NO SER COMO UNA HIGUERA FUERA DE ÉPOCA

7angel

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16 Octubre 2004
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Marcos 11


11 Y entró en Jerusalén, en el Templo, y después de observar todo a su alrededor, siendo ya tarde, salió con los Doce para Betania.

Ver - oír - razonar - analizar - reflexionar y sacar conclusiones, es lo que estaba haciendo Jesús.


12 Al día siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre.
13 Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella; acercándose a ella, no encontró más que hojas; es que no era
tiempo de higos.

La fe, consiste en obtener lo que al hombre le parece o es imposible, pero, está escrito que para Dios, todo es posible, o podríamos decir también que, para Dios nada es imposible. - por lo tanto, no tenemos excusa en decir que, " no era tiempos de higos" - ¿ acaso Dios no hizo brotar agua de una piedra ? - cuando su pueblo caminaba por el desierto ?

14 Entonces le dijo: «¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!» Y sus discípulos oían esto.

Un servidor de Dios, no puede predicar o enseñar el Evangelio si carece de fe" - si cada ves que tiene que hacerlo, aduce falta de esto o de aquello, que le falta tiempo, que le falta dinero, que le falta un templo, que le falta vestidos, que le falta un título o un cargo, y consecuentemente, se ocupa más de estas cosas que cree necesitar, que predicar el Evangelio aunque sea bajo de un árbol. - De este modo, nunca dará fruto, será como esa higuera fuera de época.

15 Llegan a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas
16 y no permitía que nadie transportase cosas por el Templo.

Ocurre hoy, y es para escandalizarce, porque los templos se han convertidos como higueras fuera de época, no dan frutos. la fe, no habita en templos de piedras, sino en ,los seres humanos.

17 Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las gentes? ¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de bandidos! »

¿ Que es la oración ?, - antes de orar o dialogar, debemos mirar, oír, analizar, reflexionar y sacar conclusiones, luego orar, que es lo mismo que dialogar entre nosotros, con sentido "común" - es decir, con un propósito en común, encontrar la verdad. - No olvidemos que, Dios conoce nuestros pensamientos y nuestras intenciones, por esta razón, Jesús dice: "ahí, donde dos o más se reunan en mi nombre, Yo estaré en medio de ellos" - no lo veremos pero se hará sentir y con fuerza.

18 Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían matarle; porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina.

Por supuesto, dejar un templo de estilo gótico por una simple habitación, dejaría en quiebra el negocio de los cambistas y vendedores de bueyes y palomas.

19 Y al atardecer, salía fuera de la ciudad.
20 Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz.

O, podríamos decir también que, en el templo de estilo gótico, no había nada.

21
Pedro, recordándolo, le dice: «¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste está seca.»

22 Jesús les respondió: «Tened fe en Dios.
23 Yo os aseguro que quien diga a este monte: "Quítate y arrójate al mar" y no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá.

Es decir, que lo que pensamos o creemos como imposible, no lo es para Dios.


24 Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis.

Se entiende que la oración es una buena reflexión de lo que vemos y oímos. Lo mismo que hizo Jesús al entrar al templo de Jerusalén

25 Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas.»

Seguramente, en nuestras reflexiones, encontremos que también hemos ofendido a alguien o a muchos.
 
Re: NO SER COMO UNA HIGUERA FUERA DE ÉPOCA

Este mensaje es muy bueno respecto del tema, saludos.

La alegoría de la higuera
Christian Chen

vamos a leer en Marcos 11:12-14. «Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.» Vean una cosa interesante aquí. Nuestro Señor recién había dejado Betania, por la mañana temprano. Entonces, en el camino hacia Jerusalén vio de lejos una higuera llena de hojas. Entonces fue a ver si hallaba en ella algo, porque tenía hambre. Ahora, voy a hacer una pregunta: Si nuestro Señor Jesús está en mi casa, ¿es posible que salga por la mañana con hambre? La Biblia nos dice que él salió de Betania, y Marta estaba allí. ¿Pueden imaginarse, si Marta en verdad servía al Señor, que iba a permitir que él saliera de su casa sin desayuno? ¡Imposible!

