RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
- Autor DOSOLIVOS
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Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
Querida hermana: Sé que no te gusta hablar de política pero lo que dice Obrador es la verdad. Como te lo dije en otro epígrafe y tú lo afirmas en este mensaje, hay suficiente alimentos en el mundo para que nadie muera de hambre, pero unos perversos prefieren botar los alimentos para que no baje el precio en el mercado, su dios es el dinero; hay suficiente riquezas en el mundo pero muy mal distribuída, por esto el capitalismo que es el sistema que reina en el mundo es muerte, porque lleva a la destrución del hombre.
El video revela una realidad tristísima. Aprieta el alma ver tanto sufrimiento. Los niños, mi querida hermana, son las víctimas más frágiles de este cruel sistema que rige al mundo, mueren por hambre y por enfermedades facilmente prevenibles y curables.
La miseria, el hambre y la pobreza es la faz que quiere ocultar el capitalismo. Quiere ocultar su fracaso.
Este mundo no puede continuar así.
Me agrada tu invitación a reflexionar sobre si estamos haciendo lo que Dios nos pide que hagamos.
Recibe un inmenso abrazo y que el Señor te bendiga siempre.
Paula
Querida hermana: Sé que no te gusta hablar de política pero lo que dice Obrador es la verdad. Como te lo dije en otro epígrafe y tú lo afirmas en este mensaje, hay suficiente alimentos en el mundo para que nadie muera de hambre, pero unos perversos prefieren botar los alimentos para que no baje el precio en el mercado, su dios es el dinero; hay suficiente riquezas en el mundo pero muy mal distribuída, por esto el capitalismo que es el sistema que reina en el mundo es muerte, porque lleva a la destrución del hombre.
El video revela una realidad tristísima. Aprieta el alma ver tanto sufrimiento. Los niños, mi querida hermana, son las víctimas más frágiles de este cruel sistema que rige al mundo, mueren por hambre y por enfermedades facilmente prevenibles y curables.
La miseria, el hambre y la pobreza es la faz que quiere ocultar el capitalismo. Quiere ocultar su fracaso.
Este mundo no puede continuar así.
Me agrada tu invitación a reflexionar sobre si estamos haciendo lo que Dios nos pide que hagamos.
Recibe un inmenso abrazo y que el Señor te bendiga siempre.
Paula
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
En griego, el idioma de los evangelios, la palabra "Agape" significa por igual amor y caridad.
Asi que cuando lea citas que hablan de "amor" intercambie su significado por "caridad" para que se sorprenda
En griego, el idioma de los evangelios, la palabra "Agape" significa por igual amor y caridad.
Asi que cuando lea citas que hablan de "amor" intercambie su significado por "caridad" para que se sorprenda
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
EL CRISTO ROTO
COMPRAVENTA DE CRISTOS
A mi Cristo roto, lo encontré en Sevilla. Dentro del arte me subyuga el tema de Cristo en la cruz. Se llevan mi preferencia los cristos barrocos españoles. La última vez, fui en compañía de un buen amigo mío. Al Cristo, ¡Qué elección! Se le puede encontrar entre tuercas y clavos, chatarra oxidada, ropa vieja, zapatos, libros, muñecas rotas o litografías románticas. La cosa, es saber buscarlo. Porque Cristo anda y está entre todas las cosas de este revuelto e inverosímil rastro que es la Vida.
Pero aquella mañana nos aventuramos por la casa del artista, es más fácil encontrar ahí al Cristo, ¡Pero mucho más caro!, es zona ya de anticuarios. Es el Cristo con impuesto de lujo, el Cristo que han enriquecido los turistas, porque desde que se intensificó el turismo, también Cristo es más caro.
Visitamos únicamente dos o tres tiendas y andábamos por la tercera o cuarta.
- Ehhmm ¿Quiere algo padre?
- Dar una vuelta nada más por la tienda, mirar, ver.
