En el año 1818, un americano llamado Guillermo Miller comenzó a proclamar que él había calculado la fecha del retorno de Cristo. Este cálculo, según Miller, fue el resultado de 2 años de cuidadosos estudios de la Biblia. Su fuente para la determinación de dicho cálculo fue Daniel 8:12. A su descubrimiento se le bautizó con el nombre: LA PROFECÍA DE LOS 2,300 DÍAS.
Asignando un año por cada día, él creyó que los 2,300 días literalmente representaban 2,300 años a partir de la reconstrucción de las paredes de la cuidad de Jerusalén en el año 457 antes de Cristo. Esto significaba que Cristo regresaría a la tierra a instaurar su Reino alrededor del año 1843. (Para un estudio detallado sobre este acontecimiento, solicítenos el juego de 2 cassettes titulado, ¿Tienen los Adventistas el Evangelio Verdadero?)
permítanme decirles que el hecho mismo de que una persona anuncie la fecha en que el acontecimiento del regreso de Cristo sucedería, fecha que ni siguiera el mismo Jesucristo sabía, cuando dijo: "Pero el día ni la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solamente el Padre" Mateo 24:36, evidentemente significa que de alguna forma, Dios, actuando misteriosamente, había revelado a un hombre lo que había renegado revelarle ¡a sus ángeles y hasta su propio Hijo!
Sin embargo, es importante recordar que la definición de un falso profeta, con Deuteronomio 18:21, es definida como aquel que anuncia que Dios le ha revelado un misterio o que Dios le ha dado un mensaje y al pasar el tiempo fijado, lo prometido no sucede: "El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar…el tal profeta deberá morir" Deut. 18:20.
1800 ó 1900 años después de Cristo, alegando que todos los cristianos, incluyendo a Pablo, Pedro, Lucas, Mateo, Juan, Judas, Cristo…¡en realidad no sabían todo lo que hoy ellos saben!
Miller mantuvo el descubrimiento en secreto por unos pocos años. Pero llegó un tiempo que la espera se hizo demasiado larga y la "verdad" había que proclamarla. Después de todo, todo aquel que no llegara a escuchar la voz y el mensaje de este llanero solitario, mejor dicho, de este marino mercante, se iba a perder de la salvación. El primer mensaje profético de Miller fue en la casa de su cuñado, en agosto de 1831. ¡Sólo faltaban 12 años para el fin del mundo!
El mensaje fue muy bien recibido por los presentes e inmediatamente Miller fue invitado a predicar en varias iglesias locales. En el año 1832 (¡ahora solo faltaban 11 años para el fin del mundo!), Miller publicó su primer escrito relacionado con las profecías. Su éxito no fue tan rotundo como esperaba. Después de todo, había millones de cristianos doctores, profesores, abogados, ingenieros, teólogos, que sabían leer la Biblia y hacer cálculos, quizás mucho mejor que este gringo marino mercante, y para ellos…¿Cómo era posible que ellos no vieran tan claro la "verdad" que veía Miller en las profecías bíblicas?
Pero más tarde Miller conoció a Joshua V. Hilmes (no a Pedro, ni a Mateo), ¡No!, a otro americano, el cual se convirtió en el relacionador público de Miller e hizo los arreglos para que éste hiciera sus predicciones en mítines caracterizados por ser celebrados en "grandes tiendas de campaña". ¿Han visto ustedes en el presente a algún otro grupo religioso celebrar mítines proféticos, de esos que asustan a la gente, en grandes casas de campaña?
Ahora, era apremiante alimentar el deseo del público por saber una fecha exacta. ¡Ellos querían saber lo que ni Jesús sabía! Pues, el señor Miller cedió, y estableció la fecha para el retorno de Cristo: El 21 de marzo de 1843. El día de Año Nuevo Judío.
