REFLEXIÓN DE NATANAEL1
No tenemos que llevarnos a Junias y María Magdalena y lanzarlas a un vertedero y lanzarme yo mismo con ambas, porque tal es el tono de los últimos mensajes que he leído.
Solamente ubicarlas como enseña la Palabra de Dios.
Dios dispuso en el AT que los profetas fueran sus enviados, sus voceros, y dentro de este marco de revelación se incluyen los falsos profetas a quién el mismo señor los denuncia así:
Jer_27:15 Porque yo no los envié, dice Jehová, y ellos profetizan falsamente en mi nombre, para que yo os arroje y perezcáis vosotros y los profetas que os profetizan.
En la Iglesia, estos son falsos apóstoles de Cristo, obreros fraudulentos, que para estafar apelan a las artimañas del error.
La palabra “apóstol” proviene del griego ἀπόστολος (apóstolos), que significa literalmente “enviado” o “mensajero”.
Ya en un mensaje anterior, no recuerdo el tema, expliqué sobre el uso de este término que en el NT se usa de tres maneras bien distintas, con la singularidad de que solo una vez se refiere al pueblo cristiano asociado a su responsabilidad individual de predicar el evangelio.
Pues todos los discípulos de Cristo son de alguna manera enviados al mundo, aquí está el texto en el contexto del lavamiento de los pies en el aposento alto:
Jua 13:16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado (G652) es mayor que el que le envió.
G652=ἀπόστολος (apostolos)
En este sentido, el apostolado es parte de la responsabilidad, no de la Iglesia, pues no tiene ninguna autoridad, sino del redimido por Cristo, en su fidelidad y amor hacia él (Jn.20:21).
Espero que entiendan que la Autoridad es de Cristo mediante su bendita Palabra, para que no me salgan con reclamos fuera de lugar, porque esta es la conducta del religioso irredento que cree que la Iglesia tiene autoridad para salvarlo en dirección contraria a (Hch.4:12).
La sujeción de la Iglesia es a su dueño y Señor, su Cabeza, su Creador, su Redentor, su Salvador.
La criatura irredenta roba esta autoridad torciendo las Escrituras y se presenta como el reemplazo del Espíritu Santo, legítimo representante de Cristo en su genuina Iglesia.
En algunas ocasiones los "enviados" de las Iglesias (G652) reciben el nombre de "apóstoles" enviados para cumplir alguna asignación, aquí está el texto:
2Co 8:23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros (G652) de las iglesias, y gloria de Cristo.
2Co 8:24 Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.
Son apóstoles de las Iglesias, y diversas versiones traducen como "delegados", "representantes", "emisarios", particularmente esta versión traduce "apóstoles de las iglesias".
(NT Besson) Si se trata de Tito, es mi compañero y colaborador para vosotros; si nuestros hermanos, son apóstoles de iglesias, gloria de Cristo.
(Pablo Besson fue un pastor y erudito suizo que llegó a Argentina en 1881 y es reconocido por haber realizado la primera traducción del Nuevo Testamento al castellano directamente del griego en Latinoamérica. Su versión, publicada en 1919 y revisada en ediciones posteriores, se distingue por su fidelidad al texto original)
Y en Fil.2:25 Pablo menciona a Epafrodito, un miembro activo en la asamblea de Filipos, y dice Pablo que es -vuestro mensajero-, "su representante", literalmente "su apóstol", porque fue enviado por esa asamblea con la misión de llevarle una ofrenda al apóstol Pablo.
Resumen:
1. Una sola vez se utiliza la palabra "apóstol" para nosotros como miembros del Cuerpo de Cristo.
2. Algunas veces la referencia es a los "apóstoles de las Iglesias" y este mismo sentido podemos encasillar, con la autoridad que nos da la misma escritura, a los hermanos que son encomendados a tiempo completo a la Obra del Señor que conocemos como "siervos del Señor".
3. Los apóstoles del Cordero, los doce (Lc.6:12-13; Gál.1:1;15), en referencia a la Soberanía de Dios Padre y del Señor Jesucristo cuyos nombres identifican los doce cimientos de la Jerusalén celestial.
Vuelvo e insisto:
-"No tenemos que llevarnos a Junias y María Magdalena y lanzarlas a un vertedero y lanzarme yo mismo con ambas, porque tal es el tono de los últimos mensajes que he leído.
Solamente ubicarlas como enseña la Palabra de Dios."-
Si María Magdalena fue la primera enviada a proclamar la victoria de Cristo sobre la muerte, después de la resurrección del Señor, quién es Pedro, por ejemplo (porque fue uno de aquellos cuando regresaron, en el pozo de Jacob, que se sorprendieron viendo a Jesús hablando con la mujer samaritana) pregunto a cualquier forista reflexivo:
¿Si el Salvador la hizo digna quienes somos nosotros para desvirtuar este apostolado?
Entonces hagamos otra biblia donde la mujer Samaritana en el pozo de Jacob contrata a un hombre para que vaya a la ciudad a predicar que el Mesías está presente, porque según ustedes, lo que Cristo hace digno no cuadra con vuestro egoísmo.
¿Por qué son tan obtusos?
En la cena de las Bodas del Cordero todos los que somos de Cristo, estaremos presentes, allí también estará María Magdalena, la mujer Samaritana, Junia, Priscila y demás colaboradoras de Cristo, donde no existirán las absurdas discusiones que tenemos aquí en este tema, como si servir a Cristo fuese algo exclusivo de los hombres.
¿Acaso la mujer no puede gloriarse en servir a Cristo en el lugar donde la misma Escritura la ubica?