De pronto… frente a mí, acostado sobre una mesa, vi un Cristo sin cruz, iba a lanzarme sobre él, pero frené mis ímpetus. Miré al Cristo de reojo, me conquistó desde el primer instante. Claro que no era precisamente lo que yo buscaba, era un Cristo roto. Pero esta misma circunstancia, me encadenó a Él, no sé por qué. Fingí interés primero por los objetos que me rodeaban hasta que mis manos se apoderaron del Cristo, ¡Dominé mis dedos para no acariciarlo! No me habían engañado los ojos… no. Debió ser un Cristo muy bello, era un impresionante despojo mutilado. Por supuesto, no tenía cruz, le faltaba media pierna, un brazo entero, y aunque conservaba la cabeza, había perdido la cara.
Se acercó el anticuario, tomó el Cristo roto en sus manos y…
- Ohhh, es una magnífica pieza, se ve que tiene usted gusto padre, fíjese que espléndida talla, qué buena factura…
- ¡Pero… está tan rota, tan mutilada!
- No tiene importancia padre, aquí al lado hay un magnífico restaurador, amigo mío y se lo va a dejar a usted, ¡Nuevo!
Volvió a ponderarlo, a alabarlo, lo acariciaba entre sus manos, pero… no acariciaba al Cristo, acariciaba la mercancía que se le iba a convertir en dinero.
Insistí, dudó, hizo una pausa, miró por última vez al Cristo fingiendo que le costaba separarse de Él y me lo alargó en un arranque de generosidad ficticia, diciéndome resignado y dolorido:
- Tenga padre, lléveselo, por ser para usted y conste que no gano nada 3000 pesetas nada más, ¡Se lleva usted una joya!
El vendedor exaltaba las cualidades para mantener el precio. Yo, sacerdote, le mermaba méritos para rebajarlo… Me estremecí de pronto. ¡Disputábamos el precio de Cristo, como si fuera una simple mercancía! Y me acordé de Judas… ¿No era aquella también una compraventa de Cristo? ¡Pero cuántas veces vendemos y compramos a Cristo, no de madera, de carne, en él y en nuestros prójimos! Nuestra vida es muchas veces una compraventa de cristos.
Bien… cedimos los dos… lo rebajó a 800 pesetas. Antes de despedirme, le pregunté si sabía la procedencia del Cristo y la razón de aquellas terribles mutilaciones. En información vaga e incompleta me dijo que creía procedía de la sierra de Arasena, y que las mutilaciones se debían a una profanación en tiempo de guerra.
Apreté a mi Cristo con cariño… y salí con Él a la calle.
Al fin, ya de noche, cerré la puerta de mi habitación y me encontré solo, cara a cara con mi Cristo. Qué ensangrentado despojo mutilado, viéndolo así me decidí a preguntarle:
- Cristo, ¡¿Quién fue el que se atrevió contigo?! ¡¿No le temblaron las manos cuando astilló las tuyas arrancándote de la cruz?! ¿Vive todavía? ¿Dónde? ¿Qué haría hoy si te viera en mis manos? …¿Se arrepintió?
- ¡CÁLLATE!
Me cortó una voz tajante.
-¡CÁLLATE, preguntas demasiado! ¡¿Crees que tengo un corazón tan pequeño y mezquino como el tuyo?! ¡CÁLLATE! No me preguntes ni pienses más en el que me mutiló, déjalo, ¿Qué sabes tú? ¡Respétalo!, Yo ya lo perdoné. Yo me olvidé instantáneamente y para siempre de sus pecados. Cuando un hombre se arrepiente, Yo perdono de una vez, no por mezquinas entregas como vosotros. ¡Cállate! ¿Por qué ante mis miembros rotos, no se te ocurre recordar a seres que ofenden, hieren, explotan y mutilan a sus hermanos los hombres. ¿Qué es mayor pecado? Mutilar una imagen de madera o mutilar una imagen mía viva, de carne, en la que palpito Yo por la gracia del bautismo. ¡Ohh hipócritas! Os rasgáis las vestiduras ante el recuerdo del que mutiló mi imagen de madera, mientras le estrecháis la mano o le rendís honores al que mutila física o moralmente a los cristos vivos que son sus hermanos.
