Re: Palabra de Dios?
Comprendo perfectamente sus pensamientos, y es razonable el hecho de querer comparar la resurreccion de cristo con otros eventos historicos... que la hace mas real que esos eventos? Bien, me alegra que compartamos la fe en la resurreccion, y por supuesto estoy de acuerdo en que el solo hecho de que un libro diga ser palabra de Dios no lo hace palabra de Dios. Lo mismo la resurreccion, el hecho de que digan que resucito no significa que resucito.
Pero tenemos estas posibilidades:
1. No resucito.
2.Resucito.
Ahora, cualquiera puede ser cierta, en esto creo que estamos de acuerdo. Pero el hecho es analizar que posibilidad es la mas probable, cual es la mas logica. Y para hacer esto, debemos remontarnos a ese tiempo y analizar el suceso a la luz de los hechos de ese tiempo. Todos los argumentos que estuve dando, eran para demostrar que la fe en la resurreccion, o sea, que realmente resucito es verdad. Pues la evidencia pesa mas a favor de que resucito que de que no lo hizo.
A continuacion, voy a citar argumentos que analizan este hecho, desde el punto de vista positivo y desde el punto de vista negativo. Luego les invito a razonar cual es mas logico y creible.
Pero antes, debemos considerar las dos razones principales dadas para considerar a los evangelios como no confiables: (1) que el texto ha sido alterado, contaminado y modificado por los escribas cristianos, o (2) que los elementos legendarios y milagrosos fueron incorporados en la historia de Jesús por los discípulos de la iglesia temprana, lo que resultó en una combinación de hechos históricos legitimados por testigos oculares entremezclados con ficción "espiritual".
Pero los hechos prueban otra cosa. Las cartas de Pablo (Gálatas y 1a. Tesalonicenses) antedatan las formas finalizadas de los relatos evangélicos y contienen declaraciones claras de que Jesús fue levantado corporalmente de los muertos. Pablo escribió estas cartas dentro de los 16 a 21 años después de la resurrección. 1a. Corintios 15, que contiene un credo cristiano temprano que afirma la resurrección, fue escrito en torno del año 55, sólo unos 25 años después de la muerte de Cristo. William F. Albright, el arqueólogo más venerado del siglo, declara que "cada libro del Nuevo Testamento fue escrito por un judío bautizado entre los cuarenta y los ochenta del primer siglo d. de C. (muy proba-blemente en algún momento entre el 50 y el 75 d. de C".6 Incluso un erudito crítico como John A. T. Robinson dice "que todos los evangelios fueron escritos en su forma final antes del 70 d. de C." y la caída de Jerusalén.
Esta confirmación de las fechas tempranas del evangelio echa por tierra la desgastada acusación de que la fuente de la pretensión de los milagros de Jesús y su resurrección fueron leyendas mitológicas desarrolladas durante el largo intervalo entre el tiempo en que vivió Cristo y el tiempo en que fueron escritos los evangelios. De manera similar, podemos también descartar la acusación de que los discípulos inventaron un Jesús sobrenatural ficticio. Pensar que los discípulos desempeñaron tal papel es un absurdo psicológico a la luz de lo que ocurrió en el Pentecostés y después: una banda de discípulos iletrados, inhibidos y atemorizados se transformaron en denodados defensores y proclamadores del Jesús resucitado como testigos oculares. Confrontaron un mundo con ese mensaje y crearon una comunidad de creyentes que ninguna oposición pudo silenciar. Tiene razón Donald Guthrie al decir: "El surgimiento de la fe demanda una actividad sobrenatural tanto como la resurrección misma, especialmente desde el momento en que surge bajo las condiciones más adversas".
Cualquier exageración legendaria sospechosa escrita o predicada por los apóstoles u otros creyentes contemporáneos habría sido verificada inmediatamente por las hostiles autoridades romanas y judías que vivían cuando Cristo estaba en la tierra. Ellos podrían haber refutado públicamente cualquier noción falsa de que él había sido levantado de los muertos. El hecho de que había un número impresionante de testigos oculares garantiza la confiabilidad de los evangelios.
El primer ministro británico Winston Churchill fue considerado el salvador y el preservador de la civilización occidental durante la Segunda Guerra Mundial. Si alguien ahora sugiriera que él realizó hazañas milagrosas al defender a Inglaterra mediante algún poder sobrenatural, habría un clamor público. Testigos oculares podrían confirmar que Churchill fue simplemente un hombre ordinario, aunque competente como líder y estratega. El tiempo transcurrido desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora es mayor que el período entre la muerte y resurrección de Cristo y los registros escritos acerca de él.
El procedimiento para evaluar la confiabilidad del Nuevo Testamento es el mismo que para cualquier otro escrito antiguo donde el original no ha sobrevivido. Esta prueba es técnicamente conocida como la "prueba bibliográfica" y consiste en calcular el intervalo de tiempo crítico entre el escrito original del documento y el número de copias más antiguas que han sobrevivido.