Inmediatamente se organizó la publicación de un periódico y en tan solo unos meses Miller contaba con miles y miles de adeptos. ¡Fue como una avalancha! Muchos comenzaron a vender sus propiedades en anticipación del "Día". Boston se convirtió en la cede de operaciones del Profeta Guillermo Miller. Los servicios estaban compuestos por personas de todas las ramas religiosas del cristianismo, luteranos, bautistas, católicos, etc. Para el año 1842, no existía un lugar de reuniones lo suficientemente grande para albergar a todos los seguidores de Miller.
Aquí es importante resaltar que Miller y su grupo se reunían a adorar… ¡los domingos! En otras palabras, de alguna forma más misteriosa aún que la forma en la que se descubrió la fecha exacta del día del regreso de Cristo, Dios decidió que hasta personas que le adoraban en DOMINGO, por tanto rompiendo el mandamiento de guardar el Sábado, eran dignos de salvación. ¡Sorprendentemente estos fieles se reunían a alabar a Dios los domingos, e iban para el cielo!
Cuando llegó la fecha, marzo 21 de 1843, todo pasó sin incidente alguno. ¡Cristo no regresó! Días más tarde, después de cientos de artículos de burla en la prensa mundial, Miller admitió que de alguna forma cometió un error en su cálculo. ¡EL PROFETA SE HABIA EQUIVOCADO Y UNA VEZ MÁS EL EVANGELIO QUEDABA DESACREDITADO! Note que Miler no admitió ser un falso profeta, sino que simplemente había cometido un error de cálculo. Esto es sumamente importante en nuestra búsqueda por la identidad verdadera del culto o secta de los Adventistas.
"El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar…el tal profeta deberá morir" Deut. 18:20.
Pero la cosa no quedó ahí. El mismo grupo de descabellados fieles que creyó la primera vez, no tuvo la menor dudas de creer la segunda vez. El 14 de agosto de 1844, un seguidor de Miller llamado Samuel S. Snow anunció que Miller simplemente había calculado mal la fecha, que la fecha de la venida del Señor ocurriría un año y medio más tarde. Snow, ¡UN NUEVO PROFETA! dijo que él había recalculado todo y la fecha verdadera era el 22 de octubre del 1844.
El movimiento religioso cobró más fervor que nunca y la noche del 22 de octubre es lo que encontré definido en la Enciclopedia Británica con el nombre de "El gran chasco". Hasta los seguidores modernos de estos audaces "profetas"- Miller y Snow, orgullosamente hacen alusión a aquel día y sin vergüenza alguna se refieren al "El gran chasco" como si nada.
El Diccionario de la Real Academia Española nos define Chasco de la manera siguiente:
"Burla o engaño que se hace a alguien. Decepción que causa a veces un suceso contrario a lo que se esperaba". (Diccionario de la Real Academia Española, Pág. 251. 1983). Al considerar esta definición recuerden la definición de un falso profeta que Dios nos proporciona en Deuteronomio 18:20.
Después de esta fecha, los Mileritas, a veces llamados también Adventistas, se desbandaron. Pero…un grupo de fieles se quedó con el gusto de ver a Cristo venir a buscarlos EXCLUSIVAMENTE a ellos; A los ESPECIALES; A los que de alguna forma mostrarían ser más especiales que todos los otros cristianos de todas las épocas; Más listos que todos los grandes pensadores del cristianismo desde de su nacimiento y hasta la época… Después de todo, SÓLO ELLOS TENÍAN DERECHO A ENTERARSE DE LA FECHA SECRETA. ¡NADIE MÁS DEBÍA SABERLA, EXCEPTO ELLOS!
"Oid ahora, pueblo necio y sin corazón, que tienes ojos y no ves, que tiene oídos y no oyes - He aquí que (Cristo) viene en las nubes, y todo ojo le verá" Jeremías 5:21… y Apocalipsis 1:7 respectivamente.
