera que hay que promulgarlos.

Por todos los medios a nuestro alcance, cosa que en nuestro país los Evangélicos tienen que hacerlo ilegalmente caso de radio amistad y otras emisoras. Y a los católicos los quieren reducir también a las catacumbas. El silencio mediáticos, es una forma de censura. Desde los medios afines al Estado (casi todos) se ridiculiza y se insultan los valores cristianos y se presenta como bueno lo anticristiano, ellos llaman concienciar a lo que es pura propaganda. Aunque esto destroce a varias generaciones.

Si es por la via del testimonio o mediante el decretazo.

Por testimonio, y procurando leyes que frenen la maldad. No diciendo que eso es cosa del mundo y que no nos compete. No puedo llamar decretazo despectivamente a las leyes que frenan el mal y la corrupción. Ni puedo llamar ley en el sentido más noble de la palabra, a lo que va contra la misma naturaleza y la vida, aunque muchos lo aprueben.

El laicismo no objeta nada contra la via testimonial.

El laicismo es una religión que prohíbe todas las demás, y encima tenemos que darle gracias que de momento nos deja la vía testimonial siempre que sea fuera de la vida pública. Esperate que no tardaran en meterse con lo que se predica en las iglesias.

A Europa le quedan tres opciones, el laicismo del que ya sufrimos sus resultados, especialmente en los más jóvenes. El Islam y volver atrás varios siglos. O los valores judeocristianos que son los que consolidan a las familias. Estos valores son los que han hecho prosperar en libertad a Occidente.

Saludos

Bart
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_23383.html

Fundación Heritage
Por los valores judeo-cristianos II

por Dennis Prager

“Tener una sociedad laica es la razón principal para que una abrumadora cantidad de personas crea que, por ejemplo: “Lo que usted considera “terrorista” es considerado por otro “luchador por la libertad” ”


Para los que creen en los valores judeo-cristianos, lo correcto e incorrecto, el bien y el mal, vienen de Dios, no del raciocinio ni del corazón, ni del Estado, ni por mayoría absoluta.

A pesar que la mayoría de universitarios occidentales nunca han oído el caso sobre la necesidad de la moralidad basada en Dios, ya que el punto de vista laico domina la educación moderna y los medios informativos, el caso es tan claro como concluyente: Si no hay una fuente trascendente de moralidad (Moralidad es la palabra que uso como norma para describir el bien y el mal) entonces el bien y el mal se convierten en opiniones subjetivas y no en realidades objetivas.

En otras palabras, si no hay un Dios que diga: “No matarás” entonces matar no es malo. Mucha gente piensa que está mal pero que ésa es su opinión, no un hecho moral objetivo. No hay “hechos” morales si no hay Dios, sólo hay opiniones morales.

Hace algunos años debatí este tema en Oxford con Jonathan Glover, el actual catedrático de Ética en King's College, Universidad de Londres y uno de los principales ateos moralistas de nuestro tiempo. Y como es un hombre de rara honestidad intelectual, me ha reconocido que sin Dios la moralidad es subjetiva. Él es uno de los pocos laicos que lo hace.

Esta es la razón para el relativismo moral: “Lo que yo piense que está bien para mí, está bien; lo que usted piense que está bien para usted, está bien”. Esta idea impregna la sociedad moderna. Tener una sociedad laica es la razón principal para que una abrumadora cantidad de personas crea que, por ejemplo: “Lo que usted considera “terrorista” es considerado por otro “luchador por la libertad”; ¿por qué los mejor educados no han sido capaces de ver que, por ejemplo, un Estados Unidos libre es una sociedad más moral que una sociedad totalitaria como la Unión Soviética; ¿por qué? En pocas palabras: Una profunda confusión moral aquejó al siglo XX y continúa en este siglo.

Por eso, el New York Times, la voz del relativismo moral laico, estaba tan asqueado con la afirmación del Presidente Ronald Reagan que la Unión Soviética era “un imperio del mal”. El mundo laico, especialmente su izquierda, teme y rechaza el lenguaje del bien y el mal porque sabe a valores religiosos y viola su relativismo moral. Es quizás la mayor diferencia entre Estados Unidos y Europa. Como bien decía el año pasado un artículo del New York Times sobre las diferencias entre europeos y americanos: “Se sabe que los americanos se sienten más cómodos que los europeos con las ideas del bien y el mal, de correcto e incorrecto...” No es sorpresa. Estados Unidos es una sociedad judeo-cristiana; Europa es, en gran medida, laica (y el Partido Demócrata americano, también).

A finales de los años 70, en una entrevista pública en Los Ángeles, pregunté a Arthur Schlesinger Jr., uno de los principales pensadores progresistas laicos de la generación anterior, ganador del Premio Pulitzer e historiador, si podría afirmar que Estados Unidos era una sociedad moralmente superior a la Unión Soviética. Aun cuando repetí la pregunta y aclaré que aceptaría encantado la existencia de buenas personas en la URSS y malas personas en Estados Unidos, él se negó a decirlo.

Una de las razones principales por la que la izquierda aborrece a George W. Bush es su uso del lenguaje moral, como por ejemplo su ampliamente criticada descripción de los regímenes de Corea del Norte, Irán e Irak como “el eje del mal”. Esa gente rechaza el pivotal valor judeo-cristiano de la existencia objetiva del bien y del mal; nuestra obligación de hacer semejantes juicios. El laicismo nos ha llevado a la confusión moral lo que finalmente ha desembocado en parálisis moral.

Si usted no puede llamar a la Unión Soviética “imperio del mal” o al régimen iraní, norcoreano o iraquí “eje del mal” usted ha terminado por convertir el término “mal” en innecesario. Por eso, el término no se utiliza en presencia de sofisticada compañía laica, excepto en referencia a aquellos que lo usan (generalmente cristianos creyentes y judíos).

¿El aborto es moralmente malo? Para el mundo laico, la respuesta es: “Eso es algo entre la mujer y su médico”. No hay una expresión más clara de relativismo moral: Cada mujer determina si el aborto es moral. Por otro lado, para la persona con valores judeo-cristianos, esto no es entre alguien y alguien más. Es entre la sociedad y Dios. Hasta entre gente creyente que difiere en la interpretación de la voluntad de Dios, nunca es eso de: “entre la mujer y su médico”.

Y aquellos que contraatacan estos argumentos de la moralidad basada en Dios con la preguntita “¿El Dios de quién?”, la respuesta es: El Dios que reveló Su moral en el Antiguo Testamento, el que judíos y cristianos (y nadie más) consideran como revelación divina.

El más conocido versículo de la Biblia es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18). Es una reflexión de la era secular en la que vivimos que poca gente se da cuenta que ese versículo termina con las palabras: “Yo soy Dios”. Aunque totalmente convertido en frase laica para el común de la gente, el más grande de los principios éticos viene de Dios. Sino sería una frase más, sugerida por el ser humano, no más sugerente que decir: “No cruces la calle cuando esté en rojo!”


http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_23446.html

Fundación Heritage
Por los valores judeo-cristianos III

por Dennis Prager

“el creer sólo en la razón está basado en la irracional premisa de que la gente es básicamente buena. Usted tiene que creer que la gente es básicamente buena para poder creer que la razón humana llevará necesariamente a conclusiones morales”


Aquellos que no creen que los valores morales deben venir de la Biblia o que su base sea la enseñanza moral de Dios, argumentan que tienen una mejor fuente de valores: la razón humana.

En realidad, la era que comienza el asalto del Occidente moderno contra los valores judeo-cristianos se conoce como “La Edad de la Razón”. Esta “edad” nos trajo en la era moderna una etapa en la que los artífices de la Ilustración soñaron con ser liberados de los grilletes supersticiosos de la fe religiosa y depender sólo de la razón. Sin Dios y sin Biblia la razón los guiaría a una época de grandeza moral sin precedentes.

Y lo que vino fue una era que vio el declive de la religión en Europa y que no llevó a la época de grandeza moral sin precedentes, sino a crueldad sin precedentes, superstición, asesinatos en masa y genocidio. Pero los creyentes de la razón sin Dios se quedaron impertérritos. Los laicos han ignorado la vasta evidencia que muestra que el mal en gran escala es lo que sigue al declive de la religión judeo-cristiana.

Hay 4 problemas básicos con la razón divorciada de Dios como guía a la moralidad.

El primero es que la razón es amoral. La razón es sólo una herramienta, por consiguiente, puede fácilmente usarse para argumentar a favor del mal o del bien. Si usted quiere lograr el bien, la razón es inmensamente útil; si quiere hacer el mal, la razón es inmensamente útil. Pero la razón por sí misma no puede determinar cuál escoger. Es a veces razonable hacer lo que está mal o lo que está bien.

Es un disparate afirmar que la razón siempre nos indica el bien. La Madre Teresa dedicó su vida a alimentar y vestir a los moribundos de Calcuta. ¿Fue tomada esta decisión basándose en la razón? Para defender que fue basada sólo en la razón tendríamos que decir que cada persona cuyas obras son guiadas por la razón llegaría al mismo nivel de altruismo y que cualquiera que no viva como la Madre Teresa está actuando irracionalmente.

Esos europeos no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar judíos durante el Holocausto ¿actuaron basándose en la razón? En una vida dedicada al estudio de los motivos de esos salvadores, jamás me he cruzado con ninguna persona que lo haya hecho por la razón. En realidad, era contrario a la razón para cualquier no judío arriesgar la vida para salvar judíos.

Otro ejemplo de la incapacidad de la razón para llevarnos a conclusiones morales. Virtualmente en cada pregunta controversial sobre la moral, no existe algo como un puramente racional punto de vista (ausente). ¿Cuál es el puramente racional punto de vista de la moralidad del aborto, o de la desnudez pública, o del valor de un animal versus la vida humana, o de la guerra en Irak, o de la pena de muerte por asesinato? En cualquiera de estos temas, la razón por sí misma puede defender con efectividad cualquier posición. Por lo tanto, lo que determina las opiniones morales de cualquier persona, entre otras cosas, son sus valores y valores que van más allá de solamente la razón. (Aunque debemos poder explicar y defender esos valores con racionalidad). Si usted valora el feto humano, la mayoría de abortos son inmorales; si usted sólo valora el punto de vista de la mujer sobre el valor del feto, ningún aborto es inmoral.

El segundo problema con la razón como única guía moral es que no somos capaces de funcionar moralmente sólo con la razón como base. Nuestras pasiones, psicología, valores, creencias, emociones y experiencias influyen todas en la manera que hasta el ser más racional determina lo que es moral y si debe hacerlo.

Tercero, el creer sólo en la razón está basado en la irracional premisa de que la gente es básicamente buena. Usted tiene que creer que la gente es básicamente buena para poder creer que la razón humana llevará necesariamente a conclusiones morales.

Cuarto, aun cuando la razón lleve a una conclusión moral, ésta no obliga a seguirla de manera alguna. Regresemos al ejemplo del no judío en la Europa ocupada por los nazis. Imaginemos que una familia judía llama a la puerta, pidiendo ser escondidos. Imaginemos más allá, que basándose en fundamentos racionales (aunque no puedo imaginar ninguno) el no-judío decide que lo moral es esconder a los judíos. ¿Tomará esta decisión arriesgando su vida? Nunca si la razón lo guía. La gente no arriesga la vida por extraños basándose en la razón. Lo hacen por fe, fe en algo que trasciende más allá de la razón.