Se ha estimado que hay por lo menos 5.000 copias manuscritas antiguas de los evangelios en griego. El centro conocido como Tyndale House en ambridge, Inglaterra, que se especializa en la investigación bíblica, verificó que hay cientos y cientos de copias hechas antes del 1000 d. de C. Hoy hay más de 22.000 copias manuscritas del Nuevo Testamento en existencia. Estas estadísticas para el Nuevo Testamento causan asombro cuando se las compara con lo que hay disponible de otros escritos contemporáneos. La Historia Romana, de Tácito, que es considerada una fuente hisórica primaria para esa era, puede acreditar sólo 20 copias sobrevivientes. La Historia y la Guerra Gálica del César, de Tucídides, pueden acreditar sólo ocho y diez copias, respectivamente.
Las fechas de los manuscritos del Nuevo Testamento que sobreviven son muy cercanas a los escritos originales. Dos copias existentes del Nuevo Testamento datan del año 350, menos de 300 años después del original. Copias incompletas del Nuevo Testamento que contienen los evangelios datan del 250 d. de C. Estos datos son muy favorables si se los compara con los 1.300, 900 y 700 años que distan entre las copias y los originales de los autores seculares citados en el párrafo precedente. El descubrimiento más revelador es el manuscrito John Rylands en el Museo Británico, un fragmento del Evangelio de Juan que data del 130 d. de C. Al respecto comenta John A. T. Robinson: "Volviendo a la transmisión textual del Nuevo Testamento, la riqueza de los manuscritos y sobre todo la cercanía del intervalo entre el escrito y las primeras copias que existen, lo hace por lejos el texto más auténtico de cualquier escrito en el mundo".
Hay dos conjuntos de evidencias significativas de la resurrección de Jesús. La primera es la "tumba vacía"; la segunda consiste en las experiencias de los discípulos posteriores a la resurrección, en las que aseguraron haber visto al Señor resucitado.
La tumba vacía. Los cuatro evangelios y 1ª Corintios coinciden en que tres días después que Cristo fue crucificado, su tumba quedó vacía. Los discípulos insistían en que la explicación para la tumba vacía era que el Señor fue levantado corporalmente de entre los muertos. Como lo comenta el abogado Sir Norman Anderson: "Fue el hecho sólido de la tumba vacía y sus encuentros totalmente inesperados con el Señor mismo, resucitado, que los trajo --aunque no siempre al mismo tiempo-- de la desesperación al gozo triunfante".
Los críticos han enunciado diversas teorías para explicar la tumba vacía. Esas teorías se fueron desarrollando progresivamente durante la popular "búsqueda del Jesús histórico". Uno de tales intentos es la "teoría de la tumba equivocada", originada por Kirsopp Lake, quien declara que en la semioscuridad de las horas tempranas de la mañana las mujeres fueron por error a la tumba equivocada. Fueron dirigidas por un joven, que creyeron era un ángel, a otra tumba: "Vean el lugar donde yace el Señor". Las mujeres, y en forma subsiguiente los discípulos, fueron a la tumba equivocada y la encontraron vacía, proclamando erróneamente que Cristo había resucitado.
Pero hay algo incorrecto en esta teoría. Las autoridades judías y romanas, al conocer la ubicación de la tumba de José, podrían haber demostrado fácilmente que el cuerpo de Cristo estaba todavía allí y podrían haber silenciado inmediatamente los falsos reclamos de sus discípulos de que Jesús se había levantado de los muertos. El argumento de Anderson contra esta teoría es convincente: "¿Por qué, entonces, ellos no eliminaron este movimiento peligroso negando la base misma de la predicación apostólica, incluso exhibiendo el cuerpo en descomposición de aquél cuya resurrección era proclamada tan confiadamente?"
Otro argumento contra la tumba vacía es la "teoría del desmayo", que sostiene que Jesús fue bajado de la cruz en una condición semejante al estado de coma, no estando muerto realmente. La humedad de la tumba en vez de matarlo, lo revivió. Se nos pide que creamos que por sí mismo desenvolvió los lienzos con que estuvo envuelto --cuyo peso se estima en casi 50 kg--, desplazó la piedra de más de dos toneladas que cerraba la entrada de la tumba, se escurrió en puntas de pie entre los guardias dormidos, huyó hasta donde estaban sus discípulos y los convenció de que había resucitado de entre los muertos.
Una variación de esta teoría es la del Complot de Pascua, que se hizo popular en la década de los 60, a partir del best seller escrito por Hugh Schoenfeld, con el mismo nombre. Jesús tramó cuidadosamente su "resurrección" con José de Arimatea, tomando una droga poderosa sobre la cruz, que lo hizo entrar en un trance que aparentaba la muerte. En ese estado de letargo inducido, fue quitado inmediatamente de la cruz por José, y su cuerpo fue depositado en la tumba. Esta teoría imaginativa no responde a la cuestión de cómo los soldados romanos, que eran expertos en la horrible tarea de la crucifixión, pudieron haber sido engañados con la idea de que una persona estaba muerta. El Jesús revivido tendría que haber muerto después y alguien tendría que haberse deshecho de su cuerpo sin que nadie lo hubiera advertido.