Sin duda, Marta había servido desayuno al Señor. Pero entonces, ¿por qué él tenía hambre? Es que no se trataba de hambre física, sino espiritual. Esta es una lección espiritual. Esa higuera no es una simple higuera; esa higuera representa algo. Nuestro Señor busca frutos en la higuera, pero no los encuentra. La Biblia nos dice que nuestro Señor la maldijo, por lo que se secó desde la raíz hasta el tope.

Tal vez nosotros no entendemos por qué nuestro Señor maldijo esta higuera. Pero si usted estudia su Biblia, verá que la higuera representa la nación de Israel, y que Dios deseaba obtener algo de Israel.

Si estudiamos el libro de Jueces, vemos que Dios tiene un propósito para los diferentes árboles. Así, el propósito de Dios para el olivo es el aceite (aunque también de él se pueda hacer madera), y para la vid es el vino, por eso, aunque la uva sea muy bella, ese no es el propósito de Dios para ella.

En el libro de Jueces vemos que el propósito de Dios con la higuera son sus frutos. Por eso, cuando nuestro Señor vio aquella higuera llena de hojas, pero sin ningún fruto, él profirió una maldición. ¿Por qué? Porque nuestro Señor no desea pretensión. Si no hay frutos, ¿por qué hay hojas? Cuando tenemos hojas, nosotros impresionamos a las personas con ellas. Es como la historia de Israel: ellos tenían el monte del templo, y tenían un hermoso templo. Pero cuando no hay realidad, cuando solamente estamos impresionando a las personas con números, con edificaciones, entonces eso es pretensión. Y si Dios todavía ama aquel árbol, él desea que ese árbol sea honesto. Si no tiene fruto, entonces ¿por qué no se seca hasta la raíz? Sea honesto.

Hoy Dios odia la pretensión. Nosotros los cristianos no debemos mentir, pero algunas veces tenemos una apariencia externa; damos a las personas una impresión errónea. Sin embargo, la realidad no está allí. Cuando los discípulos dijeron: «¡Qué bello templo!, ¡qué bellas piedras!», nuestro Señor dijo: «Viene el día en que no quedará piedra sobre piedra de este templo». Nuestro Señor dijo a Jerusalén: «Voy a dejar tu casa desierta».

en el comienzo él habló de «la casa de mi Padre». Pero luego él fue tan desengañado, que fue a ver la higuera con puras hojas. Cuando la casa de Dios es solamente una cáscara vacía, es engañosa. Ahora, hermanos, por causa de que Dios ama al pueblo de Israel, un día habría de dejar la casa vacía. No quedaría allí piedra sobre piedra.

¿Ha oído decir usted a algunas personas decir: «Esta es mi iglesia»? Nuestro Señor dijo: «Yo edificaré mi iglesia». ¿Cuándo ella se tornó tu iglesia? Si quieres que sea tu iglesia, entonces el Señor dice: «Yo dejaré tu casa desierta». Aunque Cristo ame su Iglesia, no olvidemos que el juicio comienza por la casa de Dios. La iglesia de Dios perdió su realidad –nosotros lo hemos visto a través de la historia de la iglesia –; no solamente el judaísmo la perdió, también la iglesia.

El judaísmo tenía la revelación que vino de Dios. Gracias a Dios, la iglesia, que fue edificada por Cristo mismo, tiene el Nuevo Testamento. Tenemos toda la revelación de Dios. Pero la pregunta es esta: ¿Somos honestos delante del Señor? nosotros podemos tener hojas, pero nuestro Señor tiene hambre. Él está buscando los frutos, está buscando la realidad. ¿Dónde está la realidad?