¿Todo esto significa que la razón es inservible? ¡Dios no lo quiera! La razón y el pensamiento racional están entre los hitos de la grandeza potencial de la Humanidad. Pero por sí sola, la razón no tiene mayor valor en la búsqueda más grande de todas: lograr seres humanos bondadosos y más decentes. Para lograr eso necesitamos a Dios, un manual divinamente revelado y la razón. Y aun así, no hay garantías de lograrlo.

Pero si quiere una evaluación rápida de dónde nos lleva la razón sin Dios, vaya directo donde la irracionalidad y la confusión moral está infiltrada de razón sin Dios: visite la universidad de su localidad.


http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_23566.html

Frente al Laicismo
Por los valores judeo-cristianos IV

Por Dennis Prager

“La creencia en la igualdad humano-animal inevitablemente nos lleva a la muerte de los valores judeo-cristianos y no sirve de mucho para elevar el valor animal sino para reducir el valor humano”


¿A quién salvaría usted primero, a su perro o a un extraño si ambos se estuvieran ahogando? La respuesta dependerá de su sistema de valores.

Una de las más obvias y significantes diferencias entre valores laicos y judeo-cristianos conciernen el valor humano. Una de las ironías más grandes del humanismo laico es que devalúa el valor de los seres humanos. Tan irónico como pueda sonar, el sistema de valores judeo-cristiano, basado en Dios, le da al ser humano algo infinitamente más valioso y significativo que cualquier otro sistema de valores humanístico.

La razón es simple: Si hay un Dios que creó al hombre entonces el hombre vale más que los elementos químicos de los que está compuesto. Las religiones judeo-cristianas afirman que los seres humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios. Si no lo somos, entonces hemos sido creados a imagen del dióxido de carbono. Cuál tiene mayor valor es algo no muy difícil de determinar. Como en ninguna otra época de la historia occidental, los humanos se han convertido en seres con un menor significado gracias a la sociedad laica contemporánea.

Primero la negación laica que el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios ha llevado a que, cada vez más, los humanos sean equiparados con los animales. Por eso durante mis 30 años preguntando a los que acababan la secundaria a quién salvarían primero, si a su perro o al extraño, dos tercios han votado contra el humano. O no saben qué harían o votarían en realidad por su perro. Muchos adultos votan de igual manera hoy en día.

¿Por qué? Hay dos razones. Una es que con la negación de autoridad de valores más elevados como por ejemplo las enseñanzas bíblicas, la gente decide tomar decisiones morales cada día más basándose en lo que sienten. Y ya que probablemente toda la gente quiere más a su perro que a un extraño, mucha gente sin un manual de instrucción moral simplemente escogería hacer lo que siente.

La otra razón es que los valores laicos no nos dan una base para elevar el valor humano sobre el valor animal. Los valores judeo-cristianos postulan que los seres humanos, no los animales, están hechos a imagen y semejanza de Dios y por lo tanto, la vida humana es infinitamente más sagrada que la vida animal.

Por eso la gente alejada de los valores judeo-cristianos (incluyendo a algunos cristianos) apoyan programas como “Holocausto en su plato” la campaña de PETA que nos enseña que no hay diferencia entre la matanza de pollos y la matanza de judíos en el Holocausto. Una persona y un pollo valen lo mismo. Por eso la mujer de Arizona gritaba el año pasado a los bomberos que sus “bebés” estaban en su casa en llamas. Pensando que los hijos de esta mujer estarían atrapados dentro, los bomberos arriesgaron sus vidas para salvar a los tres gatos de esta mujer.

Aquellos que se inclinan por desechar estos ejemplos como teóricos (la pregunta del perro) o extremos (la “madre” de los gatos) necesitan enfrentarse a la pregunta muy real sobre experimentación con animales para salvar vidas humanas. Más y más gente cree como PETA que aun si pudiésemos encontrar una cura para el cáncer o el SIDA, estaría muy mal experimentar con animales. (La defensa que la investigación con ordenadores puede enseñarnos de todo al igual que los experimentos con animales enseñan, es una falacia). En verdad, muchos defensores de los derechos de los animales se oponen a que se sacrifique un cerdo para obtener una válvula de corazón que salve una vida humana.

La creencia en la igualdad humano-animal inevitablemente nos lleva a la muerte de los valores judeo-cristianos y no sirve de mucho para elevar el valor animal sino para reducir el valor humano. Aquellos que se oponen a la vivisección y creen que es inmoral matar animales por cualquier razón, incluyendo comer, deberían pensar en lo siguiente: Mientras hay una gran relación entre crueldad con los animales y crueldad con los humanos, no hay relación entre bondad con los animales y bondad con los humanos. La bondad con los animales no tiene ningún efecto sobre como trata una persona a otro semejante. Los nazis, el grupo más cruel en la historia moderna, fue también el grupo más a favor de los derechos de los animales antes de este período contemporáneo. Prohibieron la experimentación con animales pero hicieron legal la experimentación con humanos.

La segunda razón por la cual el colapso de los valores judeo-cristianos lleva a la disminución del valor humano es que si el hombre no fue creado por Dios, el humano es simplemente polvo cósmico y llegará a ser visto como tal. Más aun, la gente se convierte en simples resultados del azar, no más diseñados que un grano de arena formado por la erosión del agua. Por eso la batalla creacionismo-evolución es ultimadamente sobre el valor humano. Usted no tiene que estar de acuerdo con los creacionistas o negar toda la evidencia evolutiva para entender que en la forma tal y como se enseña la teoría de la evolución, el ser humano resulta ser un producto sin ton ni son de las fuerzas de la casualidad, o sea no digno de ser salvado primero que su propio hamster.


©2005 Creators Syndicate, Inc.
©2005 Traducción por Miryam Lindberg

Dennis Prager
es comentarista radiofónico y uno de los periodistas más respetados de Estados Unidos. Sus artículos aparecen en grandes publicaciones como The Wall Street Journal, Los Angeles Times, Townhall y The Weekly Standard.

Libertad Digital agradece a Dennis Prager y a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo.


Fuente: http://www.libertaddigital.com/
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_23944.html

Fundación Heritage
Por los valores judeo cristianos V

Por Dennis Prager

“A pesar de las diferencias, judíos y cristianos se necesitan unos a otros y el judaísmo y el cristianismo se necesitan igualmente. El sistema de valores judeo-cristianos se ha convertido en una poderosa fuerza moral sin par”


Antes de seguir con el caso por los valores judeo-cristianos, es momento de contestar una pregunta hecha con frecuencia por judíos y cristianos y también por otros: ¿Cómo es eso de los "valores judeo-cristianos" cuando el judaísmo y el cristianismo tienen creencias distintas, a veces hasta excluyentes mutuamente?

La respuesta más importante es que creencias y valores no son lo mismo.

Claro que el judaísmo y el cristianismo tienen algunas creencias distintas. Si tuviesen las mismas, serían la misma religión. El término en sí “judeo-cristiano” implica que no son lo mismo. Las dos religiones tienen algunas creencias distintas y ocasionalmente hasta algunos valores distintos.

Por ejemplo, el cristianismo cree en una trinidad en la que el judaísmo no cree. Es una diferencia teológica importante, pero no tiene mayor impacto en los valores. Igualmente, el cristianismo cree que el Mesías ha venido mientras que el judaísmo cree que aún no ha venido. Como teólogo judío, me fascinan las diferencias entre religiones. Pero estoy mucho más preocupado con los hechos de la vida real, del bien y del mal y allí es donde los valores judeo-cristianos hacen su entrada.

Ambas religiones están basadas en el Antiguo Testamento; tanto para el judaísmo como para el cristianismo el Antiguo es divino o ha sido inspirado por la Divinidad. Entonces, compartirán claramente valores a menos que uno de ellos diga que el Nuevo Testamento rechaza los valores del Antiguo Testamento. Pero eso es insostenible ya que Jesús era un judío creyente y practicante, además que el cristianismo cree que el Antiguo Testamento es Palabra de Dios. Jesús no practicaría una religión cuyos valores o cuya Biblia rechazase.

Por tanto, una manera de entender los valores judeo-cristianos es como valores que emanan de un cristianismo basado en el judaísmo. Los cristianos siempre han tenido la potestad de: 1) Rechazar las raíces judías del cristianismo (que cuando se hace, da lugar al antisemitismo cristiano); 2) Ignorar esas raíces; 3) Conmemorarlas y adaptarlas como suyas. Los cristianos americanos optaron por la tercera opción mucho más que ningún otro grupo cristiano.

Durante mucho tiempo de la historia cristiana, la mayoría de cristianos o bien ignoraron o bien negaron los orígenes judíos del cristianismo así como el judaísmo de Jesús y sus apóstoles. De esta manera fue como muchos cristianos pudieron racionalizar su antisemitismo y también por qué Europa se identifica como "cristiana" y no como "judeo-cristiana" como sí lo hace Estados Unidos.

También es cierto que a medida que pasaron los siglos, surgieron algunas diferencias de valores, no sólo teológicas. Pero la grandeza de los valores judeo-cristianos es que combinan lo mejor de ambas tradiciones religiosas y echan de lado algunos de sus aspectos más débiles.

Por ejemplo, el énfasis cristiano en la fe sobre las obras a menudo lleva a la fe sin las obras. Sin embargo, el énfasis judío en las obras sobre la fe hace que muchos judíos abandonen a Dios y valoren sólo las obras, lo que significa más a menudo, abrazar la destructiva fe laica radical.

Los valores judeo-cristianos combinan las dos fuerzas de ambas religiones: El énfasis judío de las obras morales en este mundo con el énfasis cristiano de poner a Dios en el centro de nuestra escala de valores y obras.

Otro ejemplo es la habilidad cristiana americana de permanecer fiel a Dios como centro de la vida, mantener las creencias tradicionales y al mismo tiempo ser totalmente partícipe de la sociedad moderna. Éste no ha sido el caso, generalmente, de la vida judía. Por siglos, los judíos que creían en Dios como el centro de su vida y en la Tora vivieron retraídos de la sociedad. Lo hicieron: 1) Porque el antisemitismo los confinó a guetos; 2) Los rituales de las leyes judías restringían el contacto con los no-judíos cada vez más; 3) Los judíos son un pueblo, no sólo un grupo religioso.

Por otra parte, los rituales judíos han mantenido vivo el judaísmo y a los judíos mientras que el abandono cristiano de los rituales (como por ejemplo observar el Sabbath) les ha hecho daño. La unidad del pueblo judío ha asegurado que se tomaran medidas cuando se perseguía a otros judíos, mientras que los cristianos han hecho poco a favor de otros cristianos perseguidos por ejemplo los cristianos terriblemente perseguidos bajo el comunismo, los coptos en Egipto, los católicos maronitas del Líbano y los cristianos de Sudán.