La aparición de Jesús resucitado. La segunda prueba significativa de la resurrección consiste en las apariciones de Jesús a sus discípulos y otros creyentes, posteriores a la resurrección. La explicación más adecuada de lo que ocurrió con su cuerpo es que fue resucitado de la muerte por el poder de Dios. Aun los historiadores y teólogos escépticos más radicales creen que la investigación histórica comprueba el registro de que los discípulos estaban convencidos de haber visto al Señor resucitado. Este era el testimonio común de los apóstoles a partir de lo que habían relatado los testigos oculares. Como lo señala C. H. Dodd: "A esos hombres les había ocurrido algo que podían describir únicamente diciendo que habían 'visto al Señor'. No se trataba de una apelación generalizada a cualquier 'experiencia cristiana'. Se refería a una serie de sucesos, únicos en carácter, irrepetibles y confinados a un período limitado".
Sin embargo, esos mismos eruditos críticos no están preparados para admitir que Jesús realmente se levantó de la tumba. Más bien dan explicaciones alternativas para las experiencias "pascuales" subjetivas y colectivas de los discípulos. Por ejemplo, el obispo James A. Pike, que abrazó el espiritismo poco antes de su muerte y simuló haberse comunicado con los muertos, describió sus experiencias en El otro lado: Un relato de mis experiencias con los fenómenos físicos. En este libro sostiene que los discípulos tuvieron encuentros y visitas que transformaron sus vidas. Interpreta tales experiencias como sustitutivas de la resurrección corporal. De acuerdo con la "teoría de la resurrección espiritual" de Pike, el cuerpo de Jesús no resucitó, sino que su espíritu se escapó del cuerpo y apareció a sus discípulos en forma de espíritu o fantasma. Los espiritistas y muchos teólogos y laicos liberales sostienen esa postura.
Pero esta teoría espiritista no coincide con la declaración explícita de Jesús a sus discípulos. Cuando Jesús apareció a sus discípulos en el aposento alto y ellos se espantaron creyendo que estaban viendo un fantasma, Jesús calmó sus temores diciendo: "Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo yo" (Lucas 24:36-39, DHH). Esta teoría tampoco da ninguna explicación sobre el cuerpo ausente en la tumba vacía ni reconoce que la palabra griega para resurrección se refiere específicamente a un cuerpo que se levanta y nunca al alejamiento de un espíritu del cadáver de una persona.
Una teoría psicológica naturalista usada a menudo para explicar los encuentros de los discípulos luego de la resurrección es la "teoría de la alucinación". Las alucinaciones están confinadas casi siempre a ciertos tipos psicológicos y son altamente individuales. Es imposible que 500 personas hayan estado alucinadas colectivamente en un lugar (ver 1a. Corintios 15:6) y que en otras ocasiones otros individuos (ver Marcos 16:12, 13; Lucas 24:36-38; Juan 20:26-29; Mateo 28:16-20) pudieran haber tenido precisamente la misma fantasía. Esas experiencias son indicadoras de hechos objetivos antes que de impresiones subjetivas. Por otro lado, faltan las precondiciones psicológicas para la alucinación de esos hombres. Tampoco Pablo era un candidato a la alucinación respecto del Cristo resucitado en el camino a Damasco, cuando tenía su mente puesta en la persecución de los cristianos. Además, la terminación abrupta de las apariciones a todos los discípulos luego de la ascensión sugieren que no fueron alucinatorias.
Cuando consideramos todos los elementos de juicio en su conjunto, la resurrección constituye la única explicación posible del hecho de la tumba vacía, el testimonio de los discípulos con respecto a las apariciones de Cristo después de la resurrección, la transformación de esos apóstoles, la conversión subsiguiente de miles en el día de Pentecostés y la diseminación del evangelio por todo el mundo. Como lo expresa Wolfhart Pannenberg: "Las apariciones de la Pascua de Resurrección no deben ser explicadas a partir de la fe pascual de los discípulos; más bien, al revés, la fe pascual de los discípulos debe ser explicada a partir de las apariciones".
Como cristianos, no sólo tenemos la certidumbre de que Jesús se levantó de entre los muertos, sino también la esperanza de que, debido a que él vive, nosotros podremos también experimentar la resurrección de la muerte. Nuestra vida eterna depende del hecho de que murió y se levantó otra vez. Nuestra fe no se basa en un fraude, sino en una certidumbre histórica.
que el Señor los bendiga en abundancia.
Estimado Agrippa y vino Tinto, Dios les bendiga.agrippa dijo:M.R,
Para facilitar la discusión, yo creo que sí resucitó, pero lo creo, no lo sé con certeza, imagine que yo no lo creo, que yo no creo en Jesús, y usted, como ha estado haciendo hasta ahora, me intenta demostrar que sí resucitó.
Estimado agripa, veo que todavia no me comprende y no se ha dado cuenta de lo que afirmo. Usted insiste en documentos historicos, y yo le he citado documentos historicos de gente que no era cristiana. Le voy a reiterar y agregar algun otro dato.
A ver, sí le entiendo que hay mucha evidencia del Jesús histórico y de las leyendas que le rodeaban. (No se ofenda por el término "Leyendas", yo sí creo en la resurrección, pero haga de cuenta que no), pero eso es todo.