El secreto de la higuera

Si volvemos a Marcos capítulo 11, la Biblia dice: «Él no halló nada sino hojas, pues no era tiempo de higos». Tenemos un problema aquí. Si no era tiempo de higos, ¿por qué nuestro Señor buscaba higos? Si no era tiempo de higos, es claro que nuestro Señor no iba a encontrar ninguno. Pero aquí tenemos una cosa muy interesante de por qué Betania representa la realidad espiritual de la iglesia.

Necesitamos conocer la historia de las higueras en la Tierra Santa. Ocurre que hay dos cosechas de la higuera. Una es llamada el fruto del invierno, la otra es el fruto del verano. Depende entonces de cuándo usted busca fruto. En realidad, nuestro Señor esperaba los frutos del invierno. Aquellos frutos que habían pasado a través del invierno. Entonces, cuando viene la primavera, uno va a encontrar los frutos de la resurrección. Esto tiene que ver con un principio espiritual. Si algo puede alimentar a las personas; si algo puede satisfacer a nuestro Señor, siempre tiene que pasar primero por el invierno. Primero está la muerte, después la primavera de la resurrección.

Durante el invierno, uno encuentra que no hay hoja alguna. La mano despojadora de Dios quita todo de ese árbol. Tiene solamente las ramas, pero ni hojas, ni frutos. Pero si uno mira las ramas, ve una cosa interesante: todavía están allí las marcas de los frutos. En el tiempo de invierno, uno todavía puede encontrar los hoyos aquí y allá a lo largo de la rama. Ellos son el indicio de que el fruto estuvo allí. Y cuando viene la primavera, los frutos siempre surgen donde están aquellas marcas. Es muy interesante.

Hay una regla en el reino vegetal de nuestro Dios: normalmente tenemos primero las flores, luego el fruto. Mire usted cualquier árbol: siempre va a haber flores primero y después el fruto. Pero la higuera no. Por eso es que en chino nosotros traducimos la higuera como una fruta sin flor, porque nadie ha visto la flor de la higuera. El secreto es ese. Si uno quiere conocer la realidad de la higuera, nosotros debemos saber que su flor brota, pero no delante de nosotros. Ningún ojo humano puede ver florecer esta flor.

En la primavera, su pequeño fruto, de acuerdo con el Cantar de los cantares, es llamado el fruto verde. No es del tamaño del fruto final, es más pequeño, del tamaño de una cereza. Es un fruto no maduro. En la primavera, cuando están los frutos verdes en las ramas, ocurre una cosa muy interesante: las flores están brotando dentro del fruto. Los frutos tienen un orificio, por donde entra la abeja y hace su trabajo de polinización. Ahora sabemos que sí la higuera florece, pero con una belleza interna. Este proceso no es para que el mundo lo vea y lo alabe. Esa es una característica de la higuera.

En una higuera nosotros tenemos flores, pero su belleza es una belleza interna. «Cristo en nosotros la esperanza de gloria». cuando la vida de Cristo habita en nosotros, cuando el Espíritu Santo está trabajando en nosotros, hay un proceso de maduración en marcha. Sólo el propio Dios puede apreciar la belleza de este proceso de crecimiento. Esta es la característica de la vida de Cristo en nosotros.

Es esto lo que el Señor está buscando. En la primavera, este fruto verde es formado, y entonces empieza el proceso de maduración. Pero hay una cosa muy importante. El lapso entre la primavera y el verano es el tiempo más importante. Es el tiempo de la prueba. Este fruto verde tiene que aprender una lección: cómo habitar en la rama, porque un día vendrán los vientos, y será probado. Si aquel fruto verde permanece en la rama cuando el árbol sea sacudido, entonces en el verano, será un fruto maduro. Será un hermoso y maduro fruto de higuera.

