"Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." 1 Corintios 2:9,10.
¿Como aceptaremos las revelaciones que Dios ha preparado para los que le aman, si la mayoría de nosotros, cerramos los oidos a todo aquello que no nos suena familiar, o no está contemplado dentro de la "doctrina" que consideramos "sana doctrina"?
Somos tan quisquillosos con las "revelaciones" que lo primero que hacemos es debatirlas con el conocimeinto que tenemos hasta ahora sobre el tema que toca la tal "revelación".
Pero: ¿como podemos debatir con lo conocido, con la sabiduría adquirida hasta ahora, lo que "ojo no vió, ni oido oyó ni ha subido al corazón del hombre" ?
Cada vez que alguien abre un epígrafe sobre los tradicionales temas controversiales doctrinales del cristianismo, y alguien viene con una versión o explicación que no se amolde a lo "conocido", es atacado y echado pot tierra su postura. Pero: ¿Que tal y si es algo que "no ha escuchado el oido, ni visto el ojo, ni subido al corazón" ?
¿Como podremos aceptar lo nuevo, si el argumento para debatirlo, es lo viejo, y no solo es argumento para debatirlo, sino que además es un posición infranqueable, y que al que la pase le es recetada una horrenda hoguera?
¿Porqué nos cuesta tanto aceptar que Dios no ha dejado de hablar, y mucho menos de revelar todo de sí?
Greivin.
¿Como aceptaremos las revelaciones que Dios ha preparado para los que le aman, si la mayoría de nosotros, cerramos los oidos a todo aquello que no nos suena familiar, o no está contemplado dentro de la "doctrina" que consideramos "sana doctrina"?
Somos tan quisquillosos con las "revelaciones" que lo primero que hacemos es debatirlas con el conocimeinto que tenemos hasta ahora sobre el tema que toca la tal "revelación".
Pero: ¿como podemos debatir con lo conocido, con la sabiduría adquirida hasta ahora, lo que "ojo no vió, ni oido oyó ni ha subido al corazón del hombre" ?
Cada vez que alguien abre un epígrafe sobre los tradicionales temas controversiales doctrinales del cristianismo, y alguien viene con una versión o explicación que no se amolde a lo "conocido", es atacado y echado pot tierra su postura. Pero: ¿Que tal y si es algo que "no ha escuchado el oido, ni visto el ojo, ni subido al corazón" ?
¿Como podremos aceptar lo nuevo, si el argumento para debatirlo, es lo viejo, y no solo es argumento para debatirlo, sino que además es un posición infranqueable, y que al que la pase le es recetada una horrenda hoguera?
¿Porqué nos cuesta tanto aceptar que Dios no ha dejado de hablar, y mucho menos de revelar todo de sí?
Greivin.