Estos seguidores acérrimos continuaban sintiendo que después de las dos falsas profecías, el 1844 tenía algún significado profético. Pues en la mañana del 23 de octubre de 1844, Hiram Edson y otro amigo Milerita se encontraban caminando por un maizal en Port Gibson, New York (no en Jerusalén, o en Galilea), sino en New York, y Edson comenzó a proclamar que había tenido una visión desde los cielos ¡DOS PROFETAS ADVENTISTA MÁS! La visión consistía en que los 2,300 días realmente no producían la fecha en la que Cristo regresaría a la tierra, sino la fecha en la que Cristo había pasado del lugar Santo al lugar Santísimo en el templo que hay en el cielo.
En otras palabras, una de 5 cosas habían sucedido:
1 - O Miller era un falso profeta y en realidad no fue Dios el que le dio la revelación de la fecha del regreso de su Hijo.
2 - O Dios se equivocó cuando le dijo a Miller que el 1843 era la fecha del regreso de Cristo a la tierra.
3 - O Dios se equivocó una segunda vez cuando le dijo a Snow que Miller se había equivocado y que la fecha verdadera no era 1843, sino 1844.
4 - O que el Dios de Miller o el Dios de Snow era un falso dios, ya que andaba diciendo fechas equivocadas a diestra y a siniestra.
5 - O que todos estos charlatanes no eran más que falsantes y "lobos disfrazados de ovejas", los cuales andaban en busca de algo que ni siquiera Cristo sabía… ¡la fecha de su regreso!
Cuando la noticia de la visión de Hiram Edson llegó a los oídos de Miller, éste se rehusó tenazmente a apoyarla (noten que en esta versión del Evangelio según los Adventistas existe una carencia total de los nombres tradicionales en los asuntos cristianos: Pedro, Juan, Lucas, Mateo, Santiago, Pablo…). Por lo menos Miler fue honesto y no continuó el jueguito de profeta… pero en el grupo había gente que no aprendería la lección ¡NUNCA!. Los Mileritas necesitaban una salida rápida y poco dolorosa a la desdichada y VERGONZOSA experiencia del 22 de Octubre. ¡En apenas unos meses, casi el mismo grupo de "escogidos" había abierto los brazos a una nueva doctrina!
La casa de Edson se convirtió en la cede de lo que a partir de ese momento se comenzó a llamar Movimiento Adventista (Adventista, porque esperaban el Advenimiento o la llegada de Cristo). Un punto que deseo repetir aquí es que hasta ese momento todos estos "escogidos" habían estado adorando a Dios y a su seguro Salvador, Jesucristo, ¡los domingos!
Fue en una reunión en la casa de Edson que un individuo llamado Joseph Bates introdujo la idea de que en vez de adorar los domingos, el grupo debía comenzar a adorar los sábados ya que él lo había leído en un pedazo de papel viejo que se encontró un día sentado en el parque. El artículo en este papel lo había escrito Thomas M. Preble, un líder de lo que en ese momento se conocía como la Iglesia Bautista del 7mo Día. A propósito, este grupo Bautista del 7mo Día ha desaparecido casi completemente del espectro religioso mundial.
Una persona que forme parte de tan exquisito grupo como el que todavía se reunía en la casa de Edson, no necesitaba ni siquiera abrir la Biblia para leer:
"Por lo tanto, que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por cuestiones tales como días de fiesta, lunas nuevas o los sábados. Todo esto no era más que la sombra de lo que había de venir, la verdadera realidad es Cristo" Colosenses 2:16-17.
"Pues es por gracia que han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios" Efesios 2:9
Una persona que todavía estuviera sentado entre ese grupo compuesto por hombres con una indiferencia total por la autoridad de la Biblia y las enseñanzas del mismo Jesucristo, no había de cavilar al adoptar una nueva doctrina como esta. El hecho es que estos "feligreses" adoptaron la doctrina del sábado como se adopta a un pajarito mojado después de un aguacero. Y… como era de esperarse, ¡una cosa lleva a la otra!