Todos los granjeros saben muy bien. Cuando ellos miran a la higuera, no están buscando el fruto maduro, sino el fruto verde. Ahora, si uno no encuentra ningún fruto, ¿qué significa eso? Que no ha pasado la prueba. Significa que cuando vino la tormenta, ellos no pudieron permanecer. Si uno no encuentra ningún fruto en una higuera, no hay esperanza de cosecha. Por esa razón el Señor maldijo el árbol.

No solamente importa el proceso de crecimiento, sino que todo opera juntamente, es decir, lo exterior también. Entonces tenemos el viento que sopla del norte, y el viento que sopla del sur, el que sopla del oriente y el que sopla del occidente. Algunas veces es un verdadero remolino. Así, todas las cosas cooperan juntamente para que podamos ser conformados a la imagen de Cristo, para que podamos tener una cosecha.

Dios estaba esperando una cosecha del pueblo de Israel. Pero lamentablemente nuestro Señor no encontró ningún fruto. El pueblo de Israel tenía una maravillosa historia, algunas veces pasaron por tiempos muy difíciles, pero cuando prosperaron, ellos fracasaron. No pudieron pasar la prueba. Por eso uno no veía nada sino hojas. Por eso el Señor profirió una maldición sobre él.

Cuando el ejército romano tomó la ciudad de Jerusalén en el año 70, aquella higuera en verdad se secó. Y más que eso, la nación de Israel desapareció de sobre la faz de la tierra. Pero gracias a Dios, nuestro Señor profirió también otra profecía. El dijo: «Un día cuando vean la higuera floreciendo de nuevo, el Hijo del hombre está a las puertas». en el año 1948, el 14 de mayo, todos nosotros fuimos testigos del renacimiento de la nación de Israel.

El pueblo de Israel estaba vagando en el desierto, y entonces ¿quién tomó el lugar de Israel? La Iglesia de Dios fue la que tomó el lugar de Israel. No podemos olvidarlo: Betania representa a la iglesia de Dios. ¿Por qué? Esto es muy interesante.

Betania representa la realidad de la iglesia

¿Cuál es el significado de «Betania»? Betania significa «casa de higos». Todos los frutos están allí, por eso es llamada «casa de higos». Pero aún más sorprendente: en griego, Betania significa «la casa de los higos no maduros». ahora uno entiende. Significa que, aunque ellos no estén maduros, no estén perfectos, si uno encuentra frutos no maduros, un día habrá una cosecha. Ellos no son perfectos, pero un día ellos serán conformados a la imagen de Cristo.

Recordemos: La operación del Espíritu Santo tiene dos aspectos; uno es interior, como aquella abeja que está trabajando en el interior del fruto. El Espíritu Santo habita en nuestros espíritus. Esa es una parte de la obra del Espíritu Santo. Él intenta hacernos madurar por medio de la operación de la cruz. Eso es en lo interior. Pero hay otro aspecto: también vemos que todas las cosas cooperan juntamente. Entonces uno descubre que todo nuestro ambiente se vuelve un fiel siervo de Dios. Esta es la operación externa del Espíritu Santo a través del ambiente. Así, a través de este camino, nosotros vamos siendo madurados.

Betania significa que ellos no están completos, que no son perfectos. Betania es la casa de los higos no maduros. Cuando uno ve el árbol lleno de frutos verdes, eso es muy diferente de Israel. Esto significa que nuestro Señor ha encontrado su realidad aquí. Por eso nuestro Señor pudo encontrar su descanso en Betania. Eso es muy, muy importante.

Nosotros no debemos procurar tener una apariencia externa, sino tener la realidad interior. Si tenemos esta realidad, entonces en verdad nuestro Señor va a encontrar su descanso en nuestro medio. Entonces podremos decir que, por la gracia, la iglesia en verdad es la casa de Dios.

Finalmente, vamos a recordar que antes de la ascensión de nuestro Señor, él llevó a sus discípulos hasta Betania. Betania está ubicada en el Monte de los Olivos. Y nuestro Señor ascendió a los cielos desde allí. Cuando él ascendió a los cielos, su rostro estaba vuelto hacia su pueblo, y sus espaldas estaban vueltas hacia Jerusalén. Cuando nuestro Señor ascendió a los cielos, todo lo que él veía eran las lágrimas de María, a Marta, Lázaro y todos sus discípulos.

