Es común que muchas personas hagan proeza de su habilidad de 'hablar en una lengua desconocida' gracias al espíritu santo. Comentan algunas, que aunque no entienden lo que dicen, se sienten contentas por decir las palabras que Dios le esta mandando decir. Para la gran mayoría (por no decir todos) estas lenguas son sonidos ininteligibles, que no necesariamente tienen que tener sentido. Pero, ¡'la experiencia es inolvidable'! Pero, ¿Era esta la manera como cristianos del primer siglo utilizaban este don que se les había dado?
Poco antes de ascender al cielo, Jesucristo les dijo a sus discípulos que pronto serian bautizados por espíritu santo (Hechos 1:8). Y así fue. Durante una fiesta del Pentecostés, 120 cristianos fueron llenos de espíritu santo. ¿Qué sucedió después? El relato bíblico menciona: “y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse” (Hechos 2:4). Y este expresarse sirvió con un propósito principal. En aquella fiesta, habían venido personas de distantes partes a Jerusalén. Muchos de ellos hablando diferentes idiomas. El don dado a los cristianos, les permitió hablar con aquellas personas que habían venido en sus propios lenguajes maternos. Tal como continua el relato: “De modo que, cuando este sonido ocurrió, la multitud se juntó, y se azoraron, porque cada uno los oía hablar en su propio lenguaje. En verdad, estaban pasmados, y empezaron a admirarse y a decir: “Pues miren, todos estos que están hablando son galileos, ¿verdad? Y sin embargo, ¿cómo es que oímos, cada uno de nosotros, nuestro propio lenguaje en que nacimos? Partos y medos y elamitas, y los habitantes de Mesopotamia, y de Judea y de Capadocia, de Ponto y del [distrito de] Asia, y de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las partes de Libia, que está hacia Cirene, y residentes temporales procedentes de Roma, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas acerca de las cosas magníficas de Dios” (6-11). En efecto, las lenguas que les eran permitido expresarce eran las mismas lenguas de personas distantes. No eran simples sonidos inentendibles, sino que les era posible entender “las cosas magnificas de Dios”. Esto ayudo de sobremanera la expansión del mensaje divino a partes donde no había sido posible llegar, ya sea por la distancia o por el lenguaje. ¡Sin duda alguna, fue algo muy bueno! Tres años y medio después de este suceso, ciertos incircuncisos cuando escuchaban a Pedro hablar, recibieron el espíritu santo de Dios y empezaron a hablar en lenguas. Quince años y medio después, Pablo hablo a un grupo de Éfeso e impuso la mano a 12 discípulos, lo que hizo que estos hablaran en lenguas.
Dentro de la congregación, había instrucciones que seguir para aquellos que poseían el don de hablar en lenguas. Por ejemplo, el apóstol Pablo escribo a los Corintios de que durante sus reuniones no hablaran todos en lenguas, ya que esto podría causar confusión a los incrédulos (1 Cor. 14:23). Además recomendó limitar a dos o tres a lo mucho, y por turno. Sin embargo, si nadie podía traducir entonces tendrían que permanecer en silencio. ¿Es así como los que alegan ser dotados de este don lo utilizan? No podemos olvidar las palabras de Jesucristo ya citadas antes. Hechos 1:8 dice: “pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. Esa importante y difícil tarea, de dar a conocer la verdad a toda la tierra habitada (lo que implicaría el uso de diferentes lenguajes) seria con la ayuda del espíritu santo.
Tiempo después, Pablo explico que ese don, cesaría. Tal como dice 1 Cor. 13:8 : “El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará.” ¿Cuando seria esto? La Biblia no pone ninguna fecha. Pero si muestra que en TODOS los casos en lo que se daba aquel don se encontraba uno más de los apóstoles y se realizaba por medio de la imposición de manos. “Ahora bien, cuando Simón vio que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el espíritu, les ofreció dinero” (Hechos 8:18). Para el tiempo en que no hubo apóstoles vivos, las verdades bíblicas ya habían sido en gran parte esparcidas por lo conocido del mundo (aunque no podemos decir que en su totalidad). Y las escrituras habían sido traducidas en varios lenguajes, lo que permitió que muchas personas entendieran estas verdades que dan vida. Cumpliendo uno de los principales propósitos de este don. Ahora la Biblia esta traducida en su totalidad o en parte en mas de 12 000 idiomas y el numero sin duda alguna es mayor actualmente. La congregación de Dios, ya no esta en una etapa infantil o de apenas crecimiento en sentido espiritual. Tenemos el conocimiento escrito en la Palabra de Dios en nuestro propio idioma.