En resumen, a pesar de las diferencias, judíos y cristianos se necesitan unos a otros y el judaísmo y el cristianismo se necesitan igualmente. El sistema de valores judeo-cristianos se ha convertido en una poderosa fuerza moral sin par. Entre sus muchos logros está ser el primer colaborador de la grandeza americana.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_23970.html

Fundación Heritage
Por los valores judeocristianos VI

por Dennis Prager

“Con el ascenso de los valores de la izquierda que ha venido a continuación del declive de la religión judeo-cristiana, los sentimientos personales han subplantado estándares universales”


Con el declive de la autoridad de los valores judeo-cristianos en Occidente, mucha gente buscó fuentes externas de pautas morales para decidir lo que está bien y lo que esta mal. En lugar de ser guiados por Dios, la Biblia y la religión, grandes masas en Europa Occidental, la gran mayoría, han buscado en otros sitios por pautas morales y sociales.

Para muchos millones en el siglo XX, esas pautas las marcaron el marxismo, el comunismo, el fascismo o el nazismo. Para muchos millones hoy en día, esas pautas son... los sentimientos. Con el ascenso de los valores de la izquierda que ha venido a continuación del declive de la religión judeo-cristiana, los sentimientos personales han suplantado estándares universales. En realidad, los sentimientos son la mayor característica unificadora entre las posiciones progresistas contemporáneas.

Aparte de fiarse de los sentimientos, ¿de qué otra manera se puede explicar a una persona que no sólo cree sino que anuncia con orgullo en una pancarta que "La guerra no es la respuesta"? No sé de ninguna pancarta conservadora que pueda ser tan demostrablemente falsa y moralmente ignorante. Casi todo gran mal ha sido resuelto con la guerra, desde la esclavitud en América al Holocausto en Europa. Auschwitz fue liberado por soldados haciendo la guerra, no por pacifistas que hubiesen permitido que los nazis matasen a cada judío en Europa.

El edificio completo del relativismo moral, cimiento de la ideología izquierdista, está construido sobre la base que los sentimientos deciden lo que está bien o mal. Lo que para uno es un terrorista para otro es un luchador por la libertad.

El movimiento "animales y personas son iguales" está basado totalmente en sentimientos. La gente ve pollos siendo sacrificados y langostas hervidas, siente pena por los animales y poco después abandona el raciocinio por completo e iguala el sufrimiento de un pollo o una langosta al de un ser humano en las mismas circunstancias.

El apoyo sin precedentes de la progresía para redefinir radicalmente la institución básica de la sociedad, el matrimonio y la familia, es otro producto de sentimientos, de simpatía por los homosexuales. Tomar en consideración los efectos de semejante redefinición radical en la sociedad y sus niños no preocupa a la progresía.

El movimiento de "autoestima", al que ahora se le reconoce como el gran fabricante de mediocridad y narcisismo, fue un invento completamente progresista fundamentado en los sentimientos hacia los niños.

La preocupación progresista si EEUU es amado o odiado es también basado por completo en sentimientos. La izquierda quiere ser amada, la derecha quiere hacer lo que es correcto y considera que, en el mejor de los casos, la opinión del mundo es inconstante; en el peor de los casos, es inmoral.

Las leyes contra el acoso sexual han creado un complejo de sentimientos industrial. El concepto "ambiente laboral hostil" está basado en los sentimientos. Si una mujer se siente fastidiada con un calendario de chicas en bañador en el escritorio de un colega del trabajo, se han hecho leyes cuyo único propósito es protegerla de sentirse incómoda.

Para los progres, el valor total de un feto lo determina lo que sienta la madre. Si ella siente que esa emergente vida humana que crece en su cuerpo no vale nada, pues no vale nada. Si siente que es infinitamente valiosa, pues es infinitamente valiosa.

Casi todo es afectado por los sentimientos progresistas. Por ejemplo, la oposición progre a llamar una fiesta navideña por su nombre está fundamentada en la preocupación progre de que los no-cristianos se van a sentir mal. Y para esos progres, no interesa nada más, ni siquiera el legítimo deseo de la gran mayoría que quieren celebrar esas fiestas y ya ni hablemos del narcisismo de esos no-cristianos "ofendidos" por una fiesta navideña.

¿Y por qué los progres siguen apoyando ayudas basadas en la etnia en las universidades a pesar de la evidencia cada vez mayor que esas ayudas hacen más daño que bien? Nuevamente, los sentimientos son la razón principal, pena por los negros y el racismo histórico que han sufrido.

Muy a menudo, los progres están más preocupados con la pureza del motivo que con los resultados morales. Es por eso que tantos progres aún se oponen a la liberación de Irak, no importa que los iraquíes hayan arriesgado la vida por ir a votar. La preocupación progre son los motivos que haya tenido George W. Bush, no querer extender la libertad en el mundo árabe.

Promover motivos antes que resultados es una parte significativa del progresismo. Lo que importa es creer que uno es bueno, bien intencionado, que se preocupa por los pobres, odia el racismo, detesta la desigualdad y ama la paz. La educación bilingüe ha hecho daño a los niños latinos en EEUU. Pero como persona compasiva (y "compasivos" es la definición que se dan los progres a sí mismos) ese daño no es el asunto que le preocupa al progre. Su preocupación es lo incómodo que se pueda sentir un niño inmigrante cuando se ve inmerso por primera vez en un mundo en inglés.

Confiarse de los sentimientos para determinar las posiciones políticas y sociales es una de las principales razones por la que los jóvenes tienden a ser progres, izquierdistas, ellos sienten las cosas apasionadamente pero no tienen la madurez para cuestionar esas pasiones. Es también una de las razones por las que las mujeres, sobre todo las solteras, son más progresistas que los hombres; está en la naturaleza femenina fiarse más de lo que sienten cuando toman decisiones. (No se sorprendan que critique a las féminas de la especie humana, déjenme poner muy en claro que los hombres tampoco pueden fiarse mucho de su naturaleza que por lo general los lleva a arreglar sus diferencias a punta de fuerza bruta. Ambos sexos tienen mucho trabajo por delante para corregir sus defectos.)

Para ser justos, los sentimientos también juegan un papel muy importante en las creencias de los conservadores. El patriotismo es mayormente un sentimiento; la fe religiosa está llena de emociones y la religión también ha sido impuesta con demasiada frecuencia por la emoción. Pero, las posiciones conservadoras están basadas en "¿Qué es lo correcto?" en vez de en "¿Cómo me siento?" mucho más que las posiciones progresistas. Por eso una mujer creyente que está embarazada pero que no quiere estarlo, se inclina mucho menos a tener un aborto que la mujer laica en las mismas circunstancias. Sus valores son más altos que sus sentimientos. Y eso, en pocas palabras, es de lo que se trata esta guerra cultural: Valores judeo-cristianos versus sentimientos progres-izquierdistas.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_24162.html

Fundación Heritage
Por los valores judeo cristianos VII

por Dennis Prager

“En realidad, la izquierda en todo el mundo generalmente desprecia a la gente que le habla del bien y del mal, los denominan “maniqueos”, simplones morales que ven el mundo en blanco y negro, nunca en tonalidades de gris.”


¿Odia usted el mal? Muchos de los humanos no lo hacen. Pero si usted cree en los valores judeo cristianos, entonces debe hacerlo.

Uno de los valores centrales de la Biblia es su odio al mal. Realmente, es la única cosa que la Biblia nos manda a odiar, tanto así que el amor a Dios es equiparado con el odio al mal. “Aquellos que aman a Dios, deben odiar el mal” nos dicen los Salmos.

La noción de odiar el mal fue y sigue siendo revolucionaria. La gran mayoría de los antiguos no consideraron el mal. Las sociedades eran crueles y sus dioses eran crueles. Ni sus más altas religiones pusieron el odio al mal en el centro de sus puntos de vista sobre el mundo. En la filosofía oriental y en la religión, su más alta meta era la consecución del Nirvana a través de eliminar el ego, nunca combatiendo u odiando el mal. El mal y el sufrimiento eran vistos como parte de la vida y era mejor escapar de la vida, no transformarla moralmente.

En gran parte del mundo árabe y musulmán “rostro”, “vergüenza” y “honor” definen las normas morales, no los estándares del bien y del mal. Ésta es la razón para las “matanzas por el honor” como el asesinato de una hija o hermana que ha traído “vergüenza” a la familia (por presuntos pecados sexuales) y la visión aceptada que estos asesinatos son heroicos, no malignos. Por eso Sadam Hussein ha sido un héroe para muchos en el mundo árabe; no importa cuánta gente inocente haya matado, torturado y violado. Aunque haya cometido maldades, lo que más importaba era su fuerza y por tanto su honor.

Y para Occidente, con notables excepciones, los cristianos no tienden a ver el mal como el pecado más grande. La falta de fe y el pecado sexual han sido el blanco de la aversión entre la mayoría de los cristianos. Con el pasar del tiempo, sin embargo, muchos cristianos vinieron a liderar la batalla contra el mal, desde la esclavitud al comunismo. Y hoy no es una coincidencia que Estados Unidos, el país que más piensa en términos del bien y del mal, es el país más defiende los valores judeo-cristianos.

En el mundo occidental contemporáneo, la mayoría de la gente se identifica con la izquierda, es decir, odian la guerra, las multinacionales, la polución, odian también a los cristianos fundamentalistas, a la desigualdad económica, al tabaco y a los conservadores. Pero ellos raramente odian los grandes males de esta era, si por el mal podemos definir el infligir la crueldad deliberadamente: asesinatos en masa, violaciones, torturas, genocidio y totalitarismo.

Por eso el comunismo, forma de vida construida en la crueldad, atrajo a grandes masas de gente dentro de la izquierda y es por eso que, desde los años 60, no hubo oposición dentro de la misma izquierda. Hasta la mayor parte de esa gente que se autodenomina “progresistas”, no izquierdistas, odiaban el anticomunismo mucho más de los que odiaron el comunismo en sí. Cuando el Presidente Ronald Reagan llamó a la Unión Soviética “el imperio del mal”, los progres se indignaron al igual que cuando el Presidente George W. Bush llamó a los regímenes de Corea del Norte, Irán y el Irak de Sadam Hussein “el eje del mal”.

Preguntemos a los izquierdistas contra qué debe luchar la humanidad y ellos le contestarán seguramente que el calentamiento global o algún otro desastre ecológico (quizá también contra que los americanos dan a sus fuerzas militares...)

En realidad, la izquierda en todo el mundo generalmente desprecia a la gente que le habla del bien y del mal, los denominan “maniqueos”, simplones morales que ven el mundo en blanco y negro, nunca en tonalidades de gris.

Como la principal revista semanal alemana, Der Spiegel, escribió recientemente: “En los últimos discursos, el Presidente Bush sigue sin retractarse de la idea del mundo entre el bien versus el mal que los europeos odian”

Patrice de Beer, un editor del principal periódico francés, Le Monde, escribió que en la Unión Europea: “La noción de un mundo dividido entre el bien y el mal es vista con pavor”.

Totalmente típico de la izquierda sobre el bien y el mal es esta serie de preguntas hechas en la web izquierdista Counterpunch de Gary Leupp, profesor de Historia y Religión Comparativa en Tufts University: “Preguntas a debatir: ¿Atila fue bueno o malo cuando invadió Gaul? ¿Sadam, bueno o malo cuando invadió Kuwait? ¿Hitler, bueno o malo cuando invadió Polonia? ¿Bush, bueno o malo cuando invadió Irak? ¿Son “bueno” y “malo” categorías realmente adecuadas para evaluar acontecimientos contemporáneos e históricos?”