Hermanos y hermanas, el mundo es atraído por las apariencias externas, porque los números impresionan, los edificios impresionan. Pero cuando nuestro Señor ascendió a los cielos, sus espaldas estaban vueltas hacia Jerusalén. Aunque Jerusalén haya sido llamada la ciudad del gran Rey; aunque la presencia de Dios haya estado allá antes, aunque la gloria de Dios estuvo allá antes, cuando la realidad se fue, no quedó piedra sobre piedra, porque se tornó una cáscara vacía. ¿No es eso una lección importante para cada uno de nosotros?

La iglesia de Dios ha pasado por casi dos mil años, y si uno mira toda su historia, encuentra que es una bella historia: la presencia y la gloria de Dios estuvieron en ella antes, ¿pero qué sucede hoy? sin embargo, lo importante es: Uno nunca puede señalar con el dedo a otros, porque Dios está llamando Lázaros, Dios está llamando Marías, Dios está llamando Martas.

Ahora hermanos, ¿qué es la iglesia de Cristo? La iglesia es el lugar donde uno encuentra el testimonio de la resurrección, y el servicio de los santos. ¿Qué más vamos a encontrar? que todas las personas son como María. En todo tiempo, cuando uno los mira, ellos están a los pies de nuestro Señor Jesucristo.

Ahora, ¿por qué tenemos que estar siempre a los pies de nuestro Señor Jesucristo? porque no hay otros pies como los suyos, que fueron perforados cuando murió por nosotros en la cruz. Cuando uno ve esos pies con las marcas, nos hacen recordar la historia de la cruz, aquel amor que nunca nos dejará. Cuando uno es tocado por ese amor, uno no puede hacer otra cosa sino ofrecerse a sí mismo como un sacrificio vivo. Uno desea quebrar el vaso que contiene el perfume de nardo puro, y derramarlo todo. Para que toda la casa se llene con el olor del perfume.

Si nosotros tenemos cien personas juntas aquí, puede ser una congregación de cien personas, pero también puede ser la iglesia de Cristo, si es que cada una de estas cien personas se atreven a ser desperdiciadas para el Señor, se atreven a romper su vaso de alabastro, si cada uno presenta su cuerpo como un sacrificio vivo. Entonces no tendremos que decir: «nosotros somos la iglesia». No digamos: «nosotros somos el testimonio de Cristo». No digamos: «nosotros estamos por la recuperación de la iglesia». esto puede ser verdadero, pero lo importante es que cuando alguien venga a nuestro medio descubra que la casa está llena del olor del perfume. Hermanos y hermanas, eso es la iglesia de Cristo. Eso es lo que el Señor está buscando hoy antes de su regreso.

Vivir la vida de iglesia es tal como la vida de familia. Como cuando el marido dice: «¡Ah, yo amo tanto a mi esposa!», el mundo va a querer ver no sólo sus palabras, sino cómo él está dispuesto a entregarse a sí mismo por amor a ella. Entonces, ¿cómo saber si tenemos el testimonio del Señor? No es por las palabras, sino por cómo uno vive esta vida. Si nosotros tenemos esta realidad, bien. Si no la tenemos, seremos exactamente como una higuera, llena de hojas, pero sin ningún fruto. Eso nunca podrá satisfacer el hambre de nuestro Señor.