Poco antes de ascender al cielo, Jesucristo les dijo a sus discípulos que pronto serian bautizados por espíritu santo (Hechos 1:8). Y así fue. Durante una fiesta del Pentecostés, 120 cristianos fueron llenos de espíritu santo. ¿Qué sucedió después? El relato bíblico menciona: “y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse” (Hechos 2:4). Y este expresarse sirvió con un propósito principal. En aquella fiesta, habían venido personas de distantes partes a Jerusalén. Muchos de ellos hablando diferentes idiomas. El don dado a los cristianos, les permitió hablar con aquellas personas que habían venido en sus propios lenguajes maternos. Tal como continua el relato: “De modo que, cuando este sonido ocurrió, la multitud se juntó, y se azoraron, porque cada uno los oía hablar en su propio lenguaje. En verdad, estaban pasmados, y empezaron a admirarse y a decir: “Pues miren, todos estos que están hablando son galileos, ¿verdad? Y sin embargo, ¿cómo es que oímos, cada uno de nosotros, nuestro propio lenguaje en que nacimos? Partos y medos y elamitas, y los habitantes de Mesopotamia, y de Judea y de Capadocia, de Ponto y del [distrito de] Asia, y de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las partes de Libia, que está hacia Cirene, y residentes temporales procedentes de Roma, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas acerca de las cosas magníficas de Dios” (6-11). En efecto, las lenguas que les eran permitido expresarce eran las mismas lenguas de personas distantes. No eran simples sonidos inentendibles, sino que les era posible entender “las cosas magnificas de Dios”. Esto ayudo de sobremanera la expansión del mensaje divino a partes donde no había sido posible llegar, ya sea por la distancia o por el lenguaje. ¡Sin duda alguna, fue algo muy bueno! Tres años y medio después de este suceso, ciertos incircuncisos cuando escuchaban a Pedro hablar, recibieron el espíritu santo de Dios y empezaron a hablar en lenguas. Quince años y medio después, Pablo hablo a un grupo de Éfeso e impuso la mano a 12 discípulos, lo que hizo que estos hablaran en lenguas.
Dentro de la congregación, había instrucciones que seguir para aquellos que poseían el don de hablar en lenguas. Por ejemplo, el apóstol Pablo escribo a los Corintios de que durante sus reuniones no hablaran todos en lenguas, ya que esto podría causar confusión a los incrédulos (1 Cor. 14:23). Además recomendó limitar a dos o tres a lo mucho, y por turno. Sin embargo, si nadie podía traducir entonces tendrían que permanecer en silencio. ¿Es así como los que alegan ser dotados de este don lo utilizan? No podemos olvidar las palabras de Jesucristo ya citadas antes. Hechos 1:8 dice: “pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. Esa importante y difícil tarea, de dar a conocer la verdad a toda la tierra habitada (lo que implicaría el uso de diferentes lenguajes) seria con la ayuda del espíritu santo.
Tiempo después, Pablo explico que ese don, cesaría. Tal como dice 1 Cor. 13:8 : “El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará.” ¿Cuando seria esto? La Biblia no pone ninguna fecha. Pero si muestra que en TODOS los casos en lo que se daba aquel don se encontraba uno más de los apóstoles y se realizaba por medio de la imposición de manos. “Ahora bien, cuando Simón vio que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el espíritu, les ofreció dinero” (Hechos 8:18). Para el tiempo en que no hubo apóstoles vivos, las verdades bíblicas ya habían sido en gran parte esparcidas por lo conocido del mundo (aunque no podemos decir que en su totalidad). Y las escrituras habían sido traducidas en varios lenguajes, lo que permitió que muchas personas entendieran estas verdades que dan vida. Cumpliendo uno de los principales propósitos de este don. Ahora la Biblia esta traducida en su totalidad o en parte en mas de 12 000 idiomas y el numero sin duda alguna es mayor actualmente. La congregación de Dios, ya no esta en una etapa infantil o de apenas crecimiento en sentido espiritual. Tenemos el conocimiento escrito en la Palabra de Dios en nuestro propio idioma.