Re: LA INEXISTENCIA DE LA TRINIDAD
Luis Fernando dijo:
No, para nada. En el griego original ESTE hace referencia al sujeto que va inmediantamente antes. Si no, habría dicho ESE o AQUEL. La gramática griega no le permite a usted interpretar ese versículo de otra manera. Lo siento mucho.
El problema suyo, como el de cualquier antitrinitario típico, es que no quieren entender que el hecho de que el Padre sea Dios y el Hijo sea Dios no significa que haya DOS dioses (ni TRES porque el Espíritu Santo sea Dios), sino que hay dos personas distintas (en realidad tres) que son UN SOLO DIOS.
Por tanto, no hay contradicción alguna entre llamar al Padre Dios verdadero y llamárselo al Hijo. Si el Hijo es Dios, como el propio Padre reconoce, necesariamente el Hijo tiene que ser Dios verdadero.
¿Puedes decirme dónde el propio Padre reconoce que el Hijo es Dios??? Cuidado con Hebreos 1:8, porque ese verso es una mala traducción, como muchos saben, aunque otros obviamente no lo acepten.
El problema con los trinitarios católicos fervientes, como vos Luis Fernando, es que nunca, pero nunca podrían aceptar que la Trinidad es una falsedad, no sólo por la doctrina misma sino por su extrema sumisión a su institución religiosa. ¿Por qué? Porque para reconocer que la Trinidad es un engaño, tendría el católico que reconocer que su Iglesia se ha equivocado, que no es infalible y guardadora de toda verdad, como le han enseñado siempre. Eso sin duda para católicos devotos como vos es muy muy pero difícil. Una cosa va unida a la otra, cae una, necesariamente debe caer la otra.
La realidad es que los dos versículos de 1 Juan 5:20 y Juan 17:3 dicen lo mismo. Jesús enseña que el Padre es el único Dios verdadero. Juan enseña lo mismo.
¿Quién es el Dios verdadero en 1 Juan 5:20? — ¡La verdad que pocos quieren ver!
“También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con* su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna”.
Muchos de los que erradamente creen que Cristo es el Dios verdadero sostienen que la oración final en este verso: “Este es el verdadero Dios y la vida eterna”, se refiere a Jesucristo, puesto que el sustantivo más cercano a “Este” es “Jesucristo”. Sin embargo, puesto que Dios y Jesús son ambos referidos en la primera oración del verso, la oración final puede referirse a cualquiera de ellos. La palabra (pronombre) “Este”, que inicia la oración final, es houtos, y un estudio de él mostrará que el contexto, no el sustantivo o pronombre más cercano, debe determinar a cuál “Este” se está refiriendo. La Biblia provee ejemplos de esto, y uno bueno está en Hechos 7:18 y 19:
“Hasta que se levantó otro rey en Egipto que no conocía á José. Este [houtos], usando de astucia con nuestro linaje, maltrató á nuestros padres, á fin de que pusiesen á peligro de muerte sus niños, para que cesase la generación”. Usando el sentido común podemos ver que el pronombre “Este” [houtos] no puede referirse a José, aunque José es el sustantivo más próximo. Se refiere al otro rey, el primero, en el verso, aunque ese rey malvado no es el sustantivo más cercano.
Si fuera verdad de que los pronombres siempre se refieren al sustantivo más próximo, resultarían en serios problemas teológicos. Un ejemplo es Hechos 4:10, 11:
“Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, al que vosotros crucificasteis y Dios le resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este [houtos] es la piedra reprobada de vosotros los edificadores, la cual es puesta por cabeza del ángulo”. Si “Este” en la última oración se refiere al sustantivo o pronombre más próximo, entonces el hombre que fue sanado es realmente la piedra rechazada por los constructores y que ha venido a ser cabeza del ángulo, es decir, el Cristo. Por supuesto que esto no es verdad.
Un aun más problemático ejemplo para aquellos que no reconocen que el contexto, no la colocación del sustantivo o pronombre, es la clave más vital para el significado adecuado, es 1 Juan 5:20, donde se lee:
“También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con* su Hijo Jesucristo. Éste [houtos] es el Dios verdadero y la vida eterna”. Como en los dos ejemplos anteriores, el pronombre “Este” en este versículo no se relaciona con el sustantivo más próximo, sino que se refiere al Padre, una de las dos personas que se mencionan en todo el versículo.
Finalmente, es el propio Señor Jesucristo quien nos reveló al Padre diciendo:
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan (no, “nos conozcan”) a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Aquí claramente nuestro amado Señor nos enseña una verdad que pocos quieren aceptar por culpa de la tradición Católica y Protestante. Y esta verdad es que Cristo mismo enseñó que sólo Su Padre es el único Dios verdadero y nadie más. Incluso, ya en el cielo, Jesús sigue llamando a Su Padre como “MI DIOS” 4 veces en Apocalipsis 3:12: “
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo”. Nos preguntamos, ¿puede un Dios verdadero tener su propio Dios verdadero? Creo que aquí hay un punto que merece seria consideración.