Hermanos y hermanas, ¿qué va a complacer el corazón de nuestro Señor? La casa de los higos no maduros. ¡Gracias al Señor! nosotros no somos perfectos, pero tenemos el potencial. Tenemos un mañana. Seremos transformados en la imagen de Cristo. Quiera el Señor hablar a nuestros corazones.


tomado de http://www.aguasvivas.cl/revistas/27/04.htm
 
Re: NO SER COMO UNA HIGUERA FUERA DE ÉPOCA

Ese no es el punto. El punto es que Cristo tuvo hambre y quiso comer higos cuando no era tiempo de higos. Entonces, era normal que no encontrara higos en la higuera. Ahora, ¿ por qué la castigó, si el hecho de no tener higos no era culpa de la higuera ????

La respuesta está en el mensaje que compartí del hno Cheen, léelo y saca tus propias conclusiones; ya que no es algo que yo haya escrito; sino algo que comparto que me parece muy interesante y provechoso de leer.
saludos.
 
Re: NO SER COMO UNA HIGUERA FUERA DE ÉPOCA

Aquí estamos hablando de la higuera del episodio de Jesús, en Israel, y en el mes de abril. En ese mes, la higuera sólo tiene hojas. Los frutos se cosechan en el verano.

Algunas higueras, llamadas breveras, son bíferas o reflorecientes, porque producen dos cosechas al año, la primera, que es de brevas, a principios del verano, y la segunda, de higos, sobre finales del estío. Las brevas se producen en otoño, pero permanecen en el árbol durante el invierno, madurando al final de la primavera. Otras higueras, en cambio, solo dan higos.

fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Ficus_carica

Te hice el trabajo de buscar... saludos.
 
Re: NO SER COMO UNA HIGUERA FUERA DE ÉPOCA

Ya te dije que Jesús maldijo en abril esa higuera que no tenía higos porque en Israel las higueras dan higos en verano. Por lo tanto, era normal que en abril sólo tuviera hojas.

Te repito:
La respuesta está en el mensaje que compartí del hno Cheen, léelo y saca tus propias conclusiones; ya que no es algo que yo haya escrito; sino algo que comparto que me parece muy interesante y provechoso de leer.
saludos.

Jesús maldijo la higuera que no tenía frutos, no dice que no tenía higos, sino FRUTOS.
La higuera perdió en el invierno (prueba) todos sus frutos; por lo tanto estaba vacía.
Cito Wikipedia:
"Las brevas se producen en otoño, pero permanecen en el árbol durante el invierno, madurando al final de la primavera".

El Señor busca los FRUTOS, y si no los hay, ya sabes su sentencia.
 
Re: NO SER COMO UNA HIGUERA FUERA DE ÉPOCA

¿ Y no decías que la higuera produce frutos dos veces al año ?

"y no halló nada en ella, sino hojas solamente"; por lo menos debería haber tenido frutos verdes, pero nada tenía, sólo hojas; es decir, la apariencia, pero sin fruto. Recuerda lo que cité de wikipedia: "Las brevas se producen en otoño, pero permanecen en el árbol durante el invierno, madurando al final de la primavera".
Aún no era tiempo de higos.
 
Re: NO SER COMO UNA HIGUERA FUERA DE ÉPOCA

Te repito:


Jesús maldijo la higuera que no tenía frutos, no dice que no tenía higos, sino FRUTOS.
La higuera perdió en el invierno (prueba) todos sus frutos; por lo tanto estaba vacía.
Cito Wikipedia:
"Las brevas se producen en otoño, pero permanecen en el árbol durante el invierno, madurando al final de la primavera".

El Señor busca los FRUTOS, y si no los hay, ya sabes su sentencia.

¿Y acaso la higuera tiene la culpa de las inclemencias del tiempo?
El tiempo no depende ella, por lo tanto no es responsable de que haga mal tiempo y sus frutos no lleguen a salir o se caigan antes de madurar.
 
Re: NO SER COMO UNA HIGUERA FUERA DE ÉPOCA

¿Y acaso la higuera tiene la culpa de las inclemencias del tiempo?
El tiempo no depende ella, por lo tanto no es responsable de que haga mal tiempo y sus frutos no lleguen a salir o se caigan antes de madurar.

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 1Jn 5:4