Flavio Josefo: Fue un judio que nacio entre el 36 o 38 dc. Era del linaje sacerdotal, o sea, al parecer levita. Este hombre participo de la revuela judia en el año 66dc contra los romanos, y luego se paso al bando de ellos, fue conocido del emperador y a pedido de el, escribio dos libros importantisimos: Las guerras judias y Antiguedades de los judios. Te comento que Josefo, escribio la historia judia, y da datos importantisimos sobre la epoca macabea hasta la caida de Jerusalem en el año 70 dc.
El en su libro Antiguedades de los judios, dice que el rey Herodes, mando a decapitar a Juan, el que llamaban bautista, pues este lo reprendia por la esposa que tenia, que pertenecia a su hermano, es mas, dice que lo mataron en la fortaleza de maqueronte.
AQUI CONCUERDA CON ELR ELATO BIBLIACO, Y ES MAS, SE MENCIONA QUE BAITIZABA COMO DICE LA BIBLIA...
¿Y? Concuerda con el relato bíblico, felicidades, concuerda con que sí había un Juan que bautizaba, pero de ahí a decir que existe evidencia histórica de que el cielo se abrió y Dios se mostró cuando bautizó a Jesús, si es que bautizó a Jesús es muy distinto, eso no lo sabremos con seguridad.
Tambien dice Josefo:
En este tiempo existió un hombre de nombre Jesús. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judíos y gente de otras naciones se convirtieron en discípulos suyos. Los convertidos en sus discípulos no lo abandonaron. Relataron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Según esto fue quizá el mesías de quien los profetas habían contado maravillas (Ant., XVIII, iii, 3)
ES DECIR, QUE HABIA GENTE QUE DECIA HABERLO VISTO RELAMENTE VIVO, AQUI TE DICEN QUE LO CRUCIFICARON... POR TANTO EL HECHO DE QUE GENTE LO VIO VIVA, SIGNIFICA QUE ES HISTORICA LA FE EN LA RESURRECCION.
"Es histórica la fe en la resurrección", son sus palabras, y son ciertas, "es histórica la FE en la resurrección", mucha atención, ¿qué es histórico, la resurrección o la fe en la resurrección? La fe en la resurrección, eso es lo que hay de evidencia histórica, y no la resurrección, existe evidencia histórica de que mucha gente creía en que había resucitado, bien pudo ser una leyenda que habría sucitado los mismos efectos.
Escribe también, en el capítulo XX, acerca de un pariente de Jesus:
ANANIAS era un saduceo sin alma. Convocó astutamente al Sanedrín en el momento propicio. El procurador Festo había fallecido. El sucesor, Albino, todavía no había tomado posesión. Hizo que el sanedrín juzgase a Santiago, hermano de Jesus, quien era llamado Cristo, y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para que fueran apedreados (Ant., XX, ix, 1).
ESTO CONCUERDA CON LA BIBLIA, QUE DICE QUE SANTIAGO ERA HERMANO DE JESUS Y LIDER DE LA IGLESIA DE JERUSALEN. AQUI TE DICE QUE EN ESE TIEMPO SE LO LLAMABA CRISTO A JESUS... ESTO ES HISTORICO, COMO VES, NO SOLO DAN APORTES DE QUE VIVIO, SINO DE LO QUE DE EL SE DECIA EN ESE MISMO TIEMPO.
Muy bien, evidencia histórica de las leyendas al rededor del personaje, ¿y? Eso no es evidencia de que Jesús sea Hijo de Dios.
AHORA TU QUIERES SABER SI HAY TESTIMONIO DE QUE PILATO LO MATO Y UN REGISTRO ROMANO?
AQUI TIENES:
Tácito aporta otra referencia histórica en el año 116 o 117:
<DL><DD>[size=-1]Ergo abolendo rumori Nero subdídit reos et quaesitíssimis poenis adfécit, quos per flagitia invisos vulgus Christianos appellábat. Áuctor nóminis eius Christus Tibero imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus érat; repressaqüe in praésens exitiábilis superstitio rursum erumpébat, non modo per Iudaéam, oríginem eius mali, sed per úrbem étiam, quo cuncta múndiqüe atrocia aut pudenda confluunt celebránturqüe.[/size] </DD></DL><DL><DD>[size=-1]‘Por lo tanto, aboliendo los rumores, Nerón subyugó a los reos y a inquisitorias penas los afectó, a quienes por sus ofensas odiándolos el pueblo «cristianos» los llamaba. El autor del nombre suyo, Cristo, Tiberio imperando, por el procurador Poncio Pilato de suplicio afectado fue; reprimida por el momento, la fatal superstición de vuelta irrumpió, no sólo en Judea, origen de sus males, sino por la ciudad Roma también, donde todas las atrocidades y vergüenzas del mundo confluyen y se celebran.’[/size]</DD></DL>Anales, 15.44.2-3
No sabía de esta cita, gracias por enseñármela, aún así no prueba nada, más allá de el hecho de alguna clase de revuelta, y de los mitos alrededor de un individuo.
Gayo Suetonio Tranquilo (75-170), escribió acerca de los cristianos (o más bien en contra de ellos) alrededor del 120. Se refiere a que el emperador Claudio es el que expulsó de Roma a los «crestianos».
Felicidades, evidencia histórica de la existencia de los cristianos. Nadie duda de la existencia de los cristianos.