Yo contesté:
- No puedo verte así, destrozado, aunque el restaurador me cobre lo que quiera ¡Todo te lo mereces! Me duele verte así. Mañana mismo te llevaré al taller. ¿Verdad que apruebas mi plan? ¿Verdad que te gusta?
- ¡NO, NO ME GUSTA!
Contestó el Cristo, seca y duramente.
- ¡ERES IGUAL QUE TODOS Y HABLAS DEMASIADO!
Hubo una pausa de silencio. Una orden, tajante como un rayo, vino a decapitar el silencio angustioso.
- ¡NO ME RESTAURES, TE LO PROHIBO! ¡¿LO OYES?!
- Si Señor, te lo prometo, no te restauraré.
- Gracias.
Me contestó el Cristo. Su tono volvió a darme confianza.
- ¿Por qué no quieres que te restaure? No te comprendo. ¿No comprendes Señor, que va a ser para mí un continuo dolor cada vez que te mire roto y mutilado? ¿No comprendes que me duele?
- Eso es lo que quiero, que al verme roto te acuerdes siempre de tantos hermanos tuyos que conviven contigo; rotos, aplastados, indigentes, mutilados. Sin brazos, porque no tienen posibilidades de trabajo. Sin pies, porque les han cerrado los caminos. Sin cara, porque les han quitado la honra. Todos los olvidan y les vuelven la espalda. ¡No me restaures, a ver si viéndome así, te acuerdas de ellos y te duele, a ver si así, roto y mutilado te sirvo de clave para el dolor de los demás! Muchos cristianos se vuelven en devoción, en besos, en luces, en flores sobre un Cristo bello, y se olvidan de sus hermanos los hombres, cristos feos, rotos y sufrientes. Hay muchos cristianos que tranquilizan su conciencia besando un Cristo bello, obra de arte, mientras ofenden al pequeño Cristo de carne, que es su hermano. ¡Esos besos me repugnan, me dan asco!, Los tolero forzado en mis pies de imagen tallada en madera, pero me hieren el corazón. ¡Tenéis demasiados cristos bellos! Demasiadas obras de arte de mi imagen crucificada. Y estáis en peligro de quedaros en la obra de arte. Un Cristo bello, puede ser un peligroso refugio donde esconderse en la huida del dolor ajeno, tranquilizando al mismo tiempo la conciencia, en un falso cristianismo. Por eso ¡Debieran tener más cristos rotos, uno a la entrada de cada iglesia, que gritara siempre con sus miembros partidos y su cara sin forma, el dolor y la tragedia de mi segunda pasión, en mis hermanos los hombres! Por eso te lo suplico, no me restaures, déjame roto junto a ti, aunque amargue un poco tu vida.
- Si señor, te lo prometo. (Contesté)
Y un beso sobre su único pie astillado, fue la firma de mi promesa.
Desde hoy… viviré con un Cristo roto.
EL CRISTO ROTO
EL CRISTO ROTO
A mi Cristo roto, lo encontré en Sevilla. Dentro del arte me subyuga el tema de Cristo en la cruz. Se llevan mi preferencia los cristos barrocos españoles. La última vez, fui en compañía de un buen amigo mío. Al Cristo, ¡Qué elección! Se le puede encontrar entre tuercas y clavos, chatarra oxidada, ropa vieja, zapatos, libros, muñecas rotas o litografías románticas. La cosa, es saber buscarlo. Porque Cristo anda y está entre todas las cosas de este revuelto e inverosímil rastro que es la Vida.
Pero aquella mañana nos aventuramos por la casa del artista, es más fácil encontrar ahí al Cristo, ¡Pero mucho más caro!, es zona ya de anticuarios. Es el Cristo con impuesto de lujo, el Cristo que han enriquecido los turistas, porque desde que se intensificó el turismo, también Cristo es más caro.
Visitamos únicamente dos o tres tiendas y andábamos por la tercera o cuarta.
- Ehhmm ¿Quiere algo padre?
- Dar una vuelta nada más por la tienda, mirar, ver.
