Meditaciones y Alimento Diario
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
29 de Abril
Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. Salmo 73:26.
Cierto hermano conocido fue llamado a efectuar una gira de predicación por varios meses. Su esposa a quien mucho amaba, tenía en ese tiempo problemas de salud. Otro amigo me había pedido que le hiciera entrega de una carta antes que partiera, y mientras me acercaba a su casa lo vi salir, caminar un poco, detenerse, y después de una breve vacilación regresar lentamente. Dándome cuenta del conflicto de espíritu por el que estaba pasando decidí dirigirme al muelle de donde había de partir el barco, por otro camino. Cuando él llegó, le entregué la carta diciéndole: “El Señor te bendiga”, y su respuesta demostró que tenía una paz profunda.
A su regreso de la gira varios meses después, en una conversación con él hice referencia al incidente. “Si”, me dijo, “al detenerme allí, sentía que no podía dejarla sola con los chicos sin ayuda, y con poco dinero, pero mientras volvía hacía la casa recordé las palabras. ‘Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios’. Me volví nuevamente y me dirigí hacia el barco”. Aferrarnos al arado mientras enjugamos las lagrimas –eso es cristianismo.
¡¡¡Jesús es el Señor!!!
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Alimento diario 3ª. Semana - Viernes
LA ECONOMIA DE DIOS
Leer con oración: 1 Ti 1:4; 4:7; Tito 1:14; 3:9; 1 Ti 1:19; 3:9; 4:6
“Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido” 1 Timoteo 4:6)
LAS ENSEÑANZAS SALUDABLES INFUNDEN A DIOS EN EL HOMBRE
En 1 Timoteo 1:4, Pablo habla de fábulas y genealogías interminables. Esas son las fábulas profanas y de viejas (4:7) y las fábulas judaicas (Tito 1:14), son conversaciones propias de las personas que viven en el alma. Las genealogías sin fin, son las genealogías del Antiguo Testamento (cfr. Tito 3:9), que eran motivo de discusiones. Luego, quienes las hablaban en la iglesia en Éfeso no lo hacían en el espíritu. Es obvio que ellos no enseñaban a los demás a pecar, y ni hablaban cosas mundanas. Puede ser que hablasen cosas muy de acuerdo con las Sagradas Escrituras, pero tenía como resultado que los oyentes discutían y debatían entre sí. ¿Qué provecho trae ese tipo de palabras a quienes la oyen? Lo que Pablo enseñaba eran palabras de vida, las palabras de la economía neotestamentaria de Dios. Eran palabras capaces de transformar vidas, porque llevaba a las personas al espíritu.
El apóstol Pablo dice que el hablar de ciertas personas allí sólo, promovía disputas (Ti 1:4), y no producía la dispensación de la fe objetiva dentro de la fe subjetiva. El encargo de Timoteo, del lado positivo, consistía en enseñar las enseñanzas saludables. Esa enseñanza saludable es la Palabra del Señor, la cual es la economía neotestamentaria de Dios, el contenido de la fe. En las cartas de Pablo a Timoteo y Tito tenemos algunas expresiones peculiares. Una de ellas es “la fe”, refiriéndose a la fe objetiva, el contenido del evangelio completo según la economía neotestamentaria de Dios (1 Ti 1:19; 2:7; 3:9; 4:1, 6; 5:8; 6:10, 12, 21; 2 Ti 2:18; 3:8, 4:7; Tito 1:13). Tenemos también el término “fe” , que se refiere a nuestra fe, nuestro acto de creer; es la fe subjetiva (1 Ti 1:2, 4, 5, 14, 19; 2:15; 3:13; 4:12; 6:11; 2 Ti 1:5, 13; 2:22; 3:10, 15; Tito 1:1, 4; 2:2; ; 3:15). Cuando creemos, el contenido de la economía de Dios (la fe objetiva) es dispensada a nosotros, a nuestra fe (subjetiva). La intención de Dios es infundir la fe en nuestra fe. Nuestro crecimiento en vida es proporcional a la cantidad de fe objetiva que tenemos en nuestra fe subjetiva. Seremos maduros cuando la fe objetiva sea totalmente infundida en nuestra fe subjetiva. Hoy, en la vida de la iglesia, estamos en la etapa en que en la fe objetiva esta siendo infundida en nuestra fe subjetiva.
El contenido de la fe objetiva es la economía neotestamentaria de Dios, y la economía de Dios es la visión que Pablo recibió cuando fue arrebatado al tercer cielo y al paraíso (2 Co 12:1-4). Esa visión se refiere al dispensar del Dios Triuno. Es cierto que Dios es uno solo, pero tiene el aspecto de tres. Su obra, Su trabajo en nosotros, tiene tres aspectos: tiene la obra del Padre, la del Hijo y tiene la obra del Espíritu. Esta es la obra del Dios Triuno, o podemos decir, el dispensar del Dios Triuno en nosotros, hombres tripartitos, es decir, formados de tres partes: cuerpo, alma y espíritu.
La obra del Padre, la obra del Hijo y al obra del Espíritu, consiste en dispensar al mismo Dios Triuno dentro del hombre. Y de acuerdo con Efesios 1:3-6a , la obra del Padre ocurre antes de la fundación del mundo, antes de que existiera el tiempo, antes de la creación, es decir, en la eternidad pasada. Él nos escogió y nos predestinó para la filiación. No considere ese asunto de la filiación como algo sencillo. La filiación implica la condición de hijo: ser engendrado por el Padre, tener la naturaleza del Padre y recibir la herencia del Padre, Solamente los que son hijos legítimos tienen la filiación y el derecho de recibir la herencia. Mañana abordaremos más detalles de la obra del Padre y veremos la obra del Hijo y la del Espíritu.
Palabra clave: La fe
Pregunta: ¿Qué son las enseñanzas saludables?
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¡¡¡Jesús es el Señor!!!