ADVERTENCIA A LOS LECTORES ESPIRITUALES
A Cristo y su plan eterno no lo podemos encasillar en las lóbregas celdas de las posiciones teológicas, cuyo fruto es la división del cuerpo de Cristo.
El creyente maduro está centrado en Cristo, no en lo que diga ningún erudito teólogo, porque lo que haya dicho, o escrito, lo tenemos que filtrar bajo este principio:
LA ALTIVEZ HUMANA
2Co 10:5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
El Propósito Eterno de Dios en Cristo: Dos esferas, un solo Reino
“…según el propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor.”
—Efesios 3:11
El Pueblo Unido a Cristo
1. Una ciudadanía no de esta tierra
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador.”
—Filipenses 3:20
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay... voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”
—Juan 14:2-3
“...nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.”
—Efesios 2:6
La Iglesia no es una entidad terrenal mejorada, sino un nuevo hombre, unido a Cristo, no por genealogía, sino por el Espíritu.
La Iglesia no espera un reino terrenal, sino una unión eterna con Cristo glorificado en los cielos.
Este punto es importante para aclarar Hechos 20:25 por cuanto al estar incluido en ese versículo la expresión "reino de Dios" el indocto piensa que Pablo se está refiriendo exclusivamente a los moradores de la tierra, Israel y las naciones gentiles.
El Plan Terrenal: La Fidelidad de Dios a Abraham
1. Promesas eternas e incondicionales
“Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia... por pacto perpetuo.”
—Génesis 17:7
Dios no revoca su palabra. El plan con Abraham y su descendencia se desarrollará aquí en la tierra, como fue prometido.
2. Israel no ha sido desechado
“...el endurecimiento en parte ha acontecido a Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.”
—Romanos 11:25
“...y luego todo Israel será salvo...”
—Romanos 11:26
Israel fue apartado por un tiempo, pero no rechazado. Dios cumplirá lo que prometió, sin transferir sus promesas a otro pueblo.
Dos Esferas, Un Solo Reino
1. La esfera celestial: la Iglesia
Formada por todos los redimidos en Cristo comprados en el altar de la Cruz (1P.1:18-20)
Unidos al Hijo en gloria (Ef. 1:3; 5:30).
Arrebatados antes del juicio venidero (1 Ts.1:10; 4:16-17; Ap. 3:10).
2. La esfera terrenal: Israel y las naciones
Restauración de Israel en la tierra prometida (Is. 60:21; Ez. 36:24-28).
Evangelio del Reino predicado durante la tribulación (Mt. 24:14).
Juicio y gobierno de Cristo sobre las naciones (Sal. 2:8-9; Zac. 14:9).
“Y tu pueblo, todos ellos serán justos; para siempre heredarán la tierra…”
—Isaías 60:21
El Plan de Dios es Uno, sin Confusión
No hay reemplazo, mezcla ni contradicción.
La Iglesia es celestial, unida eternamente a Cristo como su Esposa en las bodas del Cordero (2Cor.11:2)
Israel será restaurado en la tierra, según las promesas, contenidas en el pacto Palestino.
Todo responde a una sola voluntad soberana, revelada y ejecutada en Cristo.
“...para que en todo tenga la preeminencia.”
—Colosenses 1:18
2Ti 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
Antes de la Creación, contemplamos espiritualmente al Padre extendiendo los planos de la Creación, y dentro de ella la Obra de la redención bajo la Soberanía de la Gracia.
Contemplamos al Hijo llevando a cabo la voluntad de su Padre.
Por el poder del Espíritu Santo.
En este plan eterno, no nos interesan las posiciones teológicas, nos interesa Cristo, como el Autor y Consumador de la fe, todo fue hecho por medio de él y para él, para qué en todo tenga la Preeminencia.
Tristemente, tenemos que lidiar con foristas inmaduros que en lugar de venir a honrar a Cristo y glorificarlo, con sus planteamientos lo que hacen es dividir al pueblo del Señor con sus posiciones teológicas.
La Gracia de Dios es Soberana y es Libre, no está sujeta a ninguna posición teológica de los hombres.
El ladrón en la Cruz no era premilenialista, ni amilenialista, solamente se arrepintió y rogó al Señor mencionando su reino.
Ese mismo día estuvo con Jesús en la Casa de su Padre en el cielo y siguen juntos al igual que Pedro (2P.1:14).
Eso lo hace la gracia de Dios, no ninguna posición teológica.
Lázaro, lleva 4 días de muerto, y si alguien le preguntase, luego de su resurrección:
-"¿Como fue todo, que sucedió dentro de la tumba?"-
Lázaro jamás contestaría:
-"Pues me aburrí de estar allí y cuando oí la voz del Señor simplemente le hice caso porque quise"-
La gracia de Dios no está sujeta a la voluntad humana.
Y en la voluntad de Dios, tanto para Israel como para su Iglesia lo que vemos es la Soberana gracia de Dios en Cristo Jesús en acción en dos esferas distintas, la tierra y el cielo.
Selah.