Los europeos occidentales y sus homólogos americanos detestan el lenguaje del bien y del mal y se lo atribuyen a la religión, o sea a los valores judeo-cristianos. Entre esos valores está el luchar contra el mal y “extirpar el mal de entre vosotros”. Pero para hacer eso, primero hay que odiarlo. Porque si usted no odia el mal, no peleará contra él y el bien perderá.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_24336.html

Fundación Heritage
Por los valores judeocristianos VIII

por Dennis Prager

“Esos valores judeocristianos han hecho que Estados Unidos sea el experimento más grande de libertad y progreso humano y la fuerza de bien más grande de la Historia. Y son principios exportables. En realidad, son la única esperanza de la Humanidad”


Algunos judíos y cristianos se oponen al término “judeocristiano”. ¿Cómo puede haber valores judeocristianos, preguntan, si el judaísmo y el cristianismo difieren? En mi artículo anterior, explicaba que uno no debe confundir la teología con los valores. Las diferencias teológicas no son lo mismo que las diferencias de valor. Sin embargo, hay algunas diferencias de valor entre religiones.

Allí reside precisamente la grandeza de los valores judeocristianos: Son más grandes que la suma de sus partes. Por eso, en esta serie de ensayos, he estado propugnando el caso por los valores judeocristianos, no por todos los valores cristianos ni por todos los valores judíos.

La combinación de la Escritura judía (El Antiguo Testamento) y del pensamiento y activismo cristianos (desarrollado mayormente en Estados Unidos por cristianos apoyados en principios judíos) ha fraguado algo más grande y más universalmente aplicable que el judaísmo o el cristianismo por sí mismos. Déjeme darle dos ejemplos de valores específicamente judíos o cristianos que no son judeocristianos.

Al irse desarrollando el judaísmo puso en marcha un sistema legal (Halakha) cuyo propósito creciente era separar a los judíos de los no judíos. Una de sus metas era no permitir que los judíos incorporasen prácticas y valores paganos a su religión monoteísta. Pasado el tiempo, sin embargo, fue también un resultado del exterminio constante de los judíos a manos de los antisemitas. Los judíos, con mucha razón, temían desaparecer. De esta manera, sobrevivir se convirtió en la principal preocupación de la vida judía en lugar de tratar de tener influencia en el mundo y lo lograron en parte evitando el contacto social con no judíos. Fueran cuales fuesen las razones, el judaísmo se retrajo del mundo. Los valores judeocristianos trajeron de vuelta los valores judíos al mundo.

Un ejemplo de un valor cristiano que no es judeocristiano es el tradicional énfasis que pone el cristianismo en la fe por encima de las obras y acerca de un credo exclusivo. Muchos cristianos, incluyendo a los que abogan enérgicamente por los valores judeocristianos, creen que uno debe profesar fe en Cristo para ser salvado, que no importa la cantidad de buenas obras que una persona haga, aún si esa persona tiene una profunda fe en Dios Padre, nada será suficiente a los ojos de Dios. Y aunque el catolicismo ha puesto énfasis en las obras junto con la fe, en la mayor parte de la historia de la Iglesia, la importancia de las obras se ha limitado a los católicos. A los no católicos, no importa lo buenos que fuesen, se les negó a menudo la salvación y frecuentemente fueron perseguidos solamente por ser de una fe distinta, por ejemplo los hugonotes (calvinistas franceses) o los judíos.

Hasta el sigo XX, el cristianismo europeo, como lo personificaba la Iglesia, le quitó énfasis a sus raíces judías y normalmente persiguió a los judíos (y aunque nunca fue una orden, sí se opuso a su aniquilación física, exterminio exigido por una ideología secular: el nazismo) Ningún estado cristiano habla de sí mismo como “judeocristiano”. Esa identidad surgió con los cristianos americanos quienes desde sus inicios estaban sumamente inmersos en las enseñanzas del Antiguo y del Nuevo Testamento. El cristiano americano se identificó con los judíos en vez de verse como simplemente suplantándoles.

Estos cristianos americanos escogieron un verso de la Torá para su Campana de la Libertad: “Proclamad la libertad en toda la tierra”; aprendieron y enseñaron hebreo; aceptaron la noción judía de ser escogidos como luz de naciones; vieron su partida de Europa como un segundo éxodo; hacen que cada uno de sus presidentes jure su cargo sobre una Biblia que contenga el Antiguo y el Nuevo Testamento y mientras cada presidente menciona a Dios en su discurso inaugural, ninguno menciona a Jesús.

Por supuesto, la mayoría de cristianos protestantes que creen en los valores judeocristianos siguen creyendo que no hay salvación si no se cree en Cristo. Pero precisamente porque creen en los valores judeocristianos, trabajan mano a mano con otros cuya fe encuentran insuficiente o incorrecta (por ejemplo los judíos o los mormones). Así es que aunque teológicamente rechazan otras creencias, los cristianos evangélicos son el grupo que aboga más enérgicamente por los valores judeocristianos.

Esos cristianos americanos son lo que podríamos llamar “judeocristianos”. Desde que fundaron Estados Unidos, esos cristianos han reconocido la crucial importancia del texto judío, el Antiguo Testamento, que forma la base de los valores judeocristianos. Provee al Dios del cristianismo, su Creador supranatural, las nociones de juicio moral divino, del amor divino, la moralidad universal basada en Dios por la que abogan y en la que tratan de vivir, los 10 Mandamientos, lo sagrado, la santidad de la vida humana, la creencia en un Dios de la historia, que la historia tiene significado y finalmente el progreso moral. Todo esto y más vino de los judíos y sus textos.

Pero mientras que los judíos aportaron el texto, los cristianos llevaron el texto y sus valores al mundo entero y los aplicaron a una sociedad compuesta de judíos, cristianos, ateos y miembros de otras religiones.

Esos valores judeocristianos han hecho que Estados Unidos sea el experimento más grande de libertad y progreso humano y la fuerza de bien más grande de la Historia. Y son principios exportables. En realidad, son la única esperanza de la Humanidad.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_24635.html

Fundación Heritage
Por los valores judeocristianos X

por Dennis Prager

“Al borrar las distinciones que hacen un universo ordenado, aquellos que luchan por desmantelar los valores judeocristianos están trabajando, conscientemente o no, por restituir el caos”


Es difícil exagerar la profundidad de las diferencias entre la visión judeocristiana del mundo y la de sus opositores, muy particularmente los de la izquierda. Supone la pregunta misma de si hay un orden en el mundo, por ejemplo.

La premisa básica de la perspectiva bíblica es que Dios pone orden al caos, un orden expresado en gran parte a través de separación y diferencias: Dios separó la luz de la oscuridad y creó el día y la noche; separó las aguas y creó la tierra, etc.

Las diferencias reflejan el orden divino, al mismo tiempo que los intentos para abolir esas diferencias representan una negación de ese orden y un deseo ardiente por un caos primitivo, moral y de otro tipo.

Aquí tenemos algunas de las diferencias que son centrales a la perspectiva judeocristiana y que están siendo atacadas hoy en día:

El bien y el mal: Clave para el sistema de valores judeocristianos es que el bien y el mal son polos opuestos y “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo” (Isaías). Los que se oponen a los valores judeocristianos han declarado la guerra a los absolutos morales, cimentados en valores morales de Dios.

Lo han intentado usando:

- El relativismo moral (“Lo yo pienso que es bueno es bueno para mí, lo que usted piense que es bueno, es bueno para usted).

- La oposición a juzgar moralmente (“¿Quién es Ud. para llamar “maligna” a la Unión Soviética?”)

- El multiculturalismo (“Ninguna cultura tiene valores superiores a otra”)

- Sustituyendo categorías psicológicas por morales (por ejemplo calificar por norma a los asesinos violentos como “enfermos” en vez de malos)

- Dividiendo el mundo entre poderosos y débiles en lugar de buenos y malos.

- A través del marxismo y todos sus derivados basados en el materialismo izquierdista y progresista que han sustituido el criterio económico por morales (“La pobreza es la causa del crimen”. O lo que oímos ahora constantemente desde el 11-S: “La pobreza produce terrorismo”, observación hecha por George McGovern recientemente en un simposio sobre la pobreza en el mundo en Princeton University).

Dios y el hombre: Dios es Dios y el hombre es el hombre. Hay un abismo infinito entre el hombre y Dios; Dios es infinitamente más grande que el hombre. Para la izquierda, el hombre es Dios y Dios es el hombre (éstas fueron las palabras exactas que usaron Marx y Engels). Cada hombre es la fuente de valores y la medida de todas las cosas; no tiene que dar cuentas de nada a ningún Dios.

Hombre y mujer: “Y Dios creó a Adán (queriendo decir el ser humano) hombre y mujer los creó Él (Génesis).

Aquí encontramos el área de la más grande batalla cultural contemporánea. La visión bíblica de hombre y mujer es que son seres completamente distintos y el orden humano en gran parte depende de preservar esa distinción. La izquierda lucha para abolir esta distinción. De eso se trata toda la batalla de los “travestis”. “GLBT” significa “gay, lesbiana, bisexual, travesti”. Travesti no es transexual. Un transexual simplemente ha cambiado de sexo pero él o ella no elimina la distinción de los sexos. Los travestis, por otra parte, siguen siendo miembros de su sexo pero se comportan como el sexo opuesto al que tienen (por ejemplo, un hombre que se viste de mujer en público)

La izquierda aboga por mucho más que sólo la igualdad “homosexualidad-heterosexualidad”. Ellos van a por la destrucción del sexo fijo: masculino y femenino. Es por eso que en los últimos 10-20 años la palabra “sexo” para describir masculino o femenino ha sido reemplazada por “género”. Es que “sexo” es objetivo y rígido; “género” es subjetivo y maleable. Por eso algunas universidades –la institución a la vanguardia de la destrucción de los valores judeocristianos– están eliminando los lavabos de hombres y mujeres ya que esto implica una diferenciación de sexo que es inaceptable para los adversarios de las distinciones judeocristianas del sexo.

Dos leyes de la Torá nos dan más evidencias del deseo bíblico de retener la diferencia hombre-mujer. La primera es la prohibición a los hombres de usar ropas femeninas y a las mujeres el uso de ropas que son característicamente masculinas; la segunda es la formulación de la prohibición sobre el comportamiento homosexual masculino: “No te acuestes con un hombre del modo en que lo haces con una mujer”. Las relaciones sexuales entre hombres destruyen la última diferencia hombre-mujer.

Lo sagrado y lo profano: Una de las más grandes separaciones del sistema de valores judeocristiano es entre lo sagrado y lo profano. Aplicado al lenguaje por ejemplo, maldecir o usar palabrotas es visto como mucho menos serio en esas partes de la sociedad divorciadas de los valores judeocristianos. Aplicado al sexo, significa que el acto sexual tiene una dimensión sagrada desconocida para la izquierda, que ve el sexo como un asunto volitivo y de salud.

Una de las características de la izquierda es su total desdén por el concepto mismo de lo sagrado. Nadie expresa mejor ese desdén que el redactor en jefe de la sección Cultura del New York Times, quien rutinariamente abruma la susceptibilidad de la gente creyente con su desprecio en este tema. El blanco perfecto a ridiculizar es la gente que cree que el pecho desnudo de Janet Jackson (transmitido a nivel nacional durante el descanso del Super Bowl de 2004), el uso de palabrotas y la vulgaridad en los medios públicos son cosas por las que vale la pena irritarse.

