¿Puede el hombre ser justificado por Dios sin que su vida cambie?
En ocasiones he escuchado, lamentablemente, a algunos hermanos asegurar que alguien que cree en Dios y en el evangelio, automáticamente es salvo, aunque luego se "vaya al mundo" a "una vida de pecado". Incluso aunque se haga más pecador que antes... es como si pronunciar una oración de arrepentimiento y decidir que Cristo es nuestro Señor y Salvador fuese alguna especie de rito que nos salva, como una magia...
Pero nada más lejos de la verdad, de la Revelación. La justificación y la santificación son dos realidades que se dan al mismo tiempo, dos caras de la misma moneda, y es impoisble que alguna de ellas sé de por separado.
Los que afirman que el hombre puede vivir justificado (judicialmente salvo, perdonado por Dios) sin que en sus vidas haya ninguna obra de cambio, de regeneración, de santificación, erran gravemente. Desconocen el significado de una vida en "el Espíritu de Dios", el significado de "Renacer". La Gracia de Dios transforma al hombre. La fe está viva en quien realmente la tiene, y esa vida es amor, fe y esperanza, es también rectitud, pureza etc...
Esto no significa que el hombre no peque más una vez justificado, pero sí implica que el hombre se arrepienta de verdad una vez que ha pecado, y cada vez que peque. Una vez bajo la Gracia de Dios, el hombre recobra parcialmente su libertad para sí poder actuar como Dios quiere. Al incrédulo le es imposible agradar a Dios, pero al creyente sí le es posible, le es propio.
Santiago 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Marcos 1:15 El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
Tit 3:4-5 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Que Dios os bendiga.
En ocasiones he escuchado, lamentablemente, a algunos hermanos asegurar que alguien que cree en Dios y en el evangelio, automáticamente es salvo, aunque luego se "vaya al mundo" a "una vida de pecado". Incluso aunque se haga más pecador que antes... es como si pronunciar una oración de arrepentimiento y decidir que Cristo es nuestro Señor y Salvador fuese alguna especie de rito que nos salva, como una magia...
Pero nada más lejos de la verdad, de la Revelación. La justificación y la santificación son dos realidades que se dan al mismo tiempo, dos caras de la misma moneda, y es impoisble que alguna de ellas sé de por separado.
Los que afirman que el hombre puede vivir justificado (judicialmente salvo, perdonado por Dios) sin que en sus vidas haya ninguna obra de cambio, de regeneración, de santificación, erran gravemente. Desconocen el significado de una vida en "el Espíritu de Dios", el significado de "Renacer". La Gracia de Dios transforma al hombre. La fe está viva en quien realmente la tiene, y esa vida es amor, fe y esperanza, es también rectitud, pureza etc...
Esto no significa que el hombre no peque más una vez justificado, pero sí implica que el hombre se arrepienta de verdad una vez que ha pecado, y cada vez que peque. Una vez bajo la Gracia de Dios, el hombre recobra parcialmente su libertad para sí poder actuar como Dios quiere. Al incrédulo le es imposible agradar a Dios, pero al creyente sí le es posible, le es propio.
Santiago 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Marcos 1:15 El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
Tit 3:4-5 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Que Dios os bendiga.