Re: Fe y Duda ¿Ambas necesarias o una de las dos solamente?
Tanto la Fe como la Duda ¿Crees que son necesarias para el creyente?
Porque en una está la plena confianza, y en la otra el discernimiento, que ambas pues creo necesarias, una te sirve para confiar en Dios y la otra para discernir si realmente es en Dios en quien confiamos y no en cosas o en el maligno mismo.
¿Ambas juntas pueden coexistir o convivir?
Se dice que son opuestas, porque en un extremo está la credulidad pura y la otra el escepticismo. Si nos fiaramos en la confianza y en la suma providencia, negaríamos nuestra voluntad cayendo en manos del curse del río, y si dudamos o pensamos lo que hacemos forzamos nuestra voluntad que es hacer según lo que creemos y analizamos como bueno, utilizando el remo en el río para determinar nuestro curso.
Dios puede ser la corriente y el remo nuestra voluntad, pero a veces no toda la corriente es Dios, el demonio muchas veces también se vale de nuestra confianza para hacernos caer, así como en la duda para alejarnos de Dios. Hay que usar estas dos herramientas que es la Fe y la Duda para el bien de Dios y nuestro contra el maligno.
La metáfora del río es muy desafortunada, en mi opinión.
Hablas de que "si nos fiamos en la confianza y en la suma providencia, negaríamos nuestra voluntad cayendo en manos del curso del río"... Luego añades que es necesario "un remo en el río para determinar nuestro curso" lo que identificas con la "duda" o "pensar lo que hacemos".
Creer que la confianza en Dios y en la providencia (pienso que te refieres a la Fe) es algo que nos arroja a un río en el que necesitamos la "duda" para orientarnos es herejía. Por ahí te han dicho que es "teología progresista", pero son muy blandos... yo prefiero llamarle abiertamente herejía o error. No te lo tomes a mal, quiero explicar porque lo digo, y darte buenas razones, con mansedumbre.
1. En primer lugar el acto por el que el hombre cree en Dios, confía en Él, sigue su voluntad etc... es
sobrenatural, es fruto de la Gracia. Acción de Dios en nosotros.
2. La razón por la cual podemos "dudar" de Dios y del Evangelio es el pecado original. La debilidad ante la Verdad, el excepticismo sea en el grado que sea es fruto del pecado. No digo que sea pecado, pues una duda que no se consiente no es pecado. Pero lo que está claro es que el hombre no duda "por la Gracia de Dios" sino que duda por "su debilidad de pecador".
3. Pensar que necesitamos de nuestra debilidad de pecadores para poder "navegar adecuadamente" en nuestra vida de Fe, es un absurdo. La Fe no necesita del auxilio de la Gracia ni de nuestros juicios para surgir, permanecer y dar fruto; sólo necesita de Dios y de nuestra aceptación obediente, amorosa y paciente. Obviamente nuestra respuesta a la Fe no debe ser irracional, fanática... debe ser profunda, implicando razón, corazón, unidad de vida... pero todo esto no se "forma" ni se "dirige" gracias a la duda ni el pecado, sino gracias a Dios.
4. No hay nada beneficioso en el pecado, ni en la duda. Aunque algunos digan "que maduramos pecando, o cuestionando la Verdad" esto es una soberana falta de respeto a Dios y un engaño muy grande. Dios no nos invita a dudar, sino a creer; no nos invita a vacilar, sino a entregarnos plenamente. Y eso supone...
5. Supone
negarnos a nosotros mismos. La Fe del hombre sencillo que nada se cuestiona no es inferior, ni de menor calidad que la del que duda y todo lo cuestiona. Es la obediencia la que nos perfecciona en el amor y la comunión con Dios, y no nuestro discurrir.
Jua 14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
6. A la filosofía moderna no le gusta nada el "negarse a sí mismo". De hecho lucha contra esto, intenta presentar al hombre como el portador de la verdad y como quien debe luchar interiormente para progresar y superarse. Pero la Fe, presenta al hombre
absolutamente incapaz de obrar esta meta sin la Gracia de Dios. Y capaz de lograrla sin necesidad de ser filósofo, ni místico, ni sabio...
7. Aunque veamos que el dudar nos fortalece, esto se debe exclusivamente a la Gracia de Dios que remedia nuestras dudas, a una ayuda ante un mal. Sin mal no haría falta ayuda, como no hacen falta dudas para vivir en la Fe... e incluso es más bienaventurado el que no duda que el que duda.
Jua 20:29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
8. Conclusión: Dejarse llevar por ese río es lo único que debemos hacer, Dios nos conducirá. Dudar es síntoma de falta de Fe y debilidad en el pecado, y no nos sirve para vivir mejor la Fe, en todo caso sólo sirve o bien para que Dios deba suplir nuestra debilidad con su bendita Gracia, o bien para que salgamos del río despedidos contra las rocas. "Ese remo" del que hablas no es más que un estorbo, un ancla, un peligro.
Oremos no para superar nuestras dudas, sino para que el Señor nos permita dejar de dudar, aunque no resolvamos ni una sola.