Ahora había que explicar qué rayos entró Jesucristo a hacer en el Lugar Santísimo y qué había estado haciendo en el Lugar Santo
Pero después del fraude de Miller, el rebaño se quedó sin un guía. ¡Asi para Elena este era el momento preciso! No pasaron más que unas semanas y Elenita "comenzó a tener revelaciones". Estudios posteriores de los escritos y los hallazgos de Miller muestran que sus alegadas profecías habían sido copiadas de otros anteriores a él. En otras palabras, Miller no había hecho más que plagiar ideas y convertirlas en suyas. Pero su viaje fue corto. Nació en 1805 y lo mataron en 1844.
Pues como decíamos antes, debido a la muerte violenta e inesperada de Miller, se creó un vacío que debía ser llenado por alguno de sus seguidores. Es inmediatamente subsecuente a la muerte de este "profeta" que la Sra. White comienza a tener visiones y a recibir visitas de ángeles. Sin embargo, White no fue la única voz que se levantó diciendo: "Miren, aquí está el Mesías, o Miren, allí está…"Mateo 24:23. ¡No! Aparecieron varias otras voces:
"Y no es de estrañar, pues aun Satanás se disfraza como un angel de luz" 2 Corintios 11:14
Mary Baker Eddy, la famosa dirigente de la secta religiosa Ciencia Cristiana, también existió durante la mayor parte de la vida de Elena. Pero el problema era que los discípulos de ambas profetizas creían que su profeta era inspirada por Dios y que sus escritos deberían ser usados para interpretar la Biblia. Además el notable Charles T. Russell, el de la Atalaya y los Testigos de Jehová, también vivió durante el tiempo de Elena. Sus seguidores coincidencialmente también creen que ellos son la única iglesia verdadera y que todas las demás son "Babilonia". Los Adventistas se adhieren a esta última parte, pero se consideran a sí mismos como la única verdadera iglesia. Una vez la Sra. Elena comenzó a alimentar la imaginación de su grupo, el cual ya estaba acostumbrado a creer en cualquier cosa que le dijeran, se convirtió rápidamente en la Líder del movimiento Adventista.
Asignando un año por cada día, él creyó que los 2,300 días literalmente representaban 2,300 años a partir de la reconstrucción de las paredes de la cuidad de Jerusalén en el año 457 antes de Cristo. Esto significaba que Cristo regresaría a la tierra a instaurar su Reino alrededor del año 1843. (Para un estudio detallado sobre este acontecimiento, solicítenos el juego de 2 cassettes titulado, ¿Tienen los Adventistas el Evangelio Verdadero?)
permítanme decirles que el hecho mismo de que una persona anuncie la fecha en que el acontecimiento del regreso de Cristo sucedería, fecha que ni siguiera el mismo Jesucristo sabía, cuando dijo: "Pero el día ni la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solamente el Padre" Mateo 24:36, evidentemente significa que de alguna forma, Dios, actuando misteriosamente, había revelado a un hombre lo que había renegado revelarle ¡a sus ángeles y hasta su propio Hijo!
Sin embargo, es importante recordar que la definición de un falso profeta, con Deuteronomio 18:21, es definida como aquel que anuncia que Dios le ha revelado un misterio o que Dios le ha dado un mensaje y al pasar el tiempo fijado, lo prometido no sucede: "El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar…el tal profeta deberá morir" Deut. 18:20.
1800 ó 1900 años después de Cristo, alegando que todos los cristianos, incluyendo a Pablo, Pedro, Lucas, Mateo, Juan, Judas, Cristo…¡en realidad no sabían todo lo que hoy ellos saben!
Miller mantuvo el descubrimiento en secreto por unos pocos años. Pero llegó un tiempo que la espera se hizo demasiado larga y la "verdad" había que proclamarla. Después de todo, todo aquel que no llegara a escuchar la voz y el mensaje de este llanero solitario, mejor dicho, de este marino mercante, se iba a perder de la salvación. El primer mensaje profético de Miller fue en la casa de su cuñado, en agosto de 1831. ¡Sólo faltaban 12 años para el fin del mundo!
