Las mujeres en la Iglesia

22 Febrero 2006
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Se le echa en cara al catolicismo que no deje a las mujeres recibir el sacramento del orden sacerdotal. Sin embargo es en la Iglesia católica donde las mujeres han brillado con luz propia, eclipsando a papas y a obispos, demostrando con eso que la santidad no está acotada a la jerarquía.
Desde Santa Brígida de Suecia, Santa Teresa de Jesús, Santa Teresita de Lisieux, Edit Stein, La Madre Teresa de Calcuta, etc. etc. hay infinidad de mujeres que son recordadas por todas las generaciones. Sin embargo, entre los protestantes los únicos que son recordados en la historia son los nombres de los hombres que ejercían su autoridad sobre alguna comunidad. Y lo mismo digamos de muchos santos: Todo el mundo conoce a San Francisco de Asís, ¿alguien conoce el nombre del papa de aquellos tiempos?
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Conoce usted bien poco,o nada sobre la mujer en el protestantismo.
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Conoce usted bien poco,o nada sobre la mujer en el protestantismo.


Si tiene a bien decirnos el nombre de alguna reformadora de renombre... o alguna teóloga protestante de renombre....o incluso alguna pastora de renombre...... se lo agradeceríamos mucho.
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Si tiene a bien decirnos el nombre de alguna reformadora de renombre... o alguna teóloga protestante de renombre....o incluso alguna pastora de renombre...... se lo agradeceríamos mucho.

No se trata del "renombre",sino del servicio realizado por muchas mujeres en la obra de Dios.¿O hay que ser "famosa" para servir al Señor?

Supongo que no conoce usted a Corrie Ten Boon,Susana Spurgeon,Elizabeth Fry,Lillian Dickson,Carlota Moon,Carol Terry,Nest Evans de Craig,Lilias Trotter,Eugenia Price,Pandita Ramabai,Ida Scudder y una larga lista de mujeres que no alcanzaron la fama,pero ayudaron,sirvieron y llevaron milles de almas a los pies de Cristo.

¿Cree usted que el Señor les va a preguntar:"Y tú cuan famosa eras en la tierra"?

Por otra parte conozco muy buenas hermanas predicadoras y pastoras,maestras,evnagelistas y servidoras de Cristo entre los pobres.Pero ellas no buscan la fama,sino el servir al Señor que dió Su vida por ellas.

:gato:
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Si saben inglés,les invito a introducir cada nombre entre comillas en el buscador de Google y verán el trabajo misionero y vocacional de cada una de estas mujeres que cité.

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Re: Las mujeres en la Iglesia

Por cierto,siempre me he preguntado como es que en la iglesia católica no hay mujeres sacerdotes,sin embargo si tienen una "doctora de la iglesia",Teresa de Jesús.
:eek2:
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

No se trata del "renombre",sino del servicio realizado por muchas mujeres en la obra de Dios.¿O hay que ser "famosa" para servir al Señor?

Supongo que no conoce usted a Corrie Ten Boon,Susana Spurgeon,Elizabeth Fry,Lillian Dickson,Carlota Moon,Carol Terry,Nest Evans de Craig,Lilias Trotter,Eugenia Price,Pandita Ramabai,Ida Scudder y una larga lista de mujeres que no alcanzaron la fama,pero ayudaron,sirvieron y llevaron milles de almas a los pies de Cristo.

¿Cree usted que el Señor les va a preguntar:"Y tú cuan famosa eras en la tierra"?

Por otra parte conozco muy buenas hermanas predicadoras y pastoras,maestras,evangelistas y servidoras de Cristo entre los pobres.Pero ellas no buscan la fama,sino el servir al Señor que dió Su vida por ellas.

