Es cierto que el término "Padre" e "hijos de Dios" se presenta en el Nuevo Testamento predominantemente para simbolizar la ADOPCIÓN espiritual del creyente, más que su origen como criatura.
Pero también tenemos evidencias que esta relación padre-hijo es una relación que el creyente descubre, no una que se inventa.
La naturaleza paternal-maternal de Dios estuvo siempre ahí. Por eso amó Dios al mundo, y por eso nos amó a todos desde el principio.
Jesús en el Sermón de la Montaña y otros pasajes se dirige a buenos y malos, santos y pecadores, llamándole a Dios "Padre".
Este Dios, este Padre, lo sigue siendo ante hipócritas (Mat 6:5,6, 16-18) , y ante los malos (Mat 7:11).
Pablo llama al Padre "Padre de todos" (Efesios 4:6).
En el Antiguo Testamento, Dios se presenta con las características de un padre o madre amoroso/amorosa con Israel, que es un conjunto de buenos y malos. Esta actitud paternal/maternal de Dios persiste aún en medio de la idolatría de sus hijos.
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios. Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. 4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida...
¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión (Oseas 11: 1-4, 8)
Pero también tenemos evidencias que esta relación padre-hijo es una relación que el creyente descubre, no una que se inventa.
La naturaleza paternal-maternal de Dios estuvo siempre ahí. Por eso amó Dios al mundo, y por eso nos amó a todos desde el principio.
Jesús en el Sermón de la Montaña y otros pasajes se dirige a buenos y malos, santos y pecadores, llamándole a Dios "Padre".
Este Dios, este Padre, lo sigue siendo ante hipócritas (Mat 6:5,6, 16-18) , y ante los malos (Mat 7:11).
Pablo llama al Padre "Padre de todos" (Efesios 4:6).
En el Antiguo Testamento, Dios se presenta con las características de un padre o madre amoroso/amorosa con Israel, que es un conjunto de buenos y malos. Esta actitud paternal/maternal de Dios persiste aún en medio de la idolatría de sus hijos.
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios. Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. 4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida...
¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión (Oseas 11: 1-4, 8)