Re: Harold Camping.
Carta abierta a Harold Camping / FAMILY RADIO:
1 – No soy un opositor suyo, sino un entusiasta oyente de las audiciones Foro Abierto y otras desde hace muchos años.
2 – Era irreprochable el evangelio puro que anteriormente Vd. predicaba. A través del tiempo, ha ido introduciendo modificaciones, creyendo muy sinceramente que como fruto de un exhaustivo estudio de las Escrituras, venía haciendo hallazgos o recibiendo una especial revelación de la verdad eterna. No se percataba de que los avances o progresos en el mejor entendimiento de la Biblia no necesariamente consiste en rechazar por erróneas las anteriores nociones de una misma verdad. O sea, a mayor revelación de una verdad, pasamos a verla más clara, nítida y luminosa que antes; nunca jamás cambiándola por una idea opuesta o distinta, negando o deformando lo que antes fuera con todo denuedo sostenido.
3 – Si bien las conversaciones telefónicas podían ser instructivas y de oportuna ayuda a los oyentes que las seguían en las trasmisiones radiales, en caso de producirse discrepancias, era obvia la ventaja que Vd. tenía de mayor conocimiento y experiencia que el ama de casa o el empleado que lo consultaba mientras regresaba de su trabajo conduciendo su vehículo. Lamentablemente, tal ejercicio pareciera que le fue confiriendo ciertas ínfulas de infalibilidad. Si en ese momento estuviera integrando un panel junto a otros hermanos experimentados en las Escrituras y las doctrinas de la fe cristiana, ciertamente que las cosas no se le pondrían igual de sencillas.
4 – Nos hace pensar que le ha ocurrido a Vd. una de dos cosas o quizás las dos en forma simultánea: a) que nunca tuvo usted entre sus colaboradores inmediatos hermanos que estuvieran a su mismo nivel de conocimiento que pudieran corregirle con propiedad, b) que sí los tuvo pero no toleró que lo observaran, y los que no se fueron por las buenas usted se encargó de prescindir de sus servicios. c) Que se dieran ambas contingencias; que es lo más probable, como ha acontecido en otros casos similares al suyo.
5 – En sus declaraciones respecto a las nuevas revelaciones recibidas utiliza el plural “nosotros”, pero no da nombres y apellidos de quienes son los que han recibido el mismo entendimiento que Vd. Esto da a pensar que es únicamente usted quien tiene una ocurrencia, y luego hay algunos colaboradores tan leales que dejan a un lado la razón para darle su ¡Amén! y cuidarse de no disgustarle. Si el Papa de Roma anunciara el rapto de la iglesia para el 21 de Mayo próximo todo el mundo se enteraría y sería primera noticia en los titulares de todos los medios de información. Que Vd. lo diga, alcanza únicamente a sus oyentes, y no es así como Dios se comunica con su iglesia, que es columna y baluarte de la verdad (1Ti 3:15). La Cabeza de la iglesia (Cristo) mantiene comunicación con todo su cuerpo, sin privilegiar a un miembro en particular. En las estepas siberianas o la jungla africana puede haber algún cristiano que como Vd. cree hallarse frente a una nueva revelación de la verdad, y lo único que hace la diferencia es que usted cuenta con los medios para propagarla y el otro no.
6 – Como prueba del paulatino desvío de la verdad del evangelio, presentaré apenas algunas facetas que acuden a mi mente de momento, sabiendo que hay otras más: a) – Que cuando el pecador se convierte recibe una nueva alma. En verdad, el nuevo nacimiento o regeneración espiritual le ocurre al individuo que pasa a ser una “nueva criatura” (2Co 5:17) sin pérdida de identidad. Una nueva alma implicaría una nueva personalidad, lo que es inadmisible. La transformación no supone el suplantar una persona por otra. Nunca es anulada la memoria de las cosas pasadas, ni se pierde nada de lo que es característico de un individuo. b) Usted tropezó con un versículo y lo hizo eje de todos los demás, interpretando ahora la Biblia como si toda la verdad del evangelio girara en torno al mismo. Me refiero a Gálatas 5:6: “porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor”. Al leer que la fe “obra” se asustó y determinó con su descubrimiento que los creyentes no son salvos por la fe, ya que ésta, “obra”; lo que sería inadmisible en relación a nuestra salvación por gracia. Este es un buen ejemplo del error en que puede caer un aficionado al estudio cuando prescinde del Espíritu Santo y la comunión de los hermanos sabios. Alcanzaba con advertir que el término griego ENERGOUMENE equivale a “actúa” o “se hace activa”, no sugiriendo para nada que el pecador deba hacer obras y acumular méritos para salvarse. Pero el temor antojadizo a que la fe pudiera estar viciada del esfuerzo humano por salvarse, lo hizo desterrarla de su caprichoso sistema teológico. c) Ahora está negando el tormento eterno de los condenados, cosa en la que antes era todo un especialista. ¿Pero qué salvación eterna es esta que Cristo vino a darnos si no hay perdición, condenación y tormento eterno? ¿De qué nos salvaría Cristo si no arriesgamos mayor pérdida? ¿Por qué sus padecimientos tremendos en la cruz si finalmente tras el juicio los perdidos son apenas condenados al aniquilamiento o extinción? La misericordia, gracia y amor de Dios no va en desmedro de sus demás atributos, como ser: su justicia, santidad y verdad. No están en conflicto. d) Tropezó con la expresión de otro versículo más ya al final de la Biblia, esta vez en Apocalipsis 13:8: “… el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo”. De un texto con el que no tuvimos dificultad alguna desde nuestros tempranos días en la Escuela Dominical, dedujo usted y así lo está enseñando, que el Señor Jesucristo, antes de su encarnación y de la misma creación de todas las cosas, había sido muerto, inmolado, sacrificado. Aunque todavía niños, sabíamos que el Dios eterno trasciende a la idea del tiempo, de modo que Él no se maneja con el pasado, presente y futuro como lo hacemos nosotros, sino que lo que Él determinó es tan real y efectivo al momento de decidirlo como a su cumplimiento miles de años después. Si no recuerdo mal, esta sería la última e insólita ocurrencia suya que debe poner roja de vergüenza la cara de sus colaboradores.
7 – Como usted verá, por más prolijos y precisos que sean sus cálculos respecto a la fecha del rapto de la iglesia, los desacredita todo lo anterior. Si se equivocó usted tan feo en los pocos ejemplos precedentes, ¿cómo podrán los hermanos tomarle en serio? ¿No piensa Vd. que todavía puede venir el Señor una semanas antes de su pronóstico y quedar en su presencia avergonzado? (1Jn 2:28). Yo le exhorto en el nombre del Señor Jesús que se arrepienta de tanto desvío en que ha incurrido y se vuelva a Él de corazón antes que le sea demasiado tarde.
Ricardo.