Re: ¿Y esto es también culpa del celibato?
Me dan ganas de responderte con lo que el propio Calvino escribió acerca de la Iglesia visible y la invisible, de la Iglesia de la que formarían parte sólo los santos y aquella en la que hay personas que no serán salvas, pero me basta con un solo ejemplo, con un solo nombre: Judas Iscariote, auténtico apóstol.
Luego, Dios conoce a los suyos en su sola potestad; el hombre no tiene esta potestad divina de ver toda la altura, anchura y profundidad.
Si no conocemos como hombres el total de aquellos que son Suyos. ¿Porqué pretender llamar "La Iglesia" a lo que nosotros vemos como iglesia.
En suma, la ICR presume ser "La Iglesia", pero resulta ser un conjunto distinto a aquello formado por los salvos de todos los tiempos de todas latitudes de todo linaje y nación, esto es, no son sinónimos y si no lo son ¿a que la jactancia?
Por esto la parábola del trigo y la cizaña entre otras cosas enseña que no todos los que dicen estar o pertenecer a una iglesia son trigo ni todo lo que esta fuera de ella es cizaña; así las cosas no son sinónimos la ICR, adventista, metodista, etc. y la iglesia de Cristo.
Entonces, un pastor, un ministro, un cura, que dice o cree pertenecer a "la Iglesia" y que como bien dices no esta apartado de iniquidad podrá continuar perteneciendo a determinada iglesia sea bautista, católico romana, luterana, o alguna otra pero no es parte de la iglesia de Cristo.
Y no, no me refiero a excepciones, me refiero a que son conjuntos distintos la iglesia de Cristo la cual es pura y sin mancha, sin arruga, y la cual no la podemos ver en toda su magnitud, no ahora y lo que nos parece a cada sección del cristianismo que es "la iglesia".
Me parece tendenciosa la insistencia de parte de foristas católico romanos, de referirse en aquellos términos, cuando no son sinónimos lo uno de lo otro.
Tú has recordado una línea muy puntual y no me refiero a una línea de demarcación o de pertenencia o no pertenencia a la ICR, sino una línea bien trazada de santidad que aparta el trigo de la cizaña; donde el trigo es la iglesia de Cristo y la cizaña, es el mundo.
Por lo que conversaciones tales como "la iglesia dice", "la iglesia enseña", sin tomar gar en un diálogo interreligioso.
Además que conlleva el peligro de que quienes así hagan especialmente aquellos que lo hacen con conocimiento de causa de tratar de ponerse en el lugar de Dios, para juzgar quienes son trigo y quienes son cizaña, juicio que como bien sabes le corresponde solamente a Dios, y Dios lo hará al final de la ciega.
Coincido con Juan Pablo II en que este uno de los pasajes de la escritura más inquietante y no se hasta donde pero seguro estoy que impacto su vida personal de una manera muy amplia, de tal forma que le permitió abrirse en pos de al posibilidad de comprender que hay mas trigo del que solemos pensar fuera de nuestros graneros y mas cizaña de la que en apariencia vemos dentro de nuestros propios graneros.
Un saludo.
Me dan ganas de responderte con lo que el propio Calvino escribió acerca de la Iglesia visible y la invisible, de la Iglesia de la que formarían parte sólo los santos y aquella en la que hay personas que no serán salvas, pero me basta con un solo ejemplo, con un solo nombre: Judas Iscariote, auténtico apóstol.