Conclusion: en el siglo primero hubo un tal jesus, del cual se hablaron maravillas, y se dijo que resucito. El testimnio de la resurreccion se basa en el testimonio de los apostoles y discipulos que lo vieron vivo.
Exactamente. Hubo un tal jesús en la época de Poncio Pilato, hay alguna clase de revuelta, de él se hablan cosas grrandiosas y de hecho se dice que resucitó según diversos testimonios.
No es lo mismo ver una luz en el cielo y decir que es un ovni, a ver a una persona que durante 3 años enseño, sano, resucito y libero gente, que fue crucificado, pero habia predicho que resucitaria, viva despues de su muerte.
No es lo mismo ver una luz en el cielo y decir que es un ovni, a ver a una persona que por más de tres años enseñó, reunió a un pueblo, abolió la idolatría, y que ascendió en cuerpo y alma al cielo frente a todos en la explanada de un templo hacia el cielo. Muchos dijeron que uno ascendió al cielo, muchos dijeron que el otro regresó de la muerte, ¿a quién creerle objetivamente?
Como antes te dije, debes analizar lo que decian los apostoles...
Lo analizamos, como podemos analizar lo que dicen los seguidores de Mahoma.
por que ellos decian que ese hombre se les aparecio y les revelo la verdad,
Porque ellos decían que Mahoma ascendió al cielo y les reveló la verdad.
y eso predicaron, es mas, miles de miles se convirtieron,
Lo mismo en el caso de los musulmanes.
fijate que tal es asi que neron acuso a los cristianos de incendiar roma, o sea que no era un grupito, realmente habia muchisimos...
Del lado de los musulmanes también, pero el número de gente que crea en una cosa no la hace cierta, ¿cuánta gente cree en Ovnis o en Pie Grande? Muchísima, y eso no lo hace verdad.
es mas, claudio los expulso de roma en el año 52, o sea, 20 años despues de la muerte de cristo... o sea que tan rapidos e difundio y se creyo este mensaje que nos cabe la pregunta: los apostoles no predicaban: sean buenitos y santos.... decian, JESUS, fue elegido por dios patra salvar a la humanidad, el murio y resucito y somos testigos de esto...
Eso decían.
porque crees que creyo tal multitud?
Un montón de esclavos o de personas subyugadas bajo un imperio brutal, todos los cultos religiosos esperaban el apocalipsis y tenían una visión pesimista del mundo, les llega un culto que hace de los esclavos reyes, que les dice que no hay muerte solo hay vida, que el más pobre puede ser a la vez el más rico, y que Dios los ama sin importar su poder terrenal. Está hecho a la medida para que lo crean los esclavos y los pobres.
por que las evidencias en esa epoca eran abrumadoras,
Cuando los cristianos llegan a Roma, ¿qué evidencia le podían dar a los romanos de lo que pasó en Judea? Ninguna, les predicaban y los otros creían en lo que decían.
sino: donde esta el cuerpo?
Podría estar en cualquier parte, quizás no murió, quizás lo robaron, quizás llegaron ovnis y se lo llevaron de la tumba.
donde esta el cuerpo que los judios no lo mostraron para anular la fe cristiana?
¿Cómo sabe que no? Quizás había quedado tan maltrecho que ni parecía jesús, y unos decían que sí era y otros que no. O mejor aún, los evangelios se basan en un revolucionario judío que fue crucificado y enterrado en una sanja común con el resto de muertos, y los evangelistas se inventan una historia completamente distinta, los judíos lo niegan pero el cadáver está en un hoyo junto con el resto de cadáveres. Pudo haber escapado de su crucifixión, o sobrevivido a ella, la resurrección no es la única posible respuesta.
con que proosito los discipulos inventarian una fabula que luego los haria morir con las muertes mas horrendas de la epoca?
¿Porqué Mahoma estaba preparado para morir en batalla conquistando Meca y Medina para unir a su pueblo si sabía que no era profeta y podía morir porque Dios no lo estaba cuidando?
tu me dices que gente murio por mahoma y se inmolan... pero porque creen que el era la verdad... con los apostoles es distinto, por que si jesus no era la verdad, ellos o sabrian, ya que ellos decian haberlo visto vivo, y comido y recibido instrucciones de el despues de su resurreccion...
Muchos vieron a Mahoma ascender al cielo, ¿si eso no fuera cierto porqué le siguieron sabiendo que era mentira?
tu moririas por decir que un amigo tuyo resucito cuando sabes que no fue asi?
¿Porqué tantos soldados del bando de Mahoma dieron sus vidas en batalla si sabían que no había ascendido al cielo?
mas de 500 personas lo harian? sabiendo que ellas mentian?
Pero no lo sabían, ellos creían en lo que decían los denominados "discípulos" o "apóstoles", y les creían a ellos. No sabían si era verdad o mentira, creían que era verdad, lo mismo con los musulmanes, ¿cuántos murieron para instaurar la nueva fe?, ¿porqué lo harían sabiendo que era mentira?
analiza las evidencias y saca una conclusion, resucito o no?
La única conclusión posible es quizás sí, quizás no.
en que te basasarias para decire que no, dime.
