Imaginemos que agarro un gran mazo y destruyo mi piano, quizá para sacar mi ira por algún otro problema, o por el mero placer de sentir que destruyo algo.
¿Sería esto racional? Por su puesto que no.
¿Sería esto un pecado? Sí, porque las conductas irracionales son erróneas, no abonan a nuestro crecimiento espiritual.
Imaginemos ahora que es el año 2060, y que poseo un robot mil veces más sofisiticado que Sophia (la robot que ha recibido el título de ciudadana en Arabia Saudita).
Esa robot me ayuda muchísimo en mi trabajo, es mi secretaria, mi guía profesional, mi confidente, y tengo interesantes conversaciones con ella (incluso, conversaciones sobre religiones comparadas, historia de la religión, e interpretaciones posibles de pasajes de las Escrituras).
En este escenario, supongamos que agarro un gran mazo en otro ataque de ira, y pretendo destruirla.
Antes de poder hacerlo, la robot detecta mis movimientos y grita "He sido programada para aconsejarte que no me destruyas, ya que no represento un peligro para ti. Es más, he sido programada para decirte que NO DESEO que me destruyas".
¿Sería un pecado mayor destruir esa robot que destruir mi piano? Si es así, ¿por qué?
Finalmente, ¿cuáles serían mis deberes morales para mi robot, a la luz de los principios de las Escrituras?
¿Sería esto racional? Por su puesto que no.
¿Sería esto un pecado? Sí, porque las conductas irracionales son erróneas, no abonan a nuestro crecimiento espiritual.
Imaginemos ahora que es el año 2060, y que poseo un robot mil veces más sofisiticado que Sophia (la robot que ha recibido el título de ciudadana en Arabia Saudita).
Esa robot me ayuda muchísimo en mi trabajo, es mi secretaria, mi guía profesional, mi confidente, y tengo interesantes conversaciones con ella (incluso, conversaciones sobre religiones comparadas, historia de la religión, e interpretaciones posibles de pasajes de las Escrituras).
En este escenario, supongamos que agarro un gran mazo en otro ataque de ira, y pretendo destruirla.
Antes de poder hacerlo, la robot detecta mis movimientos y grita "He sido programada para aconsejarte que no me destruyas, ya que no represento un peligro para ti. Es más, he sido programada para decirte que NO DESEO que me destruyas".
¿Sería un pecado mayor destruir esa robot que destruir mi piano? Si es así, ¿por qué?
Finalmente, ¿cuáles serían mis deberes morales para mi robot, a la luz de los principios de las Escrituras?