Apo 8:4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
Apo 8:5 Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar,(B) y lo arrojó a la tierra;(C) y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.
Respuesta:
El texto muestra que las oraciones de los santos son aceptadas por Dios, no que los santos fallecidos intercedan por otros.
El ángel no es mediador, sino ministro que presenta lo que Dios ha ordenado
Apocalipsis 8:4–5 no enseña que los santos fallecidos interceden por los vivos.
La intercesión pertenece exclusivamente al Cristo vivo, y toda doctrina debe surgir de la enseñanza clara de la Escritura, no de lo que a mí me de la gana de imaginar, con tal de hacer prevalecer la intercesión de una muerta por los vivos.