El mensaje fue muy bien recibido por los presentes e inmediatamente Miller fue invitado a predicar en varias iglesias locales. En el año 1832 (¡ahora solo faltaban 11 años para el fin del mundo!), Miller publicó su primer escrito relacionado con las profecías. Su éxito no fue tan rotundo como esperaba. Después de todo, había millones de cristianos doctores, profesores, abogados, ingenieros, teólogos, que sabían leer la Biblia y hacer cálculos, quizás mucho mejor que este gringo marino mercante, y para ellos…¿Cómo era posible que ellos no vieran tan claro la "verdad" que veía Miller en las profecías bíblicas?
Pero más tarde Miller conoció a Joshua V. Hilmes (no a Pedro, ni a Mateo), ¡No!, a otro americano, el cual se convirtió en el relacionador público de Miller e hizo los arreglos para que éste hiciera sus predicciones en mítines caracterizados por ser celebrados en "grandes tiendas de campaña". ¿Han visto ustedes en el presente a algún otro grupo religioso celebrar mítines proféticos, de esos que asustan a la gente, en grandes casas de campaña?
Ahora, era apremiante alimentar el deseo del público por saber una fecha exacta. ¡Ellos querían saber lo que ni Jesús sabía! Pues, el señor Miller cedió, y estableció la fecha para el retorno de Cristo: El 21 de marzo de 1843. El día de Año Nuevo Judío.
Inmediatamente se organizó la publicación de un periódico y en tan solo unos meses Miller contaba con miles y miles de adeptos. ¡Fue como una avalancha! Muchos comenzaron a vender sus propiedades en anticipación del "Día". Boston se convirtió en la cede de operaciones del Profeta Guillermo Miller. Los servicios estaban compuestos por personas de todas las ramas religiosas del cristianismo, luteranos, bautistas, católicos, etc. Para el año 1842, no existía un lugar de reuniones lo suficientemente grande para albergar a todos los seguidores de Miller.
Aquí es importante resaltar que Miller y su grupo se reunían a adorar… ¡los domingos! En otras palabras, de alguna forma más misteriosa aún que la forma en la que se descubrió la fecha exacta del día del regreso de Cristo, Dios decidió que hasta personas que le adoraban en DOMINGO, por tanto rompiendo el mandamiento de guardar el Sábado, eran dignos de salvación. ¡Sorprendentemente estos fieles se reunían a alabar a Dios los domingos, e iban para el cielo!
Cuando llegó la fecha, marzo 21 de 1843, todo pasó sin incidente alguno. ¡Cristo no regresó! Días más tarde, después de cientos de artículos de burla en la prensa mundial, Miller admitió que de alguna forma cometió un error en su cálculo. ¡EL PROFETA SE HABIA EQUIVOCADO Y UNA VEZ MÁS EL EVANGELIO QUEDABA DESACREDITADO! Note que Miler no admitió ser un falso profeta, sino que simplemente había cometido un error de cálculo. Esto es sumamente importante en nuestra búsqueda por la identidad verdadera del culto o secta de los Adventistas.
"El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar…el tal profeta deberá morir" Deut. 18:20.
Pero la cosa no quedó ahí. El mismo grupo de descabellados fieles que creyó la primera vez, no tuvo la menor dudas de creer la segunda vez. El 14 de agosto de 1844, un seguidor de Miller llamado Samuel S. Snow anunció que Miller simplemente había calculado mal la fecha, que la fecha de la venida del Señor ocurriría un año y medio más tarde. Snow, ¡UN NUEVO PROFETA! dijo que él había recalculado todo y la fecha verdadera era el 22 de octubre del 1844.
