¿666 La marca de la bestia?
Un tema interesante y que se ha prestado para muuuuchiiiisimas interpretaciones.
Es increíble cuantas interpretaciones se han dado de la marca de la bestia: microchip, el computador (Bill Gates), código de barras, la Comunidad Europea etc. etc. etc.
Primero, esta advertencia de la marca de la bestia, está dirigida al pueblo de Dios, especialmente a “los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús” (Apoc. 14:12) de modo que abarca a la iglesia de Jesús desde su inicio hasta su término aquí sobre la tierra. Por lo tanto podemos descartar lisa y llanamente cualquier tipo de “marca moderna”, ya sea digital, electrónica etc. etc. y que no haya alcanzado a los primeros cristianos.
Igualmente me sorprende la facilidad e ingenuidad de algunos que se atreven a decir “¡cuidado! que no los engañen...” o términos parecidos a éste. Debo decir que la marca de la bestia no será puesta en la mano o en la frente (si fuese literal) o será aceptada (si es simbólica) en un acto de “sorpresa”, o por engaño, sencillamente será algo que se aceptará voluntariamente; nadie va a tomar desprevenido a otro y rápidamente ponerle la marca; esto es infantil. Como decía, voluntariamente se aceptará, ya sea por presión o sin ella; pero finalmente será un acto totalmente voluntario, es decir si queremos lo aceptamos , y si no, sencillamente no. No dudo sin embargo que la presión que se puede ejercer sobre el hijo de Dios puede ser muy fuerte, como para que agobiado por las circunstancias, el cristiano acepte aquella marca; pero así y todo, no quita que igualmente la decisión última de aceptar o no, le pertenece al cristiano.
La Palabra de Dios dice que la marca es número de hombre: “porque es el número de hombre: y el número de ella, seiscientos sesenta y seis.” (Apoc. 13:18) ¿Apocalipsis, es el único libro en donde aparece éste número? La Palabra de Dios registra en otros libros éste mismo número: “El peso del oro que Salomón tenía de renta cada año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro.” (1 Reyes 10:14) “Y el peso de oro que venía a Salomón cada un año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro” (2 Cron. 9:13)
Parecerá muy liviano pensar que el dinero, y no otra cosa, sea la “marca de la bestia”; pero no es un pensamiento tan descabellado. Su Palabra dice: “y que ninguno pudiese comprar o vender; si no el que tuviere la señal.” Es demasiado obvio que en todos los tiempos el dinero ha venido a ser la forma de poder de compra y venta; y éste pensamiento también nos permite “incluir” a todos los creyentes, en todos los tiempos, (con tecnología o sin ella) en la posibilidad de sucumbir a recibir la “marca de la bestia”.
La fuerte presión de la necesidad o el hambre; en los pobres; o del deseo de poder o de pertenencias, entre los ricos; es un aguijón que puede llevar a muchos a apostar de su fe, y aceptar la marca: “Y hacia que a todos, a los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca...” (Apoc. 13:16) ¿Cuantos cristianos hoy en día no aceptan la pobreza? ¿cuantos dicen: "hermano ud. no tiene que ser pobre, ud. es hijo del Rey" ¿cuantos consideran que la pobreza es del diablo? y empujan a muchos creyentes a procurar de cualquier forma a obtener una condición económica espectacular. Mientras que su palabra dice: "Bienaventurados los pobres"; "Sean las costumbres vuestras sin avaricia, contentos de lo presente" (Hebreos 13:5) "Asi que, teniendo sustento y con que cubrirnos, seamos contentos con esto." (1 Timoteo 6:8 ) ¿No estará el dinero generandonos conflictos?
Lo demás, medítelo ud. mismo.