Humano y animal: Un ejemplo final de una distinción judeocristiana que está siendo aniquilada en el mundo laico es el caso hombre-animal. Para la Biblia, el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, los animales no. En verdad, la mejor manera de describir lo sagrado es el movimiento de pasar a ser “como animales” a ser “como Dios”. Una de las tareas más grandes de la humanidad, según la perspectiva bíblica, es separar al ser humano del animal para poder emular lo sagrado, no lo animal. Por otro lado, en el mundo laico contemporáneo, se hacen todos los intentos para demostrar lo similares que son los humanos a los “otros animales”.

Al borrar las distinciones que hacen un universo ordenado, aquellos que luchan por desmantelar los valores judeocristianos están trabajando, conscientemente o no, por restituir el caos.

©2005 Creators Syndicate, Inc.
©2005 Traducción por Miryam Lindberg

Dennis Prager es periodista y comentarista radiofónico muy respetado en Estados Unidos, su programa se transmite desde Los Ángeles diariamente desde 1982. Sus artículos aparecen en grandes publicaciones americanas como The Wall Street Journal, Los Angeles Times, Townhall y el Weekly Standard.

Libertad Digital agradece a Dennis Prager y a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo.

Fuente: http://www.libertaddigital.com/
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_25288.html

Fundación Heritage
Por los valores judeocristianos XII

por Dennis Prager



Pregúntele a los cristianos creyentes –probablemente casi tan jóvenes como a partir de los 8 años– cuál es su misión como cristianos y lo que seguramente le responderán de manera aplastante es “llevar a la gente hacia Cristo” o “predicar el evangelio”.

Pregúntele a cualquier persona no cristiana cuál es la misión cristiana y le darán la misma respuesta. Casi todo el mundo, sea cristiano o no, sabe cuál es la misión cristiana.

Ahora, pregúntele usted a cualquier judío, religioso o laico, “¿Cuál es la misión judía?” y la respuesta más probable es: “¿A qué se refiere?”

La mayoría de judíos religiosos raramente hablan sobre una misión judía. Más bien están preocupados con sobrevivir: La supervivencia de la religión judía (la observancia de las leyes religiosas) y del pueblo judío. La mayoría de judíos no religiosos se identifican como judíos preocupados con la supervivencia del pueblo judío. Y la mayoría de judíos con una identidad judía débil o sin ella se identifican con una misión laica o sin misión judía.

En realidad, los judíos con la más mínima religiosidad judía son la única gran entidad de judíos con una misión. Tales judíos han estado desproporcionadamente metidos en ideologías tales como marxismo, socialismo, feminismo, ecologismo, movimiento gay, derechos para los animales y todas las otras ideologías de la izquierda.

¿Por qué? Hay tres razones importantes:

1. El impulso religioso primigenio que inició el pueblo judío y que los sostuvo por miles de años no ha muerto entre los judíos; simplemente se ha transformado en causas laicas.

2. A menudo los judíos han tenido experiencias horrendas bajo el cristianismo europeo y el islam (aunque menos asesino) por tanto igualaron el laicismo con su liberación de la opresión.

3. El nacionalismo europeo excluyó la participación judía. En ningún país, excepto en Estados Unidos, los judíos se han sentido de lleno como miembros del grupo nacional en el que vivían. Por lo tanto, los judíos llegaron a temer y a odiar el nacionalismo, desarrollando un fervor religioso por todo lo internacional.

El resultado final es que cuanto menos judío sea un judío, seguramente se sentirá más inclinado a pensar que tiene una misión con la humanidad y cuanto más judío sea, menos inclinado se sentirá de tener tal misión.

Ésta es una tragedia de proporciones inconmensurables. Es trágico para la humanidad porque el pueblo que dio la Biblia y los 10 Mandamientos al mundo es el más activo en buscar su erradicación del mundo. Es trágico para los judíos porque los judíos que abandonan el judaísmo y sustituyen los valores judíos por valores izquierdistas (o los equiparan con ellos, que es lo mismo) trabajan contra la supervivencia judía. Y los judíos que sí practican el judaísmo y son inconscientes de cualquier misión con la humanidad convierten el judaísmo en irrelevante.

La misión de los judíos es la misma que siempre ha sido: Transmitir el monoteísmo ético al mundo. El monoteísmo ético significa que hay un Dios y por tanto hay un estándar moral que Él ha revelado, que debemos seguir ya que todos los humanos le tendremos que rendir cuentas de ello. En eso se caracterizan los judíos elegidos. Dios escogió a un pueblo, un pueblo pequeño de gente común (ser los elegidos nunca ha supuesto una superioridad inherente) para que el mundo fuese consciente del Dios de las exigencias éticas y del juicio moral. A los judíos nunca les han pedido que conviertan al mundo al judaísmo pero sí han sido escogidos para llevar a Dios y a los valores que encontramos en la Torá y en el resto del Antiguo Testamento al mundo.

Si los judíos fuesen fieles a su misión, estarían junto a los cristianos que trabajan para llevar los valores de la Torá al mundo.

Por consiguiente, los judíos deberían estar a la vanguardia de los que difunden los valores judeocristianos. Algunos lo están, pero la mayoría, religiosos o laicos, no lo están.

Los judíos son como el bíblico Jonás, el judío al que Dios le pidió que llevara un mensaje a la gran ciudad de Nínive. Jonás no tenía ganas de lanzarse en esa misión y huyó a un barco de decentes marineros no judíos. Dios desató una terrible tormenta y Jonás se dio cuenta que esa tormenta había sido provocada por huir de la misión divina. Lo echaron del barco y las aguas se calmaron.

La mayoría de judíos todavía huyen de su misión divina y causan tormentas en muchos sitios como resultado. Sólo llevando el mensaje monoteísta ético a la humanidad y trabajando con cristianos de la misma opinión para transmitir ese mensaje, lograremos que alguna vez se calmen las aguas del mundo.

©2005 Creators Syndicate, Inc.
©2005 Traducido por Miryam Lindberg

Dennis Prager es periodista y comentarista radiofónico muy respetado en Estados Unidos, su programa se transmite desde Los Ángeles diariamente desde 1982. Sus artículos aparecen en grandes publicaciones americanas como The Wall Street Journal, Los Angeles Times, Townhall y el Weekly Standard.

Libertad Digital agradece a Dennis Prager y a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo.
Fuente: http://www.libertaddigital.com/
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_25422.html

Fundación Heritage
Por los valores judeocristianos XIII

por Dennis Prager

“Si no hay un Dios tal y como lo entienden las religiones judeocristianas, la vida es un hecho casual sin sentido. Ni usted ni yo tenemos ninguna importancia, nuestra existencia no tiene más significado que el de una roca en Marte”


Como ya apunté en una ocasión, hay 3 sistemas de valores compitiendo por el dominio mundial: El islam, el laicismo/socialismo estilo europeo y los valores judeocristianos. Como en Estados Unidos la competición está entre el segundo y el tercero (en Europa los valores judeocristianos están muriendo mientras el que está aumentando su influencia es el islam) mis artículos se han concentrado en las diferencias entre los valores judeocristianos y los valores laicos.

Quizá la diferencia más significativa entre ellos, aunque raramente sea admitida por los laicos, es la presencia o ausencia del significado final de la vida. A las personas no religiosas -como es muy comprensible- no les gusta tener que reconocer la consecuencia inevitable y lógica de su irreligiosidad: que la vida, en última instancia, no tiene razón de ser.

Dicho esto, las personas laicas y las no religiosas plantean dos objeciones inmediatas:

1. La gente no religiosa, incluyendo a los ateos, puede tener una vida tan llena de sentido como cualquier persona religiosa. No necesitan a Dios ni el judaísmo ni el cristianismo ni ninguna otra religión para darle sentido a su vida.

2. Laico y no religioso no son lo mismo que ateo; muchos laicos creen en Dios y por tanto cualquier razón de ser que devengue por creer en Dios, ellos también lo tienen. O sea que no necesitan la religión o los valores judeocristianos para darle sentido a su vida.

La primera objeción niega un hecho, un hecho que no es un juicio subjetivo: Si no hay Dios que creara el universo y a Quien le importaran Sus creaciones, al final la vida no tiene razón de ser.

Ésto no significa que la gente que no crea en ese Dios no pueda tener sus propios sentimientos, o inventarse una razón de ser y un significado para sus propias vidas. Lo hacen y lo tienen que hacer porque la necesidad de tener una razón de ser es la más grande de todas las necesidades que tiene el ser humano. Es más fuerte aún que su necesidad de sexo. Hay gente que lleva vidas en castidad que logran la felicidad mientras que nadie al que le falte una razón de ser o un significado en la vida puede lograr la felicidad.

Sin embargo, el hecho que la gente sienta que su vida tiene sentido –como padre, encargado, artista, o cualquiera de la multitud de cosas que nos haga sentir que hacemos algo útil– no influye en la pregunta misma de si la vida tiene, en última instancia, una razón de ser. Los dos temas son completamente distintos.

Comprensiblemente, un médico ve la curación de sus pacientes como algo significativo, pero si no cree en Dios, tendrá que enfrentarse honestamente al hecho que aunque curar a sus pacientes del día tenga mucho significado, al final nada tiene significado porque la vida misma no tiene significado. Y en este sentido, para lograr la paz interior como ser humano, es mucho mejor ser un pobre campesino que cree en Dios que ser un exitoso neurocirujano que no cree en nada.

Si no hay un Dios tal y como lo entienden las religiones judeocristianas, la vida es un hecho casual sin sentido. Ni usted ni yo tenemos ninguna importancia, nuestra existencia no tiene más significado que el de una roca en Marte. La única diferencia entre nosotros y las rocas marcianas es que nosotros necesitamos creer que nuestra existencia humana tiene importancia.

Ahora vamos a la segunda objeción, esa que dice que usted no necesita ni la religión ni los valores judeocristianos, basta con creer en Dios o sino en algo que está muy de moda hoy: la “espiritualidad” para imbuir la existencia con una razón de ser. En teoría, uno puede postular la existencia del Dios de las religiones judeocristianas sin que en realidad tenga que creer en ninguna de esas religiones o en ninguna de sus obras santas. Sin embargo, hay algo de absurdo al creer en el Dios que se ha dado a conocer a través de los textos cuya autenticidad uno rechaza. “Yo creo en el Dios que se dio a conocer al mundo exclusivamente a través del Antiguo Testamento pero no creo en el Antiguo Testamento” no es lógicamente convincente.

Cualesquiera que sean las inconsistencias lógicas o los argumentos teóricos en cualquier dirección, lo cierto es que mientras las personas laicas pueden creer que sus propias vidas tienen significado, el laicismo por definición niega que la vida tenga sentido. Las consecuencias han sido devastadoras para la salud mental y para el orden social.

Entre esas consecuencias encontramos un aumento de la tristeza y la depresión, mayor dependencia de las drogas y entretenimiento aturdidor para que así la gente pueda ir sobrellevando su vida, la confusión moral, el creer en disparates sin sentido (como el marxismo, fascismo, comunismo, pacifismo, equivalencia moral de sociedades buenas y malas...), y quizá lo más omnipresente, el significado de la política como sustituto al significado de la religión.

