Son:
Comentarte que no es cierto que sus libros los publica o publicaba sólo editoriales católicas, puesto que la mayor parte de sus ensayos y escritos más conocidos, exceptuando las Crónicas de Narnia, las encuentras hoy bajo una editorial "del vulgo", Rialp, quienes son los que actualmente publican sus escritos, al menos en España.
Luis:
Son, RIALP es la editorial del Opus Dei
¿Lo quieres comprobar?
Haz click en el link:
http://www.rialp.com/
Son:
Aplaude entonces que una mujer pueda tener hijos por medio de la ciencia cuando de forma natural no puede tenerlos por problemas biológicos.
Luis:
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS
¿Te vale así?
Daniel:
Sí, efectivamente, la ciencia “ha aumentado”.
Aquí tengo que hacerle un inciso, d.Luis. Hablas de la ciencia como si de un individuo se tratara, una especie de “jinete del apocalipsis”.
Luis:
Naaaa, lo de Daniel sólo era un comentario tangencial, cual estrella fugaz
Daniel:
La ciencia no es eso. La ciencia es el más fiel reflejo del amor del hombre por la verdad que le rodea, la cual fue sin duda alguna creada por Dios. Creada para que la disfrutásemos, y para que disfrutándola, la descubramos. Así que no entiendo en absoluto cómo puedes comparar a la ciencia con una especie de demonio meridiano cuando de hecho Jesús no hizo tal afirmación. Sino que tan sólo dijo que el fin del mundo como lo conocemos coincidiría con un “aumento de la ciencia”.
Luis:
Mira, la ciencia ni es buena ni es mala en sí misma. Todo depende del uso que se le dé.
En mi opinión, todo lo que el hombre necesita conocer es que Dios nos ha amado tanto que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no muera sino que tenga vida eterna. Fuera de esa verdad, hay mucha vanidad. Y conste que no digo que toda investigación científica sea mera cuestión de vanidad
Son:
Según la 2 acepción de tu diccionario, sin duda alguna.
Luis:
Perdona, pero releete la 2ª acepción. Dice así:
2. adj. No natural,
falso.
¿Todavía sigues en tus trece?
Son:
Dios rompió sus propias leyes (pues tiene la “copyright” por “derecho de creación” para que un ser humano concibiera de forma “no-natural”. La muchacha María, evidentemente, concibió muy “sobre-naturalmente”, pues como la propia palabra indica, no fue “naturalmente”, sino “sobre-natural”. Es decir, “no natural”. Lo que está “por encima” de lo natural , en el sentido que el común de los hombres entienden (como entiende el hombre de la calle en cuanto al tema de la Concepción) es algo que se sale de lo natural, es decir, su segunda acepción del diccionario. De ahí mi expresión de que fue la primera inseminación artificial de toda la historia.
Luis:
Perdona pero es tras eso aparece lo de falso.
Son:
Ningún espermatozoide humano alcanzó el ovario de María.
Luis:
¿Y tú qué sabes si Dios lo creó?
Son:
No sé “exactamente” lo que sería, pero no era una semilla humana.
Luis:
Pues si no sabes, no sabes. No especules
Son:
Más artificial que eso, me dirás.
Luis:
Te diré. Dios no hace cosas artificales. Lo que es de origen divino no es artificial
Son:
La ciencia no es mala.
Lo que es malo es el hombre.
Luis:
Sí, eso mismo creo yo
Son:
Hasta que tome plena conciencia de ello, serás un sicario correveidile papanatas de los que pretenden luchar contra el “mal” atacando a las consecuencias, y no a las causas, como si con ello fueran a salvar su culo del infierno (perdona el lenguaje). Ya lo dijo Juan Bautista: “¿Quién os enseñó a huir de la IRA venidera?”
Luis:
Menos mal que creo que el problema no está en la ciencia sino en el uso que el hombre haga de ella. Si no, fíjate todas las cosas que sería:
correveidile
papanatas
destinatario de las palabras de Juan el Bautista
Son:
La Bomba Atómica no fue la causa de que muchos japoneses murieran carbonizados en un instante
Luis:
No, la causa fue un regueldo del rey de Arabia Saudí, ¿¿no te jorobas??
Son:
La causa primera fue la órden que supuso tal aberración (aberración que por otro lado evitó que una Gran Guerra siguiera causando más pobreza, sufrimiento, y muerte). Y luego está que esa causa primera no la puede usted juzgar, porque estaría juzgando lo que sólo Dios puede juzgar.
Luis:
La causa primera sería esa, pero sin bomba atómica que lanzar, no hay orden que valga.
Respecto a que no puedo juzgar la bondad o miseria del uso de armamento atómico para acabar una guerra.... al menos puedo opinar, ¿no?
Son:
Juegas a ser Dios.
Luis:
Me basta con ser uno de sus hijos en Cristo Jesús
Son:
No me entiendes, ¿verdad?
Luis:
Da igual. No te preocupes. Es que tengo las neuronas en huelga de celo
Son:
Bueno, como supongo que no me entiendes, te rehago la cuestión. Es muy sencillo... ¿pondría usted a todos los musulmanes dispuestos a morir en Guerra Santa por Dios y por el Islam atacando intereses occidentales (incluyendo su país de residencia) en un punto geográfico, y daría usted la órden de tirar un Ingenio Nuclear en ese punto geográfico?