En lo mismo que usted se basaría para decir que Buda no llegó al Nirvana, o que Mahoma no ascendió al cielo, o que Krishna no nació de Virgen. Es decir, no se sabe si resucitó o no, se cree que sí, se cree que no.
que te haria suponer que el no resucito?
Me hace suponer lo mismo que usted cuando supone que Mahoma no ascendió al cielo desde la explanada del templo, o que no existen los ovnis, o que Buda no alcanzó el Nirvana. Puede que sí, puede que no. No hay conclusión tajante. ¿Qué le hace suponer que Buda no alcanzó la iluminación total?, ¿qué le hace suponer que Mahoma no ascendió al cielo?, ¿qué le hace suponer que no hay ovnis?, ¿qué le hace suponer que Joseph Smith no era profeta de Dios?, etc.
yo te digo que me hace suponer que el resucito: el cambio de la gente que lo recibio, la transformacion de sus vidas, el hecho de ser atormentados hasta la muerte por no negarlo...
Mucha gente da su vida por sus creencias, eso no las hace verdades.
Comprendo perfectamente sus pensamientos, y es razonable el hecho de querer comparar la resurreccion de cristo con otros eventos historicos... que la hace mas real que esos eventos? Bien, me alegra que compartamos la fe en la resurreccion, y por supuesto estoy de acuerdo en que el solo hecho de que un libro diga ser palabra de Dios no lo hace palabra de Dios. Lo mismo la resurreccion, el hecho de que digan que resucito no significa que resucito.
Pero tenemos estas posibilidades:
1. No resucito.
2.Resucito.
Ahora, cualquiera puede ser cierta, en esto creo que estamos de acuerdo. Pero el hecho es analizar que posibilidad es la mas probable, cual es la mas logica. Y para hacer esto, debemos remontarnos a ese tiempo y analizar el suceso a la luz de los hechos de ese tiempo. Todos los argumentos que estuve dando, eran para demostrar que la fe en la resurreccion, o sea, que realmente resucito es verdad. Pues la evidencia pesa mas a favor de que resucito que de que no lo hizo.
A continuacion, voy a citar argumentos que analizan este hecho, desde el punto de vista positivo y desde el punto de vista negativo. Luego les invito a razonar cual es mas logico y creible.
Pero antes, debemos considerar las dos razones principales dadas para considerar a los evangelios como no confiables: (1) que el texto ha sido alterado, contaminado y modificado por los escribas cristianos, o (2) que los elementos legendarios y milagrosos fueron incorporados en la historia de Jesús por los discípulos de la iglesia temprana, lo que resultó en una combinación de hechos históricos legitimados por testigos oculares entremezclados con ficción "espiritual".
Pero los hechos prueban otra cosa. Las cartas de Pablo (Gálatas y 1a. Tesalonicenses) antedatan las formas finalizadas de los relatos evangélicos y contienen declaraciones claras de que Jesús fue levantado corporalmente de los muertos. Pablo escribió estas cartas dentro de los 16 a 21 años después de la resurrección. 1a. Corintios 15, que contiene un credo cristiano temprano que afirma la resurrección, fue escrito en torno del año 55, sólo unos 25 años después de la muerte de Cristo. William F. Albright, el arqueólogo más venerado del siglo, declara que "cada libro del Nuevo Testamento fue escrito por un judío bautizado entre los cuarenta y los ochenta del primer siglo d. de C. (muy proba-blemente en algún momento entre el 50 y el 75 d. de C".6 Incluso un erudito crítico como John A. T. Robinson dice "que todos los evangelios fueron escritos en su forma final antes del 70 d. de C." y la caída de Jerusalén.
Esta confirmación de las fechas tempranas del evangelio echa por tierra la desgastada acusación de que la fuente de la pretensión de los milagros de Jesús y su resurrección fueron leyendas mitológicas desarrolladas durante el largo intervalo entre el tiempo en que vivió Cristo y el tiempo en que fueron escritos los evangelios. De manera similar, podemos también descartar la acusación de que los discípulos inventaron un Jesús sobrenatural ficticio. Pensar que los discípulos desempeñaron tal papel es un absurdo psicológico a la luz de lo que ocurrió en el Pentecostés y después: una banda de discípulos iletrados, inhibidos y atemorizados se transformaron en denodados defensores y proclamadores del Jesús resucitado como testigos oculares. Confrontaron un mundo con ese mensaje y crearon una comunidad de creyentes que ninguna oposición pudo silenciar. Tiene razón Donald Guthrie al decir: "El surgimiento de la fe demanda una actividad sobrenatural tanto como la resurrección misma, especialmente desde el momento en que surge bajo las condiciones más adversas".
Cualquier exageración legendaria sospechosa escrita o predicada por los apóstoles u otros creyentes contemporáneos habría sido verificada inmediatamente por las hostiles autoridades romanas y judías que vivían cuando Cristo estaba en la tierra. Ellos podrían haber refutado públicamente cualquier noción falsa de que él había sido levantado de los muertos. El hecho de que había un número impresionante de testigos oculares garantiza la confiabilidad de los evangelios.