Dado que la necesidad de significado trasciende todas las otras necesidades humanas, su ausencia simplemente crea el caos individual y socialmente. En el gobierno, el laicismo es una bendición; pero en todo lo demás no lo es.

©2005 Creators Syndicate, Inc.
©2005 Traducido por Miryam Lindberg

Dennis Prager es periodista y comentarista radiofónico muy respetado en Estados Unidos, su programa se transmite desde Los Ángeles diariamente desde 1982. Sus artículos aparecen en grandes publicaciones americanas como The Wall Street Journal, Los Angeles Times, Townhall y el Weekly Standard.

Libertad Digital agradece a Dennis Prager y a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo.

Fuente: http://www.libertaddigital.com/
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

Bart, como conozco a donde derivan estos pretendidos valores, en cuanto que los sufrí en mi juventud, prefiero incondicionalmente vivir en un pais Laico, en una Europa Laica y en un Mundo Laico. En definitva es el pricipio de separación de iglesia y estado.
Cuando ambas Instituciones se unen ya no es posible delimitar lo que es político de lo religioso y la defección religiosa se considera como defección política y entonces el "brazo secular" cuida de castigar al temerario que se ha permitido disentir. ¿No es eso lo que ocurre en el Islam?
En tu aportación hay mucho del adagio de la mona vestida de seda y la seda no disimula el que siga siendo "mona" y no de una "monada" precisamente.
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

Estoy un 1000,000.00% de acuerdo con el tema...
 
Re: Por los valores judeo-cristianos


Tobi, cosa mala es contestar a algo sin leerlo, pero en fin que le vamos hacer.

Saludos

Bart
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_25691.html

Fundación Heritage
Por los valores judeocristianos XIV

por Dennis Prager

“Creo que es superior a todos los otros sistemas de valores que conozco. Creo que como sistema moral para una sociedad, es superior al sistema de valores laico-socialista que domina Europa”


En esta serie de artículos titulada “Por los valores judeocristianos” estoy defendiendo que los valores judeocristianos –tal y como se desarrollaron y se expresan específicamente en Estados Unidos aunque no sólo allí– constituyen el mejor sistema de valores en el mundo. Si a usted le importa que la bondad, la justicia y la compasión prevalezcan en un mundo a menudo malo, injusto y cruel, usted debería abrigar la esperanza que los valores judeocristianos predominen sobre la Tierra.

¿Es esta actitud arrogante o hasta chauvinista o racista por creer que hay un sistema de valores mejor?

Tratemos primero con la acusación de “racismo”. Es difícil exagerar lo absurdo de esta acusación. ¿Cómo pueden ser racistas unos valores que son universales o sea para la gente de todas las razas? La acusación carece de sentido ya que gente de todas las razas defienden los valores judeocristianos. En realidad, fuera de Estados Unidos, los blancos, siendo mayoritariamente laicos, son los menos inclinados a defender esos valores.

¿Y lo de “arrogante” y “chauvinista”? Aunque no es tan obvio, esas acusaciones carecen igualmente de fundamento.

Si uno no estima que su sistema de valores es superior al de los demás, entonces no es un sistema de valores. Resulta siendo una serie de hábitos personales que da la casualidad que a uno le gustan. Además, es muy difícil encontrar a alguien que cuando reflexiona, no piense de verdad que sus valores no son superiores.

¿Los que creen en la libertad no creen que la libertad es un valor superior a la tiranía?
¿Los que creen en la igualdad humana no creen que este valor es superior a la creencia que una raza es superior a otra? ¿Matar a las hijas por “honor” tiene el mismo valor que dejar que las hijas se casen con quien quieran? La lista es interminable.

La sola implicación de la palabra “valor” dice que es superior a cualquier otra cosa. Si usted valora la monogamia, usted está diciendo que es superior a la poligamia. Si usted valora la tolerancia, usted está diciendo que la tolerancia es superior a la intolerancia.

Todas las personas son iguales pero eso no significa que todos los valores sean iguales. La afirmación “Todas las personas son iguales” es en sí misma un valor, un valor que defiende que la igualdad humana es superior a cualquier otro valor que menosprecie o niegue el valor intrínseco de los otros seres humanos.

Pero muchos de los mejores educados (y por tanto los que menos se aclaran intelectualmente) le rebatirán: ¿Por qué la gente no puede mantener que sus valores son superiores sólo para ellos mismos? La respuesta es que no es sólo un mal uso del término “valor” sino que representa un completo malentendido del concepto. Usando los ejemplos anteriores ¿los que creen que la libertad es superior a la tiranía creen que la libertad es sólo superior para ellos? Imagine a alguien argumentando “Da la casualidad que yo creo en el valor de poder hablar, escribir, tener mis creencias y reunirme libremente como un valor para mí, pero no creo que esa libertad sea lo mejor para todos los demás”

Estoy defendiendo que el sistema de valores judeocristianos, tal y como se ha desarrollado basándose en la Biblia judía (El Antiguo Testamento), y perfeccionada mayormente por cristianos, especialmente en Estados Unidos, es el mejor sistema de valores que alguna vez se haya concebido. Creo que es superior a todos los otros sistemas de valores que conozco. Creo que como sistema moral para una sociedad, es superior al sistema de valores laico-socialista que domina Europa, a la izquierda en América y a cualquier otra religión. Tan es así que como dije en la parte VIII, los valores judeocristianos son hasta más grandes que el judaísmo o el cristianismo por separado.

¿Es esto un insulto a los miembros de esos grupos? Claro que no. ¿Es un insulto para un demócrata o un republicano pensar que su partido tiene mejores valores?

La razón por la que no es un insulto es que la gente decente e inteligente entiende que mejores valores no significa que todos aquellos que se denominen como esos valores son mejores personas. Yo creo que los valores judeocristianos son superiores pero sería un bobo si creyera que todos los judíos y todos los cristianos –o hasta la gente que se suscribe a los valores judeocristianos– son mejores que nadie. Todos los seres humanos deben ser juzgados por su comportamiento y no por el sistema de valores con el que estén asociados.

Me doy perfecta cuenta que hay un peligro real de arrogancia asociado con tener valores. En el momento que usted cree en un valor, usted pasa a creer que ese valor es superior a alguno o a todos los demás valores que compiten con él. Esto nos puede llevar a un pensamiento arrogante: “Todos los que tienen mis valores son maravillosos, todos los demás no lo son. Y no tengo nada que aprender de otras personas con otros sistemas de valores”.

Justamente por eso, los que nos mantenemos fieles a los valores judeocristianos debemos llevarlos con genuina humildad. Hay gente maravillosa en cada religión, gente maravillosa que es atea, hay gente espantosa en el judaísmo, en el cristianismo y entre personas que dicen tener valores judeocristianos.

Pero simplemente sería cobardía intelectual el negar que el sistema de valores que uno tiene no implica su superioridad sobre algunos o todos los otros valores.

©2005 Creators Syndicate, Inc.
©2005 Traducido por Miryam Lindberg

Dennis Prager es periodista y comentarista radiofónico muy respetado en Estados Unidos, su programa se transmite desde Los Ángeles diariamente desde 1982. Sus


Libertad Digital agradece a Dennis Prager y a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo.

Fuente: http://www.libertaddigital.com/
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

http://iglesia.libertaddigital.com/articulo.php/1276232811

BENEFICIOS SOCIALES DE LA RELIGIÓN
Los creyentes sí que pecan menos

Por Rebecca Hagelin

En su canción de 1971, Imagine, John Lennon nos pedía que imagináramos una utopía laica. No habría cielo ni infierno. La paz y la armonía reinarían y una "hermandad de seres humanos" global florecería. Lo que no encontraríamos en ese paradisíaco estado de cosas, por supuesto, sería la religión.



Lennon era un compositor con mucho talento pero, cuando se trataba de teología, se equivocaba de medio a medio. Ciertamente, en un mundo libre de religión no existiría el cielo. Pero habría muchísimo infierno y justo aquí, en la tierra.

Esta no es simplemente la opinión de una señora que se toma en serio su fe. Un enorme y creciente conjunto de investigaciones muestra la gigantesca diferencia que marca la fe religiosa en nuestra vida diaria. Y, efectivamente, no es una exageración decir que la religión hace posible la sociedad civil. Sin la religión, cada indicador de miseria humana tendría rotas las agujas de medición.

Para un conciso pero extenso catálogo de lo mal que podrían ir las cosas, échele un vistazo al nuevo estudio de Pat Fagan, el más importante investigador de ciencias sociales de la Fundación Heritage. En él, selecciona innumerables estudios que demuestran el increíble efecto que tiene la religión sobre el matrimonio, el divorcio, la educación de los hijos, el abuso de drogas y alcohol, los nacimientos fuera del matrimonio y hasta sobre la salud mental y física.

Comencemos con un área que me toca de lleno: las relaciones familiares. Mi esposo y yo hemos educado a nuestros tres adolescentes en un hogar afectuoso y religioso. Nuestra fe en Dios nos ha dado fuerzas en los buenos y en los malos tiempos y ha sido fuente permanente de inspiración, consuelo y aliento. Por eso me sentí especialmente complacida al leer lo siguiente en el estudio de Fagan:

Comparadas con las madres que no consideraban la religión como algo importante, aquellas que sí lo hacían valoraban más y de forma considerable su relación con sus hijos. Cuando las madres y sus hijos comparten una misma práctica religiosa, tienen mejores relaciones entre ellos. Por ejemplo, cuando los jóvenes de 18 años iban a servicios religiosos con aproximadamente la misma frecuencia que sus madres, ellas tenían mejores relaciones con ellos, incluso muchos años después. Además las madres que se hicieron más devotas durante los primeros 18 años de vida de sus hijos tuvieron mejores relaciones con sus hijos, al margen de la profundidad de sus prácticas religiosas antes del nacimiento.

Lo mismo puede decirse de los padres:

Comparados con padres sin afiliación religiosa, los que asisten a servicios religiosos con frecuencia son más propensos a supervisar a sus hijos, elogiarlos y abrazarlos y pasar tiempo con ellos. En realidad, la frecuencia de la asistencia a servicios religiosos de estos padres está más correlacionado con el grado de compromiso paternal en actividades entre padres e hijos que el empleo o el sueldo, que son los factores que se citan con más frecuencia en la literatura académica sobre la paternidad.

Fagan descubrió que las parejas son mucho más propensas a permanecer unidas si son religiosas. En efecto, el riesgo de divorcio es más de doble para las parejas que dejan de practicar su religión. Las parejas practicantes hablan de mayor felicidad y satisfacción en su matrimonio. La incidencia de violencia doméstica también disminuye. Los hombres que van a servicios religiosos al menos una vez por semana son un 50% menos propensos a cometer actos violentos contra sus parejas que aquellos que van una sola vez al año o menos.

¿Y sobre el comportamiento sexual de los adolescentes? También aquí hay buenas noticias. Fagan explica que los valores tradicionales y las creencias religiosas están entre los factores más comunes que los adolescentes mencionan al explicar por qué practican la abstinencia sexual. Y la religión afecta a los nacimientos fuera del matrimonio: si se compara a los que se consideran "muy religiosos" con los que no son "en absoluto religiosos" vemos que estos últimos son de dos a tres veces más propensos a tener un hijo fuera del matrimonio. Además, el uso del tabaco y el abuso de bebidas alcohólicas cae de forma significativa entre los jóvenes que son practicantes.