De pronto… frente a mí, acostado sobre una mesa, vi un Cristo sin cruz, iba a lanzarme sobre él, pero frené mis ímpetus. Miré al Cristo de reojo, me conquistó desde el primer instante. Claro que no era precisamente lo que yo buscaba, era un Cristo roto. Pero esta misma circunstancia, me encadenó a Él, no sé por qué. Fingí interés primero por los objetos que me rodeaban hasta que mis manos se apoderaron del Cristo, ¡Dominé mis dedos para no acariciarlo! No me habían engañado los ojos… no. Debió ser un Cristo muy bello, era un impresionante despojo mutilado. Por supuesto, no tenía cruz, le faltaba media pierna, un brazo entero, y aunque conservaba la cabeza, había perdido la cara.
Se acercó el anticuario, tomó el Cristo roto en sus manos y…
- Ohhh, es una magnífica pieza, se ve que tiene usted gusto padre, fíjese que espléndida talla, qué buena factura…
- ¡Pero… está tan rota, tan mutilada!
- No tiene importancia padre, aquí al lado hay un magnífico restaurador, amigo mío y se lo va a dejar a usted, ¡Nuevo!
Volvió a ponderarlo, a alabarlo, lo acariciaba entre sus manos, pero… no acariciaba al Cristo, acariciaba la mercancía que se le iba a convertir en dinero.
Insistí, dudó, hizo una pausa, miró por última vez al Cristo fingiendo que le costaba separarse de Él y me lo alargó en un arranque de generosidad ficticia, diciéndome resignado y dolorido:
- Tenga padre, lléveselo, por ser para usted y conste que no gano nada 3000 pesetas nada más, ¡Se lleva usted una joya!
El vendedor exaltaba las cualidades para mantener el precio. Yo, sacerdote, le mermaba méritos para rebajarlo… Me estremecí de pronto. ¡Disputábamos el precio de Cristo, como si fuera una simple mercancía! Y me acordé de Judas… ¿No era aquella también una compraventa de Cristo? ¡Pero cuántas veces vendemos y compramos a Cristo, no de madera, de carne, en él y en nuestros prójimos! Nuestra vida es muchas veces una compraventa de cristos.
Bien… cedimos los dos… lo rebajó a 800 pesetas. Antes de despedirme, le pregunté si sabía la procedencia del Cristo y la razón de aquellas terribles mutilaciones. En información vaga e incompleta me dijo que creía procedía de la sierra de Arasena, y que las mutilaciones se debían a una profanación en tiempo de guerra.
Apreté a mi Cristo con cariño… y salí con Él a la calle.
Al fin, ya de noche, cerré la puerta de mi habitación y me encontré solo, cara a cara con mi Cristo. Qué ensangrentado despojo mutilado, viéndolo así me decidí a preguntarle:
- Cristo, ¡¿Quién fue el que se atrevió contigo?! ¡¿No le temblaron las manos cuando astilló las tuyas arrancándote de la cruz?! ¿Vive todavía? ¿Dónde? ¿Qué haría hoy si te viera en mis manos? …¿Se arrepintió?
- ¡CÁLLATE!
Me cortó una voz tajante.
-¡CÁLLATE, preguntas demasiado! ¡¿Crees que tengo un corazón tan pequeño y mezquino como el tuyo?! ¡CÁLLATE! No me preguntes ni pienses más en el que me mutiló, déjalo, ¿Qué sabes tú? ¡Respétalo!, Yo ya lo perdoné. Yo me olvidé instantáneamente y para siempre de sus pecados. Cuando un hombre se arrepiente, Yo perdono de una vez, no por mezquinas entregas como vosotros. ¡Cállate! ¿Por qué ante mis miembros rotos, no se te ocurre recordar a seres que ofenden, hieren, explotan y mutilan a sus hermanos los hombres. ¿Qué es mayor pecado? Mutilar una imagen de madera o mutilar una imagen mía viva, de carne, en la que palpito Yo por la gracia del bautismo. ¡Ohh hipócritas! Os rasgáis las vestiduras ante el recuerdo del que mutiló mi imagen de madera, mientras le estrecháis la mano o le rendís honores al que mutila física o moralmente a los cristos vivos que son sus hermanos.