:gato:

He leído y recomendado a la primera pero ganas me dan de hacer una encuesta preguntándole a los evangélicos del foro cuántos saben algo del resto (bueno, de Susana quizás sepan que era esa gran mujer que está siempre tras un gran hombre). Por ejemplo, tengo pocas dudas de que yo sé bastante más sobre la cuáquera Elisabeth Fry que el 99% de los protestantes que participan en este foro.
Pero claro, decirle a un católico que no sabe sobre las mujeres en el protestantismo y luego aludir a que lo importante es lo que sepa Dios y no los hombres, pues es cuanto menos peculiar.
Pensé que incluiría a Hanna Hurnard pero como la buena mujer acabó siendo universalista pues lo mismo no acaba de encajar en el protestantismo.
Le cuento que cuando fui miembro de una iglesia evangélica colaboré con el responsable -hoy anciano- de la librería de la misma. Ambos nos encargábamos de ir a la librería de CLC en Madrid para elegir los libros que luego habían de comprar los miembros de la congregación. Y créame que habían muy pocas, por no decir ninguna, biografías de mujeres protestantes. Tampoco muchos libros escritos por ellas.
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

El tema de la mujer en si siempre a sido un tanto controversial en las iglesias. pues hay muchas que no creen que ellas puedan ser ministros o pastoras solo las dejan que sean maestras y cosas asi. LA mujer es importante para la vida de la Iglesia y para la Iglesia que Jesus fundo pues desde el principio son ellas las que han propagado el mensaje. Lo que si es que cada iglesia tiene sus normas y sus cosas y cada una pues trabaja de forma diferente. EN la mia las mujeres tienen el mismo lugar que el hombre son lideres y pueden ser pastoras y ministros pq asi le plujo a Dios.
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Pues como vió,yo si conozco a muchas mujeres que entregaron sus vidas al servicio del Señor,muchas son completamente desconocidas para los hombres,pero no para aquellos entre los que trabajaron.

Supongo que concordará conmigo que no se trata de "fama" ante los hombres,aunque es triste que haya tan pocas biografías de esas mujeres,invisibles para los hombres pero apreciadas por sus testimonios y vidas dedicadas.

Hoy en las librerías cristianas ya hay muy buen material,tanto biográfico como escrito por mujeres.

:elcaminan
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Por cierto,siempre me he preguntado como es que en la iglesia católica no hay mujeres sacerdotes,sin embargo si tienen una "doctora de la iglesia",Teresa de Jesús.
:eek2:

¿Una?
Y tres también.
Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Lisieux.
No ejercieron como doctoras en su vida pero la Iglesia ha considerado que sus escritos y su vida entera las califica como maestras de santidad.
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

¿Una?
Y tres también.
Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Lisieux.
No ejercieron como doctoras en su vida pero la Iglesia ha considerado que sus escritos y su vida entera las califica como maestras de santidad.

Es una verdadera lástima que sigan apartando a las mujeres de los ministerios de enseñanza y pastorado,quizá tendrían muchas como Teresa de Jesús,cuyas obras leo con mucho aprecio.

:elcaminan
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Es una verdadera lástima que sigan apartando a las mujeres de los ministerios de enseñanza y pastorado,quizá tendrían muchas como Teresa de Jesús,cuyas obras leo con mucho aprecio.

:elcaminan

No es una verdadera lástima que la Iglesia sea fiel a lo que siempre ha sido parte del depósito de la fe tal y como ratificó definitivamente Juan Pablo II en la Ordinatio sacerdotalis, la cual acabó con las siguientes palabras:

Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia.


El tema está cerrado desde el punto de vista del magisterio católico. Nunca habrá ordenaciones de mujeres como presbíteras en la Iglesia Católica.
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Jesús y las mujeres