La religión también es una gran ayuda para aquellos que nunca se casan o que no tienen niños. "Una revisión de la investigación muestra que la religión afecta de manera importante el nivel de felicidad y la sensación general de bienestar de una persona", escribe Fagan. "En la amplia mayoría de los estudios revisados, el aumento en la práctica religiosa se asocia con una mayor esperanza y un mayor sentido de tener un propósito en la vida". Además, la gente que es practicante sufre menos riesgos de caer en la depresión y el suicidio. También tienden a vivir más.

Nada de esto sorprendería a los padres fundadores de la nación estadounidense, porque sabían que ningún pueblo se puede autogobernar sin religión. En su discurso de despedida, George Washington se refirió a la religión y la moralidad como "los grandes pilares de la felicidad humana" y observó: "Sea lo que sea que se le pueda conceder a la influencia de una educación refinada en mentes de una estructura singular, tanto la razón como la experiencia nos impide esperar que la moralidad nacional pueda prevalecer si se excluye el principio religioso".

Cuando se dirija a la iglesia la próxima vez, recuerde el papel indispensable que juega la religión en una sociedad libre. Después de todo, la más alta autoridad nos ha dicho que si primero buscamos el reino de Dios, "todo lo demás se os dará por añadidura". De alguna forma, Jesús nos estaba diciendo –casi 2.000 años antes de que John Lennon escribiese una sola nota musical– cómo lograr la verdadera "hermandad de seres humanos". Imagine.

©2006 The Heritage Foundation
* Traducido por Miryam Lindberg

Rebecca Hagelin es vicepresidenta de Comunicaciones y Marketing de la Fundación Heritage.


Fuente: http://www.libertaddigital.com/
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

http://www.periodistadigital.com/religion/object.php?o=561891

La Fundación Heritage sostiene que la práctica religiosa estabiliza las familias

La religión es buena para todo


RD

Domingo, 28 de enero 2007

Los Padres Fundadores de Estados Unidos entendieron hace tres siglos el 'papel vital' que la religión ejercía en la creación de un país que asentaría sus bases en una sociedad libre por lo que promovieron la libertad de culto, dando a conocer los beneficios que aporta a la sociedad, tales como la estabilidad en las familias y el fortalecimiento de las parejas, según refleja en su último estudio el investigador de la Fundación Heritage Patrick F. Fagan.

Los beneficios de la religión se dejan sentir en los efectos que ejerce en las clases humildes, reduciendo la incidencia de los abusos domésticos, el crimen, el consumo de drogas, alcóhol o tabaco y su repercusión en una mejora de la salud mental y física en lo que, según Fagan, es un efecto de carácter intergeneracional que 'los abuelos y padres transfieren a las siguientes generaciones'.

Según el trabajo realizado por este investigador, la futura prosperidad de Estados Unidos sólo puede asegurarse si se comprende la contribución que la religión ha aportado al orden constitucional de América. 'La práctica de la religión es un antídoto poderoso a los problemas sociales más urgentes, muchos de los cuales han alcanzado proporciones históricas', señala Fagan.

El trabajo elaborado para la Fundación Heritage destaca que a pesar de los beneficios sociales de la religión, 'la expresión de la fe en el terreno público se ha tropezado con muchos obstáculos', por lo que reclama la colaboración de los legisladores en la elaboración de fórmulas apropiadas que se integren dentro de las normas constitucionales para explorar el impacto de la práctica religiosa en la sociedad y, si es apropiado, 'reconocer su papel e importancia'.

RELIGION Y MATRIMONIO

Fagan destaca en su estudio que existen numerosas indicaciones de que la combinación de la práctica religiosa y de la relación matrimonial estable contribuye a dotar a las siguientes generaciones de fortaleza y éxito, a través de 'una mejora física, intelectual, mental y emocional en hombres, mujeres y niños' así como de 'valores y hábitos que promueven la prosperidad económica'.

Numerosos trabajos sociológicos han demostrado que la práctica religiosa periódica está asociada con la estabilidad en el matrimonio, 'mejora la satisfacción dentro de la pareja y alienta a los individuos a contraer matrimonio'. Según Fagan, estudios realizados sobre parejas con más de treinta años de duración explican 'que la fe ha sido una guía en momentos difíciles, facilitando la superación de conflictos, y alentando el mantenimiento de los compromisos'.

Asimismo, el estudio refleja la relación que existe entre la práctica de la fe y la consistencia del matrimonio y su resistencia al divorcio. 'Las mujeres más religiosas son menos propensas a experimentar el divorcio o la separación que aquellas que no practican la religión' y en el caso de aquellos matrimonios en los que ambos atienden oficios religiosos 'el divorcio tiene la mitad de incidencia que los matrimonios que no practican ningún culto'.

Por otra parte, Fagan destaca que existen numerosos estudios que reflejan que la convivencia prematrimonial incrementa la probabilidad del divorcio. 'Aquellos que durante su infancia no acuden a la iglesia con frecuencia y que consideran que la religión no tiene importancia sufren una mayor incidencia de cohabitación como jóvenes adultos', explica el estudio.

FAMILIA, MATERNIDAD Y PATERNIDAD

La participación religiosa estimula una relación paternal caracterizada por la autoridad, la bondad, el optimismo y la expresión de los sentimientos, señala Fagan. Aquellos padres que acuden a los oficios religiosos logran una mejor relación con sus hijos y se implican más en las actividades educativas de los mismos y al mismo tiempo una mayor implicación de los hijos en actividades religiosas se traduce en una mejor calidad de relación con los padres al compartir los mismos valores, facilitando la proximidad emocional.

En el caso de la maternidad, si se comparan con las madres que restan importancia a la religión en sus vidas familiares, las madres que abrazan el culto religioso poseen una relación con sus hijos más estrecha. Las madres que en los primeros 18 años de vida de sus hijos comparten con estos la asistencia a oficios religiosos permanecen, según revela el estudio de este investigador, más unidos en la relación con su hijo independientemente de la práctica religiosa que realizara con anterioridad.

Paralelamente, los beneficios de la práctica religiosa --según Fagan-- se extienden a la reducción de la violencia doméstica ya que aquellos padres que acuden a servicios religiosos al menos una vez a la semana tienen la mitad de probabilidades de cometer actos de violencia contra sus parejas si se compara con otros varones que no acuden a la iglesia.

El autor concluye afirmando que independientemente de como se analicen los datos en la elaboración de sus estudios e independientemente del grupo social analizado (sin afiliación, protestantes, conservadores), la actividad religiosa beneficia a la unidad familiar tanto en la relación entre los cónyuges, como entre la que mantienen con las otras generaciones al reducir las tensiones que puedan generarse al encontrar refugio y guía en el culto religioso.


Fuente: http://www.periodistadigital.com/religion/
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

Vamos a clarificar posturas.
De Bart
El laicismo es una religión que prohíbe todas las demás, y encima tenemos que darle gracias que de momento nos deja la vía testimonial siempre que sea fuera de la vida pública. Esperate que no tardaran en meterse con lo que se predica en las iglesias.

Eso no es laicismo. Esto es el imperio de los antirreligiosos. Es la antirreligión convertida en religion. Para entenderlo no hay más que hacer una mirada restrospectiva a la desaparecida Rusia Sovietica y ver el lenguaje que empleaban. Terminos como ortodoxia o heterodoxia marxista son suficientemente explícitos. El comunismo-marxismo pretendieron que fuese una religión.

El laicismo es A-RELIGIOSO y nunca puede ser CONTRA-RELIGIOSO.
Tiene que garantizar la practica religiosa de sus ciudadanos en plena libertad.

Es LAICO cuando no obliga acatamiento a ningún tipo de religiosidad.

Es LAICO cuando tampoco obliga a ser agnóstico o ateo.

En las escuelas públicas y estatales no debe imponer la enseñanza de una determinada religión, ni tampoco el ateismo o agnosticismo. En el caso de los USA hay que preguntarse el porqué se crearon, precisamente allí, las Escuelas Dominacales en el ambito eclesial. Pues porque ninguna denominación debía imponerse a las otras en el ambito de la enseñanza pública.
Tampoco, pues, debe sostener a profesores de ninguna denominación religosa en el ambito de las escuelas públicas.

En nuestra España existen las paradojas de ser un Estado Laico y a la vez se celebran actos religiosos confesionales en las Fuerzas Armadas. La presencia de dignidades eclesiásticas en actos puramente civiles. El sosteniemto de una confesión religiosa con los impuestos de todos los españoles. La reparación de templos y grandes edificios con los dineros de todos lo contribuyentes. Si la institución no puede sostenerlos, que los ceda en propiedad al Estado y que éste garantice su uso a quienes los construyeron y para el fin que fueron construidos.
En las escuelas confesionales, los que asisten a ellas, tienen -si lo desean- el derecho a la enseñanza religiosa, pero no sufragada por el Estado, puesto que, si este lo sufraga, deja de ser laico para convertirse en la práctica en Estado confesional.

Respecto a la "cultura" judeo cristiana: El Estado debe examinar con plena libertad y objetividad cual és la cultura que mejor defiende la celula básica de toda sociedad, la cual es la familia. Un simple repaso de la historia del pasado nos muestra que cuando esta celula se malmete tambien se malmete la cohesión social y el resultado es la desaparicion de aquella sociedad. Los Estados son fuertes sólo cuando la familia es fuerte.

El Estado, aun siendo laico, debe garantizar los derechos de las familias.
Derecho a la vida.
Derecho de los hijos a una formación ética.
Derechos de los huerfanos a ser adoptados por una familia que cuide de ellos bajo las normas de lo que es realmente "familia". Varon y hembra. Puesto que todo niño@ para madurar sexo-afectiva y socialmente necesita la referencia del padre, varon, y de la madre, hembra.

Debe legislar quienes tienen el antiguo "Ius Connubium" (derecho de crear y formar una familia) No debe admitir sucedáneos puesto que estos no son familia. Seran una "Sociedad Limitada o Anónima", pero no una familia.

El Estado debe saber que el bien común está por encima de los pretendidos derechos de aquellos que pretendan destruir los valores de supervivencia de la sociedad. y la vida.

Toda vez que esto es un delito que atenta contra la vida, (derecho a la supervivencia) la legislación represiva debe esta a la par con el delito cometido.

Y todo esto al margen de todo tipo de religiosidad puesto que la práctica de una forma de religiosidad que no se atenga a estos principios, debe ser erradicada socialmente. No pueden ampararse en la libertad religiosa aquellos que no respetan el derecho a la vida, al crecimiento y al desarrollo de la propia personalidad.

¿Que opinas Bart? Tambien el resto de lectores.
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

Vamos a clarificar posturas.
Cita:
De Bart
El laicismo es una religión que prohíbe todas las demás, y encima tenemos que darle gracias que de momento nos deja la vía testimonial siempre que sea fuera de la vida pública. Esperate que no tardaran en meterse con lo que se predica en las iglesias.