Yo contesté:
- No puedo verte así, destrozado, aunque el restaurador me cobre lo que quiera ¡Todo te lo mereces! Me duele verte así. Mañana mismo te llevaré al taller. ¿Verdad que apruebas mi plan? ¿Verdad que te gusta?
- ¡NO, NO ME GUSTA!
Contestó el Cristo, seca y duramente.
- ¡ERES IGUAL QUE TODOS Y HABLAS DEMASIADO!
Hubo una pausa de silencio. Una orden, tajante como un rayo, vino a decapitar el silencio angustioso.
- ¡NO ME RESTAURES, TE LO PROHIBO! ¡¿LO OYES?!
- Si Señor, te lo prometo, no te restauraré.
- Gracias.
Me contestó el Cristo. Su tono volvió a darme confianza.
- ¿Por qué no quieres que te restaure? No te comprendo. ¿No comprendes Señor, que va a ser para mí un continuo dolor cada vez que te mire roto y mutilado? ¿No comprendes que me duele?
- Eso es lo que quiero, que al verme roto te acuerdes siempre de tantos hermanos tuyos que conviven contigo; rotos, aplastados, indigentes, mutilados. Sin brazos, porque no tienen posibilidades de trabajo. Sin pies, porque les han cerrado los caminos. Sin cara, porque les han quitado la honra. Todos los olvidan y les vuelven la espalda. ¡No me restaures, a ver si viéndome así, te acuerdas de ellos y te duele, a ver si así, roto y mutilado te sirvo de clave para el dolor de los demás! Muchos cristianos se vuelven en devoción, en besos, en luces, en flores sobre un Cristo bello, y se olvidan de sus hermanos los hombres, cristos feos, rotos y sufrientes. Hay muchos cristianos que tranquilizan su conciencia besando un Cristo bello, obra de arte, mientras ofenden al pequeño Cristo de carne, que es su hermano. ¡Esos besos me repugnan, me dan asco!, Los tolero forzado en mis pies de imagen tallada en madera, pero me hieren el corazón. ¡Tenéis demasiados cristos bellos! Demasiadas obras de arte de mi imagen crucificada. Y estáis en peligro de quedaros en la obra de arte. Un Cristo bello, puede ser un peligroso refugio donde esconderse en la huida del dolor ajeno, tranquilizando al mismo tiempo la conciencia, en un falso cristianismo. Por eso ¡Debieran tener más cristos rotos, uno a la entrada de cada iglesia, que gritara siempre con sus miembros partidos y su cara sin forma, el dolor y la tragedia de mi segunda pasión, en mis hermanos los hombres! Por eso te lo suplico, no me restaures, déjame roto junto a ti, aunque amargue un poco tu vida.
- Si señor, te lo prometo. (Contesté)
Y un beso sobre su único pie astillado, fue la firma de mi promesa.
Desde hoy… viviré con un Cristo roto.
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
Tal vez la palabra agape está mal traducida como caridad.
Tal vez la palabra agape está mal traducida como caridad.
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
No, el significado de Amor/Caridad es inseparable, dicho de otra manera no existe amor verdadero sin caridad.
El problema es que hoy en dia denigramos Amor a "querer" "apreciar" "estimar".
No es culpa de nadie sino de nuestro lenguaje.
No, el significado de Amor/Caridad es inseparable, dicho de otra manera no existe amor verdadero sin caridad.
El problema es que hoy en dia denigramos Amor a "querer" "apreciar" "estimar".
No es culpa de nadie sino de nuestro lenguaje.
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
Creo que la palabra caridad, es odiada por muchos, porque define claramente en el entendimiento del mundo, el verdadero amor, que no existe sin ella:
1.- Tercera Carta de Juan
Ellos han hablado de tu caridad ante la Iglesia reunida; has hecho muy bien en proveerles de todo lo que necesitaban para su viaje, en una forma digna de Dios.
Tercera Carta de Juan, 1
07 la piedad con el amor fraterno y el amor fraterno con la caridad.