El primer ministro británico Winston Churchill fue considerado el salvador y el preservador de la civilización occidental durante la Segunda Guerra Mundial. Si alguien ahora sugiriera que él realizó hazañas milagrosas al defender a Inglaterra mediante algún poder sobrenatural, habría un clamor público. Testigos oculares podrían confirmar que Churchill fue simplemente un hombre ordinario, aunque competente como líder y estratega. El tiempo transcurrido desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora es mayor que el período entre la muerte y resurrección de Cristo y los registros escritos acerca de él.
El procedimiento para evaluar la confiabilidad del Nuevo Testamento es el mismo que para cualquier otro escrito antiguo donde el original no ha sobrevivido. Esta prueba es técnicamente conocida como la "prueba bibliográfica" y consiste en calcular el intervalo de tiempo crítico entre el escrito original del documento y el número de copias más antiguas que han sobrevivido.
Se ha estimado que hay por lo menos 5.000 copias manuscritas antiguas de los evangelios en griego. El centro conocido como Tyndale House en ambridge, Inglaterra, que se especializa en la investigación bíblica, verificó que hay cientos y cientos de copias hechas antes del 1000 d. de C. Hoy hay más de 22.000 copias manuscritas del Nuevo Testamento en existencia. Estas estadísticas para el Nuevo Testamento causan asombro cuando se las compara con lo que hay disponible de otros escritos contemporáneos. La Historia Romana, de Tácito, que es considerada una fuente hisórica primaria para esa era, puede acreditar sólo 20 copias sobrevivientes. La Historia y la Guerra Gálica del César, de Tucídides, pueden acreditar sólo ocho y diez copias, respectivamente.
Las fechas de los manuscritos del Nuevo Testamento que sobreviven son muy cercanas a los escritos originales. Dos copias existentes del Nuevo Testamento datan del año 350, menos de 300 años después del original. Copias incompletas del Nuevo Testamento que contienen los evangelios datan del 250 d. de C. Estos datos son muy favorables si se los compara con los 1.300, 900 y 700 años que distan entre las copias y los originales de los autores seculares citados en el párrafo precedente. El descubrimiento más revelador es el manuscrito John Rylands en el Museo Británico, un fragmento del Evangelio de Juan que data del 130 d. de C. Al respecto comenta John A. T. Robinson: "Volviendo a la transmisión textual del Nuevo Testamento, la riqueza de los manuscritos y sobre todo la cercanía del intervalo entre el escrito y las primeras copias que existen, lo hace por lejos el texto más auténtico de cualquier escrito en el mundo".
Hay dos conjuntos de evidencias significativas de la resurrección de Jesús. La primera es la "tumba vacía"; la segunda consiste en las experiencias de los discípulos posteriores a la resurrección, en las que aseguraron haber visto al Señor resucitado.
La tumba vacía. Los cuatro evangelios y 1ª Corintios coinciden en que tres días después que Cristo fue crucificado, su tumba quedó vacía. Los discípulos insistían en que la explicación para la tumba vacía era que el Señor fue levantado corporalmente de entre los muertos. Como lo comenta el abogado Sir Norman Anderson: "Fue el hecho sólido de la tumba vacía y sus encuentros totalmente inesperados con el Señor mismo, resucitado, que los trajo --aunque no siempre al mismo tiempo-- de la desesperación al gozo triunfante".
Los críticos han enunciado diversas teorías para explicar la tumba vacía. Esas teorías se fueron desarrollando progresivamente durante la popular "búsqueda del Jesús histórico". Uno de tales intentos es la "teoría de la tumba equivocada", originada por Kirsopp Lake, quien declara que en la semioscuridad de las horas tempranas de la mañana las mujeres fueron por error a la tumba equivocada. Fueron dirigidas por un joven, que creyeron era un ángel, a otra tumba: "Vean el lugar donde yace el Señor". Las mujeres, y en forma subsiguiente los discípulos, fueron a la tumba equivocada y la encontraron vacía, proclamando erróneamente que Cristo había resucitado.
Pero hay algo incorrecto en esta teoría. Las autoridades judías y romanas, al conocer la ubicación de la tumba de José, podrían haber demostrado fácilmente que el cuerpo de Cristo estaba todavía allí y podrían haber silenciado inmediatamente los falsos reclamos de sus discípulos de que Jesús se había levantado de los muertos. El argumento de Anderson contra esta teoría es convincente: "¿Por qué, entonces, ellos no eliminaron este movimiento peligroso negando la base misma de la predicación apostólica, incluso exhibiendo el cuerpo en descomposición de aquél cuya resurrección era proclamada tan confiadamente?"
Otro argumento contra la tumba vacía es la "teoría del desmayo", que sostiene que Jesús fue bajado de la cruz en una condición semejante al estado de coma, no estando muerto realmente. La humedad de la tumba en vez de matarlo, lo revivió. Se nos pide que creamos que por sí mismo desenvolvió los lienzos con que estuvo envuelto --cuyo peso se estima en casi 50 kg--, desplazó la piedra de más de dos toneladas que cerraba la entrada de la tumba, se escurrió en puntas de pie entre los guardias dormidos, huyó hasta donde estaban sus discípulos y los convenció de que había resucitado de entre los muertos.