El movimiento religioso cobró más fervor que nunca y la noche del 22 de octubre es lo que encontré definido en la Enciclopedia Británica con el nombre de "El gran chasco". Hasta los seguidores modernos de estos audaces "profetas"- Miller y Snow, orgullosamente hacen alusión a aquel día y sin vergüenza alguna se refieren al "El gran chasco" como si nada.
El Diccionario de la Real Academia Española nos define Chasco de la manera siguiente:
"Burla o engaño que se hace a alguien. Decepción que causa a veces un suceso contrario a lo que se esperaba". (Diccionario de la Real Academia Española, Pág. 251. 1983). Al considerar esta definición recuerden la definición de un falso profeta que Dios nos proporciona en Deuteronomio 18:20.
Después de esta fecha, los Mileritas, a veces llamados también Adventistas, se desbandaron. Pero…un grupo de fieles se quedó con el gusto de ver a Cristo venir a buscarlos EXCLUSIVAMENTE a ellos; A los ESPECIALES; A los que de alguna forma mostrarían ser más especiales que todos los otros cristianos de todas las épocas; Más listos que todos los grandes pensadores del cristianismo desde de su nacimiento y hasta la época… Después de todo, SÓLO ELLOS TENÍAN DERECHO A ENTERARSE DE LA FECHA SECRETA. ¡NADIE MÁS DEBÍA SABERLA, EXCEPTO ELLOS!
"Oid ahora, pueblo necio y sin corazón, que tienes ojos y no ves, que tiene oídos y no oyes - He aquí que (Cristo) viene en las nubes, y todo ojo le verá" Jeremías 5:21… y Apocalipsis 1:7 respectivamente.
Estos seguidores acérrimos continuaban sintiendo que después de las dos falsas profecías, el 1844 tenía algún significado profético. Pues en la mañana del 23 de octubre de 1844, Hiram Edson y otro amigo Milerita se encontraban caminando por un maizal en Port Gibson, New York (no en Jerusalén, o en Galilea), sino en New York, y Edson comenzó a proclamar que había tenido una visión desde los cielos ¡DOS PROFETAS ADVENTISTA MÁS! La visión consistía en que los 2,300 días realmente no producían la fecha en la que Cristo regresaría a la tierra, sino la fecha en la que Cristo había pasado del lugar Santo al lugar Santísimo en el templo que hay en el cielo.
En otras palabras, una de 5 cosas habían sucedido:
1 - O Miller era un falso profeta y en realidad no fue Dios el que le dio la revelación de la fecha del regreso de su Hijo.
2 - O Dios se equivocó cuando le dijo a Miller que el 1843 era la fecha del regreso de Cristo a la tierra.
3 - O Dios se equivocó una segunda vez cuando le dijo a Snow que Miller se había equivocado y que la fecha verdadera no era 1843, sino 1844.
4 - O que el Dios de Miller o el Dios de Snow era un falso dios, ya que andaba diciendo fechas equivocadas a diestra y a siniestra.
5 - O que todos estos charlatanes no eran más que falsantes y "lobos disfrazados de ovejas", los cuales andaban en busca de algo que ni siquiera Cristo sabía… ¡la fecha de su regreso!
Cuando la noticia de la visión de Hiram Edson llegó a los oídos de Miller, éste se rehusó tenazmente a apoyarla (noten que en esta versión del Evangelio según los Adventistas existe una carencia total de los nombres tradicionales en los asuntos cristianos: Pedro, Juan, Lucas, Mateo, Santiago, Pablo…). Por lo menos Miler fue honesto y no continuó el jueguito de profeta… pero en el grupo había gente que no aprendería la lección ¡NUNCA!. Los Mileritas necesitaban una salida rápida y poco dolorosa a la desdichada y VERGONZOSA experiencia del 22 de Octubre. ¡En apenas unos meses, casi el mismo grupo de "escogidos" había abierto los brazos a una nueva doctrina!