Segunda Carta de Pedro, 2
02 Los ancianos han de ser sobrios, respetables, juiciosos, maduros en su fe, caridad y perseverancia.
Saludos y bendiciones, hermanos.
Creo que la palabra caridad, es odiada por muchos, porque define claramente en el entendimiento del mundo, el verdadero amor, que no existe sin ella:
1.- Tercera Carta de Juan
Ellos han hablado de tu caridad ante la Iglesia reunida; has hecho muy bien en proveerles de todo lo que necesitaban para su viaje, en una forma digna de Dios.
Tercera Carta de Juan, 1
07 la piedad con el amor fraterno y el amor fraterno con la caridad.
Segunda Carta de Pedro, 2
02 Los ancianos han de ser sobrios, respetables, juiciosos, maduros en su fe, caridad y perseverancia.
Saludos y bendiciones, hermanos.
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
Por qué se empeña ud en postear mensajes erróneos?
La caridad se confunde fácilmente con las limosnas, aunque sean las limosnas dadas por quien no tiene ni fe ama a su prójimo. Por eso caridad no es lo mismo que amor, por eso, enseñar la palabra caridad induce a error, la misma "caridad católica" que significaba obras sin fe ni amor en forma de donaciones que ingresaban al tesoro de la icar, así como la venta de indulgencias. Por eso la palabra caridad induce a error.
Por qué se empeña ud en postear mensajes erróneos?
La caridad se confunde fácilmente con las limosnas, aunque sean las limosnas dadas por quien no tiene ni fe ama a su prójimo. Por eso caridad no es lo mismo que amor, por eso, enseñar la palabra caridad induce a error, la misma "caridad católica" que significaba obras sin fe ni amor en forma de donaciones que ingresaban al tesoro de la icar, así como la venta de indulgencias. Por eso la palabra caridad induce a error.
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
Originalmente enviado por DOSOLIVOS
Creo que la palabra caridad, es odiada por muchos, porque define claramente en el entendimiento del mundo, el verdadero amor, que no existe sin ella:
1.- Tercera Carta de Juan
Ellos han hablado de tu caridad ante la Iglesia reunida; has hecho muy bien en proveerles de todo lo que necesitaban para su viaje, en una forma digna de Dios.
No especifica el verso. (ES EL 6)
Tercera Carta de Juan, 1
07 la piedad con el amor fraterno y el amor fraterno con la caridad.
Mi biblia dice:
3Jn 1:7 Porque ellos salieron por amor del nombre de El, sin aceptar nada de los gentiles.
Nada que ver con lo que ud dice. (Me equivoqué, es 2 PEDRO 1:7)
Segunda Carta de Pedro, 2
02 Los ancianos han de ser sobrios, respetables, juiciosos, maduros en su fe, caridad y perseverancia.
2Pe 2:2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado,
lDe nuevo, la cita está mal. (Me equivoqué, es Tito 2:2)
Este triple error, fué por prisas y falta de atención...Me salieron las citas en un buscador y me lié. Pido excusas, hermanos.
Por qué se empeña ud en postear mensajes erróneos?
La caridad se confunde fácilmente con las limosnas, aunque sean las limosnas dadas por quien no tiene ni fe ama a su prójimo. Por eso caridad no es lo mismo que amor, por eso, enseñar la palabra caridad induce a error, la misma "caridad católica" que significaba obras sin fe ni amor en forma de donaciones que ingresaban al tesoro de la icar, así como la venta de indulgencias. Por eso la palabra caridad induce a error.
Yo he crecido, hasta los veinte años, estudiando en conventos católicos, entre curas y monjas. Y te aseguro que siempre entendí bien (porque se me enseñó correctamente), el significado de la palabra Caridad, como lo entiendo ahora, como no hay otra manera de entenderlo.
