Me lo han preguntado muchas veces y nunca he sabido qué responder. ¿Qué pinta un ateo en un foro de creyentes? Y, si os digo la verdad, sigo sin saberlo a ciencia cierta.
Desde una perspectiva vital, los creyentes lo tenéis todo o casi todo resuelto. Habéis encontrado un sentido a vuestra existencia y una razón por la que vivir. En cierto modo, ¡para qué me voy a engañar! hasta os envidio. No tengo nada de eso y mi sentido de la existencia se proyecta hacia un oscuro vacío. ¿Creéis que a mi no me gustaría también, en ese futuro, volver a encontrarme con los seres queridos que han desaparecido para siempre o querer creer que hasta podemos tener una segunda oportunidad? Estoy hecho del mismo material del que estáis hechos vosotros, soy humano como todos y nuestros anhelos son muy parecidos.
Desearía perpetuarme, ¿cómo lo voy a negar? soy humano, como vosotros, tengo consciencia de la muerte y nuestro sentido, profundamente vital y existencial, hace que nos agarremos a lo que sea con tal de negar tan cierta como futura perspectiva. Carezco de vuestra brújula de ilusiones y mi visión racional me impide adquirirla. Creo que fue Pascal quien dijo que el corazón tiene razones que la razón no alcanza a comprender.
No me siento dichoso de ser ateo y esa angustia, de un abismo final, creo que me acompañará siempre. La asumo con estoicismo y en el fondo de mi alma creo que es el egoísmo de ese yo interior el que se resiste y se resistirá a aceptar las evidencias. Puede que esa lucha interior, angustiosa, sea también enriquecedora. No lo se muy bien.
He creído conveniente sincerarme en este último momento. No sé, creo que no volveré a participar. En todo caso, no quiero despedirme sin antes agraderos a todos vosotros los interesantes debates en los que he podido participar y también para pediros disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos en sus sentimientos religiosos por algunas de mis intervenciones.
Un cordial saludo a todos.
ANIBAL
Desde una perspectiva vital, los creyentes lo tenéis todo o casi todo resuelto. Habéis encontrado un sentido a vuestra existencia y una razón por la que vivir. En cierto modo, ¡para qué me voy a engañar! hasta os envidio. No tengo nada de eso y mi sentido de la existencia se proyecta hacia un oscuro vacío. ¿Creéis que a mi no me gustaría también, en ese futuro, volver a encontrarme con los seres queridos que han desaparecido para siempre o querer creer que hasta podemos tener una segunda oportunidad? Estoy hecho del mismo material del que estáis hechos vosotros, soy humano como todos y nuestros anhelos son muy parecidos.
Desearía perpetuarme, ¿cómo lo voy a negar? soy humano, como vosotros, tengo consciencia de la muerte y nuestro sentido, profundamente vital y existencial, hace que nos agarremos a lo que sea con tal de negar tan cierta como futura perspectiva. Carezco de vuestra brújula de ilusiones y mi visión racional me impide adquirirla. Creo que fue Pascal quien dijo que el corazón tiene razones que la razón no alcanza a comprender.
No me siento dichoso de ser ateo y esa angustia, de un abismo final, creo que me acompañará siempre. La asumo con estoicismo y en el fondo de mi alma creo que es el egoísmo de ese yo interior el que se resiste y se resistirá a aceptar las evidencias. Puede que esa lucha interior, angustiosa, sea también enriquecedora. No lo se muy bien.
He creído conveniente sincerarme en este último momento. No sé, creo que no volveré a participar. En todo caso, no quiero despedirme sin antes agraderos a todos vosotros los interesantes debates en los que he podido participar y también para pediros disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos en sus sentimientos religiosos por algunas de mis intervenciones.
Un cordial saludo a todos.
ANIBAL