El Ministerio de Sanidad de España ha hecho público un estudio en el que se afirma que se ha multiplicado por cuatro el consumo de cocaína entre los adolescentes. El consumo del cannabis (el famoso porro) no va tan mal: "sólo" se ha multiplicado por dos. Y con el resto de drogas, salvo la heroína, y el consumo desproporcionado de alcohol no han ido mejor las cosas. Cualquier español que sea medianemente sensible y se pregunte cómo es posible que esto ocurra, quizás sepa cuáles no son las respuestas a dicha pregunta. Por ejemplo, no será porque no se han hecho campañas de concienciación contra el consumo de drogas. No será porque los jóvenes no saben que las drogas son peligrosas...... Entonces, ¿porqué será?. Me atrevo a aventurar la respuesta. Será porque estas cosas pasan cuando desde el Estado y los medios de comunicación se trabaja en favor de una sociedad hedonista, donde el placer individual ajeno a cualquier responsabilidad, es el ideal para niños, jóvenes y adultos. Porque estas cosas pasan cuando el nivel educativo que se da en los colegios e institutos disminuye dramáticamente comparado con el que había hace tan solo 20 años. Porque estas cosas pasan cuando la autoridad de los padres es menoscabada ya sea porque ellos mismos renuncian a dicha autoridad por razones de comodidad, ya sea porque los jóvenes, siguiendo el principio de "mis amigos son así", se pasan dicha autoridad por el forro. Porque estas cosas pasan cuando una sociedad pasa de ser cristiana, ya sea sincera o incluso hipócritamente, a ser pagana.
La ministra de sanidad dice que se va a invertir más dinero en campañas de prevención. Créame, señora ministra, si le digo que usted pierde el tiempo. Lo pierde porque no tiene principios morales válidos. Porque le guste o no, la educación sexual a los jóvenes que ustedes proponen, en la que en vez de abogar por una sexualidad responsable y sensata, se propone el uso de "parches" para evitar "problemas", no congenia con la educación a favor del autocontrol a la hora de beber, "tomar" y fumarse hasta las flores de colores. Porque quien se burla de quienes proponen que se hagan campañas que favorezcan el poner límites a la promiscuidad sexual desenfrenada acusándoles de irresponsables con el argumento de que "la mayoría de la sociedad no está por este tema", no tiene la más mínima autoridad moral para hacer una campaña que pretenda poner límites al desenfreno en el consumo de alcohol y drogas. Porque, señora ministra, siempre habrá quien le pueda responder que "la mayoría de los jóvenes no están por este tema". Ustedes los políticos, y en esto se llevan poco los del PSOE y los del PP, no entienden que una sociedad que se descristianiza acaba muriendo. Y los muertos, cuando se descomponen, huelen mal porque los gusanos se los comen. ¿Y sabe, estimada señora Salgado, por dónde han empezado a comerse los gusanos el cuerpo muerto de la sociedad española? Por su parte más blanda: por su juventud.
Luis Fernando Pérez Bustamante
La ministra de sanidad dice que se va a invertir más dinero en campañas de prevención. Créame, señora ministra, si le digo que usted pierde el tiempo. Lo pierde porque no tiene principios morales válidos. Porque le guste o no, la educación sexual a los jóvenes que ustedes proponen, en la que en vez de abogar por una sexualidad responsable y sensata, se propone el uso de "parches" para evitar "problemas", no congenia con la educación a favor del autocontrol a la hora de beber, "tomar" y fumarse hasta las flores de colores. Porque quien se burla de quienes proponen que se hagan campañas que favorezcan el poner límites a la promiscuidad sexual desenfrenada acusándoles de irresponsables con el argumento de que "la mayoría de la sociedad no está por este tema", no tiene la más mínima autoridad moral para hacer una campaña que pretenda poner límites al desenfreno en el consumo de alcohol y drogas. Porque, señora ministra, siempre habrá quien le pueda responder que "la mayoría de los jóvenes no están por este tema". Ustedes los políticos, y en esto se llevan poco los del PSOE y los del PP, no entienden que una sociedad que se descristianiza acaba muriendo. Y los muertos, cuando se descomponen, huelen mal porque los gusanos se los comen. ¿Y sabe, estimada señora Salgado, por dónde han empezado a comerse los gusanos el cuerpo muerto de la sociedad española? Por su parte más blanda: por su juventud.
Luis Fernando Pérez Bustamante