Si hay algo que tu entiendes de otra manera, no digas que son mensajes erroneos, hermano...Estoy convencida de que son muchos los que no ven error en aplicar la palabra caridad en lugar de la palabra amor, porque la palabra caridad explica exactamente la virtud a la que se refiere. De cualquier manera, sin caridad no hay amor:
La caridad no es limosna, es entrega, es comunicación de bienes con los que están necesitados, es cuidado y atención y servicio a los enfermos, etc. La caridad la tiene el misericordioso, el que se apiada y siente como suyo propio el sufrimiento y la necesidad de los demás, el que perdona de corazón los agravios, el que no busca retribución alguna en lo que hace, sino que busca reconfortar, aliviar, proveer, comprender y mostrar su amor verdadero obrando, porque sabe que es necesario, que es de justicia que hagamos con los demás lo que deseamos que se haga con nosotros. El que cierra sus ojos a los hermanos, para no ver su necesidad, no tiene caridad, porque no les ama, porque es egoísta.
El amor obra por medio de la caridad.
Saludos y bendiciones, hermano.
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
Originalmente enviado por DOSOLIVOS
Creo que la palabra caridad, es odiada por muchos, porque define claramente en el entendimiento del mundo, el verdadero amor, que no existe sin ella:
1.- Tercera Carta de Juan
Ellos han hablado de tu caridad ante la Iglesia reunida; has hecho muy bien en proveerles de todo lo que necesitaban para su viaje, en una forma digna de Dios.
No especifica el verso. (ES EL 6)
Tercera Carta de Juan, 1
07 la piedad con el amor fraterno y el amor fraterno con la caridad.
Mi biblia dice:
3Jn 1:7 Porque ellos salieron por amor del nombre de El, sin aceptar nada de los gentiles.
Nada que ver con lo que ud dice. (Me equivoqué, es 2 PEDRO 1:7)
Segunda Carta de Pedro, 2
02 Los ancianos han de ser sobrios, respetables, juiciosos, maduros en su fe, caridad y perseverancia.
2Pe 2:2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado,
lDe nuevo, la cita está mal. (Me equivoqué, es Tito 2:2)
Este triple error, fué por prisas y falta de atención...Me salieron las citas en un buscador y me lié. Pido excusas, hermanos.
Por qué se empeña ud en postear mensajes erróneos?
La caridad se confunde fácilmente con las limosnas, aunque sean las limosnas dadas por quien no tiene ni fe ama a su prójimo. Por eso caridad no es lo mismo que amor, por eso, enseñar la palabra caridad induce a error, la misma "caridad católica" que significaba obras sin fe ni amor en forma de donaciones que ingresaban al tesoro de la icar, así como la venta de indulgencias. Por eso la palabra caridad induce a error.
Yo he crecido, hasta los veinte años, estudiando en conventos católicos, entre curas y monjas. Y te aseguro que siempre entendí bien (porque se me enseñó correctamente), el significado de la palabra Caridad, como lo entiendo ahora, como no hay otra manera de entenderlo.
Si hay algo que tu entiendes de otra manera, no digas que son mensajes erroneos, hermano...Estoy convencida de que son muchos los que no ven error en aplicar la palabra caridad en lugar de la palabra amor, porque la palabra caridad explica exactamente la virtud a la que se refiere. De cualquier manera, sin caridad no hay amor:
La caridad no es limosna, es entrega, es comunicación de bienes con los que están necesitados, es cuidado y atención y servicio a los enfermos, etc. La caridad la tiene el misericordioso, el que se apiada y siente como suyo propio el sufrimiento y la necesidad de los demás, el que perdona de corazón los agravios, el que no busca retribución alguna en lo que hace, sino que busca reconfortar, aliviar, proveer, comprender y mostrar su amor verdadero obrando, porque sabe que es necesario, que es de justicia que hagamos con los demás lo que deseamos que se haga con nosotros. El que cierra sus ojos a los hermanos, para no ver su necesidad, no tiene caridad, porque no les ama, porque es egoísta.
El amor obra por medio de la caridad.
Saludos y bendiciones, hermano.
Re: RECORDEMOS QUE SI NO TENEMOS CARIDAD... NADA SOMOS
"Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere á su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en él?..." 1 Juan 3:8
"Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere á su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en él?..." 1 Juan 3:8