Jesús siempre reacciono contra todas las desigualdades de las que eran victimas las mujeres. Por ejemplo, en el caso de la mujer sorprendida en adulterio (Gn 8:11) enfrentándose a la doble moral que los escribas y fariseos practicaban y que servía de apoyo para mantener privilegios masculinos. Pero es interesante que para eso no recurrió a costumbres legalistas, puesto que la ley establecía el mismo castigo para el hombre que para la mujer (Lu 20-10) y requería, además dos testigos (Dt. 19-15), si no que apelo a principios espirituales: El que de vosotros este sin pecado sea el primero en tirar la piedra en contra de ella”.
Jesús, por otro lado, enseño tanto a los hombres como a las mujeres (Mt. 14:13-21), e incluso permitió que algunas de ellas lo acompañaran a lo largo de su ministerio (Lc. 8:1-3).
Los judíos no enseñaban la torah a las mujeres y en el templo levantado por Herodes, las mujeres estaban separadas de los hombres. Conforme la Mishna, el patio de las mujeres estaba no sólo más lejos del lugar Santísimo que el patio de los hombres, si no que, además, se encontraba quince escalones más abajo.
Jesús, sin embargo, no dudo en usar el mundo femenino en las parábolas, como la de la levadura (Mt. 13-33), la de las vírgenes (Mt. 25:1-3), la de la viuda y el juez injusto (Lc. 18: 1-15) o la comparación del reino con la parturienta (Jn. 16:21). Entre todas destaca, sin duda, la de la humilde ama de casa que barre todo su hogar hasta que encontró la moneda perdida (Lc. 15-8). Por otro lado en comparación con las costumbres de la época, donde las relaciones entre hombres y mujeres estaban muy restringidas, las relaciones de Jesús con las mujeres fueron tan abiertas que sin duda sorprendían y escandalizaban.
Otro ejemplo importante donde Jesús rompe los tabúes del sistema es la curación de la mujer con flujo de sangre (Mr. 5:25-34). Según la ley, durante la menstruación la mujer no sólo se volvía impura, si no que contaminaba todo lo que tocaba. Esta mujer, por lo tanto, debía vivir prácticamente al margen de la sociedad, pues padecía esta enfermedad desde hacía doce años.
Jesús dejándose tocar por una mujer impura demuestra que el cuerpo femenino es parte de la buena creación de Dios.
Pero sin duda uno de los hechos que mejor demuestra el concepto que Jesús tenía de las mujeres, tiene que ver con su resurrección. En el judaísmo, la mujer no tenía derecho a prestar testimonio, puesto que según los rabinos, de (Gn 18-15) se desprendía que era mentirosa.
Jesús, sin embargo, haciendo caso omiso de estas creencias denigratorias sobre las mujeres, las escogió como primeros testimonios de la resurrección (Mt. 28:29-10, Jn20:11-18), haciéndolas no sólo las primeras receptoras del mensaje del cristianismo, si no también las primeras predicadoras del mismo (Mt. 28:10), derecho y privilegio que más tarde y aún hoy en día sus seguidores varones niegan a las mujeres.
El vino, por lo tanto, como ser humano (Ro.5:15; Fil 2:7), no como varón aún que se encarnara en forma de hombre. No es de extrañar, pues, que las mujeres fueran especialmente sensibles a su mensaje y mientras que uno de sus discípulos varones lo traicionaba, otro lo negaba y los demás huían, ellas lo arriesgaban todo por Él.
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

El vino, por lo tanto, como ser humano (Ro.5:15; Fil 2:7), no como varón aún que se encarnara en forma de hombre.

Sin lugar a dudas vino como varón. Eso de que se encarnó "en forma de hombre" suena a gnosticismo raro. Cristo no era andrógino. Era varón
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

No te preocupes, caminante.
Los catolicos no tienen sacerdotisas, pero papas, cardenales y obispos (un poco menos) presbiteros (menos aun, excepto los del papus dei, esos si) visten con faldas. Así queda compensado.
 
