Re: ¿El Espíritu Santo miente?
Vigo dijo:
Los protestantes dicen que los creyentes tienen el Espíritu Santo y es éste el que interpreta en el lugar de los creyentes la Biblia.
Pero en la práctica cada protestante piensa una cosa diferente y tiene una diferente doctrina. Cada denominación tiene sus seminarios, y todos se dicen "bíblicos" e inspirados por el Espíritu Santo.
Mi pregunta es la siguiente: ¿el Espíritu Santo miente? ¿O es que tal vez el Espíritu Santo no interpreta la Escritura en el sentido que lo entiende el protestantismo?
Todos tenemos respuesta a tan "Mal planteada pregunta" Pero yo te voy a dar la mía:
Primero que nada, el cristiano está formado o tiene dentro de sí, dos espíritus; El Espíritu Santo que recibió al aceptar a Jesús como señor de su vida, y su propio espíritu, que fue con el que Dios le dio vida desde que fue concebido. Estos dos espíritus actúan dentro de él, uno lo redarguye de error y de pecado o juicio, y el otro es el que atiende al primero. Recuerda que la escritura dice que "el espiritu está dispuesto pero la carne es debil" Esto se refiere presisamente a los dos factores con que tiene que lidiar el Epíritu Santo en cada uno de nosotros. ¿Has leido alguna vez que tenemos que pesar los espíritus, y también la misma palabra que sale de los hermanos?. ¿has leido alguna vez que tenemos que tomar lo bueno y desechar lo malo? ¿crees que si todo viniera del Espíritu Santo, tendríamos esta dirección departe de la palabra de Dios?
El mismo Pablo en muchas de sus intervensiones ante los hermanos les decía: "esto no lo dice el Señor, lo digo yo". La madurez espiritual se alcanza presisamente, cuando le permitimos al Espíritu Santo, interpretar la palabra por nosotros, y le creemos y aceptamos, aunque nos parezca locura. Nuestro espíritu siempre va a estar dispuesto pero la devilidad de nuestra carne le va a hacer caer en errores de interpretación y aceptación de la misma palabra, presisamente por los conflictos que batallan contra el alma en nuestro ser interior. Es por esto que es sumamente importante la lectura diaria de la palabra, y el pedir al Señor la sabiduría que viene de lo alto, para que de nuestra boca salga lo que Dios quiere decir y no lo que nosotros queremos expresar, que normalmente es muy diferente a lo que Dios quiere, a pesar de que suene muy bíblico.
Greivin.