Re: En las Escrituras Dios se dirige al hombre y no a la mujer.
Me pregunto que tendrá Miniyo contra las mujeres. ¿Cual habrá sido su experiencia para obligarle a marginar a la mujer poco menos que a los quehaceres hogareños?
Afirma que Dios no habla a las mujeres y claro no habló a Débora
Así, que, Dios no habla a las mujeres. Luego Débora no era una mujer, ni tampoco lo eran María Magdalena y la madre de Jacobo. ¿Que narices eran, Miniyo?
Padeces una grave fobia y es fácil deducir las causas. Cualquiera que de las féminas que conozco no les llegas a la horma de sus zapatos.
Stultorum infinitus est numerus
Me pregunto que tendrá Miniyo contra las mujeres. ¿Cual habrá sido su experiencia para obligarle a marginar a la mujer poco menos que a los quehaceres hogareños?
Afirma que Dios no habla a las mujeres y claro no habló a Débora
Jueces 4:1-
Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová. Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habitaba en Haroset-goim. Entonces los hijos de Israel clamaron a Yahve, porque aquél tenía novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.
Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio. Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Yahve Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos? Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Yahve a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes. Y juntó Barac a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando; y Débora subió con él.
Luc. 24:1-10
El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.
Así, que, Dios no habla a las mujeres. Luego Débora no era una mujer, ni tampoco lo eran María Magdalena y la madre de Jacobo. ¿Que narices eran, Miniyo?
Padeces una grave fobia y es fácil deducir las causas. Cualquiera que de las féminas que conozco no les llegas a la horma de sus zapatos.
Stultorum infinitus est numerus