Re: Las mujeres en la Iglesia

Jesús y las mujeres

Jesús siempre reacciono contra todas las desigualdades de las que eran victimas las mujeres. Por ejemplo, en el caso de la mujer sorprendida en adulterio (Gn 8:11) enfrentándose a la doble moral que los escribas y fariseos practicaban y que servía de apoyo para mantener privilegios masculinos. Pero es interesante que para eso no recurrió a costumbres legalistas, puesto que la ley establecía el mismo castigo para el hombre que para la mujer (Lu 20-10) y requería, además dos testigos (Dt. 19-15), si no que apelo a principios espirituales: El que de vosotros este sin pecado sea el primero en tirar la piedra en contra de ella”.
Jesús, por otro lado, enseño tanto a los hombres como a las mujeres (Mt. 14:13-21), e incluso permitió que algunas de ellas lo acompañaran a lo largo de su ministerio (Lc. 8:1-3).
Los judíos no enseñaban la torah a las mujeres y en el templo levantado por Herodes, las mujeres estaban separadas de los hombres. Conforme la Mishna, el patio de las mujeres estaba no sólo más lejos del lugar Santísimo que el patio de los hombres, si no que, además, se encontraba quince escalones más abajo.
Jesús, sin embargo, no dudo en usar el mundo femenino en las parábolas, como la de la levadura (Mt. 13-33), la de las vírgenes (Mt. 25:1-3), la de la viuda y el juez injusto (Lc. 18: 1-15) o la comparación del reino con la parturienta (Jn. 16:21). Entre todas destaca, sin duda, la de la humilde ama de casa que barre todo su hogar hasta que encontró la moneda perdida (Lc. 15-8). Por otro lado en comparación con las costumbres de la época, donde las relaciones entre hombres y mujeres estaban muy restringidas, las relaciones de Jesús con las mujeres fueron tan abiertas que sin duda sorprendían y escandalizaban.
Otro ejemplo importante donde Jesús rompe los tabúes del sistema es la curación de la mujer con flujo de sangre (Mr. 5:25-34). Según la ley, durante la menstruación la mujer no sólo se volvía impura, si no que contaminaba todo lo que tocaba. Esta mujer, por lo tanto, debía vivir prácticamente al margen de la sociedad, pues padecía esta enfermedad desde hacía doce años.
Jesús dejándose tocar por una mujer impura demuestra que el cuerpo femenino es parte de la buena creación de Dios.
Pero sin duda uno de los hechos que mejor demuestra el concepto que Jesús tenía de las mujeres, tiene que ver con su resurrección. En el judaísmo, la mujer no tenía derecho a prestar testimonio, puesto que según los rabinos, de (Gn 18-15) se desprendía que era mentirosa.
Jesús, sin embargo, haciendo caso omiso de estas creencias denigratorias sobre las mujeres, las escogió como primeros testimonios de la resurrección (Mt. 28:29-10, Jn20:11-18), haciéndolas no sólo las primeras receptoras del mensaje del cristianismo, si no también las primeras predicadoras del mismo (Mt. 28:10), derecho y privilegio que más tarde y aún hoy en día sus seguidores varones niegan a las mujeres.
El vino, por lo tanto, como ser humano (Ro.5:15; Fil 2:7), no como varón aún que se encarnara en forma de hombre. No es de extrañar, pues, que las mujeres fueran especialmente sensibles a su mensaje y mientras que uno de sus discípulos varones lo traicionaba, otro lo negaba y los demás huían, ellas lo arriesgaban todo por Él.
Es cierto lo que dices sobre la actitud de Jesús con las mujeres. Les dió una dignidad igual al hombre, que no se daba en aquellas sociedades patriarcales. Y fueron las primeras que dieron testimonio de la resurrección. Sin embargo, no las escogió como apóstoles, solamente escogió hombres. Pero con esa decisión no menospreciaba a las mujeres, sencillamente les dió diferentes funciones. Del mismo modo, al elegir a Pedro como cabeza de su Iglesia, no menospreció a los demás apóstoles, ni en especial al discípulo amado. Con la mentalidad de un hombre "moderno" podríamos preguntarnos si no debía de haber elegido como cabeza de la Iglesia a Juan, ya que no le negó, ni le abandonó en la Cruz. Pero Dios no elige según los méritos, sino que elige a quien quiere.
Hay una pretensión del hombre "moderno" de querer juzgar a Dios, y de hacerse un dios a su medida, pero Dios sobrepasa todo lo que el hombre pueda pensar.