Luis:
No, siquiera porque luego no tengo ganas de tragarme la radiación nuclear que se desprendiera de la explosión. Y en cualquier caso, tal acción es irrealizable ya que no se puede concretrar a todos los musulmanes yihadianos en un mismo lugar. Y claro, el problema de las bombas atómicas es que cuando se produce la explosión, la onda expansiva no va preguntando a la gente si son buenos seres humanos o terroristas internacionales. Mata a todos.
En cualquier caso te diré que yo estoy mucho más tranquilo si las bombas las tienen sólo los "buenos" que si también las tienen los "malos". Y también te diré que a veces los buenos han de zurrarles la badana a los malos para que estos no se suban a las barbas de los primeros. Efectos colaterales han habido siempre y creo que son inevitables.
Son:
Especulas sobre las consecuencias, no sobre las causas. Si no cambias tu actitud, (y en amor te lo digo) estarás siempre, como dijo un apóstol de antaño: “siempre aprendiendo, sin llegar al conocimiento de la verdad”
Luis:
¿qué tendrá que ver lo que dijo el apóstol con la opinión que tengamos sobre las armas nucleares, la inseminación artificial o el posible traspaso de Ronaldo al Real Madrid?
Son:
Sigues jugando a ser Dios, como si el Dios al que dices servir se olvidara de lo que es Suyo. ¿Por qué insistes en poner al hombre por encima de Dios? Todo cuanto ocurre es porque Dios lo permite.
Luis:
No, mira majete. Creer que un óvulo fecundado es un ser humano no es jugar a ser Dios.
Son:
Vive esa sentencia en tu corazón, y serás libre de la superficial religión de la solidaridad que a usted tanto le ofusca la vista.. y enturbia el alma. Pero es que en el fondo no es más que cegante politica institucional.
Luis:
Deberías haberte dedicado a la política, muchacho. Tanta palabra para no decir nada acerca de algo que no tiene nada que ver con lo que se supone que tienes que comentar.
Son:
¡Qué se le va a hacer!
Luis:
Sí, eso digo
Son:
Sigues perdiéndote en el infinito mar-de-la-nada. La verdad es que no sé a dónde piensa tu institución llegar con su más-aburrida-que-un-muerto, superficial, y frívola política sensacionalista. ¿Por qué no predican ustedes el arrepentimiento, y el Reino de los Cielos en vez de procurar cambiar el mundo?
Luis:
¡¡Anda qué gracia!!
A lo mejor es que creemos que el arrepentimiento sirve para cambiar el mundo
Son:
Ahora llegamos al meollo.
Luis:
Jo, qué suerte. Ya iba siendo hora
Son:
Te solté la liebre antes de asegurarme de que podías cazarla cuando, claro está, es harto evidente que no puedes moverte ni un centímetro de lo gordo que estás por la multiple carga de bellota que te hacen tragar (y menudas tragaderas las tuyas) en tu eclesial institución.
Luis:
Eso que has escrito, aparte de no tener NADA QUE VER con el comentario de mi anterior mensaje, ¿te ha valido para descargar un poco de adrenalina?
Si es así, me alegro mucho
Son:
(Consejo de hermano a hermano. Olvida las instituciones. Su Organización no le va a salvar el cuello, amigo. Perecerá junto a todas las demás. Ni una sóla quedará en pie. Ni “instituciones”, ni
“iglesias”, ni sus “eclesiásticos”.)
Luis:
Consejo de hermano a hermano: deja de dar consejos necios.
A mi "organización" llevan queriéndola enterrar siglos y ahí sigue, tan campante. Si los que somos parte de ella no hemos conseguido destruirla a pesar de nuestros pecados es porque sus bases son muy firmes
Son:
Artificial y sobrenatural. Ahí versa lo que ves diferente, y yo no. De ahí que quisiera que leas “Milagros” de C.S.Lewis antes de seguir. Quizás entienda que tal diferencia no existe. La ciencia médica que permite la operación de un cáncer es la misma ciencia que hace Dios de forma acelerada al actuar sobre un tejido que es hechura suya.
Luis:
Insisto, ¿en qué parte del libro dice Lewis semejante cosa?
Son:
Vuelvo a lo expresado anteriormente, pues claro está que para ti la ciencia es algo “artificial”, y por tanto no es sacrosantamente “sobrenatural”. Siendo Dios el mayor y más inteligente científico, ¿cómo te atreves siquiera a desdeñar la ciencia?
Luis:
Es que soy un atrevido, ya ves.
Ya aclaré que no desdeño nada sino, en todo caso, su mal uso
Son:
Dios no condenó la ciencia, ni su uso (¿es que usted no lee la Biblia?.) Dios anunció que el Fin de los Días coincidiría con una “gran explosión” de la ciencia.
Luis:
Te anuncio algo terrible para ti. La ciencia acabará
1ª Cor 13,8
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Te anuncio algo más. Acabo de leer 1ª Tim 6,20-21
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.
Así que voy a ser obediente y desde este mismo instante dejo de responderte
Pásalo bien