Hasta aquí me ayudó Jehová

4 Octubre 2011
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Hola. Quería contarles que hoy es un día especial para mí. Pero antes quería que conozcan cómo llegué hasta aquí. Mis papás vienen de familias muy humildes y siempre quisieron lo mejor para nosotros, pero con sacrificio lograron que mis hermanas y yo pudiéramos estudiar. Gracias a Dios pudimos satisfacer sus expectativas. En mi caso, me dediqué a mi profesión por 20 años. En realidad, sentía que mi trabajo no aportaba nada a los demás, ni a mí misma, pero seguí trabajando lo mejor posible. Así fue que un día me habló el Señor diciéndome que estaba yendo por el camino equivocado. En ese momento comprendí que debía hacer un cambio. Tomé la decisión y comencé a dedicarme a la Docencia que había sido mi deseo cuando terminé el secundario. Desde allí hasta este momento el Señor me ha bendecido grandemente: conocer a muchos chicos, tratar de sumar algo para sus vidas, siento que mi vida tiene un sentido y que estoy dónde Dios me necesita. Comparto con mis papás cada logro, pero siento que ellos no llegan a compartir mis alegrías. Igual tengo al Señor quien me ha ayudado desde el comienzo: al tomar horas en cada escuela, al poder titularizar, obtener mi puntaje, pero lo más importante es que cada día Dios me sorprende con sus maravillas. Qué mejor que gozarme con el Señor por todos sus beneficios para conmigo y poder servirle todos los días de mi vida.
 
Hola. Quería contarles que hoy es un día especial para mí. Pero antes quería que conozcan cómo llegué hasta aquí. Mis papás vienen de familias muy humildes y siempre quisieron lo mejor para nosotros, pero con sacrificio lograron que mis hermanas y yo pudiéramos estudiar. Gracias a Dios pudimos satisfacer sus expectativas. En mi caso, me dediqué a mi profesión por 20 años. En realidad, sentía que mi trabajo no aportaba nada a los demás, ni a mí misma, pero seguí trabajando lo mejor posible. Así fue que un día me habló el Señor diciéndome que estaba yendo por el camino equivocado. En ese momento comprendí que debía hacer un cambio. Tomé la decisión y comencé a dedicarme a la Docencia que había sido mi deseo cuando terminé el secundario. Desde allí hasta este momento el Señor me ha bendecido grandemente: conocer a muchos chicos, tratar de sumar algo para sus vidas, siento que mi vida tiene un sentido y que estoy dónde Dios me necesita. Comparto con mis papás cada logro, pero siento que ellos no llegan a compartir mis alegrías. Igual tengo al Señor quien me ha ayudado desde el comienzo: al tomar horas en cada escuela, al poder titularizar, obtener mi puntaje, pero lo más importante es que cada día Dios me sorprende con sus maravillas. Qué mejor que gozarme con el Señor por todos sus beneficios para conmigo y poder servirle todos los días de mi vida.

Bienaventurada eres Mariflor, por cuanto trabajas en lo que te gusta y tienes en ello la bendición del Señor.
 
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