La casa de Edson se convirtió en la cede de lo que a partir de ese momento se comenzó a llamar Movimiento Adventista (Adventista, porque esperaban el Advenimiento o la llegada de Cristo). Un punto que deseo repetir aquí es que hasta ese momento todos estos "escogidos" habían estado adorando a Dios y a su seguro Salvador, Jesucristo, ¡los domingos!
Fue en una reunión en la casa de Edson que un individuo llamado Joseph Bates introdujo la idea de que en vez de adorar los domingos, el grupo debía comenzar a adorar los sábados ya que él lo había leído en un pedazo de papel viejo que se encontró un día sentado en el parque. El artículo en este papel lo había escrito Thomas M. Preble, un líder de lo que en ese momento se conocía como la Iglesia Bautista del 7mo Día. A propósito, este grupo Bautista del 7mo Día ha desaparecido casi completemente del espectro religioso mundial.
Una persona que forme parte de tan exquisito grupo como el que todavía se reunía en la casa de Edson, no necesitaba ni siquiera abrir la Biblia para leer:
"Por lo tanto, que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por cuestiones tales como días de fiesta, lunas nuevas o los sábados. Todo esto no era más que la sombra de lo que había de venir, la verdadera realidad es Cristo" Colosenses 2:16-17.
"Pues es por gracia que han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios" Efesios 2:9
Una persona que todavía estuviera sentado entre ese grupo compuesto por hombres con una indiferencia total por la autoridad de la Biblia y las enseñanzas del mismo Jesucristo, no había de cavilar al adoptar una nueva doctrina como esta. El hecho es que estos "feligreses" adoptaron la doctrina del sábado como se adopta a un pajarito mojado después de un aguacero. Y… como era de esperarse, ¡una cosa lleva a la otra!
Ahora había que explicar qué rayos entró Jesucristo a hacer en el Lugar Santísimo y qué había estado haciendo en el Lugar Santo
Pero después del fraude de Miller, el rebaño se quedó sin un guía. ¡Asi para Elena este era el momento preciso! No pasaron más que unas semanas y Elenita "comenzó a tener revelaciones". Estudios posteriores de los escritos y los hallazgos de Miller muestran que sus alegadas profecías habían sido copiadas de otros anteriores a él. En otras palabras, Miller no había hecho más que plagiar ideas y convertirlas en suyas. Pero su viaje fue corto. Nació en 1805 y lo mataron en 1844.
Pues como decíamos antes, debido a la muerte violenta e inesperada de Miller, se creó un vacío que debía ser llenado por alguno de sus seguidores. Es inmediatamente subsecuente a la muerte de este "profeta" que la Sra. White comienza a tener visiones y a recibir visitas de ángeles. Sin embargo, White no fue la única voz que se levantó diciendo: "Miren, aquí está el Mesías, o Miren, allí está…"Mateo 24:23. ¡No! Aparecieron varias otras voces:
"Y no es de estrañar, pues aun Satanás se disfraza como un angel de luz" 2 Corintios 11:14
Mary Baker Eddy, la famosa dirigente de la secta religiosa Ciencia Cristiana, también existió durante la mayor parte de la vida de Elena. Pero el problema era que los discípulos de ambas profetizas creían que su profeta era inspirada por Dios y que sus escritos deberían ser usados para interpretar la Biblia. Además el notable Charles T. Russell, el de la Atalaya y los Testigos de Jehová, también vivió durante el tiempo de Elena. Sus seguidores coincidencialmente también creen que ellos son la única iglesia verdadera y que todas las demás son "Babilonia". Los Adventistas se adhieren a esta última parte, pero se consideran a sí mismos como la única verdadera iglesia. Una vez la Sra. Elena comenzó a alimentar la imaginación de su grupo, el cual ya estaba acostumbrado a creer en cualquier cosa que le dijeran, se convirtió rápidamente en la Líder del movimiento Adventista.