Tobi dijo:
Eso no es laicismo. Esto es el imperio de los antirreligiosos. Es la antirreligión convertida en religion. Para entenderlo no hay más que hacer una mirada restrospectiva a la desaparecida Rusia Sovietica y ver el lenguaje que empleaban. Terminos como ortodoxia o heterodoxia marxista son suficientemente explícitos. El comunismo-marxismo pretendieron que fuese una religión.

Eso ya lo sé, pero hoy en nuestro país el laicismo es la careta que utiliza el Gobierno para borrar cualquier vestigio del cristianismo.

Tobi dijo:
El laicismo es A-RELIGIOSO y nunca puede ser CONTRA-RELIGIOSO.
Tiene que garantizar la practica religiosa de sus ciudadanos en plena libertad.

Eso debiera ser, pero es muy diferente lo que es. En nombre del laicismo se blasfema y se nos insulta y encima tenemos que pagar sus blasfemias con nuestro dinero, caso de la representación de la obra de teatro “Me cago en Dios” subvencionada con el dinero de nuestros impuestos, y como esa, otras más. Eso no es laicismo ni libertad de expresión sino odio y cristofobia. Una ofensa constante contra la mayoría de los ciudadanos. Son los ofensores y perseguidores los que esgrimen el laicismo para justificar sus insultos a los creyentes, y para coartar a estos en la libertad de enseñanza a sus hijos. Así que de libertad nada.


Tobi dijo:
Es LAICO cuando no obliga acatamiento a ningún tipo de religiosidad.

Entonces España era laica desde 1978 o antes. Pero desde hace 2 años que han llegado al poder los nacional-socialistas, están tratando de sustituir los valores cristianos por el relativismo moral, y a Dios por el Estado (ver sacramentos laicos.)

Tobi dijo:
Es LAICO cuando tampoco obliga a ser agnóstico o ateo.

Para esta gente, vale todo si es anticatólico, subvencionan y promocionan cualquier religión por negativa que sea para nuestra sociedad (Islam), si con ello creen que menoscaban el catolicismo que es la religión mayoritaria en nuestro país.

Tobi dijo:
En las escuelas públicas y estatales no debe imponer la enseñanza de una determinada religión, ni tampoco el ateismo o agnosticismo. En el caso de los USA hay que preguntarse el porqué se crearon, precisamente allí, las Escuelas Dominacales en el ambito eclesial. Pues porque ninguna denominación debía imponerse a las otras en el ambito de la enseñanza pública.

En España hemos superado a los USA pues aquí no se impone ninguna religión en la escuela, sino que los padres eligen libremente si quieren que sus hijos tengan asignatura de religión según su credo en la escuela publica, y sino la quieren no la tienen. Este derecho lo quieren arrebatar los nacional-socialistas.

Tobi dijo:
Tampoco, pues, debe sostener a profesores de ninguna denominación religosa en el ambito de las escuelas públicas.

Los profesores los sostienen los padres con el pago de sus impuestos, y son los padres los que deben decidir sobre la educación de sus hijos no el Estado.

Tobi dijo:
En nuestra España existen las paradojas de ser un Estado Laico y a la vez se celebran actos religiosos confesionales en las Fuerzas Armadas. La presencia de dignidades eclesiásticas en actos puramente civiles.

¿Y por qué no?, si los miembros de las fuerzas armadas son creyentes y nadie les obliga a asistir, ¿les vamos a prohibir a los que viven acuartelados ejercitar su fe? ¿Vamos a obligar que las dignidades eclesiásticas vivan en la clandestinidad?, irán a donde los inviten.

Tobi dijo:
El sosteniemto de una confesión religiosa con los impuestos de todos los españoles. La reparación de templos y grandes edificios con los dineros de todos lo contribuyentes. Si la institución no puede sostenerlos, que los ceda en propiedad al Estado y que éste garantice su uso a quienes los construyeron y para el fin que fueron construidos.

Con la nueva ley, es el contribuyente quien decide a quien van destinado sus impuestos pudiendo poner una x sobre la Iglesia Católica, que recibirá un 0,7 de los impuestos del contribuyente, no ocurre así con el caso de los Bautistas que te quitan el dinero de tus impuestos sin preguntarte.

Tobi dijo:
En las escuelas confesionales, los que asisten a ellas, tienen -si lo desean- el derecho a la enseñanza religiosa, pero no sufragada por el Estado, puesto que, si este lo sufraga, deja de ser laico para convertirse en la práctica en Estado confesional.

No señor, lo sufragan los padres de sus impuestos, estaría de acuerdo contigo si a los creyentes se les eximiese de pagar impuestos.

Tobi dijo:
Respecto a la "cultura" judeo cristiana: El Estado debe examinar con plena libertad y objetividad cual és la cultura que mejor defiende la celula básica de toda sociedad, la cual es la familia. Un simple repaso de la historia del pasado nos muestra que cuando esta celula se malmete tambien se malmete la cohesión social y el resultado es la desaparicion de aquella sociedad. Los Estados son fuertes sólo cuando la familia es fuerte.

Para mí, los valores mas perfectos están recogidos en el cristianismo, que es una buena base para el desarrollo familiar y social. Y este Estado es lo que mas ataca.

Tobi dijo:
El Estado, aun siendo laico, debe garantizar los derechos de las familias.
Derecho a la vida.
Derecho de los hijos a una formación ética.
Derechos de los huerfanos a ser adoptados por una familia que cuide de ellos bajo las normas de lo que es realmente "familia". Varon y hembra. Puesto que todo niño@ para madurar sexo-afectiva y socialmente necesita la referencia del padre, varon, y de la madre, hembra.

Estoy de acuerdo contigo, pero el nacional-socialismo que padecemos hace justo lo contrario.

Tobi dijo:
Debe legislar quienes tienen el antiguo "Ius Connubium" (derecho de crear y formar una familia) No debe admitir sucedáneos puesto que estos no son familia. Seran una "Sociedad Limitada o Anónima", pero no una familia.

Te digo lo mismo: Estoy de acuerdo contigo, pero el nacional-socialismo que padecemos hace justo lo contrario.


Tobi dijo:
El Estado debe saber que el bien común está por encima de los pretendidos derechos de aquellos que pretendan destruir los valores de supervivencia de la sociedad. y la vida.

Dios quiera que te oigan y te hagan caso.

Tobi dijo:
Toda vez que esto es un delito que atenta contra la vida, (derecho a la supervivencia) la legislación represiva debe esta a la par con el delito cometido.

Amén

Tobi dijo:
Y todo esto al margen de todo tipo de religiosidad puesto que la práctica de una forma de religiosidad que no se atenga a estos principios, debe ser erradicada socialmente. No pueden ampararse en la libertad religiosa aquellos que no respetan el derecho a la vida, al crecimiento y al desarrollo de la propia personalidad.

Amén

Tobi dijo:
¿Que opinas Bart? Tambien el resto de lectores.



Ya te di mi opinión

Saludos cordiales,

Bart
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

Los artículos, en general, me parecen magníficos; digno de que seles estudie y analicen. No he podido leerlos todos, pero lo que vi me causó profundo interés.

El critianismo debí ser lo que inicialmemte fue: Un judaísmo sin circuncisión y ritos cruentos. Pero cuando el gentilismos e podrró de la iglesia, todo lo que oliera a judaísmo fue eliminado y muchísimas doctrinas y prácticas paganas predominaron hasta hoy.

Fu más en la época de Adriano, y luego de la derrota del mesías belicoso Bar Kokbah. Algunos grupos cristianos medrosos decidieron dejar el sábado bíblico y poco a pco fueron adopando el día del sol pagano. Con esta práctica, otras también fueron anuladas por concilios posteriores. Lo que querían algunos de los líderes cristianos era diferenciarse lo más posible de los

Nunca es tarde: la profecía anuncia el surgimiento de lo que se llama El Remanente (Apoc. 12:17), quien se habría de destacar por la observancia de los mandamientos de Dios y tener el testimonio de Jesús. Esa es la clave; JESÚS y los mandamientos de Dios. Hoy, que se pretende anular los diez mandamientos, hay que defender a toda costa esa ley eterna de Yahweh.
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

Bart.
Me limité a aclarar lo que es un Estado Laico mostrando lo que es auténtico laicismo.

Lo que ocurre en España es paradójico y puede que sin darte cuenta estas defendiendo el nacional catolicismo.

Tambien podemos entender que lo que ocurre es aquello que sembró dicho nacional catolicismo.

Tampoco es cierto que el catolicismo sea mayoritario en España. Mas del 80% les han vuelto la espalda a la jerarquía católica. Precisamente esta realidad hace que los valores éticos del cristianismo esten en entredicho.

¡¡¡Y así nos va!!!
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

Vamos a clarificar posturas.

(...)


Eso no es laicismo. Esto es el imperio de los antirreligiosos. Es la antirreligión convertida en religion. Para entenderlo no hay más que hacer una mirada restrospectiva a la desaparecida Rusia Sovietica y ver el lenguaje que empleaban. Terminos como ortodoxia o heterodoxia marxista son suficientemente explícitos. El comunismo-marxismo pretendieron que fuese una religión.

¿Que opinas Bart? Tambien el resto de lectores.

La sola aportación que realiza la iglesia católica como institución al Ministerio de Educación y Cultura no está pagado con lo que reciben del Estado Español.

¿Usted se ha puesto a echar las cuentas de lo que costaría el mantenimiento de las miles de iglesias y demás edificios históricos del patrimonio español?

La institución católica, como ONG a todas luces que es, tiene el mismo derecho que el resto de ONG a ser financiadas, y dado su carácter de SUPER-ONG (y la más eficiente, sin duda alguna), con mayor razón.

Por tanto, el hecho de que el Estado ayude financieramente a la institución católica dando la oportunidad a cada ciudadano de aportar voluntariamente un porcentaje de impuestos en el IRPF a cambio del servicio social que dicha institución presta a la sociedad es necesario y co-natural a un Estado laico.

Usted puede ser todo lo anti-católico que quiera, pero hoy en día España es un estado aconfesional, como todo estado democrático moderno.

El laicismo es diferente, y es anticonstitucional. El laicismo es una religión, y un estado de derecho no puede seguir una religión, sino procurar la libertad de religión.


Saludiños.
 
Enmienda

Enmienda

Dije:

Por tanto, el hecho de que el Estado ayude financieramente a la institución católica dando la oportunidad a cada ciudadano de aportar voluntariamente un porcentaje de impuestos en el IRPF a cambio del servicio social que dicha institución presta a la sociedad es necesario y co-natural a un Estado laico.

Es:

Por tanto, el hecho de que el Estado ayude financieramente a la institución católica dando la oportunidad a cada ciudadano de aportar voluntariamente un porcentaje de impuestos en el IRPF a cambio del servicio social que dicha institución presta a la sociedad es necesario y co-natural a un Estado aconfesional.
 
Re: Por los valores judeo-cristianos

El laicismo es diferente, y es anticonstitucional. El laicismo es una religión, y un estado de derecho no puede seguir una religión, sino procurar la libertad de religión.

Bien, tiene una opinión erronea de lo que es laicismo.

LAICO Del latin LAÏCUS 'que no es clérigo' y éste del griego laïkos 'perteneciente al pueblo', 'profano' deriv de laôs 'pueblo'.