Una variación de esta teoría es la del Complot de Pascua, que se hizo popular en la década de los 60, a partir del best seller escrito por Hugh Schoenfeld, con el mismo nombre. Jesús tramó cuidadosamente su "resurrección" con José de Arimatea, tomando una droga poderosa sobre la cruz, que lo hizo entrar en un trance que aparentaba la muerte. En ese estado de letargo inducido, fue quitado inmediatamente de la cruz por José, y su cuerpo fue depositado en la tumba. Esta teoría imaginativa no responde a la cuestión de cómo los soldados romanos, que eran expertos en la horrible tarea de la crucifixión, pudieron haber sido engañados con la idea de que una persona estaba muerta. El Jesús revivido tendría que haber muerto después y alguien tendría que haberse deshecho de su cuerpo sin que nadie lo hubiera advertido.
La aparición de Jesús resucitado. La segunda prueba significativa de la resurrección consiste en las apariciones de Jesús a sus discípulos y otros creyentes, posteriores a la resurrección. La explicación más adecuada de lo que ocurrió con su cuerpo es que fue resucitado de la muerte por el poder de Dios. Aun los historiadores y teólogos escépticos más radicales creen que la investigación histórica comprueba el registro de que los discípulos estaban convencidos de haber visto al Señor resucitado. Este era el testimonio común de los apóstoles a partir de lo que habían relatado los testigos oculares. Como lo señala C. H. Dodd: "A esos hombres les había ocurrido algo que podían describir únicamente diciendo que habían 'visto al Señor'. No se trataba de una apelación generalizada a cualquier 'experiencia cristiana'. Se refería a una serie de sucesos, únicos en carácter, irrepetibles y confinados a un período limitado".
Sin embargo, esos mismos eruditos críticos no están preparados para admitir que Jesús realmente se levantó de la tumba. Más bien dan explicaciones alternativas para las experiencias "pascuales" subjetivas y colectivas de los discípulos. Por ejemplo, el obispo James A. Pike, que abrazó el espiritismo poco antes de su muerte y simuló haberse comunicado con los muertos, describió sus experiencias en El otro lado: Un relato de mis experiencias con los fenómenos físicos. En este libro sostiene que los discípulos tuvieron encuentros y visitas que transformaron sus vidas. Interpreta tales experiencias como sustitutivas de la resurrección corporal. De acuerdo con la "teoría de la resurrección espiritual" de Pike, el cuerpo de Jesús no resucitó, sino que su espíritu se escapó del cuerpo y apareció a sus discípulos en forma de espíritu o fantasma. Los espiritistas y muchos teólogos y laicos liberales sostienen esa postura.
Pero esta teoría espiritista no coincide con la declaración explícita de Jesús a sus discípulos. Cuando Jesús apareció a sus discípulos en el aposento alto y ellos se espantaron creyendo que estaban viendo un fantasma, Jesús calmó sus temores diciendo: "Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo yo" (Lucas 24:36-39, DHH). Esta teoría tampoco da ninguna explicación sobre el cuerpo ausente en la tumba vacía ni reconoce que la palabra griega para resurrección se refiere específicamente a un cuerpo que se levanta y nunca al alejamiento de un espíritu del cadáver de una persona.
Una teoría psicológica naturalista usada a menudo para explicar los encuentros de los discípulos luego de la resurrección es la "teoría de la alucinación". Las alucinaciones están confinadas casi siempre a ciertos tipos psicológicos y son altamente individuales. Es imposible que 500 personas hayan estado alucinadas colectivamente en un lugar (ver 1a. Corintios 15:6) y que en otras ocasiones otros individuos (ver Marcos 16:12, 13; Lucas 24:36-38; Juan 20:26-29; Mateo 28:16-20) pudieran haber tenido precisamente la misma fantasía. Esas experiencias son indicadoras de hechos objetivos antes que de impresiones subjetivas. Por otro lado, faltan las precondiciones psicológicas para la alucinación de esos hombres. Tampoco Pablo era un candidato a la alucinación respecto del Cristo resucitado en el camino a Damasco, cuando tenía su mente puesta en la persecución de los cristianos. Además, la terminación abrupta de las apariciones a todos los discípulos luego de la ascensión sugieren que no fueron alucinatorias.
Cuando consideramos todos los elementos de juicio en su conjunto, la resurrección constituye la única explicación posible del hecho de la tumba vacía, el testimonio de los discípulos con respecto a las apariciones de Cristo después de la resurrección, la transformación de esos apóstoles, la conversión subsiguiente de miles en el día de Pentecostés y la diseminación del evangelio por todo el mundo. Como lo expresa Wolfhart Pannenberg: "Las apariciones de la Pascua de Resurrección no deben ser explicadas a partir de la fe pascual de los discípulos; más bien, al revés, la fe pascual de los discípulos debe ser explicada a partir de las apariciones".
Como cristianos, no sólo tenemos la certidumbre de que Jesús se levantó de entre los muertos, sino también la esperanza de que, debido a que él vive, nosotros podremos también experimentar la resurrección de la muerte. Nuestra vida eterna depende del hecho de que murió y se levantó otra vez. Nuestra fe no se basa en un fraude, sino en una certidumbre histórica.
que el Señor los bendiga en abundancia.