Re: DEL VELO ADENTRO (LUGAR SANTO O SANTISIMO EN HEBREOS)
Estimado valdense. Saludos cordiales.
Tú dices:
Esto que proponen los sda es cada dia mas absurdo
Dicen el santuario terrenal fue hecho de acuerdo al ""modelo celestial""
Luego te dicen la jarusalen nueva es el luigar santisimo
Tendriamos entonces que concluir que la Jerusalem terrenal
era el lugar santisimo del terrenal
Sera que no les alcanzan los cesos a este hermano para darse cuenta de su absurdo ??
Respondo: Se ve que tu razonamiento es poco claro, y carente de información.
Lee: Apocalipsis 21:15 "El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura. Y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.
17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel."
Midió la ciudad con la caña-
El ángel mide la ciudad de Dios con una caña de medir de oro, y trabaja con “medida de hombre, la cual es de ángel”
El profeta Zacarías tuvo visión acerca de un ángel que fue ha medir a Jerusalén, llevando consigo un cordel de medir:
Zacarías 2.1-5 "Alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir.
Y le dije: ¿a dónde vas?
Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuanta es su anchura, y cuánta su longitud.
Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella.
Yo seré para ella, dice Jehová,muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella."
El ángel que revela las medidas de Jerusalén celestial en Apocalipsis informa cuanta es la longitud y cuanta es la anchura y la altura de la ciudad santa: Doce mil estadios.-dos mil doscientos veinte kilómetros aprox.-, rodeada de un muro de 144 codos-o 64 mts- de altura.
En la profecía la medida es dada en estadios y así marca el número doce mil. Este número indica la ciudad perfecta que sirve de gobierno y de modelo, la ciudad construida por Dios, edificada sobre los doce apóstoles y habitada por los hijos de Dios redimidos a la santidad mediante las doce tribus de Israel.
Los 144 codos de altura que miden sus muros nos recuerdan a los 144.000 primeros hombres devueltos a la eternidad.
La ciudad es dada a conocer en forma de cubo ya que se registran las tres dimensiones y se dice que “
la ciudad se halla establecida en cuadro”.
En el templo de adoración, el lugar santísimo también fue establecido en forma de cubo:
1Reyes 6.20 "
El lugar santísimo estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, veinte de ancho, y veinte de altura. Y lo cubrió de oro purísimo; asimismo cubrió de oro el altar de cedro.
La ciudad donde el Altísimo morará con sus hijos es de diseño perfecto. Su estructura y su organización tienen la solidez para realizar el propósito eterno de Dios y de su Hijo.
En Ezequiel el ángel que mostró el templo que prefiguró a Jerusalén celestial “tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir”; allí las medidas dadas del lugar santísimo coinciden con las medidas que registra 1Reyes 6.20:
Ezequiel 41.4 Midió también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo; y me dijo:
Este es el lugar Santísimo.
Las dimensiones de Jerusalén celestial tan enormes que para un hombre son medidas de ángel, indican que la santa ciudad está preparada para alojar muchísimos millones de hijos de Dios, resplandecientes en santidad.
Apocalipsis 21:18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.
19 Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;
20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista
El material de su muro era de Jaspe-
Se traduce Jaspe al gr. í-a-spis. Esta variedad de cuarzo es conocida como una piedra preciosa opaca. Sin embargo teniendo en cuenta la descripción del trono de Dios [la visión de Juan del Altísimo con su asamblea], y lo dicho en Apocalipsis 21.11 acerca de su fulgor, y que es diáfana como el cristal -la ciudad-, se piensa que se trata más bien de una piedra como el diamante.
Así, el muro de la ciudad llega a ser parte de los vestidos con que la esposa viene “ataviada para su marido”; y la pureza de la esposa está manifestada en el oro puro semejante al vidrio limpio, del cual está hecha.
La ciudad era de oro puro-
Esplendorosa Jerusalén celestial en su pureza.
El arca del pacto en el Éxodo fue cubierta de oro puro por dentro y por fuera.
El oro ha representado la pureza, la belleza, y la luz de lo que ha sido refinado con valor incomparable.
Proverbios 25.11,12 Manzana de oro con figuras de plata.
Es la palabra dicha como conviene.
Como zarcillo de oro y joyel de oro fino es al que reprende al sabio que tiene oído dócil.
El Constructor de Jerusalén celestial es el refinador supremo.
Malaquías 3.3 Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
Es común que el oro contenga otros elementos en cantidades variables, como la plata.
Para separar estos elementos se eliminan las impurezas mediante varios procesos de fundición, así el oro puro representa lo que cuidadosa e íntegramente se ha limpiado.
Los cimientos del muro-
Afirmada y embellecida Jerusalén celestial desde sus mismos fundamentos.
Son doce las piedras preciosas con las que están afirmados y engalanados los cimientos de la gran ciudad de Dios. Esto indica está edificada sobre la firmeza, la santidad y la belleza.
El pectoral que portaba el sumo sacerdote de Israel cada vez que entraba en el santo, también estaba confeccionado con oro, y contenía doce piedras preciosas incrustadas en encajaduras de oro, distribuidas en cuatro hileras de tres piedras; nueve de las doce piedras que hacen parte del pectoral coinciden con el listado de las doce piedras preciosas que constituyen los cimientos de la Nueva Jerusalén, estas son: Topacio, esmeralda, Zafiro, jacinto, ágata, amatista, berilo, ónice y jaspe.
Las otras tres piedras que hacen parte de la arquitectura de la ciudad de Dios son: Cornalina (piedra rojiza), crisolito (piedra dorada), crisopraso (gema verde manzana). Esta última aparece mencionada con el gr. kjry.só-pra.sos como el décimo cimiento del muro de la ciudad, y no se hallan más referencias bíblicas acerca de ella.
De todas formas podemos concluir que el deslumbrante fulgor de las piedras preciosas se asemeja a la gloria o el resplandor de Dios.
Cuando Salomón edificó el templo le revistió de piedras preciosas para hermosura, refieren las Escrituras.
Pablo aclaró que a través de los apóstoles, quienes son arquitectos colaboradores de Dios, se nos puso un fundamento el cual es Jesucristo:
1Corintios 3.12,13 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
Apocalipsis 21:21 Las doce puertas eran doce perlas, cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.
Las doce puertas eran doce perlas-
Cada una de las doce puertas de Jerusalén celestial es una perla.
La ciudad de Dios que viene del reino de los cielos tiene en sus entradas, es decir para llegar a estar dentro de ella, un valor tan alto como incomparable.
Mateo 13.45,46 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Si atendemos el llamado del Señor Yeshúa acerca de no tirar las perlas delante de los cerdos para que estos no las pisoteen y luego nos agredan, podemos notar que las perlas simbolizan los altos valores espirituales.
Las calles de la ciudad son de oro puro, dispuestas para ser transitadas por santos que viven para siempre.
Apocalipsis 21:22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
23 La ciudad no tiene necesidad de sol, ni de luna, que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
No vi en ella templo-
El templo ha sido la representación de la casa de Dios con los hombres.
El tabernáculo del testimonio en el desierto, fue ordenado a Moisés “conforme al modelo que había visto”
Hechos 7.47-49 Mas Salomón le edificó casa; si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta:
El cielo es mi trono,
Y la tierra el estrado de mis pies.
¿qué casa me edificaréis? Dice el Señor;
¿o cuál es el lugar de mi reposo?
¿No hizo mi mano todas estas cosas?
El constructor de Jerusalén celestial morará allí con los hombres. Dios y el Cordero habitarán en la ciudad y la gloria de ellos la iluminarán.
Así que la ciudad no requiere de templo. Dijo el Señor:
Juan 4.23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Ni sol ni luna brillarán tanto como el resplandor del Santo y de su Hijo.
Isaías 24.23 La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sión y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.
Apocalipsis 21:24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche.
26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.
Sus puertas nunca serán cerradas de día-
La ciudad de Dios resplandecerá en toda la Tierra; su luz será para todas las naciones y por esto jamás se cerrarán sus puertas, para que lo más preciado de las naciones sea llevado a Jerusalén.
Isaías 60.11 Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes.
A la nueva Jerusalén llegarán aquellos que están inscritos en el libro de la vida. Vestida de hermosura la ciudad Santa, no conocerá mancha de maldad.
Isaías 60.21 Y tu pueblo [los moradores de Jerusalén], todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme." (Aporte de Elias Cajeli E.)
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.